Silencio mutuo, silencio indiferente, te puedo distinguir entre tu sonido inocente y tu voz con la que me hablas interrumpiendo la mirada de mi amada.
 
Vete de mi lado y no vuelvas, llamas el frio de la soledad que causas cuando nos miras dibujando un reflejo en la agonía, al  encontrarte andando por los rincones de nuestra alegría.
 
Se que a veces eres un amigo, pero prefiero el sutil murmuro de ella, que la presencia indeseable en nuestra boca.
 
Habla amor y no te dejes ganar por este enemigo silencioso que algunas veces nos quiere separar, demuéstrale con tu vos que nos podemos amar juntos, en la eternidad.