- Te ves a ti mismo como quisieras verte algún día.
- Es tu visión. Nos sucede a todos.
- ¿Las visiones?
- ¡Claro! Proyectas en la imagen donde te amas y es, además, la imagen de cómo quieres que te vean.
- ¿Y qué haces al respecto?
- La gran pregunta. Exactamente lo mismo que haces por cumplir tus deseos.
- ¿Por qué somos así?
- Falta de confianza en nosotros mismos lo cual, boicotea todo.
- Yo confío en que puedo hacerlo.
- Correcto, hacerlo es el verbo clave. No basta que confíes en ti, yo también confío y te sorprendería cuantos más, pero si no te mueves, si sólo permanece la subjetividad etérea de tu confianza, no sirve para nada.
- ¿Por qué no actuamos?
- Pereza envuelta en pensamientos negativos que pronostican un fracaso rotundo mucho antes de cualquier movimiento, aunque tan sólo sea la meta del día.
- Patético.
- Lo más patético que hay y la mayoría lo vive diariamente por desconfianza e inacción, ¿lo puedes creer?
- Sí, porque formo parte del grupo.
- Algo importante que seguro ya has notado, ambos obstáculos son ridículos y superarlos, está bajo tu control.
- ¿Entonces?
- Bueno también está la voluntad, que se reduce a la decisión de actuar. Sin embargo, si realmente quieres algo, aunque esta surge fácilmente, requiere continuidad y disciplina. Ahora te pregunto yo, ¿entonces?
- Debo actuar hoy.
- Correcto, sólo eso. Los mínimos avances, son pruebas de que puedes hacerlo.
- Se describe tan fácil, pero…
- ¿No es tan fácil? No. Tener confianza en ti mismo, creer en ti, convencerte de que eres capaz es un reto existencial para la mayoría y actuar, un reto mucho mayor.
- Increíble.
- Bueno, que ya lo califiques así, ya es un avance. Empiezas a reconocer que tú eres el único freno de ti mismo, ahora, ¿qué vas a hacer?