Cada cuales dueño de sus vidas y desvíos.De sus reprensiones y rectificaciones.De vaciarse donde encuentre un beso.De encontrarle a su alma una salida.Sin saberlo, nosotros giramos más que el mundoquien nos desprotege, en vez de resguardarnos.Hombres y mujeres son ángeles caídosque se levantan siempre para caer de nuevo.Cada cual es dueño de su noche y madrugadasy es de los otros limpiarlos o mancharlos de prejuicios.Pero el prejucio no produce dolorni nos hace evitar entregarnos al viento. 

Si no existieran élitrosyo los inventaría.Para rodar en ellos con tu olor a cascada.Para que nos revolcáramos en busca de capullosy se rompieran todos al golpearlos tu risa.Sería un mar cerrado donde ambos nadaríamosy se abrirían las flores ante tantas delicias.Y como un magnate te llenaría de besosy hartaría tu boca, sin que me lo pidieses.te daría mis secreciones rápidaspara que sólo en mí y en mis ojos meditaras...Si no exitieran élitros sobraría con tus labiospues el mundo se borra cuando atrapo tu boca. 

Bajemos al sepulcro con las manos unidasluego que nuestra vida arribe a lo luctuoso.Cuando alguien tome mi cuello y lo rebaneestaré yo esperando tu muerte en el ponientes.Cuando tu cabecita rubia ruede bajo la hozo el pecho se te pare como reloj gastado.Iremos de la mano a nupcias específicasy nos dejaremos ya de las ondulaciones.Y al ver que tu mano se ha aferrado a la míaun ánima dirá: " Hasta que la resurrección los separe"Y seremos lugar donde crezcan las rosasy cavidad no profunda que dé a luz zafiros. 

Hay un árbol que es de mariposasque solamente en las noches se estructura:De día, se disuelve hacia campanasy las mariposas se posan en los áticos.Pasan entre turbinas y turbionesmostrándoles a todos sus aleajes de vidrio:La mariposa es signo de purezay lomo digno donde vuela la duda.Ella pone en los hombres las interrogacionesy los hombres la ven como a una expectativa.Cuando cae el sueño el árbol se reformay se acuestan los hombres muy dentro de sus dudas. 

Vienen los pájaronvolando con voluntad sin rabia.Emitidas de su fuente lumínicavienen en formaciones relajadas.Miran los hoyuelos de los hombresque desayunan su diario mazapán.Se  acercan a las más viejas cortezasque resultan ser abuelos sin migajas.Ignoran lo seco y lo calcáreoy su presencia es de cuerpos ígneos.Y ruedan sin mancilla sobre el vientoposándose en sus formas comedidas:Bajo ellas se forman estructurasy hombres que marchan en busca de salarios.  

Desciende la luna a beber del lagoy a hacer sus sortilegios en las tapias.Cree en las reencarnaciones y los Vedasy que bailaba en las epifanías.Se piensa una ninfa que no pisaba charcosy, a la vez, blanda hembra seductora.Cree que su figura fue de soplos y que amaba lo profundo de lo pétreo.Reniega que viene de incendiadas bahíasy que siempre fue un halo de pura incandescencia.Y para demostrárselo  busca tapar sus piesy sobre los desiertos se produce un eclipse.La luna sólo se destierra en sus sueñoscuando cree que es de carne y afrodisíacos. 

Para avanzar. para dejar naciones rotascomo hojas desbaratadas por las patas del cuervo.Para movernos a la luz de los buhosdonde nuestra silueta va por silvestre tierra.Del todo arañado de amores genitalesque huelen en nosotros como vivos geranios.Vamos acurrucados como palomas fijas,como ramas salvajes, como los renacuajos quefrecuentan la ciénaga.No vamos escapando del tiempo ni de nadiesino que queremos ir a un pajar de siglosy desnudar allí cristalinas cinturaspara darnos la miel que se nos ha destinado.Los días nacen de la tierra olorosay como una tela nos invita a vestirlo.Tú en blanca seda camuflada palpitasyo, desnudo en mi piel, me callo y te navego.Y en la parte más clara de una sombra redondase agitan nuestros cálices y peciolos sonoros.Tiritan los grillos llenos de hoscos grisesy el reino de la araña celebrará a los hijosque llevas en tu vientre como carga de harinay que serán los dueños de los siglos que vieneny no habrán de pagar ninguna penitencia.Acogidos a todo lo que nos vivifiquenos hundiremos en besos y zarpazos profusos.Si la sangre marina pregunta por nosotroslos vientos clandestinos cubriràn nuestras huellas 

No son mis labios los que tocan tu cuerpo ahora Tampoco son mis manos Ni otra parte de mi piel   No es mi respiración la que siente tu cuello ahora Tampoco mi calor Ni mi energía en vejez   No serán mis ojos los que evitarán tu cuerpo ahora Tampoco lo serán mis manos Ni otra parte de mi piel   No serán mis lágrimas las que caerán al suelo ahora Tampoco mis sentimientos Ni la añoranza a no creer   La ignorancia ya no hace parte de mi vida ahora Tampoco tus engaños Ni mi continua estupidez   Sólo se que alguien esta contigo ahora Sintiendo lo que yo con vos, Degustando lo que yo disfruté una y otra vez   Sólo se que alguien sufrirá por ti ahora Deseando haberse no encontrado con vos Maldiciendo al aire una y otra vez. 

Día muertosin trote, sin galope.Que no recibe la luz que da la miel.Como enterrado en tierra sin matíceshabiendo ya perdido la premura.Lo unge la áspera plenitud de lo laxo.Día detenido como galope defenestrado.Se miraron en ti tus horas más marchitasy cerraron los ojos al paso de la alondra.Hundido entre las cosas discretas y uniformesno te harán funerales pues nadie te recuerda. 

En el fondo del lecho somos dospoblados por besos y follajes.Nuestra casa la constituye un bosqueque siempre rememora tus latidos.El viento lleva amores y  rugidosque vuelven a nosotros tras sus vueltas.Con toda afinidad me afino entre tus pechosy mis manos amansan tus pezones tan dulces.Las víboras se alejan de nuestro lado y muereny sólo nos visitan palomas y luciérnagas.Somos densos en la unidad frenéticay nuestras humedades las saben los jacintos. 

Eras tú en la brisa marinacon tus formas y domos levantados.Echada en la arena como la misma espumate arqueabas hacia atrás, frotando tu melena.Yo te acechaba desde las arenillasque coloca la costa detrás del arrecife:Y me parecías como de otra urbe:Lejana y silenciosa, y librada de lágrimasY fue mi cuerpo una sombra sobre tiy la caricia firme que no tiene el errante.Abracé tus nidos, tus curvas, tus erialesy me perdí en el todo frondoso de tu mundo.Las gaviotas traían en sus picos las horasmientras tú y yo sólo nos sujetábamos. 

Tú, calladate apegas a donde comienza el silencio de los díasy no sabe la semana que empieza a ser noción. De entre el agua que brota en todo nacimientosales tú, congregando tus naciones de seda.Eres tan delicada como la piel de un niñoque se sacrifica para crear una fontana pura.Tus ojos traen esas temperaturasque obligan a los hombres a salir de lo centraly acercarse a la silueta de tu geografíamientras los ves venir como masas indefinidas.Por ti yo compongo en las noches más largasmientras las golondrinas anidan en mi mirada.De sur a norte mis ojos te recorreny muy pronto te vuelves fijación recurrente.Tienes algo del volumen que descarga tus brillosy mucho del aliento que desean mis labios.Sincera, torrencial, así te quierocomo recién salida de un agua de cascada.  

 ¿Y ahora que hago con esta soledad?¡Herrumbrarme!¿Gastarme a muerte en versos que no riman?Rimarme con las sombras del silencioPara que los demonios del tormento¡me sonrían!¿y cómo se vive en esta eternidad?¡un minutoQue se burla cual si fuese una centuria!Azules fracturados se destiñen,Diamantes que en mis manos de derriten¡por mi culpa!¿Do yace lo feliz, lo que antes era?¡AgonizaTras la pérgola falsaria de la duda!Y camina en la arena y se quema,Y camina en el desierto a la espera¡de la lluvia!¿Qué importa el mañana y su promesa?¡nada importa!La fuerte necedad de esta locuraNo acepta la soberbia de las rosas,Ya es mía la cadencia de estas horas¡también tuya!Danzaran las ganas que no duermen¡ni de noche!Con el humo del pucho que desgarro,llegarás, moraras aquí en mi pechoPorque yo así lo exijo, así lo quiero¡porque te amo!CEMENTO.-PROTEGIDOS DERECHOS DE AUTORCódigo: 1004266112209

No existen diosesque hagan poesía:La poesía es másque una secuela humana.Se recoge del airey en el aire se pone.La poesía noincinera las cosasni desata más lenguasde las que ya se hablan.Es balance perfectode noción primitivay de afección gentilque rebasa los ojos.Parte de ella es lumbrey otra parte cenizas.Y a la carne repartesu grito postrimero.La poesía callamás habla en un lamentoy no discierne el labiodel sabio ni del necio.Es en sí existenciay en todo se recreay entre las laxitudessuena sin aspavientos.La poesía entregaaquello que recogey puede ser trazadapor garganta cualquiera.