He estado aquí.He visto éstos lugares.Fantásticos, brillantes.Con vasta alegría descubro: volveré.Volveré a vivirlos como novedades.Como sueños de un sueño.Recuerdos de otra vida.Vestigios de una utopía.Estoy en mí hogar.Aguas puras, bibliotecas, ruinas.Piletas, libros infinitos, restos de gigantes.Gentes que conocí, que recuerdo.Son mis huellas. 

ALERTA DE ESCRITURA DEPRIMENTE!  El dolor es siempre verdadero. Atroz. No importa si la causa es proporcional. No importa si hay un punto de vista alternativo. Si yo no puedo verlo, no me sirve.  El dolor es siempre real. Terrible La salida ha de ser muy fácil de encontrar para aquel que no tiene el mismo condicionamiento que yo. Pero con las huellas de mi vida vivida, Con mis recuerdos, conscientes e inconscientes, estoy atrapada.   Cualquiera podría decir que no tengo problemas reales. En cambio, me preocupo en demasía por cosas insignificantes. Creo que es solo una forma de cubrir, de tapar lo que realmente me está haciendo mal. Hasta cuándo podre seguir escapando del dolor mediante otro dolor. Hasta cuando seguiré en este círculo vicioso.   El dolor y el miedo van de la mano. Tengo miedo a cosas y lo reemplazo por insignificancias. Lo sé. Y saberlo no me facilita nada. Hay saberes y saberes: Aquellos que son reales. Aquellos que son solo nominales.

  Querer definir el yo con un todo de imitación colectiva.Limitar el vasto espectro de instancias humanas.Una devoción superficial que pareciera ser real.Siempre debe existir un otro.Para que mi fanatismo sea funcional.Para poder decir que lo que yo creo es mejor.Nuestras diferencias no nos hacen diferentes.Te hacen inferior. Nunca consideraré tus opiniones.No son válidas.Jamás intentaré comprender tus argumentos.No son lógicos.Mi verdad es absoluta. Única. Perfecta.Entonces yo soy perfecto.Ya no necesito nada de nadie.