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Aprende esto: La felicidad llega a pedacitos. La dicha y la gloria son retenidas a puro ánimo, a fuerza de lucha, y se derraman fácil, así: en miedos, en celos, en culpas, en las propias incertidumbres, en la falta de fe. Ensimismado en el espejo me devuelve mi mirada y descubro el veneno del tiempo, el desierto, la desnudes plena, la aridez en los pliegos de un cuerpo que ya no reconozco como mío. Mientras miro en la nostalgia hurgando en la memoria pienso: ¿Qué aré con lo que me sobra? Con este cuerpo que está de más, esperando que la vida me borre como a un error. ¿Qué me queda? El saldo flaco de tus caricias y besos. Tus Miradas pobres, llena de numerosas cautelas, Atrás quedó tu mirada clara, que sabía amar como Dios manda y que ahora sabe odiar sin atenuantes como el diablo quiere. Vuelvo para mí. Hacia mi pequeñez, para creerme algo o alguien. Pensar que en tu mirada era. Ahora presagio de sombra y abismo de olvido. Recuerdo esos labios proselitista arengando a viva voz el fuego de la pasión. Para mí este recuerdo tiene un encanto partidario. Cuando ya no quedan más palabras Cuando está todo dicho Sólo queda el silencio. Ya fue sembrado el desaliento, con la mirada vieja, con el amor gastado y la pasión tibia. La amé: Con la fuerza del sacrificio, con la voluntad del deseo, pero con la abundancia de mi miseria, y no alcanzó …Con permiso del cielo Dios me ha dado vida para que escriba y tiempo para que la corrija, que alguna idea misteriosa y digna diga y otras que conveniente calle. Que no es de ahora el interés, ni nació ayer lo que hoy intento. Por los dichos y los hechos, Juglares versos salieron hechos Con mi vocación de permanecer Quisiera yo morir Y volver a resucitar en mí, Con mi alma escrita en un verso, con la libertad de mi pluma Encendida y viva en su mejor milagro, como aguda flecha, Sembrada y nacida en una metáfora. Como pregonero labrador, quisiera yo Pasear por los lindes del sueño entrar y salir de la luna y el sol donde se labran los hebras que tejen la trama de mi texto, mi contento verdadero, mi perfecto verso. Palabras Con su vocación congénita las palabras atesoran la identidad de los goces, los deseos, las frustraciones y las guardan en imágenes que se revelan en lo que decimos. A esta torpe y estéril pluma ruego a Dios la fecunde y milagrosamente muestre la más ingenua verdad. Es cierto que se fue, es mentira que no está. Sigue intacta su presencia y tan alto es el precio de su ausencia ¡y vale tan poco mi morir! que agonizo por la congoja. El silencio me declara lo que ella no me puede decir: Que nuestras almas unidas con admirable trabazón No tienen extremos distantes por la unión del amor. Jerusalén Grabaré en tus puertas y en tus muros La fertilidad de tu seno. Tus formas un rincón del Edén, paraíso de contemplación purificado. Tentado estoy de disfrutar las dadivas de tu ser, El divino orden de tus paisajes Como el único heredero de tu universo. Alabada por la pintura religiosa de mis versos, la doctrina de tu verbo que cayó sobre mí, resuelve el misterio de mi existencia y le da sentido a mí ser. El amor propio en la esperanza ajena Aprovechemos el tiempo, antes que la vejes nos escombre, antes de que sea tarde para opinar diferente, deja tu agonía de llorar junto a las ruinas, que yo, desde la carne y los huesos, desde la razón y la locura, desde mi fe más pura: te amaré. La ruina nuestra de cada día …Los verdugos de los sueños, estallan en la rutina y en el lodo del hastío es donde la ignorancia complace. Yo sé Yo sé que los sueños incumplidos son pequeñas muertes, las dudas: Sus espantos, los olvidos: Sus asesinos. La vida quiere olvidar La vida quiere olvidar la muerte, pero la muerte no tiene olvido, un día me descubrirá en su memoria, se acordará de mí, de este montón de huesos que eligió no agotarse a través de su pluma, quizás en un vano intento de perdurar y permanecer. Cuando siento tu mirada Cuando siento tu mirada sobre la mía. Mi ser que se sabe dominar pierde su cuota de control, con la exasperación que le otorga tu figura. Como una lectura crítica Vos. Como en una lectura crítica, para ser pensada de nuevo. Tu imagen como una idea que merece un repaso. Como un libro te releo en mis insomnios. De todas tus miradas De todas tus miradas quiero aquellas, las que me miran con atenuantes, las que me ven sin falta. Las quiero porque que dejan huella. Mi pecho no se olvida de su hoguera, cuando tus ojos me dejaron entre cielo y la tierra Lo que más me gusta de vos, cuando dulce y prodigiosas tus manos tibias, me reciben abortando tus ausencias Una gota de agua por mi reino Si ya entonces entendieras, O si vos ya lo supieras, No lo aceptarías tan libremente. Para los dislates que el hombre hace, Los absurdos que sigue, Como niño presuntuoso, o mujer caprichosa, Como terca vieja, no mira, no atiende razones. Cuántos árboles destruye, Cuántos ríos contamina. Niega la razón con torpes actos, Sin considerar sus efectos. Cuantas imaginaciones atroces intenta, Ni sabe el valor de una gota de agua y como el que no lo gana no lo estima, como cosa nunca amada, no conoce el valor, En tanto que no le falta. Buscando solo la renta. No miran lo poco que se contenta, nuestra madre naturaleza. La plaza de los dos reyes Por mandato de los señores Con El fall en la mano: La censura de la bota. No detiene la prolija arenga de la plaza, que de la libertad, de su uso se hace mención y el gesto no se desvanece en la elocuencia, sobre el pie que corona las sienes. Brota el reclamo de promesas incumplidas: que hacen de la vida: amarga y desabrida. Entonces darán queja criminal de tu voz ¡Oh! Pueblo soberano, molido como el toro en la plaza corrido y perseguido. La bota entre pancartas y banderas corre desparrama y destroza. Luchado a fuerza la resistencia entrega algunos cuerpos, sobre muchos desaparecidos. Del norte viene la orden: Que no ponga el pobre el pie en la razón, que no descubra su sentido, se levante, luche y grite: ¡Revolución! Revolución II Es natural a los que siempre algo negocian; la verdad les salga algo adulterada, así se han de vender los principios y este es precio que se ha de poner a la verdad para que así se pueda imprimir y vender; en esto va rubricado y firmado, el mandamiento de dichos señores. Siguiendo el consejo con que antes y primero se venda So pena de incurrir contra las leyes de este reino: Presto, la condena del juez que lo sentencia. Es así como los señores del consejo disponen que el pueblo sepa: Que no es bueno mentar verdades con poderosos. Que no ponga el pobre el pie en la razón, que no descubra su sentido, se levante, luche y grite: ¡Revolución! Revolución De tu voz que se levanta y gallardea. Abraza la razón como el incendio, comienza de lo más alto, llaga hasta a lo más bajo. Tanto puede la razón, que da fuerza a los más débiles e ilustra a los más pobres, haciendo hombre a los más hombre. Si levantas la voz, si declaras esa o esta verdad; entre estos jueces y justicias, que no miran entre altas moralidades, así lo que antes fueron como los que ahora son, entonces te quieren dar cadena. Si con la amenaza no acobardan la razón, tanto más violencia para intentar erradicarla, mas arraiga, se fortalece y crece. Que no ponga el pobre el pie en la razón, que no descubra su sentido, se levante, luche y grite: ¡Revolución! Cómo será… ¿Cómo será el mundo cuando yo ya no pueda mirarlo, cuándo ya no pueda escucharte leer Incansable mis versos, cuándo ya no pueda ver brillar el sublime sol de tus ojos, cómo será…? Prisionero de un recuerdo El fuego de mi pasión nació cuando la vi, creció con sus caricias y besos, murió con su traición. Y así quedé pobre y flaco de amores Yo que por tanto amar, aprendí a llorar y por llorar tanto aprendí a odiar. Prisionero de un recuerdo hace mucho tiempo que camino mirando atrás, llevo vuelta la espalda y la vista inclinada, que al cielo nunca miro y al suelo hice mío. Mucho te digo que ame bien, y más te digo que me amaron mal. Por eso a cualquier descuidado entendimiento, digo: Por cada vez que de contrario amaren Aunque hayan perdido y pierdan aunque haya amado y amen Corran y escapen, para no caer en las mismas penas contenidas de un mismo llanto amargo. Un encuentro con vos ¿Qué sería el amor sin esta mortal Amistad de los sexos? ¿Un encuentro con vos? No sólo será corporal Entre ambos hay ya un repertorio de Miradas, sonrisas con un toque espiritual De tinte poético y musical. Retrato de una contrariedad Una duda que anima mi ser, que resolver no puedo, de dos extremos distantes, mi pecho no sabe escoger La soledad Hoy tengo una sordera que no me permite hablar conmigo mismo. Los pobres mueren de hambre los ricos de hastíos y yo aquí… solo, sin poder hablar de frío. Amor pido, que no gracia. Pasión quiero que no fría. Si con amor me das tu corazón, con gloria recibirás el mío. Como mina que no tiene contra Carita de pan dulce, carterita bajo el brazo, pollerita corta, taquitos altos. En una esquina, toda dulce almibarada; regalando luz y brillo. Así gana un suspiro, dos miradas y tres promesas enamoradas. ¿Poeta yo? Tomé mi pluma, amasé ideas, forjé poemas, templé metáforas. La sangre me dirá, lo que la nobleza Luego me confirmará, que con toda mi pobreza, ya mis letras son amigas de la Gracia; dejándose ver por la tela del cedazo, que con piropos se compran las galas, con que luego se regalan. Para olvidarte, no hay más tiempo Te dejo una gota de mi llanto Esa que al caer no se olvidará de vos Tanto te olvidé, que tu nombreya no entra en una palabratampoco cabe en una idea Lo borró tu insoportable ausencia Si enamorarme no me costó nada, olvidarte me cuesta todo. Es porque me valieron sagrados tus ojos, que al perderlos perdí la paz, perdí la calma` Y peor aún, perdí mi alma. Un poeta nace llorando vive soñando muere amando Iba en pensamiento goloso cuando columbraron mis ojos: Veo que su sonrisa me mira, entre suspiros de esperanzas, la miro y pienso ¿Me lo dicen a mí? Esos ojos tribunales, azules, mágicos y fatales, me dieron alas y yo, me lancé al aire, dejó una huella y yo, seguí sus pasos. Fue una mañana de enero. Ella era como yo, un poco libre y le dio algo de crédito a mi alma, de donde yo pudiera cobrar alguna esperanza. Como en una lectura crítica, para ser pensada de nuevo, su imagen como una idea que merece un repaso, como un libro la releo en mis insomnios, desnuda la sueña mi mirada. Con un pie en la tierra y el otro en el cielo, curioso espío en mi interior para ver si mi esperanza crece. Mis ojos devotos no la soltaban, oído, gusto, tacto y olfato, tampoco se resignaban. Por la abundancia de sus dones, mis cinco sentidos prendidos a ella quedaron. Detrás de ella, alas son mis ojos, llenos de contemplados desafíos. Poética obra, inexpresable como inimaginable, éxito sin precedente de una ilusión romántica. Grabaré en piedra o en bronce los tópicos de su feminidad con versos invocados desde su ser. Sin cargar la conciencia medí… y me hallé capaz y suficiente hasta aventurar mi fe…entonces me favorecieron sus ojos: No lo dudé, solté el freno, perdí la rienda, me apoye en mis versos que ya los tenía ciertos y así… tardos y vacilantes sus pasos, me fueron llegando. Estas líneas en blanco no alcanzarán a cubrir los muchos elogios que para ella tengo, una sola de sus miradas basta para entorpecerme, para quitarme el raciocinio y terminar embobado y sin sentido. Mi ser que se sabe dominar pierde su cuota de control en su trasatlántica mirada, en ese momento crítico, cuando me mira, me vuelvo un idiota y ella lo sabe, se da cuenta que me explota por los ojos, en ese preciso instante me brota un deseo y una pasión que nunca es calculada, me nace así, espontáneamente, casi instintivamente y sin buscarlo. Siempre hay una zona equívoca, no sólo en las palabras, también en los gestos y los silencios, y ella sabe pasearse muy bien por esos lindes de lo difuso. Coquetea ella con esas miradas conspiradoras que impiden justificar mis tímidas sospechas, mientras yo, me conformo sólo con mirarla en esta dicha sin pretensiones, para luego tenerla vigente en mis fantasías. La única felicidad que parece posible: El sueño, sueño donde yo recibo en alarde de sinceridad todos los elogios de su mirada. Ella funciona como un fijador para mi pecho, sus ojos, sus manos, su pelo; no necesito esforzarme para recordarla, soy un espectador inclaudicable de su belleza. Yo también ya quisiera que ella pudiera, como yo, retenerme en la mirada y que mutuamente con la misma franqueza nos recordáramos…pero ella a veces, me mira con una atención de segunda mano, con una mirada pobre llena de numerosas cautelas, en esa frontera imprecisa de la amistad. Otras veces es sostenida su indiferencia, mientras me ejecuta el éxito de su tímida crueldad; casi sin convicción a veces me escucha, con sus respuestas monosilábicas parecería que niega mi existencia, mientras yo, siento el peso de toda su ternura obligada, pero otras veces, con más suerte, siento como brilla sobre mí, el sol de su mirada y veo como me contempla, como si yo, fuese un espíritu importante, quizás por la poesía, no sé, quizás se imagina hablando con un poeta, no sé… dudo, mientras su voz me arrastra y yo, sin poderme resistir, hasta dejarme con la voz temblorosa y quebrada; ella mirándome y yo desesperado, confirmando que cuando ella me mira y me habla, el mundo es un callejón sin salida. Por eso siento que, cuando me habla, me quedo sin defensa y recubro mi cobardía con gestos forzados de amable cortesía, soñando con esa posibilidad, quizás vana, de que me pueda corresponder su amor. En un momento así, sólo pensar en su ausencia, me desvela. No le temo a la muerte, si no a una idea de una vida sin verla. Todo mi temor se precipitó el día que me presentó a su novio, se me encharcaron los ojos; yo le dije rojo de vergüenza: Es de felicidad. Mientras pensaba: A ella la fortuna le dio un amor y a mí… a mí sólo la amargura de los celos, junto con esta bronca, bronca que en mi mano es la que se levanta y se hace puño y golpea mi pecho. Aquí, en mi mejilla… en esta mejilla ,la despedida; quemándome la mancha roja de sus labios y yo, mirándole a los ojos, queriéndole llegar al alma, preguntándome cómo sobrellevar el mañana. Yo lo intente con mis versos y con la fuerza que mi ingenio prometía, pero virtudes ajenas pudieron más y mostraron el puerto de mis fracasos. Como lamento esos besos caídos privándome del placer de los sentidos, ya me ofenden con sufrido daño en lo esquivo de su mirada. En un momento así, tanto odio mi suerte, tanto duele mi dolor, tanto quiero mi muerte. Recordando o mejor dicho, intentando olvidar su gracia prescripta, después que de mi destino desapareció, ruego, suplico; que ni en mis ojos, ni en pecho, que de ella ni la sombra quede, ya mi pena a su castigo dejo. ¡Qué la espuma refrescante borre en esta noche de farra! ¡Qué suba hasta los umbrales del abandono y llegue hasta los vaivenes en esta tierra firme en borracheras que se pasean por el fuego de su castigo! Primero fue la música, la risa, el barullo, el bochinche, después el vino tiró para otro lado, filosa la bronca entrando a matar, así nació la tristeza, y el llanto, que el vino no quiso calmar. Merodeando en el habitual laberinto de los abandonos, llenándome de culpas y de pánicos en el cuenco de los desalientos, sin apogeo piden mis brazos algún abrazo, quizás un día pueda el amor hacer algún alto en este desaliento, o quizás es falsa esa invitación de la vida hacia la vida. De la nada, hacia a la nada va mi vida con sus grietas en mi cielo y en mi tierra donde mi sol esconde su vergüenza, flotando entre mis miedos. Ahora ya sé que los sueños incumplidos son pequeñas muertes, las dudas: Sus espantos, los olvidos: Sus asesinos, pero a veces quisiera olvidar la muerte, recordando en ella un momento de goce, un minuto de gloria, o un día de esperanza en ese paraíso de contemplación purificado. - Mi soledad, un síntoma de su ausencia. A ella, siempre la esperaré, aunque mi espera sea inútil. -Tu espera será la viva expresión del masoquismo humano, hay cosas más altas que llorar por un amor perdido. -¿Qué puede ser más alto que el amor? -El amor es esa profunda e íntima comunión entre dos seres, si eso nunca existió o si eso se rompe lo que queda no es amor, aunque sea insoportable no, no es amor, el pasado ya no es tuyo, sólo es tuyo ese barroco nostálgico recuerdo. -Me quedaré esperando de ella ese tónico abrazo. -¿Esperando…? la paciencia es tu enemigo, quizás te canses de esperar. -Tanto la esperé y siempre a destiempo, quizás tengas razón, quizás no. - Conformarse a esperar, esperando en la esperanza, esperanzado en un sueño, ¿Soñando qué…? Deja tu agonía de llorar junto a las ruinas, antes que la vejes nos escombre, antes de que sea tarde para opinar diferente, si no ¿qué haremos con este cuerpo que está de más y con lo que nos sobra? - Dicen que: “El tiempo siempre te acomoda a tu lugar”, y yo no puedo más que esperar. Desde la razón o la locura, desde mi fe más pura, no puedo hacer otra cosa que esperar. - ¿Qué, esperaremos que la vida nos borre como a un error? Yo creo que la única presencia que puedes abrazar en esa biografía de la nostalgia es su ausencia in vitro en esas fotos guardadas en tu celular. Si ya no hay palabras, si ya están o si ya fueron todas dichas, sólo queda este informe de su ausencia. -Pensar que en su mirada era, con esa mirada tan de mi alma, ahora presagio de sombra y abismo de olvido. Yo sé, la espera duele…pero a veces vale la pena. -¿Qué, tu lengua no se cansa de tanto nombrarla? ¡Eso no es memoria, sino tormento! No mires al pasado que te distrae del presente y no miras el futuro. - Una vez, azules me miraron sus ojos y se mezclaron con el verde de mi esperanza, esperanza que jamás antes tuvieron mis ojos. Despuntadas las flechas que me atravesaron, mortalmente herido de amor, ahora ya no la puedo olvidar. Qué puedo hacer si el deseo y la pasión mueren por manifestarse, me brotan por los ojos, se desprenden por las manos y me explotan por el pecho. -Si cruzas los límites de la razón, con el cuerpo despedazado y roto las carnes, dolorosamente ensangrentado del pelo de la cabeza a la planta de los pies, en agonía que arranca el alma, tanto que, entre un difunto y vos no habrá poca diferencia ¿No abandonarás la vida en lecho de doloroso duelo? -Amortiguados mis sentidos, quedando mi alma floja y sin fuerza, ¿qué más puedo hacer, sino aferrarme a la esperanza de volverla a ver? -Estás en el lugar equivocado, corriendo detrás de las fortunas que se disipan con la vida y se pierden con la muerte, engañado por la promesa de fortunas verdaderas, así la vida no cuesta nada. -Con mucha librería en los dichos, defiendes la vida, que muchos la estiman y la tienen por buena, pero es una verdad mesclada de mil mentiras…sin ella no se vivir. -Como tu sombra no me puedo negar, te acompañaré vagabundo y sin provecho, representando tu tragedia por los tablados del mundo en el teatro de la vida… pero los recuerdos así, tarde se curan y para siempre duelen, que lo mejor es aprender a vivir con ese hermoso recuerdo mirando al futuro. Muchas mujeres hay con espíritu noble y titulado, que si no la aventajan en hermosura y verdad, otras no se quedan atrás. -Para que me entiendas, imagina. Recogía en ella, las flores de su mirada, tan solo en mera contemplación y con cada pétalo de visión sacramental, soñaba con los misterios de su voluptuosidad. Cruel aventura fue pensar su mirada sobre la mía, pero cómo evitarlo si de ella brotaban destellos deslumbrante de gloria, sueños de inclinaciones ardorosas, tan sólo para entregarme perdido a la razón de sus leyes, hacia donde me arrastraban sus dones. Ya en los lindes de la revelación; me invitaban a una excursión por los campos de la poesía, para volver a los hechos milagrosos de su ser. Su pelo, sus ojos, la voluptuosidad de sus curvas, sus piernas entre cruzadas, laberinto de suntuosa complejidad, ahí, cerca pero lejos desgarrando entre el hecho y el deseo. Tan solo te muestro uno de los modestos tesoros de comprensión de los innumerables finos matices que revelan su gloria desnuda, que para mí fue terror de adoración de ese asombroso retrato, que establece la tónica a toda mi vida, fijan la clave en sus ojos, y tallan su forma en la vid de mis versos. Yo me pregunto ¿Habrá otra igual? Para olvidarla, no hay más tiempo, te dejo una gota de mi llanto, esa que al caer no se olvidará de ella. Le digo a esos pasos que saben mi compás y el ritmo de mi cadera: En este trueque me quedo: Me das un beso, te doy otro El mañana hoy no está La tristeza de vivir desdibujado, con este desconsuelo que no es capaz de esconderse, que me acompaña y que comparto, lleno de recuerdos que no encuentran acomodo, con sus esperanzas de regocijo que se mueren en la incertidumbre sin su dueña. El lujo es vanidad Como tenía prosperidad, el hombre hizo mal en no considerar el bien que no hacía, el lujo sale caro, pero a futuro. El placer tiene un precio que en el momento se paga fácil, no se sienten sus efectos hasta no tener al hombre perdido, sólo nos quedará el arrepentimiento cuando el agua nos llegue al cuello o la sequía nos seque la boca, con la tala indiscriminada no quedará un árbol que nos haga sombra, de esto resultan después las calamidades En esta tierra por causa de la codicia, el hombre soltó la rienda al placer desmedido, ¿vendrá el enojo de Dios igual a su justo castigo? Era cosa natural pensar que la tierra era nuestra, que nosotros éramos los que estábamos en la cúspide de la creación, sin darnos cuenta de que somos un eslabón más dentro de la cadena de la vida, que honra, qué provecho lograremos, sí rompiendo la cadena perdemos la vida y no sólo la nuestra. Por nuestra causa este mal vendrá, por ese deseo desmedido a este paso muy pronto llegará ¿Nos engañó el traidor o únicamente nosotros seremos responsables de este áspero desastre? ¿El hombre alguna una vez vivió en quietud y reposo o siempre estos ojos miraron así? Maldito los ojos que vieron en lujo, el confort desmedido, maldita la lengua que nos convenció de romper la tierra, la vida ya no es vida sino muerte en la miseria y el hambre, solo desgracias para el trágico dolor que nos acaba la vida. El político tranquilo de arriba mira, entre sobornos y favores la tierra paga nuestras deudas. La madre naturaleza dejándonos pasar adelante con ira nos cobrará luego. Contaminando esta tierra somos todos traidores al delicado equilibrio de la vida, ya quisiera que alcanzáramos el entendimiento para lograr el remiendo, yo no tendría esperanza si no tuviéramos tanto caudal en tanta escuela, en tanto estudio, ya sé que algunos fines no son tan deshonestos, pero como todo se mercantiliza y el que tiene la plata si quiere da, si quiere quita, atento a lo que la pasión y el antojo dictan. En el campo combatiente, el mundo está en la mira, cuándo se rendirá el que lleva ventajas. Ninguno ignora que esta tierra para todos un plato de comida da, sin embargo algunos se quedan cansado y con hambre. El pobre no tiene quien le haga venganza, tampoco para ellos hay justicia, a dónde irá la queja de lo justo y necesario, si del que más tiene, nunca el deseo queda satisfecho, cuánto lujo habrá de satisfacer sobre esta sangre derramada. Siendo el día claro la razón no encuentra en la voluntad el instrumento del cambio; venida la noche en la oscuridad menos encontraremos un instrumento que nos ayude. Cómo me siento: Abandonado como un recuerdo viejo. Estar solo está bueno cuando es una libre elección, pero cuando es una soledad enraizada en la fantasía de tenerte; esperanza frustrada e inútil, entonces uno siente como aterradora esa soledad, que llena todos los espacios disponibles, como esta nutrida ausencia. ¿Qué me queda? Sobrevivir a este silencio mortal. ¡Cómo extraño esos pasos que saben mi compás y el ritmo de mi cadera! Diálogo entre el poeta y su pluma II Sobre el azar y el destino -De piedra y plomo mi mano. -¡Estamos mísero de letras! No se cae ni se levanta ni una pobre idea. -Fortuita cosa somos llevados por el viento. -Miremos a los que antes fueron, tal vez en ellos encontremos nuevos bríos, -O dejemos que el azar y la fortuna construyan nuestro camino, que sean ellos los marquen nuestro destino. -¡Que cosas incoherentes dices! Si crees en el azar no crees en el destino, pero si crees en el destino, entonces hay un camino, donde podremos alcanzar, lo que la suerte nos niega y no nos quiere dar. -¿Pero cómo alcanzaremos lo negado? -Confía, en esto reside el destino: si ha de ser alto tu nombre, no serás un ser abandonado por el buen hado, que de lo pequeño hace grande de lo dudoso, cierto y de lo oscuro, claro. Que las grandes ideas son donadas por la inspiración. -Confundes mis sentidos. ¿Qué debemos Hacer para poder escribir bien y con altura? -Levantemos la mirada al cielo y roguemos al Dios de la ventura Él es el guardián de la palabra viva, por cuya mano poderosa ni abatido desesperamos, ni encumbrado nos olvidamos que por su gracia somos. -¿Con sólo pedir alcanzaremos la victoria? -Si la lumbre de tu fe me falta no previniendo la gratitud, líneas en blanco y colores mudos darán cuenta de nuestro error. -Roguemos y que sea la voluntad del Altísimo. -A esta torpe y estéril pluma ruego a Dios la fecunde, y bendiga este corto ingenio e ilumine estas pobres letras y milagrosamente muestre, la más ingenua verdad. Que de la más pobre y ruda materia salga el más virtuoso efecto y revele del amor, sus misterios. -Gracias te damos Señor. Este usuario no tiene textos favoritos por el momento
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Maria Jose L de Guevara
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