Y se trata de escribirte a diario.
De hacerte real. Pienso en que todo es permeable, la almohada, la manzana que desayune hoy, el aire, la brisa, las paredes, el semáforo de la calle tarapaca, mi playlist y estas letras.
Amo estas letras, no así mis palabras, porque se el sacrificio de cada una de ellas por mantenerse firmes. 
Y se trata de encariñarme a los residuos, a los abruptos rescoldos de otras épocas, porque me duelen si se hieren. 
Y se trata de también soñar, y pagar por ellos el precio de no gastarlos en mi.
La gasolina sube, el pan, la leche, puedo vivir sin ellos, pero no sin café, es el quien no me deja dormir y por ende tengo mas tiempo para soñarte. Para escribirte.
 Y se trata de ello.
El lavanda hace presencia en la tienda de cámaras fotograficas. Entro. Odio la puertas con doble sentido, nunca se si estoy cerrando o abriendo.
Termina mi contienda con la puerta.
Y se trataba de ella. Ella que no estaba en ninguna de esas fotos. 
Y la veía. Me encantaba verla.
Mañana iré nuevamente a la misma tienda. (Fild)