Letras otoñalesEn mi historia de vida yo fui el raro, el villano. La gente se me acercaba, apuntaba con el dedo y me marcaba. Luego de una extensa evaluación, simplemente me calificaban como una amenaza.¿Acaso era una manzana podrida? Quizá no necesitaba que nadie tomase distancia, que no se alejaran de mí. Porque, solamente me desvanecí y preferí no estar. Vivía en modo “avión” o lo que sea. Ya no aguantaba esa mierda de ser el estigma, el villano de la historia. Pero, fue difícil… doloroso, hacerme a un lado y dejar de vivir… concebir una vida como los demás.Me sentí transformado en un arma, quizá una bomba que si la sostenían, si tan solo sentía el toque, la caricia de una piel, todo explotaría en pedazos. Y ya no quería causar más dolor. ¡Basta!Si fueses la manzana podrida, la bomba, el raro, la amenaza, el peligro andante, ¿te hubieses acercado a quienes amas?Ya era suficiente con cargar esa cruz, acarrear con el peso del maltrato y del abuso sobre mis hombros. Y me alejé. Permanecí distante, ajeno al amor, pero… me siento tan solo.Ya no puedo… no quiero quedarme solo.Ya que contemplo con mis ojos desnudos, también me siento visto. Tomo las manos de todos los que siempre me han acompañado y sé que nunca estuve solo, que siempre estuvo rodeado de mucho amor.De pronto, el frío se disipa y las lágrimas dejan de ahogarme, así que, respiro sin miedo y permito que el calorcito, la luz entre por mi ventana, otra vez.