22 DE ABRIL
Publicado en Apr 23, 2014
Yo estaba temblando y tu no menos que yo. Algo tenía que surgir de tu boca pero el camino quedaba obstruido por la timidez, yo no tenía intención de decir nada contemple gozoso el simpático sufrimiento por escupir las palabras, inventando excusas a lo inevitable, haciendo ver que nuestra forma de actuar estando juntos no coincidía exactamente con los cánones de una amistad, que sentimientos intrusos habían abordado nuestro cerco
Por supuesto yo llevaba detrás de ti mucho tiempo atrás, pero quizá mis acercamientos y conatos de emprender algo se difuminaron el verano que me dijiste que preferías que las cosas siguieran como estaban Al final , y compadeciéndome del mal trago, te tendí mi mano lo suficiente para enhebrar el hilo de tu real intención y así, conectados comenzar la marcha, hoy vuelve a ser 22 de abril y pienso: Dos años ya. Dos años en los que el viento ha soplado con fuerza unas veces , las otras más despacio, pero ha seguido soplando y eso es lo importante. Tiempo en el que nuestros corazones han tomado cita conociendo cada arista fusionando la viscosidad de sus paredes. Saboreando y padeciendo la sustancia de su masa Espacio de Quehaceres matutinos , y nuestro amor que no ha cesado de trabajar , reclamando lo que es suyo, visitando la lluvia que coincide siempre en este día Labrando hasta encontrar cavidades que llenar con su miel, callado e intimo Despierto y la mañana pesada se yergue diferente porque tu estas cerca de mi, y noto tu hálito y siento como mis labios se desperezan colmados de arrebato y ternura de creciente locura, De anhelos y sangre que duerme en las llamas de nuestros encuentros Agudos y vividos. Eternos mártires que saben su destino Tormentas provocan mares , para servir al silencio que todo lo cubre con su fino manto, jugando al escondite con la calma, llana y suave libre de su verdor opaco, de la espuma, donde refulge el brillo metálico de un pez chapoteando de alegría, regocijándose en tus ojos alados Entonces elevo mi ser, envuelto en la luz que marca la ruta y descubro tu cuerpo desnudo que me conduce al portillo de las nubes, y cogiéndote la mano escribo en lo invisible, en la inmensa blancura la mancha de nuestro paso
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Elvia Gonzalez
javier castillo esteban
un abrazo
Mara Vallejo D.-
Amor, el que hace que nuestras células vivan o desfallezcan en el intento.
Hermosas historia.
Ya extrañaba tus letras.
Abrazos
javier castillo esteban
un abrazo