Cuando pronuncio tu nombre, el eco va repitiendo el sonido de mi voz impregnado en sentimiento. No lo podría ocultar, es hermoso lo que siento, es como fundir el alma en un todo con el cuerpo. Y la unidad que yo soy, admite su complemento, es la unidad que compones con tus propios elementos. Así estas dos unidades, reunidas en mutuo acuerdo, decidirán operar, según su propio criterio. Que sumen ó multipliquen, será lógico y perfecto. Si restan ó si dividen habrá un problema irresuelto. Deberemos corregirlo poniendo nuestro talento en procura de obtener los mejores rendimientos.
soledad