A los cielos de tus ojos fui a buscar la respuesta.
La encontré flotando, evaporándose hacia las costas
de tus inquietudes.
Era tan libre, tan etéreo su vuelo que no me atreví
a derribarla.
Me quedé absorto, intentando recuperar mis mejores
frases, la canción que te escribí, pero no alcanzaron
mis intenciones, no alcanzó mi amor.
 
A los cielos de tus ojos fuí a condenar mi torpeza,
mi individualismo burgues.
Y tropecé con la realidad de tu vida, con tus esquemas
nacientes, hartos de mi fantasía, y sentí injusticia,
sangre derramada, agua dolorida.
 
A los cielos de tus ojos les debo la vida, horizonte
de sueños, esmeralda perdida.
Y les debo mucho más: la ocasión de escribir sobre
la derrota del amor, sobre la vigencia de la rutina.
 
Por eso me duele mirarte en esas extrañas situaciones,
cuando me esfuerzo por sonreir para fingir que mi
herida esta abierta,
que tu alma todavía late en mis venas indómitas,
que al fín de cuentas sigo abrigando inutilmente
lo imposible de tu tiempo.
 
Jorge Dossi - 21-11-1988