Nyanko Constantine y la Invacion de la Via Lactea (CAPITULO 2) (ACTUALIZADO)
Publicado en Oct 11, 2013
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Capítulo 2
 
 
 
 
Nyanko le devolvió suavemente la sonrisa y Shane le sonrió tímidamente a la hermosa mujer que se encontraba de pie frente a ellos. Bajo los escalones y abrazo tiernamente a su hermana menor, quien le devolvía el abrazo como si tuviesen años de no verse.
- Hola Celia...oh, él es Shane, mi amigo y Conde de Arvendale, Shane ella es Celia, mi hermana y princesa de Quel’thalas-
- Mucho gusto en conocerle al fin, Conde Shane de Arvendale. Nyanko me ha contado mucho sobre usted – hizo una reverencia educada a Shane, extendiendo ambos extremos de su vestido.
- El gusto es mío, princesa Celia- respondió con un tono amable, correspondiéndole la reverencia, colocando su mano en su pecho e inclinándose hacia adelante con elegancia.
-Celia, vengo a hacerte una solicitud la cual puedes rechazar si lo deseas. Como seguro sabrás, Annej planea una guerra contra toda la Vía Láctea por simple y sencillo placer.  Si deseas unirte a mi ejército en contra suya, adelante. Mientras más seamos para defender, mejor. Ya sabes que a mí no me gusta eso de la guerra, pero ni hablar... no me queda de otra-dijo Nyanko.
-¡¿QUE?!- exclamo Celia. Sus ojos se tornaron rojos como los rubíes y sus mejillas ligeramente rosadas, cosa que resalto mucho más por su escaso color.
- Ella dice que desea demasiado reinar la Vía Láctea entera...atacara cada planeta para conseguirlo - dijo Shane.
- Eso...eso es… ¡MALDITA!...Entonces, cuenta conmigo y con mis tropas. Tienes todo mi apoyo. Nunca pensé eso de ella y tampoco me gusta la guerra, pero si no respondemos, nos quitara todo lo que tenemos y hemos logrado -
Nyanko suspiro pesadamente. Ella si se imaginaba que podría ser capaz Annej, pero jamás se imaginó que haría algo tan grande y estúpido como romper el Tratado de Paz Universal. Nunca nadie se había atrevido a romperlo, y ahora, dos mil años después, una mujer de corta edad con potencial y energía de amenazar a toda una población lo haría casi sin ningún problema. “Tres meses... me suena bastante ridículo. Nadie ha atacado jamás tan rápido. ¿Cómo haría tal cosa?” se preguntó para sí misma. Aun pensaba en crear un plan de defensa por si fuese cierto, pero no lo tenía muy claro aún y tampoco se había dado mucho tiempo de pensar bien y claramente en uno.  
- Sera mejor que nos vayamos ya, Celia. Necesito hacer más papeleos - dijo Nyanko rompiendo el silencio breve que se había hecho. –Puedes ir al palacio cuando desees, sabes que siempre serás bienvenida-
Celia asintió con su cabeza, dibujando una delicada sonrisa en sus labios, agitando su mano en forma de despedida al ver que se alejaban un poco y Shane  trono los dedos nuevamente y desaparecieron, dejando el paisaje lindo y a Celia atrás. Aparecieron frente a una casa pequeña bastante bonita. Tenía un estilo muy peculiar, parecido al de una casa de muñecas, de la madera negra con colores pastel, con un jardín pequeño lleno de flores de colores. Definitivamente no estaban en el Norte directamente, debían estar más del lado del Este o incluso del Centro.
- ¿Dónde estamos? ¿De quién es esta casa? - Pregunto Nyanko con curiosidad viendo con atención la casa que aparentemente tenía la madera importada del Norte.
La casa está en medio de la nada, rodeada de un bosque de hojas color lila, con troncos color anaranjado, casi color caoba.
- Estamos frente a la casa de nuestra mejor amiga, Nyra Masters. Se construyó esta casa cuando supo lo de su hermana menor-
- Es una pena. Mantuve comunicación con ella durante muchos años, pero un día, me regresaron muchas cartas que le había enviado debido a que el destino no existía– comento Nyanko con el mismo tono serio.
Caminaron hacia la casa y tocaron la puerta. Se abrió acompañada de un chirrido y en el umbral apareció una joven de piel muy blanca, con el cabello negro muy largo, portaba lentes rectangulares y un vertido beige con flores rojas.
Pareció reconocer a los jóvenes que estaban de pie frente a ella, pero solo se limitó a preguntar qué era lo que deseaban con cierta inseguridad, como si temiese que la fueran a asaltar o a embargar.
- Hola Nyra. Soy Nyanko y él es Shane, ¿nos recuerdas?-
Nyra Masters se quedó paralizada. Se vea más blanca que de lo que en realidad estaba y abrió más los ojos mostrando así su brillante color lila. Cuando regreso en sí, se lanzó a abrazarlos a ambos sin mucha delicadeza
- No puede ser... por supuesto que me acuerdo de ustedes. Vivimos muchas cosas junto cuando asistimos a la escuela-
Nyra los libero después de casi asfixiarlos con su abrazo. Se le veía tan contenta como si no viera a más gente tan cotidianamente o tuviera tal vez visitas de familiares. Los contemplo sonrientemente y alzo las manos señalando la puerta cordialmente.
- Bueno, por favor, pasen -
Pasaron. No tenía mucha iluminación, excepto la de algunas velas, tampoco tenía muchos muebles; solo tenía un escritorio y una silla, un sofá que estaba frente a una chimenea, un cristalero con muchos adornos y cuadros fotográficos, un comedor de 2 sillas, una cocina con un reducido espacio, un cuarto de baño y una habitación cerrada. Carecía de muchos detalles, pero la chimenea  mantenía la casa cálida al frio que hacia afuera.
Nyra los invito a sentarse en el comedor y ella permaneció de pie, lo que provoco que Shane ofreciera su silla en más de una ocasión. Charlaron de esto y aquello, pero al final, la charla llego a Annej. 
- Nunca me ha caído bien esa chica. Y ahora menos. Tiene una manera de ver las cosas bastante distorsionada y ahora que romperá el Tratado... - dijo Nyra con cierto rencor.
- Si, lo sé. Pero, ¿Qué se le puede hacer? Es lo único que desea y si desea guerra, no me echare para atras. Se arrepentirá de poner pies sobre Júpiter y peor aún sobre mi territorio. No escapara, eso se los aseguro- dijo Nyanko con mucha confianza.
Nyra se dirigió al cristalero. Nyanko se puso de pie y la siguió sigilosamente con temor de amplificar más el sonido por el tétrico silencio que ocasionalmente se hacía.  Le mostro a Nyanko una foto donde estaba Luna, Katherine, Maru y Jennifer Masters, Jett y Jatt junto a su hermano Malakai, Akira, Nyanko y junto a ella estaba Shane. Era una foto de cuando estaban en  la escuela. La mayoría sonreía, menos Maru que permanecía serio como todo el mundo lo recordaba. A Nyanko le dio un sentimiento de nostalgia el contemplar aquella vieja imagen polvorienta. Casi no habían cambiado mucho ni Nyra ni Shane y estaba segura que la mayoría de los jóvenes de la imagen tampoco.
Se volvió y vio a Shane distraído leyendo un libro de portada roja. Aquel libro estaba escrito en la escritura antigua, pero no alcanzaba a leer el titulo debido a la poca luz que había en la habitación. Recordaba lo que sentía por él cuando era más joven y le daba un poco de gracia recordarlo con más detalles.
- Nyanko debemos irnos ya,...está oscureciendo mucho – Dijo Shane volviendo a romper el breve silencio de cuando los pájaros abandonaban su canto.
- Oh, bien...Nyra, ya debemos retirarnos. ¿Deseas venir con nosotros y quedarte un tiempo en el palacio?- pregunto Nyanko hospitalariamente.
Nyra asintió con su cabeza. Se acercaron hacia Shane y se tomaron de las manos, mientras que Shane tronaba sus dedos una vez más. Reaparecieron nuevamente en el palacio de Nyanko, en la sala principal. Una sala muy amplia y grande, con sillones frente a la enorme chimenea y grandísimos cuadros de la familia Real. Justo en ese momento entro a la habitación Enzo, el hermano mayor de Nyanko. Era un hombre alto, de aspecto severo, piel cerosa y portaba un traje bastante elegante, aunque un poco raído de algunas partes. Parecía no importarle mucho el clima que poseía el Norte en esas épocas del año, pues no portaba muchas pieles.
- Reina Nyanko, la paloma nos ha entregado la carta que nos enviaste. ¿Qué está pasando exactamente? Lo único que corre por las calles son rumores absurdos sobre la dominación del universo- dijo Enzo con un tono un tanto preocupado.
- Me gustaría que fueran solo rumores absurdos inventados por alguna persona demente, pero no es así. Es tan real como todos nosotros y es preocupante para todos como cualquier guerra - dijo Nyanko con un tono triste, moviendo sus manos nerviosamente.
- Buenas noches Gran Nyanko - Saludo Remy, un joven un poco más bajito que Nyanko, de cabello negro trenzado, piel color rojo claro, y con muchas pieles que le cubrían casi por completo. Estaba más acostumbrado al clima que había en Venus e ir a un lugar con climas helados lo dejaba bastante vulnerable. Nyanko se acercó y abrazo a Enzo y después a Remy. Después de algunos segundos, entro a la habitación otro joven al que no logro reconocer ni le parecía conocido en la cuidad. Tenía un aspecto asustadizo, un poco más alto que Remy y cabellos verdes como las hojas de los árboles en primavera, con tantas pieles encima como el otro joven. Remy le hizo una seña para que se acercara un poco más y el joven se acercó tímidamente al grupo.
-Él es Edwin, mi novio... Edwin, ellos son mi hermana Nyanko, sus amigos la Condesa Nyra y el Conde Shane de Arvendale- presento al joven con una sonrisa. Edwin sonrió tímidamente y estrecho la mano de Nyra y de Shane e hizo una reverencia ante Nyanko.
Charlaron un rato más en grupo y desearon felicidad cuando Remy comento su propuesta de matrimonio a Edwin. Querían hacer una celebración por ello, pero no había fecha aún por lo del conflicto.
Nyanko y Shane se alejaron un poco del grupo y comenzaron planificar a quienes más solicitarían ayuda.
- ¿Falta alguien más, Nyanko? -
- Si, Elena Friedrich. Puede que ella me desee ayudar una vez más. Aunque no sé si es buena idea salir ahora.
-Sí, ¿Por qué no? Mientras sea más rápido que las demás veces sí. Amenaza tormenta esta noche-
Se acercaron de nuevo al grupo y Nyanko comento que se tenían que ausentar por algunos minutos. Les entrego una campanita con un lazo rojo y les dijo que si había alguna emergencia la tocaran una vez y dijeran su nombre completo. Asintieron con su cabeza y Enzo fue quien recibió la campanilla.
Nyanko tomo la mano de Shane y con el mismo sonido de antes, desaparecieron y reaparecieron en una pequeña aldea donde había una tormenta muy fuerte. Frente a ellos estaba una serie de casa de las cuales no había mucha diferencia, pero sabían que era la que estaba frente a ellos. Se acercaron y llamaron a la puerta. Quien abrió la puerta fue una mujer de unos 3700 años, de pelo negro largo y rizado, piel color grisáceo y portaba un largo vestido negro adornado con encaje.
-Buenas noches, jóvenes, ¿Que se les ofrece?...Lindo clima, ¿no? - dijo la mujer con un tono amable.
- Buenas tardes, profesora Elena. Nosotros somos...- comenzó a decir Nyanko, pero la mujer la interrumpió velozmente.
- Nyanko A. Constantine y Ludwig Shane O'Malley, Como me olvidaría de ustedes si fueron de mis mejores alumnos y unos de los muchos jóvenes que salvaron el territorio norte de Júpiter - dijo Elena con una amplia sonrisa - Por favor, pasen y siéntense -
Los dos jóvenes junto con Elena entraron a la casa. Tenía escases de luz y color -al igual que la casa de Nyra-, tenía muchas repisas con libros negros, marrones y verdes olivo, las ventanas eran grandes, tenían pesadas cortinas negras y algunos candelabros con velas.
- Díganme, ¿en que los puedo ayudar? -
Nyanko y Shane le contaron resumidamente a Elena sobre el conflicto contra Annej y la información que tenían sobre ella.
-Pues me parece que esa mujer comete un grave error al intentar invadir Júpiter... no somos conocidos por tener mucha guerra con los demás planetas, pero no creo que la gente sea capaz de no defender lo que les pertenece por derecho divino...-
-Por supuesto que no. A mí no me gusta la guerra en lo absoluto, pero no me quedare de brazos cruzados cuando llegue a intentar invadirnos...- hace una breve pausa, retomando el aliento por su enojo del hecho de contar lo que pasaba actualmente en el planeta entero
-También puede venir con nosotros por un tiempo al palacio. Me gustaría algún día hablar de lo que tengo en mente con todos ustedes.-
- Señorita Nyanko, cuente conmigo una vez más y acepto su invitación- dijo Elena con un tono decidido.
La mujer se puso de pie y abrió la puerta de su casa. Nyanko y Shane salieron de nuevo a la tormenta mientras Elena cerraba la puerta principal con una llave antigua muy bonita. La lluvia estaba tan fuerte que picaba como alfileres. Pero con la misma rapidez con la que aparecían en un lugar, desaparecían y regresaban al palacio de Nyanko.
- Señora Nyanko, la busca el Rey Malakai - dijo el guardia de la entrada principal.
- Bien, déjelo pasar, por favor –
El guardia fue y regreso con Malakai. Tenía una amplia sonrisa dibujada en sus labios y se acercó a Nyanko tomando sus manos entre las suyas. Aparentemente no le había puesto atención a Shane.
- Hola Nyanko, solo venía a... - comenzó a decir, pero se detuvo al notar la presencia de Shane y su sonrisa desapareció gradualmente.  No oculto su expresión de desagrado en lo más mínimo- ¿Que hace el aquí? - pregunto con un tono bastante grosero y descortés. Shane miro con el ceño fruncido al hombre que ahora no sostenía las manos de Nyanko y que tenía su mirada fijamente en el.
- Oh, él es Shane...lo conocimos en 4to año -
- Si, si, si y se quién es... ¡Estaba con Annej! ¡Es un traidor! - grito Malakai. El pequeño grupo que se había formado de nuevo dejo de hablar y fijaron sus miradas en Shane, Nyanko y Malakai que aparentemente sufrían de un momento incómodo.
- Sabes que... - dijo Nyanko.
Tomo a Malakai del brazo y desaparecieron en una densa nube blanca y reaparecieron en una de las torres más altas del castillo. Solo tenía una ventana y la puerta estaba firmemente cerrada.
- Bien, esta es una de las habitaciones más alejada del Gran Salón y de la mayoría del castillo. No quiero que te oigan gritar como un completo demente - dijo Nyanko con un tono tranquilo. Permaneció de pie sin expresión alguna y tratando de no enojarse demasiado. Malakai también permaneció de pie con el ceño fruncido
- Nyanko, no sabes si es un espía, ¿Qué tal si es parte del plan de Annej? -
- No, es imposible. Shane siempre ha sido muy honesto, no le gusta decir mentiras y la información que tiene me es útil. Además yo confió mucho en el-
- Yo no confió en el... ni aunque tuviera toda la información del mundo-
El ambiente se empezaba a tornar tenso, cada vez más y más y el cabello de Nyanko se comenzaba a encender de las puntas como cuando estaba con Annej. Apago con enfado la pequeña llama que se comenzaba a formar.
- Yo confió en él y el confía en mi... somos amigos desde que yo estaba en 1 año, si dijo que pelearía a mi lado, créeme, lo hará y la posible información que tiene, en manos equivocadas, es un completo peligro.
- ¡Ja!...Nyanko tienes que creerme, ¿En quién confías más, en "EL" o en mí? Además, las personas que están abajo...las estas exponiendo a un grave peligro -
- ¡Por Mar’vhilion! No empieces... confió en ambos por igual... Además ellos decidieron pelear a mi lado... y los traje aquí para protegerlos -
- No, no, tú los estas exponiendo al peligro...Nos es suficiente que la profesora Elena perdiera a sus hermanos y Nyra a su hermana menor, Jennifer -
- Eso no tiene...-
- Ellos pelearon a tu lado y murieron -
- Ellos decidieron... -
- Y la muerte de Luna Masters durante la batalla contra Sonke... Jett no ha sido el mismo desde entonces -
- Eso yo no lo controlo por si se te olvi... -
- Y la desaparición de tu hermano Zaphyro -
- ¡¡CALLATE!! - Grito Nyanko con desesperación. Su voz se había distorsionado y pareció más el gruñido de una bestia.  Su cabello estaba hecho llamas y sus ojos estaban rojos
 - Guardia silencio por los próximos segundos...la muerte de los hermanos de Elena no fueron mi culpa...ellos llegaron a trabajar para Sonke, ella los asesino. Pagaron el precio de trabajar para el mal...la muerte de Jennifer fue Annej, fue UNICAMENTE ella, lo hizo mucho antes de conocer a Shane y él tiene más información sobre ello. Luna Masters murió a causa del loco ayudante de Sonke y él lo pago;  Fue asesinado por Ángela Masters y ¡NISIQUIERA SE TE OCURRA HABLAR DEL MISTERIOSO CASO DE ZAPHYRO!... ahora, quiero que te vayas de mi palacio o te juro por nuestro Partenón de Dioses que llamare a la Guardia Real -
- Te estas exponiendo a un peligro muy grande, Nyanko, y vas a arrastrar a todas estas personas contigo - dijo Malakai finalmente. Poco a poco este se hacía invisible hasta desaparecer.
Nyanko se sentía muy enojada; ¿Quién era Malakai para echarle la culpa de todas esas muertes que nada tuvieron que ver con Nyanko? Desapareció silenciosamente y en pocos segundos estaba frente una gran casa. Se veía un poco descuidada y el jardín solo tenía unos cuantos arboles de hojas verde olivo y algunas ramas que alguna vez fueron tal vez flores. Se acercó a ella y llamo a la puerta. Quien la abrió fue un señor de unos 49 0 50 años. Tenía el cabello negro a medio cuello, portaba una bufanda negra que le cubría de la boca a la nariz y tenía un cristal negro que le cubría el ojo derecho. Todo en aquel hombre era negro. A Nyanko le recordaba mucho a Enzo.
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Foto del autor Nina Munguia D.
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Descripción

Aqui esta el capitulo 2, espero sea de su agrado :D

Palabras Clave: Nyanko

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Fantasa


Creditos: Nina Munguia D.

Derechos de Autor: Nina Mungua D.


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