La confianza es esperanza, es creencia, se basa en tener fe. Diríase que la confianza es un medio, y no un fin.

La confianza libra una infinita batalla con el miedo.
Confianza no es un concepto sencillo, como a priori pueda parecer. se puede contextualizar de forma individual o colectiva, es además, interpretable y tiene infinidad de variables por intensidad o sentido.
Puedes confiar en cualquier cosa, aunque ni siquiera exista, o no te reporte ningún beneficio.
La confianza puede poner en peligro la propia supervivencia o la de un colectivo. Por eso, el exceso de confianza, o la confianza inocente se ve limitada o dificultada por su antagónico, la desconfianza. Ésta nace del miedo y el sentimiento de inseguridad, esto son síntomas de necesidad de protección, por tanto la confianza es un valor arriesgado. Ese miedo e inseguridad pueden ser inculcados a través de la sociedad (entorno, medios de comunicación, educación, etc) y la propia familia, o bien a raíz de experiencias personales negativas que conllevan la pérdida de la inocencia, a veces distanciando al individuo de los demás, a veces uniéndolo.
El aislamiento es la barrera infranqueable de uno mismo con los demás, y es producto de la desconfianza. La desconfianza es producto del miedo que prueba la hostilidad de dicho aislamiento.