LA DESTRUCCIN DE UN UNIVERSO.
Publicado en Apr 29, 2016
Prev
Next
 
Los Antiguos Creadores se encontraban en un dilema. Debían destruir uno de los universos que habían diseñado. – Estamos cansados, siempre nos encontramos en un vaivén destructivo, ¿en qué momento estaremos de acuerdo en la perpetuidad de nuestra creación?- inquirió con evidente molestia Uno de los Cuatro. -¿Perpetuidad? Hablas como si fueras una de nuestras creaciones. Los Forjados no han mostrado lo que se necesita para continuar existiendo. Yo te preguntaría a ti: Si para destruir universos fuimos creados, ¿por qué debe llevarnos al hastío nuestra labor?- Contestó quien parecía el líder de ese grupo, los demás permanecieron en silencio, no es muy común que los Antiguos se contradigan entre sí, después de convivir tanto tiempo como los encargados de  ejecutar los designios de los Superiores.
 
No se deben hacer preguntas, solo desarrollar un cataclismo lo suficientemente poderoso como para extinguir todo atisbo de vida y empezar de nuevo. Sin embargo estaban ante una disyuntiva, en esta ocasión se les permitió decidir sobre la extinción de la creación. Ante la falta de argumentos entre ellos, porque ¿acaso quien está acostumbrado a obedecer no fallaría al permitírsele cuestionar? decidieron discutir entre ellos para tomar una decisión.
 
Y decidieron. Consideraron que lo más prudente era una plaga que enfermara a todos quienes vivieran en el planeta Tierra. Y así fue, se desató la plaga, al poco tiempo, en cuestión de meses todos los seres humanos se encontraban en una situación deplorable, la Organización Mundial de la Salud no pudo contener la pandemia que terminó azotando todo el orbe. Los intentos de los gobiernos de los países eran infructuosos, quienes se enfermaban padecían síntomas parecidos al cáncer, la lepra y la tuberculosis. Nadie estaba a salvo de ese mal, al que llamaron Enfermedad de Dios, sin embargo había un pequeño sector de la población que al poco tiempo logró presentar inmunidad ante le enfermedad divina, inclusive se dice que en una ciudad esta patología se presentó en forma de una ceguera blanca que después de un tiempo cesó para pasar al siguiente nivel y quitar la vida de un paro cardiaco a los otrora ciegos.
 
Desesperados porque todo el universo estaba en vías de extinguirse excepto por el tercer planeta del sistema solar, enviaron una nueva calamidad: esta vez el agua se agotaría. Dos tercios de la población total de seres humanos durante la segunda década del siglo XXI fueron exterminados a causa de la Enfermedad de Dios. El resto de la población mundial agonizaba por una sequía que evitaba consumir el agua, independientemente del proceso de purificación a utilizar, desde el más natural hasta el más sofisticado, todo fallaba y llegó un momento donde la humanidad dejó de utilizar la moneda y cambiaban bienes que en otras épocas se considerarían imprescindibles por ínfimas cantidades de agua potable. El planeta tierra era casi un desierto, pero aun así hubo seres humanos que lograron sobreponerse a este cataclismo, aunque existía un hombre que se consideraba el último sobre la tierra y al llegar a un pozo en medio de un desierto decidió irse a través del infame agujero en vez de continuar con su vida al darse cuenta que era solo una madriguera.
 
Los antiguos eran seres que carecían de paciencia, todo lo que deseaban se cumplía inmediatamente y en este caso la raza humana pese a sus dos anteriores intentos no se desvanecía. Y así idearon afectar la habilidad de procear en los hombres, y no se registraron nacimientos durante mucho tiempo. Extenuados, algunos con la enfermedad de Dios, otros sin encontrar agua y todos sin tener descendencia (y en parte agradecían que así fuera), la raza humana terminó reduciéndose a un pequeño poblado al norte de África. Reconozcamos la ironía que donde se piensa que la humanidad surgió será la tumba del último reducto del hombre.
 
Con un sentimiento de satisfacción se encontraban los Antiguos observando cómo se extinguía la creación de sus otrora sucesores. Y de repente se registró un nacimiento, una niña. Entre tanta podredumbre surgía una esperanza, meses después nació un niño. La humanidad podía encontrar la forma de resurgir de las cenizas cual Fénix. Se dio una celebración como antes que llegara la enfermedad de Dios no se había visto antes. Los Antiguos estaban sumamente ofendidos, ¿Cómo una raza inferior podría ir contra sus designios y además crear vida cuando toda esperanza estaba perdida? Los Antiguos eran renuentes a creer que sus designios se incumplieran, cuando recordaron que sus predecesores habían dotado de libre albedrío a su creación. Y eligieron romper el eje de la Tierra que permitía la rotación y con ella los cambios de estación y de clima que determinaban la existencia de alimento para los hombres para que eventualmente murieran a consecuencia de la desestabilización de los polos, con la explosión de un volcán, un tsunami o un terremoto, daba igual pero lo importante era empezar de nuevo su creación. Los hombres nunca aprendieron, guerra tras guerra desde su creación, el invento de un pueblo elegido por el Supremo Creador, la manipulación de las masas por medio del consumo y el reducir el pensamiento del ser humano hasta llegar a ser un simple elemento más de un engranaje. Pero eso no había sido la mayor ofensa, esta se dio al momento de la llegada de un supuesto enviado de Dios por segunda ocasión, eso colmó el plato. Ahora solo restaba esperar qué destruiría a esa pequeña población, la tierra, el fuego, el agua o el aire.
 
- Deteneos – Se escuchó una voz desde las estrellas. Los Cuatro, aturdidos, pararon todo cataclismo. – Yo autoricé que lo dotaran de libre albedrío, ustedes no pueden decidir sobre ellos; y si lo intentan, como se han dado cuenta, de alguna forma pasará algo que provoque la continuidad de esta raza. Es así porque yo lo dispuse. No pueden decidir sobre ellos, me pertenecen-. Y la voz se difuminó. Los Antiguos se quedaron aturdidos, en los otros universos pocas veces el Supremo Creador se aparece ante los Cuatro que Mandan.
 
Así, los seres humanos que restaban observaron que el volcán cerca de su pequeña aldea detenía sus ebulliciones. De una renovación en fuego, tenían ahora su segunda oportunidad para hacerlo bien. Mientras estaban en estas cavilaciones, la tribu aledaña a ellos se preparaba para invadirlos y quitarles sus recursos.
Página 1 / 1
Foto del autor felix.d.ramirez
Textos Publicados: 34
Miembro desde: Mar 22, 2013
0 Comentarios 599 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Un ms fin del mundo.

Palabras Clave: fin mundo ficcin apocalipsis

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin



Comentarios (0)add comment
menos espacio | mas espacio

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy