[...] y apresuró ese beso, como si fuese el ultimo. cerrando los ojos, con labios titubeantes, con dedos delirantes y un esperanzado enojo. apresuró ese beso indeleble, visionario e incoloro. apresuró el chasquido del latido de una hiriente pasion, inequivoco de la mustia sensacion, una profuga promesa del desvario lo enloquecio. tal promesa decia. "amarla si mucho no es pedir, para toda la vida". apresuró ese beso como quien huye del proximo, y del proximo y del proximo, mas inquieto, elocuente en pensamientos, en filosofia existencial, sentia que él, era el nada que lo llenaria todo.