• Emmanuel Carrillo
Emman.
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  • País: United States
 
Comienzo a tener una fijaciónpor tu piel canela casi sublime.Tus facciones me comienzan a parecer perfectas y tu cuerpo me encadena, me encierra en un calabozo de fuertes pasiones.Me empapa de amory me alimenta de esperanzas. Me derrites el alma cada vez que te siente mi cuerpo.  Y me convierto cada vez más en algo pequeño, frágil y lleno de sentimientos. Aveces, de saber lo mucho que te quierome pierdo en los castillos creados de tus cielos; y mis anhelos de concebirte como inspiración.Para volver de forma cíclica a tus grandes ojos,luceros que alumbran mi caminary me alimentan cual  fruto prohibido. Tú,quien me llena de sonrisas que vislumbran. Quisiera enredarme eternamente en tu cuello,mantenerme intacto ante tu cuerpopara así intentar ser tu más grande deseo;y morir contigo de lo que tu quisieras; de amor, de deseo, de locura. De lo que tu quieras. Pues a fin,      te has convertido                         en los que más quiero.Emman.
Piel canela
Autor: Emmanuel Carrillo  475 Lecturas
 Eres manantial que quema mi cuerpo, ansiedad que desgarra mi piel y la posee cual trofeo. Eres el amor y dolor de mis pensamientos más honesto, lo mejor cuando quieres y lo que más quiero cuando puedes. Eres belleza asesina, protectora de mis fantasías y verdugo cruel de mis temores. En palabras sabias. Eres lo mejor              que he conocido.  Emman.
Sal Sal tras la alabanza mañana apartada, asalta las camas, Abarata a las almas agazapadas. Sal Sabrás a la maldad al alba pasar; al cavar las llagas, al salar las caras amalgamadas. Sal Al tardar la calma pasarás a amar, cantarás baladas a la acallada paza la aclamada mar Hasta pasar amansada Cada mañana.  Emman.
Sal
Autor: Emmanuel Carrillo  513 Lecturas
Y es que así son las cosas, yo te amo en silencio y anhelo cada día bienestar para ti en secreto. ¿Por qué? Preguntarás con una diminuta rabia por quizá nunca saberlo. Mientras lo sigo haciendo esperando que algún día también lo hagas. Emman.
¿POR QUÉ?
Autor: Emmanuel Carrillo  435 Lecturas
GERMEN Y RESIGNACIÓNISe cubre bajo las sabanasinvitando con su mirada viajeraal eterno vació de un falso amor.II—¿Quién él?Se preguntaba mientras sus cuerpos se aproximaban lentamente al infinito. Enhuesados, dejaban atrás el mar de indiferencias y a la par se convertían en arena fértil para Megascolides.IIIEs inevitable el suspiro propicio al mirar lo que yace bajo la piel.Bailas emanando todo tu sentiry nos volvemos así mismosajenos de nosotros y de todo lo que nos rodea tras los bordes de tu piel.IVSin querer ser más ni nadarespiro el brillo de tus ojos mientrasdevoro la parte más suave de tu lengua.Perdiéndome en los contornos uniformesde tus orejas...VMe tiene atrapado, adentra su cuerpo al mio, hunde sus frustraciones y esperanzas mientras exhala mi esencia susurrándome el silencioso latido de su corazón. Emman.
Yo estoy ausente pero en el fondo de esta ausencia Hay la espera de mí mismo Y esta espera es otro modo de presencia La espera de mi retorno Yo estoy en otros objetos Ando en viaje dando un poco de mi vida A ciertos árboles y a ciertas piedras Que me han esperado muchos años. Vicente Huidrobo   Palabras cargadas: El inicio de una vida anhelada.   Esta es una de esas pocas veces en las que me pregunto el porque decidí escribir, el porque empezar con la poesía y a decir verdad no sé certeramente cómo podría responderme. Si bien, mi desempeño como seudo escritor fue tardío, siempre mantuve un contacto muy cercano con los libros, en particular con la poesía, leyendo autores muy románticos como el maestro Octavio Paz y Mario Benedetti.  Poco a poco comencé a conocer una infinidad de autores, haciendo más cómodo mi camino en la vida. He de aclarar, que tampoco sé cómo explicar mi proceso de creación. Pienso que las personas que escribimos poesía somos algo retraídos, le damos demasiada importancia a esas cosas que se derraman de nuestra persona, esas palabras que nos generan sensaciones diversas. En lo personal, trato de buscar las palabras adecuadas para los sentimientos que intento transmitir, es como un estado en el que intento hacer físico el dolor, la tristeza. la alegría. Es como si las sensaciones me obligaran a describirlas, a veces, sin querer, también escribo y al igual que Kafka, pienso que es una enfermedad y aquel que se infecta, queda convaleciente por toda su vida.  ¿Para mí qué es la poesía? ¿por qué escribo poesía y cuál es mi relación con esta?. Intentaré contestar estas preguntas con ayuda de algunos autores. No por que lo desconozca, simplemente no se cómo describirlo, no es algo que se puede decir tan fácilmente. En una entrevista Octavio Paz recordando palabras de Arthur Rimbaud decía que la poesía no quiere cambiar la vida, tampoco trata de embellecerla o hacerla mas apacible. La poesía sólo busca llevar los sentidos a un punto sagrado, plasmando en ella la experiencia de muchas personas, convirtiéndose en el bastión de millones a través del tiempo. Decía Paz que la poesía "por eso no es moral o inmoral; justa o injusta; falsa o verdadera, hermosa o fea. Es simplemente poesía de soledad o de comunión. Porque la poesía que es un testimonio del éxtasis, del amor dichoso, también lo es de la desesperación. Y tanto como un ruego puede ser una blasfemia”. Son los pasos de una vida cargada de emociones y sentimientos plasmados en letras.  Entonces, creo yo, que la poesía no puede ser subordinada ni tampoco enaltecida, simplemente es una simbiosis con otras personas a través de los sentidos. Es ese dolor que sentimos por perder a alguien, es la sensación de alguien amado abrasándote por detrás con una sonrisa, es el temor de un niño por haber hecho una travesura, es el desliz de unos labios por todo el cuerpo, un tímido suspiro, el ultimo aliento, el soplo del viento al pasar entre las hojas. Poesía es el recuerdo de todo lo que nos sucede en nuestras vidas. Si bien, sigo sin definir a la poesía y mi proceso de creación, pienso que algunas personas nunca la comprenderemos del todo. Tal vez por que ella misma desea quedarse en lo "sagrado", en Cuba o en Asia diría Tablada, en las últimas lagrimas de una madre, en el final de todas las personas, en fin. Concluiré con lo que a mi parecer, define en pocas palabras y de forma muy profunda a la poesía escrito por José Vicente Anaya: La grandeza en lo pequeño, la ilusión del mundo, lo efímero de lo consistente, lo sorpresivo de la sencillez.     
 He de decirte que no hay más valor distante, la paloma en el cielo se evapora creando nubes, las cascadas caen con repeticiones engañosas mientras nuestra vista atisba nuevas personas. He de decirte que las desiguales pisadas golpean los mares de nuestra oscuridad, encontrándonos a la muerte dentro de nuestra mente, provocando siluetas varias que giran con sutil belleza rasgando nuestra piel. He de decirte que si sigues tu camino, no podré mirar más tu mirada herida esparciendo ríos en mis bosques solitarios. Los cantos que evocan mi espíritu y renacen mis pulsaciones. Hermosa paloma sobre el cielo del placer efímero. He de decirte que si te disipas de mí habrá intemperie, crearas ojivas cristalinas empapadas de melancolía. Se perderán una vez más nuestros ojos y los suspiros absortos entonaran el cántico del invierno. He de decirte una sola vez más. Astro de mis noches. Brote de mis atardeceres. Que te odio desde el fondo de mi corazón Y que también te quiero con toda mi alma...   Emman.
HE DE DECIRTE
Autor: Emmanuel Carrillo  432 Lecturas
  Flor idónea de tierras purulentas.¡Quién más que tú a la que quizá quise!La remota al pasar la callellena de esencias y vientos pulposos.Y así estamos, a la distancia separados por yermos de insipidez. Viendo nubes pasar entre nosotros volcando nuestras almas disociadas al olvido.Gozo perpetuo y distante...Ofreciendo calidez a la par de grandes sancadas.   Emman.
A LA DISTANCIA
Autor: Emmanuel Carrillo  403 Lecturas
   Realmente no sabía lo que hacia, creí que era la manera más fácil de obtener dinero para el aborto. Mi novio me ha dejado y no tenía otra solución, no había nada más. Pensé al ver el anuncio en el periódico: “se busca mujer joven para modelar  lencería, gran salario y trato justo”. De inmediato llamé y obtuve el trabajo, al día siguiente me citaron en sus oficinas, una zona bastante lujosa, por un instante soñé en modelar en Francia, Italia, Alemania. Mientras hablaba con la recepcionista que me invitaba a subir al tercer piso. En el elevador, a un costado se encontraba un sujeto bien vestido,  con voz agitada, jadeante, me comenzó hablar y al instante sus manos cubrieron mi rostro mientras escuchaba vagamente un “hola, buenas tardes”… —Mira, esta despertándose. —Ya era hora, quizá la excitación le ha despertado. —¡Idiota!, es por que la estas ahogando. —Jajajajajaja, lo siento, es que su expresión es genial. No podía creerlo, no quería, mi llanto no paraba, el hecho de ni siquiera poder gritar me perturbaba a tal grado que colapsaba mi mente, una y otra vez. Mientras me sujetaban una docena de hombres como si fuese un trapo, mi cuerpo era desgarrado con tal frialdad que sólo podía sentir una agonía tétrica, mis deseos de morir en ese instante se hicieron presentes en convulsiones. Siendo atropellada por tantos hombres, perforando cada parte de mi cuerpo sin un poco de tacto, mi cuerpo sólo era un trozo de carne para ellos durante no sé cuanto. Ahogandome, llenandome y vaciandome de fluidos comence a perder toda esperanza y toda resignación se alejaba mientras más hombres llegaban. Mi cabeza no deseaba saber más, mi vista se nublaba mientras mis ojos, por inercia propia, comenzaron a desorbitarse. Hoy sólo parece un mal recuerdo, una pesadilla. Sigo en el negocio, todos me tratan muy bien. Soy muy feliz por que ellos, a pesar de todo, no me han abandonado. —Oye, ahora por favor, dame un hijo. —No, yo te daré todo mi amor hasta que tengas un hijo mío. —¡Cállense todos!, ahora es mi turno.—¡Paren ustedes! ella me lo prometio a mi ayer.   Tranquilos, no se preocupen, les daré un hijo a todos…    Emman.
Fanales ingenuos
Autor: Emmanuel Carrillo  358 Lecturas
—¡Alguien! ¡ayúdenme! ¡por favor! ¡auxilio! Gritaba con una desgarradora voz que despertó facciones de mi inmóvil rostro mientras arrastraba a su inerte novio. Deslizándolo hacia la habitación helada, comencé a recordar aquella niña de color canela, su piel llena de esperanzas se volvió fría en un instante. Un hueco en el estomago y un aliento agrio me instaron a regresar en sí y acercarme a ella: —¿Usted me va a violar, señor? Me preguntó con una mirada que perforaba toda resignación, su vida se quería escapar por sus brillantes ojos, rojizos y húmedos. Lo que me provocó responderle con una sutil voz a la par de una sincera sonrisa: —No, señorita. Yo sólo soy un caníbal. Emman.
Merienda
Autor: Emmanuel Carrillo  350 Lecturas
 Estoy cansado de tanto vagar. No sé por qué, pero este silencio me tranquiliza. En estos momentos sólo quiero memorizar tu cara, tus ojos, tu mirada. Aunque sigamos envejeciendo, quiero seguirte viendo como la primera vez, quiero seguir queriéndote eternamente. Perdido en mis pensamientos, las soluciones tontas llegan a mi mente. ¿Y si pudiera ser alguien nuevo para ti?, no paro de pensar en cosas que quizás todas ellas se han olvidado... "Quédate aquí, mirándome. Continúa observándome para siempre, quiéreme como cuando no querías que me alejara de ti..." Hay personas desgastadas y hay otras que las reciben, personas solas y personas rodeadas de muchas otras. También existen otras que viven eternamente en mi corazón. Desearía que sintieras el amor que brota de mis recuerdos. El calor que aún siento a estado dentro de mi durante mucho tiempo. Este calor eterno. Provocado. Tuyo... Confirmando cada día, cada respiro, cada segundo. Que te amo y te amare por nuestra pequeña eternidad. Pues siempre seras tu... ...mi dulce hogar.
Mi dulce hogar
Autor: Emmanuel Carrillo  348 Lecturas
Si tan sólo pudiera regresar el tiempo para cambiar algunas cosas...Bastarían unas palabras para cambiar el rumbo de mi vida. Quizá ya estuviera muerto, o tal vez no pensaría igual que en estos momentos. No es que mi vida se aya convertido en una basura, me va bien sobreviviendo, me dedico a supervisar el trabajo de varias personas en una empresa pequeña. Últimamente no sé lo que sucede conmigo, finjo reír e invento situaciones que no he vivido para hacer feliz a las personas que me rodean. ¿Qué más da lo que me suceda?Parece que nunca encontraré las respuestas de mi situación, ¿como es posible saber si las cosas malas son sólo errores? No dejo de preguntarme, de lamentarme desde el fondo de mi corazón por pretender tener algo que nunca fue mio. Quizá nuestro destino es algo que sucede todo el tiempo. Nuestros corazones se enfriaron desde el primer beso, siendo egoístas queriendo vivir siempre unidos, siempre juntos. A veces me hago a la idea de que no hay necesidad de estar triste y me vuelvo loco, me desespero por no poder derramar más lagrimas... He estado bebiendo últimamente con la esperanza de olvidar, de tener un poco de calor por las noches.A veces sueño que estoy cerca del cielo, en colinas verdes con una cálida brisa de verano, la luz del sol refleja mi sombra de forma gigantesca. Y sin más, todo se vuelve oscuro...Al despertar viene a mi mente el autobús con la publicidad de zapatos que se la llevo, que hizo que jamas la vuelva ver. Si tan sólo no nos hubiéramos encontrado aquella noche, si no hubiera estudiado en la misma escuela, si no hubiéramos peleado por pretender controlar nuestro futuro. No hubiera pasado nada de esto, o quizá aún estuviera a mi lado. El recuerdo nunca dejara de doler, la vida es dura y nunca podré saber que me depara después de cada momento vivido. Ahora lo sé, quizá todo cambie en un futuro pero ahora...  ...ahora ya no me sirve de nada.
La sombra de ti
Autor: Emmanuel Carrillo  376 Lecturas
Tras varios días entre diluvios y cabizbajos, logro regresar de mi viaje recurrente. El olor a tabaco que rodea mi sala es acogedor, las sillas vacías me llenan de una libertad única; por fin estoy en mi playa.La contestadora con sólo un mensaje, es ella otra vez. Es extraño poder visualizar su silueta en la sala, la cocina, la mesa, mi cama... mostrándome el único afecto que conoce entre posiciones sugestivas y libidinosas, sonrisas que se esfuman como si fuese ese humo que ya no se ve, que sólo esta en mi cabeza, dentro de mi. Han pasado infinidades de historias en los últimos días, el coito ocular en el pecero y las miradas compasivas son frecuentes. Familias esclavizadas por culpa de ellos mismo, parejas que su única unión es la restricción y enojos, en fin. Ahora, en este momento quiero estar con ella, me pregunto si aún esta molesta por mi recurrente y continua indiferencia a su existencia, al menos no parece estar molesta en el mensaje de la contestadora... que más da...El plan era vernos hoy para platicar de nuestros problemas y contarnos lo que ha pasado en estos últimos días. Como si intentara borrarse a sí misma con su lengua en mi boca, mi sudor y fluidos, como si pudiera engullir sus memorias. Creo que estas libertades y otras le han transformado en una persona volátil, pareciese un enorme globo hecho de piel y sutilezas falsas. Con su propio termostato de frustraciones, haciéndole ir más lejos, más alto, cada vez más distante de todo lo que le rodea.No puedo negar que ella es un todo  para las necesidades de un hombre. Como la mayoría de las personas busca: decidida -fácil-, sincera -sumisa- y con un gran sentido de frialdad -buen cuerpo-. Incluyendo el desprecio repentino que ocasionalmente me hace notar y el cuál necesito. Espero y no me suceda lo mismo que a su novio, que se le podía mirar recostado en la estación de autobuses del vecindario. Pobre tipo, beber y llorar por ella todos los días no lograra cambiar su decisión, lo que ella dice es así y no hay más.En fin, sólo me queda disfrutar de las delicias que mi penumbrosa casa me brinda antes de que ella llegue. Total, quizá nunca venga otra vez, creo que le molesto mi indiferencia, tal vez nadie vuelva a entrar o salir de estas habitaciones. Esta tan en lo alto y yo tan lejos, tan tranquilo... esperando pacientemente su regreso.
Humo viajero
Autor: Emmanuel Carrillo  340 Lecturas
Llevo horas pensando, días, meses... la vida es una soledad perpetua, reflexiono mientras deslizo dentro de mi piel una jeringa cargada de amnesias. Mientras recorre mi cuerpo, mi vista se nubla y mis sentidos comienzan a dejar de reaccionar. (¿Qué es lo que quiero?) Llevo horas pensando, días, meses...
Heroena
Autor: Emmanuel Carrillo  314 Lecturas
No pude dejar de mirar, a pesar de que intenté creer que era sólo un sueño, todo fue real. Siempre fui engañado y traicionado, creí completamente en ella, no, me cege a mi mismo pensando eso, ¿cómo no puede estar conmigo el día de mi cumpleaños por culpa de sus padres? los sábados estrictamente tenía que estar en su casa con su familia, eso me decía. Mientras yo me sentía afortunado de tener a alguien así, ellá estaba con otro hombre haciendo lo que hacia conmigo, diciendo las mismas palabras que me decía a mí, cuidandonos mientras ella lo hacia sin proteccion con otro, estoy seguro que sólo a mí me dijo que su periodo no le llegaba. (¿Tan usable y patetico soy?)Ese día fui por el collar que ella quería y estaba agotado, era una especie de angel en un pedestal azul claro con gemas en sus alas, mientras salia de la tienda con una sonrisa, la vi, caminando con un escote un tanto vulgar y falda ajustada; se veía aún más hermosa pues resalataba sus atributos con esa vestimenta. Decidí seguirla sin que lo supiera, queria conocer a su familia, decirles que estoy enamorado de su hija y aceptaría felizmente estar el resto de mi vida con ella. Absorto en mis pensamientos de ensueño, la vi entrar a un club muy caro de la zona, seguramente se dio cuenta de mi presencía y ahora quiere jugar conmigo, pensé mientras estaba decidido a encontrarla y darle el regalo como una buena sorpresa.La perdí de vista, mientras la buscaba escuche a dos empleados del club hablando muy confiadamente:-Oye, ¿has visto la hermosa mujer que acaba de pasar con el jefe?. Si que esta buena, se fueron a los cuarto vip, es una afortunado. Le decía a su compañero mientras su pantalón se le abustaba más en la parte de la cremallera. -Claro, esa chica es una de sus parejas del jefe, todos los sábados viene ella y se van al cuarto vip, ¿ya te imaginaras qué estarán haciendo esos dos verdad? así que no los molestes si quieres conservar tu trabajo. Vaya par de chismosos, pensé que probablemente me estaría esperando en un cuarto vip como regalo de cumpleaños justo cuando vi una puerta entrecerrada y con luz en su interior, me acerqué y mi corazón dejo de latir por un instante. No lo podía creer, no podía dejar de mirar tampoco, era una mujer montada de espaldas en un hombre, pero su silueta era igual que la de ella, justo cuando pensé que no podría ser ella, volteo su cara sólo para decirle en eres el mejor con una lujuria que sólo ella yo pensé conocer. No pude, contener mi rabia, mi ira, comencé a llorar sin cesar mientras mis piernas se entumecían, las mismas expresiones y sonidos los compartía con ese hombre también. Me dolía tanto el corazón cuando recordaba como con tanta facilidad me mentía.Tengo que detener esto, tengo que destrozar este momento. Pensé mientras intente entrar, pero mis piernas no se movía, no querían hacerlo, de pronto me di cuenta que estaba muy excitado (en verdad soy estúpido) y arroje al suelo con todas mis fuerzas la bolsa que tenía aquel collar que ella quería y con el impulso mezclado entre dolor y furia, salí corriendo de ese lugar.No fui a mi universidad por toda una semana, dormí esos días en el baño, era el único lugar en donde casi no tenía recuerdos con ella. Tenía siete llamadas perdidas y veintitrés mensajes de ella, no quería saber que me iba a decir, sólo quería olvidar todo lo que había vivido los últimos meses de mi vida, creer que dormí durante dos años y desperté justo hoy. De repente se escucharon sonidos raros en la entrada de mi puerta, como si quisieran abrirla, pensé que seguramente era la casera que estaba preocupada por no verme salir en las mañanas así que decidí abrir la puerta para ver quien era y al instante, después de girar la perilla una persona se abalanzo contra mi, era ella. me abrazo desesperadamente y me beso tan fuerte que comencé a sangras de mis labios. No dejaba de llorar, mientras susurrándome al oído me decía cosas como tengamos sexo toda la noche y te amo mucho, en verdad que te amo mucho. Comprendí que ella en verdad me quería pero también me di cuenta de lo vacía que en realidad era, se ocultaba de su vació y sus acciones teniendo sexo conmigo, como si fuese una expiación a su tristeza... a su soledad... recordé en segundos todos los momentos mis momentos con ella, comencé a llorar y la mire fijamente a los ojos y con un dolor que sabía nunca se borraría de mi corazón sólo le dije sin querer escuchar su parte de la historia...Creo que debemos terminar...Han pasado seis meses desde aquello, me contó que el hombre con el que estaba era su novio y levaban muchos años juntos y el había perdido todo el interés en ella, que incluso sabia de mi relación con ella y no le importaba en lo más mínimo. Ella sólo quería ser amada por alguien otra vez, que en verdad me amaba y que por eso dejo todo de lado para guardar el respeto que no tuvo conmigo en aquel momento, comprendía que en verdad me amaba y cambio para bien. Me juro que nunca más haría algo así en su vida, que en verdad estaba decidida en reconquistarme si me descuidaba, sólo pude decirle que me sentía muy feliz de haber amado a alguién como ella durante mucho tiempo. Es sabádo, las luces que rodean la oscuridad de la noche confortan mi vision, me ha invitado a su primer presentación como modelo de una prestigiada marca de ropa, mientras todos se asombraban por su belleza, sabía que ella sólo me veía a mí, que nuestros sentimientos eran sutilmente conectados mientras pasaba por la pasarela, sabía que nunca me iba a dejar de amar, que eternamente se disculpara por lo que sucedido. También pensé que en verdad la seguía amando, que sólo fue un lapso de soledad en el que buscábamos inconscientemente la aceptación de nuestros errores y tragedias, que quería estar siempre a su lado, que esto sólo nos había hecho madurar y unido fuertemente. Salí de ese lugar y con una sonrisa la miré, pude leer sus labios ella me dijo te amo. Y cerrando los ojos, guardando en lo más profundo de mi corazón aquellas palabras, le respondí desde esa profundidad de mis sentimientos, desde la alegría de mi corazón.Ven en cuanto puedas a mi departamento... a partir de hoy...Vivamos nuestras vidas juntos.
Quizá un ángel
Autor: Emmanuel Carrillo  852 Lecturas
Estas a tiempo de detenerme, la sangre que recorre por su cuerpo es de su nariz. Termina con esto de una vez. No supe que decir, mi cuerpo era controlado por el frio que invadía mi mente y recorria mi cuerpo. Mi mandíbula y mi cien estaban completamente endurecidas, la rabia y el terror me devoraban mientras el seguía:No tendrás más tiempo, nuestras vidas dependen de ti, ¡rapido!, ¡qué esperas!, sólo tienes que acercarte un poco más.Si, así somos, seremos eternamente sólo tú y yo.Por mis ojos pasaban gotas de sudor, por alguna razón no podía dejar de mirar la mirada esperanzada de aquella mujer llorando y luchando por su vida, me recordó la primera vez que recibí un disparo. Quería vivir, tenía que vivir, por todas las personas cercanas que habían muerto yo tenía que vivir.Impulse con fuerza una de mis piernas y me abalance contra el mientras me defendía de una puñalada con mi brazo. De un sólo tajo, cercené su cuello de la traquea a la columna vertebral. Con la energía del temor que aún tenía, me quite el cuchillo de mi antebrazo y corte las sogas que ataban a la mujer.Desperté un martes siete de abril. Tres días después de lo sucedido, en el hospital trate de borrar aquel momento. A él. A mis amigos muertos. A mi esposa. A mi hijo. Una furia latente dentro de mi corazón lastimaba mis recuerdos y mi mente hasta que recordé las últimas palabras de él antes de morír. Cesé de llorar y con mi mente en blanco las comencé a repetir una y otra vez:Si así somos...                                  seremos eternamente... ... sólo tú y yo. Emman
Mal eterno
Autor: Emmanuel Carrillo  361 Lecturas
Tu que me limita, me contempla y juzga como nadiela sincera, la que ordena.Mis párpados no cierran si los tuyos parpadean.Tu mirada confrontante con ojos profundos,tu pupila negra y marrón, cual perfección en color.Tus facciones perfectas, simétricamente para toda acción.Tus cejas y frente son inspiradoras al pensar en amor,tu nariz algo recta y hermosa al respirar en mi cuerpo.Tus labios dejan perpleja mi imaginación,suaves como nada en textura que he experimentado.Tu mentón justo para mis labios, bailan al generar pasión.Tu cuello enigma mis sentidos, provoca tempestad en mis dominios.Tus senos suaves y frágiles, cual diente de león al soplo de la mañana.Tan poderosos cual emperador sometiendo a una nación.Tu ombligo es el centro de mi universo.Tus caderas sedientas de amor, irresistibles.Tu intimidad, un manantial donde brotan mieles,brotan sueños y cantos, al ritmo de la inmensidad.Tus piernas, que se estremecen al sentir mis manos,blancas como la pura nieve suaves como árido pasto.Un descanso celestial al estar en ellas.Tus rodillas tímidas y sensibles, como una vez fui.Tu piel tan suave y blanca, como pétalos de un tulipán.Tu aroma dulce, como miel en el mar.Eres alguien por quien luchar.Mi musa, mi inspiradora, mi razón vital.Eres algo que nunca podre olvidar.Aún  en la silla eléctrica,mi pensar hacia ti, nunca morirá.Descuida, pues sólo esto puedo hacer.Algo más que pensar,algo más para derramar.
Ayhana
Autor: Emmanuel Carrillo  345 Lecturas
Un drama, las piernas quebrantadas,el sentimiento lleno, frágil, se rompe.Una vida no mortal, vida eterna. Hoy, la agonía esta llena de ilusión,parece morir, induce amor.Un amor, que prefiere germinar en otro sendero. El silencio lleno de suspiros,se enredan con el viento de la noche.Ellos juntos, exclaman tu nombre. El olvido del tiempo en tu ser,que desecha, se deshace de mi y tú sin saberlo.Mi llama, se ha contenido en un calabozo de letras. Están llorando, no se atreven mas,susurran, respiran de un amor eterno.Mirando hacia otro lado, empapadas de la lluvia de tu olvido. Nunca las conocerás, nunca sabrás.Estarán afuera, todos los días celando tu mirada. El rumbo obvio, el alago correcto,sentimiento único e irreemplazable.Gracia que sorprende a la realidad.
Eterna
Autor: Emmanuel Carrillo  293 Lecturas
Como quisiera evaporarme, unirme al sucio viento y ver de cerca el cielo. Observarte sin ningún temor, contemplar mis estragos con la luna, y dormir cuando salga el sol. Como quisiera no ser, pues el se lleva mis momentos buenos, solo me deja con recuerdos. Como vaso vació, como la noche y el rio. Como quisiera dejar de querer, cavar mas hondo, perder mi fe. Como quisiera que tu quisieras también, que estuvieras consciente, que estuvieras aquí... Emman.
Que...
Autor: Emmanuel Carrillo  758 Lecturas
Los fluidos que generan este universo colapsan en el tiempo al soñar tu cuerpo. La estela de tu pensamiento impregna todo mi cuerpo despertando al deseo en su destierro. La silueta en la lluvia la lluvia a la locura, inundan, abruman estas letras. El reloj y tu tiempo dominan estrujando lentamente el sentimiento, poniendo cuerdas en todo el cuerpo. El polvo cósmico brillando en tus ojos, el dulce néctar de tu enigmático cuerpo hermoso brillo de tu corazón, mas allá del sol. Brindándome golpes de sanación durmiendo en tu cuerpo llenando mis momentos, con tu sueño. Emman.
Me convierto en pensamientos, niebla y humo Olvidado, olvido, rodeado de esferas negras con recuerdos. ...Me han destrozado pieza por pieza. La tinta se vuelve mas espesa, las cascadas fluyen impacientes,  desaparecen mis recuerdos. La mañana y el sol están próximos mientras duermo en la alfombra de mis cenizas. A dejado de importarme el otro lado, la fría primavera cobija mi cuerpo. El sol ha llegado, su sombra se acerca la tinta se seca y mis sonidos, del radiante sol... ...por fin se alejan. Emman.
Requiem I
Autor: Emmanuel Carrillo  406 Lecturas
Camine, señor, camine, que el tiempo no le apremia el rojizo de sus ojos y mejillas de cristal. Que la noche no le endulzara el agrio pesar de sus pies y manos. Camine, camine rápido señor, por que puede que no alcance a derretir esta vez su corazón. Emman.
Hielo y sal
Autor: Emmanuel Carrillo  306 Lecturas
Ya no podre mirarte y sonreír al verte, cuando tu mirada esta ausente, lejos de la mía. Ya no podre fingir que no te veo, que no te quiero, pensando en cosas tontas, para volver a pensar, que nada se compara a ti. Emman.
En mis ojos
Autor: Emmanuel Carrillo  303 Lecturas
 Es fácil mirarme en tus ojos, tocarme en tus manos. Es fácil sentirte corazón. Sentir mil caricias, dentro de ti...  Emman.
Mirma
Autor: Emmanuel Carrillo  311 Lecturas
  Y como la lluvia cae, que impregna todo a su paso, que humedece nuestra memoria y trasciende su frialdad hasta el alma.  La gran remembranza de nuestras historias gratas, fulminan con su sabor y la mención de un cálido anhelo eterno. Emman.
Afán
Autor: Emmanuel Carrillo  296 Lecturas
 En tu morada sutil, la claridad preserva tu esencia y la sombra cuan servil, resiste, atisba tu existencia; el fino tono de piel, perfume arrobante cual Sylvestris. Que cautiva mi ser, condenándolo a un eterno ocaso. Cálido y boyante. Emman.
Acecho
Autor: Emmanuel Carrillo  293 Lecturas
Aleación y alotropía Y me preguntas una vez más. Mirando mis ojos, mis yagas; inyectándome dosis letales de locura, abrazando mi debilidad como seda raída en la pendiente de mi risco de ausencias... Y me preguntas una vez más, mientras braceas tranquilamente en mis fluidos salinos que se evaporan para calmar mis temores y llenarse continuamente con el aguacero de tu incertidumbre casi infinita... Y sigues preguntado, no te es basto mi dominio en el que destronado por tu aflicción estoy; mis bastas praderas, mis bosques de delirios, que irradian con tu presencia y crece a tu porción de magnanimidad. Y ahora me pregunto yo, como si fuese necesario preguntarme también y necesario preguntarte a ti: ¿Por qué fue necesario asesinar nuestra aleación, que es inmortal, que se cobija con nuestra amnesia? Respiro el frio de la lluvia que asecha mi cuestión, mientras mi mirada ve profundamente los residuos del cielo. Con escasa valentía, levanto mi taza de café y cierro mis ojos rojos, desgastados. Deseando que esto, en verdad, nunca termine. Emman.
Así es, soy extraño, mi conducta esporádicamente camaleónica me permite creer en algo momentáneo, hacerlo mio y desecharlo cuando me plazca.Soy un conjunto de vidas que busca parar el tiempo. Mirar la realidad como sólo un reflejo es algo muy común. Espero algún día poder ver lo que otros ven, despertar de este sueño, levantarme de la cama en la que me han acostado y gradualmente me han abandonado, caminar y sentir el frio que siento en la punta de mi nariz recorrer todo mi cuerpo... Así es, soy extraño, quizá esta sea otra vida, que simplemente, deseo detener... Emman.
Narcosis
Autor: Emmanuel Carrillo  276 Lecturas
Vuela la paloma en lo alto. Sus ojos contrastan el cielo y se convierte en su reflejo, en el cielo mismo. Lleva consigo lo que pareciese una bola de migajas de pan en su desgastado pico. Se detiene en un matorral mientras divisa una oruga de colores dorados en el hombro de una mujer, levanta su pecho color crema y con un chillido que pronostica la muerte de la oruga, se dispone a realizar el asesinato del día. Como si fuese un acto de trueque, la paloma deja la bola en el hombro de aquella mujer y con un impulso que le provoca sacrificar dos de sus plumas toma a la oruga y se esfuma con el azul y blanco del cielo.La mujer, sorprendida de aquel suceso que conspiraba con su tranquilo caminar, decide voltear a su hombro en donde yacía aquella bola blanca que dejase el reflejo del cielo. Detuvo su andar y al revisar con indiferencia aquella bola, como el estruendo de un cañón le sorprendió en un instante su respiración y le provoco fuertes latidos; aquella bola también le arrebato una sonrisa y un suspiro. Y como si fuese algo que el viento le hubiese mandado, arrojo al aire aquella bola en respuesta de aquellas sensaciones provocadas. Aquella esfera extraña era un pedazo de papel con las palabras:  "No hoy, no mañana, en donde quiera que estés, siempre deseare tu felicidad y nunca te olvid..." Emman.
Es el viento
Autor: Emmanuel Carrillo  592 Lecturas
Esta vez a muerto Maljhir, hijo de Tholvad el gigante, la tormenta cada vez es más fuerte, las flamas que arden por venganza y reclamo nos brindan fuerzas para empuñar nuestras achas, las olas del mar estan inquietas, Escila esta enojado. Nuestro drakkar se mueve bruscamente, la sangre se impregna en nuestra piel y los gritos en nuestro corazón, los dioses han reclamado estas tierras para nosotros.Han caido muchos: Lesvald, Kroud, Quowgart, ellos regresaran a la tierra que Odin nos ha preparado, las nornas han tejido nuestro destino, ahora gozamos de riquesas del este. Odin, es tu ofrenda esta tierra y mi tributo esta sangre derramada, guianos de regreso a casa, que la marea sea nuestro tambor de guerra y las olas nuestro escudo ferreo, guia a tu hijos caidos por las llamas de Trundholm, aleja el hambriento invierno de nuestra tierra y brindanos tu fuerza cada vez que haga falta.Hemos regresado, estoy cansado, quiero dormir esta vez un largo tiempo, es necesario, mi corazón esta lleno de sangre como el calis de los dioses, a llegado mi hora de regresar a Asgard, pero dejo en tus manos a Thorion mi hijo, el hijo de Ygsdrassil el arbol de nuestro pueblo...
 Él No sé como comenzó, si fue lo correcto el olvidar viejos recuerdos, si dormir afuera conforto mis sentimientos, no lo sé. Es 26 de Enero de 1970, nunca  olvidare esta fecha, todo lo que paso, es como vivir lentamente 100 años. Es domingo y el amanecer carmesí refresca mis agotados ojos, estoy viviendo  a la orilla de un rio fétido, misteriosamente  me aleje de todos los que rodeaban mi vida y decidí vivir lejos de mi país, Cuba. El hecho de saber como vivirás es terrible, por eso estoy en México, el país en donde todo cambia de momento y las personas sonríen mientras lloran por dentro.Sólo le hablo a mis vecinos, Antonio es  el vecino de enfrente, le gusta que le digan Buitre por que vive del asecho. Es un vendedor de coches, divorciado y amante de las meretrices, dice que las mujeres resultan ser horribles cuando vives mas de dos años con ellas, que son como los autos,  solo sirven para satisfacer las necesidades de los hombres, claro, de hombres con dinero, y ríe como loco cuando me dice eso, como si estuviera obligado a hacerlo. Flora, mi vecina de a lado, le digo Flor por que así resalto un poco más su belleza, ella es hermosa y tiene la facilidad de intimidar a cualquier hombre que quiera  estar cerca de ella, por eso pienso que está soltera, es maquillista y bartender por las noches. Las noches aquí son extrañas, no sabes que sucederá en la ciudad, si será una buena noche o una llena de tragedias. En el bar donde trabaja Flor suceden cosas comunes: amor, desamor, desfiguros, golpes, incluso han muerto personas. Es entretenido verla sirviendo e ignorando a los que quieren coquetearle, siempre va a la orilla de la barra y me pregunta si esta vez he dejado de pensar mientras me sirve mi agua de vida  más corriente, yo no le respondo pues es imposible que yo no piense.Buitre me platicó que intentó de todo para estar con ella, que sólo le platicaba lo trágica que era su vida, ella es de España y vino a México para pasar las vacaciones con su novio, ella estudiaba la universidad y deseaba salir en los noticieros de la tarde, quería ser periodista pero tuvo problemas con su novio, quien al ver a las mujeres mexicanas, decidió votarla a pesar de haber vivido juntos por más de 4 años. Ella decidió hacer lo mismo, y se quedo a vivir aquí, a lado de un río maloliente como yo. También me dijo que es muy tímida cuando la conoces bien y que le teme a los hombres y ahora la comprendo por eso. Decido no hablarle, quizá por miedo, porque no quiero caer en otro dolor. Parece que a ella le gusta que la ignoren y por eso siempre me mira sonriendo, como si le alegrara el hecho de que la observan sin ninguna intención en particular.Ellos no me han preguntado mi nombre, talvez por que soy tan similar a ellos y les resulta doloroso saber más de ellos sabiendo algo de mi, o quizás es por mi mirada y mi patética figura, no lo sé, solo disfruto el hecho de que me hablen sin la intención de conocer mi pasado. Afortunadamente el dinero no ha sido un impedimento para vivir, es el destino, el me trajo a este lugar con paisajes tristes. Hoy dormiré en un rincón de mi cuartoParece que aquí todo los días son sonoros y muy activos, las personas parecen olvidar sus instintos absorbiéndose en lo repetitivo, en lo cotidiano. Ya decía yo que el estar lejos de todo lo que conozco es lo mejor para comenzar a vivir.Se empiezan a escuchar gritos de la casa de enfrente, es Buitre seguramente, al parecer le ha ido muy mal en la venta de coches y el poco dinero que tiene es para la pensión que su ex esposa le demando; probablemente esta noche venga con una botella de vino a pedirme dinero prestado.Salgo a la tienda de la esquina a comprar unos cigarros, unos niños corren con cara de traviesos cantando la canción de los caballeros del zodiaco. Flor esta afuera, furiosa, creo que le han tirado su bote de basura. Decido pasar como si no la hubiera visto.   -¡Los niños son latosos, chillones y pedinches, nunca tendré hijos! grita mientras paso cerca de ella.  -Si, así son, buenos días Flor. Paso con el menos interés en entablar una conversación.  -¿Hoy no vas a pasar al bar?  -Sí, probablemente. Me voy cubriendo el rostro sacando un cigarro de la cajetilla mientras se despide con una sonrisa.Sin duda, iré en la noche al bar.
  Entre cosas y entes, les retienes y demuestras ligando siempre, esta suerte que les toca entre urgir y concebir. Del latín tú provenir; rey del trivio decreto dotando de razón los versos.  
Adjetivo
Autor: Emmanuel Carrillo  296 Lecturas
 Es otoño. Las olas golpean. El perro ladra cerca de la escuela. Me aturde el sonido del aire mientras mirando sus labios, dirige sus ultimas palabras hacia mí: Ya no te quiero. Es mejor terminar.El sonido de las cigarras detiene mis pasos, estoy enfrente de la estación que me pudiese llevar a mi casa, mi cuarto, mi computadora... Esta vez vislumbro el color de la tarde, camino decidido entre las vías, inhalo un viento cargado de imágenes y recuerdos de ella, cierro los ojos y sonrió, mientras mi cuerpo, se une con el color del cielo.
Naranja-Rojizo.
Autor: Emmanuel Carrillo  296 Lecturas
 Espiga de amor. Que tan lejos puede llegar una persona por amor... me pregunto mientras vuelvo a leer sus cartas..."Te esperaré, lo prometo. El tiempo que sea necesario, sólo puedo esperarte... "Estas fueron las ultimas palabras que le dije a Elisabet después de que ella decidiera estudiar en el extranjero. Mi vida se a desarrollado de una manera muy solitaria, el hecho de tener tantas preocupaciones me hace no guardar sentimientos en mi interior como rencor, ira, envidia... Siempre he buscado otra intención en las cosas que nos rodean, en ocasiones, sin darme cuenta, también lastimo a las personas que quiero por que no sé como lograr que sean felices. Esto es muy natural, muchas veces las personas que amamos nos hieren sin dar explicaciones, pensando en nuestro bien, o en un razonamiento justo para ambos  y así, de alguna manera ser más unidos. Sea como sea, siempre será mejor recordar lo bueno y olvidar, un poco, todo lo malo. Hacen ya cinco años desde su partida, recuerdo su pelo rojizo en la brisa del atardecer, se convertía  como en un hermoso campo de trigo. Su cuerpo nunca fue cálido, por eso siempre me abrazaba por debajo de mi ropa el interior de mi cuerpo y en ocasiones no dejaba de mirarme a los ojos hasta que me sonrojara. Como la primera vez que nos vimos, pensé que le había hecho algún daño por que no dejaba de ver mi frente, hasta que me di cuenta que tenia una mariquita en el cabello, a ella le fascinaban. No podía creer el hecho de conocer a alguien dos años más avanzado que yo en mi carrera, compartíamos pensamientos y risas, nos amábamos en cada árbol que mirábamos, en todo lugar sólo eramos ella y yo. La vida iba lento y deprisa... "He decidido estudiar en el extranjero, esta bien si tu no me esperas, no sé cuando regresare, yo podría encontrar un trabajo allá, incluso si eres tu, sera mejor que estés libre desde ahora..." Incluso ella sabía que era mejor para mi no esperarla, sigo recordando las últimas palabras que salieron de su boca hacia mí pensando  dolorosamente por qué nunca fui a buscarla... trato de no llorar tanto, Elisabet se preocupo hasta por estas cosas... Sabía todo de mí, incluso lejos, pensaba en mis sentimientos.... pensaba en como no causarme dolor. En su funeral había una niña arriba de un árbol, estaba llorando, se le había atorado su peluche, tenia forma de insecto y a simple vista parecía haberse hecho a mano. Estaba rasgado y sucio, le prometí que lo arreglaría, me dijo que estaba buscando a alguien para darle un regalo de su madre, le pregunte su nombre, se llamaba Elisa y cuando escucho mi nombre sus ojos se iluminaron y comenzó a llorar, me dio un fuerte abrazo y con una voz cortada de la alegria sus palabras retumbaron mi cuerpo. "Por fin te encontré..". Era Elisabet, era su mirada, su sonrisa y mi indiferente forma de ser, eramos ella y yo. Es miércoles por la mañana, el despertador y su pequeña mano en mi boca me reaniman de una forma muy peculiar. Ahora tiene 7 años y va en tercero de primaria, es muy inteligente y le fascinan los insectos, las cosas que suceden giran entorno a ella, soy afortunado de tener a Elisa y Elisabet tan cerca de mi. Muy adentro, en mi forma de ser. Y en mi corazón.
Espiga de amor
Autor: Emmanuel Carrillo  419 Lecturas
  Son las 7:25 de la noche del 23 de julio de 1995, sigo con los dolores provocados por algo que pasa rápido dentro de mi cabeza. Yo me llamo Luinami y tengo… bueno, la verdad es que no recuerdo mi edad, solo sé que casi nada tiene sentido desde que los dolores empezaron, no dejan de molestarme. Todo comenzó a las 7:23 cuando conocí a Eitchelk, una mujer que viajaba hacia el distrito Erbu de la ciudad de Perwo. Estaba sentada junto a mí y la plática surgió tan rápido que comenzamos a hablar de nuestras vidas al poco tiempo. En verdad soy mala. Soy la persona más fea del mundo. Si tan solo te contara… no dejo de recordar sus palabras antes de despedirse. Ella es hermosa, la primera vez que la mire, supe que era de las personas que por su sola presencia imponen conocimientos y elegancia. Su forma de pensar es algo extraña, no tiene una personalidad propia, tal vez no es una mujer tan rara. Esto origino un dolor que comenzó después de despedirme de Eitchelk, me trata de decir algo, pero no alcanzo a entenderlo, tengo miedo de cerrar mis ojos, quiero que el dolor pare. -¡Basta! ¡maldita sensación!. ¿Por qué sigues creándome malestares? -¿Crees que es porque quiero? ¿Acaso no te has dado cuenta? ¡Tú eres el que me molesta! -¿De qué estas hablando? yo no estoy haciendo nada –intento responder las preguntas de mi dolor mientras mi cabeza me da vueltas-. -Oh… vamos, ambos sabemos que te intriga lo que no te quiso decir esa linda chica por temor a que la odiaras. -…Un poco, no es justo que ella crea que soy una personas superficial, que piense que ella es la única persona que ha hecho cosas malas en su vida y que todo mundo la juzgará. Que cree que lo que pienso yo es lo que ella piensa que pienso. -¡Oye!, yo también tengo mis deducciones y las tuyas no me interesan, si comenzaras a hablar sin parar preferiría que por fin cerraras los ojos. Es mejor que no intentes nada más. -Vale vale. De que sirve tener muchos pensamientos si no te dejan creer lo que quieres… maldito dolor, porque sigues con esto. -¡Puedo oírte imbécil! parece ser que aun tienes energía para seguir parloteando. -Pararé si dejas de crearme dolores, ¡basta!. Dios, estúpido dolor, tengo que pensar en como ignorar mis pensamientos. De cualquier forma le preguntaré más cosas a Eitchelk cuando nos veamos de nuevo, fue una excelente decisión que intercambiáramos direcciones en la estación. Mañana le propondré vernos, que impaciente me siento, sólo quiero verla, no puedo esperar más. Nunca creí que el tiempo fuera tan lento. El rojo del cielo es tan reconfortante, el aroma es alentador, mañana será un excelente día, hemos quedado de vernos en el mismo lugar. No puedo dejar de preguntarme el por qué piensa de esa forma. -Sigues con eso ¿eh?, parece que tienes problemas serios, el sentimiento de amor resurge cuando te preguntas cosas. Qué patético, enamorarte de una chica la primera vez que se conocen ja ja ja. Mañana no será un gran día, seguramente habrá mucha gente vestida de negro, sólo tú esperas cosas buenas el día de mañana. -¡Cállate!, he pensado mucho las cosas y necesito saber todo de ella, le propondré una modalidad de declaraciones única, así pronto nos conoceremos y no habrá ningún problema después, no me quites mi buena fe, sé que será un gran día. Por fin me será útil mi forma de pensar, sería muy lindo acompañar a Eitchelk hasta su casa y viajar con ella. A veces sueño que vuelo cerca de las nubes gritando sandeces y la brisa me empapa de su sencillez y frescura, como si nada en realidad importara, en un instante todo cambia. Me alegro de haber visto a Eitchelk. Los más probable es que llegue temprano, seré el único en la estación esperándola, en esta ocasión será perfecto, nada mejor para nuestra privacidad. Esperaré el tiempo que sea necesario, esperaré, no pasara nada. -Oye, oye. ¿En verdad crees que asistirá? -¡Claro!, todo lo que tendré que hacer será esperar un poco. -… -Parece que tendré que esperar, espero no tengas ningún inconveniente con ello. -Ella no vendrá, iluso... Eitchelk era perfecta para ti, ¿no te parece extraño el hecho de encontrar a esa persona deseada?. No eres tan especial para que te sucedan ese tipo de cosas. -No quiero escuchar tus deducciones, eres pesimista, tu sensibilidad es tan robótica que no sabes qué son los sentimientos, solo me generas dolores, malditos pensamientos. -¿En verdad soy solo tú pensamiento?, si alguien estuviera aquí, ahora. ¿Qué crees que pensaría de ti esa persona? -No pensaría nada malo, que solo estoy esperando con un odioso y estresante dolor de cabeza. -¡Pero mírate!, estás en varias partes, tendido en la parte mas oscura de la estación. Tus ojos no se han cerrado ni por un momento, contemplas la luz roja de la alarma de emergencia y sólo esperas la llegada de tu pareja perfecta. -¡Basta!, tú no posees ojos para mirar, ¿cómo puedes saber lo que en realidad sucede? ¡No sabes nada!, ¡tú no sientes nada!, ¡arruinas todo lo bueno que me puede pasar!, ¡deja de entrometerte en mis cosas! -… Vaya, al fin se calla, ha dejado de molestarme, ¿cuánto tiempo ha pasado?, sigo esperando. Eitchelk, ¿por qué no llegas?, sé que estás cerca de aquí, ¿por qué no vienes conmigo?. Prometo no criticar nada de tu vida, estás cerca, puede oler tu perfume; el aire rojo lo esparce con suavidad. Está bien, sé que estás cerca, esperaré un poco más. Mientras llegas, cerraré mis ojos por un momento… soló serán, esta vez… unos pocos segundos…  Emman.
Sale el sol y te alistas con mirada inocente, cantas vivo felizmente; tú, soñador que analizas, las zancadas indecisas. ¿Por qué no vuelas?, ¡aletea! abre el pico, corretea, deja tus ramas y hojas. Espabila, no seas floja; Camachuelo, ¡ya aletea!. Emman.
Tus labios que me enganchan. Tus ojos con temple frio. Me aíslan en la penumbra. Apagan, el fuego mio. Emman.
Es de noche, los carros vislumbran su retina con una luz que le genera  más sentimientos acumulados. Fernando ya no sabe que es lo que tiene que hacer, camina por la lluvia pensando en su hijo, si hubiera estado en su casa aquel día, si no estuviera en su despacho todo el día, el seguiría con vida. Ya no encuentra la razón de sus pasos, se culpa de todos los problemas del mundo, de los suicidios, de las personas decapitadas, de la gente que vive en la miseria, cierra sus parpados cansados de la luz mientras sigue caminando. Ya no quiere saber nada de los intestados, desea solo volver a ver a su hijo. Mientras sigue pensando, un riachuelo le inunda los zapatos, la suciedad del agua se le impregna hasta por debajo de sus uñas, perfora su piel, indicándole que a llegado a su casa. Están las luces encendidas,  brillan con mayor intensidad que la de los carros. No quiere entrar. Se asoma por la ventana mientras se baña de un chorro de agua que nace del techo de su casa, como si le indicase que es hora de entrar. Allí esta ella, Leticia, su mujer, esperando en la mesa con una taza de café que mira con ojos culposos, vaciándola y llenándola de reclamos. Ella arroja su mirada en la ventana, sus miradas se intercambian. Fernando se da media vuelta y como si supiese lo que hace, bebe un poco de agua del charco  que se acumula en el desagüe y se lava las manos, no logra percibir el sabor del agua y sus manos parecen seguir estando sucias. Leticia toca el vidrio de la ventana levemente, como si no quisiese tocarlo, le invita a entrar con señas y gestos culposos, sus ojos contemplan una taza de café gigante. Fernando entra. Su mirada se centra en los ojos de Leticia. Se ha gastado todas sus facciones, ya no le quedan rasgos faciales. Leticia se prepara para su discurso mientras piensa en todo lo que Fernando no hizo con su hijo. Esperan pacientes sus voces, beben café en la mesa contemplando las gotas de lluvia que se deslizan por la ventana, que recorren su casa y llegan al desagüe. Fernando no puede más, ya no puede verla, le provoca repulsión su presencia. Quiere gritar, el sonido de la taza de Leticia le descontrola su mirada, sus uñas le perforan levemente la palma de su mano. Por fin puede ver su sangre, se gasta su última sonrisa mientras repite más de mil veces: Esta es mi sangre. Mírala, ya no la quiero más. Beberé tu sangre Leticia, es mi culpa, yo viviré por ti… es mi culpa… yo viviré por ti… Emman.  
Voces de culpa.
Autor: Emmanuel Carrillo  336 Lecturas
Es de noche, los carros vislumbran su retina con una luz que le genera  más sentimientos acumulados. Fernando ya no sabe que es lo que tiene que hacer, camina por la lluvia pensando en su hijo, si hubiera estado en su casa aquel día, si no estuviera en su despacho todo el día, el seguiría con vida. Ya no encuentra la razón de sus pasos, se culpa de todos los problemas del mundo, de los suicidios, de las personas decapitadas, de la gente que vive en la miseria, cierra sus parpados cansados de la luz mientras sigue caminando. Ya no quiere saber nada de los intestados, desea solo volver a ver a su hijo. Mientras sigue pensando, un riachuelo le inunda los zapatos, la suciedad del agua se le impregna hasta por debajo de sus uñas, perfora su piel, indicándole que a llegado a su casa. Están las luces encendidas,  brillan con mayor intensidad que la de los carros. No quiere entrar. Se asoma por la ventana mientras se baña de un chorro de agua que nace del techo de su casa, como si le indicase que es hora de entrar. Allí esta ella, Leticia, su mujer, esperando en la mesa con una taza de café que mira con ojos culposos, vaciándola y llenándola de reclamos. Ella arroja su mirada en la ventana, sus miradas se intercambian. Fernando se da media vuelta y como si supiese lo que hace, bebe un poco de agua del charco  que se acumula en el desagüe y se lava las manos, no logra percibir el sabor del agua y sus manos parecen seguir estando sucias. Leticia toca el vidrio de la ventana levemente, como si no quisiese tocarlo, le invita a entrar con señas y gestos culposos, sus ojos contemplan una taza de café gigante. Fernando entra. Su mirada se centra en los ojos de Leticia. Se ha gastado todas sus facciones, ya no le quedan rasgos faciales. Leticia se prepara para su discurso mientras piensa en todo lo que Fernando no hizo con su hijo. Esperan pacientes sus voces, beben café en la mesa contemplando las gotas de lluvia que se deslizan por la ventana, que recorren su casa y llegan al desagüe. Fernando no puede más, ya no puede verla, le provoca repulsión su presencia. Quiere gritar, el sonido de la taza de Leticia le descontrola su mirada, sus uñas le perforan levemente la palma de su mano. Por fin puede ver su sangre, se gasta su última sonrisa mientras repite más de mil veces: Esta es mi sangre. Mírala, ya no la quiero más. Beberé tu sangre Leticia, es mi culpa, yo viviré por ti… es mi culpa… yo viviré por ti… Emman.  
Voces de culpa.
Autor: Emmanuel Carrillo  331 Lecturas
Y pensar que todo es tan repetitivo, tan abstracto, por ello no somos tan diferentes árbol muerto. disfruto estar contigo. mi dolor, mi tristeza, mi llanto, lo trasformas en una hermosa y sublime melancolía. Algo tan sincero y bello, algo místico.Y a pesar de todo lo que nos pasa viejo amigo, a pesar de tantos rasguños, tantos maltratos, seguimos presentes en las personas que nos dañaron. Y no me importa sabes, por que al menos yo, estúpidamente quizás; seguiré soportando el dolor. seguiré con un daño que no se cierra al paso del tiempo. Quien demonios se atreve a decir que esto no es puro viejo amigo.¿Tu estas muerto?- No lo creo, tu estas conmigo.¿Yo estaré muerto?- Tal vez, no lo se. Solo se que soy tan feliz por seguir. seguir por lo que quiero. Soy feliz por estar pensando en lo bello que me a ofrecido la vida.Tantas experiencias, tantas cosas lindas, tanto de ti...Y aun me destrozase, seguiría de pie.Igual que tu, mi viejo amigo. Mi sincero árbol muerto... No somos tan diferentes sabes... Lo prometo:Por ti, por mi, viviré para que me veas volar con las alas que reparaste y después intentaste devorar; creo que aun sirven.Viviré a lo alto de todo y abajo de ellos. viviré para descubrir lo que no se y quiero saber. viviré por ti, por mi, por mis sueños, por los tuyos; es algo patética mi forma de explicar las cosas, lo se. Pero quien no lo es. quiero vivir en algún momento, solo tu y yo, pero cuando sera ese momento, pues un momento también, es un lugar en el tiempo que tanto desperdiciamos y, lo veo muy lejano...Aun así seguiré vivo, siempre viviré. Seré inmortal al igual que mi amor por ti.Sabes que será así, por que estaré en los corazones de muchas personas, me recordaran y seré inmortal; por ello, no desistiré nunca. Daré lo mejor de mi para que me veas. sólo no me digas que estoy mal, por que no lo es, nadie esta mal.Creo yo que las personas no ven. sólo ven lo que les permite su prudencia.No estoy mal sabes. Y no soy como tu crees, tampoco te puedo decir quien soy.... Te buscaré, te encontraré y volveremos al lugar en donde solo brotaban seres verdes. por lo tanto, esto no será una despedida.  Emman.

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