El tiempo se detuvo.
Como todas esas cosas que he imaginado en mis pensamientos.
Como aquella foto que trae recuerdos.
Se detuvo tan lentamente en mi mente que ni siquiera cuenta me di.
 
Que ni cuenta me di, que solo se detuvo en mi corazón.
Que el tiempo seguía corriendo como las agua de los mares.
Pero mi alma si detuvo ese instante, ese tiempo.
Tal vez porque había cosas que simplemente no quise escuchar.
 
El tiempo se detuvo solo en todo mí ser.
Aunque aquel reloj viejo seguía corriendo velozmente.
No quise saber que seguía corriendo ágilmente.
Que tan solo me enfoque en las hojas que caían y reposaban en mi cuerpo.
El tiempo se detuvo por un momento.
Simplemente en ese instante no podía sentir nada más.
Solo un profundo miedo que iba y venía así como el viento.
Un miedo que se producía sin ninguna razón aparente.
Y seguía deteniéndose el tiempo en mi mente y alma.
Fue como un viaje a mis propios pensamientos inertes y algunos que no quería reconocer.
Así fue como el tiempo se detuvo.
Y, así fue por un largo instante.
Mientras el tiempo proseguía en ese antiguo reloj.
Mientras las personas caminaban en frente de mí por esas calles.
Por un momento sentí que el tiempo se detuvo.
Y asi fue como paso se detuvo por un instante y consigo también todo mi ser.