Arrancado, operado, receteado y programado;
limpio de virus, de viejas epidemias  yo te lo trasplanto.
Tu corazón quedó como nuevo, late, no se tilda;
sólo queda unirlo con el mío de por vida a la misma red,
navegar por los mismos mares y profundizar  al amor.
No te sorprendas si se abren mil ventanas de repente,
instalé miles  en tu memoria, con íconos bellos y de esperanza.
Hay archivos que mantenías olvidados, esos buenos los he dejado
A carpetas repletas de sentimientos positivos
les cambié el nombre para que  nada  se asocie al pasado
y borré otras tantas que el cortocircuito te hubiesen  generado.
Hice trampas en su limpieza  y organicé tu escritorio,
tienes un paisaje hermoso en el fondo de la pantalla,
y una mujer sonriente llamándote  desde una ventana.
Es la misma que algún día buscarás amar consciente;
aún no sabes el virus que con artimañas instalé para siempre.