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Ya no quiero hacer el poema sobre una mariposa. Quiero volar lleno de colores. Soy un hombre y no me da vergüenza. La mariposa. Sí el hombre. Si un cristiano de nuestra época no se avergüenza fuertemente de llamarse cristiano, o se trata de un ignorante o se trata de un perverso. Cruzadas, Inquisición, Quema de brujas, Persecución, Quema de libros, Apoyo luterano al Capitalismo naciente, Guerras, Vaticano, Pedofilia encubierta, Opus Dei, Apoyo a dictaduras. ¿alguien que no sea un mentiroso puede justificar tamañas injusticias practicadas en el nombre de Dios, precisamente, de su Hijo clavado a un madero? ¿alguien puede considerar que estos frutos podridos provengan del Cristo Verdadero? Sin embargo, en el nombre de Jesús fueron y son perpetrados. Yo no solamente me asusto y avergüenzo de profesar el mismo credo que ellos dicen profesar, y de ningún modo, quiero ser parte o solidario de sus crímenes inmundos. Me alegro de creer el credo, me alegra de no creer en los que dicen creer en él, y sostienen con sus vidas la opresión, la injusticia y todos los engaños de mantenerse fieles al poder, e infieles a poder hacer. Si la creencia no se transmuta en creancias, es no solamente vana, sino además hipócrita, sucia y descarada. Estoy orgulloso de Cristo, solamente de Cristo Jesús, y estoy avergonzado de sus supuestos seguidores, de los cristianos en el mundo. No de todos, sino precisamente de quienes más poder han tenido y tienen para guiar a las comunidades. Adoro la cruz de Cristo, odio a quienes la besan mientras pisan a los otros cristos, sus hermanos. Adoro a Cristo crucificado, y lo hago adorando a quienes los supuestos cristianos han crucificado, a los que piensan distinto, a los que se les niegan sus derechos, a los oprimidos, casi siempre, por los mismo cristianos, y más precisamente por los que se la dan de más ortodoxos, de más fieles, de más puros. Alguien dijo una vez, “ me agrada el cristianismo, pero no me agradan los cristianos”, yo suscribo esa afirmación. Para mi, no ha existido en la historia de la humanidad, grupos más nocivos, más perversos, más crueles y despiadados que los que se proclaman a sí mismos seguidores de Jesús el Cristo. La esencia de la vida, bien comprendida, es una extraña paradoja. El más maravillosamente bueno de los hombres que pisó nuestro planeta, es Jesús, que para mi es también Dios, pero los más despiadados de los humanos, son precisamente, quienes se dicen sus seguidores.- A mis amigos ateos les pido perdón por ser cristiano, alguna vez quise apartarme de la gran prostituta que envenena la tierra, de la Iglesia Católica Romana, pero un conjunto de revelaciones me hizo saber que debía mantenerme en ella, pero de ningún modo, pienso yo, callar o ser solidario de sus crímenes. Otra parte de la Iglesia, creo, es santa de veras, es la que emana de Jesús el Cristo, y lo demás debe ser lúcidamente repudiado. He puesto en palabras lo que siento, con todo el ánimo de ofender a quienes ofenden con el poder, con la prepotencia y con las organizaciones bien montadas de la opresión, a los más débiles. Siento que mi deber, es el mismo deber de los que siendo o no cristianos, luchan junto a los débiles por su liberación. Y lo demás, no es sólo cuento, es maldad y debe ser denunciada… Una vez hubo un jardín violenta mi mano sacó las espinas de las rosas y las condenó al color y las condenó al aroma y las condenó a no ser más hirientes y fuertes, hembras viriles, que dañan a quien las toca. Y el jardín se quedó con rosas castradas en su defensa, pobladas de imágenes de mi cobardía ¡pobre la rosa sin espinas! pobre como las mujeres que cuando besan, ni mueren ni matan y renuncian para siempre a ser lo que son, de la violencia, asesinas. En la noche inmensa, se me ha perdido un hueco un espacio sin mentiras una soledad que me habite y me de calor. Nadie sabe si acertaré a encontrarlo, nadie da un gramo de luz por mi, nadie me ayuda en mi búsqueda sin reposo, sin compañía, sin ser. Pero esa rendija en el universo rígido me acecha como un vientre y el hijo, el que aún no nació, soy yo. Es imposible que Dios crea en Dios. Se cree en aquello que no se ve, pero Dios se ve a si mismo, de modo que no puede, de ningún modo, creer en Él. En consecuencia, Dios es el primer ateo de la historia. A nadie debiera escandalizar el pensamiento anterior, que parece un jueguito de niños, y cuya refutación resultaría ridícula. Pero Dios, que todo lo tenía, no tenía a nadie en quien creer. Y entonces, creó al ser humano. Y hasta sabía que éste caería… y lo dejó caer. Para después, claro, salvarlo con su propio Hijo, hecho hombre, que murió por la humanidad. Hubo un instante tremendo, el de la muerte en Cruz de su Hijo, y el círculo se cerró y Dios creyó, por primera vez, en si mismo. Y abandonó para siempre el ateísmo. Dios creó en Dios, en las manos, en los pies, en el rostro ensangrentado de Jesús. Cruzando un puente de hierro encima del río seco, una sensualidad de curvas raras el camino nos conduce a ese pueblo antiguo solar de ferroviarios, anarquistas, socialistas alguno que otro radical o ganso y muchos, muchos, muchos peronistas, de los buenos, de Perón y Evita. Allí habitaban mi infancia personas imborrables que labraron mi memoria como el loco Gatica que pasaba en bicicleta vendiendo “güevaditas para los pendejitos” y a viva voz lo repetía en cada esquina ante el reproche de las viejas moralistas ¿es que no hay policía que encarcele a este malhablado? decían. Y el loco solía despacharse con un “cállese vieja conchuda” en plena época de buenas palabras y malas dictaduras. Después murió en su bicicleta atropellado por un auto, y se desparramó su sangre en la calle mezclada con el arrope, que andaba vendiendo ese día. Hubo una señora filósofa y filosa, que no estudió en universidad alguna, era negra como el asco que sentía por los medio pelos, que la daban de ricos y tenía los ojos claros porque una abuela francesa había sido “foforeada” por algún negro criollo, y de ella, descendía. Agradecida y orgullosa. Esa mujer era madre de mi amigo más fiel y de ella aprendí lecciones de la vida, que guardo como un secreto antiguo, y que todavía me emocionan, hasta la lágrima o la sonrisa. Palmira tenía ruido de trenes y olor a fábrica. En sus tiempos de gloria, cuando cada pueblo tenía un solo cine, en este pueblo en cambio, se contaron tres. Después vino el menemato, esa horrenda muzaraña del primer mundo al revés, esa traición oscura, ese presagio de muerte para las multitudes, y de buen vivir para los sucios capitalistas que no se donde viven, pero en Palmira no. Cierre de ferrocarril Cierre de fábricas Cierre de esperanza Cierre de vida Y ciérrense las bocas de los pobres peronistas que asombrados veían cómo el heredero de Perón destruía la herencia Sí. Perón joven visitó este pueblo. Algunos lo recordaban saludando a los compañeros, sin otro atuendo que un pijama. Pero Perón estaba muerto. Ménem vivo y Palmira se quedó muerta junto a su amado, junto a su líder. ¿Vivirá otra vez Palmira? No lo se. No lo sabe nadie. Nadie sabe tampoco si Perón está en el cielo o habita silencioso, su cuerpo sin manos, como el cuerpo de Palmira, con las manos amputadas. Quiero ser sincero, al límite de mostrar mis debilidades y compartirlas. Tenía la ilusión de que mis escritos eran … vigorosos, fuera de lo común y geniales. Que no solamente atraerían lectores, en cantidades incontables, reconocimientos y alegrías, sino además, créase o no, yo creía que mis escritos atraerían verdaderos fanáticos de mis letras. No exageré en nada ni mentí para nada. El párrafo anterior señala mi “ilusión” cultivada quizás en horas de soledad, y fundadas desde pequeño en la novela infantil que me fui creando. Yo quería ser un escritor, pero no uno cualquiera, sino el mejor. Cuando empecé a compartir mis escritos en Internet, algo falló. Apenas dos o tres amigos del ciberespacio, alguna dama, más bondadosa que sincera, me decían un ¡qué lindo! que por supuesto agradezco, pero derrumbaba para siempre mi castillo de arenas. Debo admitirlo, el primer envión de mi fantasía, no ha sido cumplido. Acaso no lo sea nunca. No lo sé. Pero en la derrota de la ilusión, coseché algo que jamás soñé. Algunos amigos de verdad, aunque curiosamente nunca los he conocido. Conozco en carne y hueso a un solo escritor de esta página, por ejemplo. Sin embargo, ya confío y bastante en más de uno, en más de una, y tengo la alegría de comunicarme muy bien. Pero aparte de esa magia, que desde ya agradezco, coseché algo que jamás soñé. Me fui dando cuenta de mi mediocridad, pero tomándola como un medio para superarla, y de ningún modo, flagelándome por ello. Todo lo contrario, cada nuevo intento literario, es vivido como un nuevo escalón, y subirlo es un placer, un deleite y una satisfacción difícil de expresar. Me acompañan siempre algunos muy buenos amigos y amigas de la página. No estoy libre de ilusiones. Ya vencida la de la infancia, ahora me consuela pensar que quizás, algún día, acaso cuando ya no esté…. alguien rescatará algunos poemas míos y los considerará … ¡geniales!. Que el zorro pierde el pelo pero no su ego, digamos. Mientras tanto, me duele un poco que no me lean tantos, pero ya me duele menos y la compensación de dos o tres amistades de la página…. resulta por demás gratificante. Quizás les parezca que soy un ególatra, pero me duele no solamente por mi, sino por todos los escritores noveles y desconocidos, esa falta de lectura para tanto trabajo y tanta vocación. Si no los aburrí, la sigo cuando quieran, siempre claro, que alguien lo lea. Seamos sinceros ¿cuándo publicamos, no lo hacemos acaso porque queremos ser leídos? No creo en el cuento “escribo para mi mismo” porque de ser así, no publicaríamos. Saludos. Quiero que mi poesíatenga magia y tenga duendey que al lector que trasciendecon su mirada muy fríamis desvelos y agoníaspara construir un poemase le aclaren sus dilemasy sonría su alma fuerteporque le cambia la suertede sus males y anatemas. Hace tiempo me dijeronlos muchachos del cuartelque entró al pueblo una mujery todos la prefirieronAlgunos la sedujeroncomo a doncella el doncelpero ella quedó con élel peor de los bomberosSe sabe que compitieronpor robar ese clavelpero siempre sin saberlo que algunos supusieronAl final la conocierony la aparente mujerantes era coronely unas tetas le pusieronCuando la baja le dierondel duro ejército aquelse operó el cuerpo y con élenamoró a su bombero Hubo algún tiempo escondidoen la memoria infinitadonde una mujer bonitainauguró nuestro ombligocoronada de sentidonos hizo saber amadosniño suyo y deseadonos llamó con nombre nuevopero rompimos el huevoy quedamos desmadrados. Hay un poeta que no es de piedra ni de aire, se llama cemento como sólido material de ciudades nuevas otros se ofenden, no es amable al extremo, ni demasiado cordial, ni excesivamente cariñoso en sus comentarios cemento, para ser exacto, es cemento con algo de él, anhelaría construirme una casa. Donde se pueda leer poesía de la buena, donde se critique sin temor a herirle el ego a alguien, donde cada uno diga lo suyo, pudiendo decirlo cada vez mejor, en fin, donde vivan los poetas. También, los que son distintos a él. Cuando vuelan los pájaros no sabemos de donde vienen ni hacia donde van menos en poesía vuelos invisibles, de pájaros que no existen por ello, guarda tu lengua del juicio fácil y apaga el fuego de la hoguera de la razón. No señales al poema con un dedo, ni te chupes el dedo después porque esoquetodavíanotegusta puede ser la verdad, sin que alcances a saberla como quizás, tampoco sabe el poeta, que escribe este intento en el nido tuyo en tu yo verdad ero Sabemos que algo saboreamos otro reino cuyo rey es un esclavo, clavado, para mi. Que el mundo está mareado, indefectible, ¿acaso la tierra no gira sobre si misma, según dicen, y yo la veo quieta? Vocación de ignorancia en nuestra mirada quizás por eso no te miré en el cuerpo roto por la injusticia, en el cuerpo de los oprimidos y te dejé allí sin liberarte otro cristo que yo no resucité. Barro sin espíritu, humano sin divinidad, titilar sin estrella fui yo… para mi hermano Dios, que quedó esclavo, clavado como si no existiera yo. ALBA Quieto, como no moviéndose para que la sangre no rebase la boca Quieto, como sintiendo un pájaro herido en la palma de la mano sin cerrar la mano sin abrir los ojos. hay una fe que es absoluta: una fe sin esperanza. HAY PERROS QUE MUEREN DE LA MUERTE DE SU AMO Hay perros que mueren de la muerte de su amo cuerpos que no hacen el amor, hacen el miedo que no se agitan, tiemblan. Y hay hombres en los que muere dios como una gota de lacre sobre el pecho de un torso de mármol, son los que lloran cuando creen estar hablando, o gritan soñando, pero al alba olvidan el grito con que encendieron la noche. Hay hombres en los que gime dios por no encontrar un hombre donde morir de carne, pero no llora como quien lo hace solo, llora como quien llora abrazado a un niño. HACE APENAS DÍAS Hace apenas días murió mi padre, hace apenas tanto. Cayó sin peso, como los párpados al llegar la noche o una hoja cuando el viento no arranca, acuna. Hoy no es como otras lluvias hoy llueve por vez primera sobre el mármol de su tumba. Bajo cada lluvia podría ser yo quien yace, ahora lo sé, ahora que he muerto en otro. ORILLAS Afuera ladra un perro a una sombra, a su eco o a la luna para hacer menos cruel la distancia. Siempre es para huir que cerramos una puerta, es desierto la desnudez que no es promesa la lejanía de estar cerca sin tocarse como bordes de la misma herida. Adentro no cabe adentro, no son mis ojos los que pueden mirarme a los ojos, son siempre los labios de otro los que me anuncian mi nombre. NOCHE ADENTRO Y NO DUERMO A lo lejos, en un atardecer en que el otoño es un lugar en mi pecho, comienzan a encenderse las ventanas, mi nostalgia por estar donde bien sé que al llegar volvería a estar afuera. Duelen los ojos de soñar tan a lo lejos la frente de pensar lo impensable de tanta vida que no he abrazado, tanta deuda de lo que no he nacido. Poco a poco se apagan las luces, es el lindero de una noche y otra noche, la frágil vecindad del miedo y la esperanza. El último día podría ser éste que termina, esta noche en la que aún escribo igual, pero sin una ausencia nueva para seguir esperando. HASTA EL FINAL Vi un perro negro muerto en la calle, aplastado en medio de la acera, manchado, porque nevaba. Vi la vida, allí mismo, y no había más que eso: la coartada del inocente: pagarlo todo. Sentí en la nieve la vida y me vi morir como un animal que se resiste hasta lo último hasta el deseo de ser rematado, hasta el gemido final, el que pide perdón por todo crimen ajeno: el que perdona a dios. UN PEDAZO DE HAMBRE, UN VASO DE AGUA Fiel a lo humano, al tamaño de lo que los brazos mecen, a la fiesta de lo que en las manos cabe, a la callada esperanza que es no apretar los labios. Fiel a un vaso de agua y al pedazo de hambre que otro cuerpo nos trae, fiel sorbo a sorbo, hambre a hambre. Fiel al pudor de apenas una seña, apenas el abismo del otro cuando el silencio calla la piel que nos separa. Fiel al límite de morir hombre, de haber abrazado el vacío que ese mismo abrazo llenaba. LO ABIERTO Cae quieta la lluvia, lo abierto mana. Cae la lluvia, cae sobre la espera, en la caída la lluvia es su camino y el camino su llegada. Hay que osar lo abierto y la caída: el desierto de la sed no la sed del desierto. EN PLENA NOCHE También en plena noche la nieve se derrite blanca y la lluvia cae sin perder su transparencia. Es ella, la noche, la que nos libra de los reflejos, la que nos expande las pupilas. Lo que busca con su bastón el ciego es la luz, no el camino. EL ANUNCIO Raro relámpago del instante, brilla y ciega sobre un plato blanco y vacío. Hay que acoger el fulgor de la ausencia, reflejar el don de lo que no está en cada cosa que creamos. AFUERAS Puerta en medio del campo: lindero y puente entre dos afueras. El borde del salto no es una orilla, es la vida, al borde de cada vida. SED ADENTRO La boca abierta bajo la lluvia y el agua buceando el alma. Sed adentro hasta donde el mar se seca noche, hasta donde la sed amanece playa. PARTIDA A PARTIDA I Sin ropa se nace, se brota desnudo se llega: partida a partida. II No tener adónde ir no es que nadie nos espere, es no tener dónde regresar: la muerte es nacer afuera. BAJO LOS TECHOS Bajo los techos se oyen respirar los sueños en el callar de la noche; en la calle un niño, sin sombra ni rumbo, recorre el vacío de dios, paso a paso desanda su esperanza. INFANCIA Llueve y al árbol le pesan sus hojas, a los rosales sus rosas. Llueve y el jardín huele a infancia, a cercanía de todos los milagros, a ausencia de todas las memorias. INSTANTE Unas hojas, unas pocas hojas sacudidas por el viento. Un temblor en oscuro bosque, un destello de vida, un instante de niño. RESPLANDOR Ya noche, caminando, vi el instante de un relámpago sobre el charco de una calle, cerré los ojos y, blanca e inmensa, y a la vez serena, se encendía un alba. NIEVE AL VIENTO Copos de nieve al viento, caen desde su ahora, caen sobre su aquí. Cuando no hay ayer, cuando hoy es olvido, no hay con qué imaginar mañanas: hay sólo lo que siempre hay, hay este estar naciendo. Ahora me nombra la voz ultramarina, y hace de mi epitafio, crisálida. Vuelo halcón tus arrayanes secretos. Y vos allí, trébol sutil del silencio, tan vacía de ti misma superas el último eclipse. Magnolia de mi sueño, amanecer mío. Creyente Yo creo en Dios verdadero autor de todos los bienes y creo al hombre conviene con su corazón sincero entregarse por entero al Señor que lo ama tanto dejando en Él los quebrantos y gozando de su amor como hijos del mismo Diosconvertirnos en sus santos! Ateo No encuentro que exista un dios ni refugio para el pobre cuando necesita un cobre otros le inventan un sol que en realidad no brilló bien pintado de colores hace olvidar los dolores opio para la poblada que siempre sigue explotada con aquellos falsos dioses Creyente Se puede ganar lo mismo la libertad que añoramos si nos sentimos hermanos hijos del amor divino que hay en el mundo cretinos es algo que bien sabemos pero confiamos con celo derrotar al enemigo armados de fe y cariño ¡implorándolo a los cielos! Ateo No me venga con mentiras de algún amigo invisible para mi es un inservible su dios de mucha pamplina que se inventan moralinas en su nombre, por desgracia cruzadas y gran falacia contra las artes y ciencias y llenaron de violencia ¡el papado es toda mafia! Creyente Verdadera es su denuncia de tanto crimen horrible pero aplique su calibre a quienes a Dios pronuncian sin vivir como lo anuncian la virtud del Padre Bueno otros santos consiguieron transmitir a Cristo cierto resucitado de muertos ¡y nos guía desde el cielo! Cuando en las noches nubladasno logro ver las estrellassiento su música bellay me faltan las palabrascomo me falta mi amadaen el centro de mi viday no logro conseguirlani mirando tanto al cieloque no encuentro mi consuelo¡soy animal sin guarida! Amigazo, el corazón tiene profundos secretos que algunos no los recuerdo pues se nubla la razón y si intento esta canción, lobo con voz de cordero, para desnudar su cuero y extirparle su dolor he venido al mundo yo poeta de los primeros Sé que tuvo un gran amor y de ello no salió entero pero voy a ser sincero para achicar su dolor: la mujer es un crisol de los buenos sentimientos pero si la lleva el viento mejor borrar el intento y volar por otros cielos. Sé del secreto divinode las mujeres cuando amany entregan su cuerpo y almaa veces a los cretinosellas buscan su destinoy acaso pierden la calmacuando entregan en la camaal placer de los sentidoslo que no hubieran queridopero dan de buena gana Soy una bella prostituta blancaque porta las llaves de tu deseoaspiro a tu goce como un trofeopero debes pagarme, te soy franca.A mi por sexo, los hombres me llaman,desde la torre Eifel al Coliseoobtuve afrodisíacos trofeosdurante las noches y las mañanas.Pero un dolor me está oprimiendo fuerteahora que huyen mis años mejoresy se acerca quizás la misma muerte.Aunque disfruté de ricos saboresno gusté por designio de la suerteolvidar al hombre de mis amores Contar las sílabas que van y vienen como pompas de jabón en el mar convirtiendo palabras al azar con los significados que contienen. Fatigar alegremente las sienes ensanchando el corazón al pasar en esta labor de dulce bregar que busca la emoción y varios bienes. Este trabajo de intentar sonetos me disculpa de pensar en mi mismo alentando mis anhelos secretos de conquistar la magia en el abismo y superar mis antiguos defectos con la pujanza de mil torbellinos. Y que ella no tiene inteligenciani para reconocer de cercauna simple gata y una puercay le falta también la prudenciamas por mucho que mi diligenciaindague sobre mujer tan tercano habrá otra de más fea siluetani que iguale su misma demenciano obstante la anterior confidenciadebo reconocer que a la Cletala adoro con y sin camisetay se gana todo en mi querencia.La amo porque no tengo evidenciade otra mujer mejor pizpiretaque coma de veras mi croquetay en el amor fracasa la ciencia. En Zimbabue las gentes tienen hambre el país más pobre de todo el mundo nos reclama nuestro auxilio rotundo para que los inocentes se salven. Examinen sus datos alarmantes y mirarán el infierno profundo al que someten a un pueblo fecundo despiadados gobiernos ignorantes. Yo no estaré tranquilo mientras vivan mis hermanos del África en espanto aunque este soneto de poco sirva no me acostumbro al silencio ni al llanto y sepan que lucharé mientras vivan esas gentes que merecen mi canto. Las espigas que se elevan al cielo como pidiendo perdón por la tierra por el hambre, la miseria y la guerra en mi conciencia no alcanzan consuelo. Estoy enojado hace mucho tiempo con estas formas de vida violenta disfrutarlo todo como una fiesta cuando otros sufren injusto tormento. Y quiero iniciar la dura batalla para sembrar en mis versos delicias convertirme en hombre y no ser canalla. Porque en el mundo sobra la codicia y falta en el arte que nos hermana la voz incesante de la justicia. En las afueras de mi frágil mente sembré un poema algo frívolo y torpe suscitando algunos buenos reproches de quienes leyeron muy diligentes Se trata de uno de los más valientes y de los buenos escritos del orbe Martín Fierro gaucho ducho y buen hombre bien conocido por toda la gente. Jugué a que Hernández era homosexual con palabras de discriminadores y la jugada salió un poco mal. Yo hice un escrito como carnaval y me pegaron los admiradores que casi me mandan pal hospital La biblia nuestra de cada día, los diarios, la tele o la radio, no menciona que han desaparecido cinco jóvenes en Zimbabue, porque celebraban la renuncia de Hosni Mubarak en Egipto, y fueron secuestrados por encapuchados, el día 15 de Febrero de 2011. Si se hubiera quedado atrapado en un ascensor, un ciudadano estadounidense, los medios locales propalarían la noticia, con información sobre la importancia de controlar el estado de las maquinarias, cómo prevenir semejante desastre y qué medidas de prevención y alerta deben tomarse.- De los cinco negros que fueron secuestrados, porque celebraban la libertad, porque la ansían, porque la quieren construir… la biblia nuestra de cada día, blanca, blanquísima, no dice nada.- ¿cuánto tiempo durará esta desinformación grotesca, esta falsedad vergonzosa de sostener que vivimos en “libertad de prensa”? ¿hasta cuando, los soberanos de los medios, corruptos hasta la médula, seguirán ignorando a los más desvalidos y perpetuando el privilegio de los culpables? Zimbabue es el país más pobre del mundo. ¿no sería bueno tener alguna información sobre ellos? Aquí me pongo a decir sin guitarra ni vigüela cosas que olvida mi abuela de cuando yo era gurí Otros chicos en la escuela al fútbol jugaban ellos los miraba que eran bellos ¡aguantáte esta ciruela! Quería ser toda nena pa que me miren los nenes pero me sobraba pene ¡y me faltaba la estrecha! Un día en el baño aquél un chico me apoyó el bulto y en vez de dar un insulto me moví cual cascabel. De entonces que me hice puto no se lo digan a naides me cogieron hasta frailes y la voy de macho ducho. Ahora puedo decir de nombre soy José Hernández desde el mar hasta Los Andes como un hombre yo parí. En mi seno lo formé a don Martín Fierro, mi hijo es mi orgullo más querido ¡y de siempre que lo amé! Sepan que sin ser mujer como debiera haber sido parí de veras un hijo ¡más no puedo pretender! No hay otro tiempo, salvo el ahora. Ayer no existe, acecha desde la memoria como un fantasma, pero es inconmovible y pétreo, no tiene atisbos de vida. Mañana es una falacia que nos hace creer inmortales. Sólo existe el ahora. Este es tu tiempo único, donde puedes ser. Lo demás es sueño, sea paraíso o infierno, sueño que te roba el único momento del que dispones: Ahora. Ni mires hacia atrás, ni te lances hacia delante. Tu equilibrio es la verdad y se llama ya. Toda la historia no es otra cosa que una pesada herrumbre cuyo hierro es en definitiva, demasiado blando, demasiado nada. Todo el futuro puede borrarse en el momento en que seas llamado al descanso eterno. No te puedes sujetar a esos dos colosos de pie de barro y cabeza gigante de acero indomable. No te permitas que lo antiguo te monte desde la sombra que ya pasó y en definitiva es nada. No te permitas que lo porvenir te atrape como un idiota. Sólo dispones de tu tiempo presente, sólo dispones de la única realidad temporal, del Ahora. Vívelo! no te lo ordeno yo, sino la verdad que habita en vos, y conoces mejor que nadie. Te digo estas cosas, porque hay cosas que por sabidas no se dicen y por no decirlas se olvidan. No te olvides de vivir, lo demás, poco importa. Entre la retina de alguien que lea, y la yema de mis dedos, ansío con vocación salvaje, escribir algún día el poema. De rosa oscura en un jardín de luz, donde ya no pese tanto la torpeza del mundo, y liberen las cosas su destino último. Compartir con vos, algún día, la plenitud de un día donde no falte nada, y el silencio se redima en la palabra exacta, que nos vuelva niños a los setenta años. He errado el camino mil veces, y mil una lo vuelvo a intentar. ¿ Qué importa que mis poemas valgan como la sombra de otra sombra que nunca supe? Algún día alumbraré a alguien, yo anhelo que así sea. Me apasionan los poemas inciertos que intento para no ser más el mismo y disfruto de excelentes momentos cuando me entrego todo a lo que escribo. Ahora este sonetito nuevo me rescata de oscuros abismos si redactarlo me cuesta un huevo bien vale trabajar por un amigo. Me convierto uno con cada sílaba y me redimo de antiguos dolores mientras voy lográndola, la rimada. Mi ser se puebla de bellos colores y vuelvo a ver a la niña que amaba en el paraíso de los amores. me esdrújulo hasta la médula hasta que la lámpara no alcance a dar su luz sonámbulo te presiento mía. Ni soy un héroe ni seré tu ídolo pero te esdrújulo así, casi didáctico tarántula de mi éxtasis océano fantástico caótico término cárceles de lágrimas por vos soy cálculo de sílabas por vos rectángulo de agua por vos mi páncreas en déficit por vos poética esdrújula espátula en la cerámica me esdrújulo sin ton ni son sin tónnison hasta que seas… poética bellísima. Mil veces sin darme cuenta miro las mismas cosas de siempre y te veo una ventana la llave el manifiesto comunista y la biblia el cenicero y alguna foto de Venecia detrás de la ventana, tu cuerpo mojado, gritándome que te abra y empuño la llave como una espada para traspasarte se reconcilian como buenos amantes los libros y el cenicero ya no me hace falta subimos entonces a la Góndola, y sin puertos, viajamos te hago feliz y las cosas siguen allí, calladas, y tú en la lejanía, sin saber que te escribo estos versos que merecen, mi lugar en el manicomio, no en la literatura. Cualquier hijo de puta afirma que yo también voy a morir. Todo lo que nace muere dice el dogma universal, y yo no me salvo, concluyen. Estadística y naturaleza la única verdad verdadera, dice, que debo morir. No importa cuándo No importa cómo No importa nada No importa todo. Moriré como mueren las aves y las flores, dicen los poetas. En este sentido, a pesar de amarlos tanto, les digo: Pueden irse a la mierda! Yo no voy a morir porque toda regla, tiene su excepción. He dicho. Con manchas de alegría ajena en mi tanga de seda negra atendí al último cliente y me bañé entera Algo me dijo el muchacho ansioso ese que derramó antes algo me dijo eso que no se eso que no recuerdo eso… eso que manchó mi tanga debió ser la palabra más hermosa que escuché en mi vida, pero prefiero no saber se me cae el negocio si me enamoro. Creo en Jesús que dijo, que entrarán antes las prostitutas y los pecadores al reino de los cielos, antes que los fariseos, es decir, antes que los religiosos de su época. Creo en Jesús que se juntaba con las multitudes, que no estaban en conocimiento de la Ley y los Profetas, y que eran consideradas malditas por los religiosos de la época. Creo en Jesús que enojado no sólo espiritual sino físicamente, derramó latigazos sobre los mercaderes del templo. Creo en Jesús loco por amor al Padre, conviertiendo ese amor en amor a sus hermanos, los hijos del Padre. Creo que todavía no hemos entendido a Jesús, y en su nombre, lo seguimos negando. Yamila es la fragua, de las preguntas sin dueño, la conspiración de los buenos, en el país de los tuertos. Tiene el hambre antiguo, de los campesinos sin suelo, y el coraje caliente, de los estudiantes sin dinero. Bajo su mata de pelo, oculta el agujero, de todos los placeres. Enamorada de ninguno, derrotó a Fernando el Cobarde, hirió de muerte a Eduardo El Padrino, e ignoró como una diosa, a ese canto de sirena, El muerto y la Viuda. Yamila vencerá, solitaria e implacable, cuando caigan todas las estrellas, incendiará el cielo de la noche que ha creado. Era hermosa a pesar de la Santa Biblia y de otros libros, toda una dama muy pocos sabían que era puta, odiaba a los pobres porque eran feos, sucios y sobre todo, muchos, quería votar a Macri, pero no como presidente, sino como Rey. Gente como uno. La esperaba desde antiguo, antes de saber su nombre. Como el jazmín negro, que ningún jardín contiene. Su voz de luna en invierno, su cintura fresca de silencio. Alguna vez amanecía exhausta en mi deseo. Y un día sin darme cuenta, me dicta este poema. El terremoto de mi querer destruye la cúpula, digo también, la cópula de las catedrales suntuosas, con los privilegios fieros. Altas clases sociales, esclavistas, aliados acérrimos de altos dignatarios del ministerio sacerdotal. Ante estos males, tan malos, tan horrendos, me vuelvo cóndor caliente con su condesa virgen desnuda de oro y sobre altísimos volcanes, desde mis partes bajas predico el terremoto que viene. Brindo por los pies hermosos de los que tienen heridos sus pasos por el mundo inmundo que los arrojó a la calle y duermen en las puertas de los templos y son hostias vivas, iguales que esa otra Hostia, que adentro espera cautiva la liberación de los oprimidos. Se aproxima el día, falta menos, que los pueblos exijan y un obispo deba besar, el pie dolido, del Cristo que pedía limosna en la puerta de su Catedral, convertida en kiosco para engañar con golosinas, el hambre que no entendieron y por eso, supieron engendrar. Parece mentira, pero otros macabros también cayeron, el Imperio Romano, Hitler y otros más. ¿Quién dice que la casta encubridora de pedófilos se deba perpetuar? Quizás porque se acerca, imperturbable y atroz, el último tiempo de mi vida. Me huelen a flores nuevas, antiguas primaveras de mi infancia. La cama de bronce de mis abuelos maternos, que era la única reliquia que tenían, con su colchón de algodón, haciendo un monte en el medio de la cama. Entonces se decía, que si eso ocurre, es porque los amantes ya no se trenzan en el medio y cada uno, duerme por su lado. Nunca lo supe. Jamás confirmé la versión. Pero algo era cierto. A veces mis abuelos, me dejaban dormir en medio de ellos, y yo dormía más alto y ellos se veían bajos. Yo tendría unos tres o cuatro años, todavía no existía… para mi, la escuela, y sin embargo… mis abuelos, ellos, eran ya mi maestros. Sepan disculparme, que cuente estas naderías, que a nadie importan pero para mi … significan tanto Hay instantes en que reconozco mi instinto,y vuelo sobre el tiempo, pesadillas de un demente arropándose en el miedo. Así los viajes son refugios para medir la sangre,o días en que se esparce el hastío flotando en parcelas imperfectasdel alma. Sin embargo percibo los primeros designios:esa mano hechizando al único hombre que miro su espejo,la mesa abandonada por el arrebato de la enajenación del hambre,y el cuerpo destrozado para que la victoria reconozca su propio límite. Cuando lo líquido de mi piel escapa, el pálido inventarioal que acudo en sitios como éste,me enardece,porque suena un humo triste ente los dedos,y fatigosamente lloro como repitiendo frases ajenas, sin destino ni perduración. Con los rastros de mi última sonrisa me concedo la tentación de ser otro. Guillermo Capece Bálsamo infalible y económicoQue cuesta lo que cada quien elijaEntre el polvo de este lugar y el mas cósmicoCuando no tener idea es una idea fija ...Rey de reyes que perdieron su tronoPor ser esclavos de su excesiva conquistaSi yo otra vez me auto coronoProclamo a viva voz que soy artista !..y no por consensos mayoritariosSino por como quien se decreta libreAsí que ya no hay critica que asuste...Pues cuando uno pasa de calvariosGana autoridad para determinar el calibreDel disparo que apunta a que el resto le guste.... Maravilladacon la mirada de un niño de puebloal saborear el misterio del eclipse Dejando dividido el resquebrajado tiempo de las mil esperasal saquear mi boca besada en el desorden Lila, su extraño nombre abreviado en el resplandor de un deseo,maquillada de estrella erranteen el carnaval de las heridascreyéndose mareafingiéndose fuegotornándose magiatornándose verboen el alucinado latir de la esperanza... Si pudieras resumirel eco de tu presenciaentre los destellos de un torrentevaciado en mis lágrimas...si pudieras resumir con tu vozla mudez de los pájarosque se abandonaron al cielo,seguramente arrancaríasel núcleo de mi falso nombrey lo harías viajar por el huracán de la palabra Si tan sólo lanzaras una bengalasobre la herrumbre de mi pechocuando los cristales y la vigiliase retratan de antiguas heridas...si pudieras llegar hasta aquícuando la madrugada arde en mis ojos y me pesa el ayer,seguramente una luz erizaráel desesperado pelaje de las sombrasiluminándolo todo dentro de mí Si pudieras florecermeen la prodigiosa nochecon cerrar tus párpadosy darme el signo de tu frente,seguramente emigraría mi pielhacia los lindes del sueño...... sueño brotado de la nada y la piedraconfundiendo en azar al destinotransformado en vos misma Sueño que si perpetuaras en vosla silueta de las gotaspara ungirte y ser lluviaseguramente la verdad beberácon tu boca en mi boca,su único milagro. Verde Federico:yo hubiera querido estar en el momento de los gritos,o de los silencios heroicos;en el momento de las espadas,cuando caíste en tu agua bajo lluvia,mientras los cerdos, enamorados de las banderas subterráneas,tomaban el sol de mediodía. (La soledad de las últimas habitaciones mortifican la memoria.Hay ventanas abiertas, y quedarán así en el invierno.Es raro,pero caen ahora hojas marchitasy me gustaría jugar con ellas.) Verde Federico:desparramo tus gitanos en la mesa,donde con Miguel y Manolo tomamos la sopa de la noche.Tu vestido queda ajado por los toros de la vida,y ni siquiera Nueva York te salva, Federico,porque estás próximo a morir,a caer bajo las balas levantadas a velocidad de la muerte,quizá por el mismo gitano moreno que en tu verso montaba a caballoy era el jinete más audaz de toda Andalucía. Duermescon una palabra entre los labios,con un ramo de hielo en cada mano,bajo las calles empedradas de "pájaros" nocturnos.Al fondo de la tumba llevas,una porción de magia, de manzanas de fiebre,de sábanas de lino. El viento te saluda,las tierras de Granada borran tu contorno,tu sonrisa mira los espejos de la vida.Y se refleja. Guillermo Capece Para un aprendiz de escritor, para un balbuceador profesional de poquedades, para un emisario de la nada que busca el oído de ninguno... susurrar un escrito cualquiera es un acto estúpido de magia mayor.-A ello me avoco brevemente, en esta segunda parte, que si la primera salió como el culo, no puede ser menos.-Lego a todo aquel que me lea, la alta erudición que nunca tuve, la perfecta forma escrita que jamás logré, y la alegría que ahora me embarga.-No esperes a mañana para escupir mi tumba. Estoy tácito como sujeto de este escrito aberrante. Tus insultos, tu admirable desprecio, los necesito, para saber que al menos, en la reprobación, estoy escribiendo. Hay algo, solamente una cosa importante, que me gustaría decir, y no se hacerlo bien, aunque lo intento. Bástame decirte por ahora, una cosa: es un lugar común de nuestros días, afirmar que Dios no existe. Te puedo asegurar que tengo la constancia plena de su existencia y por eso escribo. Doy testimonio que una vez miré que caía una estrella, corrí a la Biblia y leí... "Yo veía a Satanás caer como una estrella, antes que el mundo existiera"... Jesús, el Cristo.-Desde entonces... no supe que hacer, no supe otra cosa que hacer para lograr transmitir la experiencia... con palabras. Y ya lo ven, apenas si puedo balbucear este escrito torpe. Pero es verdad, y me consuelo saber que no miento. Alguien que me salve.Que me quite la angustia de no poseerme.Que me enseñe que los muros pesan más que las pobres palomasque vuelan en su alto.Quiero que mi soledad me conteste por vez primerapara quién estoy.Yo, que fui el francotirador inasiblesoy ahora el eco lejano de lo que fui.Me inundan las máscaras, el olor de los moribundos,el terror de encontrarme con ellos bebiendode la misma copa ácida su vino.Si vinieron a matarme, que me maten ya.Pero que no me hagan tragar el humo vacíoque siempre llevan en su rostro.Los odio porque una vez los amé.Teñidos de mariposas venían a tracionarme.Usurpaban cada hueco de mi corazón.No sé si quiero que alguien me salve.Los músicos con sus cántigas dirán el resto. Yo soy el que espera. Guillermo Capece Soy el camino de mí mismo y la desolación que se abraza a su senda,y tiembla, y borra las huellas para que no me persigan. Estoy vacío de esos animales etruscos que me regaló la partidade unos ojos girando al viento. No puedo confiar en los sueños porque alguien les pone un asesino dentro. Me acuno cuando no me veo pues la vergüenza tiene el ropaje largode los locos. Hoy es domingo, y he estado todo el día ausente. Guillermo Capece IYa oscureció la tierra.Difícil es tener tu boca apretada.Tu estatura cerca de mi rostro.Sí, yo se. Es difícil.Se le caen a uno las montañas.Los lagos se hacen charcos diminutos.Todo es difícil.Compartir la sonrisa con vos.O este barco que nos quitan.¡A partir! ¡A partir!¿Pero cómo?Si nuestras plantas penetran en recodos de clausura.Alguien saldrá a gritarnos nuevamente.Debemos tener cuidado. Salvarnos. Pero ahora fumemos en silencio. IIEn qué quedó esa idea transparente,ese cuerpo sobre el que juramos tantas cosas sencillas.Una ilimitada ausencia marcó las señasde tus grandes ojos.Quedarse solo y recordar al otro díalas sombras de los pumas,las desoladas bestias persiguiéndose,hundiéndose conmigo como una gran casa de celos,sumergiéndose,perdiéndose conmigo.Arriba de los cielos, más arriba,la mitad de tu cuerpo fulguraba.Quienes somos, sino aquello que fuimos,sino el pasado de iguales invasiones,de iguales lejanías. Guillermo Capece Querido hijo: Te pongo estas líneas para que sepas que te escribo. Así que si recibes esta carta es porque te llegó, si no, avísame y te la mando de nuevo. Te escribo despacio porque sé que no puedes leer deprisa. El otro día tu padre leyó que según las encuestas que la mayoría de los accidentes ocurren a un kilómetro de casa, así que nos hemos mudado más lejos. La casa es preciosa; tiene una lavadora que no estoy segura si funciona o no. Ayer metí ropa, tiré de la cadena y no he vuelto a ver la ropa desde entonces, pero bueno... El tiempo aquí no es tan malo; la semana pasada sólo llovió 2 veces. La primera vez durante 3 días y la segunda durante 4. Con respecto a la chaqueta que querías, tu tío Pepe dijo que si la mandábamos con los botones puestos pesaría demasiado y el envío sería muy caro, así que le quitamos los botones y los pusimos en el bolsillo. Al fin enterramos a tu abuelo; encontramos su cuerpo con lo de la mudanza. Estaba en el armario desde el día en que nos ganó jugando al escondite. Te cuento que el otro día hubo una explosión por el gas de la cocina y tu padre y yo salimos disparados por el aire cayendo fuera de la casa; ¡qué emoción!, Era la primera vez que tu padre y yo salíamos juntos en muchos años. El médico vino a la casa para ver si estabamos bien y me puso un tubito de vidrio en la boca. Me dijo que no la abriera por 10 minutos y tu padre ofreció comprarle el tubito. Hablando de tu padre, ¡qué orgullo!, te cuento que tiene nuevo trabajo y es superior a 500 personas, ya que está sobre ellos. Lo contrataron de cortacésped en el cementerio. Tu hermana Julia, la que se casó con su marido, por fin dio a luz, pero como todavía no sé de qué sexo es, no te sé decir si eres tío o tía. Si el bebe es una niña, tu hermana va a nombrarla como yo. Se nos va a hacer muy raro llamar a su hija "Mamá". Tu padre le preguntó a tu hermana Pilar que si estaba embarazada, ella le dijo que sí, de 5 meses ya; pero ahí tu padre le preguntó que si ella estaba segura que era de ella. Dijo que sí. Moza de hierro tu hermana Pilar, qué orgullo, de tal palo tal astilla. Por cierto, que tu primo Paco se casó y resulta que le reza todas las noches a la esposa, porque es virgen. A quien nunca hemos visto más por acá es al tío Venancio, el que murió el año pasado. Tu perro Puky nos tiene preocupados, se empeña en perseguir a los coches que están parados. Aunque peor es lo de tu hermano Juancho. Cerró el coche y dejó las llaves adentro. Tuvo que ir hasta la casa por el duplicado para poder sacarnos a todos del coche. Bueno hijo, no te pongo mi dirección en la carta, porque no la sé. Resulta que la última familia de gallegos que vivió por aquí se llevó los números para no tener que cambiar de domicilio. Si ves a Doña Remedios, dale saludos de mi parte; y si no la ves, mejor no le digas nada. Tu madre que te quiere. Josefa. P.D. Te iba a mandar 100 euros, pero resulta que ya cerré el sobre. ¿Y ahora que hago con esta soledad?¡Herrumbrarme!¿Gastarme a muerte en versos que no riman?Rimarme con las sombras del silencioPara que los demonios del tormento¡me sonrían!¿y cómo se vive en esta eternidad?¡un minutoQue se burla cual si fuese una centuria!Azules fracturados se destiñen,Diamantes que en mis manos de derriten¡por mi culpa!¿Do yace lo feliz, lo que antes era?¡AgonizaTras la pérgola falsaria de la duda!Y camina en la arena y se quema,Y camina en el desierto a la espera¡de la lluvia!¿Qué importa el mañana y su promesa?¡nada importa!La fuerte necedad de esta locuraNo acepta la soberbia de las rosas,Ya es mía la cadencia de estas horas¡también tuya!Danzaran las ganas que no duermen¡ni de noche!Con el humo del pucho que desgarro,llegarás, moraras aquí en mi pechoPorque yo así lo exijo, así lo quiero¡porque te amo!CEMENTO.-PROTEGIDOS DERECHOS DE AUTORCódigo: 1004266112209 Julia no sabía decidirse entre la terrina de quesos o el crepe relleno. Eso de entrada, pero como primer plato no estaba segura de pedir la trucha en dos salsas o el lomo con duxelle de champiniones. Después de todo, lo que más le interesaba en ese saloncito paquete, era jugar un poco y ver los colores de los platos servidos por mozos lánguidos, en uno de los cuales le pareció ver al muchacho de La Cantábrica en ese sueño que no había olvidado.-No será la primera vez que me asome a un espejo y vea las huellas de mi rostro- ironizó para sí mirándose al espejo donde también se reflejaba la figura de Sergio.Él la había invitado a almorzar para decirle ¿qué?. Si el barco se hundía -se dijo- ¿él querrá salvarlo? ¿Por qué no levantarme y dejarlo solo? ¿Para qué acepté la invitación?Sergio estaba distraído. Ella se apuró a pedir y el mozo anotó con diligencia pero con cierta rigidez. Esto la divirtió. Luego el muchacho anotó lo que Sergio le dictaba.-Me llamo Fabio- dijo el mozo- estoy a sus órdenes; que tengan un agradable almuerzo.Y, mientras el mozo se iba, ella volvió a jugar otra vez con el espejo en la pared: los ojos tristes de Julia; los labios quietos de Julia como si recién terminaran de crecer."Aquí pronto se instalará una mueca y no lo podré evitar", pensó. En el espejo se miraba las manos y el busto, pequeño pero todavía erguido."Pronto esto se terminará. Seré vieja," se dijo.Y añadió para sus adentro:"Estos juegos comienzan divertidos y terminan crueles." "¿Por qué tener esta visión partida de la vida?"Porque ella también amaba el sol que entraba, y los colores de la comida que ahora le servían, y estaba segura de que también podía amar al muchacho de chaleco negro, algo desgarbado pero de manos finas, que a cada momento quería ser cortés.Lo miró sin disimulo y él se dejó observar. Luego volvió a mirar en el espejo y lo vió reflejado sirviéndole el vino.Mientras le ofrecía el primer plato le pareció que las manos del muchacho danzaban sobre la mesa.-Me entristece el campo a la hora del crepúsculo- dijo ella antes de que Sergio le preguntara por qué lo decía.-Cuando era chica me daba miedo ir al circo- dijo sin oírlo - un caballo se volvió rabioso, ¿sabés?,y saltó de la pista a los palcos.-El caballo se volvió rabioso o loco -repitió- ¿nunca supiste de un animal loco?Él le tomó la mano e hizo un esfuerzo para escucharla pues en realidad estaba pensando que todas las mujeres tenían algo de estúpidas.Ella se levantó para ir al baño con la idea del caballo rabioso y en Sergio, tan lejano.Pasó por la pequeña salita vacía dispuesta para que los clientes jugaran al billar que le pareció de un amarillo intenso, y vió al mozo, apurado, pero atenta a ella. Julia sabía que auque él no lamirara decididamente, había despertado su interés.Cuando salió del baño lo vió otra vez, y un ardor le subió al pecho."Dios mío" -pensó- "no poder amarlo ahora sería un castigo."Al pasar por la salita de billares entró. Se ocultó en el momento que el muchacho pasaba nuevamente. Esta vez la miró. Ella lo llamó y le pidió café. Cuando regresó con el pedido la vió recostada contra la pared, y no pareció asombrarse. Estaba acostumbrado a las trangresiones de algunas clientas, y por eso fue que no le acercó el café sino que lo dejó sobre la mesa de billar y cerró el cortinado. Se quedó frente a ella. Julia vio que el cuerpo de él se recortaba frente a la luz, y lo abrazó humedeciéndole la cara con los labios. Las manos del muchacho resbalaron sobre el vestido de ella, y lo subió de a poco, mientras la llevaba hacia la mesa de billar. Comenzaron casi en silencio, con pequeños quejidos de ella, y el silencio de él.Pronto Julia sintió la sensación dentro del pecho que el caballo loco del circo repetía la escena del asalto hacia el público. Creyó que su corazón galopaba hacia la libertad.Más tarde,mientras arreglaba su maquillaje, se sintió poderosamente libre. Rápidamente busco dólares en su bolso y los dejó debajo de la tacita de café. Fabio que la observaba, rechazó el gesto.Tuvieron un breve dialogo:-Soy de Mendoza, tengo viñales, no necesito dinero- dijo el hombre ya fuera de su máscara de mozo.-¿Y por qué trabajás de mozo? -preguntó al instante Julia.-Soy el dueño del restorán, y a veces me entretengo en atender las mesas sólo para conocer mujeres como vos.Julia no supo si eso era un halago, y no respondió.-Tengo una cadena de restoranes en sociedad en Mendoza, y otro en Puerto Madero- dijo el muchacho algo desgarbado pero con cierto orgullo.-No sé qué pensarás de mí- susurró Julia.-Cuando uno hace estas cosas no piensa nada más que en el placer instantáneo -respondió seguro.Y se fue dejándole una sonrisa.Sin embargo ella sintió que esa rápida aventura no era ni mas ni menos que una mariposa detenida en mitad de su corazón, pero dispuesta a volar en cualquier momento, por ejemplo en cuanto Sergio la mirase y le indicara la comida.-Se enfrió el lomo.Ella balbuceó una disculpa dispuesta a no dejar volar esa mariposa. Iba a pasar la lengua por el interior de la copa de vino por segunda vez, cuando la orden de él la detuvo:-No hagas eso.-Eso es lo que me interesa hacer en este momento. Lo quiero hacer.-A veces parecés una chiquilina caprichosa. Mejor comete el lomo. Es un plato muy caro -y Sergio enlazó los ojos de ella con una dura mirada.-No lo quiero, está frío- protestó ella mientras apoyaba su lengua en el cristal de la copa.-Comete el lomo -repitió él. Con un soneto vengo a enamorartecon este cuarteto abro y me dirijo,ojalá que no salga tan prolijo,que digno de ti, logre encantarte. En este cuarteto el alma se me parte,no obstante yo sigo y no transijo,te lo juro ante un sacro crucifijo,que a Petrarca le robaré su arte. En el primer terceto me acomodopara decir que ya no habrá ni modo,porque olvidarte, vida, yo no puedo. Y en este terceto digo, aunque duela,pues tu desdén me da dolor de muela y transido de amor, asi me quedo. Te vi corriendo en el trivial caminoquebrado el corazón de horror y miedo, te vi los párpados cansados, tristes…y a tu dolor escribiendo.Lluvia derramóse en tu piel de polvo cual ósculo de agua en el desierto,una lágrima miraba entre las gotas…y tus párpados cayeron.Tu alma sufre las caricias muertasde aquellos que no están ya en tu sendero,gime un zorzal en tu voz dormida…gime por ellos.La estepa que morabas, agoníade ave remontando el turbio cielo,caló en la gris arena de tu alma…llantos, espectros.Impío ardor que ulcera el alma gotas de vida en la arteria del tormento,alejóse la huella de tu infancia hermosay de tus sueños.Aurora de la vida en la dulce primaveramarchóse hacia el crepúsculo imperfecto, Colgada la ilusión al sol poniente de tu invierno.Y semblantes que fumígenas deambulan,¡cuál estrofas en papiros sempiternos!remojábanse en las lágrimas copiosasde tus recuerdos. Bordeando el precipicio de las penas,líado en la garganta todo anhelo, soledades, añoranzas y suspiros…por quienes se fueron.Trocóse en mi la infausta intemperie, con sales de tu mengua en el siniestro,tu vista atormentada impenetrable…a mis silencios.Besos estallantes, por tu faz de diosa,de mi oráculo infernal se desprendieron,¡coro bruno y arisco que reclama!tus oídos sedientos.Garfios rojos en la mar se mezclan,azules que reencarnan púrpuras y negros,el sepia ha fenecido ante tu mármol…como yo lo ordeno.¿cuántas veces el grito del osario,reclama tu pasión con tono austero?¡mas yo robe tu pose del olimpopara mi imperio!Pues yo acaté la orden de la mística,y en tu regia luz ardí al son violento,en la flama, que echa luz y no se apaga,de tus plectros.Serena brisa danzando en las praderasbálsamo que alivia las heridas del guerrero¡la calma sosegada y mi refugio!tras el viento.Venerable efigie en el santuario mío,silueta de esta fe que hoy profesodestellando tus azules refulgentes entre el incienso.Menguando la quimera y el destinoel signo de la suerte hemos impuesto,¡la hormona exasperada también canta! en mi deseo.Tertulia montaraz entre las pielesque unidas revelaron los misterios,¡coito y desayuno en la montaña!¡amor malevo!.CEMENTO.-Protegidos derechos de autor.Código: 1002185547676 En la rama erizada y prudentearrastrando su honor busca amparoy entreteje un capullo mierderoa donde esconder su pudor de gusano;pero al beso, rigor de la púaque la espina le clava en los labiosse derrama en los suelos, cual lágrima,y sirve tan solo de abono a los pastos.Sacrificio mordaz que le impidesacudirse la culpa en las manos,porque dobla rodillas, rompe alascuando siente el tonelaje del pasado;no se tapan los huecos del almacon la imbécil sanción de un contrato:allí suelen pudrirse ya infectoslos cadáveres de sueños muy soñados.La vergüenza apostada en sus sienesle conmueve el talante de pánico,mas si vibra el deseo escondido¡le arrancar gemidos, deseos mojados!Pero cae, fenece, despiertaen la ruin soledad de su páramoy no puede secarse las lágrimasyaciendo a la sombra brutal de sus pánicos.Alla va, como un beso perdidoaleteando con rumbo extraviado,del sopor de algún muro invisibleal bello dolor de algún muro bastardo;del tenaz e impiadoso supliciode la marcha fugaz de los años,de las ganas, del semen y el flujoal rigor de tener que cumplir lo pactado.De la obtusa caricia en la frente,que bordada de lineas y encantosaun protege el cosmos sublimedo estallan mil versos por cada calvario,¡de esa simple caricia apagadadonde no hay humedades mojando al procaz sentimiento pechandopor ver como bailan querubes y diablos!Del romántico sitio perdidodonde no hay ni mentiras ni engaños,al blasón de lo obvio y lo lícitodo solo se ensueña hasta el canto del gallo,de la mísera etapa marcadapor las leyes del mundo tiránicoa los vuelos azules y libresque buscan descanso en un pecho, abrazados.De la tumba llamada esperanza,esa forma sutil de maltrato,a la horrenda certeza del tiempoque trae la muerte entre risa y sarcasmo,¿donde vas a dejar que los huesosse transformen en piedra y en barro?:¿mariposas que viven de sueñoso gusanos que realizan lo soñado? CEMENTO.- -Buenos días, papá- y era la tercera vez que lo repetía-; buenos días, papá-volvía a decir.Entonces saltaba de su cama, recorría el flaco pasillo, y se internaba en el baño.La ducha, el agua fría, no le daba la grata euforia que necesitaba. Entonces trataba de secarse con la amplia tohalla, y se envolvia en ella imaginando que era el maharajá de Kapurtala, y mientras orinaba en el bidet, pensaba en cómo pasar ese día,vigésimo de diciembre.Ese diciembre que le calcinaba los huesos, porque se presentaba caluroso y húmedo como ninguno, y ya podía ver que lo había jodido bastante al pelarle la espalda el sábado anterior,en la pileta de Ricardo.Volvió a tener ganas de orinar, pero eran ganas nada más, porque al enfrentarse con el bidet,un chorrito indeciso se asomó por su pijita. Se la metió dentro del calzoncillo, se miró al espejo, se hizo alguna íntima pregunta que no contestó, y salió para atravesar otra vez el pasillo.-Buenos días, papá- dijo esta vez con voz más firme. Y siguió hasta la cocina:el mate,el café,el té, el vino. EL VINO. El vino era lo que conformaba su paladar aquella mañana de diciembre. Y mientras saboreaba su aspereza, se le ocurrió pensar en el viejo, en la navidad que ya llegaba,en lo llagado de su espalda, en Leticia, (en la costosa Leticia) que todavía se negaba a todo, y por último en él. Aquí se sirvió otro vaso de vino. ¿Quién era él?Sí.Le gustaba vestir bien.Andar por el centro mostrando exactamente lo que se debe, y lo que no se debe dejarlo para Leticia (cuando se decidiera), o para Ricardo, siempre que mediara un golpe de teléfono. Y mientras tanto, ¿qué?. Ir al bowling, caminar hasta el puerto, o tomar sol en Saint Tropez,y soñar con ese viaje a Río en Carnavales que le había prometido Ricardo.Después... su vida estaba ocupada con tantos sueños...; quería navegar, irse, tal vez a Europa. Pero no por el hecho de conocer Europa. París, Roma,Milán, eran sin duda lindos lugares. Pero no era eso loque realmente importaba. El hecho substancial era viajar en barco; sí, en barco..., a semejanza de esos barcos que mamá le hacía a los ocho años, doblando con ternura la hoja de diario y dejándolo reposar en la bañera. Creía que el fondo del mar era blanco, y que las fuerzas de las olas tenían, exactamente, el ritmo que le fijaban sus pequeñas manos.Pero ahora había pasado tanto tiempo... -Buenos días, papá- dijo esta vez con bronca, mientras servía hasta el borde otro vaso de vino. -Buenos días, papá- gritó mientras pensaba decir cálidamente -queriendo deshacerse de ese raro remolino de angustia- buenos días, mamá... cómo estás hoy?, buena y linda como siempre, mamá; mi mamá. Aquí traje el papel para los barcos. Pero la memoria de las tardes encerradas en el baño, viendo viajar ilustres barcos a los que mamá bautizaba con extraños nombres, no conseguía atenuar la tristeza grande que sentía,ni su gastada melancolía actual. Él era un hombre simple, gozador delas cosas sencillas, amante de la naturaleza, leal para los amigos...; pero había cosas en lo íntimo de su vida que no entendía.No estaba claro para él por qué al pasar por la habitación del viejo debía saludarlo, siendo que siempre dormía, o, en el mejor de los casos, leía el diario, y no le contestaba. Jamás le contestaba, y había llegado a pensar que el viejo estaba sordo. Pero no. Algo golpeaba en su cabeza, y en el sentido literal de la palabra. Algo se doblaba y rompía cuando saludaba al viejo. No era importante que no lo oyera, o que lo oyera y no le contestara. Entonces,¿qué era lo que en rigor lo perturbaba? Aquella mañana lo había descubierto. Lo había descubierto en la cocina, mientras llenaba otra vez el vaso de vino. El lugar vacío al lado de la cama que ocupaba el viejo era la clave: el lugar que ocupaba mamá en vida. -Buenos días, papá- dijo esta vez entre sollozos.-Buenos días, hijo- dijo el padre apareciendo en el marco de la puerta.Y él se entregó a sus brazos y lo abrazaba, lo abrazaba, mientras pensaba en viajes lejanos y múltiples, en viajes claros y magníficos.-Buenos días,papá- y lo miró a los ojos llorando plenamente. -Buenos días, hijo- dijo el viejo casi con miedo, sin entender, -buenos días, hijo. Si el corazón se secacomo fruto abandonado en tiierra,si los sentimientos se hacen piedra,si todo es desierto y arena yertaen los espacios vacíos del alma...¿en qué quedará tu vida? El dolor no es suficiente excusapara dejar los campos sin siembra. Es preciso alimentar la luz de la lámpara vertiendo en ella el aceite que la sostenga.La lámpara del corazón necesita el aceite de la esperanza,el aliento de la ilusiónpara que arda su llamaen medio de las tinieblas amargas. E.G.M.
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Eduardo Fabio Asis
María Ester Rinaldi
Te dejo un cálido abrazo.