Las miradas como un juego detrás del juego, o fuego, laberinto, hoguera. Las miradas como ensoñaciones de monstruos lánguidos gruñendo en la sangre más opaca del destino. Miradas rojas, verdes, azules, negras, amarillas, magenta, púrpuras. Miradas como revólveres recorriendo la piel suave de los muslos inocentes. Miradas de sur a norte, de sudeste a oeste y otra vez al norte, pérdidas, arrojadas, vanas, enamoradas. Miradas sin patria, bajo un puente, incendiando su alma para calentarse en el frío invierno. Miradas como un pozo de signos paradigmáticos, un poemario de relojes rotos. Miradas que son silencio. Miradas que son llamada. Miradas que son una rosa silvestre. Miradas que son un campo abierto a la creación de realidades alternativas. Las miradas como escribiendo el día en que tus labios y mis labios se crucifiquen en el sadismo del beso.

Palabras Clave: Las miradas como un juego detrás del juego o fuego laberinto hoguera. Las miradas como ensoñaciones de monstruos lánguidos gruñendo en la sangre más opaca del destino. Miradas rojas verdes azules negras amarillas magenta púrpuras. Miradas como revólveres recorriendo la piel suave de los muslos inocentes. Miradas de sur a norte de sudeste a oeste y otra vez al norte pérdidas arrojadas vanas enamoradas. Miradas sin patria bajo un puente incendiando su alma para calentarse en el frío invierno. Miradas como un pozo de signos paradigmáticos un poemario de relojes rotos. Miradas que son silencio. Miradas que son llamada. Miradas que son una rosa silvestre. Miradas que son un campo abierto a la creación de realidades alternativas. Las miradas como escribiendo el día en que tus labios y mis labios se crucifiquen en el sadismo del beso.

Categoría: Poesía

Subcategoría: Romántica