I La luz de la lámpara aúlla su haz sobre mi duelo. Cada hoja de mi libro no es más que un soplo, y no las letras del poeta. Vuelvo enseguida a mi espanto. Vana faena, porque él, nunca abandonó mi carne.               II Iré en busca de razones de mi yo deshabitado, sin anuncios. ¿Quién es el ladrón? ¿Quién el canalla?Pero ¿quién es el que ama,el que manifiesta y no encuentra?(Si pudiera entenderque el amor es sólo una construcción de la soledad.)Doblo mi corazón sobre mi mano,manejo nubes, las lluvias y los llantos.Cae en los adoquines un viento noble y triste.Unos perros ladran. Yo camino hacia el apenas.      

Tomando una copa de vino me marchito. Esta espera -¿cuánto hace que espero?- aprieta mi corazón que apura sus latidos. Otra copa de vino en soledad,algunos cigarrillos,y me parto en dos, me sueño, me amo a mí mismo, tristemente, sin poder amarte porque estás lejos, y aún en presencia estás lejano. Quiero morirme de a poco, como me estoy muriendo ahora.  Me sirvo más vino; la tristeza se anuda a mis recuerdos; el estómago es una bolsa de amor, el cerebro dejó de pensar, pero siente:creo quevoy a morirme,y eso importa poco.  En mi sepulcrouna carta incesante.La abro. (Ahora que ya es tarde,tú dices que me amas.) Oye : da unos pasos.Dos o tres, los que puedas. Apuñala mi sepulcro,y baja,y bebe conmigo, ardiendo,tanto sabor amargo.         

IQUIETUDOleaje incesante en el mar del espíritu, calmado o agitado en las horas del vivir.Aguijón del pensamiento erranteque punza y molesta con dolor.Aldaba de la conciencia dormidaque llama a su puerta con golpes severos.Vigilia permanente del futuroque siempre sorprende sin aviso.Temerosa desazón que presienteel desastre y el paso sigiloso de la muerte.Mirada siempre abierta de la curiosidadque investiga a la oculta realidad.Escozor del alma que acompañaal amor y agita la esperanza.Llaga nunca cerrada,abierta a la duda perdurable.Zozobra de existir sin un refugio ciertoque clama por la paz y solo alcanza tregua.                                                               (De Alfabeto de inquietudes)                                                                     Enrique González Matas  

He pasado el baldío oscuro de esta vida Intentando encontrar múltiples respuestas Solo he sufrido el desprecio en el intento De satisfacer el deseo de lo bueno.   Muchas son ya las experiencias que he adquirido A lo largo de este enorme camino recorrido Que ha llevado toda mi vida hasta el límite Haciéndome sufrir un dolor inmerecido.   Quiero recordar aquellos tiempos sin prejuicios Sin remordimientos, sin cartas de suicidio. Donde era la paz la que reinaba en todo tiempo No había más tristezas, ni llanto en el invierno.   Soy un soñador en esta vida si prefieres Lo unió que falta es que tome mis maletas Para desaparecer en el infinito Teniendo muy en cuenta que nada aquí es mío.   La vida es tan corta, es un pequeño instante, Que desaparece en el momento inesperado Que será entonces de nosotros en el tiempo Una alegre imagen, o un triste recuerdo.   CORO   No temas levantar tus alas en el mundo Atrévete a conquistar lo difícil para muchos Comienza a derrotar los gigantes imponentes Volando por los cielos azules libremente.   Demuestra que tú puedes alcanzar lo imposible Da una enseñanza para todos los cobardes Que dicen que este mundo no se hizo para ellos Que debes aguantar la pobreza en crecimiento.   No quiero escuchar aquellas voces incesantes Que lo destruyen todo no dejando ningún chance Aplastando por la calle cada uno de tus sueños Procurando convertirte en uno de ellos.   En mi soledad he llorado largas noches Intentando averiguar el porqué de mi reproche. Solo aquella voz se escucha en el silencio Que me dice hijo mío aún no es el tiempo.   No quiero renunciar a posibilidades Que pueden acarrear éxitos en cantidades Haciendo interesante cada uno de tus días Trazando un anhelo distinto en tu vida.  

Es como la primera vez que escriboera tan malo igual que de terriblepero me acerque a un territorio extrañocapítulos de mi vida, pasan de mí delantecompuse el sufrimiento con verdadesaprendí de mis nuevas debilidadesnunca recupere lo que deje en el pasadopero si me alejado de algo, no voy a volverno quiero respuesta, a una pregunta concretami cabeza dura, no es de análisis, es de ataquey quema cuando no se sienta lo suficiente cercacapítulo cerrado, es que siempre que he erradono me he perdonado y hoy no pienso empezarhe sido juzgado y aplastado, sin penas y alegria soy un buscador, del snitch con victoria aseguradadigo que le jodan a la poesía si buscas técnicasyo soy de escupir sentimientos como espadas sin filocomo un ninja que hace maravillas sin armashuyo de la escena como foto en algún doramacomo si las palabras que yo escribo no bastanno pueden ver la verdad, pero es más fácil justificarlo que es malo, resulta ahora ser buenoy yo simplemente odio ser el tipo malosentimientos aferrados de los que nunca hablocomo si mis problemas fuesen no escogidoscomo si yo solo pudiera escoger lo que existeestoy cansado de tener cartas con tanto valorcomo si el talento es un arma de doble filocansado de escribir y detesto ser tan buenoque al fin al cabo es igual que ser maloque ser honesto o ser incorrecto a todo estomanejo malabares en palabras, te tres en trescontadas, mi empatía no depende de simpatíano se perdonar, pero aún si vivo siendo felizno pueden ver la verdad, pero es más fácil justificarlo bueno y ponerlo como algo maloy yo simplemente odio ser el tipo malo

       Y todos me decian que aquel hombre era el menos indicado. Solo le hice caso a mis instintos que no se de donde salieron. Solo dije lo quiero lo quiero lo quiero.  

LA  PIEL  TIENE  MEMORIA.  ES POR  ESO,  QUE  NO  TE  BORRAS.  ESTAS  EN  LOS  TEJIDOS  DE  MI DERMIS OCULTO.  Y   CUANDO  LOS  RECUERDOS  SALEN  A RECORRER,MURMURAN,  QUE  ESTAS  ENDULSANDOME. Y  APARTANDO  EL  NEGRO  DE MIS  DIAS.DESCUBRO  ENTONCES.QUE  JAMAS  TE  HAS  IDO.LA  PIEL  EXTIENDE  SUS  ALAS.ATRAPANDO  NUEVAMENTE  TU CALOR. INFORMANDO  QUE  LA  VIGILIA  HA TERMINADO.    

 El armonioso paso de la noche une silencios.Un cuerpo espera quieto,mientras que en las paredesuna multitud de sombras dibuja el canto de los solos.Alguien está por morir en ese cuarto.Alguien que no tiene abrigo ni socorro.Nadie vió nunca tanta oscuridad,ni estuvo antes tan ciego para descifrar los penosos documentos de la muerte.El transitado cuerpo pide con su mirada,pero a su alrededor un temblor callado la recoge y pasa. 

Esa noche era distinta. Howard, estaba solo…  completamente. Quería acción, sentirse otro. Más bien, quería ser otra, o …  sinceramente, quería ser la que era, puta, puta, muy puta, siquiera por una noche.- Ya no tenía la mirada atenta de mamá,  que le encontraba ropa interior femenina en los lugares más insólitos, y le amonestaba…   “Howard, eres un hombre”  “Howard, basta de jugar a la nena, sino le digo todo a papá”.  Quizás esa noche, después de todo, Howard no estaba solo, al contrario, Howard estaba consigo mismo, con “Helen”. Ese era el personaje que a Howard en realidad lo acompañaba. Su otra parte. Mejor dicho, su parte verdadera, él era ella,  él era Helen.-   Vistió sus diminutas ropitas interiores, en su cuerpito que ya disfrutaba plenamente. Ceñida de sedas y topacio, de chanel nº  5 y  tacos altos.  Venía el mejor momento. Atravesar el umbral de la puerta, y … por primera vez,  salir al mundo, siendo la que es, siendo la que soy, se dijo, con aire de triunfo.-   Las primeras miradas, lejos de ser censurantes, fueron agradablemente curiosas. La peluca rubia iluminaba la noche oscura. Un niño de la calle le lanzó un silbido sensual, ella siguió sin hacerle caso, no le gustaban los niños. Quería hombres, hombres recios y tiernos, hombres maduros y deseosos…    de su cuerpo depilado, de su alma desnuda.-   En la esquina, detenida frente a un semáforo, la abordó un transeúnte…   “ven conmigo nena esta noche…    tengo mi auto a media cuadra… acompáñame”…Con ese hombre, solamente con ese hombre, ella…   toda tabú, no hubiera aceptado jamás.  Era el papá de Howard, que acaso deseó a Helen, secretamente… siempre.-   Esa noche no era distinta. Era la misma noche de siempre, con la luna vestida de luna.-  

KARMANos habla el hinduismo soñadorde una larga cadena de vidaso reencarnaciones del almaen distintos cuerpos sucesivos;de forma que el karmaacumula méritos o deméritosen ese "viaje" para la vida futura.Y yo, ser reflexivo, inevitablementepienso, en mi ignorancia:Si soy consecuencia del ayer,de los actos realizados en mis vidas anterioresdebería tener memoria de quién fui,saber de mis antiguos errores, conocer por qué mi destino presentees la consecuencia de mis vidas pasadas. Esto de que las religionesme lleven por la oscura sendade dogmas ocultos, orígenes secretos(vidas pasadas o paraísos perdidos) que determinan mi ahora,mi vida presente y mi ser,es algo muy fuerte,pues me piden responsabilidadpor la libertad de elegir ahora,cuando ya han cortado mis alaspara poder volarpor los aires abiertos de un ser nuevo;un ser nuevo no manchado,ni culpable, ni castigadopor un pasado remotodel que no tengo recuerdo.                                                    (De Alfabeto de inquietudes)                                                          Enrique González Matas    

Cuando te preguntes, alma mía,qué ocurrirá, cómo ocurrirá y dónde ocurrirá, intenta, como el mar que se calma, apaciguar tus olas. ¿Por qué querer ver el amanecer si todavía es de noche? ¿Por qué degustar las cerezas cuando miles de manzanas hay a nuestro alrededor? ¿Por qué preguntarse por Júpiter si la luna está encima tuyo, radiante, esperando algún poeta que la sepa cantar? Cuando te preguntes, alma mía, tantas cosas que te preguntas, aprende a contemplar la mariposa que sin emitir sonidos en la escala de la, es más dulce que el oboe y la flauta traversa. Aprende a contemplar al hornero, que amasa con sus patitas casas de cóncava estructura, envidia de arquitectos y matemáticos. Y cuando te canses de pensar, simplemente deleita tus oídos con el gorjear del ruiseñor, o del hornero, o del pájaro carpintero. Quisáz ellos te susurren, si sabes escuchar, cuál es el secreto de su felicidad.