• JUNTALETRAS
JUNTALETRAS
...leer, escribir, leer, escribir...
  • País: United States
 
RECURRENTE...  ¡Oootra vez! ¡Coooño…!  Me ocurre solo algunas veces, pero siempre cuando me voy de fiesta; y encima, siempre me pasa en ciudades que conozco bien. ¡Qué extraño…! Es que no me lo explico. ¡No he bebido tanto, joder…! ¡Mi coche estaba aparcado justo aquí…! ¡Aquí…! Lo juraría… Recapacitando, intento volver sobre mis pasos mentalmente pero nada, como decía el clásico: ¡A Dios pongo por testigo de que lo dejé aquí…! No lo entiendo…  Pregunto en un bar enfrente pero dicen no haber visto nada; ni siquiera recuerdan un auto como el mío aparcado cerca. Es cierto que no es un haiga resultón, pero, bueno… Pregunto en otros sitios, y a mucha otra gente, si acaso han visto a álguien o algo sospechoso junto a un Renault Megane como el mío, de esos viejos, con culo, gris metalizado, y bastante sucio por cierto… Pero nada.  Las calles en esa zona me parecen casi todas iguales a la vista, como cuadriculadas; por lo que me propongo recorrerlas de alto en bajo esperando haberme equivocado solo un poco con el jodido lugar de mi estacionamiento; y así, a ver si por casualidad consigo tropezar con mi coche… Andando, reconozco los lugares por donde he pasado ya, y sí los recuerdo, sí, pero tengo la sensación confusa de parecer un pollo sin cabeza… Y así voy caminando, caminando, con la mano derecha en el bolsillo apretando cada dos por tres el botoncito del mando a distancia, con la esperanza de oír el ruidito característico de las puertas de mi coche al abrirse. Pero nada…  Y sigo… Y poco a poco, tanto la ansiedad al no encontrarlo como la alarma por la posibilidad de que me lo hubieran robado van in crescendo… Pero sigo buscando, vagando, con la esperanza de encontrarlo en las cercanías de donde yo recordaba, o creía, haberlo aparcado… Y empiezo a entrar en pánico al pensar en qué coño voy a hacer para poder volver a mi casa, porque claro, es tardísimo, y parece que voy, si no demasiado, sí al menos bastante achispado ya que he perdido hasta el coche…  ¡Ay Señooor…! ¿Qué voy a hacer sin él si lo necesito para trabajar mañana sí o sí…?  ¡Uuufff qué agobio…!  Cuando al rato -no sé cuánto- sigo andando y voy reflexionando, pienso en las muchas veces que me ha pasado lo mismo. ¿Qué extraño, no…? ¿No es normal que pierda mi coche con tantísima frecuencia, verdad…?  Entonces -también al rato- suavemente pero como que en un instante, y aunque todavía soñando, me voy dando cuenta de que otra vez he caído en ésa trampa onírica mía tan recurrente… Y así, voy despertando, y comprobando que mi coche está en su sitio. Y vuelvo a darme cuenta de que el susto, solo se ha debido a esa cuasi pesadilla que me persigue desde hace tanto y que duerme conmigo de vez en cuando… Luego, claro, me doy la vuelta, y sigo durmiendo.  Y no, no me preguntéis ni el cómo ni el porqué de semejante pesadilla recurrente porque ya haría falta un psiquiatra, y bastante tengo yo ya…   …eeen fin.  Gracias por soñar conmigo…   Juntaletras.  Te invito a seguir leyendo mi blog... Graciaaasss. https://historiasenunfolio.wordpress.com/2022/10/06/recurrente/
RECURRENTE...
Autor: JUNTALETRAS  198 Lecturas
EL RELOJ DE MI PADRE...   Acordándome de mi padre, y como a cada tonto le da por algo, me ha dado por hacerle fotos a su viejo reloj, el mismo que ahora llevo yo… Cuanto más lo miro de cerca y más palpo ese artefacto, más me da por pensar cómo no en mi padre y cómo no en el tiempo: ¡cómo nos gasta el cabrón…!   Me lo ceñí solemnemente a la muñeca izquierda diez o doce minutos después de que se muriera; tanto su cuerpo como el metal de su reloj estaban todavía calientes, y claro, no quise dar tiempo a que ese preciado calor se enfriara y se perdiera. «Ponte el reloj de tu padre» dijo mi madre «más de cuarenta años tiene…» Los relojes son máquinas cuyo único fin es durar y funcionar, marcar el tiempo sin fallo, cuánto más tiempo mejor.  Pero hoy en día la gente no entiende mucho éso de llevar en la muñeca un reloj clásico porque cualquier cachivache te da la hora: tu nevera o el microondas, una radio encendida por ahí, el salvapantallas de tu portátil, y cómo no, tu móvil. ¿De qué sirve portar un chisme que sólo te da la hora…? Cualquier dispositivo inteligente en tu muñeca te dice cuántas veces has respirado, parpadeado, cuántos pasos has dado y a qué horas y por qué calles, cuántas calorías has quemado… Recopila el artefacto absolutamente todas tus constantes vitales y pulsaciones por minuto, para así deducir cosas como hasta lo que comerías mañana a mediodía. ¡Menuda es la inteligencia artificial…!    Como lo llevo siempre conmigo, cuando lo recogí tras llevarlo a restaurar me advirtió mi relojera tajantemente que no lo trasteara para nada. Que lo cuidara… Y por ello, ni siquiera le cambio la hora cuando toca: no lo toco, para nada; ya me adapto yo… Solo lo llevo, y lo dejo a él que marque el tiempo y la hora que le dé la gana, pero éso sí, sin pararse… Tic tac, tic tac.   Por otro lado, el metal de ese reloj estuvo más de cuarenta años en contacto directo con su piel, como sintiéndolo; metal vibrando con cada latido de las venas de su muñeca izquierda… Energía. Latidos de alegría, de miedos, de orgullos o de lo que sea, pero latidos de los que quiero creer que este reloj se fue como impregnando, conservándolos en cierta forma, y de los cuales ahora quiero hacerme a la idea también de que soy algo así como el guardián, el portador.  Latidos, tic tac, tic tac.  Gracias por leerme   Juntaletras. Os invito a seguir leyendo en mi blog... Graciaaasss...  https://historiasenunfolio.wordpress.com/2021/08/08/el-reloj/
MENSAJE EN UNA BOTELLA...  ¡Fuera miserias, aquí, estáis todos invitados…!  Como veis, la entrada a éste mi blog es completamente gratuita y todos sois VIP… Y por supuesto que podéis beber, comer, fumar o consumir cualquiera otra sustancia que se os antoje y hasta la hora que os dé la gana. ¡Quitaros la mascarilla y poned los pies en la mesa coooño…! Podríais incluso, luego, quedaros a dormir por ahí. ¡Que empiece la fiesta…! ¡Fuego al cabaret…! ¡Poned música…!   Quiero aclarar que el dominio éste de mi web es un wordpress.com gratuito por completo:  historiasenunfolio.wordpress.com  Y es gratuito porque al usar esa dirección web, lo que hacemos en realidad es crear tráfico hacía la plataforma WordPress. Yo, cada vez que escribo en ella, y vosotros cada vez que me visitáis aquí para leerme… Porque parece ser que al hocicar curioseando por ahí siempre creamos tráfico; mira tú por dónde. Pero vete tú a saber de qué tipo ése tráfico: si de drogas, de influencias o de poder; de blancas, de armas o de datos; o hasta tráfico de tráficos; quizás incluso tráfico de ideas… ¡Qué cosas éstas las del tráfico…!    Pero de verdad, como a mí me importa una verdadera higa lo del tráfico, yo quería que supieseis que aquí en mi blog y ante todo, para mí sois invitados buscando, huéspedes lectores, viajeros perdidos, viejos jóvenes, cansados curiosos. Y por eso os aseguro que yo aquí solo escribo… Ni pago tráficos ni publicidad alguna; es más, la evito y os la intento evitar. La que nos aparece en pantalla nos la coloca nuestro propio navegador… Y no utilizo medio alguno para promocionar el sitio éste salvo éste: el de que me leáis.   Y se diría que sólo escribo en este blog, una especie de mensajes virtuales pequeños y enrollados; que luego introduzco en unas digamos que como botellas tecnológicas; que más tarde diríase también como que lanzo, contra el oleaje del océano multimedia éste que nos rodea queriéndonos engullir.   Y en el fondo lo único que hago como podéis ver, es solo ir en vuestra búsqueda, a la espera de un encuentro, de un lector. Así que ya sabéis… Muchas, pero que muuuchas gracias por leerme.  …eeen fin.  historiasenunfolio.wordpress.com Juntaletras.
EL RETRETE Y LOS TEBEOS... — ¡Neeene…! ¿Te has colao…? — ¡Voooy…!  Mi madre, cuando ya habíamos terminado de comer, no tenía otra manía la mujer que la de hacernos secar la vajilla justo después de fregarla. Y claro, yo tomé la costumbre de ir a cagarcía justo después de la pitanza, para librarme así de tan estúpida tarea… La vajilla se secaba sola, y yo, de verdad que me estaba cagando.  Recuerdo que siempre me llevaba algún tebeo, un cómic o un libro; pero porque siempre me gustó tomarme mi tiempo para leer; aprovechar mi tiempo leyendo… Y puede parecer una tontería pero ése era uno de mis sitios favoritos: el retrete. No te interrumpía nadie. Y he de confesar que ahora, me llevo también siempre el teléfono.  — ¡Neeene…! ¿Pero chico, es que te has colao…? — ¡Que voooy…!   Al poco de conocer a Mi Señora, recuerdo aquella mañana que por fin amanecí en su casa… El sol de las siete de aquella mañana creaba un contraluz precioso al entrar a raudales por el enorme ventanal del salón. Mientras, Manuela daba su primera clase de pilates a ocho o diez alumnas privilegiadas al disfrutar de tan coqueto espacio en casa. Sonaba música de Lorena Mackennit… Una estampa preciosa. El caso, es que extrañamente yo también estaba levantado tan temprano, y me encontraba abajo en la cocina con mis legañas y el primer café con leche, cuando me dió el apretón. El aseo, daba servicio a toda la planta baja de la vivienda incluido el salón, por lo que tuve que salir en silencio de la cocina y andar los escasos dos pasos hasta la puerta del baño. Cerré sin hacer ruido. Y aliviándome, leía la prensa tranquilamente en mi móvil cuando al rato me percaté de que no le había puesto el pestillo a la puerta, ya que ésta se abrió de repente asomando el medio cuerpo de una de las alumnas:  — ¡Uy, peeerdón…!  Sus ojos como platos, y yo, sentado, obrando a horcajadas con los calzones en los tobillos y mirándola también, y con el teléfono en la mano… Cerró de un portazo. Fue entonces cuando la pobre, algo descompuesta y sorprendida -las alumnas no sabían nada de lo nuestro– le dijo como pudorosa y cabizbaja a Mi Señora aquello de:  — ¡Manuela… hay un hombre en tu aseo!  Repito, al menos ocho o diez alumnas sí que había en el salón sí… ¡Qué vergüenza…! Luego, claro, tuve que salir del aseo y sonreír; todas, estaban mirándome.   No sé si soy tonto perdido como a veces dice Mi Señora creo que cariñosamente, o si ésto del blog sí que en realidad me puede gustar mucho, pero también puede que esté haciendo el tonto escribiendo... ¡Pero qué coño, ésto de escribir en público gratis y de lo que me dé la gana es genial y revolucionario…! Y aligera el espíritu tanto como si se te aliviara el cuerpo; como si tuvieras que evacuar de tu vida un episodio desagradable y lo escribes: en cierta forma lo evacúas, lo expulsas, lo excretas.  Y aquí estoy yo, escribiéndote de escatologías sin importancia; pero ahí estás tú leyéndome como todo un forofo… A ver lo que te cuento ahora.  …eeen fin. Juntaletras. Os invito a seguir leyendo en mi blog. Graciaaasss... https://historiasenunfolio.wordpress.com/2021/05/28/tebeos/
EL NOMBRE DE UNO...  Mis tías paternas se llamaban una Tránsito y las otras Genoveva, Feliciana, Vitoriana y Nicasia. Nicasio también se llamaba mi único tío, y Damián, mi padre… Unos nombres no me negaréis hoy en día que originales, sonoros y feos como ellos sólos, pero que al menos y si os fijáis siempre tenían un porqué… El nombre conservaba la estirpe y se te ponía por algo importante; daba continuidad a la familia y lo familiar; recordaba el pasado… Las modas cambian.   Cuando veo que algunos padres les ponen a sus hijos nombres como Elvis o Yaris, Jon, Winston o Yénifer, Míchel, Sindy, Wilson, Barby o Yelena, se me cae el alma al suelo… ¿A santo de qué le hace éso un padre a su hija…? ¿Por cómo le suena de bien el nombre, por cuánto sale por la tele, o porque es un pocooo…?…eeen fin.   En cuanto supimos que iba a ser una niña ya sabíamos del rosa de su nombre, aunque ni lo habíamos hablado siquiera. Nuestra primera hija… Si hubiese sido un niño se habría llamado como su padre, a no ser que mi nombre hubiese sido Romualdo, Eustaquio, Baltasar, Segismundo o algo así... Pero bueno, ésto del nombre tampoco es tan importante porque cuando nació mi segunda hija, entonces sí hubo polémica con la elección del mismo. Y tras descartar muchos, finalmente yo me decidí por el de Lorenza y su madre por el de Paula… Y claro, después de valorar infinitas opciones a favor y en contra, su madre y yo acordamos entre risas, por fin, echar una moneda al aire y así decidirlo… La elección del nombre de una hija es algo siempre muy importante y serio. ¿No…? Pues eso.  Ignacio, Isabel o Alberto, Amelia, Fernando, Carlos, Raúl o Rosa, o Luis, o Carmen… ¡Anda, que no será por que no hay por ahí nombres bonitos y en español…!  Gracias por leerme   Juntaletras. Os invito a seguir leyendo mi blog. Graciaaasss... https://historiasenunfolio.wordpress.com/2021/12/12/el-nombre/
EL NOMBRE DE UNO...
Autor: JUNTALETRAS  155 Lecturas
A LEER COMO LOCOS...  Es un hecho que nuestros ancestros no tuvieron tan fácil la posibilidad de cultivarse como la tenemos hoy en día; cosa, casi al alcance de cualquiera con interés. A mi padre -de buena familia- no le interesaba mucho, y solo estudió hasta los diecisiete años o así. Edad a partir de la cual empezó a trabajar en la agricultura -cultivando eso sí- y haciéndose cargo junto a sus hermanos de las tierras y negocios del bueno de mi abuelo Antonio… Algo leía mi padre sí; aunque tampoco mucho.   Me alegro muchísimo de daros la excelente noticia -publicada en un medio de comunicación decente y de confianza- de que un riguroso estudio médico ha constatado que en los últimos sesenta años, ha descendido la incidencia de la degeneración neuronal en los ancianos ni más ni menos que en más de un treinta por ciento… Y de que las causas de ello se han debido por un lado indudablemente a la mejora de la alimentación, la salud y las condiciones de vida en general; pero en concreto, y sobre todo, al aumento del nivel cultural pero por el simple hecho de que leemos más… Es un hecho que en esta sociedad tan tecnológica que tenemos, tenemos que leer más… Otra cosa es lo que leamos.   O sea, que el simple acto de leer previene, además de la tontería, la senilidad… Queda así demostrado, feacientemente, que las personas que leen con asiduidad tienen más de un treinta por ciento menos de posibilidades de sufrir la enfermedad de Alzheimer: «el alemán hijodeputa ése, que cuando te haces viejo empieza a esconderte las cosas por ahí…»  Por todo ello me alegro, porque veo con asombro que dicen las estadísticas de mi blog que, a día de hoy, he sido leído unas ciento cincuenta mil veces y por unas ochenta y ocho mil personas, distintas. ¿Una pasada, no…? Las mismas que cabrían en un gran estadio de fútbol… Mi pueblo solo tiene unos veintipocos miles de habitantes, mis amigos como podéis suponer son bastantes menos, y ni en mis mejores sueños hubiese yo supuesto siquiera que iban a leer mis tonterías tal cantidad de gente. A mi blog no se entra para otra cosa que no sea leer; y por eso, y sobre todo, me entran siempre muchiiísimas ganas de daros las gracias a todos.  …eeen fin. Que os quiero   Así que ya sabéis: a leer como locos.  Juntaletras Os invito a seguir leyendo mi blog. Graciaaasss...  https://historiasenunfolio.wordpress.com/2022/11/12/leer/
A LEER COMO LOCOS...
Autor: JUNTALETRAS  243 Lecturas
HISPANIDAD IDIOMÁTICA...  NOVEDADES EN MATERIA IDIOMÁTICA  La Real Academia de la Lengua dará a conocer próximamente una reforma de la ortografía española. Se trata de un plan quinquenal que entrará en vigor en forma paulatina, para evitar confusiones. Su aplicación tornará más simple el castellano de todos los días, pondrá fin a los problemas ortográficos que suelen tender trampas a boxeadores, economistas, ingenieros y arquitectos, y logrará que nos entendamos de manera universal quienes hablamos esta noble lengua. De acuerdo con lo trascendido hasta el momento, la reforma se introducirá en las siguientes cinco etapas anuales:  1) Supresión de las diferencias entre ‘c’, ‘s’, ‘z’ y ‘k’.  Komo despegue del plan, todo sonido parecido al de la ‘k’ será asumido por esta letra. En adelante, pues, se escribirá «kasa», «keso», «kijote». También se simplifikará el sonido de ‘s’ en este úniko signo; kon lo kual sobrarán la ‘c’ y la ‘z’: «El sapato de Sesilia será siempre asul».  Desapareserá la ‘doble c’ y será reemplasada por ‘x’: «Tuve un axidente en la Avenida Oxidental». Grasias a esta modifikasión, los hispanohablantes no tendrán ventajas ortográfikas por su extraña pronunsiasión de siertas letras.  2) Se funden la ‘b’ kon la ‘v’, así komo la ‘y’ kon la ‘ll’.  No existe diferensia alguna entre entre el sonido de la ‘b’ larga y la ‘v’ chikita; por lo kual a partir del segundo año desapareserá la ‘v’, y beremos kómo bastará kon la ‘b’, para que bibamos felises y kontentos.   Pasa lo mismo kon la ‘y’ y la ‘ll’. Sobra la ‘ll’… Todo se eskribirá con ‘y’: «Yébeme de paseo a Sebiya, señor Biyar».  Esta integrasión probokará agradesimiento general de kienes hablan kastellano, desde Benesuela hasta Bolivia… Toda ‘b’ será de «baka»; toda ‘b’ será de «burro».  3) ‘R’ es «erre»; fuera la ‘h’; fusión de ‘g’ y ‘j’.  A partir del terser año, y para mayor konsistensia, todo sonido de ‘erre’ se eskribirá con ‘rr’: «Rroberto me rregaló un rramo de flores».   Asimismo, la ‘h’, kuya presensia es fantasmal en nuestra lengua, será eliminada… Nuestros ijos ya no tendrán ke pensar kómo se eskribe «sanaoria», y se akabarán esas komplikadas y umiyantes distinsiones entre «echo» y «hecho». Ya no abrá ke desperdisiar más oras de estudio en semejante kuestión ke nos tenía artos… Tampoko en la diferensia entre la ‘g’ y la ‘j’… ke muchas beses suenan igual. Todo irá kon ‘j’: «El jeneral jestionó la jerensia». Sin duda, esta sensiya modifikasión ará que ablemos y eskribamos todos kon más rregularidad y más rrápido rritmo.  4) Abolisión de tildes; muerte a konsonantes finales.  Horrible kalamidad del kastellano son, en general, las tildes o asentos gráfikos… Esta sankadiya kotidiana jenerara una axion desisiva en la rreforma. Aremos komo el ingles, que se a impuesto internasionalmente sin tildes. Kedaran ellas kanseladas desde el kuarto año, y abran de ser el sentido komun y la intelijensia kayejera los ke digan a ke se rrefiere kada vokablo. Berbigrasia: «¡Komo komo!».   Tambien seran proibidas siertas konsonantes finales ke incomodan, y poko ayudan al siudadano komun. Se dira: «¿Ke ora es en tu relo?», «As un ueko en la pare» y «La mita de los aorros son de eya».  5) Eliminasion de la d interbokalika del partisipio pasao y kanselasion de artikulos.  El uso a impuesto ya ke no se diga «bailado», «nacido» y «venido», sino «bailao», «nasio» y «venio». Kabisbajos, aseptaremos esta kostumbre bulgar, ya ke al fin y al kabo, es el pueblo yano el ke manda.  Desde el kinto año kedaran suprimidas esas ‘des’ interbokalikas ke la jente no pronunsia. Ademas, y konsiderando ke el latin no tenia artikulos, y ke nosotros no debemos inbentar kosas que nuestro padre latin rechasaba, kastellano karesera de artikulos… Sera poko enrredao en prinsipio, y ablaremos komo futbolistas yugoslabos; pero después, niños y niñas de kolegios beran ke tareas eskolares resultan mas fasiles.  Profesores terminaran benerando akademikos ke an desidio aser rreformas klabe para ke seres umanos ke bibimos en nasiones hispanohablantes gosemos berdaderamente del idioma de Serbantes y Kebedo.  Eso si: nunka aseptaremos ke potensias estranjeras token kabeyos de letra ‘ñ’. ‘Ñ’ rrepresenta balores mas elebaos de tradision kultural ispanica, y primero kaeremos kadaberes antes ke aseptar bejamenes, a simbolo ke a sio korazon bibificante de istoria kasteyana. Identida kultural no se bende ni alkila.  Salvador Juan Vallone   Maravilla de letras hispanas mezcladas con ingenio… Don Salvador Juan Vallone, me ha permitido publicar aquí esta prueba de amor por el verbo español, sea cual sea el sitio donde se haya escrito… Viva lo Hispano, lo español, lo nuestro.  Este hombre es mi hermano a no sé cuantos miles de kilómetros de mi casa; pero lo es, solo porque me habla y le entiendo, y le admiro… Ésa y no otra es nuestra ventaja: la palabra… ¡¡ VIVA LA HISPANIDAD…!!  Historias de Salvador Juan Vallone
...PORQUE ERA MÍA.  Tuve que atarla o la perdía, y tuve que esconderla o me la quitaban. No podía consentirlo y por eso la tuve así, porque ella era mía… Estaba completamente sola cuando regresó; vagaba totalmente perdida. Recuerdo cómo arrepentida y desesperada, desahuciada, me lo pidió ella misma. Y no fue otra cosa que su voluntad la que en uno de sus escasos momentos de realidad y lucidez, consintió que pasase semejante cosa.  Al principio sufrió sin medida retorciéndose como una posesa ante mis órdenes o mis ruegos. Blasfemaba como un arriero y gritaba al sentir que me acercaba siquiera a la sórdida barraca en medio de la huerta, donde en completa soledad, la tenía alejada de ojos y oídos que nunca lo entenderían... Encerrada. Solo entraba la luz en aquella ruinosa barraca a través de dos ventanucos rácanos, ambos fuera de su alcance. Atada a una argolla anclada en la pared -antaño para inmovilizar a las bestias cuando había que refugiarlas en el interior de la vivienda- sólo le llegaba la cadena para sentarse frente una mesa cercana, mear y cagar en un cubo, lavarse en una jofaina, y acostarse en un camastro… Justo, el espacio de un semicírculo de no más de cuatro metros de radio.  Nadie podía saberlo. Furtivamente, dos o tres veces al día venía todo el tiempo que podía a pasarlo con ella; le traía comida, velas, algo nuevo que leer o una cerveza. Limpiaba un poco, comprobaba si le falta tabaco, fuego, agua, o algo. Me sentaba a su alcance y esperaba en silencio a ver si con suerte deseaba mi compañía. Por las noches nunca me iba hasta que se dormía.   La piedad de ceder al alivio de su agonía y de sus ruegos, tentaba lo férreo de mi voluntad. El hecho de presenciar todos los días ese dolor y esas súplicas, yo ya sabía que no debía ablandar ni un ápice mi decisión de salvarla, purgándola a cualquier precio y arrancándole aquel puto vicio de cuajo. Daba igual si chillaba o si lloraba; si sudaba fría como el mármol o si temblaba hirviendo en fiebre. Yo debía permanecer impasible hasta cuando se golpeaba contra la pared con desespero. Inmutable había de parecer incluso aunque se abrasaran sus tobillos, erosionados por el hierro de los cepos implacables de aquella cadena que la ataba a mí.   El peso de soportar a solas semejante secreto estaba royéndome las entrañas. Allí la tenía, atada como una perra a una cadena. Pero ya casi estaba a punto… Hacía una semana que había empezado por fin a ceder, poco a poco, al ir permitiéndome ciertos acercamientos.   Casi ni asearse había consentido en aquellas semanas. Pero esa tórrida noche llené con agua fresca la jofaina, le di dos toallas limpias, y la obligué a lavarse o la amenacé de veras con hacerlo yo… Para respetar su pudor me retiré a un rincón de la estrechez de aquella barraca en penumbra; pero no pude evitar el asistir, conmovido, a su desnudez... Y así, a la luz de una sola vela y como al acecho y a lágrima viva, descubrí el espanto del vicio de su condena. Aquel cuerpo en cueros; demacrado, macilento y abusado. Brazos y manos, piernas y pies horadados sin piedad a la búsqueda ansiosa de un hueco en la vena. Moratones, sangre y roña en esa carne trémula, infamada… Carne de mi carne.   Me acerqué a ella, y por fin, se me permitió volver a besar aquella frente. Deslicé mi dedo índice bajo su barbilla y en silencio alcé su cara para que me mirase; y en aquellas lágrimas vi por fin redención, contrición y alivio… Pero sin cantar victoria me marché como todas las noches, sin hablarle; cuando se durmió.  Casi dos meses más tuvo los cojones de estar allí: atada… Seguí llevándole todo lo necesario a aquella barraca que poco a poco se transformó de cárcel en refugio. Lugar, donde reencontró la salud y la libertad, ambas dilapidadas, perdidas por la heroína. Droga, cepos y cadenas que fuimos soltando juntos con dolor, charlas y paseos matutinos; poco a poco… Y llegó el momento en el que dejé de velar todas las noches hasta que se dormía. Pero sí seguí amaneciendo todos los días a su lado con el solo objeto de llevarle un desayuno decente y verla, aunque encadenada, sonreír por las mañanas.   Casi nunca hemos vuelto a hablar de aquéllo; no ha hecho falta gracias a Dios… Tengo ya nietos de ella y claro, es nuestro secreto. Las cosas no siempre son lo que parecen... Que no nos engañen.   Juntaletras. Te invito a seguir leyendo mi blog... Graciaaasss. https://historiasenunfolio.wordpress.com/2021/07/04/drogas-2/
...PORQUE ERA MÍA.
Autor: JUNTALETRAS  243 Lecturas
LA MUERTE Y LA COMIDA...  Recuerdo lo primero que maté. «Nene ven y ayúdame. Dale tú el puñetazo al conejo que la mamá ya no puede…» Íbamos a hacer arroz.   Estaba haciendo el Camino de Santiago por la Vía Primitiva. Lo empecé en Oviedo, y atravesaba hacia el oeste la Asturias profunda caminando por la comarca de Los Oscos. No había albergues por esa zona y me apañaba durmiendo en el primer lugar a cubierto que pillaba. Esa tarde llegué a un pequeño caserío en el que tuve la suerte que había una especie de antigua parada y fonda en la que además de darme de cenar como los ángeles, muy amablemente, también me dejaron ducharme en un cuarto de baño decente y dormir en un cobertizo; todo ello sin cobrarme un duro.  El caso es que después de una reconfortante ducha y una suculenta cena, salí a dar un paseo… Iba por una preciosa senda verde flanqueada de helechos cuando llegué al costado de la valla del patio de una casa, y coincidí, con un anciano de ésos con pinta de postal bucólica que entraba con un inmenso buey a su espalda siguiéndole caminando manso y con parsimonia… Casi anochecía, pero me paré y quedé mirando tan bonita estampa.   El paisano, llevaba con calma al buey junto a un grueso poste de madera clavado en medio del patio. Poco a poco, fue como doblando lentamente el cuerpo del bóvido, pareciera que enrollándolo, inmovilizándolo y atándolo también poco a poco al poste. Yo no entendía nada… Finalmente, tiró suavemente de la cara del buey hacia la derecha con la cuerda que ataba la argolla de su nariz, inmovilizando su cabeza girándola y atándola también al poste… Y se ve, que como nos quedábamos sin luz encendió unos focos.  El anciano dio luego dos o tres pares de vueltas rodeando al animal, despacio, pensativo y observándolo con detalle; yo, estaba ya que me comía las uñas muy intrigado porque no tenía ni idea de lo que pretendía hacer con el buey así sujeto: a lo mejor curarle alguna herida, quizás vacunarlo, tal vez aserrarle los enormes cuernos, castrarlo, o vete tú a saber qué otra cosa… Entonces, en un instante brusco y con gesto adusto y como sin venir a cuento, el viejo se giró dirigiéndose a una mesa que había a su espalda y rápidamente agarró un cuchillo enorme y sin decir ni media, volvió sobre sus pasos y lo hundió con precisión en el lateral del pecho del animal que murió al instante y también sin decir ni mu… La res, se dejó caer falleciendo con una naturalidad lánguida e inmediata, limpia; tanto, que ni siquiera cayó al suelo porque estaba atada con tal pericia al poste, que así sujeta quedó lista para su izado, sangrado y posterior despiece; limpiamente, sin tocar siquiera la suciedad del suelo.   Había presenciado el suceso sempiterno de ver la muerte en manos de una persona que, sola, sábiamente, con gran respeto y como en un ritual trascendente, sacrificaba el fruto de su trabajo de muchos años para comer.  En ese momento, recordé alzar mi brazo izquierdo con aquel conejo agarrado por las patas traseras; su cuerpo arqueado por la tensión de la vida, la gravedad, y el miedo; bocabajo; sus orejas tiesas y empinadas; sus ojos nerviosos y negros, grandes y hondos pero inexpresivos… Acaricié lentamente y a contrapelo su cuerpo para calmarlo; luego, empujé despacio y suavemente sus orejas hacia abajo dejando su pescuezo lánguido expuesto y a la vista; y por último, levanté con precisión el canto de mi mano derecha unos tres o cuatro palmos y sacudí un golpe seco en aquella nuca… Lo había visto hacer docenas de veces y lo hice de forma limpia, limpísima, fulminante… A la primera.  Impresionado por la muerte, y con la imagen en mi mente del hilo de sangre que manaba por la herida en el pecho de aquel hermoso animal, me alejé algo atribulado rumbo al cobertizo de mis aposentos… Había cenado hacía un momento y allí mismo un filete de ternera alucinante, con patatas… fritas, las pobres.  …eeen fin.  Gracias por leerme.  Juntaletras. Os invito a seguir leyendo mi blog. Graciaaasss...  https://historiasenunfolio.wordpress.com/2022/03/13/la-muerte-y-la-comida/
LA VIDA...   El grito de terror nos hizo dar un respingo a todos; eché a correr alarmado por el pasillo mientras su madre salía hasta el umbral de la puerta del dormitorio, con La Niña en brazos; inerte, amoratada por el atragantamiento. Me la entregó suplicante, aterrada; ocho días de vida colgando flácidamente de mis brazos. Mientras la tomaba en mi regazo, un regusto de impotencia desgarraba mis entrañas.Frenéticos, corrimos hasta el coche. Hice el ademán de entregarle La Niña a mi hermana para ponerme rápidamente al volante; pero fue muy evidente la expresión de gravedad en su cara:  «Es tu hija…»  Era conmigo con quien mejor podía estar en este trance… Posteriormente me confesó que al verla tan mal, pensó, que lo que tuviera que pasarle a la niña era mejor que le pasase en mis brazos. No respiraba; solo podía yo susurrarle mimos cariñosamente pero de forma entrecortada debido al pánico y al llanto; solo podía darle ánimos, hablarle, rogarle, acunarla… Era tan, tan pequeña que no encontraba forma alguna de ayudarla. Estaba aterrorizado tratando de hacer algo por ella cuando, casualmente, descubrí que soplando suavemente en su carita, de forma refleja La Niña intentaba aspirar aunque de forma muy muy tenue… Pero estaba viva.  No respiraba; apenas inhalaba pero continué soplándole suavemente, intentando acompasar mi ritmo con el de su hálito trabajoso. Solo algunos gestos vitales apenas perceptibles, casi estertóreos… Pero estaba viva. El pánico invadía hasta mi último resquicio, aumentando la presión de mi miedo hasta límites que no había experimentado nunca. He visto la muerte varias veces, también la violencia y el delito; he visto la droga, el desamor y la decepción, pero jamás el miedo había impregnado de ese modo mi ánimo.  Entramos en el ambulatorio como una exhalación, tropezando; cegados por las lágrimas y por el espanto y dando alaridos, imploramos una ayuda que sabíamos imprescindible para salvarle la vida. Ya llevaba varios minutos en apnea, y su color macilento y la casi completa atonía de su cuerpecito evidenciaban lo crítico de la situación. Recuerdo, las miradas de estupor del personal del ambulatorio al ver el estado de La Niña y el del padre. Pude detectar la renuencia lógica de la mayoría de ellos, al ver a la diminuta criatura que yo les llevaba casi muerta. Era evidente que no querían cargar con la posibilidad de que «eso» sucediese en sus manos.  Alarmado, salió a nuestro encuentro un doctor veterano (el Dr. Rodríguez) a quien entregué -yo rendido y empapado en llanto- el cuerpecito de mi pequeña. El intento de sondarla para proporcionarle oxígeno fue inútil; era demasiado pequeña para utilizar ese catéter o cualquier otro instrumental del que disponía. Un rictus de impotencia y temor asomó también en la cara del doctor.  ¡¡¡ Dios mío…!!!  Finalmente, como último y creo que como único recurso, el doctor inició unas simples maniobras con los bracitos y una serie de masajes en el vientre… En ese momento rompió a llorar. Me sorprendí sonriendo a lágrima viva. Me sonó extraño, solo la conocía ocho días… Había estado muchos minutos -parecieron horas lo juro- sin emitir sonido alguno y casi totalmente inerte. La Niña lloraba, y eso significaba que había conseguido llenar sus pequeños pulmones de aire.  En ese momento presentí a Dios.  Reaccioné, arrancando brusca e instintivamente la criatura de los brazos y cuidados del doctor con la intención de llevarla cuanto antes al hospital. Al principio el doctor se sorprendió de lo impulsivo de mi acción pero inmediatamente y sin decir palabra, comprendió que mi intención era también la mejor opción: había estado demasiado tiempo en apnea y era imprescindible hacerle otras pruebas imposibles de realizar allí. Y la mejor y más rápida ambulancia en ese momento era su padre.  Balbuceando y envueltos en lágrimas dimos las gracias y a trompicones, salimos a toda prisa hacia el hospital. Podría haber muerto en mis brazos, peeero...  …eeen fin.  Gracias a Dios, La Niña hoy tiene 12 años y es uno de los más grandes amores de mi vida.  Juntaletras. Os invito a continuar leyendo mi blog.Graciaasss... https://historiasenunfolio.wordpress.com/2016/11/26/vida/
LA VIDA...
Autor: JUNTALETRAS  232 Lecturas
COSAS DE NEANDERTHAL...  En los neanderthales, creo que ésto del pensar, es una manía que empezaríamos a adquirir seguramente hace mucho tiempo. Quizá, cuando uno de nuestros adolescentes espantado, quedara huérfano asistiendo al espectáculo terrible de ver morir a sus padres despedazados y devorados, sacrificándose mientras le defendían del ataque por sorpresa de un tigre dientes de sable en su propia cueva… Aterrorizado, la lógica nos dice, que el joven neanderthal salpicado por la sangre de sus padres huiría de semejante carnicería en cuanto tuviese la menor oportunidad, escapando de aquella cueva despavorido, y perdiéndose sólo y para siempre entre los miedos del bosque.  «…No tengo garras pico ni colmillos; no soy especialmente fuerte ni rápido; mi vista oído y olfato tampoco son gran cosa; y no tengo una piel dura ni llena de pelos…» Pensaría…  Pero, una vez que se reconociese en su orfandad y completa soledad, es  probable que por puro instinto de supervivencia, el joven neanderthal, superase poco a poco semejante trauma refugiándose al abrigo de cualquier oquedad rocosa que encontrara vagando por ahí, perdido, pensando… Y seguro que, también por instinto y después de mucho pensar, tarde o temprano tomaría la decisión de luchar, de vivir a cualquier precio, y de depredar si fuese preciso hasta matar para no morir… Así, escarmentado como Olivia De Havilland en Lo que el viento se llevó, pondría a Dios por testigo, y de pie en su oquedad rocosa se juraría solemnemente aquello de que nunca más, ni de coña, volvería a pasarle algo así a él o a sus descendientes.  También posiblemente llegaría a la conclusión, el pobre, de que lo único que lo hacía temible era que pensaba, que era capaz de esgrimir armas, y que dominaba el fuego y otras habilidades frente a los ataques del resto de bestias que habitaban el Mundo. Eran sus únicos poderes, lo que lo distinguía de los otros seres: que pensaba y usaba artefactos. El ser humano no lo sabía pero justo ahí, comenzaríamos, seguramente… Y empezó el coco a darle vueltas en su oquedad rocosa cagado de miedo, y confundido, el desvalido neanderthal vería cómo cada día el sol parecía que salía por un sitio diferente.  Primero sería lo de dominar el fuego, algo difícil de controlar sin herramientas; luego vendría lo de echarse una chorbi y que saliera buena; y por último, lo de alargar las crianzas… Éso de tener que criar varios monos a la vez durante diez o quince años era mucha faena; algo complejo, y que debía tener un muy buen porqué ya que tomaba tanto trajín. Y el porqué, no sería otro sino el de que el grupo había ido acumulado una sabiduría tan valiosa que al no tener casi ni lenguaje, solo a fuerza de memoria, de atención y dedicándole mucho tiempo eran capaces de transmitirla a las siguientes generaciones. Vamos, que había que pasar mucho tiempo con los hijos… ¡Fíjate tú, qué descubrimiento…!  No se tarda ni mucho menos tanto en criar un oso, un león o un cocodrilo, y a las serpientes, ni siquiera recién nacidas les hace falta un padre.  Luego, pasó mucho tiempo hasta ésto de ahora, con todos los Sapiens pegados a un móvil.  Hoy, trasteando con mi dedito índice de acá para allá deslizándolo de pantalla en pantalla, y leyendo por ahí, he tropezado al azar con una de esas listas que proliferan en la web y que lo saben todo: Los cien mejores libros; así, a lo bestia… Menos mal que para desasnarse un poco y entender también un poco este Mundo, el autor humildemente reconoce que muchísimos otros títulos y autores quedaban fuera. Que aquella lista era solo fruto de una elección personal y subjetiva: la suya.  Una vez, un gran profesor de lengua y literatura que tuve, nos dio una lista de cien libros que podríamos llevar a una isla desierta para no perder del todo nuestra condición civilizada. Estábamos comentando una de nuestras lecturas obligadas: Robinson Crusoe, de Daniel Defoe… Cuando ya llevábamos varios de aquellos libros leídos a lo largo del curso un día le oí decir, que álguien que no leyese al menos la mitad de esos cien libros nunca terminaría de entender este Mundo, medianamente.  …eeen fin.   Los 100 mejores libros …Gracias por leerme  Juntaletras. Te invito a seguir leyéndome en mi blog. Graciaaasss...  https://historiasenunfolio.wordpress.com/2022/06/02/neanderthal/
EL PARTO... Como le interesaban tanto lo de las energías, lo del yoga, el karma, y eso de los chacras y el despertar del tercer ojo, le pregunté ¿que si entendiéramos la vida como una sucesión de ese tipo intercambios energéticos, cuál, diría ella que es el acto más energético que podríamos experimentar…? Tardó un poco en responderme que hacer el amor; vamos, que follar. Que estar dentro de o tener dentro a alguien. Porque sin duda es un acto aquél, en el que se intercambian multitud de energías humanas y de fluidos esenciales para la vida, y tal.  Yo le dije, que seguramente lo más energético que hay en este mundo es hacer explotar una bomba atómica; o tal vez parir… Pero, porque no debe haber forma más energética de sentir dentro a alguien o sentirse dentro de alguien, que pariendo o naciendo. Ese empujar de una misma y desde dentro; desde tus propias entrañas, sin remedio y sin siquiera punto de apoyo. Esa condena a parir o a morir, a salir o a matar. Esa hemorragia de vida. Todo ese mal trago. Todo, solo por tener o ser un hijo. Energía pura: pura bomba atómica.  Recuerdo abrir la puerta del paritorio del hospital con verdadero terror, y ver de repente a aquella parturienta sudando encendida y congestionada, retorcida, gritando a no sé quién y mirando a no sé dónde, éso de: «¡Que salgas de aquí…! ¡Que te vayas…! ¡Que me dejes…!» Estaba como fuera de sí. ¿Y yo qué sabía…? No sabía, ni dónde meterme en medio de tanto grito de las al menos cuatro o cinco hembras pariendo en aquella sala. Los dolores de verdad ya habían empezado. Rotas las aguas las contracciones aumentaban, la tensión me espantaba. Ya, de parto… El dolor en todas sus formas siempre me había aterrado, superado.  Estaba a su derecha cagado de miedo agarrándole la mano, cuando los ojos de la matrona emergieron por encima de aquel monte de Venus que ya paría, para urgirme a que fuera corriendo a cortar el cordón umbilical.  «¡Vamos, ven, ahora…! ¡Ya está aquí…!»  ¿Pero cómo coño iba yo cortar semejante cosa. Yo, que me mareo siquiera al pincharme cortando una rosa…?  «Deja deja, córtalo tú» le dije en un puro mareo. Casi que me caigo al suelo en redondo. ¡Qué nervios! Entre gritos nacemos… Y yo, como un pollo sin cabeza, blanco como el papel, y enredando por allí en medio.  Me la dejaron echada como ahí; como en el mostrador de una tienda. Solita. Recién lavada eso sí, pero como desamparada y envuelta ella, tan solo en una ligera muselina también de color hospital verde claro. Como si me la hubiesen dejado en un dispensario cualquiera, a la espera de que alguien viniera y se me la llevara. Y claro, no me separé de ella ni un solo segundo.  Recuerdo a mi derecha a un tipo como desagradable, con gorro, mascarilla y bata verde como yo; luego, supe que era el doctor jefe de maternidad del hospital. No paraba de mirarme de soslayo aquel tipo, ni de enumerar un sin fin de detalles médicos varios e incidencias técnicas del parto; luego, supe que estaba dictando los detalles del certificado de nacimiento. Cuando ya llevaba descritos muchos detalles de aquellos, se paró extrañado; me miró ahora fijamente, y me dijo el desagradable ¿que qué coño hacía yo que no tomaba notas…?  ¿Noootas…? Pa’tomar notas estaba yo.  ¡Ufff qué nervios…!  Sosteniéndole la mirada y muy sorprendido por lo maleducado de su pregunta, le respondí algo retador ¿que qué coño noootas…? No se había percatado el doctor de que yo era el padre… Como de puro nervioso no me estaba quieto por ahí, me confundió con el enfermero encargado de rellenar el formulario certificando el nacimiento.  ¡Ufff qué nervios…!  Entonces, los ojos de matrona con mascarilla abandonaron por un momento la episiotomía en la que estaban, y volvieron a emerger de aquel mismo monte de Venus ahora ya parido, para decirme casi encanada de la risa «que dejara ya de enredar por ahí, que me portara bien y me estuviera tranquiliiico… Y que ya, faltaba poco para que todos saliéramos de allí…» Hasta la madre recién parida empezó a reírse de lo chocante de la situación.  Y no te digo nada, cuando pretendieron subir a mi pequeña a la planta de neonatos sin que yo la acompañara. Una enfermera me dijo sin más que me apartase, que iban a subirla… Yo le dije que «nanai, que lo que había en esa incubadora era mío; y que tenía que acompañarla sí o sí para saber dónde me la dejaban, no fuera a ser que por error me la cambiasen por otra…»   Aquella enfermera bufaba con la prisa de los partos, e insistía: «que no dijera tonterías y que no podía subir y punto. Que entendiera que estaba prohibido; que esto era un hospital y que eran las normas, y tal…» Y yo, cabezón y tajante la intimidé, cuando acercándome a su cara mirándola fijamente y ya con mala ostia, le dije implacable aquéllo de: que era ella la que no lo había entendido… Que yo era el padre, y que me daba todo igual porque iba a subir a planta con mi hija sí o sí, se pusiera ella como quiera que se pusiese.  Y al final claro, subí con mi hija y ella.  …eeen fin. Gracias por leerme…  Juntaletras. Te invito a seguir leyendo mi blog... Graciaaasss.  https://historiasenunfolio.wordpress.com/2021/02/07/el-parto/
EL PARTO...
Autor: JUNTALETRAS  158 Lecturas
LA ZAPATILLA VOLADORA...  Ya te habíamos dicho varias veces que dejaras la nevera quieta, que en un momento sacaríamos los helados… Era uno de esos frigoríficos de dos puertas con el congelador abajo; la puerta inferior te llegaba más o menos a la altura de la cabeza, y no parabas de darle estirones con ahínco para abrirla y cogerte un cucurucho de chocolate. Tendrías cuatro años… Que si Paula déjalo ya, que si Paula para, que si Paula mira que me enfado.  — ¡Paula Coooño…!  Naaada, ni caso, tú a lo tuyo, por un oído te entraba y por el otro te salía. Hasta que claro, tanta fuerza e insistencia dieron su fruto, y te diste un buen portazo en los hocicos. Se abrió de golpe aquella puerta, y tan fuerte tiraste de ella como fuerte te golpeaste, ya que caíste sentada en el suelo algo aturdida pero eso sí, con el congelador abierto, claro.  Tuvimos que contener la risa al verte allí en el suelo mirándonos, pobrecilla, con los ojos como platos y un amago de pucheros asomando en tu rostro por el susto y por el golpe.  Peeero… ¡Ahhh amiga…! Cuando viste que nos reíamos de tí, en sólo un instante y cual si una gata iracunda, el gesto en tu cara tornó del casi llanto a la rabia. Herida en tu amor propio te levantaste de un brinco, y con ese gesto erizado de gata rabiosa enseñando los colmillos, nos gritaste desafiante aquéllo de:  — ¿Y vosotros de qué os reís, coño.?  …silencio.  Y diste un portazo cerrando la puerta del congelador, pero como con desdén, sin coger siquiera el helado; y echaste a andar dándonos la espalda como un torero tras un percance, con chulería.  Desde tu primer día conmigo he sentido siempre la suerte de saber que eres alguien muy especial: Mi Caramelo de Fresa. Ha sido siempre un lujo el sentir un cariño tan sincero como el tuyo, y que además, tiene en suerte el poseer ese atractivo tan irresistible que tienen los desafíos… Eres adorable aunque dura y directa; difícil pero cariñosa y generosa; detallista y lista, muy muy lista. Una verdadera joya de señorita más que bien amueblada, dotada de una energía y fuerza interiores tal cual si alojara bombas en sus adentros… El atractivo de la belleza sumado al atractivo del peligro, de la complejidad, del riesgo… ¡Qué peligro…! ......... Chocábamos con demasiada frecuencia porque aunque tenías solo ocho años, presentías la ruina de tu entorno familiar pero no lo comprendías. Y como soy tu padre recuerdo, y creo, que tu actitud rebelde e inquisidora se debería en gran medida a que no te explicabas, pobrecilla, el porqué queriéndonos tanto estuviésemos separados; ni entendías, el hecho de que hubiese sido yo el que se había tenido que ir de casa.  Volvíamos a casa de Manuela después de estar en la playa todo el día juntos, y de verdad, que no logro acordarme de cuál fue la espoleta que esa tarde hizo que explotásemos los dos… Fue un gesto aquél que no había tenido nunca con vosotras, y es curioso, porque aunque lo intento no logro recordar nunca, el motivo en concreto por el cuál enfadadísimo te lancé aquel alpargatazo tirando a dar.  Te rozó la nariz aunque apunté al cuerpo; y menos mal que no te di de lleno porque de veras que lo tiré con ganas… Te quedaste de piedra inmóvil mirándome ojiplática, y sorprendida, rabiosa y casi al punto del llanto, aún, me retaste: — ¿Papaaá, me has tirado una zapatilla a la cara…? Lo dijiste con retintín, clavándome con la mirada. — ¡De zapatilla nada niña…! ¡Lo que te he tirado es un alpargatazo y si te sigues portando así tengo otro preparado…! ¡Mira…! Dije descalzo, esgrimiendo tristemente el otro alpargate como mi última bala en la recámara.   Recuerdo que como lobas, se lanzaron sobre mí tu hermana y Manuela al oír nuestra trifulca en el salón: — ¡Papá, no creo que tirarle una zapatilla sea la mejor manera…! — ¡De zapatilla nada, un alpargatazo es lo que le’tirao...! — ¡¡Antooonio, escucha a tus hiiijas…!! Terció Manuela.  …eeen fin.  Que te quiero mucho muchísimo…  Juntaletras. Te invito a seguir leyendo mi blog... Graciaaasss.   https://historiasenunfolio.wordpress.com/2022/04/13/zapatilla-voladora/
COSQUILLAS...  Cosquillas… Nada te gustaba más; pocas cosas creo que te gusten más. Caricias, pellizcos y sustos; risas, carcajadas irresistibles. Cosquillas de tranquilidad o cosquillas en las costillas, tú elegías… Te meabas de la risa.  Estar a tu lado siempre ha sido un deleite tal, como el de aspirar la nota dominante de un perfume maravilloso; aquélla, realza en su fondo el matiz del resto de los aromas que lo componen, y es justo la esencia que provoca más placer al aspirarlo. La tuya es intensa, nota dulce, amaderada, un fondo floral: un deleite como a miel de nardo, a rosas pasadas… Hueles, diríase que a tus abuelas y a sus madres; a algo familiar, maternal, como una especie de olor a regreso.  Un verdadero tesoro, una joya valiosísima; alguien para presumir… Eres preciosa, pero no tanto por lo indudable de tu precio o lo adorable de tu belleza, sino por el valor de para las muchas cosas que vales.  Tenemos tanto que contarnos que daría igual por donde empezásemos.  Éramos unos novatos. Tanto para mí, pero más para tu madre, eras nuestra primera hija y se ve que por eso no pude entrar en el paritorio para asistir a tu venida; la cosa parece que se nos complicó un poquito… Y menos mal que no me dejaron entrar porque como bien sabes, yo sólo hubiera servido para complicarlo todo más. Se ve que soy demasiado impresionable, un mierdaseca en los hospitales; me mareo con una facilidad pasmosa, y a menudo termino tirado por ahí en el suelo chorreando de sudor con la mirada perdida y blanco como el papel. Pero como si para entregarme un regalo se tratara, me llamaron estando en la sala de espera, y llegaste a mi vida en forma de la aparición de un hermoso querubín… Nunca olvidaré el instante de acercarme y verte por vez primera. Poco a poco, te me apareciste Iluminada y caldeada, tan sólo por el arrebol del haz de luz de aquella bombilla roja colgada sobre tu cuna, situada en el recoveco de una sala en penumbra junto al paritorio. Recuerdo mi asombro al acercarme, despacito, como con mucho cuidado, y ver de repente lo precioso de una hembra tan tan pequeña… Era nuestra primera vez juntos. Mi primera vez. Acababas de llegar.  Y al verte así tan de cerca y por vez primera, mi vida entera no solo cambió sino que dio un vuelco… Diríase que en ese momento como que crecí de golpe, me agrandé; y que al mirarte con tanto detalle, por amor, transmuté, convirtiéndome de repente y para siempre en otra persona.  Tu padre.  No había vuelta atrás… En ese momento terminé de hacerme mayor, aunque sabes bien que nunca me ha entrado del todo el conocimiento.  …eeen fin.  Sabes que te quiero mucho, muchísimo.  Juntaletras. Te invito a seguir leyendo mi blog... Graciaaasss. https://historiasenunfolio.wordpress.com/2022/04/27/cosquillas/
COSQUILLAS...
Autor: JUNTALETRAS  208 Lecturas
SI LEVANTAS LA MANO, Y NO DAS...  Cuando en mi niñez te castigaban, el escarmiento lo era, y de veras… Y nunca, jamás, se perdonaba el correctivo porque dejaba entonces de de tener sentido, de ser efectivo, de servir para algo.  «El que la hace la paga… Porque si de verdad tienes que levantar la mano, y no das; luego, no tienes fuerza pa’ná…»  Sólo se levantaba la pena en caso de que el penado, primero, hubiera cumplido una buena parte de aquélla, y segundo, diera verdaderas muestras tanto de contrición, como de un firme deseo de no volver a cometer aquellos actos causa de su penitencia.  El propósito así de los castigos, no era el del resarcimiento de una afrenta o de un delito, como lo es la pena para un reo… Su finalidad en cambio era la imposición, aunque fuere a la fuerza, de algún concepto importante, muy importante; generalmente relacionado con aspectos troncales de nuestra educación, comportamientos, o formas de actuar en determinadas situaciones vitales, trascendentes, o morales.  Por ello, la motivación de quien nos imponía un castigo ejemplar era, casi siempre, fruto de alguna forma de aprecio o de cariño, de sincera amistad, o hasta de amor…. Nadie, se toma el trabajo de castigarte si no espera inculcar algo positivo en ti, o si no desea pulir alguna mejora en tu persona… Así, el castigo es también y en cierta forma un acto de estima y de fe en el castigado, ya que con esa expiación forzosa de sus faltas, se pretende la redención de sus errores, una evidente mejora personal, o el aprendizaje de alguna lección muy muy importante.   Es un hecho demostrado, que aquella educación clásica basada en el mérito y la valía personal, en la disciplina, en el respeto a los mayores y en el esfuerzo constante, era la forma más efectiva de formar personas completas, responsables, curiosas y cultas… Y modernas.  Os invito a seguir leyéndome en mi blog. Graciaaasss... https://historiasenunfolio.wordpress.com/2019/10/01/educacion/
¡¡¡QUÉ RISA...!!!  Me despertaron aquellos golpecitos insistentes en la ventanilla de mi coche. Toc toc toc… Vaya nochecita de marcha tan potente la que me pegué, lo malo, es que solo tenía recuerdos hasta las cinco o así de la madrugada; del resto no me dejaba acordarme la melopea. Toc toc toc… Envuelto por completo en la niebla del tablón que aún llevaba tardé en reaccionar. Toc toc toc… Poco a poco fui percatándome de que lo que oía, también, eran pitorradas de coches enfadados que me rebasaban por la izquierda ya que estaba parado así sin más justo en medio de mi carril, y en una de las principales calles de entrada a Mi Pueblo. ¡Qué extraño…!  Toc toc toc…  Lo raro es que eran ya más de las 8 de la mañana; lo malo es que llevaba un pedal tremendo y estaba parado en un semáforo; y lo peor es que me había quedado durmiendo mientras ese semáforo estaba en rojo… Lo que no sabía, era cuánto tiempo había estado ahí tirado con el motor en marcha, con la cabeza apoyada en el cristal de mi ventanilla dándome todo el sol en la cara, y roncando hasta babear con la boca abierta de par en par. Toc toc toc…  El susto me lo pegué unos segundos después -mientras aclararaba aquella espesa niebla etílica- cuando giré la vista a la izquierda y me crucé con los ojos de aquel guardia civil al otro lado de la ventanilla. ¡Joooder…! Era aquélla una mirada severa, aunque diríase que a la vez como asombrada e incluso tierna. Luego, hasta me pareció detectar la mueca de una ligerísima sonrisa en su cara… Me hizo aquel agente el gesto imperativo de que bajase la ventanilla, tras lo que me saludó de forma reglamentaria llevando el canto de su mano derecha recta y a la sien.  — ¿Buenos días, se encuentra Usted bien…? — Pues hommmbre, mire yo… — ¡Salga del coche, por favor…! Me interrumpió drástico al ver que sí, que yo al menos reaccionaba.  Cegado por los rayos de sol mañaneros a tan tempranas horas, salí del coche a trompicones todavía bajo los efectos de tanto cubalibre: todo borroso, confuso, muy mareado… Tanto es así, que el agente, muy suave y amablemente me agarró del brazo y me acompañó a la sombra de la acera opuesta, introduciéndome en una especie de soportal que estaba abierto, y haciéndome sentar con cuidado en un banco de madera que había junto a la entrada… Pasaron los minutos, y despacio, fui pudiendo enfocar tanto la vista como los pensamientos, hasta que conseguí hacerme una ligera idea de lo que me estaba pasando.  Me levanté de aquel banco procurando dar muchos menos trompicones; salí de nuevo a la calle, y allí estaba el agente tomando notas junto a mi coche… Pero lo mejor fue cuando al girarme mareado con intención de volver al abrigo del soportal, levanté la cabeza y con algo de dificultad, pude leer en el frontal de las puertas aquéllo:  TODO POR LA PATRIA  ¡Ostiaaas…!  No sólo iba conduciendo curda perdido y me había quedado durmiendo al volante parado en un semáforo en rojo, sino que además el semáforo donde tan plácidamente dormía, resulta, que encima era el que estaba justo frente a la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Mi propio Pueblo… ¡Mira tú qué casualidad coooño…!  Y claro, setenta y dos horas me tuvieron cómodamente alojado allí mismo y a pensión completa. Creo, que absolutamente todos los agentes de la Casa Cuartel se interesaron con verdadero cariño por mí, y por conocer la mayor cantidad posible de los detalles de mi digamos que peripecia… Fueron amabilísimos conmigo, a la vez que también condescendientes y comprensivos con aquel suceso tan insólito y chocante, que había yo digamos que protagonizado. Años más tarde uno de aquellos agentes me confesó con sincero cariño y todavía meándose de la risa, que pasaron unos ratos estupendos riéndose de mí todo lo que quisieron. ¡Qué cosas…! Yo ahora también me río.  ¡Venga, supéralo…!  Juntaletras. Te invito a seguir leyendo mi blog... Graciaaasss.  https://historiasenunfolio.wordpress.com/2021/04/12/que-risa/
¡¡¡QUÉ RISA...!!!
Autor: JUNTALETRAS  166 Lecturas
EL PERRO Y LA VEREDA...  Me acuerdo cuando me dio por hacer deporte, y salía a correr al menos un día de cada cuatro… Lo hacía por las sendas fantásticas que recorren la huerta que rodea mi pueblo, y esa tarde iba yo por la muy famosa Vereda de Los Mazones. Todo el mundo debería saber que es famosa entre otras cosas, porque tiene un hermosísimo y verdadero monumento natural en forma de ficus macrophylla gigantesco y antiquísimo, que pareciera que desde siempre la adorna, la engalana… Un precioso camino verde que une Almoradí con su pedanía de Las Heredades, cruzando el corazón de la huerta con un recorrido maravilloso rodeado de huertos de naranjos y limoneros, de bancales de alcachofas y de habas, de brócoli o alfalfa.  Peeero, cada vez que pasaba corriendo frente a una nave industrial que dejaba a mi derecha, una verdadera bestia, comenzaba a perseguirme ladrándome todo el trayecto que le permitía el límite de la valla que perimetraba la finca y bordeaba el camino. Aquel enorme boxer atigrado no sé porqué me odiaba tanto. Todos los días me ladraba el cabrón con una ira, con una inquina y una fiereza, que de verdad que daba miedo el sólo pasar a menos de un par de metros de la valla, no fuera a ser que encontrase un agujero y…  Debido a la costumbre de pasar por ahí día tras día dejé de hacerle caso al perro y seguía corriendo, así, sin más… Hasta la vez aquélla, claro. Ya había rebasado la finca de la nave industrial y corría dejando atrás el límite de la valla metálica, cuando me percaté de que seguía oyendo aquellos ladridos como con una extraña cercanía… Sin parar de correr miré atrás, y aterrado, vi que el enorme perro atigrado galopaba por en medio de la vereda persiguiéndome iracundo, y ganándome terreno con muchísima rapidez.  Sabía que no tenía ninguna oportunidad si seguía corriendo; tarde o temprano aquella fiera me alcanzaría, me zancadillearía mordiéndome los tobillos hasta hacerme caer, y una vez en el suelo me devoraría vivo… Tampoco me daba tiempo a llegar y salvarme encaramándome al enorme ficus que había por allí cerca.  Todo ocurrió en un momento, cuestión de dos tres segundos, y la decisión que tomé no sé si fue una locura… El caso es que rápidamente paré en seco, me giré mirando al perro fijamente, y gritando, blasfemando y gesticulando como un loco, arranqué a correr hacia él vociferando amenazante como si un alma que llevara el diablo… Es curioso que en ese instante me diese tiempo a pensar en cosas, como hasta que tendría que sacrificar mi brazo izquierdo ofreciéndoselo y que mordiese primero él, para luego yo, poder inmovilizarlo y estrangularlo con mi mano derecha clavándole los dedos en el cuello y rompiéndole la tráquea... Y la cosa funcionó, porque cuando el perro me vio yendo a por él gritando como un poseso envuelto en llamas, se ve que se lo pensó mejor, y como en los dibujos animados de Scooby Doo, frenó en seco y tardó una fracción de segundo en darse la vuelta y salir corriendo, cobardón, hacia el mismo agujero de la valla por el que se había escapado persiguiéndome, bravucón.  Seguí gritándole y persiguiéndolo yo a él hasta que se refugió de una puta vez tras la valla… El caaabrón.  …eeen fin. Gracias por leerme.  Juntaletras.  Te invito a seguir leyendo mi blog... Graciaaasss...  https://historiasenunfolio.wordpress.com/2022/01/22/la-vereda/
FILFA Y FARFOLLA...  La otra noche, en vela, oía por la radio un documental -digamos que escuchaba un podcast en el móvil- en el intentaban dejar claro que fueron los neanderthales, los primeros hombres que dominaron el fuego hace de unos ciento cincuenta a doscientos mil años… También defendían la hipótesis de que al menos en Europa, aquellos neanderthales se extinguieron pese a que se hartaban de marisco y pescaíto en las costas del sur de España, presionados y empujados por la irreversible hegemonía y mayor voracidad del Homo sapiens sapiens. A éste se ve, que también le gustaba el pescaíto, y encima le dio hace entre treinta y cincuenta mil años por adueñarse, pintar y decorar como propia, toda cueva con la que se tropezaba por ahí: mira las de Altamira.  Sí que se cruzarían algo entre ellos sí; pero se ve que no se gustaron lo suficiente, como para evitar que los se ve que feos neanderthales, encontraran su última morada en nuestra tierra apagándose genéticamente junto al mar Mediterráneo. Que para su desgracia, constituyó una especie de última frontera, de barrera marina infranqueable, para aquellos legendarios hombres primitivos y empujados hacia el sur.  Pues resulta que muchísimo antes de todo aquéllo, también el Homo Antecessor nos dejó hace ochocientos y pico mil años en la famosa Gran Dolina -la Sima de los Huesos de Atapuerca en Burgos- toda una panoplia de restos de herramientas líticas y huesos de canibalismos varios, para que supiésemos que una vez ellos también estuvieron ahí; aquí, justo en nuestra tierra. Pero eran otros tiempos.  Y mucho, pero que muchísimo más tarde, Egipto, los Persas o Grecia, Roma y luego el Islam, España, y recientemente Gran Bretaña, conformaron los imperios más poderosos de la Historia Occidental y del Mundo… Nadie se atrevería a negar intelectualmente por tanto la afirmación de que España es, sin duda alguna junto a Estados Unidos, Rusia o Francia, China, Alemania y Gran Bretaña, una de esas grandes naciones todavía contemporáneas, que han sido más determinantes, influyentes y decisorias, en el devenir de los acontecimientos más importantes de la Historia y del decurso de nuestra Cultura.  El ejército de los EEUU, la primera vez que se enfrentó a una verdadera potencia extranjera fue a España. Éramos su referente de cómo tenía que comportarse un soldado… Así eran los valores del ejército español: como ahora lo son los del estadounidense pero hace siglo y medio. Ellos aprendieron de los últimos de Filipinas y de Cavite la heroicidad, la ferocidad y el honor del pelear con todo, todos, hasta el final, y sin ser unos villanos infames… Pero claro, ellos eran mucho más poderosos; fueron mucho más astutos, y encima, manejaban la opinión del Mundo.  Mundo éste, que pese a nuestro derrotismo, no entendería su presente sin España, sin los hispanos: sin los valores universales del Quijote. La valentía sería un valor distinto sin las gestas ejemplares de aquél Don Alonso, loco perdido. O sin aquéllos Últimos de Filipinas. O sin Rafa Nadal y su manía de sacarse los calzones del culo en cada saque… No podríamos entender el arte contemporáneo sin Velázquez, sin Picasso o sin Dalí. ¿Qué sería del Mundo si no hubiésemos inventado la guitarra como tal, o el jamón ibérico…?  Somos, o lo éramos hasta hace poco, la octava potencia económica mundial; y la nuestra es -o lo fuimos- una de las Naciones más influyentes en la opinión del Mundo. Mundo, en el que más de seiscientos millones de personas hablan nuestra lengua: la tercera más importante si no la segunda… ¿Cómo pretender hablar entonces ésa segunda lengua del Mundo con hondura sin emular la malicia o el detalle, el humor y la pericia de la gente que escribía como escribía Quevedo…? ¿Cómo alcanzar pureza de verbo y alma sin descubrir el amor entre los textos, trances y éxtasis de Teresa de Ávila…? ¿Y Ortega y Gasset, o Séneca…? ¿Qué sería del orbe sin Hernán Cortés, sin Cristóbal Colón o sin Juan Sebastián Elcano…? ¿Qué sería de la tragedia moderna sin García Lorca…?El legado cultural español es un tesoro incalculable que ya pertenece al Mundo entero. Pero es patrimonio sólo nuestro… Y pese a las infamias y envidias vertidas por nuestra Leyenda Negra, poseer tal herencia es sin duda ninguna un inmenso honor. Un honor que pertenece, insisto, solo a los hispanos; quienes al tener en suerte semejante propiedad tienen así mismo el deber ineludible de ensalzarla, de fomentarla y de defenderla a ultranza… Sería el colmo del esperpento si lo mandásemos todo a la mierda.  ¿Y ahora, qué hacemos en medio de tanta metralla mediática, desinformadora y adictiva…? ¿En qué o en quién creemos…? ¿Qué es lo que sabemos realmente y qué lo que no…? Hasta los huevos me tiene el lío político éste en el que estamos. Ser o no ser: ésa es la cuestión. Ser o no ser, verdad.  Filfa: mentira, engaño, noticia falsa.Farfolla: cosa de mucha apariencia y de poca entidad.  ¡Qué cosas…!  Juntaletras. Os invito a leer mi blog. Graciaaasss... https://historiasenunfolio.wordpress.com/2022/02/23/filfas-y-farfollas/
FILFA Y FARFOLLA...
Autor: JUNTALETRAS  205 Lecturas
26 DE OCTUBRE. MURIERON TRES...  "...Y en ese momento me di cuenta, de que no estaba solo en aquel vehículo.  Envuelto en la penumbra escuché un estertor; un intento de voz ahogada. A la vez, paralizado sentí el palpar lento de una mano en mi pierna izquierda. El susto y la impresión helaron mi alma. – ¡Ayúdame…! Creí entender.  Me incorporé, no sin dificultad, para descubrir espantado que a mi izquierda tenía un compañero de infortunio, y que éste, estaba horriblemente aplastado de cintura para abajo. Sangre y humores borbolleaban desahuciando su cuerpo empapado. El golpear de aquella bestia, en su caída, había aplastado sus piernas, sus caderas, sus costillas; se moría desangrado, reventado, asfixiado.  Al momento, le reconocí..." Por favor, termina de leer el relato en mi blog... Graciaaasss. https://historiasenunfolio.wordpress.com/2019/04/24/homenaje-a-los-caidos/
EL LOCO...   Aquella primera vez me enteré ya de noche de que lo habían ingresado en el hospital… ¡Joooder…! Le tenía un muy especial cariño y quería verlo a cualquier precio; no sabía dónde me metía. Subí casi completamente a oscuras las escaleras hasta la planta de psiquiatría. Pregunté por él, y asombrados, tanto su familia como los enfermeros me conminaron expresamente a que de ninguna manera se me ocurriera entrar en su habitación; que estaba muy muy mal y era muy tarde, me dijeron.  Cuando insistí cabezón en lo de entrar a verlo fuese cual fuese su estado o condición, noté claramente una expresión diría hasta que de espanto en sus caras, en el cruce de sus miradas. Ni que tuviesen allí encerrado un basilisco pensé… Para tenerlo bien vigilado y de cerca su habitación permanecía siempre monitorizada iluminada y abierta; y era la situada justo junto al box del control de planta.  Pero él, ya había oído mi voz:  — ¡¡Antonio Rodriiíguez, estás ahiií…!!  Me llamaba y claro, entré… Jack Nicholson en la película de El Resplandor gritando mi nombre no me hubiera inquietado tanto. Nos conocíamos desde niños y a fondo pero no tenía claro a quién me iba a encontrar en esa habitación… Al entrar, solo fue ponerme al alcance de sus grandes ojos redondos y juntos, cuando se clavaron en los míos y fue girándolos siguiéndome rodeando la cama hasta que me senté a su lado… Yo simplemente y como siempre, le sostuve cariñoso esa mirada. Un olor dulzón mezcla de miasmas de urea y desinfectante alcohólico lo pringaba asquerosamente todo. Estaba atado y bien atado de pies y manos, pero lo encontré bien, tranquilo mientras me acercaba.  — «Antonio anda, suéltame un ratico y dame algo pa’fumar…«  Me lo dijo con un gesto chocante, incluso zalamero en su cara; como si yo fuera cómplice suyo, su primo, o tal vez el director del hospital. Pero en verdad que sobre todo y lo que era es amigo mío y se lo debía. Tras pensármelo francamente poco y cerrar la puerta de la habitación, empecé a soltar despacio la brida de su brazo derecho mientras lo miraba fijamente y él me miraba a mí como preguntándome si me atrevería también a soltar la de su otro brazo… Sin que él dijese ni media lo hice, sí, me atreví.  Casi me cagué en los pantalones cuando una vez que se vio con sus dos brazos libres y con un movimiento rápido y muy brusco, me agarró con sus dos manos gigantes la cabeza, y sin dejar de mirarme fijamente, se la fue acercando a su cara gritando aquello de:  — ¡Ahaaá, por fin…! ¡Me caaago en la puta…!  — ¡Ehhh, pero no te asustes…!  Me lo susurró al oído inmediatamente después, besándome en la mejilla cariñosamente al verme blanco como el papel.  Luego, una vez me repuse del susto le solté también las bridas de los pies; y me salté también la prohibición de abrir la ventana; y la de fumar hacer fuego y tomar drogas, porque también encendimos un porrito escondido en mi paquete de tabaco… Un buen rato sí pasamos sí, asomados, platicando y contemplando la noche aquélla desde aquel ventanal: él con el culo al aire asomándole por la abertura trasera de su pijama azul hospital, y yo, no sé si despidiéndome… Y claro, fumando y charlando de nuestras viejas cosas también pasamos, creo, uno de nuestros últimos ratos entrañables.  Más tarde y con la docilidad de un gato montés, consintió muy poco a poco y a regañadientes el que yo volviese a amansarlo y a atarlo vivo a aquélla cama… Cosa, que hizo no sin dejar de mirarme fijamente todo el rato mientras llorábamos sin muecas en completo silencio.  ¿Y tú, no has sido el loco nunca…?  ¡Quién nos ha visto y quién nos ve amigo mío…! Los recuerdos llega un momento en el que se te amontonan todos; y es un hecho éso de que el pasado nos persigue.  …eeen fin. Gracias por leerme.  Juntaletras.  Te invito a leer mi blog. Graciaaasss...  https://historiasenunfolio.wordpress.com/2021/09/25/el-loco/
EL LOCO...
Autor: JUNTALETRAS  222 Lecturas
CURAS, RAROS, Y MARICONES...  Es muy difícil y sé que sin cobrar, no hago del todo bien escribiendo en bruto sobre temas tan escabrosos, políticamente no ya incorrectos sino cuasi prohibidos, y que entran en conflicto incluso, con algunas de mis propias convicciones. Espero que curas, maricones, raros y otros, tengan el cuajo necesario para terminar de leerme sin juzgarme ya que yo sí intento tenerlo en la precisión y en el cuidado al escribir. Tanto es el cuidado que cuando leáis «cura», y para respetar este lenguaje inclusivo de mierda, digáis: «y monja…»  El Dios, que mis padres con bondadoso ahínco pero con poco éxito pretendieron inculcarme, fue el cristiano; y éste amaba a todos sus hijos por igual y sin hacer distinción alguna. Ninguna.  Y recuerdo que por pura bondad, fue la beatífica fe de mi madre la que probó durante algún tiempo a ver si yo me animaba, llevándome tooodos los domingos de visita a ver a mi primo al seminario de Orihuela.  De nada sirvieron aquellas cándidas jornadas catecumenales o los fervorosos ejercicios espirituales en el colegio Estella Maris; tampoco los obligatorios y cansinos rosarios de los miércoles; ni su tierna insistencia materna. Su gozo en un pozo. Y es que yo ni era ferviente ni maricón; era raro éso sí. Sensible e introvertido, cabezón, y confieso que algo viciosillo. Ya entonces había empezado a fumar y a otras cosas.  Desde siempre casi todos aquéllos de familias pudientes, y otros muchos de familias solo acomodadas, terminaban consintiendo el ser curas; y si eran muy pobres monjes. Así, tomar los hábitos era una forma digamos que de búsqueda de escondite o de amparo, o de simple futuro. En aquellas sociedades pacatas, puritanas y atrasadas, muchos maricones que podían se refugiaban bajo la sotana y el presunto celibato, pero para que no los clavaran -pobres de ellos- por el culo en una estaca por sodomitas. Es duro pero era prácticamente así. Y eran la sotana y los cachivaches eclesiásticos símbolos escondites, tras los que sin duda a veces se camuflaban ciertas inclinaciones.  Para ser maricón al igual que para ser cura, necesariamente tienes que poseer algo raro y especial, y tienes que esconder cosas… Eso de los curas de consagrarse a Dios y renunciar a los placeres del mundo, o a todo lo contrario en el caso de los maricones, debe de ser duro, muy duro… Sólo se concebía el cura bien para consagrarse al amor de una verdadera vocación y a una fe, bien para disimular unos malditos instintos bujarrones, o para enclaustrar otras enfermizas rarezas también instintivas. Siempre había sido lo normal y la usanza; era un hecho incontrovertible: curas, raros, y maricones.   Hace años no había muchas veces nadie mejor que un cura para escucharte, acogerte, y entender tus rarezas... Deseos, piedad, compasión y onanismo; vicios veniales y secretos íntimos; pero seguro también que mucho y verdadero amor. El cura, al igual que el maricón siempre se ha hecho muchas pajas; pero no tiene porque haber nada malo en un sexo cohibido, íntimo, ocultado. Amor, simplemente amor; tanto en el cura como en el maricón.  A mí he de confesar que en el fondo, ambas me parecen tiernas rarezas muy similares: unos dicen enamorarse de sus semejantes, y los otros dicen enamorarse de Dios. ¿Hay alguna diferencia…? ¿Dónde meten la polla, dónde ponen su empeño…? Ser maricón te convertía antes, y ser cura te convierte ahora, en víctima por un amor secreto, denostado, incomprendido.   Por ello, no acierto a entender el porqué se llevan hoy tan mal los maricones y los curas si siempre han ido de la mano y dormido juntos. Y tampoco entiendo el porqué la sociedad hoy es tan indulgente con los maricones, y sin embargo, le tiene tanta tirria revanchista a los curas candorosos. Los vicios y virtudes de ambos colectivos siempre han sido muy parecidos: amores ocultos y secretos de confesión; mucha paja, y sensibilidad especial ante la belleza y la bondad; y una enorme capacidad para entregar amor.  Deberían ser los maricones ahora que no son perseguidos, quienes se apiadaran compasivos de la gente a la que se persigue por una fe justa, sea cual sea el tipo amor que la inspira. A lo mejor, los maricones siempre han estado más cerca de Dios. Y si los maricones actuales escarbaran en el clero -que no en la Iglesia- encontrarían seguro hermosísimas historias teresianas de amor maricón, con las que ilustrar su dignidad y su lucha a lo largo de la Historia.  Siempre ha habido curas, maricones, y raros. Y ninguna de las tres condiciones tienen porqué ser malas per sé... Sólo son meras formas de amor.  Pero hoy en día, parece ser que la fe, el culo y el cerebro, no se llevan bien.  ...eeen fin.  Juntaletras. Te invito a leer mi blog. Graciaaasss... https://historiasenunfolio.wordpress.com/2022/05/02/curas-y-homosexualidad/
EL PAN...   Cuando ahora al entrar en la panadería estiro el cuello, y a través del mostrador y de mis años, me asomo con curiosidad para ver el obrador, compruebo complacido que el horno es el mismo de hace más de cuarenta añadas… Solo la zona de venta al público ha sido actualizada y reformada; el resto del establecimiento es, a mis ojos, exactamente el mismo.  Todavía puedo oír a La Dolo gritándonos, espantada, para que nos alejásemos de la peligrosa boca del horno… Monas, rollos secos, magdalenas y bizcochos de docena, salían a borbotones por aquel agujero abrasador; y peligraban, lógicamente, con nuestra ávida y atracadora presencia en las inmediaciones… Almojábanas, toñas o mantecados; relentes, pelusillas y pastas flora; tortas de sal y tortas de calabaza o boniato; dulces de yema tostada, almendrados y hojaldres con cabello de ángel; panes de leche, empanadas y pasteles de cierva; tortas de santiago, tartas de novia o tetas de monja. Una maravilla os lo aseguro.  Siempre pillábamos algo porque sabíamos, de las vecinas generosas que obsequiaban con una de aquellas delicias todavía candentes, el que les abriésemos las puertas o el que las ayudáramos a cargarse apoyándolas en las caderas aquellas enormes bandejas negras, metálicas y quemadas por el uso, que acarreaban con garbo y maña.  En aquellos años de mi infancia los dulces se hacían en cada casa, casi nadie los compraba; en parte porque era caro, pero en mayor medida porque las mujeres tenían cada una el prurito de hacer sus propias recetas; en una especie de franca competición vecinal para que, al compartirlas, comparásemos la excelencia de aquellas ambrosías caseras.  Los críos, andábamos enredando y haciendo alguna faena entre delantales y artesas, pellizcando ávidos a diestro y siniestro las mullidas masas fermentadas y olorosas; babeando detrás de aquel baile continuo de aromas insinuantes y confitados. Engullíamos compulsivos los merengues batidos y azucarados, y rebañábamos afanosos, almíbares, mermeladas y mieles, en una vorágine de ir y venir en procesión incesante, y casi hipnótica, de irresistibles manjares golosos… Esas mujeres mágicas de mi puericia, creaban una repostería sublime con solo sus manos y unos saberes ancestrales, aprendidos de la tradición y del respeto a sus antepasados. Saberes que exhibían cada año en navidades o por pascua, por todos santos, y por cualquiera otra excusa que hubiera para un buen yantar.  Ayer compré un pan de kilo y medio, rotundo, hermoso, como los de hace ocho lustros. Una hogaza como antigua, salida del horno de la calle San Francisco, de esas que duran más de una semana, y que estarán mejor al tercer día que en el momento de comprarla.  Un pan de textura amable y crujiente, que junto con su sabor honesto, dulce y salado a la vez, invocó borrosos recuerdos, sentimientos difuminados y olvidadas sensaciones. Una hogaza de pan molludo, blanco y cálido, con un olor maternal y acogedor a tostado y a levadura, que tuvo la virtud de rebobinar mi memoria hasta evocar con intensidad y ternura mi niñez.  Juntaletras.  Te invito a leer mi blog. Graciaaasss... https://historiasenunfolio.wordpress.com/2018/03/11/el-pan/
EL PAN...
Autor: JUNTALETRAS  159 Lecturas
PROZAC Y SIMILARES...  Historias de Paco Sanz  La medicina ha multiplicado el número de enfermos mentales. La medicina ha sustituido a la religión, donde antes abundaban pecadores hoy hay locos. Se trataba de que aceptaran al que manda, de que mantuvieran el orden por aquéllo de la salvación. Y hoy, se trata a los que les falta salud, a los que se les va la olla.  El querer ser libre del explotador dejó de ser un pecado para ser una enfermedad mental. En 1851 el médico Samuel Cartwright planteó la existencia de la Drapetomanía. El nombre provenía del griego “drapetes” (esclavo, fugitivo) y “manía” (locura, enfermedad). Se la definía como el “ansia de la libertad” o expresión del síndrome del esclavo negro por escapar de su amo blanco.  Si dices que todo va mal eres una persona normal, avispada incluso si afirmas que unas cosas van peor que otras. Si haces algo por remediar casos concretos eres una buena persona, si haces mucho, incluso un santo. Si dices que las cosas van mal por culpa de unos u otros eres un resentido, puede que incluso un fascista o un comunista. Si te da por hacer algo por remediar las cosas ésas que van tan mal, se te confirma que el manicomio en el que crees vivir es real… Se pasa a pensar que quizás sería bueno algo de terapia a tu respecto, y se te recomienda la visita al médico mientras de momento, y por tu bien, se restringe tu capacidad de movimientos.  Los perdedores, lenta pero inexorablemente están empezando a ser tratados como enfermos. Si intenta rebelarse le administrarán un sedante… Y se convertirá en objeto de gran interés y de una gran inversión, por su bien, para que se cure. Y así, la farmacracia podrá seguir potenciando el uso desinformado de drogas legales, y promover impunemente la conformidad sobre las ilegales.  Lo que impide la riqueza, en su modalidad capitalista, son los vínculos. Es el menor o mayor dominio de los vínculos colectivos y no la mayor o menor riqueza, lo que explica la menor o mayor difusión de la depresión y la enfermedad mental en nuestras sociedades. La causa de la “epidemia” depresiva en las ciudades occidentales tiene mucho que ver con la despolitización, o, si se quiere, la personalización o privatización del conflicto social (paralela a la privatización de la sanidad, la educación o los recursos energéticos). La solución a esta epidemia, por tanto, no es el voto de pobreza sino la repolitización o recolectivización o “nacionalización” de la felicidad.  Hasta hace poco las concentraciones bajas de serotonina no señalaban una condición patológica clara. Ahora la existencia del Prozac y similares abre las puertas a la «farmacología cosmética», o sea: la ingestión de un fármaco no por su valor terapéutico, sino porque consigue que uno se sienta «mejor que bien». Si el sentimiento de autoestima es tan crucial para la felicidad humana, ¿quién no querría tener más…?  Los psicofármacos permiten a la gente llevar adelante actividades ordinarias, mientras nuestra vida transcurre en medio de una rugiente desesperación, sumidos en el abismo de nuestra propia insignificancia.  Historias de Paco Sanz  Te invito a seguir leyendo mi blog. Graciaaasss... https://historiasenunfolio.wordpress.com/2022/10/21/prozac/
PROZAC Y SIMILARES...
Autor: JUNTALETRAS  160 Lecturas
HORMIGAS Y CUCARACHAS...  El mérito de la hormiga obrera consiste en recolectar durante toda su vida azúcares en forma de materiales diversos. Otro genotipo diferente de la misma hormiga: la albañil, se asegura de que el diseño y las condiciones de temperatura y humedad del hormiguero sean las óptimas para que fermenten los azúcares de los materiales aquéllos… Y finalmente, otra variante de la misma especie, a la que que podríamos llamar hormiga niñera, es la que se encarga de alimentar y criar con aquél fermento a la descendencia de todas ellas… Mientras, la hormiga reina, desde el principio se ha encargado de poner todos los huevos y de abolir genética y químicamente cualquier intención, de que ninguno de sus descendientes se atreva a usurparle su regia posición… Y así, todo funciona.  Luego, están las hormigas soldado, las hormigas chivato, o las hormigas carnaza, ésas que se sacrifican como carne de cañón frente a la amenaza de cualquier tipo de amenaza.  ¡¡  Coooño…!!  ¡¡Andaaá, si os fijáis: igualito que los comunistas…!!    Biológicamente, está demostrado que frente a una hecatombe nuclear o choque de asteroide, serían cucarachas y hormigas algunos de los seres pluricelulares que mejor sobrevivirían frente a semejantes desastres… Si os fijáis, hay que pisarlas hasta que crujan y encima, son caníbales… Más de una vez, he corrido detrás de una cucaracha con una escoba en la mano y tras darle varios escobazos, me ha hecho cara, y he comprobado que solo chafándola con un buen pisotón contra el suelo he podido acabar con ella. ¡Qué asco…! El mérito de la hormiga: salvar a la reina. El mérito de la cucaracha: resistir a cualquier precio. Justo como los comunistas… Hormigas vitales comportándose como cucarachas morales; y si no, que se lo pregunten a los cubanos; casi setenta años; los pobres…   Que se dejen de ostias, pendejadas o estupideces… Superemos la mierda comunista ésta de la lucha de clases y empujemos, todos, en una misma dirección decente y de una puta vez. O… como se diga eso.   Maldito invento comunista éste, el de tener a tanto tonto entretenido creyéndose que es álguien, por el simple hecho de que es solo eso: comunista.  …eeen fin.  ¡Qué penica más grande! ¡Ay Señor, llévame pronto…!  …Gracias por leerme.  Juntaletras.
FEISBUC ME ECHÓ EL OJO... No recuerdo exactamente qué día de marzo de 2017, una de mis publicaciones recibió 1.049 visitas en una hora. A partir justo de ese momento feisbuc me echó el ojo, y recortó drásticamente la audiencia de todo lo que publicase, no fuese a ser que dijese, cosas que que decir no debiese.  Ese relato era «Memoria de un fantasma». Bien es verdad que lo escribí con babas y espumarajos de rabia, al ver cómo tratamos los españoles a nuestros muertos.  Aquí tenéis el enlace:  MEMORIA DE UN FANTASMA 😳  https://historiasenunfolio.wordpress.com/2021/02/24/patria/  Gracias por leerme 🙏  Juntaletras
SE ME VA LA PINZA... microrelato  No sé si son tonterías mías pero cuando escribo y me leo después, muchas veces como que me descubro riñéndole por escrito a alguien: pobrecillo… Diríase, que le doy a ese alguien una charla que te cagas para que aprenda o para que escarmiente, pero por algo que no viene mucho a cuento, que además no queda tampoco muy claro, y encima, lo hago creo que ensañándome un poco más de la cuenta… Pobrecillo, lo siento. De veras.  Manías mías.  Divago, elucubro, me enredo, y se me va la pinza intentando acercarme al máximo escribiendo de los detalles de las cosas, mientras me empujan al describirlas motivos digamos que justicieros. Como si escribir así a lo bruto sirviese de algo… ¿Vaya tontería no…? Éso de que escribir pudiera servir para algo.  …eeen fin. Gracias por leerme.  Juntaletras.  Te invito a leer mi blog. Graciaaasss... https://historiasenunfolio.wordpress.com/2021/10/16/tonteria/  ...  
EL ESTORNINO... Tiene el estornino el peculiar comportamiento de sincronizar su vuelo al del vecino. ¡Qué bonito…! Parece sencillo; diríase que no se lo cuestionan -al vecino- sino que confían en él hasta el punto que saben que su instinto de supervivencia es el mismo, es común, y así, reaccionan por las mismas cosas volando juntos… El miedo y el hambre dejan de ser problemas individuales para ser resueltos colectivamente, entre todos… Ante las amenazas del hambre, un halcón, cuervos o el viento en contra, todos, a la vez, cambian su rumbo y su intención. Es chocante. ¿No…?  Ya hay algoritmos y programas informáticos que explican cómo se produce ese tipo de vuelo en bandada. Y ahí, me parece a mí que está la clave: en la capacidad de reaccionar como grupo frente al medio, que no es la misma que frente al miedo. No es lo mismo ir a comer que a ser comido.  Que unos bichos con un cerebro que cabría en un dedal puedan sincronizarse de tal modo para cambiar su rumbo en pleno vuelo si la cosa se pone fea, y que nosotros como humanos no podamos hacer algo así, es al menos significativo dado nuestro grado de evolución. ¿No…? …eeen fin.  Juntaletras. Te invito a leer mi blog. Graciaaasss... https://historiasenunfolio.wordpress.com/2022/08/02/estorninos/
EL ESTORNINO...
Autor: JUNTALETRAS  147 Lecturas
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EL CENSOR...
Autor: JUNTALETRAS  141 Lecturas
GRACIAS MAESTRO...  Yo Maestros he tenido muchos, pero no sé porqué siempre me acuerdo de que él fue uno de los primeros: Don Manuel Galant Pérez… Un tipo que era capaz de empezar una clase de Historia con la de los romanos, y acabarla embelesándonos, hablándonos de los focos de las discotecas y del peligro que corríamos fumando porros por ahí por el mundo. Luego, hasta le entendíamos y todo… Un espectáculo de Maestro. Y encima, cuando se expresaba intentaba conjugar el humor vitriólico con el estilismo literario; rozaba el insulto merecido con la pluma de la sátira; y llevaba cuidado sí, pero poco. A mí me gustaba.  Tenía la muñeca rota, y la mano digamos que girada hacia adentro en un gesto como que de zurdo, aunque era diestro. Pues con esa mano diestra y la muñeca rota, y con solo unos trazos de tiza en la pizarra, era capaz Don Manuel de crear, tanto círculos, cuadrados, octógonos o triángulos cuasi exactos, como podía dibujar y de memoria la fachada principal de la iglesia del pueblo con total precisión, y en sólo unos pocos garabatos.  No teníamos pantallas interactivas. La pizarra y la tiza en las clases de Don Manuel, se podían convertir tanto en un libro de viajes con ilustraciones, como en una mesa de diseño técnico o en un block de dibujo. Igual te dibujaba un tramo de la Muralla China que las pirámides de Egipto o la Venus de Milo… Era capaz de plasmar en una pizarra, y nos parecía que casi a escala, lo mismo la trayectoria de un cohete en dirección a la Luna, como que la silueta del continente sudamericano con sus principales ríos y mares, con sus cabos y sus golfos… Era genial.  En cuanto detectó mi querencia por el dibujo, no dejó el c… de sacarme constantemente a la pizarra. Bien para dibujar de memoria o un mapa de España, o un ojo humano visto de perfil Uno tiene que buscarse siempre un buen Maestro, alguien que te esté constantemente enseñando algo. Tuve, en general, muy buenos Maestros pero porque tenían criterio propio y honestidad, mucha cultura, libertad de cátedra, y lo más importante: autoridad… Hoy así son difíciles de encontrar, solo tenemos profesores, funcionarios. Y todos sabemos el dicho, la verdad matemática, de que «nadie puede entender algo si su sueldo depende de que no lo entienda…»  A Don Javier y Doña Anita, y a Rafa Nadal o a Cervantes. A los hermanos Fidel y Manuel Galant, a Don Pedro Miralles y a Don Vicente Nebot. Al Señor Escohotado. A Doña Carmen Mazón y al magnífico Esteban Parres. Al gran FJ Losantos. Y a Don Manolete Lucas y a Don Gabriel… A Don Santiago González. A Paco Sanz.  Gracias Maestros.  Juntaletras.  Os invito a leer mi blog. Graciaaasss... https://historiasenunfolio.wordpress.com/2021/09/04/maestros/
GRACIAS MAESTRO...
Autor: JUNTALETRAS  156 Lecturas
“CEMENTO” EL TROLL…   Ninguno de vosotros habéis leído nada reseñable de él; yo al menos. Y mira que he buscado por ahí… sobre todo para tocarle los cojones; pero nada. Lo único que he leído de él son unos ostentosos pero vacíos comentarios “a lo profesor de literatura”, pedantes hasta más no poder, además de explícitamente ofensivos casi todos ellos. Como dándote un veredicto y por ello arrogándose un prestigio; con un pretendido criterio y falso nivel lingüístico, y como creyéndose el jurado del Premio Planeta de Literatura en español.   Vamos, que el TEXTALE éste es de todos, por lo que seguid escribiendo cómo y lo que os dé la gana que ya me encargo yo de darle caña al imbécil éste…   El tonto del capullo, se cree que es Don Miguel de Cervantes cuando ni siquiera llega a la altura de la Panza de Sancho.   Me cago´n sus...  ...eeen fin. Juntaletras.
¿QUE PORQUÉ ESCRIBO...?  Es curioso, pero cuando la indignación hace hervir mi sangre, a mis meninges les da por escribir de forma casi compulsiva, vehemente, y hasta violentamente a veces. Me provoca una sensación agobiante y extraña la indignación. Y al intentar en vano acercarme a describir sus efectos solo se me ocurre decir que se parecen un poco a esas borrosas sensaciones, emocionales y físicas, que todos experimentamos antes del llanto; justo, antes de romper a llorar.  Percibes esa punzada difusa, amarga y cuasi dolorosa, en la parte baja de la garganta y que como ascendiendo por el cuello hasta nuestra psique, se transforma en sincera gota de lágrima emocionada en el caso del llanto; pero torna en pérfida gota de corrosiva impotencia en el caso de la indignación.  El hecho es que me vengo arriba escribiendo espoleado por la indignación. Ésta, se va transmutando en dinamita verbal a punto de estallar. La indignación así se va transformando en violencia contenida, que, mezclada con la impotencia, afortunadamente solo aciertan a sacar de mí palabras como éstas torpemente entrelazadas. Solo palabras pero eso sí, diríase que con cierto aire de impotente revancha verbal; como un inocente alivio de una tensión inútil, o como un enconado deseo de escarmiento a no sé quién, y por no sé qué.  En esos momentos, casi en trance sigo tecleando, y la indignación emerge sin remedio en forma de palabras ardientes, espesas, como lava. Poco a poco ese verbo incandescente y caótico va tomando forma, como de grito escrito; una especie de alarido epistolar; algo así como una manifestación solitaria; como una impotencia potenciada.  No sé si servirán para algo útil pero las voces surgen por sí mismas. Y llega un momento que al ir poniendo orden en esa erupción de palabras solitarias y dispersas, se van aplacando aquellos ímpetus indignados que me impulsaron a escribirlas.Y me funciona… Porque creo que la indignación plasmada negro sobre blanco ordena mis pulsiones peores, calma mis ardores justicieros, y satisface mis anhelos de implicación por las causas que me indignaron y me empujaron a escribir.  Así, como a parturienta a quien el fruto de sus entrañas irremisiblemente empuja a romper aguas y a parir, a mí, la indignación inevitablemente me empuja a romper a escribir, o a llorar.  Juntaletras. Te invito a leer mi blog. Graciaaasss... https://historiasenunfolio.wordpress.com/2017/12/11/palabras/
Aprende a escribir, PAYASO...  EL CEMENTO DE LOS COJONES, EL ENVIDIOSO DEL CEMENTO ÉSTE. ¡¡QUÉ BUEN PAR DE OSTIAS TE DABA SI TE TUVIERA ENFRENTE...!!  Mierda de troll que te escondes tras un pseudónimo solo para hacerte pajas con la zurda. Eres escoria humana además de un fantoche con un teclado. Y si no me crees mira, imbécil:  "...sos uno de los tipos más fachos que e bisto en estas páginas de literatura..." Mira idiota, cuando aprendas al menos ortografía vienes a darnos lecciones de cómo y de qué se escribe. Mientras tanto harías bien en meterte el dedo por el culo, y apretar bien.  Jájajajaaa... el imbécil. Aprende a escribir, PAYASO.  Juntaletras.
CÓMEME LA POLLA CEMENTO...  Si te gusto, solo tienes que decirlo, y te mando una foto de mi nabo Jájajajaja... No seas tímida. ¿No tienes otra cosa que hacer por ahí que dar por culo con la mierda de tu pedantería...? ...eeen fin. Juntaletras.
GÉNEROS DE VIOLENCIA...   Había mantenido una, he de reconocerlo, frágil entereza de ánimo durante todo el espurio proceso en el que me veía inmerso. Pero finalmente, con ese pinchazo sutil y esa sensación áspera subiéndome por la garganta, no pude contener las lágrimas… Rodaron tímidas y amargas por mis mejillas cuando el agente comenzó a tintar mis dedos; con un rodillo untado en una especie de betún, de textura densa, como de pomada negra. Negra, como el color de las entrañas de quien me había metido en la situación en la que me encontraba.  Todos y cada uno de mis dedos, resignados y dócilmente guiados por las enguantadas manos del agente, dejaron su impronta indeleble y obediente en la ficha policial. Aquél, amablemente dejó que amainasen mi ánimo y la impotencia de mis lágrimas y mis pucheros, antes de comenzar a hacer las fotos de rigor que el proceso de mi detención requería: sentado, de pie, de frente, de perfil, en escorzo.  Era la primera vez en toda mi vida que me encontraba en una situación semejante. Jamás salvo en la mili, en mis cincuenta años había yo pisado cuartel, comisaría o retén alguno; jamás.Aún con las manos sucias de esa grasa negra –como de entraña negra– fui acompañado a una celda de predetención «para que no pudiera hacerme daño» me dijeron… Y quedé recluido a cal y canto al cerrarse con un sonoro giro de llaves tras de mí, una estrecha puerta de barrotes sólidos e infranqueables. El tiempo, y el sonido reverberante y metálico del portazo al cerrar aquella celda, parecieron como coagularse lentamente.  Una celda absolutamente vacía «para que no pueda lesionarme» me repiten, de seis pasos de largo por tres de ancho… El olor agrio y africano del lugar delataba, junto con la roña amontonada y rancia en las cuatro esquinas del piso basto, que hacía semanas nadie había pasado una escoba, fregona o cualquier otro útil de limpieza por esa sentina inmunda en la que ahora me encontraba preso… Los restos de vomitona chorreada en el gris de las paredes, y las pintadas bastardas y soeces que los presos aburridos y embrutecidos habían ido dejando en ellas, aumentaban el ambiente morboso y perro de mi lugar de reclusión; y cómo no, el de mi ánimo.  Estaba formalmente detenido por la Policía Nacional; todas mis pertenencias en una puta bolsa de plástico con un número en ella; y encerrado como un criminal en una cloaca vil.  Meditando en cada una de las calculo más de noventa, veces que le di la vuelta nerviosamente a la celda en las más de cuatro horas que duró mi reclusión, iba reafirmándome en la decisión de no involucrar a mis hijas en ésto… Siempre he creído que el ideal o la imagen arquetípica que debemos tener de nuestros padres -al menos yo sí la tengo- es sagrada. La familia es sagrada, y ésa ha sido una de las constantes en la educación de mis hijas.  Juro que sólo le escribí por güasap, literalmente, aquéllo de «…pagarás en vida todo el daño que hagas.»  Al día siguiente y muy temprano, tenía una pareja de la guardia civil en la puerta de mi casa con una orden de detención por amenazas.  …eeen fin.  Juntaletras.  Te invito a leer mi blog. Graciaaasss...  https://historiasenunfolio.wordpress.com/2021/05/03/violencia-de-genero/
censurado-bloqueado-tocadoloshuevos...  Llevo muy a gala el que estos enanos, anónimos, que controlan el rollo éste del Facebook, me hayan censurado-bloqueado-tocadoloshuevos, muchas veces ya… Debe de ser porque parece que tengo el honor, de que o bien a Ana Pastor o a vaya Usted a saber quién, o le gustan mucho mis huevos o me tiene algo de ojeriza…  Escribo mal según dicen, porque cuando utilizo palabras simples como mierda o coño, subnormal, rojo, negro o maricón, parece ser que saltan las alarmas del mecanismo imbécil éste de la red social: no sé qué coño del odio, dicen… Mierda de tela de araña; que no es red social sino mecanismo que hace de la mera palabra, trampa ideológica, siniestra, y comercial… Aaanda y que le den por culo al Facebook… ¡Qué cambien de algoritmos…!  Mi único consuelo es que de vez en cuando, me leéis… Os quiero.  Juntaletras. Os invito a leer mi blog. Graciaaasss...  https://historiasenunfolio.wordpress.com/2021/06/12/tontos-y-tontas/
¡Coño con el lenguaje…!   Talante que no talento, tolerancia con el conflicto, togas manchadas por el polvo del camino, da igual concordia que cobardía, todo sea por tu partido político, resiliencia o rendición en vez de resistencia, ellos ellas y elles, combate, derecho a decidir todo lo que nos salga del capullo y de la subvención, diversidades, justicia ideológica, independentismo pacífico y nacionalismo inclusivo, indigenismo, nueva normalidad… Y hoy mismo, se acaban de sacar de la chistera eso de la violencia vicaria.  Cogobernanza, influencer, sociabilización mono y multiparental, superioridad moral y/o empoderamiento, comité de expertos, micromachismos, justicia social, patriarcal, justicia feminista y hasta justicia republicana, especismo, nosotros y nosotras, memoria histórico-histérica, apaciguamiento, democracia real y progresista, traumarse, indultos no pero sí, genuflexión, felación, y géneros no binarios, feminazismo y derecho al aborto, franquismo, revancha, comunismo, lengua y lenguaje… Pero eso sí: todo muy inclusivo.  Una ironía. «¡Ostia cuánta tontería, tó eso son tontás…! A mí no me jodas«. Anónimo  «Esto es acongojante o acojonante. No estoy seguro…» J.C. Girauta.   Juntaletras.
TONTÁS...
Autor: JUNTALETRAS  128 Lecturas
QUEMADOS...  Eso de que haya tanto joven quemado por trabajar demasiado y tanto joven quemado por no trabajar, da cuenta de que es posible que lo del trabajo no nos lo estemos montando bien. Es un poco como el que haya tanta gente viviendo menos de lo que pudiera vivir por comer demasiado, y tanta por no tener bastante para comer. Hemos pasado de la sociedad de libertad a la de seguridad, de la de tener hambre a la de tener miedo. De la de la escasez a la del riesgo. De la sólida a la líquida. Son maneras de hablar, de andar inventando nelogismos, etiquetas, metáforas o subtítulos, a ver si así nos aclaramos, y si podemos ir más allá del comprender.  Se ha pasado en opinión del filósofo “del deber de hacer” una cosa al “poder hacerla”. “Se vive con la angustia de no hacer siempre todo lo que se puede”, y si no se triunfa es culpa tuya… “Ahora uno se explota a sí mismo figurándose que se está realizando; es la pérfida lógica del neoliberalismo, que culmina en el síndrome del trabajador quemado”.  Y la consecuencia es todavía peor: “Ya no hay contra quien dirigir la revolución, no hay otros de donde provenga la represión”. Es “la alienación de uno mismo”, que en lo físico se traduce en anorexias o en sobreingestas de comida o de productos de consumo u ocio.Desde que las bacterias llenaron de oxígeno la atmósfera han ardido muchas cosas. Nuestro planeta azul está lleno de agua, de algo quemado. El agua es resultado de una combustión muy potente, la del hidrógeno, que se combina con el oxígeno para formar agua. Se podría decir que el agua son las cenizas de una combustión, y como es algo ya quemado tras combinarse con el oxígeno, no es fácil quemarlo más, es decir, combinarlo con más oxígeno. Antes bien, el agua es una sustancia muy estable en condiciones habituales, y justamente porque es difícil combinarla con más oxígeno se usa por lo común para apagar el fuego ya que no puede quemarse más.  Mi nieto mayor está en este momento de vacaciones en Las Maldivas, la primera nación que cuando suba el nivel del mar desaparecerá… La pandemia nos ha dado una idea de lo que haremos cuando haya menos que quemar. También de cuáles son aquellas actividades que han encontrado alternativa, y probablemente no formarán parte ya del futuro de nuestras vidas. Y hago una lista: trabajo 100% presencial, salir los fines de semana, las vacaciones en crucero, volar de forma generalizada, producir como chinos y cobrar como si no lo fuéramos, ir a Las Maldivas, etcétera.  Nuestro destino es ser quemados, pero tampoco es como para quemarse en vida. Los cadáveres pueden como los libros ser quemados. Los seres vivos y las cosas de papel son mis depósitos de carbono favoritos, el agua es el mejor de oxígeno. Yo soy un incendiario porque no he olvidado la oración de San Remigio: “Quema lo que has adorado, adora lo que has quemado”. También recuerdo perfectamente, cómo en la noche más corta del año nos pasábamos quemando cosas.  Los combustibles favoritos de nuestra civilización son los fósiles, el crecimiento es una costumbre incendiaria, nos tiraniza. El monstruo siempre se devora a sí mismo. Vamos a bordo de una nave en la que se empieza a quemar hasta lo vivo, para poder seguir teniendo gobierno cuando se ha acabado ya de quemar todo lo muerto… En el mar, sin poder avanzar no llegas a puerto, sin poder gobernar acabas de lado, y una mala ola siempre acaba contigo. A unos marineros gallegos hace poco les pasó eso mismo en el mar de Terranova: una oración por ellos.  Os invito a leer mi blog. Graciaaasss... https://historiasenunfolio.wordpress.com/2022/02/27/quemados/
QUEMADOS...
Autor: JUNTALETRAS  118 Lecturas
NUESTRO NIÑO INTERIOR...  Ahora tenemos interné, istagrán, el feisbu y el güasap... Menos mal.  A nuestras órdenes siempre estarán los secadores de pelo, el mando a distancia del aire acondicionado o los dos botoncitos de los elevalunas eléctricos… Para hacernos la vida aún más ociosa e inane, disponemos de alivios como la moda, la inteligencia artificial, o una multitud de fármacos multiusos que hasta nos la ponen dura… Y una de las cosas creo yo, más inquietantes: coches que dentro de poco van, ni más ni menos que a conducirnos.  Os acordáis del anuncio aquél de BMW… ¿Te gusta conducir…? Un BMV con las ventanillas abiertas y la carretera fluyendo frente ti… Tu mano abierta, fuera del coche, abanicada libremente por el placer de conducir a contraviento de la velocidad. La otra de tus manos agarraba el volante; conducías tú.  Pues hasta eso nos quieren quitar. Porque es el coche al igual que lo fue el caballo una de las grandes conquistas humanas: la de la libertad de movimientos a nuestro albur. Y no dudéis de que es éso justo, después del dinero en metálico, lo segundo que nos quieren arrebatar: el libre albedrío.  O bicicletas y transporte público barato, o coches para pobres. Cochecitos capados y obedientes, que tengan como mucho tres o cuatrocientos kilómetros de autonomía, y que chiven a cada paso cualquiera de los que tú des… Que siempre sepa George Orwell por dónde vas, y cuándo y porqué usas tu tarjeta de crédito... Tooonto.  El cabrón de George Orwell ha empezado a tener razón mucho más aprisa de lo que cualquiera hubiéramos podido imaginar.  Dejamos una especie de rastro, como de baba rastrera, a cada paso digital que damos en Internet. Nuestros datos son muestra y carnaza para oscuros sabuesos; perros de olfatos prestos a interpretar nuestra realidad presente y a decidir, lo mejor para todos y cada uno de nosotros. Y así, alguien siempre nos usa… Usan constantemente nuestro horario y nuestros gustos para invadir con impunidad, hasta la intimidad de esos minutos en los que vas a cagar tranquilo en casa y te llevas el móvil. O hasta cuando estás yendo al trabajo en el autobús y repasas en el jodido aparatito tus menesteres varios... Tooonto.  Hemos creado una sociedad mullida de tantas perezas, que la gente se ha creido que puede salvar el mundo y comprar barato.  Soplar y sorber a la vez. Ansiamos bóbamente gustar a todo el mundo y volver a recuperar aquél nuestro niño interior. La niñez -lo infantil- es un estadío que está mariconamente sobrevalorado, porque los niños al igual que las flores son muy monos pero dan fruto sólo cuando dejan de serlo… Pretendemos recuperar una felicidad mañaca y cutre, como turistas que repiten todos las mismas aventuras ya sin riesgos y en sitios ya trillados.  Yo en cambio, querría olvidar toda esta nadería vital que nos domestica y recuperar mi animal salvaje interior… Ansiaría volver a lo de carnívoro y lo de nómada, lo de animal prístino que aún quede en mí. Regresar a mi ser homínido perdido y primigenio, omnívoro y depredador. Sentir de nuevo dentro de mí a aquel bruto lleno de pelos y miedo; bestia dejada al albedrío del frío, del torbellino, y de la completa intemperie de esta puta naturaleza nuestra.  Con lo que ahora sé, quiero dejar de ser insensible ante este presente de mierda, esta estupidez y esta ñoñería flagrantes. Es más, quiero que se me revuelvan las tripas y vomitar de vergüenza ajena frente a tanta hipocresía… Quiero atacar para defenderme si me atacan. No quiero permanecer impasible ante este suicidio vital en el que nos estamos embutiendo lentamente. Una trituradora moral, una confusión, en la que olvidamos nuestro deber de ser humanos; de ser gente amigable, receptiva, ignorante, y por ello curiosa.Quiero luchar todos los días para ganar mi comida mientras me sea posible y duren mis fuerzas. Continuar porfiando para follar mientras esa pulsión animal así me empuje. Y proteger hasta la muerte mi cueva y a los míos… Me gustaría que se me volviesen a afilar los colmillos para volver a devorar carne cruda si fuera preciso, arrancándola a estirones de los huesos de mis presas.  Quiero matarme en una curva cualquiera o en el intento de colmar cualquier pequeña cumbre. Peleando, malfollando, o persiguiendo un sueño cualquiera… ¿Qué más da…?  Y cuando no sea así, piedras sobre mí.  Juntaletras Te invito a leer mi blog... Graciaaasss. https://historiasenunfolio.wordpress.com/2019/10/14/tonto-2/
EL PERRO Y LA VEREDA...  Me acuerdo cuando me dio por hacer deporte, y salía a correr al menos un día de cada cuatro… Lo hacía por las sendas fantásticas que recorren la huerta que rodea mi pueblo, y esa tarde iba yo por la muy famosa Vereda de Los Mazones. Todo el mundo debería saber que es famosa entre otras cosas, porque tiene un hermosísimo y verdadero monumento natural en forma de ficus macrophylla gigantesco y antiquísimo, que pareciera que desde siempre la adorna, la engalana… Un precioso camino verde que une Almoradí con su pedanía de Las Heredades, cruzando el corazón de la huerta con un recorrido maravilloso rodeado de huertos de naranjos y limoneros, de bancales de alcachofas y de habas, de brócoli o alfalfa.  Peeero, cada vez que pasaba corriendo frente a una nave industrial que dejaba a mi derecha, una verdadera bestia, comenzaba a perseguirme ladrándome todo el trayecto que le permitía el límite de la valla que perimetraba la finca y bordeaba el camino. Aquel enorme boxer atigrado no sé porqué me odiaba tanto. Todos los días me ladraba el cabrón con una ira, con una inquina y una fiereza, que de verdad que daba miedo el sólo pasar a menos de un par de metros de la valla, no fuera a ser que encontrase un agujero y… Debido a la costumbre de pasar por ahí día tras día dejé de hacerle caso al perro y seguía corriendo, así, sin más… Hasta la vez aquélla, claro.  Ya había rebasado la finca de la nave industrial y corría dejando atrás el límite de la valla metálica, cuando me percaté de que seguía oyendo aquellos ladridos como con una extraña cercanía… Sin parar de correr miré atrás, y aterrado, vi que el enorme perro atigrado galopaba por en medio de la vereda persiguiéndome iracundo, y ganándome terreno con muchísima rapidez.  Sabía que no tenía ninguna oportunidad si seguía corriendo; tarde o temprano aquella fiera me alcanzaría, me zancadillearía mordiéndome los tobillos hasta hacerme caer, y una vez en el suelo me devoraría vivo… Tampoco me daba tiempo a llegar y salvarme encaramándome al enorme ficus que había por allí cerca.  Todo ocurrió en un momento, cuestión de dos tres segundos, y la decisión que tomé no sé si fue una locura… El caso es que rápidamente paré en seco, me giré mirando al perro fijamente, y gritando, blasfemando y gesticulando como un loco, arranqué a correr hacia él vociferando amenazante como si un alma que llevara el diablo… Es curioso que en ese instante me diese tiempo a pensar en cosas, como hasta que tendría que sacrificar mi brazo izquierdo ofreciéndoselo y que mordiese primero él, para luego yo, poder inmovilizarlo y estrangularlo con mi mano derecha clavándole los dedos en el cuello y rompiéndole la tráquea.   Y la cosa funcionó, porque cuando el perro me vio yendo a por él gritando como un poseso envuelto en llamas, se ve que se lo pensó mejor, y como en los dibujos animados de Scooby Doo, frenó en seco y tardó una fracción de segundo en darse la vuelta y salir corriendo, cobardón, hacia el mismo agujero de la valla por el que se había escapado persiguiéndome, bravucón.  Seguí gritándole y persiguiéndolo yo a él hasta que se refugió de una puta vez tras la valla… El caaabrón.  …eeen fin. Gracias por leerme.  Juntaletras. Te invito a visitar mi blog... Graciaaasss.  https://historiasenunfolio.wordpress.com/2022/01/22/la-vereda/
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