Creo que ningún corazón es impenetrable, como tampoco lo es el mar... sólo hay que aprender a conocerlo, estudiar su comportamiento, sus posibles cambios de humor, sus arranques de ira o su invitación tranquila... ya después o nos expulsa como desconociéndonos o nos absorbe en sus aguas para ser habitante marino por todo el resto.
Me gustó la metáfora, en algun momento escribí haciendo comparaciones y metáforas con situaciones más concretas; un barco, un árbol, un hueco, un témpano ... y me asombraron todas las interpretaciones que nacieron a partir de ellos.
Me gustó Roberto, como verás estoy paseando por tus textos, con placer.

CREO, ROBERTO, QUE ES ÉSTA UNA BUENA METÁFORA SOBRE LA DIFICULTAD, QUE NOS ASUSTA, NOS ACOBARDA PERO QUE SI AL FIN LE HACEMOS FRENTE, LA PODEMOS VENCER Y DOBLEGAR.
ENHORABUENA CON MI ABRAZO.

Muy descriptivo Roberto,me gustó mucho,pobres los hombres ,tienen que avanzar ante estas bravas,ja,ja muy bueno,saludos amigo.

Me gusto mucho su trabajo, muy bueno....

un saludo roberto.
me has hecho senreir,, y es que asi somo smuchas veces bravas pero dociles de domar,,, y al final el premo merecido...
te ha quedado muy bien..yo lo disfrute y hasta me identifique con el.. jajja
abrazos