Volvés, y volvés a pensar y a repensar una y otra vez, qué pudiste haber hecho mal, o que cosa no pudiste prever y se te paso por alto, se te fue, no lo viste y ya no sirve ver, ya no está más... Se te aparecen su risa, sus manos, sus manos tocándote las tuyas, y se aparece su mejilla rozándote, y querés detener los recuerdos, te cuesta pero lo hacés. Sabés que olvidar es una palabra que habla de una acción imposible para vos, tal vez se pueden olvidar objetos, una fecha, una canción... Pero no podés olvidar a una persona, eso es una concepción errada, utópica y menos que menos si se trata de tu hijo. Los detalles, las sensaciones, las miradas y las respiraciones, están ahí, basta la aparición de un leve gesto similar en otro cuerpo, pasar por un lugar compartido, la casualidad de una brisa trayéndote su perfume en la calle. Y extrañás, extrañás mucho. Extrañás los te quiero, la tarde en que llegaba y lo esperabas con algo para picotear, la noche en que cenaban juntos y charlaban del día vivido, la mañana en que aún con 25 años le preparabas la leche para que tomara antes de irse a trabajar, los fines de semana y los feriados que aunque él aprovechara para pasarlos fuera de casa compartiendo con sus amigos, vos sabías que en cualquier momento hacía una pasadita por casa y te daba un beso, esos besos. Extrañás los juegos, los códigos, los silencios...y quizás con los silencios aparecen en tu cabeza los recuerdos y se te cae una lágrima y cuando te das cuenta las lágrimas ya son diez mil y no puedes dejar de llorar y te dan ganas de gritar y gritar y de romper todo, de revolear lo que tengas a mano, la ira te invade pero en algún lugar sabes que no debes permitir que se apodere de ti y es entonces cuando intentas calmarte y vuelve la sensación de abrazo que te enloquecía, esos abrazos que tanto extrañas y tanto añoras. Morirías por volver a sentirlo, pero sos consciente de que ya nunca más tendrás ese abrazo, porque él ha partido, ya no lo verás, no lo sentirás, ya no está, no volverá...Y volvés a pensar y a repensar qué pudiste haber hecho mal, o que cosa no pudiste prever y se te paso por alto, se te fue, no lo viste y ya no sirve ver, ya no esta más...                                                                  Má.   03-03-2016