“Olvidamos que la naturaleza misma es un inmenso milagro que trasciende la realidad de la noche y la nada” Loren Eiseley

El anhelo creativo tiene diferentes nombres poesía; narrativa; música, arte, pero todos nos dan una cosa: un antídoto contra el olvido, para que podamos vivir, aunque sea por un rato, maravillados por la realidad creativa de vivencias o imaginación, de una realidad o fantasía. El alma humana, o su mente lentamente, -como decía Jeffers- tal vez, pueda convertirse en ella porque el humano tiene una mente aguda, con enormes pozos de oscuridad, altos picos de luz. En la poesía de Josep Mumbrú “Tu perfil Oscuro”, ya describía esa mujer en ese ambiente masoquista descripta por Josep
“Arrodillada pidiendo perdón, reclamando castigo
El látigo se cansó de alzarse
la conciencia de sentir”
Y hoy retomada magistralmente por Daih en una continuidad de aquella poesía que en su mensaje acepta ser castigada pidiendo un perdón en esa relación que indudablemente tiene oscuridades y luces entre el placer y el dolor; bien descripta por Freud: “ella ha tomado sobre sí la investidura libidinosa de la parte reprimida y, con ésta, la conciencia de culpa que adhiere al contenido”.
“Arrodillada estoy esperando el castigo.
El látigo que forma la entidad de una serpiente,
continuación de tu mente oscura”

Realidad o ficción, anhelo o fantasía, creatividad de historias que permanentemente atrapamos en la narrativa o las poesías, en este caso la expresión clara de esa mujer que espera el castigo pidiendo el perdón queda absolutamente complementada con el poema de del recordado Josep.
Felicitaciones Daih

Me encanta el tono ardiente con que expresas éste poema, que más bien parece un pedazo de alma desprendido.
Bien clasificado por lo demás. El dolor deseoso (que roza en el masoquismo), y la profunda ansiedad por besar lo que hace daño, trae de vuelta a mi mente el pesar de antaño. Y los gritos que ensordecen aquí dentro.
¿Será que te ha dado por escuchar Sopor Aeternus?
Gracias por el poema.
Un petò noi!

Dado que es esta una respuesta, cabe preguntarse ¿había en aquella relación un sentimiento resentido que lo complicaba todo?