MI OLIVER
Publicado en Jul 31, 2018
MI OLIVER
Le vi su cara, sin reconocerle Era un niño feliz, o al menos eso quería ver yo en sus dientes Rubio, de ojos verdes, guapo, y alegre Quien escribiría su propia historía Y no la de Dickens, donde había tristezas, Sino otra en la que habría tantas dichas, como en los primeros rayos del día Sería por lo menos Presidente, porque si tuvo problemas en el vientre Su madre se encargaría de que no volviera a sufrir mientras ella viviese Oliver tenía hermanos, pero él era el primero, el más fuerte, Y los guiaría a todos, por el camino que viera conveniente Porque a él no le engañarían, su padre sabría cómo enseñarle a pelear con los inconvenientes Un día cuando paseaba cerca de una barandilla Un Pez le dijo que mirase a través de los barrotes Porque un Tesoro había escondido en la orilla Oliver lo descubrió, y bajó a abrir el cofre Uno lleno de monedas, y de joyas relucientes, Que cogió pensando que resolvería su vida, y de las que él quisiese Entonces el Pez le dijo que para llevárselo solo tenía que responder a una pregunta Si es que realmente la supiese Oliver además de todas esas cosas, era inteligente, y seguro que sabría cómo contestar lo que le propusiesen El Pez le preguntó qué harían sus manos vírgenes con esa riqueza, que quizás estuviera manchada con sangre de otros inocentes Entonces dudó, porque aunque era joven, tenía una cosa que debía conservar, y era su conciencia inerte Porque una vez que se despierta, empieza a actuar, y no de la forma que siempre conviene Y merecía la pena tener una vida plena, sin castigos por la avaricia de querer poseer lo que moralmente no te pertenece Así que Oliver penso durante un segundo en su buena ventura, en la que aparecían muchas cosas, que le harían feliz, sin tener que brillar por el oro de otros combatientes Soñó con el triunfo, con el que se tiene por el esfuerzo del que lo lleve, vio un magnífico futuro, el que su madre le deseaba, donde no estaba ese tesoro, pero si la felicidad que da saber que tienes lo que te mereces Así que cerró el cofre, y lo echó al mar, para que lo llevase a otra orilla, donde quizás lo necesitasen personas sin pudientes Entonces el Pez sonrió, y saltó, casi perdiéndose entre la espuma del agua rebelde Oliver jugó con él, y el nuevo amigo le dijo, que llegaría a ser un Hombre con Poder, porque supo contestar lo que se esperaba de un futuro Presidente, quien gobernaría lo que quisiese, sin estar forzado a hacer nada que no viese conveniente Brilló el sol de una forma persistente, El Pez se marchó Y Oliver vio en el rojo horizonte su próxima imagen, una fuerte, honrada, inteligente y valiente, muy diferente a la de un hombre corriente… MARISA MONTE
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