Corazón de judasLos años que me cayeron encima solo hicieron que el dolor me consumiera.Lo sentí, lo pude saborear, palpar con cada uno de mis sentidos. Y todo estaba alterado, corrompido por el veneno. No había forma de calmarlo, porque mi cuerpo pedía que pudiese detener su cauce. Quizá sedarlo. Y lo hice de un golpe y sin pensarlo.El veneno disparó la fiebre y la fiebre de mi cuerpo solo se tranquilizaba con gotitas de droga. Cada botellita que reposó bajo mis pies fluyó como el frío que ardía al descansar por mi garganta. Y necesitaba más. Nunca era suficiente.Quería llenar este vacío, acallar este corazón palpitante, traicionero, que seguía reviviendo muertos. Y si yo había muerto, quería seguir enterrado.Nunca me di cuenta de las llamas, de la lluvia de fuego que dejaba mi pasar. Porque fui una tormenta que destruyó casi todo a su paso, incluso amores, viejos amigos, compañeros que ya no me acompañan. Estoy avergonzado.Quiero encontrar redención, pero este huracán continúa quemando y traicionándome, porque, cómo podría escapar de mí mismo.Juro que trato de besar el ayer y despedirme de una buena vez, pero está continuamente acechando con sus recuerdos; abriendo heridas que tal vez ya no van a cicatrizar. Y quisiera dejar de ser este villano de mi propia historia, que alguien me ayude a enfrentar este desastre que no tiene final.