SUBYUGAR A UN HOMBRE
Publicado en Sep 02, 2009
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Despertaron más tarde de lo que ambos habrían querido. Se detuvieron un momento en el umbral de su camarote, pensando en lo que harían unos segundos después. Era casi medio día, así que se vistieron con la ropa más cómoda que hallaron en su equipaje para salir a dar un paseo por los muelles del puerto. Afuera, el sol caía a plomo sobre las pieles de los demás turistas y las olas del mar se estrellaban contra las rocas.

Buscaron un lugar alejado del bullicio de los niños, donde el ambiente silencioso y tranquilo de la naturaleza les ayudara a serenarse. Aún estando cerca de las palmeras, la brisa de Marsella resultaba sumamente calurosa, sobretodo durante esa época del año. Recostados bajo una amplia sombrilla, Vladimir y Lilí alcanzaban a divisar cómo partían los barcos pesqueros rumbo al horizonte oceánico.

Aunque ella se había cepillado cuidadosamente el cabello, el viento hacía de las suyas una y otra vez hasta despeinarla. Con suma delicadeza, él acomodó sus rizos detrás de sus oídos y le despejó el rostro. Descalzos, corrieron hacia la orilla de la playa. Dejando un sendero de efímeras huellas, quedaron detrás las marcas de sus pies en la arena de la costa. Sin duda, tomar aquel crucero había sido la mejor experiencia para vacacionar.

Disfrutando el mismo atardecer, a Vladimir se le ocurrió preguntar en qué pensaba para romper ese incómodo silencio. Esa constante pregunta ponía a prueba su paciencia, pero de pronto la voz de su corazón era clara e insistente. Sentía que algo estaba naciendo en su interior. Ella lo miró con ternura, inclinando la cabeza y acercándose a él, se aferró a su cuello en un cálido abrazo.

Entonces, Lilí se atrevió a revelarle sus pensamientos. —Quiero que seas el padre de mis hijos— alcanzó a decir con una voz entrecortada por la emoción. Vladimir la tomó de las manos y se las llevó a los labios, besándolas en un par de ocasiones.

—Tratándose de eso querida, yo no tengo ningún inconveniente— le aseguró, con tal de convencerla, pues en el fondo también deseaba darle los mejores años de su existencia, compartirlos a su lado y afianzarse hasta lograr una familia.

Por la noche, bailaron juntos al compás de la música romántica en la estancia de su compartimiento. Mientras le daba el visto bueno a la cena, Lilí admiró sus modales  tras degustar una exquisita langosta, acompañada de una botella de vino. Luego, se juraron fidelidad una vez más e hicieron el amor con las luces encendidas. Para ella, no existía otra forma más placentera de subyugar a un hombre.
 
 
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Foto del autor Alejandro Ramírez Romero
Textos Publicados: 56
Miembro desde: Aug 08, 2009
2 Comentarios 759 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Relato donde una pareja de enamorados disfruta de sus vacaciones en un crucero.

Palabras Clave: relato erotismo pareja literatura amor

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficción


Creditos: Alejandro Ramírez Romero

Derechos de Autor: Alejandro Ramírez Romero

Enlace: http://vladimirylili.blogspot.com/


Comentarios (2)add comment
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Carina Bianco

ALE... COINCIDO CON DORIS!!! ESTO ES PARA CONTINUARLO... ME DEJASTES CON GANAS DE MAS... ME ENCANTO!!!! DIGAMOS... ES EL COMIENZO DE UNA HISTORIA ESPECTACULAR!!!! ALE CONTINUALA... A MI SE ME OCURRIERON BUENAS COSAS EN LA MENTE!!! SEGUILA PORQUE DA PARA MAS...
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September 11, 2009
 

doris melo

muy interesante texto romantico, erotico y de subyugacion de uno de los dos . Quien subyuga a quien... él o ella . De eso seria bueno hablar en un segundo cuento . Es facil decir cosas cuando se esta enamorado y todo brilla a la luz de un candil . La ilusion es lo que le permite al hombre doblegarse frente a la mujer pero el machismo siempre lo hara revelarse ante ella. Muy bueno tu cuento. Saludos
Responder
September 07, 2009
 

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