Tus miradas fueron desde ese momento el lugar que me sostenia
los tropiezos y heridas no significaban tanto si tenia tu compañia.
Los besos fueron convirtiendose en mi vicio preferido,
en la recompensa de nuestros juegos furtivos.
 
Los amaneceres a tu lado  sabian a gloria,
los atardeceres se vestian de paseos donde lo mejor sucedia cuando me tomabas de la mano;
los anocheceres se trataba de descubrirte, de sentir tu piel sobre mi piel,
de dos cuerpos fusionados y extasiados de placer.
 
El tiempo transcurrio ,aunque ese sentimiento bonito y fugaz acabo,
permanecen los ecos del amor,  
tu voz y tus pasos agigantados parecen sacudir mis sentidos otra vez ;
fue tan fuerte ese amor,que lo llevo conmigo hasta el dia de hoy,
por eso escribo pulso a pulso este poema con mi corazon abierto.