El amor es intangible a los deseos, es un pequeño roble que gobierna tus heridas. El amor es como un perro hambriento, fiel y fiero tan marginal y poco sereno que detiene los aplausos enseguida. El amor es materia, no se detiene, no se destruye, no muere ni nace, pues siempre transforma, el amor consiente no existe, porque es pura entelequia, el amor es deseo, es materia, es fruta dulce y amarga, (el amor) es fuego y hielo, el amor es herida que sana y sangra siempre viva, el amor es abrazo que hiere y cura en instantes a un vaso de agua, el amor es sencillez de agonía y capricho de niño travieso, (el amor) es puro (el amor) es soberbio, el amor es transformador pleno de plenitud rebuscada, (el amor) es infierno, pesadilla y cielo, el amor es nuestro pero nunca mío, el amor es antagónico de pensamientos concretos, el amor es constructo de pesadillas obstinadas, el amor es eso q se mueve y no se replica, el amor se construye y nunca destruye. No amamos cuando decimos te amo, pues es egoísmo puro, tal sea la pesadilla obligada a decir basta cuando el amor cambia.