Las palabras llegaron y se han marchado
Pero no se han ido para dejar un papel, una página
en blanco, desnuda y virgen
Las palabras, su aroma y esencia, se inyectaron
a través del silencio en altas horas de la madrugada
cuando uno cree en todos los milagros
Sentí tu sensualidad en rosa, en blanco y en puntos
de rojo ardiante capturarme para mi bienestar
Que tu libido en silencio arreciaba sobre mí
me envolvía y le configuraba a mis ojos los espacios
más oscuros y calientes donde uno dejarse ir
como si fuera casi agua; una masturbación hermosa
correspondida en tu piel dulce y en su latir feroz
Pero fueron palabras, frases escritas para que se borraran
tras unos meses; y la desnudez que admiré e hizo de mí
un sentir joven se opacó en el fin de la aventura
el cansancio, el no poseer en mi trayecto
más pasos que ofrecerle a ese cuerpo ya saciado
Entonces desapareció a cubierto del silencio y la acumulación
de jornadas glaciares, sin él como deseo (fríos días de verano)
Las palabras no fueron solo palabras: marcaron una senda
increiblemente dolorosa que aún estoy cubriendo
Mientras anhelo aquella desnudez cercana; la creencia
en el libre albedrío y que todo era posible.
Josep. 8 de abril de 2016
 
Imagen de Maurizio Barraco