De que hablamos?  La mayorìa de las veces que nos paramos en una esquina o nos encontramos a alguien conocido, el primer tema que sacamos a relucir es el estado del tiempo, luego la familia y seguimos con la salud. Es muy raro, al menos que el encuentro sea premeditado, no tocar esos temas en ese orden. Despues llega la politica, las malas dicisiones, los proyectos que solo se cumpliran en menos de un veinte porciento. En un punto todos soñamos un poco, o mucho, pero lo cierto que no cuesta nada y nos anima todos los dias a salir de casa y ganarnos nuestro pan diario. Todos queremos vacaciones en la costa, la casa propia, un auto nuevo. Dentro de este extraño tercer mundo son pocos, y no digo somos, los que pueden darse con ese lujito. Vivimos en un pais donde las nuevas generaciones gastan mas en celular que en planes medicos, en salidas que en libros y mas en zapatillas de marca que en productos basicos de limpieza para el hogar. O es una mala educacion o las priodidades las dejamos a cargo de la publicidad de la television. Las chicas ahora no le temen al sexo, pero la fidelidad va perdiendo terreno en el campo amoroso, en igual porcentaje entre hombres y mujeres. Estamos mas ecologistas pero mas drogadependientes, no tiro el papel de alfajor al piso pero me clavo un ibuprofeno porque me duele la muela. San Patricio, San Valentin y Santa Gilda son nuestras nuevas fiestas, donde nos emborrachamos, nos enamoramos y para festejar bailamos cumbia. Recursos humanos y organizacion de eventos ya son nuevas carreras universitarias, y para tomar la presion y limpierle el trasero a un enfermo hay que hacer el tedioso CBC, con sus 6 infinitas materias, al menos que tengas el dinero para pagar una universidad privada. Los barrios privados son los menos seguros hoy en dia, si te encierran en tu casa no podes escapar a la cuadra de en frente a pedirle al abuelo que esta sentado en la puerta que llame al 911. Viajar en tren es la Odisea mas grande que la que Homero pudo escribir. Desde estacion Once de Septiembre hasta Moreno hay una eterna hora y quince interminables minutos. Entre sus dieciseis estaciones desfilan veinte vendedores ambulantes, diez mendigos, cuatro frustrados cantantes y mil tocaculos que se deslizan con habilidad entre el engrudo de gente que apenas tiene espacio para expandir sus pulmones. En el Roca es peor, la gente viaja colgada desde estacion Constitucion hasta La Plata, esquivando ladrones de bolsillos y manoteros de anden. Pero pronto estara entre nosotros el tren bala, que unira Buenos Aires con Rosario, mientras El Gran Capitan tarda mas en llegar a destino por el dantesco estado de las vias.                Es mas que evidente, todavia despues del año 2000 seguimos comprando espejitos de colores, pero vienen con ringtone y anti spam, como si madurar como sociedad no estaria en nuestros planes, y bueno, es lo que hay, no?