En un instante la vida se desvanece como el polvo.
Como la arena que tocamos y se desvanece en nuestras manos.
En tan solo un momento una sonrisa desaparece.
Y el dolor aparece.
En un instale las puertas de la alegría se cierran.
Y la muerte en ese momento toca la puerta de cualquiera.
 
La muerte, que un momento de la vida nos toca a todos.
Un misterio que muchos quisieran descubrir.
Como muchos otros que no han sido descubiertos.
Ese portal a un mundo quizás desconocido.
Un portal el cual nos puede sorprender en cualquier momento.
 
En un instante.
En el que puedes estar en el momento más preciado de tu vida.
En un momento, tan solo en uno, se puede desvanecer eso que llamamos vida.
Eso que nos parece tan largo que a la vez está efímero.
Vida,  eso que comienza en un instante y que termina de igual manera.
Y que termina con la muerte que realmente es un misterio.
Un misterio que esconde muchas cartas a descifrar.
Muerte una palabra corta pero que la mayoría causa dolor.
En otras ocasiones termina con la agonía de un ser humano.
La muerte un viaje que todos hacemos pero que nunca tiene regreso.
Y que nos sorprende en tan solo un instante.