• Mariana Jazmín
MJV
Cada letra, cada palabra. La gracia de armar preciosas frases. Historias. Reflexiones. Escribir es un arte, y un gran placer.
Amo escribir.
  • País: Argentina
 
Dueña de mi misma, nadie se debe acostar pensando en mi -por lo menos creí alguna vez que fuera así- Soy una experta aguantando el dolor, porque tengo roto el corazón… Y uno no puede vivir quejándose, esperando que aparezca alguien y todo pase. Pero en todo lo existente existe un límite, y uno se larga a llorar dándose cuenta que ese alguien nunca vendrá, que estoy sola como un perro de la calle. Me pierdo en mi. La locura no es una solución, solo me queda pensar que capas todo es bueno Y que yo tan solo miro el lado malo… Pero cuando es así, me doy cuanto que lo bueno es realmente malo. Aunque explote en odio, aunque me ahogue en llanto, salga a la pasear, me quede encerrada. Aunque viva riendo, aunque siga mintiendo. Siempre estaré sola como un perro de la calle... -O quizás ni siquiera allá ejemplo de esto.-  
Solita
Autor: Mariana Jazmín  289 Lecturas
A veces me acuerdo, de lo bien que se sentía.A veces me pregunto, si de verdad me querías.A veces pienso y dudo, de los 'te amo' que decías.Creí necesitar que me amen;Creí necesitar que me vean.Nunca alcanza.Creo necesitar amar;Creo necesitar adorar.Nunca alcanza.A veces me asusto ¿Me volveré a sentir bien?.A veces me engaño ¿Qué es lo que en verdad no se?A veces me escapo, pero no tengo a donde.Creí poder conformarme con lo que hay;Creí diez mil veces encontrar la paz.Nunca alcanza.Creo saber que algo bueno llegara;Creo poder lograr ser feliz sin tener que amar.Nunca alcanza.Y ahí es cuando me encierro a recordarte,y ahí es cuando me convenzo de amarteporque fuiste lo único que si alcanzo.Si, fuiste lo único que en verdad alcanzo.
Nunca alcanza
Autor: Mariana Jazmín  241 Lecturas
Sola, y la habitacion oscura.Nublado, y esa tonta ruptura.Unas particulares imperfeccioneshabitan de piez a cabeza..Unas vagas eleccionessin ninguna certeza.El mundo gira y no estoy segurade querer girar con el.El tiempo pasa y no estoy segurade estar avanzando tambien.Triste, y la ropa en el piso.Rendida, y largos suspiros.Una serie de problemasque no poseen validez.Unos ojos bien abiertospero sin ganas de ver.El mundo gira y no estoy segurade querer girar con el.El tiempo pasa y no estoy segurade estar avanzando tambien.
Domingo
Autor: Mariana Jazmín  216 Lecturas
Me presto a que me acariciescada centímetro de mi cuerpo,y que el rozar de nuestros besosestremezca hasta nuestros pies.Me presto a que me miresy yo así suspire.Te invito a que me recorras,que se llene de pasión la alcoba.Te observo en silencioy en cada momentote hago el amor en mis sueños.Quisiera regalarmeante tus brazos eternosy que me invadas de tu serpor mis adentros.Cada mañana al conocerteruego algún día tenerte,y que mis manos conozcantu cuerpo iluminado entre mi sombra.Te pido que me devoresy destroces mi cuerpo danzante.Te concedo que tu amor me penetrey así cantarte al oído mil placeres.Me enloqueces cuando fumas,quisiera ser ese humo ,que inhalase invade tu boca.Eres perfecto hasta cuando no tienes intención de serlo,eres autentico hasta que el tiempo deje de pasar.Me estremeces cada poro de mi cuerpo,y ruego que algún día de mi amor quieras tomar.
Y su brazo retorcio su corazón,dicen que abrazos muy fuertescausan dolor.Ahí comprendio que tenia que besar.No podia perderla,y ya no servia rezar.Ahora sus brazos la protegencomo una manta cuando eres niño.Ahora es cuando todo lo entienden,pueden ser pobres y aun asi ser ricos.Y sus ojos la enamoraron,dicen que en las miradas se ve el alma,así fue que rogaron.Ahí ella comprendio que tenia que sonreír.No podia perderlo,y ya no servia dormir.Ahora sus palabras lo endulzancomo la cancion de una madre cuando eres niño.Ahora es cuando todo lo entienden,pueden ser pobres y aun asi ser ricos.¡Que picardia enamorarse! ¿Qué se creen?Ahora juntos creen vencer al mundo,- si supieran acaso que poco tienen -¡Que infaltiles con su amor profundo!Las palabras se las lleva el viento,aun así no paran de hablarse.
Alguna fecha del 2007"Me encuentro perdida por miles de emociones, acostada en el quinto sueño.. abrazada.Somos uno, los dos juntos. Somos dos, uno por su lado.Me encuentro en un estado que nunca experimente: muero de pasión, pasión de un amor.Si queres te digo la verdad: me desangre, me lastime, me torture por el día de hoy.Y ahora lo hago por mañana, porque quiero devolverte todo lo que me das; porque quiero ser justa en esta relación.Somos dos, uno por su lado. Cuando ayer eramos uno, los dos juntos.Y acá me encuentro acostada en mi cama, sin otra cosas que escribirte en una hoja de papel. Y te necesito pero no te encuentro. Cuando te veo me limito, porque hoy somos dos. Y espero, con este sueño, que mañana volvamos a ser el uno que fuimos ayer.Me encuentro desolada, aún así hasta en millas de distancia se que estoy recibiendo tu amor.Somos uno, los dos juntos. Somos dos, uno por su lado.Me encuentro cada segundo pensando en vos, respiro por vos, sueño con vos.Si queres te digo la verdad: me desangre, me lastime y me torture por lo que somos hoy: porque no te sabia mirar, no te sabia amar.Y ahora soy capaz de gritarte te amo y mirarte hasta la eternidad"
...
Autor: Mariana Jazmín  330 Lecturas
"A cada uno le debe tener que tocar una etapa de arrepentimiento"de Mariana Jazmín Vaccaro-Por tu falta de astucia vas a quedar varado y nunca vas a avanzar. Deberías avergonzarte, y sentirte humillado. ¿Qué van a decir tus padres? Sos un mal aprendido. – Juana, la maestra, recitaba aquel discurso cada vez que sus alumnos bajaban sus notas. Ella creía que era un gran método  de motivación, y que hacerlos sentir mal, iba a generar en ellos ganas de mejorar.Esta vez le tocó a Lautaro escuchar aquel discurso. El era un niño de casi 9 años, con una familia estándar. Todavía se encontraba bastante aislado del mundo real, y vivía en aquella fantasía de la infancia. Sus padres no exponían con suma violencia sus peleas matrimoniales, creando en Lautaro una atmósfera de que ellos eran felizmente casados. Iba a ser de gran impacto para él cuándo le cuenten de su futura separación.Dentro de su familia se encontraba su hermano de 11 años, Nacho. Tal vez él podía ser un causante de las miserias conscientes de Lautaro. Peleaban muchísimo, o mejor dicho, Nacho lo peleaba constantemente a Lautaro. No había forma de que lleguen a un pacto. Su hermano mayor estaba empeñado en hacerle la vida imposible haciéndolo sentir tan sólo un parasito.-Creo que deberíamos hacer algo con ellos- Exclamó la madre. – Las notas de ambos están bajando en picada. La escuela nos va a creer padres incapaces de criar a nuestros hijos. No podría soportar semejante reputación. -¿Te parece bien que quieras que las notas de Nacho y Lau aumenten sólo para tu beneficio? Deberías centrarte en ellos, no en vos misma.- Contesto el padre.Esta charla ocurrió antes de entrar al aula donde se encontraba Juana. Al entrar, ellos aparentaron amarse con locura y poseer un matrimonio ideal. Lo extraño era que esa actuación no era pactada, sino que era la frustración de ellos de no haber sido capaces de mantener su matrimonio sano y saludable. Sentían vergüenza por ello y tal vez, eso era lo único que los mantenía unidos.La maestra los había esperado toda la mañana con muchas ansias. Esta era la parte que más le gustaba de su trabajo. Cuando llegaron los padres de Lautaro, los hizo sentarse, mientras mantenía una cara seria que reflejaba decepción. Se sentó en frente de ellos, y exclamo:- No quisiera meterme en sus asuntos, no corresponde. Pero como maestra de su hijo, no me queda otra alternativa. La educación que le dan claramente no genera buenos frutos en la escuela, o mejor dicho, ningún fruto. Lautaro está seco por dentro y por fuera. Ya me cansé de hacer las mil y una por regarlo y nutrirlo. Yo me esfuerzo y ustedes echan a perder todo con su mala disposición.A todo esto Lautaro se encontraba atrás de la puerta escuchándolo todo. No entendía muy bien por qué le había sido tan fácil acceder al pasillo y poder quedarse allí escuchando. Su pequeña edad no le daba lugar a darse cuenta que eso era otra estrategia de la maestra. Juana confiaba en que si Lautaro escuchaba como ella lo insultaba frente a sus padres, y como a la vez los insultaba a ellos, generaría que él se llene de voluntad y comience a rendir en la escuela.  La maestra era arrogante, pero bastante ingenua. Si quería lastimarlo, lo estaba logrando. ¿Pero en verdad esto haría que Lautaro mejore sus notas? Por primera vez él experimentaba una sensación de angustia y frustración inmensa. Tan grande que no cabía en su pequeño cuerpo. Quería llorar, gritar, patalear. Era consciente de su edad, pero nunca deseó tanto ser de nuevo un bebe indefenso.También sintió miedo. Pero aún no se encontraba preparado para ponerle palabras a esos sentimientos. Estaba abrumado, pero él no lo sabía. Tan sólo estaba pasando un mal rato.Los padres escucharon con atención el discurso. Era como las películas donde remarcan que el tiempo es interminable, y hacen hincapié en la escena donde enfocan la frente del personaje y como lentamente caen las gotas de sudor por los nervios y el sufrimiento.-¿No van a decir nada? Era de esperarse, ahora entiendo por qué su hijo es tan inútil. Ustedes no saben enfrentar ninguna situación complicada. Solo saben callarse y tragarse todas sus miserias. ¿Les parece un buen ejemplo?- Juana seguía recitando sin pausas. Y el placer que sentía era amenazador para la gran actuación que estaba llevando ante los padres.La madre estaba cansada de tanta humillación. Trago saliva, se secó la frente, soltó la mano de su marido y dijo: - Lamento las molestias. Sé que usted se ha esforzado muchísimo. Pero créame, no me creo responsable de la conducta de Lautaro. Yo soy una madre ejemplar, y con mi marido estamos muy contentos juntos. Nos ocupamos y preocupamos por nuestros hijos. Hacemos actividades familiares, y constantemente los educamos de la mejor forma posible. Mientras usted hablaba, entré en duda de mis capacidades como Madre... pero luego supe que la culpa es solamente de él. El es pequeño pero ya debe pensar por sí mismo, y esto debe ser alguna de sus travesuras. No tenemos nada que ver en su comportamiento y poca eficiencia escolar.- Entonces en ese caso ustedes tendrán que castigarlo. Contestó la maestra.Los padres nos esperaban el momento para marcharse. Y los dos al mismo momento supieron que Juana nunca los dejaría escapar ni torturar con sus comentarios ofensivos. Así que sin pensarlo mucho, se pararon, se volvieron a agarrar la mano, y le dijeron: -- Muchas gracias por su tiempo y por compartir  e informarnos el comportamiento de nuestro hijo. Agradecemos su esfuerzo y preocupación. Nos debemos retirar. Adiós.Dieron media vuelta y se fueron sin mirar hacia atrás. Juana ni bien observó sus espaldas marchándose, sonrió con una gran satisfacción. Se sentía como las villanas de las películas de Disney donde lanzan una carcajada tenebrosa y llamativa. Quiso hacerlo, pero se contuvo.Nada podía ser peor. Soledad, una enorme soledad. Lautaro se encontraba devastado. Tenía la dulce esperanza que sus padres lo comprendan y lo abrazaran. Pero cuando escuchó lo que le dijo su madre a la maestra, quiso desaparecer.  ¿Cuál era la verdadera solución? ¿Acaso su opinión valía?  Tenía una gran ambigüedad en querer ser un bebé, o en ser adulto y poder defenderse. ¿Defenderse de qué? Ya comenzaba a creer que en verdad era toda su culpa. Era idiota, y un parasito, tal como su hermano siempre le decía.Los padres se dirigieron al aula de Nacho y lo retiraron. El festejaba ante sus compañeros porque se iba antes y saludaba haciéndose  el langa a una compañerita con la que decían ser novios. Así era su vida, “canchera”. Todos querían a Nacho, todos querían ser Nacho. Y él adoraba ser Nacho.Los tres caminaron por los pasillos del colegio y mientras los padres le contaron lo sucedido a su hijo. Llegaron al aula de Lautaro y ahí se encontraba, sentado solo en un rincón mientras sus compañeros disfrutaban de la hora libre. Levantó la cabeza y miró que en la puerta estaba su familia. Nunca sintió tanta repulsión por ellos. Quería escapar…Se acercó lentamente sin poder mirar a los ojos a ninguno de sus padres, mucho menos a su hermano. Cuando ya se encontraba a la misma distancia, los padres dieron media vuelta y siguieron caminando. Lautaro caminaba atrás.Nacho no paraba de recitar su nuevo mejoramiento en la escuela, y su popularidad. Los padres asombrosos sentían que por lo menos sus dos hijos no eran un fracaso, y que todo no estaba perdido.Al salir de la escuela, Nacho se acercó a su hermano y lo golpeó en la espalda. Lautaro no pudo defenderse, sentía que se lo merecía… o algo así. La madre observó la situación y dijo:- Bien hecho Nachito. Yo nunca me atrevería a ponerle una mano a ninguno de ustedes. Pero vos lo hiciste por mí. Este sinvergüenza se merece un buen castigo. Me ha humillado. Nunca se lo voy a perdonar.A todo esto el padre se encontraba abriendo el auto, y por suerte no se enteró de lo sucedido. Era al único que no le cerraba todo este asunto, y se sentía bastante culpable. No tenía odio a su hijo, sentía más que nada decepción.Todo el camino hacia su casa fue en silencio. Mientras Nacho bastante sigiloso pateaba bruscamente la pierna de su hermano. Y él, callado, lloraba. Su hermano mayor se le acercó y le susurro al oído: - Deja de llorar o sos hombre muerto.¿Muerto? Se preguntó Lautaro. ¿Qué es eso? No sabía si sentir miedo o ganas de que suceda. ¿Cuándo terminaría esa tortura? Era todo tan nuevo, pero tan horrible. Y más allá de la amenaza de su hermano, igual no cesaba de llorar.Era la noche tarde, y él no podía dormir. Había tenido un día terrible, pero dudaba que el día siguiente fuera a ser mejor. ¿Quién se lo garantizaba? Sentía un terrible dolor por los golpes que le había dado su hermano mayor. Y algo particular en el pecho que apenas lo dejaba respirar. En su mente sólo se reproducían una y otra vez las cosas horribles que le decía su madre, y la mirada penetrante de su padre.  Creía ya no tener más lágrimas, pero necesitaba comprobar si sus padres tenían una pizca de compasión por él. Y lloró, con muchas fuerzas, sin parar.Su padre tampoco podía dormir, y escuchaba a lo lejos el llanto de su hijo. Sabía que en cualquier momento se iba a levantar Nacho, y le iba a pegar por no dejarlo dormir con tanto ruido. No quiso que eso suceda. Y se levanto, bastante apurado. Su predicción se había cumplido, Nacho estaba a punto de meterle un cachetazo, y Lautaro llorando tenía en su cara la expresión más triste y horrible que su padre había visto jamás.-  ¡Para! ¿Qué haces? Aléjate, ándate. No podes ser así, ¿Cuál es tu problema?-   Eh, nada Papá. No se callaba más. Yo quiero dormir...- Bueno no me importa, nunca más le vuelvas a pegar sino queras que te pegue yo. Córrete y ándate a dormir. ¿Vos Lautaro estás bien?¿Tenía que contestarle? En ese momento creyó que su padre sería el único que lo comprendería. Sintió esperanza, y muchísimas ganas de que lo abrace. Y así fue. Su padre se acercó, lo tomó a upa y lo abrazó fuertemente. Ahora los dos eran los que lloraban.La madre se despertó y se asomó por la puerta. No quiso interrumpir. De verdad creía que Lautaro no se merecía ni un gramo de compasión. Sintió envidia. La que debería llorar y ser abrazada debía ser ella. Pero no interrumpió. Y se volvió acostar con la convicción de dejar a su marido definitivamente ni bien se levanten al otro día.-  Creo que nos debemos una disculpa. No puedo comprender por qué tenés tan poca eficiencia escolar, pero no creo que sea motivo para tratarte tan mal. Sos muy chico, y yo quiero lo mejor para vos. ¿Qué te pasa? Contame...El padre luego de decirle eso, continuó con su llanto. Su hijo no le contestaba y estaba aterrado  de haber cometido un gran error. ¿Cómo arreglar el corazón roto de Lautaro?Seguían abrazados, pero poco a poco era con menos fuerzas ya que los dos se sentían muy cansados y necesitaban dormir. Al mismo tiempo se recostaron y en pocos segundos quedaron dormidos.El siguiente día se acercó con aires prometedores. Lautaro despertó aliviado por la compasión de su padre. El ya no se encontraba acostado a su lado. Una vez más despabilado empezó a escuchar de lejos una discusión de sus padres. No entendía bien que decía, pero si entendía lo que decía Nacho llorando con tono bastante desesperante-  Basta, por favor. Díganme que es mentira. No es lógico, no es lógico. Cállense, déjense de decir todas esas cosas. ¡Basta! ¿Acaso no son adultos? No entiendo lo que está pasando. Lautaro se levantó de la cama y se dirigió hacia la dirección de donde venía la discusión y los llantos. Llegó al living y al final de todo, donde comenzaba la cocina, se encontraba su hermano mayor destruido por la angustia en el piso arrodillado. Sus padres lo ignoraban mientras seguían hablando de su separación. En verdad, ellos se encontraban muy tranquilos y decididos. Lo habían postergado tanto que al fin llegar al acuerdo del divorcio les daba cierto alivio. Pero para Nacho era la peor pesadilla... y también lo era para Lautaro. El tenía varios compañeros en la escuela con padres divorciados, y lo que más le llamaba la atención era que algunos vivían con sus madres o con sus padres. Ese asunto era el más terrorífico, no sé si para Nacho, pero si para él. No quería vivir con su madre. Aunque nunca tuvo preferencias entre sus padres, el día de ayer había sido decisivo a la hora de elegir quien era el mejor.Los dos hermanos se abrazaron y comenzaron a llorar. Eso sí que era un momento para grabar. No se abrazaban hace muchísimo  tiempo. Les era extraño a ambos, pero lo necesitaban. Se necesitaban.-  Perdóname Laucha… creo que ayer te sentías igual o peor que yo ahora y yo te trate mal. Soy un mal hermano, debería protegerte en vez de joderte así. Perdón, soy un tarado.- dijo Nacho mientras usaba su remera para secar su cara completamente inundada en lagrimas y mocos.-  Te perdono. Pero no llores… Va a ser peor. Siempre es peor cuando uno llora.La discusión había finalizado y la familia se reunió en la mesa del living. Los chicos ya habían dejado de llorar, pero ahora era el padre el que expresaba con su cara tener el corazón roto.- Bueno mis amores. Creo que ya escucharon bastante.  Su padre y yo nos queremos mucho pero a lo largo de nuestros años de matrimonio nuestras diferencias se potenciaron y no llegamos nunca a un acuerdo. Los queremos muchísimo y no queremos lastimarlos, pero la decisión ya está tomada y es por el bien de todos.- La madre anunció esas palabras mientras en su interior recorría la más gloriosa paz. No tenía tiempo para sentir culpa, y no quería tenerla. Este era su momento, era su día y nadie se lo iba a arruinar. Por fin se iba alejar de esa familia que sólo la ha humillado. Quería a sus hijos, pero se amaba a sí misma.Lautaro y Nacho no iban a reprochar nada. Si ellos decían que era lo mejor, tal vez así lo sería. Tampoco se sentían capaces de poder juzgar la situación. Tan sólo podían comerse la amargura de aquellas palabras y esperar que todo pase. Aunque estaban esperando que alguno de sus padres tome la iniciativa y empiece a comentar como se iba a dividir la familia. Lautaro, a pesar de las disculpas de Nacho, sentiría un gran alivio si el pudiese vivir en otra casa que él. La simple idea de vivir solo con su hermano y su madre le hacía doler hasta los huesos.El silencio en la casa parecía eterno. Los padres se movían de aquí para allá, llevando papeles, buscando bolsos, agarrando ropa. No paraban ni para respirar. Se les notaba que no podían aguantar ni un segundo más al lado del otro.El tiempo pasó y los dos hermanos seguían inmóviles en la mesa observando la actitud extraña de sus padres. Los pensamientos de los chicos eran veloces, tan veloces que no podían captar nada de ellos. Una ambigüedad poco antes conocida los habitaba de pies a cabeza. Entre el sí y el no. Entre todo. Entre sus padres.El padre se acercó a ellos luego de tanta excitación. Los miró a los ojos y en aquella mirada expresó todo el amor que les tenía. El si les tenía amor, más del que se tenía a sí mismo. Era el ejemplar padre que les dio la vida, y sería capaz de dar la suya por ellos en cualquier circunstancia de peligro. Se sentó al lado de ellos y les dijo:- Voy a hacer todo lo posible para que se queden conmigo. Su mamá los quiere mucho pero es muy distraída y ustedes son pequeños, requieren de atención y educación. Eso sí, si se mudan conmigo no quiero nada de peleas entre ustedes. Esta situación les debe ser muy difícil y lamento hacerlos pasar por esto, pero para que sea más aliviador el dolor tienen que mantenerse juntos y cuidarse el uno al otro. Por ahora nos vamos a quedar acá y su mamá se va a ir a lo de la abuela. Pero la decisión final la van a tener que tomar los jueces. Saben cómo es esto, todo un asunto legal. Y vos Lautaro, que SOS más chiquito ¿Entendes bien a lo que me refiero?¿Cómo entenderlo? No comprendía que mal había hecho para recibir tanto castigo. Es que así lo sentía. Le enseñaron que si hacía algo bien se lo devolverían con amor y gracia, y si lo hacía mal actuarían con él de manera desagradable generándole disgusto. Y estas situaciones, su hermano mayor que lo agredía, su madre con falta de tacto, su maestra derribando todo ladrillo de esperanza y fe en uno mismo, y por último, la desilusión de que sus padres se separen, eran sin duda actuaciones desagradables de la gente de su alrededor. Entonces no cavía duda de que se lo merecía. Y tal vez querer que su papá se quede con él era un pensamiento erróneo y egoísta.Y una vez más, Lautaro no le contestó a su padre.El silencio parecía el único remedio en esa familia. Si alguien se atrevía hablar, era en vano, no recibía respuesta. Las comunicaciones no podían ser de otra manera. Una familia no tiene remedio.Volver a la escuela luego de dos días imparables de sufrimiento sólo daba dos opciones: Que ocurra un milagro escolar o tener un problema más de colección. Lautaro confiaba en que tal vez si tenía buenas notas, sus padres se alegrarían, su hermano volvería a pedirle perdón (ni a un niño de 9 años es capaz de perdonar a su hermano por tan sólo palabras) y todo se solucionaría.Allí estaba, Juana, arrogante como siempre dando su discurso “motivador” antes de que comience la evaluación. Era de matemática, las tablas de multiplicar. Pero él no se había acordado de estudiar entre tantos problemas. No era justificativo… ”Un chico de 3er grado no tiene problemas, y su única responsabilidad es estudiar.”  Esa frase solía decir la maestra cuando un alumno no había estudiado. Así que Lautaro se cayó la boca, no le explico la situación, y una vez más, se sacó una muy mala nota.Inmediatamente Juana citó a los padres. Les había dicho por teléfono que era de extremada urgencia. Ellos llegaron rápidamente y lo primero que vieron fue a su hijo llorando y su hermano mayor abrazándolo. No entendían, ¿Qué podía ser tan terrible?- Lamento volver a citarlos, y más que nada porque siempre son malas noticias. Hoy su hijo tenía evaluación de matemática, y no estudio, así que ya imaginarán el resultado.La madre al escuchar eso estalló de rabia. ¡Una vez más! Ella pensó que había aprendido, pero claro, la culpa la tenía su marido por haber abrazado a Lautaro aquella noche. Tendrían que haberlo castigado más duramente… Su única esperanza era Nacho, pero al entrar a la escuela ya había notado que ahora no estaba más de su lado y era un tonto más que consolaba a su hermano. Entonces, usando la típica comunicación disfuncional de la familia, no le contestó a la maestra y a paso ligero, casi corriendo, con pisadas fuertes que expresaban su odio y repugnancia se fue hacia donde estaban sus hijos. Lo único que en su mente había era una frase repitiéndose una y otra vez: “Una vez más humillada, ya no puedo permitirlo.”El padre de Lautaro, sabía lo que estaba a punto de hacer su mujer. Pero no quería creerlo. ¿En verdad se había casado con una persona tan arrogante y egoísta? Fue atrás de ella también sin haberle dirigido la palabra a la maestra.Los chicos la vieron venir. Ellos se encontraban en el patio de la escuela, no había ningún directivo ni docente alrededor. Estaban solos, parecía a propósito. Nacho no era consciente de lo que era capaz de hacer su madre, pero Lautaro sí. El miedo que sentía era inexplicable, pero a la vez se odiaba a sí mismo por tenerle odio a su propia mamá. ¿Quién se creía? Se lo merecía, y no paraba de repetírselo.Ella llegó, y  agarró del brazo a Lautaro violentamente. Nacho quiso intervenir pero ella lo fulminó con la mirada. Y él tradujo que significaba  “Aléjate de acá”. Así que se fue corriendo a buscar a su padre, o alguien, cualquiera, necesitaba ayuda.La madre luego de tomar por el brazo a su hijo menor, lo tiró bruscamente al piso. Nunca sintió tanto odio por alguien, tanta frustración como persona. Quería patearlo, de hecho, lo iba a hacer. Pero su marido llegó junto a la maestra y al director de la escuela. Así que por sí sola comenzó a disimular que Lautaro se había caído y ella lo estaba ayudando a levantarse. Confiaba en que nadie iba a creer la versión de Nacho. No había chance de que la descubran. Era una buena actriz.Todos hicieron como si nada, especialmente porque les convenía;  al director por el honor de la institución, y a la maestra por su reputación.El padre empujo a su futura ex esposa, y le gritó:-¡Salí de acá y aléjate de Lautaro. Sos una bestia. No puedo creer que seas la madre de mis hijos. Ándate, no te quiero ver!Nacho se quedó helado y por primera vez sintió odio por su mamá. Vio como ella se alejaba de a poco pero no del todo. Se quedó parada en la puerta del patio y observó.El director comenzó a examinar a Lautaro por si estaba raspado por “la caída”. Y mientras, Juana se mordía las uñas sin poder creer lo que había causado. Se sentía culpable ¿Cómo no serlo? El pequeño sólo tenía 8 años y 11 meses. Nadie se merece tanta tragediaEl padre luego de echar a su mujer, pidió permiso al director y a la maestra, los hizo a un lado, y se agachó donde se encontraba su hijo. Lo abrazó y le pidió perdón reiteradas veces. Estaba cansado de tener que pedir perdón por el maltrato que causaba otro. Pero no importaba su cansancio, sólo consolar a su hijo, hacerle sentir que estaba todo bien. Y como era de esperarse, Lautaro no dijo nada. Sus ojos no derramaban ni una lagrima, y su mirada estaba completamente perdida. En otras palabras, no reaccionaba. Al notar eso, todos se asustaron. Nacho se acercó despacio, aterrado y le habló a su hermano:-Che Laucha, ya sé que estás muy triste. Pero trata de decirnos algo. ¿Estás bien? ¿Qué te pasa? ¡Dale tarado! ¡Hablá!El tiempo pasaba y todos se encontraban alrededor de Lautaro en la sala del director. Lo habían llevado a upa, porque hasta se negaba a caminar. La madre seguía en la escuela, pero se mantenía con distancia. Fue sorpresivo notar que ella estaba llorando, por miedo, por culpa y no entender qu´ le estaba sucediendo a su hijo. Ya no sentía odio por que la habían humillado, sino que sentía odio a si misma ya que ella se había humillado sola y hasta había roto el corazón de Lautaro. Eso era lo que sucedía, le habían roto el corazón. Tan poca explicación de por qué sentía tal sufrimiento lo había superado a Lautaro. Estaba completamente ido porque ya no encontraba sentido al seguir interactuando con personas que sólo lo lastimaban. Sentía odio con su vida, y por la de los demás. Pero su pequeña edad no daba lugar a que entendiera esos sentimientos, sólo los sentía y lo hizo sumergirse dentro de él. Ya ni pensaba en lo ocurrido, ni en la escuela, ni en la separación de sus padres. Sólo se encontraba en una montaña rusa de pensamientos inexplicables para él. No quería volver, y de eso era lo único de lo que estaba seguro.
No restas, nunca lo haces.Y si alguna vez fuese asíseria por que pienso todo al revés.¿Qué te voy a decir cuando te vayas?Tal vez mencionare las típicas palabras:que fuiste lo mejor de estos tiemposun bello viento - y más que eso-que fuiste el presente que abraza,esa estabilidad que necesitabapara que todo se acomodara.Y si acaso -ojala- nunca te vasenunciare lo que quise siempre decir:que sos la tranquilidad que prospera en mi tormentala luna que embellece la nocheel sol que calienta cuando hace frióy las nubes que dan sombra, cuando el calor ya es excesivo;que sos mi compañero de vida,quien camina a la par mía,la gracia en la que se desenvuelve mi risa.Pero es en vano recitar todas estas palabras,el futuro mientras mas pensado esmas incierto se convierte.Es que cuando te miro, es tan fuerteel sentimiento de que todo sea para siempre,porque ahora - me enfocare solo pensar en el ahora:sos la persona que me adora,que me envuelve y me consuela,que me da hogar cuando quiero escapar del mio,que me abre sus brazos cuando necesito abrigo;sos la persona que amoque elijo día a día a mi ladoque me da esa mano, la que me ayudaa desenredar esos nudos -que tanto me han costado-;sos, en definitiva, un gran amor que me inspira,mi alegría en carne propia,mi corazón con vida;sos lo que vos queres ser,sumado a lo que llegaste a ser para mi,sos increíble por tu propia cuentay eso te hace más increíble a la vez;sos quien agarra mi manoquien me aleja cuando me nublo yme dice: allá, por ahí es tu camino;sos también un gran amigo,y por sobre todas las cosas,el mejor amante en que brazos he caído.
"Escribirte una carta"de Mariana Jazmín Vaccaro10/07/12No, no me importa estar solo. No me importa hundirme entre mis cosas, que de cosas ya no tienen nada. No me importa, te lo juro. Mucho no hay para hacer, mucho tampoco tengo en que pensar. Tengo con quien hablar, pero ya he contado todo lo que he podido. Y cosas nuevas no pasan, así que no se que mas decir. Nadie sabe que mas decir. Ya estoy viejo a parte. Si salgo de acá es para quilombo, y si me quedo es resignarme mas de lo que me obligaron a que me resigne. Ademas no me conoces, yo siempre te escribo, vos nunca contestas. Quisiera saber qué sos, qué pensas, qué haces. Me mata la curiosidad, saldría un día, me escaparía. No se, solo para conocerte de verdad, para mirarte a los ojos y descubrirte.La soledad es una eterna compañera, es nada y a la vez lo es todo. Lo único malo que no se le puede escribir.. y por eso te molesto a vos. Se que no queres saber mas nada de mi, pero necesito hablarte ¿a quién mas le hablaría? Y si para colmo que acá la paso para el culo, me tengo que prohibir de escribirte, estoy en el horno. Lo que menos queres es ponerte en el lugar de este pobre viejo. Lo que menos queres es de vuelta una carta mía en tu buzón. Lo que yo mas quiero es que me leas. Me carcome los huesos no saber si alguna vez abriste siquiera el sobre, si sabes todo lo que te digo siempre, si en verdad lo entendes. Ya te lo dije. No me importa estar solo, ni pudrirme acá. Y uno se termina acostumbrando a las pequeñas cosas. Pero son tantos años querida mía  tantos años.. que ni pequeñas cosas hay. No hay alegrías, ni siquiera tristezas. Esto es la nada misma. ¿Qué puede ser mejor que estar solo en la soledad?Leeme, por favor.. Leeme. Me arriesgo  a lo que no quiero, a que nunca hayas abierto una carta mía. Me arriesgo, entonces, a decirte lo que siempre te digo desde que estoy acá. No quise. Si.. eso lo decimos todos. Pero no quise, y no querré nunca. La culpa la tuve, obvio. Y por eso me banco esto de muy buena fe. Que viejo estúpido que me estoy convirtiendo. ¿Porque me creerías? Yo me  olvido que las cosas allá se viven de otra manera. 1997, invierno. Es más, el mismo día que es hoy. Todos en casa: tu vieja, y tus dos hermanos. Creo que tenias alrededor de 5 años aproximadamente. Disculpa si no la pegue, el tiempo me deshace el cerebro. En ese momento vos estabas en el jardín. Yo era bastante despistado, entraba, salia de la casa, y siempre en ese vaivén rompía algo, o perdía algo, o no se. Siempre me mandaba alguna. Ese día tu mamá estaba enferma y no podía irte a buscar al jardín  Tus hermanos tenían 9 y 11, y no teníamos confianza en que ellos vayan. Así que fui yo.Todos dormían la siesta. Invierno, todo cerrado. Prendí la ornalla, puse la pava. Y me hice unos mates. Luego vi la hora, y me fui rápido a buscarte.Llegue a la salida del jardín, y te lleve a tomar una merienda rica en algún bar del barrio. Me acuerdo que estabas re contenta. Para cuando volvimos a casa, ya habían pasado unas lindas horas de cuando me fui. En la casa de al lado vivía una familia, de la cual vos tenias una amiguita. Cuando llegamos te mandaste de una a la casa de ellos a saludar, y yo me metí en casa. El silencio permanecía en el lugar, por lo que supuse que seguían en su siesta - extrañado, por la hora que era-.  Pero luego me di cuenta:  el olor a gas era indiscutible, todo cerrado, gas abierto. Cuando me fije bien, no estaban dormidos. Lo demás creo que no importa. Llame a la ambulancia, le pedí a la familia de al lado que te cuiden. Vino la policía, vino todo el mundo. Yo, por supuesto, destrozado, anonadado. Mi mujer y mis dos hijos muertos. Todo llevo el tiempo que debió llevar. La policía me encontró culpable, y considero que había sido "un accidente causado". Siempre supe que no quise, pero la causa fui yo, por eso nunca me negué  ¿Qué sentido tenía seguir con toda esa culpa? De alguna u otra manera, acepte la responsabilidad cuando en verdad "no tenia porque". Me calle, mire, y lo único que quería era libertad, libertad para darte libertad a vos. Pero no, no podía. No podía porque estaba todo en mi contra, y con libertad, o sin libertad no me iban a dejar ser tu padre. ¿Cómo darle la custodia de su hija cuando había causado la muerte de toda la familia? ¿Cómo yo me iba a permitir a mi mismo estar cerca tuyo corriendo el riesgo de mi tontería? Nunca mas te volví a ver. Cada momento que estuve acá dentro fue horrible, pero me consolé con que ya me ibas a venir a visitar, que te iba a ver hermosa, grande. No fue así. Por terceros me entere que mis viejos te cuidaron, que fueron para vos tus padres. Cuando cumpliste 12 falleció mi papá, y un año después mi vieja. Si, ellos eran de esas parejas que formaban una persona. Mi mamá se fue atrás de él, hasta en la muerte quiso acompañarlo. Entonces, con 13 años te "adoptaron" tus tios: la hermana de tu vieja y su marido. Hasta ahí se, supongo que seguirás viviendo con ellos. Espero que así sea, pues es la dirección a la cual enviare esta carta.Nunca me viniste a visitar. Al principio el resto de la familia no te trajeron porque eras muy chiquita, y me prometieron que cuando crezcas te iban a traer. Nunca. Con el correr de los años empece a tener menos visitas. Estaba tan aislado de todos, que se olvidaron de mi. No participaba en nada, yo no era novedad. Si venían a visitarme era para acordarse de que siempre iba a estar acá, y que era terrible verme tan mal. Imagínate, hasta mis viejos dejaron de venir. Ya para sus últimos años de vida, caían solo para mi cumple años.Fue muy duro, tengo que admitirlo. Pero me la veía venir, al principio acá yo tenia amigos que estaban hace mas tiempo, que me contaban que ya nadie venia, ya nadie los quería. No, querida mía, no me importa que mis viejos no hayan vuelto jamás, que se hayan muerto mientras yo me pudro acá. No me importa tener esa  incertidumbre de qué te habrán contado, de qué es lo que sabes. No me importa estos terceros. No me importa mi vida porque yo ya no tengo vida. Solo soy algo que no dejan que deje de ser, pero a la vez tampoco lo dejan  ser. Estoy entre que me dejen vivir y me dejen matar.No, ya lo ves. Ya nada importa. Solo hubiese querido volverte a ver. Tu sonrisa, tu voz, tu pelo. Solo hubiese querido verte crecer, ver tus ojos verme. Ser tu padre, eso hubiese querido. Respecto a tu mamá ¿qué decirte? el destino nos unió para que yo destruya su vida. Ella me quería  pero nunca me amo. No la alcanzaba, no la hacía realmente feliz. Pero de un impulso a otro nos casamos y nació tu hermano. La ate con amarla tanto. Para mi ella era todo, y siempre se lo di a entender. Tu mamá, supongo que consideraba que si yo la amaba, yo la hacia feliz. Bueno, los dos sabíamos que en verdad no era así. Pobre, capaz pudo haberse ido con alguien mejor. Con alguien que la amara mejor. Imagínate, ¿de qué sirvió quererla tanto si acaso la mate?.Verla ahí, creerla dormida, para luego comprender que no, fue la imagen mas terrible de mi vida. Para vos debe haber sido espantoso quedarse sin madre. Para mi, quieras o no, también fue espantoso quedarme sin mi mujer, sin mi todo. Tus hermanos. Chistosos, compinches entre ellos dos. Siempre había buen humor en la casa gracias a sus picardias. No paraban ni un segundo, o eso esperábamos todos. Verlos parar, verlos parados.. fue la desilucion mas grande de mi vida. ¿Cómo no merecerme todos estos años de castigo?, al haber sido el causante de parar con la vida de dos hijos que eran amigos, que eran unidos, que eran "imparables"Mihijita, seguro que te han hecho creer que todo fue a propósito, que no te quería ni a vos ni a los demás; seguro que pensas que soy el malo de la historia, y en tu cabeza se debe repetir la frase "que se pudra en la cárcel".  Pero preciosa, en esta historia no hay malos ni buenos. Lo único que quedo fuiste vos, sola llena de mentiras y de ausencias.. y del otro lado quede yo, un desgraciado.Mihijita, mi único deseo es volverte a ver, con esos ojos contentos como la ultima vez que te lleve a pasear. Verte ser, caminar, correr, reír. Escucharte hablar. Acá aprendí a no ser egoista, a no pedir nada más de lo que me dan -osea, nada-. Me la supe bancar, sobrellevar. No se como ni porque, pero solo me quede sentado mirando la pared de esta maldita habitación. Intente olvidarte, tal como todos me olvidaron a mi. No puedo, no me sale. Y solo pienso en vos, en lo hermosa que debes estar.  No puedo dejar de ser tu papá.¿ Tendrás novio? ¿o ya estarás casada? ¿ Estarás estudiando o trabajaras?  ¿Me lloraras? porque yo si, todo el tiempo.¡ Podrías verme a visitar, aunque sea una sola vez y nunca mas! Así yo puedo pudrirme tranquilo. ¡ Podrías contestar esta maldita carta y decirme de una buena vez que es lo que pensas! ¡ Podrías hacerme saber si, a pesar de todo, seguís siendo mi hija!Son muchos años, en los que me la pase llorando, pensando, culpándome a mi mismo. Ya no tengo vergüenza de lo que hice, de lo que paso. Ya no quiero pedir perdón  ya no tengo porque pedir perdón  Si vos nunca te enteraste de esta versión, mi culpa no es. Si nunca te llegaron mis disculpas, no fue porque no las dije. Querida mía, ya sos grande. Lamentablemente, estoy seguro que esta vida no te esta siendo nada fácil  Tenes una historia que te persigue, y lo mas probable es que trataste de escapar de ella toda tu vida. No, no vas a  poder. Deja de hacerlo. Deja de escapar. Veni, mírame. Enfrentame. No me tengas miedo, yo siempre te ame - yo siempre los ame -
"Cuando el viento te lleva al mismo lugar"de Mariana Jazmín VaccaroIntente  escapar, pero las cosas a veces son mas complicadas de lo que parecen. Armar el bolso, cerrar la puerta y marcharse parecia una tarea sencilla.. hasta que hoy quise hacerlo.Todo comenzo a las 2 am. Mis papás, como todo sabado, se quedaron viendo la televisión, uno de esos programas que te entretienen mientras sin darse cuenta te amargan por completo. Era una noche cálida, y el ventilador permanecia en minimo. Mis hermanos, Hellen, Francisco y Almendra permanecían hipnotizados en un sillon a parte del que se encontraban mis viejos.La sala de la television es bastante clasica, y si uno presta atención al como esta ordenada y adornada, se puede comprender la importancia de ese aparato en la familia. La tv se halla en el medio casi pegada a la pared que conecta con la cocina. Del lado izquierdo se encuentra unsillón para tres personas, y voy a ser honesta, es muy acogedor. Luego enfrentando el aparato, esta el sillón principal, también para tres personas, que es el que mis papas habitúan usar. En el medio de todos estos muebles esta la mesa ratona glamourosamente deacorada con algunas revistas en la repisa que posee abajo.Aquel sabado era igual a todos, y eso lo hacia mas irritable de lo normal. Y yo, una adolecente de 17 años, me empeze a sentir encerrada. Mientras participaba de ese estúpido habito familiar, por mi cabeza comenzaron a aparecer imágenes, ideas, pensamientos muy rápidamente. Sentía como si mi mente ya no pudiese controlar todo lo que tenia guardado. Era un colapso, todo lo que había en mi estaba desbordando. Al instante comencé a insultar, por debajo.. aun habia cierto lado de mi persona que poseía la moral de no tener el deseo de generar un disturbio familiar. Pero no dure mucho, y ya a los minutos mis quejas empezaron a ser directamente dirigidas a mis  viejos y  mis hermanos. De verdad, no me acuerdo bien cual eran las palabras que use. Fue un momento, un instante, del cual no queda mucho registro en mi.¿Para que mentirme? La reacción de mi familia ante mis insultos fue muy desagradable. Estaban sorprendidos de mi actitud; yo siempre fui la más adaptada y educada. Y aún así, vomite en mil insultos una rabia inexplicable. Mis padres no dudaron ni un instante en ponerme una manoencima.. Pero en vez de dolor, senti poder. Ellos siempre fueron muy estructurados, y a su vez, armoniosos. Nunca dieron señales de agresión física, ni entre ellos, ni hacia mi y mis hermanos. Por lo cual, el que yo haya logrado romper esa barrera moralista que había en su interior, mehizo sentirme capaz de cualquier cosa. ¡Habia logrado lo que creí imposible por tantos años!Las cosas cambian, o tan solo sale a flote eso que nunca quisimos mostrar. Hay partes nuestras que deben estar bajo llave - o no -.Mis viejos no supieron que hacer despues de lo ocurrido. La sorpresa fue para todos. Mis hermanos se encontraban inmoviles; aunque de a momentos Hellen, que era la mayor, parecía movilizarce a penas unos centimetros con intenciones de intervenir.. pero nunca se decidió.Y mis papas seguían sin saber que hacer. O pedir perdon, o abrazarme, o tan solo dejarme ir.Me dejaron ir.Cuando me golpearon solo supe que era lo que me merecía, por lo menos desde el punto de vista de ellos. Llore, pero es algo que me cuesta admitirlo. ¿Porqué llorar si acaso yo me lo había buscado?. Yo, y mi maldita obsesión de abrir esas las puertas que siempre estuvieron cerradasde las personas. Ellos y su maldito caretaje, que lo único que logro fue provocarme.Entonces, con lagrimas o sin lagrimas (no importa), me marche. Primero me dirigí a mi pieza, donde ya se encotraban mis tres hermanos sentados en sus respectivas camas mirando como yo vivia esa situación. Me miraron, impacientes. Fransisco, tal como segundo hombre de la familia,  trataba de actuar una expresión de frialdad y autoridad. ¿Para qué? ¿en qué cambiaria?Hellen se animo y hablo:- Ojo a donde vas, y cuidate. Cualquier cosa me llamas.Le sonreí, como si nada terrible estuviese ocurriendo. Y almendra, la mas chiquita, comenzo a llorar. ¡Tonta que es! si sonrió es para que entienda que todo pasa. Pero creo que eso a ella la lastima bastante. Dije chau con un tono bastante agradable y habitual. Fui hasta la puerta, y trate de en ningún momento girar hacia donde estaban mis viejos. No quería ver sus caras, ni darles una oportunidad a que remedien su error. Eran malos y era hora de que lo sepan, de que todos lo sepan.Intente escapar, claro que si. Camine algunas cuadras, pensé en ir a lo de mis tios, a lo de mi abuela o tal vez a lo de alguna amiga. Mire la hora, las 3 am. ¿En que estaba pensando?Entonces comprendi: que las familias se hacen, lo que queda esta de más. Si culpo los errores, debo entender que yo participe en ellos. Si, muy valiente de mi parte insultar, reclamar, denunciar. Muy de estúpida creerme heroe por lograr que mis viejos se violenten. Muy de apurada.Pero seguí caminando, llegue al parque y me senté. Podía aparecer algún grupo de pibes y robarme, o algo mucho peor. No se, algo hizo que no me interese el peligro. Tenia mucho de que pensar: no hay que vivir culpandose, tampoco culpar a los demás.Ya para las 4 de la mañana, Hellen me llamo.-Boluda, deci donde estas por lo menos.-En ningún lado.. Vah, en el parque. Yo que se, no queria joder a nadie, mira la hora que es.-¡¿En el parque?! con mas razón, ¡mira la hora que es! ¿estas loca? ¿Vos queres empeorar las cosas flaca? Total los que la pasamos mal somos nosotros.Uno puede pasar mucho tiempo haciendose el fuerte, pero siempre las palabras de tu hermano/a mayor lograr derribar todo muro. Luego de que me dijo eso, me largue a llorar como una desquiciada. No fue para bien. Eran la noche de un sábado, en un parque lejos de todo.. y llorarsí, con todo oscuro, con el miedo de que todo puede pasar. Pero mas que nada no fue para bien por la desesperación que desperté en Hellen. No pude contestarle del llanto, y ella suspiro - pero de esos suspiros que significan "agarrate querida, estas jodida"No tardo mucho en llegar. De mi casa al parque hay 10 cuadras, pero seguramente mi hermana fue a paso ligero, con pisadas fuertes y decisivas. A la hora de retar, ella era la mejor.Bueno, cuando llego creo que ya eran las 4 y cuarto. Primero me abrazo, espero que me calme para tenerme bien lucida a la hora de su gran discurso. Seguro que en las 10 cuadras lo ensayo en voz baja.- Si tan solo pararias un segundo. No digo que a pensar, por que seguro estos días estuviste martillandote la cabeza a full. Pero para, no se.. frenate. Yo se que, como toda familia, tenemos nuestros quilombos. Y seguramente, ahora que los descubriste (vah, ahora que los entendes) tecuesta procesar la idea de porque hacemos como si nada, de porque la careteamos. Bueno, no se.. las familias no están para que te guste como funciona y como es, como piensa. Las familias estan porque simplemente se dio, porque se necesita. El día de mañana, cuando ya no nos necesitamos, cada uno seguirá su rumbo.. pero en ese rumbo se hacen nuevas familias. No se boluda, el mundo es así. Nos necesitamos, es piola vivir entre gente; y que este piola no significa que tenga que ser perfecto. Nosotros tenemos quilombos, y muchos (más cuando vos eras chica).. pero es bastante laburo vivir enfrentando. Queda en cada uno tratar de perfeccionarse, de hacer lo que le gusta; encargarse de su catarsis, comprender su vida, comprenderse. La familia unida no puede hacer eso por cada uno de los integrantes.. no es saludable. Nuestros viejos no nos dicen que la careteemos con nosotros mismos, solo nos dicen que a veces en la familia hay que hacerse el boludo; mirar la tele, charlar de cosas que poco valen, y poder relajarse.. encontrar un punto en el que todos se sientan bien. Ellos nos quieren proteger.La escuche, no se con cuanta atención. No se que tanto estaba de acuerdo, pero sirvió para que quiera dormir. ¿Y a donde iba a ir?Volvimos a casa..Intente escapar, pero esa parte de mi que quiso escapar ya se calmo. Los 17 años son jodidos, son pocos años, pero que a la vez es un momento donde sentis todo, que llegaste al sentido de la vida, que descubriste a tu familia, que te descubriste a vos.Mis papas seguian despiertos, sabian que yo iba a volver. Tal vez porque conocían los poderes que tenia Hellen sobre mi.. o tal vez por la simple razón que uno siempre vuelve de donde no fue echado. No les dije nada, pero los mire con cara de saludo: ni contenta ni enojada, un poco triste tal vez, pero tampoco hacia falta demostrar más.Fui hasta la pieza, mi hermanita Almendra dormía y lo primero que hice fue darle un beso en la frente. Francisco, acostado pero despierto, me tiro un peluche a la cabeza, cuestión que yo se lo devolví. Así comenzó una pequeña guerra de peluches que termino con él haciendome unascosquillas horrorosas, pero muy gratificantes. Nos reimos, y me dijo que no joda mas, que la proxima vez no haga tanto drama, que las cosas  se pueden hablar desde otra manera. Este pibe es un genio, posta.Hellen se quedo parada mirando toda la situación desde que entre a mi casa hasta que me acoste. Parecia la creadora de tal situación, pero solo era una apariencia.. ella había colaborado, pero ese momento fue de todos.Si, uno siempre fantasea con la idea de irse de su casa. Parecia tarea sencilla, y las ganas no me faltaban; pero las cosa son más complicadas, más profundas, más reales de lo que uno cree.
Distancia. Sus ojos miran, y proyectan. Son ventanas, que han estado cerradas. Se abren, se ven.Distancia. El cuerpo baila, tan despacio, tan delicadamente ¿Quién podrá notarlo?. Sus ojos, atentos. Las pupilas se achican y penetran a quien mira. Las cejas, arriba, se deslizan  refinando la mirada. Las pestañas brillan, como el color. Todo brilla. Mientras, siguen bailando. Las palabras son lo de menos, insignificantes y temerosas. Planean ser vacías pero detrás gritan la pasión. Distancia, demasiada. Ya no agrada, y planean acercarse. ¿Pues como? ¿Quién sera el valiente que se atreva a dar el primer paso?. Y ocurre lo ideal, pestañean, suspiran. Su respiración dice más que aquellas tontas palabras. Todo dice más. Ríen. Sus ojos se siguen abriendo y prometiendo.Distancia. Las bocas desean, sus manos esperan. El tiempo se escandaliza.Y una boca se muerde. La otra se humedece. Una mano se pone nerviosa y sale corriendo. Las demás siguen esperando. Los pies avanzan. La respiración entrecortada. Ya no hay tiempo. Los ojos se relajan, comienzan a entrecerrarse. Brillan más.Chocan, se rozan, se toman. Aquella mano que corría, llegó hasta una mejilla. Acaricia. Las demás se entrelazan rodeando los cuerpos. Las bocas se besan, los ojos se cierran. La respiración pierde todo tipo de ritmo. Las palabras ahora son gemidos. Y brilla, todo brilla.
Beso
Autor: Mariana Jazmín  228 Lecturas
<< Inicio < Ant. 1 [2] Próx. > Fin >>

Seguir al autor

Sigue los pasos de este autor siendo notificado de todas sus publicaciones.
Lecturas Totales22944
Textos Publicados51
Total de Comentarios recibidos126
Visitas al perfil9050
Amigos22

Seguidores

5 Seguidores
sergio
Carlos Palma
francisco.delaf
J. Almendra
Senior
   

Amigos

22 amigo(s)
María
Fer Poeta y Novelista
oscar
Medigore
Jean Ching Lopez
Williams A. Hernández
Hugo Nelson Martín Hernández
Samont H.
Emmanuel Alvarado
jesus.bardon.11
virgos
alan espindola
Nhaum Alejhandro Ohrozco
Eleonora Valentini
jessica jara
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Mariana Silva
delofe
Juan Carlos Calderón Pasco
daniel contardo
Agustina Storni
Gabriela
  
 
MJV

Información de Contacto

Argentina
Cada letra, cada palabra. La gracia de armar preciosas frases. Historias. Reflexiones. Escribir es un arte, y un gran placer.
Amo escribir.
www.elclarodeseo.blogspot.com

Amigos

Las conexiones de MJV

 
  Fer Poeta y Novelista
  the raven
  medigore
  jeanching
  manticora
  Hugo Nelson
  misamont
  amigodelalma
  jesus.bardon.11
 
<< Inicio < Ant. [1] 2 3 Próx. > Fin >>