Nyanko Constantine y la Invacion de la Via Lactea (CAPITULO 6)
Publicado en Nov 23, 2013
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Capítulo 6
 
 
 
Y con la espada en alto se la clavo a la criatura. Brinco a la siguiente y así sucesivamente hasta que de los 9 solo quedaba uno.  Pero cuando Nyanko se encontraba por brincar al último Iwu sintió un fuerte y punzante dolor en la pierna. Cuando cayó al lomo de la criatura le dolió aún más, pero lo ignoro. Le clavo la espada en el lomo al iwu que aullaba fuertemente mientras se congelaba rápidamente. Nyanko salto hacia el suelo y, como era de esperarse, le dolió aún más que al principio. Shane noto que a Nyanko algo la incomodaba.
- Nyanko, ¿Qué te pasa? ¿El animal te hizo daño? -
- No le des demasiada importancia... destrúyelos a todos - dijo Nyanko son la voz entrecortada.
- Pero... bien, Estrellas vengan a mí -
Muchas estrellas brillantes bajaron hacia la mano de Shane. Comenzó a girar rápidamente mientras dirigía a un grupo de estrellas hacia un Iwu. Cuando ya todos se encontraban hechos mil pedazos, la velocidad de giro de Shane se fue disminuyendo hasta detenerse. Los pedazos de lo que hace unos minutos eran los Iwus se hicieron agua. Shane fue hacia Nyanko.
- ¿Cómo te ocurrió esto? - pregunto Shane con un tono muy preocupado.
- Iba a brincar y me empezó a doler mucho la pierna-
Dijo Nyanko sorprendida  al darse cuenta de que tenía un rasguño muy grande y profundo.
- Pero, ¿el iwu te hizo esto? -
- No, no iba a... Annej -
- ¿Qué?, ¿Que tiene ella que ver con esto? -
- Recuerda... todos los daños físicos que le ocurren a ella me ocurren a mí y viceversa -
- Si, lo había olvidado... está en guerra con... Venus -
- ¿Qué?... ¿tan rápido?-
- Si... lo acabo de ver -
- Creo que está herida va a tener que sanar sola... yo no me puedo auto sanar -
- No hay de qué preocuparse Nyanko... yo estoy dispuesto a dar mi vida por ti y yo te cuidare... lo juro -
Nyanko pudo apostar toda su fortuna a que Shane tuvo que hacer a un lado su timidez para decirle eso.
- Gracias Shane... yo también daría mí…vida por ti -
- Nyanko… Quiero preguntarte algo... pero, mejor luego te digo -
- Bueno, como quieras... Vamos debemos continuar -
- Espera, ¿que pasara con tu herida? -
Nyanko se quitó la tela que tenía amarrada a la cintura y quito unos momento a la Akmatira que aún estaba ahí. Arranco un pedazo de tela y lo amarro a su pierna. Volvió a envolver la akmatira en la tela. Shane ayudo a Nyanko a pararse. Shane trono los dedos y desaparecieron. Reaparecieron afuera del Árbol de las Hadas.
- Miren es Shane y Nyanko - dijo una hadita con un brillo rosa.
- Hadas, nuevamente tenemos que ver a la reina Eco -
Bajaron por el árbol  y llegaron a la cámara donde estaba la reina Eco.
- Reina Eco... le informo que ya no tendrán problemas con las arpías...el objetivo ha sido silenciado y hemos traído la flor que solicito del Valle del Trueno - dijo Shane con un tono serio.
- Muchas gracias... veo que tuvieron complicaciones con los con los Iwus o con las arpías - dijo la reina Eco al nota que Nyanko tenía una tela blanca con una mancha roja atada a la pierna y ambos jóvenes estaban polvorientos.
- ¿Esto?... no, no  fue mi sombra... todos los daños que le ocurren a ella me ocurren a mí y viceversa -
- Usted nació con la Maldición del Lazo... una maldición poco común entre la sombra y la persona... su sombra debe ser Annej, Annej Coldwell -
- ¿Cómo lo sabe? -
¿Que acaso las hadas tenían la misma habilidad que Shane?
- Las noticias viajan rápido, Nyanko. Tiene tres meses para reunir trropas... si yo fuera ustedes  me apresuraría... el tiempo es oro -
Salieron del árbol y afuera todavía había sol.
- ¿Cuál es nuestro próximo destino?  - pregunto Nyanko.
- Es...Las Llanuras de Mayu -
Shane trono los dedos y desaparecieron. Reaparecieron en Las Llanuras de Mayu, era un lugar con pasto verde y algunas dunas igualmente con pasto verde. Se veía que era un lugar bastante aburrido. Caminaron a un paso lento. Nyanko cojeaba, pero aun así le dolía. Más adelante se veía la figura de una persona. Caminaron directamente hacia la figura. Resulto ser una joven de unos 14 o 15 años de cabello rojo oscuro, piel morena, traía un vestido azul con motitas blancas, un lazo blanco que sujetaba su cabello y zapatos negros.
- ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué es lo que hacen aquí? - Pregunto la joven con un tono grosero. Detrás de ella apareció un gato color rosa pastel.
- Recuerda tus modales, no seas grosera y saluda - dijo el gato con una voz de una señora de unos 40 o 50 años.
- De acuerdo... soy Cornelia y ella es Nana, mi gato -  se presentó la joven.
- Mucho gusto Cornelia y Nana... yo soy Nyanko.
- Mucho gusto... yo soy Shane.
- Y... ¿de dónde viene y a dónde van? - pregunto Cornelia.
- Somos del Norte, y venimos aquí por una joya que resguardan los fénix - contesto Shane.
- La joya de las hadas del Bosque Oswa? -
- Si... esas mismas - respondió Shane.
- ¿Los podemos ayudar? - pregunto Cornelia.
- Sí, claro - dijo Nyanko.
- Es para... adelante -
Comenzaron a caminar hacia donde había indicado Shane.
- Y... ¿ustedes son hermanitos? - pregunto Nana mientras caminaba al lado de Cornelia.
- No, Nana tontuela... ¿No vez que son novios? - comento Cornelia.
- No, él no es mi novio... no aun - dijo Nyanko.
- Espero que pronto - dijo Shane.
Continuaron caminando hasta que llegaron a una cueva con algunas antorchas encendidas. Alrededor de la cueva estaba negro; al parecer estaba quemado.
- Es por aquí, señor Shane? - pregunto Nana.
Shane cerró los ojos y después de pocos segundos respondió afirmativamente.
- Tengo miedo Nana - dijo Cornelia.
Entraron a la cueva y estaba muy oscuro. Tan oscuro que cuando comenzaron a caminar, Cornelia chocaba contra Nyanko y Shane en varias ocasiones pisaba a Nana.
- Estrella, ilumíname - dijo Shane en voz alta. Segundos después, entro una estrellita con un brillo potente y se quedó flotando en la mano derecha de Shane.
Caminaron y caminaron. No había absolutamente nada asombroso en aquella cueva.
- Señor Shane ¿está seguro de que es por aquí? - pregunto Cornelia.
- Si, si completamente...falta poco - contestó Shane.
- Y... ¿ustedes a que se dedican? - pregunto Nana.
- Yo en un observatorio- dijo Shane.
- ¿El Observatorio de la Región del Norte? - pregunto Nana.
- Ese mismo-  
- Y usted Nyanko, ¿A qué se dedica? - pregunto Cornelia.
- ¿Yo?...pues, yo soy la reina del Norte -
Cornelia y Nana abrieron mucho sus ojos. Vieron a Nyanko fijamente.
- ¿Tu eres la salvadora de Júpiter? - pregunto Cornelia.
- Tu venciste a Lady Sonke? - pregunto Nana.
- S-sí, soy la misma... pero no solo yo vencí a Lady Sonke, también fueron mis amigos, profesores y mucha otra gente que se sumó a mi ejercito - suspiro - muchos dieron su vida por la seguridad de los alumnos y la misma gente de Júpiter -
Nana y Cornelia abrieron aún más los ojos. Definitivamente no lo podían creer.
- Nana... estamos en presencia de la gran reina del Norte - le susurro Cornelia a Nana - Esto es un gran honor -
- Señor Shane... ¿Cómo conoció a la reina de Plutón?... Creo que se llama  Annej - pregunto Nana.
Shane no contesto inmediatamente, suspiro y finalmente dijo:
- Ha sido el peor error que  he cometido en toda mi vida... pero, eso ya quedo en el pasado - dijo Shane con cierta incomodidad.
-¿usted la conoce, señorita Nyanko? - pregunto Cornelia.
- Desgraciadamente si... la conozco desde hace muchos años. Hacíamos todo juntas; Fuimos a la escuela juntas, los últimos 4 años, jugamos juntas, peleábamos juntas...es mi sombra. Pero ahora ya no sé quién es. Dejo de ser la Annej que yo conocía - contesto Nyanko con seriedad.
- Muy poca gente tiene una sombra parecida a una persona y por lo general son lo opuesto - dijo Cornelia.
- Ellas son muy distintas... a Nyanko le gusta ayudar a la gente y Annej es todo lo contrario. A ella no le importa tratar mal a los demás, no le importa acabar con personas inocentes para llegar a su objetivo tan deseado, no le gusta ayudar a la gente a solo que le convenga, no le importa nada que no sea ella - dijo Shane.
Caminaron hasta escuchar un graznido, estaban seguros de que se acercaban a los nidos de los fénix.
- Bueno... ¿Cuál es el plan? - pregunto Nana.
De donde estaban escondidos, Nyanko camino unos pasos hacia adelante y vio que había muchos fénix, incontables, unos estaban volando por ahí, otros estaban en sus nidos y otros eran unos polluelos realmente horribles.
- De acuerdo, les puedo decir que hay muchísimos tenis, contra nosotros 4... Tendremos que distraerles mientras otros toman la joya... no debemos matarlos - susurro Nyanko, aún más adelante que los demás.
- Bien, ¿Quién los distraerá? - pregunto Cornelia.
- Yo los distraeré - se ofreció Shane.
- Yo igual - dijo Nana.
- Bien... Shane y Nana se encargaran de distraerles mientras Cornelia  y yo tomamos la joya... recuerden, no debemos matarlos - dijo Nyanko.
- De acuerdo... 1, 2, 3 ¡ya! -
Shane y Nana corrieron hacia los fénix. Estos comenzaron a lanzar fuego como el de los dragones. Para confundirlos un poco, Shane se fue por la derecha y Nana por la izquierda.
Mientras tanto, Nyanko y Cornelia  corrieron hacia la pared de la cueva. Escalaron por la pared hasta llegar al nido más grande. Buscaron ahí la joya, pero lo único que encontraron fue muchos polluelos  realmente feos entre cenizas.
-¿Dónde está la joya?- pregunto Cornelia con un tono desesperado.
-¡No sé!-
-¡Chicas, el fénix tiene algo que brilla en su pata derecha… puede que ese sea el cristal que buscamos!- grito Nana.
Nyanko se quitó el anillo   y este se convirtió en la espada
El anillo se convirtió en la espada. Nyanko la tomo fuertemente. Vio pasar al fénix justo por el nido grande. Nyanko  brinco hacia el fénix que había dicho Nana. Cuando estuvo lo suficientemente cerca araño la pata del ave con la espada. Esta se abrió, dejando caer la joya. Nyanko, al caer, tomo la joya del suelo y se puso nuevamente el anillo.  Corrieron lo más rápido que pudieron hacia la salida de la cueva. Los fénix los venían persiguiendo lanzando llamas. Cuando ya por fin salieron, Shane rápidamente reunió a todos, trono los dedos y desaparecieron. Cerraron los ojos y al abrirlos estaban  parados a la orilla de un rio muy agitado.
-¿Dónde estamos?- pregunto Cornelia.
-Estamos en el Rio Sau- respondió Shane mientras miraba hacia todos lados, al igual que los demás.
-¿Qué hacemos aquí?-
-Venimos por una corona que robaron unas mugres acuáticas-
-Entonces, hay que darles una lección a esas mugres-
Caminaron por la orilla de aquel largo rio, hasta encontrarse con una aldea de pequeñas criaturas parecidas a las ranas.
-¿Quiénes son ustedes que hacen aquí gigantones?- pregunto una de las criaturas.
-Yo soy Nyanko-
-Yo soy Shane-
-Me llamo Cornelia-
-Soy Nana-
-Que nombres tan raros… ¿Qué es lo que quieren?-
-Sí, si lo que sea… Ustedes tienen un objeto robado que le pertenece a las hadas- dijo Shane con un tono firme.
-No se… ¿Cuáles hadas? Hemos robado tantos objetos a hadas y a otras criaturas…-
-¿Quiénes son ustedes?- pregunto Nyanko con un tono igual de firme que el de Shane.
-Nosotros somos los que causamos miedo en esta región, somos las criaturas más malvadas del Rio Sau… yo soy el rey de esta aldea-
-“Malvadas”- dijo Cornelia imitando la voz de la rana- Si, si claro-
-Bien, nosotros venimos por la corona de la antigua reina de las hadas del bosque Oswa-
El rey de esas ranas toco la pequeña corona que estaba en su cabeza y dijo:
-¿Quieren esta corona?... sobre mi cadáver-
-Ni te emociones- dijo Cornelia. Se agacho  y le quito la corona sin ningún esfuerzo.
-¿Qué demoni…? devuélveme mi corona- dijo  brincando intentando agarrar de nuevo su corona.
- Mira, gigantona Nyanko…-
-¿Qué? Yo no soy Nyanko, chaparro-
-Como sea, todos ustedes se parecen…como te decía, ¡devuélveme mi corona! o ¡sufrirás las terribles consecuencias!-
-Uy, uy,  mira como temblamos, ranilla pichurrienta- dijo Nyanko con tono de burla.
-¿Ranilla?... ¿Qué demonios es eso?- pregunto el rey.
-Jamás lo sabrás-
Cornelia saco una bola negra del bolsillo de su vestido y la aventó hacia el suelo. Esta exploto y dejo mucho humo negro. Cuando el humo se disipo, ya habían desaparecido. Reaparecieron en el Bosque Oswa.
-Gracias Cornelia, fue más fácil de lo que pensé- dijo Shane.
Estaban a unos pasos del Árbol de las Hadas.
-Miren chicas, Shane y su novia regresaron con una niña y un gato- Dijo una de las hadas que volaban por entre las ramitas.
-Debemos ver a la reina Eco una última vez- dijo Shane con un tono fuerte.
Entonces, entraron a la cámara de la reina Eco por una última vez.
-Hola estimada Reina Eco- saludo Shane y todos hicieron una reverencia y Nana le hizo como cuando los gatos se despiertan y se estiran.
- Hola a todos ustedes… Veo que consiguieron a nuevos seguidores…-
- Así es Reina Eco… ella es Cornelia y ella es Nana-
Cornelia y Nana se inclinaron hacia adelante con una leve sonrisa.
-Mucho gusto en conocerla reina Eco- dijo Nana.
-El gusto es mío, Nana y Cornelia… ¿Han conseguido los últimos artículos?-
Nyanko le dio la joya y Cornelia le dio la corona.
-Gran reina Nyanko estoy en deuda con todos ustedes… he escuchado que la tal Annej Coldwell va a atacar Júpiter… mis hermanas y yo pelearemos a su lado-
-Se lo agradezco mucho, reina Eco, de verdad- dijo Nyanko con voz entrecortada.
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Foto del autor Nina Munguia D.
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Descripción

Palabras Clave: Nyanko

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Fantasa


Derechos de Autor: Nina Munguia D.


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