torpes hormigas, que menguaron el ébano lunar de tus ojos, que le prendieron fuego a
tus pestañas secas y dejaron charcos en el oasis de tu vientre.
¡ que torpe el hormigueo ¡
abruptas las picaduras en tus senos, que toda tu piel se eriza en contra mía.
prematuros los cerezos en tu pecho, que con cada rezo florecen.
aves destierran tus gemidos, aves que van y vuelven.
la vid que muerde tu cuello. se hace vino.
me hipnotiza el vestigio de tu ser que tiembla. que se yergue.
el fuerte de tu labio inferior, cede.
echa a galope tu lengua que, desenfrenada y eufórica, da rienda suelta a este juego de gatos.
que se arañan. que se excitan. que se muerden.
 
¡ oh ¡ que torpe ha sido el hormigueo, que he despertado a tu demonio.
bebo tu sudor. respiro tu aliento.
no hay pudor en mis dedos celosos. no hay pudor en tus dedos traviesos.
miel pura, veneno asintomático, que me dan a beber tus labios.
mátame pronto que he de dormir en tus brazos.
amarnos en un estado de embriaguez infinito. sin treguas. 
Quemando mi cielo con tu infierno.
¡oh¡ ser implosivo, que consumes entero este cuerpo febril.
extiendes tus ramas. que me enraízo en ti.
 
torpe el hormigueo de mis manos, labrando tu piel,
escudriñándote el alma. buscándote en el.
 
 
                                                   fild