En noches como hoy vuelvo a preguntarme si hice bien, si no habré vuelto a meter la pata. Las lágrimas en mis mejillas tratan de confirmar mis sospechas, mi corazón no quiere escucharlas y mi razón no quiere dar el brazo a torser.Veo como la historia se repite y no puedo hacer nada por detenerla, corro hacia el abismo sin paracaídas y no puedo detenerme. Los errores se pagan en vida, y los míos me están costando muy caro. Quiero cambiar la historia, pero vuelvo a cometer los mismos errores, soy el animal que tropieza dos veces con la misma piedra.Perdonar. ¿Perdonar qué, noches solitarias, vacías, sin amor? ¿O el desamor de un hombre que jamás supo amar?.Veo como tu cuerpo se me escurre entre los dedos, como te pierdo cada día más, y yo, la mejor de las amantes, hoy no puedo detenerte. Y no puedo evitar preguntarme en qué fallé, en qué me equivoqué.¿Qué te faltó para que buscaras en otras camas? ¿Acaso fui poco para vos? ¿O será que tu ego de macho alfa no te permitía conformarte con sólo una mujer? Muchas preguntas, ninguna respuesta.La vida es un boomerang, las lágrimas en mis mejillas me lo dicen, los errores se pagan caro, otra vez me equivoqué...

  Todo lo que soy te lo debo a tì.  Cualquiera podrìa tomar esta frase como una frase de agradecimiento, pero sin embargo no lo es. Le di lo mejor de mì, mi alma desnuda, mi corazòn sin tapujos, mi sol, mi luna, mi cielo, mi religiòn....Todo lo que era, se lo di, con amor..., como nunca habìa hecho jamàs, le entreguè todo lo que tenìa, poco o mucho, pero a èl no le alcanzò...Destruyò mi corazòn como quièn destruye una bolsa de papel, asi, sin màs...  Lo llorè noches enteras, lo llorè hasta que todo mi cuerpo se secò. Lo esperè, cada noche, como siempre, con la esperanza de que la luna lo hiciera recapacitar, le roguè a los cielos y a los infiernos...estaba dispuesta a perdonar cada una de las heridas que me causò, latigazos en el corazòn...pero nunca llegò...  Me di cuenta que todas las palabras de amor que habia dicho, todas, eran mentiras...èl no era mìo, nunca lo habìa sido y no lo serìa jamàs...  Me obliguè a levantarme, una vez màs...èl no fue el primero que destruyò mi corazòn, pero sin embargo fue el ùnico al que amè...  Nunca màs volvì a sonreir, nunca màs volvì a ser feliz...me convertì en un ente que camina por la vida sin razòn, vacìa, sin nada para ofrecer, un ser frìo que solo busca sobrevivir. Si creo en el amor? no, ya no. Sòlo se ama una vez en la vida, el resto es cariño, respeto, compañìa, pero no amor.  Hoy soy un alma muerta que camina entre los vivos, un alma que ya nunca volverà a ver el sol...

Hola mis queridos amigos! hacìa mucho tiempo que no tenìa contacto con ustedes y la verdad es que los he extrañado muchìsimo, me faltaban sus palabras de cariño y de aliento. En este tiempo me han sucedido un montòn de cosas que me habìan obligado a alejarme de ustedes, pero ahora, y con la ayuda del Señor, estarè en contacto màs seguido, para deleitarme con sus bellos escritos. Espero no se hayan olvidado de mi, siempre los llevarè en mi corazòn.                                                                   NORA 

    Esa noche entrò a su cuarto a oscuras y de un fuerte golpe cerrò la puerta. Sin encender la luz se tirò en la cama, como lo hacìa de niña cuando algo no le salìa bien.    En ese momento tenìa mucha furia, no podìa aceptar que no se hiciera su voluntad, siempre, pero siempre debìa hacerse lo que ella querìa.    Dentro de esa furia comenzaron a aflorar los recuerdos. Recordò como se habìa puesto el dìa que sus padres no quisieron regalarle un poni para su cumpleaños, o la decepciòn que sintiò al enterarse que no iba a recibir un auto para su graduaciòn.    Esos malos recuerdos le fueron dando paso a los buenos y rememorò aquella navidad en que recibiò un hermoso cachorro blanco, o su  fiesta de comuniòn en el patio de la casa de su abuela, todo iluminado y perfumado por el aroma que brotaba de las magnolias, su cumpleaños de quince, ¡què orgullosa se sentìa del brazo de su padre!, ya era toda una mujer y estrenaba zapato de tacòn.    Se sintiò tan feliz con esos recuerdos que añorò ser niña otra vez, y se dio cuenta de lo irònica que es la vida, cuando era niña querìa ser una gran mujer, y ahora que lo era querìa ser niña otra vez. 

    Este texto me lo dio hace unos dìas la maestra de jardìn de infantes de mi hija Camila, no se si fue escrito por ella o es de autor desconocido, pero me gustò y quiero compartirlo con todos ustedes.     Todo lo que hay que saber sobre còmo vivir y què hacer y còmo debo ser lo aprendì en el Jardìn de Infantes. La sabidurìa no estaba en la cima de la montaña de la universidad, sino allì, en el arenero. Estas son las cosas que aprendì:    Còmpartelo todo. Juega limpio. No le pegues a la gente. Vuelve a poner las cosas donde las encontraste. Limpia siempre lo que ensucies.  No te lleves lo que no es tuyo. Pide perdòn cuando lastimes a alguien. Làvate las manos antes de comer. Las galletitas calientes y la leche frìa son buenas. Vive una vida equilibrada; aprende algo y piensa en algo y dibuja y pinta y canta y baila y juega y trabaja cada dìa un poco. Duerme la siesta todas las tardes. Cuando salgas al mundo,ten cuidado con el tràfico, tòmate de las manos y no te alejes. Permanece atento a lo maravilloso. Recuerda la pequeña semilla en el vaso. Las raìces bajan, la planta sube y nadie sabe realmente como ni por què, pero todos somos asì. Los peces de colores, los hàmsters y los ratones blancos e incluso la pequeña semilla del vaso, todos mueren. Y nosotros tambièn. Y entonces recuerda una de las primeras palabras que aprendiste, la màs grande de todas: MIRA. Todo lo que necesitas saber està allì en alguna parte, La Regla de Oro: El amor y la higiene bàsica. La ecologìa y la polìtica, la igualdad y la vida sana.    Toma cualquiera de estos ìtems, tradùcelo en tèrminos adultos sofisticados y aplìcalos a tu vida familiar o a tu trabajo, a tu gobierno o a tu mundo, y se mantendrà verdadero, claro y firme. Piensa cuànto mejor serìa el mundo si todos- todo el mundo- tomàsemos galletitas con leche cada tarde a las tres y despuès nos acurrucàramos en nuestras mantas para dormir la siesta. O si todos los gobiernos tuvieran como polìtica bàsica volver siempre a poner las cosas donde las encontraron y limpiar lo que ensuciaron.