En el ocaso del día,cuando ya se ha ido el solal encuentro con el mar, evoco tu imagen aflora tu recuerdo. Cierro los ojos y veo los tuyos:tristes,soñadores, melancólicos.Pronto una tierna sonrisaen tus labios se dibuja.Aquellos bellos luceros se iluminancon tal dulzura que inundan todo mi ser. Luego la oscura nocheenvuelve toda mi vida.Lo que antes era luzse torna en oscuridad y tinieblas. Siento que el corazón se me oprime.¡Te busco y no te encuentro!¡Te llamo y no respondes!¡Te quiero y no te tengo! 

    ¡Cómo duele ver tanto dolor!    Hombres, mujeres y niños    durmiendo en las calles    - peor que las bestias-    entre diarios y cartones    y el cielo inmenso por techo.      ¿Puede llamarse VIDA    a tan sobrecogedora y cruel realidad?     Pero nada sacamos con llantos y con lamentos.    Despertemos del letargo, de la indiferencia,    remezcamos nuestras pálidas conciencias,    unamos la acción a la palabra    y cambiemos el destino de nuestros semejantes.     Ofrezcamos techo digno y generoso   a esos seres que caminan   sin sueños ni esperanzas.   Así,sencillamente. demos   verdadero sentido a nuestras vidas,   pues haciendo el bien a los demás   alcanzaremos el sosiego y la paz   el día en que partamos de este mundo.         

Amigo, ayúdame cuando esté caído;riamos cuando reine la alegría;ayúdame a encontrar el caminocuando me sienta extraviado. Comprende mi silencioque yo sabré comprendertecuando no quieras hablar. Sé mi confidente y mi guía;sé el refugio para olvidar mis penurias. Acompáñame en momentos de alegría.                           ¡Seamos amigos, siempre!