• Héctor Ibarra Hernando
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Ella tenía miedos, no sabía su procedencia,encontró en el corazón, la mitad de sus carencias;era todo en ése tiempo para ella y sus deseos...jamás se rendirá porque vive por sus sueños.Ella tiene dueño, pero no me ha dicho el nombre;sé que es caballero por el luto que ella esconde.A través de sus sonrisas encontré dos gotas de aguaque bajaron la cascada de los ojos de mi amada.Le dije que la quería no me dijo una palabra,y traté de abrazarla... noté que se alejaba;que cambiaba su actitud, ahora parecía una fiera,de las que odian con miradas y atacando hasta que mueras.¡¡Era mi libertad, la que me mantenia preso!!,su abrazos eran rejas y de dolor todos sus besos;ésa libertad acabó con mi valía,con las letras de mi alma y con toda mi alegría.No es que ahora la rechase, es que ya no la soporto,me hizo caer tan bajo que ahora mismo toco fondo;y tras un grito de auxilio se va todo mi aliento...si ayer no te valoré, hoy de verdad.... lo siento.Y por éso escribo ahora, parte cuerdo y parte histeria;para hablarte de mi amor, de mi dolor y mi miseria,ésos detalles que me dejaste de obsequioésos que se curan bajo un alto precio."Y entonces en picada cayeron sus ideales,ha llenado su cabeza de cuestiones existenciales;el creía que las princesas iban fuera de los cuentos,pobre chico lindo, tu corazón se ha muerto."
Miseria
Autor: Héctor Ibarra Hernando  628 Lecturas
No se si lo tengo todo y eso se me hace incómodo Dime Quasimodo ¿tu conoces el antídoto? Yo ante todo seré un frívolo, un gigoló, que no ligo por no querer decir ni pio. Sonrio, pero despues salen agujetas. ¿Por que no me sujetas la sonrisa con chinchetas? Porque me suda el rabo si causo pavor ¿A cuantos grados se evapora el amor? De cuantos pavos hablo y no me guardan rencor. En que rincón acabo cuando acabo sin nadie a mi favor. Aborrecido de una vida tan insípida, dame sabor, soy el domador de las tímidas. Haré un cursillo de escribir cursilerias, mira: yo te robé un sueño mientras veía que dormías, pero a veces todo van tan rápido... Que notas los latidos abatidos con un látigo y te digo: testigo de que el mundo cree que soy un personaje, me enajené y mi corazón de viaje. ¿por mi? como si suda de volver. Se pone a llover o a ver..como joder a este lover. Yo solo canto y alguien oye. A quien le importa lo que fumes, lo que cagues, lo que folles, si fue ayer... o será mañana el día en que ria por no llorarte o te llore de alegría... Cuéntame un cuento pa' que me duerma, quiero ser el príncipe encantado o el niño de la selva. Cuéntame un cuento, hasta que tu vuelvas, hecha poesía entre el humo de la hierba.Ya que estoy, te cuento el cuento de Sarmiento, de aquel que siempre ríe pero nunca está contento. Lloviendo, muriendo en el intento de apagar la llama del incendio que me recorre por dentro. Yo que lo tenía todo pensado pero he tropezado con pasado y ya se me ha olvidado. Ir con cuidado en el regreso del camino que termina en el abismo de tus besos. Hablo un idioma diferente, mi corazón se que a tu lengua no la entiende. Enciéndeme la luna en mi mesita nos la fumaremos con tristeza, alguna noche me visita y también, me trae canutos. Me lía la cabeza para que acabemos juntos, mal asunto. Entonces noto las arrugas de mi cama, te hago una perdida y dices: ¿quien coño me llama? Es este loco... al que nunca quise del todo, no se si por miedo, no se si por morbo. Cuéntame un cuento pa' que me duerma, quiero ser el príncipe encantado o el niño de la selva. Cuéntame un cuento, hasta que tu vuelvas, hecha poesía entre el humo de la hierba.
Cuéntame
Autor: Héctor Ibarra Hernando  560 Lecturas
¿Qué pasa con todo?, a veces el miedo a no terminar las cosas nos lleva a un sitio sin retroceso;ya no somos soldados valientes, ni siquiera chicos perdidos; no nos quedan sueños, a éso se le llama no tener historia. La nuestra podría empezar desde los bosques azules, desde un pequeño mensaje que no tiene destinatario,o bien, desde un armario lleno de polvos y telarañas.Como escritor, me imaginaba que sólo necesitaba una historia, algo que pudiese ser novelescoseco, imaginativo pero insensible, común. Me llevé una sorpresa al darme cuenta de que mi vida había tenido un giro completamente radical; todo éso pasó cuando recordé unas cartitas metidas en mi pequeña cajita escondidita dentro de mi armario. Con mera curiosidad quise recordar aquél tiempo (tal vez el único en que pude ser inocente y sin vicios) en donde no sabía que estava más vivo que nunca.Abrí la primera, y un niño.... me narraba ésta historia....
Son las seis de la mañana, escribo sin saber que nunca lo verássin más como un sol que no se atreve a entrar¿me abandonarás, como el tiempo a las tumbas?al borde de mi cama el destino se derrumba.Querida mía, ayer soñé contigo (eras un pájaro,un lázaro, un "ámago")si sigo aquí me volveré tan loco que jamás me encontraré perdido.Y es que simplemente el amor ya pasó de mí,esta histeria en mi cabeza se hace espesa como un mar,las señales que jamás sentí (siempre pude tocar).Sólo mis ojos son pozos de ésta incertidumbre,no quiero llorar, sólo apagar éste fuego que me hunde.Acariciar tu cabello como el viento en primavera,susúrrame querida mía qué hay afuera;y cerré los ojos para no sentir tu luzalgunos creen que ya no vuelves a ser tú.¡Oh, no me mires así!, mejor deja que vuelela inocencia de ésa hoja de un árbol que muere.Echa un vistazo por mí, serás mis ojos,un espejo sin reflejo en éste viejo mundo roto.Sólo escucho tu respiración desde tu pecho,mientras hoy confundo el deseo con el hecho;tengo la vista en el techo y jamás fue tan preciosocomo una constelación de sentimientos en trozos.Sueño con sus labios, princesa de éste universo,y mi carta sin cuidado de un "te amo" sin regreso;jamás me fijé en usted y hoy, es mi diosa,el jardín de mis delirios si un lirio que me escoja.¡Ven, siéntate a mi lado!, ¿no quieres verme?hoy que he limpiado mi alma de pecados y me siento fuerte;Echa un vistazo por mí, serás mis ojos,un espejo sin reflejo en éste viejo mundo roto.¡Ven, siéntate a mi lado!, ¿no quieres verme?hoy que he limpiado mi alma de pecados y me siento fuerte;¿me abandonarás, como el tiempo a las tumbas?al borde de mi cama el destino se derrumba.Querida mía, he perdido el norte, ya sólo me quedas tú y éste pasaporte;y... ruego, si te escondes, nunca me hagas dañosólo quiero volverte a ver y no me importa el año.
Después
Autor: Héctor Ibarra Hernando  531 Lecturas
Con las alas destrozadas impregnadas en lágrimas; me siento en el margen, ángel, de mis páginas;  mirando a la calle llena con miradas vacías  esperando una sonrisa con la que antes me valía.  Y la noche cae como esta hoja,  la luna grita, tiene celos de que comparta la vista;  besando su ausencia sólo existe el anhelo,  la caricia de un recuerdo muerto es puesto a la brisa. Causante en el amor con daños colaterales,  bombardea el corazón con preguntas existenciales,  que prohíben perfecciones, son mil vasos en sequías, en lucha de reflexiones no gobierna la anarquía. Buscando por el silencio y en un trapito de excusas  caigo por un tobogán de miedo hasta donde la bruja, ex convicto de rencores es más práctico olvidar; si es un espacio precioso de memoria ¿pa' que malgastarle?  Como intolerancia la Injusticia, La Malicia y La Milicia; son Alicias, buscando su carta la baraja de la envidia, donde su única fragancia mira por encima ¿quien dice que da la espalda?, que es mentira  como todas sus sonrisas víctimas de tantos  mírales actuando sin carisma y el tamaño del daño  es diferente por el prisma el mundo es grandísimamente pequeño según la vista  Tan… tan pobre como la necesidad.  Tan… tan rico como llorar de alegría.  Soy consciente de la vida que me espera (señores)  un niño que jugó con sueños y perdió las instrucciones, y un dado tiene ése numero cinco me abandonaron, y el tres es el número que siempre me ha tocado. Al son de un latido que me amaba, al no pensar,  viajo con una maleta llena de abrazos sin dar. ¿Que qué quiero?, quiero que me entierren en la luna  quiero pintar con versos el firmamento que me abruma.  “Ser un mapa del universo”  Miento, si  las estrellas son chinchetas que aguantan ese manto inmenso; interno en la penumbra del dolor… cerrando las cortinas de mi vista los sueños se ven mejor. Encarcelados por barrotes de papel en la cárcel de la expresión, sin la llave que me abra las puertas del corazón… ¿Que qué soy?, soy un atajo de la vida; mi habla es una conjunción de mi triste salida, hago colección de puñaladas enmarcadas  y las guardo bajo llave en el baúl de “no pasa nada”. ¿Ir a donde? … …si el silencio se esconde  la respuesta de un “te amo”,  de un “te llamo”, de un “vayamos”. Entonces, ¿para qué quiero viajar si no es contigo? ¿pa’ que abrir mi corazón si al tuyo le pones pestillo? Al reflejo del farol y yo sufro al ver tu rostro, postro mi pensar al mando de ver tu contorno. ! Y no ¡ , escucha, no es como pensé, vaya, la felicidad es pa’ los rico de bolsillo y no de alma. Con tu mirar en forma de hasta y tu sonrisa de bandera  líder de un barco de promesas y sueños en condena. Pero vale la pena, princesa, vale la pena  es inútil si esta carta se remite a la luna llena.
Auxilio
Autor: Héctor Ibarra Hernando  527 Lecturas
Traigo las palabras de aquel pozo donde nunca se hace tarde, donde el frio de los huesos se amontona en los cristales, cabezas nucleares escondidas en recuerdos, cuando llega el carnicero de las almas con la brisa del silencio. Estoy perdiendo el rumbo bajo un cielo desteñido, escucha los delirios del maniaco depresivo, me arranco la tristeza de los ojos como puedo, mientras miro vuestro infierno de cemento y de avaricia. Petalos podridos en el suelo, la vida es tan bonita como un cuerpo putrefacto, pero encuentro un nuevo verso en cada vuelco de los parpados, lejos del tormento y de las prisas del horario. La gente esta cansada,destrozada por la vida, con las miradas hundidas en las cuencas de los ojos, ancianos encorvados por el gris del abandono que pasean hechos polvo por la orilla de la muerte. En la tele el presidente con mentiras como arpones, llegan las elecciones con el odio entre los dientes, y la soledad en tantos labios, arcadas de dolor entre bostezos despiadados.
Corrosión
Autor: Héctor Ibarra Hernando  524 Lecturas
Hoy, salí con mis amigos... y recordé alguna parte de mi infancia que habría quedado olvidada si no la hubiése recordado en el momento de la tertulia. Hablamos sobre nuestros deseos de cuando éramos niños, yo también tuve un deseo (quizá el mejor de todos); quería tener una casita del árbol, papá compro maderas e hizo planos para hacerlo (debo admitir que el día que lo ví trabajar de ése modo quise que cuando grande yo fuése igual que él). Mi deseo estaba a poco de cumplirse y casi toda la casita estaba hecha, papá me dijo, los árboles son como las personas, necesitan tiempo para crecer. Jamás entendí y al día siguiente le pedí que hiciera el árbol para poner la casita (inocencia, ignorancia en su forma más dulce). Me respondió con risitas que jamás olvidé de él diciéndome que los árboles no se hacían, que los árboles crecían desde su forma más pequeña y en ése momento me dio una semilla. Me dijo que la plantara en un palmo del jardín para que la cuidara y la hiciera crecer. También recuerdo, dijo que las personas responden a las atenciones que se les brindan al igual que las semillas; si les das tu tiempo y cariño pueden ser grandes árboles en donde poner tu casita de madera; pero que si las dejabas en el olvido y si les atendías por obligación jamás crecerían y, al contrario, morirían.Ha pasado tiempo desde entonces, papá me hizo una casita del árbol sin tener un árbol. Me enseñó algo sobre la vida, sobre el amor... me enseñó a luchar por mis sueños.Ahora lo entiendo, y lo entiendo porque en aquél tiempo... árbol murió de frío en un crudo invierno. Ahí mismo pensé que mi sueño de la casita del árbol había desaparecido. Me equivoqué, aún tengo ésa casita del árbol... y todos son bienvenidos.
Suena como un trueno,hay un demonio con 2 cuernos en mi espalda, delante de la barra el mas allá se abre de piernas, nada es mas profundo que lanzar piedras al viento de mis ansias bailando con mi alma.Mientras suenan los tambores en este bar de Judas, las penas y las dudas se beben con los licores, si me canso de este mundo tu arráncame del suelo,que quiero volverme loco y lo demás es lo de menos.Se que mi cuerpo es el pan para los cuervos, he vuelto del recuerdo por vos,por el morbo de echar un polvo, con los ojos bien abiertos para no perder el detalle del instante en que me pidas perdón.¿Quien eres tu?,me dices por detrás de la mirilla, ¿y que te voy a responder?,si lo supiera no vendría en tu busca, me abres la puerta desnuda, al salir por la ventana el tiempo solo deja arrugas. Tengo deudas con una nostalgia que me va a matar, busco una sonrisa de mi talla y quien me la va a dar, el malabar de las palabras encantadas me llamaban cuando las musas me amaban. Los pájaros regresan tras el hielo y las cenizas, entre charcos de rencor y corazones hechos trizas, regresan con espasmos y con los dos ojos vacíos, hartos de sentirse gilipollas con un gramo y una excusa.Mira como muerdo mis espinas, tengo el frasco del amor dentro de un cubo de basura, condenado a ser yo mismo y condenado a mi locura pero deja que me pierda en el palacio de mis ruinas.Busco las pisadas de mis sueños entre nubes, si se rompen los cristales me lo invento y que se jodan,si descubres mis fantasmas no caigas en sus trampas, que la vida es lo que quieras aunque ya no tengas nada. ¿Cual es el horario de mis labios? ¿por que me dejo? de joven aquel amor que vio que me dijo adiós, ya nos veremos ¿que no? si ya me dejó escapar, sera que hay alguien mejor o solo fue soledad.Guardo mis sueños entre capas,y es que lo mas precioso escapa si no lo atrapas, guapa llévame, llévame hasta donde quieras, porque las tormentas no tienen fronteras.
Un reflejo en un espejo y la lágrima resbala,el tiempo se paró pues la aguja ya no avanza;historias ya contadas se descuentan por las deudasel dinero mueve el mundo quieras o no quieras.Solo son las fieras las que nunca enseñan dientes,y es que antes o después del tiempo somos clientes.Siempre es la misma historia pero es que es imposibleconseguir vivir sin el elixir que nos describen.¿Pago por mi muerte o por mi felicidad?sonrío y luego leo "el fumar puede matar"el vivir te va a matar, como solución: soñar;jamás llegó mi calma después de la tempestad.Y otra vez vuelto a empezar, ¿otra vez?, ya estoy harto;otra vez vuelvo a llorar ríos de tinta en mi cuarto y no me canso.Gotas de tinta que pintan mi vidagotas de tinta y no encuentro salidagotas de tinta plasmadas en mi foliono represento alegría y mucho menos odio.Un reflejo en un charco de lágrimas de amor,imposible monopolio, pérdida de sudor;mirame a los ojos describeme el colorahora mira mi sonrisa y dime donde está el dolor.El sabor de la victoria solo dura un suspiroy el sabor de la derrota en tu mente queda escrito;con gotas de tinta , en su defecto de sangredime cuantos metros subes te diré cuántos de grandetu caida. Golpes de suerte que rompen narices,amores descuidados por no pintar matices,corazones enjaulados, excesos de libertad;lloros, llantos, lágrimas, hay quién no entiende la amistad.Una sola luz en una noche estrelladaun chico, una chica, y la fecha ya clavadabesos escondidos, tienen miedo al miedoconsecuencias planeadas nunca dieron en lo cierto.Una venda en los ojos y yo te prometo un besohoy me lleva la marea de mi tinta por mis versos.
Tinteros
Autor: Héctor Ibarra Hernando  518 Lecturas
Mi dulce criatura, tal vez hoy podamos vernos de nuevo.Entre las sombras del telón te muestro un truco.Cuando el telón se abra, quisiera estar riendo.Cuando esa niña llora, yo también muero.Pero mi muerte es interminableSin siquiera un nombre, soy un payaso cuya tragedia es comediaTemblando tras el escenario,canta una mujer barbuda vestida elegantemente.Le daré un bouquet, rojo como la sangre.Con una carta anexa, escrita con letras de sangre.Nadie más se preocupa por ti.Solo yo, te amo tanto que desearía matarte.Por favor presentador, la niña está llorando.Quisiera hacerla bailar, quisiera hacer que se alegre.¿Quién eres tú? Eres un espejo, un espejo.Eres a quien quisiera matar.... más que amar.
A escena
Autor: Héctor Ibarra Hernando  517 Lecturas
Yo soy un espejo donde se refleja el viento,soy el mar y tú la luna, eres mi firmamento;eres lo que pienso, todo lo que yo quieroeres ése astro más hermoso de mi cielo.Pude ser poeta, tu persona más valiosa,pero nunca pude ser una piedra tan preciosa,tú pudiste ser.. todo lo que deseaba;mi tintero, mi pincel, y mi obra más amada.Quise ser tus días, todos tus amaneceres;la caía de las hojas de ése árbol que se muere,también quise ser, ése lindo "buenos días"un susurro en ése oído tan bello mientras dormías.Ahora sólo soy... parte de una poesía,que afronta sus tristezas, arquitecto de sonrisas.Soy la nube que recuerda ésas cosas del pasado,ése niño, ése hombre, ése yo tan desdichado.Tu entonces te conviertes en la letra más perfecta,en los mares, en los cielos; una sombra, una silueta.Un poema, un bello verso, un renglón sin terminar,el principio de éste cuento y quizá sólo el final.
Seres
Autor: Héctor Ibarra Hernando  515 Lecturas
Cuando nos quede una palabra sin decir será el fin, nacerá una mentira irá vestida con smoking, asistiréis al meeting de mi muerte que será en el jardín donde crecieron las ideas de este loco. Ahora que lo se todo me siento mucho más solo, mi mundo va por dentro empieza detrás de las cuencas de mis ojos: negros. Porque aquí dentro no hay luz y quiero, que todo tenga forma de su significado sincero. Quiero soñar y contigo despertarme Tu sabiduría es el reclamo de un amor inigualable porque amo la belleza de las mentes lucidas que hay detrás de una mirada impenetrable Yo soy un extraño extrañado y también me mienten. Aquí no hay excepciones, ¡yo también me he engañado!, a veces he buscado más allá de lo aparente y me he encontrado entre paréntesis: desilusionado. Si nos oyó los sollozos Dios se hizo el sordo, yo no soy rencoroso entiendo que le demos asco todos nosotros.Ellos nos envidian por mortales, tal vez es porque cada momento de nuestra vida es importante, fugaz, pasajero, efímero, y aquí lo que esta claro es que ningún amor será como el primero,no es que no tenga ilusión, es que tu desilusionas. Yo creo en el amor, pero no creo en las personas pues son ellas quien prefieren cambiarlo por otras cosas, yo creo que no hay deseo, simplemente se conforman. Pero hay que soñar; aunque os suene típico, hay que buscar lo utópico, lo cósmico, lo sensacional, para ser feliz siempre habrá que correr un riesgo; ¿Y yo? lo perdería todo por lo poco que dura un sueño. En serio que a mi una mujer hizo dejar de ser yo, hay que aprender de lo que a uno le hirió, ¿si no?,aun seria un idiota como todos, los que no conocéis la pasión porque le tenéis temor... Yo vivo al extremo del dolor y del placer, nacéis para moriros yo morí para nacer, joder. Me rayo con preguntas sin respuesta, Y no le doy mas vueltas si no es para darle la vuelta, ¿a la cabeza?, demasiadas. Es por eso que la tenemos redonda y no cuadrada. 
Sinceros
Autor: Héctor Ibarra Hernando  498 Lecturas
Imagen
Existencia
Autor: Héctor Ibarra Hernando  497 Lecturas
Aunque te digo "Buenos días" tu sigues durmiendo.¿Qué clase de sueño tendrás?.Es un mal momento pero tengo que decirte "Gracias".En esta grisácea mañana de lluvia."¿Que es el amor?".El amor eres tú.Es inútil usar palabras contigo.Parezco un idiota. ¿Todos pueden llorar, verdad?.¿Todos pueden reír, no es así?.Te digo "Buenas noches".Aunque se que te veré mañana.Que tengas dulces sueños.Es un buen momento para decirte gracias.Ahora que la lluvia incesante ha terminado."¿Qué es el amor?“.El amor eres tú.Cuando hablo de ti.Parece que estamos enamorados, ¿verdad?.Todos tienen que encontrar la felicidad.Todos nacen y luego mueren.Mi gato me mira con sus ojos de cristal, maullando inocentemente. Llorando...¿Todos pueden llorar, verdad?.¿Todos pueden reír, cierto?.Todos tienen que encontrar la felicidad.Todos nacen y luego mueren.Hasta entonces...
Gato
Autor: Héctor Ibarra Hernando  492 Lecturas
Había pasado el tiempo, desde entonces no sabía que me encontraría en el mismo sitio, la misma escena, diferente horario, más grandes las penas.Todo el día vacilando entre lo más recóndito de mi pensamiento llegué a escucharte entre tantoy quise detener todo lo que siento.No hallaba métrica, para explicar mis actos,para callar mis pasos;para juzgaros, para dejarnos,para olvidarnos,no había aritmética.Rencores; ya no los hay os lo asegurohe acabao con éstos gritos... y me quedé mudo
Perdiamos el tiempo, ¿donde?nadie lo pueda encontrar donde los cronometros se rompen...No se puede crecer mas esta prohibidoquizas soy el tiempo muerto y esta vez no resucito.Hay algo de mi que va de mi ritmo a lo mismoes el himno del corazon tan repetitivo...Yo suelo dejar la mente en blanco,caer por un barranco de emociones es mi fuerte soy un blando.Arráncale las flores al balcon del que me lanzo,me da mas vertigo mentiros a que me veáis llorando.Se me pasa el rato quiza me coja platossi me pongo a reir por no llorar supongopero suponer es demacie messieme siento ajeno a lo que bueno de este memo fue.A mis veinte recien cumplidos aun puedo recuperar el tiempo que he perdido.Si es cierto que el tiempo ya no tiene razónque no tienes corazón...Despues de todo... llovió sobre mojado;aquellos dias que soñabamos con hadasenseguida ...         formaron parte del pasadoYo tenia un ritmo de vida tan singularque los dias terminaban poco antes de empezar...Saborear como es debido, tiempo muerto en el metro siempre era el mismo recorrido...Despues de todo... llovió sobre mojado;aquellos dias que soñabamos con hadasenseguida ...         formaron parte del pasado
Veo llover
Autor: Héctor Ibarra Hernando  484 Lecturas
Oye mamá… esta noche es el adiós, hoy despierto en tu sangre.Cubierto de líquido amniótico, estoy en la orilla de la playa.Al otro lado, el polvo de estrellas se marchita hermoso.La muerte de miles resplandece en una canción de amor.Espero en el horizonte con las alas húmedas, perfecto y solitario.Te amo, esta noche volaré lejos.Te amo, no perderé contra el viento ni la lluvia.Te amo, soy una persona herida, pero seguiré viviendo.Te amo...Tengo el terrible presentimiento de que terminaré por destruir a alguien.Hasta que no quede nada ni nadie.Oye dios, si bebiera todo tu vino escarlata...¿Crees que podría ver algo?Siempre cometo errores, no hay vientre al cual regresar.¡Así que solo seguiré, lleno de arrogancia!Te amo, esta noche volaré lejos.Te amo, no perderé contra el viento ni la lluvia.Te amo, soy una persona herida, pero seguiré viviendo.Te amo, esta noche comienza mi viaje.Elevándome en las corrientes inciertas hasta alturas lejanas.Hasta donde mis alas se funden con el cielo.Hasta un mundo demasiado brillante.Aún cuando estoy temblando, mi pulso canta.Te amo, el cielo es demasiado vasto.Te amo, es demasiado grande para mi solo.Te amo, el cielo es demasiado azul.Te amo, es demasiado azul porque estoy solo.Te amo, el cielo es demasiado azul.Te amo, solo tengo que cuidarme
Amor
Autor: Héctor Ibarra Hernando  482 Lecturas
Esperando en el andén de la estación abandonada,se ha quedado mi alma sin decir una palabra;una carta en el bolsillo firmada con tu nombrees lo único que ostenta desde aquel entonces.Aún recuerda todo como si fuese sido ayer…cuando tomaste el tren y huiste sin darle un porqué;con esperanza espera por si vuelves algún díay que abandone su tristeza y deje paso a la alegría.Condenada a lo eterno de escuchar ésos latidos,que ahora suenan a través de su corazón herido;quiere recuperar todo el tiempo perdidoque alguna vez perdió desde el momento en que te has ido.Quería salir corriendo y evitar al cruel destinoasesino del futuro, sin saber por qué motivohabía hecho pedazos a su corazón sin dueñoy clavaría su existencia dentro de un profundo sueño.La leyenda cuenta que así ha sido de por vida,una terminal y un alma ahí dormida,y aunque esté dormida nadie la despiertapues puede que no esté en sueños… y quizá ya esté muerta.

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