• Magnolia Stella Correa Martinez
magnolia correa
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  • País: Colombia
 
 Hace un tiempo publiqué algo, en alguna parte, que concluí así: “el Ser Humano es uno solo” a lo que un poeta español comentó: “decir que el Ser Humano es uno solo, es hilar muy delgado”.  No sé si el poeta captó mi idea; tampoco sé si yo entendí lo que él quiso decir, pero estoy de acuerdo con su comentario y me ratifico en que “el Ser Humano es uno solo” más allá de los miles de millones de personas que lo representamos. La negra Carmenza y el indio Pacho son una pareja del pueblo; ambos vendedores ambulantes de mango, aguacate, etc.; padres de cinco varones (tres asesinados) y una mujer que, al igual que sus cinco hermanos, ya se pasea por el bajo mundo del vicio y la delincuencia a sus escasos quince años de vida. Un sábado en la tarde, en el salón de eventos donde tendrá lugar la fiesta de quince años, lujosa y costosa para sorpresa de todos, están la negra Carmenza y su hija afinando los últimos detalles para el agasajo.  De pronto se escucha la corneta que indica que viene el indio Pacho vendiendo aguacates… madre e hija se miran y sonríen luciendo sin timidez su incompleta dentadura. Al ver la tranquilidad del indio Pacho vendiendo aguacates en el vecindario, nadie podría maliciar siquiera que era el portador de la noticia de un hecho, por lo menos, inoportuno. Llegando la puerta del salón de eventos, el indio Pacho suena la corneta de su carreta, al ver que ninguna de las dos mujeres sale, se acerca a la reja del lugar desde donde grita:      Negra, negra le dieron al tuerto, lo tienen en el hospital…      Pues andá a ver qué pasa, vos el taita y yo estoy ocupada y todavía nos falta hacernos arreglar el pelo y las uñas… Contesta la mujer sin inmutarse.      Pues yo también estoy ocupado trabajando... al fin y cabo, vos sos la mama… Dijo el hombre al tiempo que seguía su camino tocando la corneta de su carreta anunciando sus aguacates.   Sí, el tuerto, el menor de la casa, apenas trece años y ya había perdido un ojo por el golpe que le dio una señora cuando la iba a atracar; el hijo menor de esta pareja llegó muerto al hospital.  Para esta pareja, era el cuarto hijo asesinado.  Cuando la negra Carmenza por fin se presentó al hospital a eso de las seis de la tarde, se enteró que el cuerpo de su hijo había sido enviado a la morgue para los análisis pertinentes y que no sería entregado hasta pasadas las veinticuatro horas. Así pues, fiesta y alegría tuvieron espacio y tiempo; dicen que la rumba terminó a eso de las ocho de la mañana del domingo siguiente.  De igual forma, hubo lugar y voluntad para el llanto y el dolor; cuentan que el cadáver lo entregaron a eso de dos de la tarde de ese mismo domingo.Sentimientos, sensaciones y emociones que hacen único al Ser Humano y que toda persona los manifiesta de acuerdo con la infinidad de variables que conforman el show de la vida.   
Dos mujeres acaparan hoy toda la atención de mis letras.  La una se ha ganado el respeto y la admiración de todo el país por su profesionalismo y valentía; y la otra desde el anonimato me ha ratificado con su ejemplo que “la voluntad es el camino”.  Por supuesto, estas se garantizan sus derechos cumpliendo con sus obligaciones.  Clara Ximena Salcedo Duarte, es una abogada bogotana de 32 años, juez 30 de control de garantías.  Esta joven mujer tuvo la responsabilidad de decidir jurídicamente y en estricto derecho, el hecho político más complejo de la historia del país. Frente al más selecto grupo de juristas y constitucionalistas, la doctora ni se minimizó ni se engrandeció; conservó una ecuanimidad admirable y envidiable, expuso sus argumentos con profesionalismo y con plena autoridad dictó su veredicto. Sin tener en cuenta su condición femenina, la doctora Clara Ximena Salcedo Duarte, ejerció con autoridad y profesionalismo su papel en el caso que tiene enfrentado al PODER del poder en Colombia.  Sin inmutarse por el hecho de tener al frente solo varones, todos curtidos profesionales del derecho que le doblan la edad, no se asustó por presidir y decidir en la audiencia que tuvo los ojos de la nación encima.  De igual manera, hay una mujer que desde una condición inversa y adversa por completo, me ha dado una lección de resistencia ante la dificultad física inimaginable.   Mary Cely Correa Martínez es mi hermana menor, padece artritis crónica desde que tenía más o menos 25 años. A pesar de sus enormes dificultades físicas, ahora se propuso pintar una pared de unos 15 mt. de largo por 3mt. de alto.  Por supuesto, en un principio yo me negué a semejante despropósito; mejor dicho, me asusté previendo las consecuencias del enorme esfuerzo para ella.  No obstante, fue tan evidente su necesidad de mi apoyo, que no tuve otra alternativa sino secundarla, a pesar de mis temores. Como es lógico todo el tiempo estuve pendiente del proceso esperando verla rendirse ante la descomunal tarea.  Sin embargo, su abnegación y entrega son el soporte de su férrea voluntad.  Desde luego, una vez terminada la labor, no me fue posible poner de acuerdo a mi corazón con mis ojos… pero mi corazón, como siempre obstinado y posesivo, ahorcó mi vista hasta hacerla claudicar. Dios te bendiga mujer de mi vida… mi soporte y mi motor.   
Y AHORA: LA MUNDA… Desde el fantasioso mundo del lenguaje inclusivo, ahora nos proponen que digamos: la munda en vez de: el mundo… ¿Por qué o para qué? Bueno… la justificación de esta propuesta no es menos sorprendente que la idea en sí misma. Según la Actriz peruana Mayra Couto, quien ha patentado la novedosa sugerencia, el objetivo de esta es “EMPODERAR A LA MUJER” … vaya, vaya…  Pero sí decimos la tierra… no decimos el tierro…”, por fortuna, ¿entonces? Debo dejar muy claro tres cosas antes de mi comentario acerca de esta “noticia” que anda rodando por las redes sociales. 1) Que en el mundo (todavía no me acostumbro a la munda), aún subsisten culturas que minimizan y abusan de la mujer en infinidad de formas, infames y aterradoras todas. 2) Que la forma como hablamos es el reflejo de la manera como nos comportamos y viceversa, de ahí que es innegable el poder de la palabra y, 3) Que independiente de cualquier otra condición social y cultural (raza, religión, moral, sexual, etc.), el Ser Humano es una mina de dones y talentos, que en ningún caso excluye a la mujer.    Teniendo en cuenta estas precauciones, es el momento de que trabajemos por despojarnos de dudas, temores y complejos que son los enemigos que nos oprimen, que nos constriñen.  Ya todo el poder nos lo dio la naturaleza, sin medida, sin restricción.  Las quejas y lamentos no tienen justificación, solo son manipulación.     Ya es hora de superar ese discurso rancio de la mujer frágil, de la mujer débil… la manipulación de esta arenga se presta para evadir la responsabilidad sobre sí mismas…  Para ser prostituta, científica, ama de casa, ejecutiva, etc.: “LA VOLUNTAD ES EL CAMINO”… “EN LA INTENCIÓN SE ENCUENTRA LA OPORTUNIDAD“.   Cumplir las obligaciones es la única manera de garantizar los derechos. En la medida en que cada una se respete a sí misma y respete a sus congéneres SOLO COMO SER HUMANO, los tributos están garantizados, ya que esta es la gran responsabilidad de la especie superior.
Se trata de un lugar sagrado donde enfrento mis ángeles y mis demonios; donde yo soy el único juez y el   único verdugo y esto me obliga a renunciar a ambos.  Un lugar sagrado donde mis pasos, cada vez   más lentos, me llevan en busca de un Poder Superior, donde la Verdad está más allá de la realidad. Es una cueva santa, donde me oculto de mí para descubrirme en el prójimo; para reconocer que comparto todos los comportamientos humanos siempre motivados o por el amor o por el temor, en cualquier caso, siempre inconscientes de sus consecuencias, aún a pesar de bondad y generosidad, o de malicia y picardía. Nácar infranqueable que protege mi Ser aún de mí misma; coraza inmaculada donde se preserva el perdón como el único fruto al deshacer el error.  Hábitat de pecado y virtud que nutren la realidad de una comunidad ignorante de su obediencia y orgullosa de un poder que le ha sido negado por la naturaleza. También es el regazo que abriga y conserva la multitud evidente que se recrea en mi soledad y que me hace cómplice de un mundo que ríe y llora al mismo tiempo sin que la vida se inmute a pesar de que la muerte siempre esté presente.  Donde la vida y la muerte conviven en paz en medio de su guerra por la supremacía. Inmaculado altar de comunión de amigos y enemigos donde difieren los criterios, aunque los valores sean los mismos.  Ara donde comulgan todas las emociones personales con el Ser Humano Único que, despojado de poder, ejerce su sabiduría renunciando a cualquier juicio de valor sobre el mundo… hacia el prójimo. Sagrado y puro espacio donde convergen el Ser Humano con su Divinidad en una relación santa de Unidad inseparable a pesar de la separación; en una relación santa de semejanza no obstante la disimilitud.   En esta unidad impecable se gesta un mundo sanado una vez que el corazón humano ha sido curado. Encuentro santo de emociones de todo tipo y de sensaciones de cualquier calaña… sin nombres, sin adjetivos, sin sentimientos…  sin premios ni castigos para la realidad porque la dualidad queda reducida a la perfección del merecimiento; colisión de la trinidad que se manifiesta humilde y magnánima… Mantel exquisito de instintos y principios; remolino de almas recorriendo el universo en busca de su Ser.  Edén donde es permitido comer todos los frutos porque todos ellos calman el hambre y la sed de Hermandad.  Aquí me doy cuenta porque la Justicia no es humana y donde la obediencia desmiente la libertad…  Observo aquí un asilo de todas las emociones humanas al amparo de mi consciencia individual, incapaz de diferenciar lo bueno de lo malo…  Aquí me enfrento a solas con mi justo juez; sin argumentos para defenderme y sin razones para atacar desecho el juicio y perdono el mundo… absuelvo al prójimo.      SENTISEMO es mi refugio sagrado donde puedo entender que mi vida es escaza y grandemente tan solo el resumen perfecto de innumerables vidas.  Mi sueño… mi ilusión… mi fantasía…  Nada real… 
  Hay un lugar donde me encanta pasear de vez en cuando, y con mayor razón en estos tiempos en los cuales la mayoría, cansados de descansar, tenemos que sacar algún tiempito para procurarnos un poco de cansancio.  Sentisemo es una cueva maravillosa, iluminada por luces de todos los colores que impregnan el ambiente de exquisitas siluetas.  Escapando de mí llego a Sentisemo para encontrarme conmigo.  Aquí puedo contemplar la inocencia de la creación. En Sentisemo, mi soledad me permite apreciar la multitud que llevo conmigo porque encuentro el mundo real, ese mundo invisible en la visibilidad. Mientras camino por Sentisemo observo a un hombre de mediana edad en medio de una jauría de ocho lobos.  Me llama la atención la forma tan disciplinada como se encuentran distribuidos los animalitos a cada lado de su amo.  Intento seguirlo con la esperanza de entender el motivo o la razón por la cual los ocho lobos fungen como guardaespaldas de este elegante caballero… sin embargo, la jauría agresiva se opone furiosa, amenazante… esto me obliga a desistir de esta idea y me detengo en una esquina sin saber hacia dónde reanudar mi paseo.  Hoy Sentisemo está más subyugador que de costumbre; hoy más que siempre los espejos refulgen cual cielo henchido de estrellas… me detengo un largo rato a observarme en las distintas imágenes que destellan los cristales.  Al cabo de un rato, atrapa mi visión una dama que anda paseando con su perrito por un parque.  Me recordó al hombre que paseaba escoltado por una traílla de ocho lobos.  Entonces me le arrimo con la intención de indagarle al respecto. Luego del saludo normal, le pregunté a esta dama por el señor de los ocho perros guardaespaldas y ella me dio algunos detalles que lograron inquietarme un poco. ¿Don Rasgulio, dice usted?  –inquirió la señora en tono displicente- pues mire, ese viejo ha sufrido muchas decepciones por parte de varios de sus seres queridos más cercanos; historias de robos, traiciones y todo tipo de burlas y ofensas, y por eso desde hace algún tiempo ha decidido rodearse de estos animalitos y convivir únicamente con ellos; con ninguna persona habla ni comparte.  El viejo se basa en aquella filosofía popular que dice que: “entre más conozco la ser humano, más amo a mi perro”.  Y yo estoy de acuerdo con esta teoría, sabe?  Yo estoy segura que el ser humano es el ser más vil de la naturaleza.  En cambio, los animalitos solo saben amar.  Esos ocho perritos a nadie le permiten acercarse a don Rasgulio, ni cerquita a la villa donde viven; ellos son los guardianes.  Al despedirme de mi informante mis pasos me llevaron sin mi consentimiento o quizás guiados por los gritos de un hombre pidiendo auxilio, a una lujosa residencia… a medida que me acercaba se hacía más evidente la angustia de alguien clamando auxilio.  Al llegar al hermoso y fastuoso enverjado, cuatro lobos saltan a defender su territorio con ferocidad…  en esos momentos se escuchan unos frágiles lamentos pidiendo agua…  luego de unos instantes… Don Rasgulio murió sin recibir socorro, pero custodiado por sus nobles guardaespaldas…
Estando yo muy joven, por allá en los años 90s. tuve una paciente muy especial.  La señorita Lucia era una paciente totalmente postrada, tampoco hablaba y decían que no escuchaba.  No recibía comida, cuando se le Iban a dar los alimentos ella cerraba la boca y no había forma de que la volviera a abrir.  Muy angustiada porque mi paciente no comía absolutamente nada, se me ocurrió decirle: “Señorita Lucia, si usted no come se va a morir y yo me voy a quedar sin trabajo…”.  Fue así como empezó a medio comer un poquito de todo lo que se le daba.  Así estuvimos más o menos cuatro meses.   La señorita Lucia, nunca tuvo hijos, sí crio a dos sobrinos huérfanos y vivía con uno de estos, el sobrino Psiquiatra quien no se decidía a salir del closet y la hermana de éste, que era casada y vivía aparte.  Estos dos sobrinos hacían todo lo que hubiera que hacer por tener bien, o al menos lo mejor posible, a su tía madre. Problemas de dinero o por dinero no había, sin embargo, la salud de la señorita Lucia empeoraba.   Un sábado, lo recuerdo muy claramente después de muchísimos años, cuando la estaba aseando vi que tenía en el píe izquierdo un extraño morado.  Yo tenía claro que ella no se había golpeado, entonces pensé: “hummm ya llegó el final…”.  Yo tengo un extravagante talento y es que, dependiendo de mi observación de un paciente, puedo darme cuenta, con bastante aproximación, cuánto tiempo de vida le queda.  Yo no sé si esto es una virtud o tan solo es una fatal coincidencia.   Entonces, ese sábado que le vi el morado en el pie izquierdo a la señorita Lucia, llamamos al médico y le aumentó la dosis de medicina y pronóstico el desenlace por ahí para la próxima semana.  Sin embargo, yo la veía cada vez peor, volvió a no comer, pero ya no le dije nada, porque yo sabía que estábamos en las últimas…  Llamé a los sobrinos y estos llegaron a eso de la una de la tarde y la señora me preguntó: “¿cómo ve a Luchita, si llega a la próxima semana…?”  No me sorprendió la pregunta tal vez porque la respuesta la tenía muy clara y bien identificada, entonces le dije: “yo le diría que no llega a las cinco de la madrugada…”   Todo esto sucedió el sábado, todos nos reunimos alrededor de la cama de la señorita Lucia y pasamos la noche en vela; a eso de las cuatro de la mañana, la paciente fijó su mirada en mí, en ese mismo instante yo recordé que yo le había dicho que ella “no se podía morir porque yo me quedaba sin trabajo”, entonces un sentimiento extraño me acercó a ella y le dije al oído: “váyase tranquila y me cuida desde el cielo…”, en ese mismo instante…   Cuando la solté, un cuadro con la fotografía de la señorita Lucia que estaba colgado en la pared, al espaldar de la cama, se cayó, se quebró y ella murió… Todo esto sucedió de manera simultánea. Hostorias que me cuenta mi hermana Mary Celly que ejerce esta noble profesión.   Imágenes de internet
  Me encanta sentisemo; este maravilloso planeta me brinda la fantástica oportunidad de encontrarme cara a cara con mis envidias, mis odios, mi vanidad… y todas sus derivaciones de sentimientos, sensaciones y emociones vergonzosas y vergonzantes que me niego a reconocer en mí y que, sin embargo, identifico tan rápido en el prójimo.  En consecuencia, con cierta resistencia, muy de vez en cuando suelo darme un corto paseo por sentisemo, el mágico espacio en donde conviven, en una constante guerra por la paz, mis ángeles y mis demonios; cada uno de los cuales presume y asume ser la voz callada de la Divinidad, en equilibrio y equidad intachables. En este momento deambulo por un tranquilo pueblo de calles irregulares, unas muy anchas otras muy estrechas, algunas planas otras montañosas; en donde la riqueza y la pobreza jamás se podrán ver tan solo como la recompensa de la consciencia interior que se manifiesta magnánima en ambos sentidos y en toda ocasión; aquí existe un solo tipo de personas, donde la igualdad es visible y elocuente en medio de una infinita diversidad de formas y estilos.  Luego de divagar por largo rato, buscando con relativo recelo y angustia aunque fuese un poco de coherencia, esa propiedad del ser racional que se nos extingue a pasos colosales; de pronto divisé a lo lejos un espeso bosque que me genera una enorme curiosidad; me acerqué sin temor ni timidez algunos porque aquí: “todos somos iguales”, pensé… El exuberante bosque no era otra cosa que una caterva de personas que iban y venían cual rama de árbol al vaivén del viento… de pronto puedo identificarme en un rostro desconocido, pues veo el reflejo fiel de un hambre insaciable de coherencia… al parecer él tampoco podía encontrar el objetivo de esa búsqueda que compartimos.  No sé por qué me causó tanta risa descubrirme en aquel semblante; me reí tanto que una vez llegué frente a este rostro que tan bien me reflejaba en ese momento, desdeñé mi búsqueda de mí y me senté por largo rato a observarme en forma y estilo tan disimiles a los míos, extasiada me contemplaba por fuera de mí.  Esta imagen mía, por fuera de mí, me permitió darme cuenta que la solución no es simplemente andar persiguiendo la coherencia; no, el dilema es mucho más profundo, el remedio radica en eliminar mi incoherencia. Me veo en un hombre calvo, gordo, muy mayor; perteneciente a una comunidad cristiana.  Vive en el centro de ciudad, justo al frente del parque principal, a una cuadra de la parroquia.  Al lado derecho de la casa de este hombre funciona una discoteca muy concurrida y al lado izquierdo de la misma, queda un juego de billar (música y trago) que trabaja desde las ocho de la mañana hasta las dos de la mañana del día siguiente.  En la entrada de su casa, el hombre tiene alquilado un local donde funciona un pequeño bar desde muy temprano en la tarde hasta las primeras horas de la madrugada. Pues bien, este hombre, quien socialmente es distinguido y reconocido como una persona de bien, fiel cumplidor de normas y leyes y ejemplo a seguir para la colectividad en general; hace algunos días, desesperado porque el estrépito de las campanas de la Iglesia Católica todos los domingos a las seis y treinta de la mañana no lo dejan dormir o que lo despiertan muy temprano, no sé, para el caso viene siendo lo mismo, entabló una demanda contra el cura párroco para que sea eliminada esta tradición para los católicos de las campanas llamando a la Santa Eucaristía, pero que a él mucho le disgusta. Muy rápido salí de sentisemo para continuar con mi habitualidad; sin embargo, no pude pasar por alto esta vivencia porque, gracias a ella, me permití aceptar ciertos rasgos de mi imprecisa personalidad.  Sí, yo también creo que justicia es tan solo lo que a mí me conviene; si, yo también defiendo mis intereses aunque tenga que pasar por encima de los ajenos.  Asumo mi responsabilidad de hacer esto en contra de mi consciencia que me está diciendo a gritos que: “no puede haber intereses separados porque todos somos una sola humanidad”. 
RENUNCIARÉ Al criterio que me muestra criminales y santos, Parásito que se alimenta de la fetén realidad y Carcelero fiero y perpetuo de la VERDAD.   RENUNCIARÉ Al lenguaje promotor y germen de ricos y pobres, Manipulador del justo equilibrio de la naturaleza Siempre magnánima a la hora de RECOMPERNSAR.   RENUNCIARÉ Al sentimiento alimentador de negros y blancos, Cloaca milenaria de odios y resentimientos Que menoscaban la humanidad de la HUMANIDAD.   RENUNCIARÉ Al pensamiento disfrazado de temores y odios, Aposento rentable del dolor y el sufrimiento Porque inhibe y ahuyenta el RAZONAMIENTO.   RENUNCIARÉ Al sueño aciago propagador de injusticia y justicia Alcahuete que inhibe mi responsabilidad personal, Relator de cuentos que niegan la PERFECCIÓN.     RENUNCIARÉ Al juicio divisor, Falso juez… Impostor de Dios…   Magnolia Stella Correa Martínez Colombia 2020
  Daniela Alvarez es una hermosa barranquillera, Señorita Colombia en 2011.  Luego de su participación en Miss Universo 2012, sus admiradores se acostumbraron a verla como presentadora de televisión, modelo de diferentes marcas y como influenciadora en las redes sociales.  Pues esta exitosa mujer es ahora un ejemplo extraordinario de cómo darle la vuelta a una dificultad para hacer de ella una oportunidad.  Hace pocos meses Daniel Alvarez sorprendió a sus seguidores con la noticia de sus problemas de salud, pues con solo 31 años de vida es diagnosticada con una masa en su abdomen que debe ser operada.  Luego de esta cirugía, los médicos le confirmaron que tenía una isquemia en su pie izquierdo por lo cual había que amputárselo. Escuchar a esta joven y bella mujer, apenas a horas de haber salido de semejante cirugía, hablar con ilusión y entusiasmo, sinceramente transmite un mensaje de esperanza y ánimo.  Con un tono de voz alegre y contagioso comenta que lloró en el instante que le dieron la noticia de la amputación pero que de inmediato reflexionó y pensó en cómo adaptarse a la prótesis.    Con la certeza de que va a volver a hacer todo lo que le gusta en la vida como bailar, nadar, correr… cuenta que ya se está preparando para dar charlas de superación personal.   Francamente esta mujer sí demuestra con su ejemplo de vida que la cruz pesa, pero también afianza.  En realidad, esta MUJER nació superada e insuperable.Mis respetos Daniela Alvarez  
La historia de la humanidad es el constante relato de una barbarie irracional que se sucede cada vez con mayor fiereza en brutal batalla por imponer unos intereses personales amañados y perniciosos… Es demoledor para la razón contemplar la imagen de un “policía” blanco que apoya su rodilla sobre el cuello de un hombre negro en el piso, descargando su peso físico sobre ese cuerpo derrotado.  ¿La razón? Para muchos: racismo; el blanco mató al negro…  para otros: abuso; una autoridad que tortura a un ciudadano indefenso.  Para mí: la deshumanización aberrante y galopante de la humanidad.  Esta realidad no se puede ocultar tras el velo de algún pretexto porque tiene un fondo muy profundo. No considero justo llamarlo “abuso de autoridad” porque esta acción excede el abuso y pasa a ser un acto descomunal criminal; y tampoco puedo llamar autoridad a quien se vale de tan cruel tortura para cumplir su misión.  Ergo, derivada de esta sin razón vemos otra sin razón no menos irracional.  La batalla continúa ahora desde otro lado de la mesa. En seguida apareció el aprovechado de la lógica indignación general; un “hombre” blanco que le roció gasolina a un policía blanco en la espalda y le prende fuego en medio de una “protesta social”… para luego perderse en la multitud delirante.  Cuál es la emoción que orienta un comportamiento semejante? Odio, venganza, rabia, dolor…? La mezcla de todas?...  Es una emoción espontanea o cohibida? No sé, yo creo que es usufructuar la ocasión para desfogar un instinto caníbal reprimido. La protesta social ha sido un movimiento que ha logrado innumerables avances para la sociedad a lo largo de su batallar; sin embargo, hoy en día está siendo permeada por una curruca destructora y destructiva acorralada por su libertad y verdugo de su justicia.  En el discurso amañado de “justicia social” se gesta un levantamiento vindicativo, rencoroso y resentido que resulta muy conveniente y beneficioso para algunos mientras provoca una inhumana segregación de la sociedad entre buenos y malos, cada vez más abismal.  Ahora como siempre, la Humanidad depende de la humanidad, sin embargo, el ser humano inhibe al Ser Humano. Las diferencias sociales son un eco de la diversidad de la naturaleza; está en cada individuo aprovecharlas o acomplejarse. Trabajo y aceptación suelen ser base de superación.  
   Cansada de llamarte yo construyo mi vida, Mis gritos son un eco que me suena por adentro, Pero mi lamento inútil nunca obtiene respuesta; Al parecer se ahoga al transcurrir mis días. Los pasos se me agotan mientras te voy buscando... Mi esperanza se esfuma al compás de mi tiempo.   Aunque etérea y confusa, jamás serás deshecha. Accesible y esquiva, son dones que me ocultan tu gracia, Sin embargo, algunas veces terca y otras tantas humilde, Descubro muchas huellas que me dejan tus pasos. Pero al intentar seguirlas y andar por tu camino, Una mínima sombra disuelve mi sendero y deshace mi andar. Inmutables y eternas son las leyes que rigen tu existir. En dosis simuladas marcás los derroteros que guían mi consciencia… No sé si diluida en un disfraz de soberbia o humildad. Por si de repente un día me quisieras contestar… ¿Por qué, entre más evidente es nuestra realidad material,              Menos visible te volvés, inmaculada VERDAD?
El asombro que provocó esta pandemia en el mundo, llegó casado con la esperanza de reflexionar acerca de nuestra relación interpersonal y con el entorno.  Sin embargo, a medida que fuimos saliendo de la sorpresa y aprendimos a ver esta circunstancia como una nueva realidad, también esa ilusión de ser mejores personas se ha ido difuminando en la consciencia natural de la “individualidad”. Vemos cómo los pacientes contagiados, así como las comunidades más susceptibles a contraer el virus son rechazados por una sociedad que se proclama unida y unificada por la misma dificultad; la misma sociedad que ha entendido que ahora “unos somos todos y todos somos uno”; esa sociedad que ha comprobado que, hoy más que nunca, el Ser Humano depende del ser humano.  De igual manera y en el entendido de que todos estamos pasando por una situación complicada por lo desconocida, tampoco veo ni lejos, la tan cacareada igualdad social.  Es lógico que el problema económico es una derivación primordial de esta situación y para todo el mundo representa una incertidumbre, no obstante, también es cierto que no todos tenemos la misma capacidad para sortear la vida económica.  Y esta diferencia también subsiste en esta emergencia.  Es así como se ponen de moda los conciertos virtuales pagados, con palco y salas vip, obviamente a mayor costo.           En conclusión, ni el famoso virus ha logrado unirnos en torno al Ser Humano, que es el único que no tiene privilegios ni poquedades…  tal vez la desigualdad social de la que tanto nos quejamos no es más que la respuesta de la naturaleza que tan solo sabe de complementos; probablemente la única diferencia radica en el trabajo interno, aquel que le corresponde a cada uno, donde nadie más puede interferir; quizás la idea del Creador es darnos la opción de escoger el camino…  
En la actualidad, la mujer ha asumido la responsabilidad sobre su vida y sus circunstancias; se entiende que la igualdad de género significa cero privilegios para ambos sobre la base de que las debilidades que sustentaron el abuso masculino han sido superadas.  Así es que, en el mejor de los casos, la mujer hoy en día trabaja hombro a hombro en conjunto con el hombre; poco a poco la mujer se ha concientizado de su poder espiritual y de su capacidad intelectual con lo cual ha logrado conquistar su independencia económica, mental, social, etc.  Sin embargo, de ahí a la mujer autónoma en realidad aún faltan algunos detalles.  Miren amigos esta simplísima historia de la vida real que les voy a referir, común y recurrente, por demás.   En días pasados, a eso de las 8:30 de la mañana, en pleno centro del pueblo una señora es atracada por un joven que se movilizaba en una bicicleta.  Ante la gritería de la dama, muchos vecinos salieron a la calle.  Dicen que en la esquina había un grupo de caballeros que gritaron: ¡cójanlo, cójanlo!, cuando el joven pasó en bicicleta por el lado de ellos.  Se escuchó decir en los corrillos del vecindario que uno de estos caballeros dijo: “ah, pues uno pa’qué se mete, hermano… si fuera la gente de uno, pues todavía…”.  Como es lógico, las críticas y murmuraciones en contra de este vecino por no salir en defensa de la señora atracada fueron la comidilla general.  Lo menos que recibió este valiente vecino de parte de las mujeres fue un rotundo madrazo; el resto del grupo de caballeros extraña y lógicamente callados.  Y es razonable, la mujer ha vivido sometida y dependiente del amparo y protección del varón a lo largo de la historia de la sociedad, sin embargo, no podemos seguir proclamando igualdad de género y al mismo tiempo reclamando privilegios de uno sobre otro; la igualdad de género no puede tener excepciones.   Cuando la mujer encontró el respeto a sí misma dentro de sí misma, logró asumir el control de su vida y el manejo de sus circunstancias. En mi opinión, ni igualdad de género ni superioridad de género; sí creo ciegamente en el complemento del uno con el otro; sí le apuesto firmemente a trabajar juntos por el desarrollo y evolución de la vida en este planeta. 
Es asombroso a lo que nos ha ido llevando poquito a poco y sin que nos demos cuenta, la cruenta guerra informativa por medio de la cual quedó abolido el respeto por la verdad para legalizar el rumor malintencionado como arma letal para demeritar al opositor; a falta absoluta de argumentos y soluciones, cada lado acude a pisotear la dignidad del otro con lo cual han conseguido, además de aplausos de sus seguidores, la desconfianza de los otros, y en este pervertido juego terminamos todos sometidos a un régimen de terror y horror que nos autorizó a escoger qué creer; para desgracia de la humanidad, creemos siempre la versión más proterva. La información es ahora el instrumento más versátil para fomentar la ignorancia mediante la desinformación; es tan enorme el volumen y el nivel de conocimiento que nos permite aceptar y reconocer cuanto demonio crea la mente humana.  Entre más funesto, deshonesto y letal sea el análisis muchos más “cerebros” asimilan la idea. Sin embargo, escarbando en la desconfianza me encuentro con algo que me brinda mucha confianza…  sí, y es que ante tanto argumento de ambos lados, no puedo creer en ninguno.   Ante semejante alarma mundial, que tiene acorralada a la estructura en toda parte, es demoledor y hasta desilusionador que quienes ostentan el honroso talento para generar opinión se detengan en la difusión del análisis de teorías conspiratorias que son fruto de la imaginación sin mayor fundamento en la razón y que pasaron de ser un arma para debilitar la economía China por su incontenible auge a concluir que fue un invento chino para controlar el exceso de la población mundial.  Ante la imposibilidad de que ambas teorías sean ciertas, entonces simplemente se aniquilan entre sí porque no hay pruebas ni de lo uno ni de lo otro; se desmienten la una a la otra no sin antes haber generado pánico, zozobra y desconfianza en una población incapaz de descifrar que la realidad le está gritando la VERDAD. Y es que buscar culpables en una coyuntura tan apretada si resulta muy poco noble para saciar la sed de fe y esperanza que tiene la humanidad de volver a creer en la Humanidad; endosar culpas los unos a los otros y viceversa es contraproducente con la necesidad del ser humano de recuperar la confianza en el Ser Humano. Hoy como siempre la Humanidad requiere de nuestra humanidad… ahora más que nunca el Ser Humano depende del ser humano.
    Sobre ascuas encendidas he recorrido el sendero, dando pasitos muy lentos para escalar la montaña; Fueron muchas las espinas y una que otra pesadumbre las que frenaron mi paso sin detener mi camino; Tuve unos días muy grises y algunas noches muy claras, que formaron los cimientos para cumplir mi propósito; Entre amigos y enemigos me tocó abrirme paso, mientras llegaba a la cima recibí más de un codazo.   Cuando miré para atrás me estaba esperando el diablo, al mirar hacia adelante me llamó un Ángel Divino… Arriba de la montaña me encontré con unos cuantos, algunos me conocieron y todos a mí se abrazaron; En medio de aquella euforia que ocasiona algunos logros, ignoré aquellas punzadas que adornaron mi faena…   Agradecer los demonios que me hicieron ver a Dios, agradecer por el golpe que me empujó hacia adelante.    Cuando me encontré en la cima, sonriendo miré hacia abajo; nada me era conocido, ni personas ni lugares… Fue entonces cuando vi al Ángel que su mano me extendía, me ofrecía su voluntad para atender mi destino… Esta vez no lo seguí y me quedé en las alturas, gozándome de placeres y también desconociendo que existen los otros seres… Terminados ya los goces me miré y estaba sola… y aquí estoy al pie de la loma para reiniciar la cuesta de la mano de mi Ángel.    
Sobre ascuas encendidas he recorrido el sendero, dando pasitos muy lentos para escalar la montaña; Fueron muchas las espinas y una que otra pesadumbre las que frenaron mi paso sin detener mi camino; Tuve unos días muy grises y algunas noches muy claras, que formaron los cimientos para cumplir mi propósito; Entre amigos y enemigos me tocó abrirme paso, mientras llegaba a la cima recibí más de un codazo.   Cuando miré para atrás me estaba esperando el diablo, al mirar hacia adelante me llamó un Ángel Divino… Arriba de la montaña me encontré con unos cuantos, algunos me conocieron y todos a mí se abrazaron; En medio de aquella euforia que ocasiona algunos logros, ignoré aquellas punzadas que adornaron mi faena…   Agradecer los demonios que me hicieron ver a Dios, agradecer por el golpe que me empujó hacia adelante.    Cuando me encontré en la cima, sonriendo miré hacia abajo; nada me era conocido, ni personas ni lugares… Fue entonces cuando vi al Ángel que su mano me extendía, me ofrecía su voluntad para atender mi destino… Esta vez no lo seguí y me quedé en las alturas, gozándome de placeres y también desconociendo que existen los otros seres… Terminados ya los goces me miré y estaba sola… y aquí estoy al pie de la loma para reiniciar la cuesta de la mano de mi Ángel.    
¿Amigos, me ayudan con esta adivinanza? ¡por favor! Es una tarea para mi sobrinito de siete años.  No tiene consciencia, Sí mucha experiencia, Esparciendo simientes, no hay quien la supere; Es inmaculada cuando hace de juez Y ella es la víctima al ser la acusada.         Por brincona y venenosa, tras las rejas la malcriada. Me duele verle sufrir, porque sé que también es noble; Aunque para ser sincera, me hiere su pataleo, Entonces así enlazadas, yo me condeno con ella.    Cuando cumpla la condena, podrá salir a la calle, Esperamos no reincida y caiga en trampa mortal Porque juzgada por la sociedad, logrará cadena perpetua. Por ahora, ya en la cárcel, debe aprender la lección.   ¿Quién y cómo está prisionera?   Magnolia Stella Correa Martínez Colombia 2020
En estos momentos de miedo y angustia, florece la esperanza de un mundo mejor; En esta penumbra se asoma la Vida, pidiendo el auxilio de la humanidad, Tendamos la mano, sanemos heridas, escuchemos su grito por nuestra hermandad: Siento que la Vida, ahora amenazada, saldrá victoriosa porque es inmortal.   Que este trago amargo que ahora bebemos, nos deje un sabor dulce de fraternidad; Hoy nos une el miedo y nos confina a todos en un mismo nicho de temeridad; No éramos tanto y nos creímos  mucho; aun siéndolo todo… nos sentimos más, Unamos la especie y juntemos nuestras almas, hagamos las paces con la creación.   Cuando pase el miedo que hoy nos aqueja, tengamos en cuenta al Ser Superior… Volvamos adentro a buscar la esencia, la UNIDAD nos llama para continuar… Continuemos juntos que no estamos solos, ahora ya nos une un Poder Superior. El mismo Poder que hasta ahora ignoramos, será nuestro apoyo en el batallar.    No existe otro sitio… ya se agotó el tiempo…  Este es el espacio y el momento es YA.   Magnolia Stella Correa Martínez Colombia 2020
Libero a la religión de su culpa por engañarme al decir que la iglesia es la casa de Dios y cuando lo fui buscar, jamás allí lo encontré.  Ahora sé que yo soy la casa de Dios y que aquí lo puedo encontrar en el momento en que yo lo decida. Libero a la ciencia de la presión que le impuse para que probara o negara de manera contundente la existencia de Dios, porque esa evidencia solo la puedo encontrar en mi percepción individual, de tal manera que solo yo lo puedo comprobar o desvirtuar.   Libero al bien y al mal porque esconden el equilibrio del universo y manipulan el propósito del creador, por lo cual no son más que  un jocoso  disfraz de la justicia divina, que tampoco asigna premios ni reparte castigos, pues solo recibimos merecimientos. Libero al Ser Humano de sus derechos para que asuma su responsabilidad en el proceso de la creación y tome el control de sus circunstancias porque tiene el poder y la autoridad sobre sí mismo, porque su único derecho es su deber de ser feliz. Libero al amor necesitado de reciprocidad y al odio que requiere perdón; porque ambos no son otra cosa que la máscara de gas que ahoga mi Ser Divino y esclavizan mi libertad haciéndome olvidar que yo soy mi único amo y mi propio siervo. Libero al mundo de la obligación de indicarme o descifrarme la verdad que se encuentra escondida detrás de esta cruenta realidad porque ella, la verdad, es demasiado evidente para ser visible y en extremo simple para entender su complejidad.   Libero a mi razón del poder del conocimiento exterior cuando este distrae mi visión interior desconociendo  la temporalidad de su inteligencia limitada  y la eternidad de la Sabiduría infinita porque toda teoría que pretenda corregir lo perfecto es fatua. Libero a Dios de mi necesidad de Él, porque lo tengo, es mi prisionero, y mis cinco sentidos son sus carceleros, siempre alertas y vigilantes para que Él no pueda escapar. Libero a…  SÍ, ACERTASTE.  No fue más que una ilusión, un sueño del que despierto y me encuentro inmersa en mi inútil y fantasiosa ideología… esclava  de mi irracionalidad que se embulle mi razonamiento.  Ilusión, sueño, fantasía… de la cual no me sé liberar… CONSCIENCIA y SABIDURÍA me son extrañas.   Magnolia Stella Correa Martínez Colombia 2019  
Amparándose en un dictamen psicológico que le diagnóstico una severa depresión por causa de su embarazo y haciendo uso del derecho a decidir sobre su cuerpo, una mujer resuelve abortar a la criatura de 7 meses de gestación.  Esta historia trae a mi memoria un episodio del cual puedo dar fe.    Recuerdo como si fuera ayer, pero ya hace 24 años, cuando nació Miguel Ángel, sietemesino; yo los fui a visitar cuando llegaron de la clínica; era tan pequeñito que cabía en mi mano.  La mamá me contó que tendría que hacerle masajes durante algún tiempo hasta que el bebé alcanzara su desarrollo normal.  Yo salí bastante afectada  y hasta incrédula de la posibilidad de que este niño llegase a tener un peso normal.  Sin embargo, a los 15 días que volví a visitarlos: ¡Oh, sorpresa!...  Miguel Ángel era ya un bebé con talla y peso acordes con su edad.  Como ya dije, hoy en día Miguel Ángel tiene 24 años, es una persona normal, un muchacho universitario que va y viene sin limitaciones.  Se quedó como único hijo de esta pareja. Volviendo al caso poco usual, de la mujer que decide interrumpir su embarazo tan avanzado atendiendo a un concepto científico sobre su salud mental, han surgido en Colombia todo tipo de razones y argumentos tanto a favor como en contra de este hecho; tan válidos para unos como inválidos para otros y viceversa; como siempre y como en todo: “esto se reduce a una simple percepción individual”.  En definitiva, el Ser Humano no encuentra la unidad que le indique el rumbo.   Razones jurídicas justificadas en leyes incompletas o confusas que sirven en la misma medida para culpar o liberar a la mujer involucrada y a quienes practicaron el aborto “legal” para algunos, para otros “ilegal” Argumentos científicos que prevalecen la condición emocional de la madre porque la depresión pone en riesgo su vida y que encuentran en el aborto la única solución eficaz contra esa enfermedad. Ni hablar del análisis religioso que mientras por un lado invoca la voluntad de Dios por el otro nos está hablando de pecado; y juzga y condena… Al fin qué, se hace la voluntad de Dios o el Ser Humano se le salió de las manos a su Creador y está haciendo lo que quiere? Reconozco avergonzada que mi incesante pensadera solo me ocasiona confusiones irresolubles y por eso cuando trato de escudriñar en mi consciencia la voluntad de Dios, solo atino a preguntarme: “¿conoce el Ser Humano el pensamiento de Dios, conocemos Su concepto de vida y muerte?...”.  Y… si fuera posible que Dios no hiciera distinción entre vida y muerte…?  Será… que el Ser Humano llega a este mundo dotado de su fiscal y su juez propios, que llamamos consciencia, y siendo así, todo se limita a ella, a su juicio… y solo ella nos libera o nos condena?  Sigo sin respuestas… casi sin criterio propio porque la realidad está empecinada en ocultarme la verdad por toda la eternidad… en consecuencia, no sé qué tan cierta o falsa es esta realidad…
Aún en medio de la sinrazón, todo en la vida tiene su razón de ser.  Muchas veces la vida en medio de la cotidianidad nos lleva a unas experiencias tan inolvidables, como inapetecibles, que indican a gritos que la riqueza de la vida navega en la plena certeza de su absoluta incertidumbre.  Ergo, hay rutinas que coinciden y nos dejan sorpresas que confunden. Como es su rutina diaria, después de cumplir su jornada laboral, un médico bogotano sale de la clínica en horas de la noche para ir a su casa; cruza un solitario puente.  De repente este hombre comprometido con la vida y acostumbrado a defender la del prójimo, se ve forzado a proteger la propia cuando su sendero rutinario coincide con el de tres hombres adultos habituados a exponer la suya, su vida, en un juego macabro del cual han resultado siempre ganadores… hasta que la maliciosa vida confronta estos hábitos, estas dos costumbres tan opuestas entre sí, en un fatídico encuentro que nos deja cuatro perdedores luego de que el médico debilitado por  heridas de puñal y golpes con la cacha de un arma de fuego recibidos, saca su revólver y dispara a la humanidad de los tres hombres que hoy compartieron su sendero… sí, los tres dejaron su vida en manos de quien la cuida y la defiende a “toda costa”… Todo tipo de argumentos jurídicos y emocionales se manifestaron en defensa de la actitud del profesional.  Desde luego toda la sociedad colombiana se solidarizó con el médico bajo la premisa de que “cualquiera en su lugar habría hecho lo mismo”… yo también. Es evidente que yo también tomo partido del lado del médico; queda claro pues mi apoyo y respaldo incondicional para con este hombre ante la dura prueba que le ha tocado sortear; no obstante, no encuentro MI respuesta a una pregunta hipotética que nos hicimos todos buscando la defensa del médico. ¿Qué habría pasado si este médico no portara esa arma? La única respuesta que se nos ocurrió fue “el muerto habría sido el médico”…  ¡Tal vez! En medio de mi incesante pensadera y validando esta posibilidad, se me ocurre otra igual de incierta: “tampoco habría sucedido el asalto”…  ¡Quizás! Quién sabe…  no lo sabemos; jamás sabremos a ciencia cierta: ¡qué sentido tiene semejante sinsentido…, cuál es la razón de tamaña sinrazón…!. 
Por fin se llegó el día y la hora de la fastuosa celebración de los 50 años de Arcadio; se cumplió el plazo; ya todo está contratado para el próximo domingo; sitio adornado y dispuesto; comida, licor, servicio de meseros; alojamiento para quienes vienen de lejos; etc..  Absolutamente nada ha quedado por fuera, excepto los caprichos de la vida; los planes de la vida fue lo único que no podían prever Arcadio y su familia para el gran festejo.  Sin embargo, la vida y la muerte, en medio de su convivencia  tenían concertada una cita puntual para esta ocasión…  El día anterior a la reunión, a las 10:10 de la mañana un infarto fulminante segó la vida de Arcadio… Pero la ambición del destino no la puede adivinar la mente humana; esta vez el caprichoso destino quería más…, no le fue suficiente con este durísimo golpe a esa familia. Una vez han concluido las exequias, con gran afluencia de su parentela, que había llegado de otros pueblos a la celebración del cumpleaños de Arcadio, saliendo del cementerio luego de asistir al sepelio de su cuñado, la esposa de Armando, hermano de Arcadio, sufre un infarto fulminante que acabó con su vida ahí mismo, en la puerta del cementerio… “LOS CAPRICHOS DEL DESTINO SON TAN INCONOCIBLES COMO INSACIABLES…” 
Una vez pasado el tremendo susto que sacudió a todo el país el pasado jueves, pasada  dicha tormenta tanto real como ficticia, lo único claro es que ha sido un fantástico aprendizaje para todos los colombianos de todas las tendencias.  1)      Aunque nunca se supo cuál fue la veracidad de la amenaza, lo cierto es que aprendimos a los tumbos, que no se le puede hacer mucho caso a las redes sociales como tampoco se pueden desconocer.   Sobre todo, entendimos que son manipuladas con el único criterio de hacerse conocer y esa razón es suficiente para escribir cualquier cosa que genere likes y se vuelva tendencia.   También aprendimos que  las redes sociales son un medio perfecto para diseminar cualquier sentimiento o emoción, el que más rentable resulte según el momento de pasión del personaje.   2)      Que unos 450.000 nobles compatriotas (1% de la población, aprox.  48.000.000) tengan 450.000 dudas e inquietudes para protestar, todas igualmente válidas,  es apto para detenerse y reflexionar sobre la lucidez de los dignos protestantes.  Es importante analizar de manera muy seria la propuesta de la ex reina-modelo-actriz-presentadora que reclama por cambiarle la letra al himno nacional porque es muy bodrio.  Protestar por cambiarle la letra al segundo himno más hermoso del mundo, me parece consecuente viniendo de una persona que le debe todo al país, pues ella desarrolló toda su carrera profesional en Colombia y si no se le eriza la piel ni se le encharcan los ojos al escucharlo, como al resto de colombianos, vale la pena destacar las motivaciones de su reclamo, a ver si de pronto  consigue que se nos quiebre la voz en la garganta al entonar el himno modificado por ella.   3)      El valor y aprecio de la inmensa mayoría de colombianos por su fuerza pública,  pues no fue suficiente (aunque si oneroso) el odio y el resentimiento que de manera constante publican varios personajes que atacan al estado del cual viven, desde dentro del mismo estado que los mantiene.    El 99% de los colombianos vemos en las Fuerzas Militares el gran sostén de nuestra  frágil  y escaza democracia, nuestro valor fundamental.  El 99% de los colombianos tenemos en la Policía Nacional un guardián del orden y la seguridad ciudadana.  En ambos casos, el 99% de los colombianos hoy solo respira gratitud y reconocimiento a la fuerza pública por el heroico  cumplimiento de su deber.  SON NUESTROS HEROES, jamás serán los enemigos del pueblo aunque uno que otro lo pretenda. 4)      Nos obligó a unirnos en torno a lo nuestro, nos despertó el sentido de pertenencia por nuestro sistema de gobierno, por nuestro modelo económico, por nuestra raza y nuestra idiosincrasia.  Sin embargo, también hay que entender que el 1% tiene una visión distinta de país y de ellos también podemos aprender para continuar creciendo con el aporte de todos.  Como el reconocido actor de talla mundial que lo motivó a protestar el hecho de que a él (al citado individuo) la derecha solo le sirve para la intimidad consigo mismo.  Debe tener una propuesta muy novedosa y coherente con su experiencia profesional, ya que él ha recorrido el mundo y ha tenido la inmaculada oportunidad de apreciar, así sea por periodos de tiempo cortos, las condiciones de vida de los pueblos que viven bajo regímenes políticos y económicos de izquierda y en ningún momento él pretende un desastre para su país ni para su gente.    5)      Nunca serán suficientes los recursos asignados a la educación. A pesar del enorme esfuerzo que hace el estado por subsidiar a los estudiantes, estos tienen muchos reclamos y son los convocantes a la protesta, luego se les fueron sumando los influencer más notorios del país, que suman millones de millones de seguidores en redes sociales.  De todas maneras ellos también hacen parte del 1% de inconformes que procuran algunos cambios  en el país.   Si son tantos los seguidores en las redes sociales, hay que atender qué tiene para proponer  la señora influencer a quien  descubrieron destruyendo con un martillo la registradora en una de las estaciones del transporte masivo, rompiendo los vidrios en las terminales y rayando las paredes.  Su noble intención nadie la discute, pues no es fácilmente entendible que le ocasione un daño tan grande a los usuarios del transporte público que son los pobres que ella defiende.  Si en este país que tanto le disgusta, ella pudo salir adelante y ser una gran líder para la juventud, sin duda alguna su propuesta sí tiene que ser muy esperanzadora.  6)      En medio de la confusión y la incertidumbre, el Presidente en silencio y con humildad gritó: aquí el que gobierna soy yo, a pesar de los grandes jerarcas del periodismo nacional que intentaban dirigir el país desde una cabina de radio en Miami o en Madrid.   Tampoco podía faltar el eSguerrillero que envalentonado por 8 millones de votantes ahora pretendía  derrocar al gobierno elegido democráticamente por 10 millones de sufragantes; el eSguerrillero aún no se ha podido percatar  que 10 es mayor que 8 y que  en democracia  lo que da el poder son los votos, no las frustraciones ni el resentimiento que le carcome con sevicia sus entrañas y le absorbe con adefagia su razón porque a pesar de haber sido engrandecido por la gran prensa nacional, su ego lo domina y sucumbe envilecido por su nefasta personalidad. Como era apenas lógico y consecuente con su nuestra naturaleza, resultamos ser como unos 48 millones de presidentes, cada uno aportando su solución a la trifulca, obvio.  Menos mal, una luz divina nos iluminó y tuvimos que entender que el Presidente es Iván Duque para aquellos a quienes les guste y para todo a quien no le guste, TAMBIÉN. Nos quedó claro a los colombianos que la defensa propia es permitida, legitimada y consentida por la constitución, pero sobre todo, que la defensa personal es tolerada y avalada por la razón.
Para mí no tiene lógica alguna “destruir el presente con miras a construir el futuro”.  Todo lo contrario, “el progreso continuo solo es posible mediante el mejoramiento permanente y sostenido de  cada logro alcanzado.  Siempre es factible mejorar lo bueno, aunque sí requiere trabajo y esfuerzo.  Sin embargo,  por lo general resulta mucho  más sencillo y cómodo deshacer lo que a otros les costó. Creo en el valor inmedible del trabajo y esfuerzo personal como una gran herramienta para lograr avances en una sociedad.  Por esto es que yo “como todo buen pobre, tengo que trabajar como todo buen rico”.    Es mi perspectiva  de vida y la aplico en general a mi existencia; no es mi esencia destruir y esto no tiene por qué hacerme ni egoísta ni solidaria, simplemente soy yo y ya.    Desde mi condición, todo el respeto para quien no la comparta, esto tampoco lo hace ni bueno ni malo, por tanto, no tiene por qué ser  mi enemigo. Ni dioses ni diablos, todos somos seres humanos y cada uno tiene el inmaculado propósito de aportar su ánimo para mejorar el mundo, independientemente de cual sea su estilo para lograrlo.    Hoy más que nunca solo puedo aportar trabajando por el progreso de mi país; hoy como siempre dejaré el alma en mi esfuerzo por una mejor convivencia entre los colombianos.  Hoy más que siempre, hoy como nunca porto con vanidad mi orgullo de Ser Colombiana. Hoy como siempre y como nunca "COLOMBIA NOS UNE".  
En todo el mundo la sociedad está conformada por una pequeña minoría de ricos, una gran cantidad de pobres y en el centro la inmensa mayoría de la población que encuentra tantas razones para agradecer como para reclamar, cuando contempla a ambos extremos.  Siempre será válida cualquiera de las dos decisiones y ninguna de las dos tiene porque generar conflicto alguno. Agradecer por lo que se tiene es la manera más efectiva de trabajar por lo que no se tiene.  Agradecer garantiza el progreso.  De igual forma, reclamar por lo que no se tiene es una vía segura de acabar con lo que se ha logrado a punto de trabajo.  Reclamar conduce al retroceso.  Sin embargo, en decisión personal cada uno elige qué  MERECE ya que tanto el progreso como el retroceso son un simple merecimiento, porque todos merecemos y hacemos mérito para ello. Agradecer o reclamar es un albedrío  intransferible consecuente con la capacidad propia para abrigar gratitud o envidia en el corazón.  Siempre habrá quien se sirva de alguna de estas dos condiciones para bien y/o para mal.  Me permito hacerle partícipe a quien pretenda debilitarme con números, estadísticas, estudios o investigaciones que yo no soy psicóloga, socióloga ni cualquier otro profesional similar.  Esto es tan solo mi percepción frente al tema; es únicamente mi opinión personal la cual publico para compartir no para debatir.  Toda mi solidaridad para quien sabe agradecer y mi absoluto respeto por quien necesita reclamar.  Yo decido AGRADECER por todo lo que tengo mientras continuo trabajando para lograr todo aquello me hace falta.  Agradecer es un derecho y un deber conmigo misma.
  La controversia que ha generado la muerte de unos “niños” durante el bombardeo del ejército a un campamento de las farc en el Caquetá, me ha hecho recordar un acontecimiento que me sucedió durante una jornada laboral.  Esta discusión me ha impulsado a confundirme entre sí estos niños son víctimas o verdugos; pero sobre todo me ha inducido a preguntarme: Si las autoridades no pueden ni deben actuar o responder con fuerza o severidad, entonces cómo van a cumplir su deber de proteger al pueblo y al estado?, si no pueden ni deben, entonces, para qué están? cuál es su utilidad?… Iban siendo más o menos las seis de la tarde de un caluroso domingo; íbamos cinco personas (tres señoras de avanzada edad, el motorista un hombre joven y yo) en una lujosa camioneta Van blanca por una concurrida avenida en pleno centro de la ciudad de Cali.  Mientras el vehículo se encuentra detenido esperando el cambio de semáforo, de repente una turba de “niños” (el mayor no tenía más de 10 años) arremetió contra varios de los vehículos estacionados (incluido el nuestro).  De improviso, unos seis de estos “niños” embistieron contra nosotros con una vehemencia asombrosa en tratándose de personas de tan escasa edad.  Repentinamente nos vimos invadidos por la sevicia de los “teteros” (así se llama la banda) que golpeaban con palos los vidrios de la camioneta y la sacudían con una fuerza despiadada y bárbara presionando para que se les abrieran las ventanas del vehículo.  En algún instante en que miré para atrás pude ver como otra turba de “niños” armados acomete contra un furgón pequeño, lo desocupan mientras los otros amenazan y roban a los tres señores que iban ahí. Fueron muchos los vehículos atracados esta vez, porque era una nube de “niños” incontables.  El pánico que vivimos ese cortísimo minuto no tiene descripción.  Durante este tiempo, el motorista desesperado sin poder arrancar el carro, las tres señoras gritando y yo, casi paralizada al ver la furia del ataque de estos “niños”, ya ni sé cómo logré sobrevivir a este desagradable episodio.     Mientras tanto, los transeúntes iban y venían, solo se detenían a observar, con asombro y lástima, el grotesco espectáculo ya cuando había pasado el peligro para ellos.  Llamaron a la Policía, cuando llegó, el semáforo ya había cambiado, nosotros nos habíamos ido y los “niños”, también.  Ahora que veo a los senadores pidiendo a gritos la salida del Ministro, a los politiqueros exprimiendo el sentimentalismo del pueblo para el cual trabajan,  exigiendo la renuncia del Presidente a raíz de los sucedido en el Caquetá, recuerdo esta historia y me cuestiono qué habría podido hacer veinte, cincuenta o cien, o cuantos sean, policías en esta situación?.  Nada, no?. Para todos es claro que al ciudadano de bien, también nos despojaron de los derechos humanos.  Inertes e inermes nos condenaron a contemplar la vida con todos sus desencantos.
 La primavera latinoamericana nos despertó del letargo de la igualdad social, por lo alto; sobre la experiencia tuvimos que entender que el despertar de ese sueño no es otra cosa que la generalización del hambre, la miseria, el abandono, etc. en nuestra región.  No, no queremos más países destruidos ni familias segmentadas, no más ciudadanos forzados por la carencia en su país, a emigrar de su tierra  dejando tras de sí familia, amigos, cultura, etc.  por la necesidad material irracional de sobrevivir.   En la mayoría de los casos, llegando a otros países donde sufren  rechazo y aversión, en otros son tratados como  personas de categoría inferior y muchos hasta tienen que vivir en la indigencia o engrosando las cifras de la delincuencia local, con lo que ocasiona furia y desencadenan odio y  antipatía de los lugareños, como es lógico. Sí, la Primavera Latinoamericana es mucho más, es un Huracán devastador que arrasa a su paso con el fantasioso y mentiroso discurso del socialismo, comunismo, izquierda, etc. de la región.   Sí, en la práctica vemos el derroche de lujos y comodidades de estos líderes y sus familias mientras el país retrocede, las familias se desintegran y la sociedad en general padece los rigores de la pobreza extrema a la cual ha sido sometida. 
El fallido y fatídico socialismo en la calle destruye la infraestructura de chile y devasta a su nación, buscando a las malas subirse al poder; el fallido y fatídico socialismo subido al poder mediante el voto popular, destruyó la economía venezolana y  devastó a su nación…  Mientras tanto Colombia, que  no alcanza el nivel de ninguno de estos dos países y que sí tiene su ejemplo a cada lado,  da pasos largos en ambos sentidos por hacerse al gobierno del fallido y fatídico socialismo, es decir, hace todo lo posible por llevarlo al poder utilizando para ello su activo más poderoso: el voto popular; entretanto el fallido y fatídico socialismo hace hasta lo imposible por hacerse al poder mediante la única y fructífera herramienta que tiene: el discurso fantasioso y populista de la igualdad social, provocador del resentimiento social suficiente para generar caos y anarquía.  Como ha sucedido a través de la historia, amparándose en los bríos y las ilusiones de la juventud: la esperanza del mundo…  ¡vaya esperanza!… Esto parece ratificar que el Ser Humano nunca está conforme, lo cual no debe ser del todo malo puesto que cierto grado de inconformidad manifestado mediante la protesta social y reclamo equilibrado, debe ser una motivación para trabajar en procura del progreso y la superación; sin embargo, en esta situación tan particular para Colombia que observa  atento los resultados económicos y sociales tanto en Chile como en Venezuela,  la nación adhiere al hilo comunicante de estas dos situaciones extremas  entre los dos países, que aparenta ser el mismo hastío y la misma desilusión diseminadas por todo el mundo y que generan una confusión y un atolondramiento tales que impiden visualizar que la nefasta consecuencia  de esta barbarie salvaje del abuso de la protesta y el reclamo es que detiene y  retarda el progreso porque  los recursos económicos, de por sí  escasos, que se invierten en la reconstrucción de la infraestructura y el transporte público destrozados se restan de la inversión en salud, vivienda, seguridad, servicios públicos y demás programas sociales que tiene el estado para atender a su población menos favorecida.  La protesta social no debe prestarse para ser una recocha para divertir a unos cuantos ni mucho menos puede convertirse en una máscara utilizada por uno que otro para cometer algún delito; en su seriedad y pulcritud radica su efectividad.  La validez de la protesta social la avala su rectitud y honorabilidad, el vandalismo y el gamberrismo le restan credibilidad, la deslegitiman y pierde el respaldo popular.  La protesta social permeada por ideologías políticas solo sirve a los intereses de unos cuantos, mientras llegan al poder, porque después la represión no mide razones ni consecuencias. El pueblo colombiano, aunque desesperado y desamparado, está obligado a ser reflexivo y estudioso para no dejarse orientar por el discurso populachero y lastimero (venga del lado que venga), generador de odios y resentimientos, prometedor de dádivas y regalos imposibles de cumplir o que después salen muy costosos.  Solo es válido ser vulnerable y susceptible a la realidad, entender que: ·         Sea el sistema político o económico que sea, a todo estado lo sostiene su pueblo con trabajo y productividad, por tanto el estado está en la obligación de facilitar y fomentar la inversión del capital privado en el país. ·         Pobres y ricos nos necesitamos en este mundo, tanto necesitamos los pobres de los ricos como los ricos de los pobres.  Esta consciencia no da lugar a odios o resentimientos.  Entre todos construimos el mundo porque es de todos, cada uno cumple una función en él  y tenemos que aprender a convivir como mente superior, reconociéndole y respetándole a cada uno su condición. ·         El papá estado manteniendo a sus hijos ciudadanos en ninguna parte del mundo existe.  La práctica populista de subsidios y asistencias, revienta a cualquier estado sobreviniendo épocas nefastas de hambrunas, plagas, miseria y destrucción total del país, que hay que volver a construir. ·         El discurso de la igualdad social dejó de ser una fantasía hace mucho rato y pasó a ser una filosofía  que corresponde a cada uno realizarla con base en su trabajo y esfuerzo personal.  El éxito y la superación no los garantiza ningún gobierno bajo ningún modelo económico, político o social que sea.    Las oportunidades solo se encuentran detrás del trabajo y la disciplina; las oportunidades persiguen al que está comprometido y absorto en su proyecto de vida.  ·         El desconocimiento y la burla a la ley y a las autoridades es muy peligroso y demasiado contagioso, su inmediato y nefasto resultado es el caos y la anarquía…  Por encima de todo, debe primar el respeto a la institucionalidad al igual que cero alcahuetería o permisividad con las conductas personales perniciosas o nocivas de sus agentes.  El agente de autoridad que sirva de mal ejemplo para la nación tendrá que someterse al juicio del buen ejemplo y de la confianza que su pueblo (su único patrón) depositó en él.
    Al pueblo le dan contentillo con cualquier cosa, lo único necesario para tenernos a gusto es que nos digan lo que queremos escuchar; todo aquel que asuma en público la bandera de la defensa de nuestro bolsillo, es el caudillo al que adhieren las masas y nosotros los borregos que no nos damos cuenta por dónde o cómo nos lo está vaciando en privado.  En las redes sociales se han evidenciado las manifestaciones de admiración y apoyo al movimiento indígena ecuatoriano de protesta en contra del desmonte de los subsidios a la gasolina, medida que lograron desmontar gracias a su decidida sublevación.  Sin contar con las invaluables pérdidas, el humilde pueblo ecuatoriano hoy se muestra al mundo, agradecido y orgulloso por esta gran conquista. Sin embargo, viendo el suceso a la luz de la lógica política y económica, sí quedan algunas dudas, acerca de quiénes ganaron o quiénes perdieron, que tan solo se pueden disimular un poco detrás del resultado visible así, a primera vista. Ganó Moreno porque si en un momento dado el movimiento de protesta indígena tuvo algún ingrediente político con la fina intención de derrocarlo, pues no lo logró… el Presidente se doblegó para no dejarse tumbar… pero también perdió porque cedió su poder como presidente al reversar una decisión que defendió de principio a fin a pesar de ser una medida un tanto irracional, ya que un incremento en precios del 130% de una sola, es poco menos que una locura. Ganó el movimiento indígena porque se fortaleció al imponer su voluntad sobre la noble y admirable ideología de la defensa de los derechos del pueblo ecuatoriano; sin embargo, la economía sí es un tema un poco menos simple y elemental… lo que cualquiera entiende es que esos recursos tienen que salir de alguna parte, lo nadie sabe es cómo o con qué nombre van a salir…  pero igual perdió porque necesitó del uso y el abuso de la violencia y el vandalismo, lo cual lo empañó.   
DÓNDE ESTÁS HUMANIDAD? Aburrida de Dios me conquisté al demonio, Y ahora que a ambos he amado y odiado, Ser luz o ser sombra no me importa ya…   DÓNDE ESTÁS HUMANIDAD? Me estoy extinguiendo en esta orfandad; La incauta libertad me ha hecho su esclava Y la infame justicia me reduce a la nada De su juicio amoral…   DÓNDE ESTÁS HUMANIDAD? Hastiada del cielo, me escapé al infierno Y ahora  navego en las llamas De la consciencia del bien y del mal…   DÓNDE ESTÁS HUMANIDAD? Cautiva de la consciencia Solo observo un universo mundano; Absorta en la imprudencia Estoy devastando mi Ser Humano.    DÓNDE ESTÁS HUMANIDAD? Detrás de la muralla de poder y autoridad; Sierva incondicional de la insensatez; Ama de un todo que me resume a nada… A la vez   DÓNDE ESTÁS HUMANIDAD? Me perdí en el sendero de la creación… Me permitió su uso y llegué al abuso; Buscando el retorno, deshaciendo el camino, Tan solo encuentro destrucción…   DÓNDE ESTÁS HUMANIDAD? Reclamando a la vida, tiempo,  y al tiempo, vida Para sanar con mis lágrimas las heridas Que taladran al noble planeta Ya con su savia, casi consumida…   DÓNDE ESTÁS HUMANIDAD? Suplicando perdón, por mi horror; Implorando paciencia y clemencia, Aterrada por mi nefasto YO.     Magnolia Stella Correa Martínez Colombia 2019
En la W Radio Colombia, probablemente el noticiero radial más escuchado en el país, llamaron a una oyente, de quien dijeron haber recibido un correo electrónico con el tema para esta entrevista, la cual, palabras más palabras menos, refiere la siguiente historia.   Durante la charla al aire, la mujer contó como cuando ella empezó a darse cuenta que algo le faltaba en la intimidad con su  marido, tuvo la honradez y la decencia de hablarlo con él.  Decía esta mujer que la reacción de su marido al saber por las que ella estaba pasando, fue de total comprensión y absoluta tolerancia, por lo cual se comprometió a colaborarle y  aceptar todo lo que ella concertara para satisfacerse, con el compromiso de que ella nunca lo fuera a abandonar.  Contaba la señora que así fue como ella se consiguió un novio (o se lo consiguió el marido, al fin ni supe cómo fue).  Esta mujer justifica la comprensión de su marido en el infinito y puro amor que él siente por ella…  al ser interrogada por una periodista: ¿usted por qué sabe que su marido la quiere?... sin pensarlo, la entrevistada contestó con inocente humildad: “porque me compra ropa… me lleva a lugares costosos… me dice cosas lindas…”; y usted también le permite a él tener una novia?  No, responden en tono contundente la cándida mujer; yo jamás se lo permitiría porque en mi caso es una necesidad física,  algo que a mí me falta y que él no me puede dar; a él no le sucede lo mismo. Luego de tantas quimeras y entelequias habladas por esta mujer, faltaba escuchar las alucinaciones y delirios del noble y comprensivo esposo.  Cómo es que usted permite esta situación? pregunta una periodista: “porque yo no puedo soportar la idea de que ella me deje jamás.  Yo la llevo hasta el lugar de la cita con el novio y me siento en algún bar cercano a tomarme un trago mientras la espero”, responde el hombre.  Y mientras se toma el trago esperando a que su mujer salga de estar con otro, usted qué hace?. Pregunta la periodista: “No, yo todo el tiempo estoy al tanto de lo que está sucediendo con mi mujer…”  cómo?, usted está viendo la escena?  “Nooo, yo estoy en el bar y él todo el tiempo me está llamando para consultarme cosas sobre ella…”, contesta el esposo.  Cómo así?, usted está dirigiendo la acción?, pegunta un periodista: “ Más o menos, contesta el hombre, yo le voy diciendo a él lo que ella quiere, como lo quiere y así sucesivamente.  Siii, podría decirse que yo lo estoy orientando a él todo el tiempo, por medio del teléfono…”  y usted no desea tener una novia? Pregunta una periodista: “ Nooo, somos dos casos muy distintos, contesta el hombre rápidamente, en mi caso mi única necesidad es tenerla a ella completamente satisfecha para que jamás me abandone…  por lo demás lo tengo todo… y me hace muy feliz saber que ella ha conseguido una persona con las mismas características mías…” cuáles características? Pregunta un reportero:  “tierno, cariñoso, que la sepa tratar con la delicadeza que yo la trato; me siento pleno de saber que ella se ha conseguido una persona que me sabe escuchar y atiende a lo que yo le digo respecto a lo que ella desea…” contesta el abnegado esposo.   Entre más hablaba  cada uno de estos dos personajes, más estúpida se me hacía la desagradable charla, sin embargo me faltaba escuchar la edad de estos fatuos y presuntuosos actores, aunque casi daba por hecho que se trataba de gente muy joven, lo cual le daría algo de sentido a la referida fábula, aunque a mí se me hiciera muy raro todo este asunto… Pues no amigxs lectorxs, se trataba de gente muy mayor; pregunta una periodista: qué edad tienen ustedes? La mujer responde: “mi esposo tiene 62, mi novio tiene 52 y yo tengo 57 años”.  Al final no supe si se trataba de promocionar un libro, el hecho es que ya para terminar la mujer se   defiende diciendo: “mientras otras tienen un moso a escondidas de su marido, yo tengo un amante con el consentimiento de mi esposo y esto me hace una mujer honorable y decente.”.  HA CAMBIADO EL MUNDO.
En Colombia se nos volvió normal, sin duda por lo cotidiano, Que el bueno se engulla al malo y, de la misma manera, que El malo se engulla al bueno mientras contemplamos inertes; Donde la condición de ser bueno o malo está determinada o Solo depende del lado de la mesa desde el cual observamos el Sombrío panorama que, en ambos casos, devasta a la nación.  El bueno siempre estará al lado y el malo siempre al frente.   Confusión? ¡Tal vez!, falta de justicia? ¡De pronto!, falta de Confianza en el sistema y sus instituciones? ¡Puede ser!... Sin duda, son innumerables las causas que nos han llevado, Poco a poco a esta sensación de impotencia e incertidumbre Tan generalizado en una gran mayoría del pueblo Colombiano; Lo cierto es que ambos bandos se embuchan el uno al otro y El otro al uno, mientras las nación  se asoma a contemplar de Qué lado son los muertos y condolerse: “si son MIS muertos” O, lo contrario, para regocijarse: “si son TUS muertos”.   Sin embargo, la realidad es que nos estamos liquidando entre Hermanos colombianos y ésta condición debería ser suficiente Para que nos doliera por igual: “TUS muertos y MIS muertos”; No puede ser que TUS muertos valgan menos que MIS muertos, No es racional que MIS muertos valgan más que TUS muertos”.   En ambos casos es la vida humana la que está en el centro y no Existe un solo valor en el Mundo, similar o superior al valor de La vida.  El valor de la vida no tiene etiquetas ni está sujeto a normas o Leyes; simple y sencillo, la vida tiene que primar por encima De toda otra condición.    Cuando TUS muertos no me duelen, tampoco MIS muertos te Han de doler, y así patinando en este lodazal de indiferencia  ante La diferencia no escuchamos el grito de la consciencia racional Que nos reclama mientras proclama que son NUESTROS muertos.   Matemos de una vez por todas a la utópica paz para que acabemos Ya, con la maldita guerra y vivamos ¡por fin!, como todo animal: “Sin juicios, sin normas; sin calle ni hogar”.     
  No cabe duda que los hechos de corrupción en la administración del erario por parte de muchos servidores públicos en Colombia, han  sobrepasado todos los límites; sin ética, sin moral, sin vergüenza y sin decencia se saquea sin temor y sin recato el bolsillo nacional.  Por más doloroso y hasta deshonroso que sea saberlo y fiscalizarlo, todo esto sucede ante los ojos desorbitados de una justicia pletórica de normas y leyes ambiguas y maliciosas que, de la misma manera que sirven para castigar son útiles para absolver, pero la autoridad inmersa en su mal proceder, sucumbe ante el poder del corrupto de turno.  Cada día un escándalo superior tapa el del día anterior… y así se extiende este mal a todos los sectores de inversión del estado y se prolonga en el tiempo haciendo imposible aniquilar este crimen que obstruye y retrasa el progreso de la nación, menoscabando la calidad de vida de todos y ante la impotencia, repugnancia y complacencia de toda la sociedad. Investigadores de todas las especialidades buscan una explicación para este mal que, superado y excedido ya todos los males, se está arraigando de tal manera que más bien parece constituir el ADN de la sociedad y representa la grave amenaza de convertirse en la génesis nacional.  En fin, los argumentos de esta novela de terror son tan incontables como sus protagonistas.  Qué la moral, qué la ética, que los principios; qué la universidad, que la casa, qué la iglesia; qué el ejemplo, qué la impunidad…  No sé, tal vez sean todas, quizás ninguna o de pronto algunas; lo cierto es que este mal devasta a la sociedad en general y solo de la sociedad en general tiene que extraerse la vacuna, porque allí está su núcleo.  No es creíble porque no es posible que exista un líder político, de algún partido político, de alguna tendencia política que nos salve de esta hecatombe nacional.   Esta tarea le corresponde a la sociedad, a nadie más. Bien, se habla entonces de la sanción social, lo cual suele entenderse como el castigo del votante, es decir, no votar por algún personaje implicado en un tema de corrupción.  Sin embargo, aún desde la cárcel, estos líderes políticos tienen el poder y la capacidad para movilizar a sus votantes y direccionarlos hacia su candidato particular.  Estimulado por todo tipo de dádivas, el votante corruptor elige al político corrupto, quien más tarde va a recuperar esos regalos.  Comprar y vender un voto las dos caras de la corrupción; por tanto, votado y votante, los dos  únicos responsables del pernicioso mal que perjudica a todos y de la cual todos se benefician en tiempos distintos y en circunstancias diferentes…  Compra un  voto el mismo corrupto que llega a dictar las leyes que luego debe cumplir y vende su voto el mismo corruptor que después va a condenar la corrupción.  Corrupto y corruptor se generan y se sostienen el uno al otro; se devoran y se apetecen mutuamente dentro de la misma sociedad justiciera y maliciosa que a ambos venera y a los dos condena.     Cuál de las dos partes ha cometido el mayor delito? Cuál de los dos implicados amerita una mayor pena?...  Sin vergüenza y sin prudencia, la sociedad duramente censura al corrupto mientras tanto defiende con vehemencia  al corruptor, sin la consciencia de madre que a ambos  parió y solita ella los amamantó…
Cuando Yo Sea Grande Escaparé del tiempo Y serán mis alas Los brazos de Dios…   Cuando Yo Sea Grande La paz y la guerra, El varón y la dama, Un diablo o un Ángel… Lo mismo han de ser.   Cuando Yo Sea Grande Veré solo a Dios Como amo del mundo, Me guste o no…   Cuando Yo Sea Grande Poder y justicia, Verdad y mentira, Su luz me darán.   Cuando Yo Sea Grande, Si llego a crecer, Hallaré solo a Dios, Tendré todo, como un solo Ser.   Cuando Yo Sea Grande No tendré criterio Y entregaré el mundo Al juicio de Dios.   Cuando Yo Sea Grande, Una sola alma, En todas las almas, Quizás pueda ver.   Cuando Yo Sea Grande La plata y la prisa, El odio y la risa, Ya nada serán…   Cuando Yo Sea Grande No tendré cansancio, Me darán su aliento Los besos de Dios.   Cuando Yo Sea Grande Iré por la vida Sin juicios, sin normas Causantes de heridas.   Cuando Yo Sea Grande El odio y el bien, El amor y la guerra, Su paz me darán.   Cuando Yo Sea Grande Viviré en el cielo, Sin juicios, sin normas, Cuidada por Dios.   Cuando Yo Sea Grande Cantaré en el cielo, En coro de ángeles, Las gracias a Dios.   Cuando Yo Sea Grande Y esté en tu camino Veré en tu aura La sombra de Dios.   Mientras tanto, seguiré mi infancia buscando en todo Ser, al Gran Ser Humano que aún no encuentro en mí.    Magnolia Stella Correa Martínez. Colombia 2019
El poder para controlar el instinto de la sexualidad hace la diferencia entre los animales racionales y los animales irracionales. Pero hoy en día, el auge del mercado sexual ha ocultado en gran medida el valor de esta energía y pretende demostrar el placer sexual como un derecho y una obligación con la salud y el bienestar del cuerpo físico y nada más. El ruido que de manera constante y reiterada hacen los medios de comunicación, artistas, deportistas, y en general todo tipo de personalidades difundiendo y aplaudiendo toda clase de fantasías sexuales, dan origen a actitudes tan aberrantes como las dos que presentó el programa sala de emergencias; fantasías que tan solo están generando una malicia confusa que más bien poco, muy poco aportan al crecimiento y desarrollo del Ser Humano. Los casos de sala de emergencias que he referenciado, se pueden resumir de la siguiente manera. 1) Llega un hombre de unos cincuenta años de edad al hospital en busca de la ayuda médica, desesperado porque él mismo se había introducido un vibrador por el recto y cuando este aparato comenzaba vibrar, como es apenas él no lo podía controlar, y 2) Llega al hospital un hombre de unos treinta años de edad, más o menos, con el pene erecto incrustado en una pequeña estufa; en lo que aparenta ser un accidente. Pues, al ser interrogado por el equipo médico, el paciente dijo que, palabras más, palabras menos: “es que estaba jugando con mi novia y ella tuvo esta fantasía y yo por complacerla la metí en la estufa…”. Es obvio que se necesita de la inteligencia para crear el bien tanto como para crear el mal; de la misma forma, para dominar el instinto se requiere más consciencia que inteligencia. Y es justo esa consciencia, la sabiduría que nos distingue de los seres irracionales, sin embargo, cuando hacemos uso de la capacidad ilimitada de la mente para crear, creando de manera inconsciente, se pueden exceder todos los límites de la más crasa estupidez.
Desde posiciones de trabajo y estudios privilegiados, muchos creen defender sus derechos individuales destruyendo lo que con el esfuerzo de todos hemos construido a lo largo de nuestra historia, olvidando que los derechos personales no se garantizan atropellando al resto de la sociedad.  Algunos piensan que de tirar piedras para causar destrozos surgen las “oportunidades” que ellos mismos no han sabido desarrollar porque les falta la voluntad y el esfuerzo personal y familiar fundamentales para alcanzar los logros anhelados.  Ningún programa social de ningún gobierno de ningún modelo político o económico puede reemplazar la voluntad y el esfuerzo personal y familiar; las “oportunidades” que derivan en todo tipo de logros y conquistas no son sino el reflejo del trabajo organizado y  comprometido con un objetivo. Reclaman apoyo y solidaridad al pueblo colombiano mientras le destruyen su transporte público, sus carreteras, sus edificios y monumentos; demandan del resto de la sociedad refuerzo y adhesión al tiempo que saquean sus negocios y asesinan a sus policías, también impiden que funcione el acceso a escuelas y hospitales. Imponen, fuerzan, obligan un apoyo y una solidaridad de las cuales ellos carecen por completo; no les importa quién o cómo la población sea  afectada al defender su causa; lógicamente tampoco son los que arreglan lo que dañaron y menos son los que pagan esos arreglos, estos toca pagarlos con la plata de todos;  sin pretender decir que sean ricos o millonarios, sí son sueldos y salarios muy superiores a los del resto de ciudadanos, que no recibimos ni tierras gratis, ni dos o tres pensiones más un sueldo, etc. La protesta social en Colombia ha pasado a ser un movimiento de grotesco vandalismo al servicio de intereses particulares, que desdibuja su esencia y filosofía cada vez más dejando de ser el reclamo justo de unos derechos para dejar ver una banda de delincuentes que bombardean  al estado al mismo tiempo que están viviendo de él… Quienes hoy en día ya somos adultos mayores, sí sabemos lo que es fabricar nuestras propias oportunidades, a falta de papá rico (estado) repartiendo la mermelada (auxilios, tierras, etc.) en la mesa de sus hijos, nos tocó ganarnos la vida a pulso, a fuerza de trabajo y esfuerzo personal, gracias a lo cual no tuvimos que “obedecer para agradecer”, la esencia de la triste esclavitud moderna…  Quienes hoy en día ya somos adultos mayores, entendemos que la vida hay que ganársela, que lo que hoy es gratis, mañana lo cobran muy caro, en consecuencia “en vez de mendigar nos pusimos a trabajar…”…
  Había algunas personas En un sepelio inusual… Algunas regaban flores y Otras echaban tierra En la tumba del mortal…   “EL PASADO YA ESTÁ MUERTO” Gritó el ciego, con soberbia, Enterrémoslo muy hondo y A gozar nuestra victoria…   De repente y sin prudencia Aquella tumba explotó… Mientras unos reían y otros lloraban, Humildemente, el “muerto” se levantó…   “no señor, soy inmortal” Soy pasado sí,  y estoy presente… Así  quieran o necesiten No me pueden sepultar… La memoria es la raíz y No se puede hacer trizas,  Todos los que ayer sufrieron Hoy también sufren sus risas… No es justicia esa injusticia,  Es burla  que revictimiza… No es injusto que lo justo Quieran volverlo ceniza? Quizás, quizás, quizás…  
En medio de tanta turbulencia noticiosa, también se cuelan ciertos hechos curiosos que se salen del formato del bochinche cotidiano de la política, el deporte, la farándula, etc, que nos sacan por unos segundos de nuestra dura realidad exterior y nos permiten reflexionar y muchas veces nos obligan a cambiar el foco de nuestra mirada llevándolo hacia nuestro interior.  Una de esas noticias da cuenta de una humilde señora inglesa que hace muchos años recibió un sencillo anillo como regalo de un pretendiente; dice la crónica que esta dama usó esa alhaja todos los días de su vida y en todas sus actividades como ir al mercado, realizar tareas domésticas y de oficina, etc.   Hasta aquí, nada anormal, todo común y corriente.Hasta que un día la señora cayó en cuenta de lo bien que lucía su anillo después de tantos años; luego de tanto uso indiscriminado la joya no había perdido su brillo y color originales.  Extrañada la señora se cuestionó cómo era que una baratija de esas no se deterioraba con tanto tiempo y tanto trabajo.  Por esta curiosidad llevó su  sortija a una tienda especializada para hacerla examinar y para que se la valorarán.  ¡Oh sorpresa…!... Ergo la tal baratija resultó ser una joya original y fue avaluada en $700.000 libras esterlinas, poco más o menos un millón de dólares… Así mismo nos sucede a muchos de nosotros con dones y talentos que, por atender a nuestra realidad material, no sabemos identificar, o fácilmente los mantenemos reprimidos a lo largo de toda nuestra vida; “tenemos tesoros escondidos en la vasija de barro”.  Algunos descubrimos una o varias virtudes después de muy adultos pero, indiscutiblemente, también muchas de ellas se irán con nosotros a la tumba…    

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