VISTIENDO FANTASMAS
Publicado en Aug 31, 2020
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VISTIENDO FANTASMAS
 
Aquel sujeto empujaba meditabundo con paso cansino el carrito del centro comercial. Era un hombrón así de grande, de esos que provocan enojo tenerlo cerca, daba coraje estar junto a él y sopesar su fuerza. Un tipo cejijunto, de párpados hinchados y de mirada dura, aunque apagada. Narigudo, de nariz tan roja como la de un payaso, seguramente por la ingesta constante de licor.
Recorría los pasillos entre los anaqueles rumiando sus exacerbados pensamientos: — ¡Le compraré un vestido en color azul, creo es su tonalidad preferida!  —Pues el que trae puesto por las noches cuando viene a verme se ve horroroso con todas esas rasgaduras y manchas de sangre—
 
—También le compraré unas bragas de cualquier color, porque ahora no recuerdo como eran las que llevaba aquella vez cuando la hice mía en medio del forcejeo y de sus alaridos de terror—
— ¿Un sujetador?, —no, ya no le hace falta, al menos que volviera a renacerle aquella teta que terminó en pedazos entre mi dentadura—

De vuelta a la pocilga donde habitaba se dispuso a esperar la llegada de la media noche, era el momento en que ella emergía del socavón que estaba en una de las esquinas de aquel lugar.
Mientras eso sucedía, el sujeto fue colocando sobre el desvencijado colchón las prendas adquiridas en el centro comercial, también colocó muy a la mano un cuchillo aún con rastros de sangre seca, por si encontrara otra vez oposición de su amada.

Esperándola quedó dormido. El amanecer de un nuevo día lo encontró en el fondo del socavón vestido de mujer y con el cuchillo bien enterrado en el pecho.
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7 Comentarios 517 Lecturas Favorito 1 veces
Descripción

Ahora un texto sombro para variar el tono de mis ltimas aportaciones a la pgina.

Palabras Clave: sombro patibulario fantasma

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



Comentarios (7)add comment
menos espacio | mas espacio

Gustavo Adolfo Vaca Narvaja

«El ojo que ves no es ojo porque tú lo veas; es ojo porque te ve...” Machado

Un relato corto, contundente y bien llevado hasta su trágico final “El amanecer de un nuevo día lo encontró en el fondo del socavón vestido de mujer y con el cuchillo bien enterrado en el pecho”. De aquel hombre robusto y desaliñado de mirada helada y actitudes despreciables que compra prendas de mujer para arropar a su castigada “pareja” por lo que describe, se puede insertar en los casos que seguramente todos hemos leídos como obras literarias de excelencia de los casos Del doctor Jekyll y el señor Hyde, novela escrita por Stevenson donde Gabriel Utterson, investiga la extraña relación entre su viejo amigo, el Dr. Henry Jekyll, y el odiador serial Edward Hyde. O sea, padece tal como se la define “un trastorno psiquiátrico que hace que una misma persona tenga dos o más identidades o personalidades con características opuestas entre sí”. Es un TDI (Trastorno Disociativo de la Identidad) La magnífica obra literaria de Hermann Hesse “El Lobo Estepario”, marca también una personalidad disociada del personaje que en algún momento se pregunta que será mejor: “si matar al lobo y vivir como hombre, o matar al hombre y vivir como Lobo alguien extraño, salvaje y sombrío”. El desarrollo de ambas novelas, tratan de describir ambas personalidades con diferentes enfoques y resultados. En este caso, va por similar camino el hombre rudo agriado, asesina a su otro yo vestido ya de mujer a la hora en que ella aparece, con el puñal clavado. Seguramente su gran tragedia que martiriza y ensombrece fue cómo hacer para eliminar uno u otro porque ese día fue consiente que ambos no podían convivir, pero finalmente en este relato ambos mueren con el mismo puñal.
Felicitaciones Kalutavon
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September 13, 2020
 

kalutavon

Ah Gustavo magnifica interpretación de este texto. No suelo mentir, ni siquiera en estos sitios virtuales que se prestan para ello. Pero debe decirte, pues ya lo hice público en otra página literaria donde suelo publicar, esta es la tercera vez que lo hago con este texto. Este relato lo imaginé y escribí sin ninguna intención, más que la darle libertad a la imaginación dizque literaria. En los distintos lugares donde lo publiqué hubo comentarios, en algunos más en otros menos. Pero ningún comentario que recibió el texto ha sido tan completo y creíble como este tuyo. Así que cuando vuelva a hacerlo en cualquier otro lugar, si me lo permites, y me pregunten cual fue mi intención al escribirlo, diré que no tuve ninguna otra, mas que darle vuelo a mi imaginación y agregaré que me gustaría mucho se le diera la interpretación que tu me hiciste el favor de expresar, por supuesto, dándote el crédito por ella. Dos cosas importantes en esta fecha para mí: Encontrar un lector con una despierta y acuciosa comprensión lectora. Y comprobar que existen psicólogos, intuyo que lo eres, sin problemas graves de socialización. Quedo muy agradecido.
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September 13, 2020

Gustavo Adolfo Vaca Narvaja

Ok amigo, generosa devolución y no hay problema que incluyas o que lo tomes. En tu relato hay una pequeña “trampa” que descoloca a cualquier lector y que fue magistralmente colocada por lo cual si no se profundiza uno la pasa sin querer es:
“¿Un sujetador?, —no, ya no le hace falta, al menos que volviera a renacerle aquella teta que terminó en pedazos entre mi dentadura—“
Esta pequeña acotación le quita la posibilidad de encontrar esa patología del protagonista porque el lector piensa… ¿Cómo si mordió una teta….había entonces una mujer?

Excelente…. porque con eso se desvía la interpretación del final.
No, no soy psicólogo ni psiquiatra,
Estetoscopio y bisturí son mis herramientas
Saludos
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September 14, 2020

Magnolia Stella Correa Martinez

Jajaja... Ay Kalutavon, hoy sí que me sorprendió tu final... qué películas que nos hacemos a veces... pero bueno, qué sería de nuestra vida sin fantasías.
Saludos amigo.
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September 03, 2020
 

kalutavon

Me ha hecho sonreír tu comentario estimada Magnolia. Muchas veces olvidamos que gran parte de nuestras vidas están pobladas de fantasías. Los jóvenes fantasean imaginando que serán algo importante en la vida. Los adultos fantasean imaginando un aumento importante de su salario, los viejos fantasean que antes de morir se curaran de sus males físicos, entre otros cientos de ejemplos que pudiera contarte, ahora mismo yo me sumerjo en la fantasía de que mi próximo texto te parezca más realista. Ya veremos que decide la cruel realidad. Afectuoso saludo.
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September 03, 2020

raymundo

El coraje de la gente al ver al corpulento vendedor callejero...finalizado bien vestido de mujer y con un cuchillo en el pecho. Interesante narraciòn ficticia amigo poeta Felicitaciones por ello amigo poeta Kalutavon. Abrazos cordiales desde mi amado Perù.
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September 02, 2020
 

kalutavon

Quedo agradecido con tu comentario Raymundo. Afectuoso saludo.
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September 02, 2020

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busy