Llegaste justo en la despedida cuando recogía,
sigiloso,los retazos de mis sueños.
Viniste con tu sonrisa cargada de besos,
con esos ojos llenos de luz y de cielo.
Volé hasta tu boca esa la que bese,tantas veces,
con otros labios;tu piel acariciada mil veces por mi alma
aunque con otras manos,me ate a tus alegrías,que eran casi ajenas;
todo,por que tus mentiras llegaron justo
el día en que comencé a odiar mis verdades.
Tal vez por eso me he anidado en tu copo de nieve
a sabiendas de que esta próximo un nuevo sol.

Quizás por eso busco,sin mis manos,
una gota de paraíso en el desierto ahogado
de mis soledades y angustias 
Quiero sobre vivir a esta noche,seca de lunas.
Deseo que las mascaras del tiempo
oculten el verdadero rostro del amor.

Quiero tenerte aunque sea,otro cuerpo,
el que sienta tu calor.


Marino Santana Rosario