El Origen De Todo
Publicado en Feb 02, 2014
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Cuando Dios nació se aburrió rápidamente. Y cómo no, si sólo lo rodeaba la oscuridad... En fin, Dios, al temerle al eterno y silencioso vacío, provocó un gran estallido que lo hizo ver por primer vez. Intentando repetirlo, creó al Universo. Asombrado de su gran poder y, al mismo tiempo, presumiendo lo que era capaz de lograr, fue agregando pequeños puntitos para iluminarlo todo.
 
Ahora resultaba más llamativo. Sin embargo, pensó que era mejor tener una fuente de luz alterna que desprendiera una mayor cantidad de luz. Y entonces aparecieron los soles. Así, poco a poco, fue extendiendo y extendiendo su mayor creación de todas: el todo. Agregó galaxias por aquí, encendió estrellas por acá, etc., etc., etc. ¡Era gigante! Y maravilloso.
Dios ya podía ver y, al mismo tiempo, apreciar el increíble don que poseía. Crear le fascinaba. Tanto que diseño diversas estructuras (variando el tamaño de cada una) en donde el mismo pudiera meterse y habitar, para así poder dejar el vacío.
 
Al hacerlo, intentó cambiar su aspecto, su forma y tamaño. No estaba muy conforme con el que tenía... Para su sorpresa (aunque no tanto), pudo hacerlo. Se refugió en uno de los planetas y lo admiro por completo. Ahora sus creaciones lo superaban en tamaño. Esto lo llevo a un terrible descubrimiento, algo que nunca había pensado: Estaba solo.
 
Aquel pensamiento lo entristecía mucho. No tenía a quien presumirle lo que era capaz de realizar. No tenía a nadie. Él no quería eso. Él quería a alguien que viera. Quería alguien que lo admirará. Alguien que estuviera vivo. Por lo que su siguiente creación fue la más difícil. ¿Cómo se crea algo que está vivo? Dios no tenía ni idea. Lo pensó durante múltiples ocasiones y de muchas maneras. ¿Cómo se crea algo que está vivo?
Dios se vio a sí mismo y entonces le llegó una idea. Se basaría en él para hacer un modelo. ¡Brillante! 
 
Les recuerdo que fue su creación más difícil. Hubo miles de intentos y miles de fracasos. Nada de lo que hacía lo podía satisfacer. NADA. Empezó desde pequeños organismos hasta después lograr elaborar formas de vida más grandes y visibles. Todos estos intentos fueron realizados en el tercer planeta alejado del su primer Sol. Cabe destacar que, originalmente, su intención era crear un mundo acuático en aquel lugar, ya que le parecía una buena idea en aquel entonces. Lo llenó de agua, en su gran mayoría, dejando un buen espacio para poder pisar el suelo y contemplar otra de sus más bellas creaciones: los océanos. 
 
Tiempo después, se divirtió observando cómo, lentamente, los pequeño organismos interactuaban con su ambiente. Aquí fue cuando aspiro a más y decidió hacerlos evolucionar, muchos crecieron, mientras que otros ya dominaban la superficie. Dios decidió retirarse para reflexionar sobre su más grande proyecto. Necesitaba hacerlo lo mejor posible. Los animales le divertían y parecían curiosos. Dios se alejó para dejar aquel mundo y así que este fuera cambiando con el tiempo.
 
En su exilio no hizo mucho más que seguir aumentando la infinitidad del universo. Además, pensaba constantemente en hacer su proyecto una perfecta realidad. Sin embargo, sufrió de un largo y penetrante vacío que lo dejó sin muchas ideas. Esto no le impidió seguir inventando cosas pero parecía haber perdido el entusiasmo y la alegría.
 
Siguió y siguió y recorrió toda su creación desde lo más presente y actual hasta lo más viejo y el "comienzo" de todo, sus inicios. Cuando llegó al tercer planeta alejado del primer Sol, se sorprendió por el mundo que había dejado. Numerosos cambios habían surgido en todas sus especies. Incluso la propia tierra se había dividido, ligeramente. Entonces descubrió algo que lo dejo sin palabras.
 
Era un ser muy similar a él, pero con grandes diferencias. Lo llamó humano. Esta misteriosa criatura se movía con gran agilidad y de hecho parecía hacer función de su cerebro. Inventaba cosas para usarlas a su favor, colaboraba en equipos para trabajar mejor y, eventualmente, nacieron las primeras sociedades. Era increíble. Era sorprendente.
 
Dios se quedó para contemplarlos a ellos, irónicamente, él deseaba lo contrario. Aunque no se quedó durante mucho tiempo. Pensó qué habría ocurrido con los otros sistemas en las otras galaxias. Se entusiasmó por ver el cambio que tendrían que haber hecho sus otras creaciones por lo que los dejó a su suerte.
 
Dios cambió muchas cosas del universo y lo hizo más grande. Dios viajo múltiples vidas para mejorar y transformar las galaxias. Aprovechó el tiempo mejor que nadie, desgraciadamente, descuidó sus primeras creaciones, las cuales distaban mucho de ser perfectas. El humano podía pensar y razonar lo cual resultaba tanto para bien como para mal.
 
Dios nos dejó porque pensaba que lograríamos grandes cosas. Porque confío no solo en sí mismo sino también en nosotros. Dios nos dejó porque pensó que ya éramos perfectos y que no necesitábamos nada más. Porque, al parecer, nada nos faltaba. Dios no nos creó pero él si creó la evolución y de los que venimos.
 
Dios no es responsable de nuestras acciones, nosotros sí lo somos. No somos perfectos pero esa misma imperfección nos haces especiales y diferentes. Muchos de nosotros caemos en vicios, nos ahogamos en realidades alternas, sufrimos de depresiones, muerte, violencia y tristeza. Muchos humanos se corrompen a sí mismos. Otros no. Otros logran cambiar el mundo. Otros deciden revelarse y pelear por sus principios.
 
Todas las batallas que enfrentamos en este planeta son para hacernos más fuertes y nunca lo contrario. Es válido perder, es válido llorar pero no es válido pasar toda tu vida en llanto. Somos seres racionales, o eso se supone que somos (así es como hemos decidido clasificarnos), cometemos acciones, vivimos nuestra vida. Decidimos si creer o no. Con quién nos relacionarnos, etc. Somos una especie que se divide cuando en realidad deberíamos buscar las maneras en las que coincidimos, que son muchas. Somos humanos, personas, seres que están aquí tal vez por una razón, tal vez por otra o tal vez por ninguna pero, si somos mortales y desconocemos nuestro último día, ¿por qué no aprovecharlo lo mejor posible?
 
Ser un ejemplo a seguir y no una triste y horripilante tragedia. Luchar por lo correcto, creer aunque los demás no nos dejen y dejar que los demás tengan una libertad de pensamiento. Pensar, buscar, analizar, informarnos, amar, seguir, levantarse y apoyarnos. 
 
Independientemente de quienes somos, todos podemos lograr algo. Algo que dure para siempre. Tenemos la capacidad de ser creadores, de curar enfermedades, de construir utopías. Pero, si todos nos perdemos, ¿qué caso tiene?
 
Mejor seamos Dioses.
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Foto del autor Sergio
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Descripción

Cuando Dios naci se aburri rpidamente. Y cmo no, si slo lo rodeaba la oscuridad...

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Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin


Creditos: Sergio O. Valds

Derechos de Autor: Sergio Valds


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