tenia la mano dormida, que escribía, cuando ésta soñaba.


esos sus ojos pardos, secos y otoñales, sentían asco por los poemas, que terminaban vomitando, o llorando, que da lo mismo.
 
asi que, escribía acerca de platos de porcelana y corazones, que son fáciles de romper.
de los regalos que ya no se envuelven, y las caricias que no vuelven.
 
escribía, acerca de los enamorados, haciéndose pasar por tontos; y hay algunos que aun creen, que el camote, es la fruta prohibida. 
 
¡ tonterias ¡
 
¿media naranja?
 
¡mas tonterias ¡
 
ni uniendo las dos mitades, la naranja deja de perder su jugo