Sábelo ( Poema triste )
Publicado en May 07, 2025
![]() ![]() Sábelo,
conócelo: Me es preciso perderme en mis recuerdos y recordar dos veces los tálamos alargados y trechos azulinos que pronto no tendré al perder mi memoria, muy dada a la insanía. Llevo el paso asolado del soldado en rutina que vive envuelto en muerte. que parte a la batalla con su alma perdida y, desde ya, muy roja: Con cólera de sangre. La ingravidez del tiempo me secuestra y arroja a un mundo de menciones que, quizás, ya he olvidado...o deshilachó mi ovillo. Todavía recuerdo la tez del arcoíris carente de amarguras y la sangre menguada que corría en mis venas: Arterial, primitiva como primeras aguas que escondían mi retrato. El color de mis miedos medían en mí su sombra y ya era yo postrimerías y sobre mí pasaban el peso de la prosa, la sal de la palabra, la ínsípida alegría de vivir otro segundo, con la cara rasgada y de apariencia triste. Pasan los calendarios mordiendo sin ladridos...Y algunos epitafios que se han labrado solos. Pasa el viento germánico que se acerca al Atlántico para pelear con él en los predios de Atila. Recuerdo el amarillo del despoblar insólito y la grave escalera de corroídos peldaños. Y algo de algunos bálsamos que me volvían seco unas décadas antes de sorber los vinagres. Canoso y débil soy y de rotos oídos y no logro trenzar la hiel de mi agujeta. Sobre mí las llovíznas siempre se sorprendían al verme en mis harapos machacados por viento, segundo y carestía. Ya a mí me devoraban los primeros minutos de mi ser degradado vaciado desde el tórax. LLevaba yo la égida de mis epifanías y un yelmo pesado que me doblaba el cuello. La vida fue muy déspota conmigo y robó las reliquias que tomé por despojos en mis pasadas guerras. Hoy, se ha ido la fragancia y es mi tez macilenta y llevo el cabestrillo del que fenece solo.
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