Todas las noches le pido a mi mamá que deje la luz del pasillo encendida. Y ella la deja encendida!! Pero hay noches en que me despierto y está todo oscuro. Entonces mi respiración se agita, y mis ojos inventan siluetas...podría ser cualquiera en la oscuridad!! Alguien que quiera hacerme daño mientras los demás duermen.
Empiezo a acostumbrarme a este miedo que sé, que me acompañará durante algún tiempo más.
Mamá dice que no hay nadie en mi cuarto, y es verdad!! Me enseñó un truco para superar el miedo; escondo mi cabeza bajo las sábanas y cuento hasta cinco. A veces el miedo se va, otras veces grito desperadamente hasta que todos se despiertan. 
Me pregunto si de mayor también tendré miedo!! 
Ahora he crecido!! Y aun sigo despertando en la oscuridad de la noche con miedo a sentir el roce de un cuerpo frío, extraño...O el aliento de la silueta que se desdibuja, en mi nuca. Ya no cuento hasta cinco como antes. Enciendo la luz, o al menos lo intento, porque mi cuerpo no obedece a mis deseos. No puedo gritar, ni puedo moverme...Ahora el miedo paraliza mi cuerpo y alguna de mis noches !!