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Te amo con la ferocidad de un secreto que no me atrevo a descubrir. ¿qué será de mi cuando las máscaras me dejen vacío de mi? este carnaval me tiene cansado y no me animo a la soledad muéstrame tu ser desnudo quiero mirarme en ese espejo saber el sabor de no ser. No en mi. Que nadie mire mis poemasparece un dogma clarísimoclavado en la niña de los ojosde quienes nunca me habrán leído.Se pierden lo que pude escribiry acaso por medio de claves secretasacaso quizás lo hice.Por mi parte sigo amandoa mis no lectores queridos.Por mi parte sigo odiandoodiando sólo lo que no hice:"Revelar la llave que abredefinitivamente, lectores, el paraíso"Que es también el míoel mío que torpemente, torpemente escribo. Amanece blanquísimo el pan en tu mano oscura mi niña africana el tigre te desangra en un sueño derrotado mi niña africana y el resto solar de la noche canta mi niña africana el silencio de tu raza venciendo la nostalgia mi niña africana amanece... pudiendo anochecer mi carne, en tus dientes blancos ¡cuánto me duele no ser tu bocado! así... tan solo me siento, tan cruel, tan violento, tan perverso. Cualquier hijo de puta afirma que yo también voy a morir. Todo lo que nace muere dice el dogma universal, y yo no me salvo, concluyen. Estadística y naturaleza la única verdad verdadera, dice, que debo morir. No importa cuándo No importa cómo No importa nada No importa todo. Moriré como mueren las aves y las flores, dicen los poetas. En este sentido, a pesar de amarlos tanto, les digo: Pueden irse a la mierda! Yo no voy a morir porque toda regla, tiene su excepción. He dicho. Y de donde vienen venganzas sobre mi rostro que me nublan el alma? Si me miran los niños se asustan y sonríen. Pero el niño que soy no se atreve al miedo ni tampoco a la risa. He transpuesto las voces ultramarinas que me hablaban de mi. Pero aún sigo, Dios mío, sin encontrar mi oreja atenta al mar No hay un ser humanopor ruin o malsanoa quien no debamosagradecer algo.A Jorge Videlamonstruoso tiranomuchas gracias le doypues me ha enseñadoa odiarlo de veras.Y cuando al fin mueradetrás de las rejasperdonaré sin olvidosal triste asesino.QEPD Amor kenóticoNo es fácil saber qué es el Amor. Nosotros experimentamos el amor en el corazón del hombre y de la mujer, en la historia humana, pero en Dios, ¿qué cosa es el amor? Para ello hay que observar lo que hace Dios cuando su Hijo viene para el misterio de la salvación. El Hijo tomó una ruta muy difícil de entender. Dios es todo, pero cuando viene a nosotros se hace pequeño para encontrarse con el hombre y la mujer. ¿De qué otro modo entender Belén? Ninguno sabía que en Belén había nacido Dios, hijo de María y de José. Los pastores, los ángeles, los magos, un puñado solamente ¿Qué es este Dios que se abaja, que va a la cruz? La cruz es justo lo contrario a lo que es Dios. Dios es santo, la cruz es pecado. Dios es eterno, la cruz es muerte. Dios es belleza, la cruz es fealdad. Entonces, ¿por qué este camino? En cierta población indígena, el padre se coloca siempre en cuclillas para hablar con sus hijos en el encuentro de las miradas. Esta es la actitud de Dios: colocarse a nuestro nivel. Tenemos que asumir más decididamente el camino de esta kénosis, que es la esencia del amor. El amor no se impone, se da. Parece una debilidad, pero es una fuerza. Nos introduce en la problemática, pero para transformarla.Debemos pensar que en el caso del Hijo de Dios hay una manera de actuar extrema. No se podía ir más allá de aquello que El hizo. Debemos detenernos en el momento previo a la muerte de Jesús. Jesús está en relación íntima con su Padre, pero no entiende más a su Padre porque asumió nuestra situación hasta la contradicción. Como si por estar de nuestra parte perdiera al centro de su vida, su Padre, humanamente hablando. “Dios mío, Dios mío por qué me has abandonado” (Mc 15,34). Grito de soledad. Grito sin respuesta humana. Grito dificilísimo. Y el Padre no responde. Pero Jesús permanece fiel: “en tus manos, Padre, entrego mi espíritu” (Lc 23,46), mi vida. Entonces podemos hoy decir que en el misterio de la cruz, en el misterio pascual hay un testimonio de Dios para nosotros tan grande, que es capaz de llegar a este límite del amor. Si queremos amar como Dios ama tenemos que llegar a estar lo más cerca posible de Jesús.Todo esto es fundamental, más aún hoy cuando la Iglesia se siente llamada a abrirse 360 grados en todas las direcciones: hacia dentro, hacia el ecumenismo, hacia el diálogo interreligioso, hacia las personas que no tienen fe. Dialogar sin juzgar, evangelizar sin imponer. Tenemos que adquirir este equilibrio. Hay que dar testimonio del amor kenótico al mundo hasta que el otro pueda decir “esto es lo que yo procuro”. Pero para ello tenemos que desprendernos de todo aquello que no transparenta el Evangelio y recibir todo el valor que proviene de él. Si no tenemos madurez humana, si nos pesan las carencias, si nuestra propia historia nos hace daño, no podremos transparentar al Dios amor. Necesitamos trabajarlo fuertemente. Llegar a amar con este timbre es uno de los puntos que tenemos que adquirir en la vida religiosa y consagrada: que dondequiera que estén sean respetados por esta manera de ser, de vivir. Hace tiempo me dijeronlos muchachos del cuartelque entró al pueblo una mujery todos la prefirieronAlgunos la sedujeroncomo a doncella el doncelpero ella quedó con élel peor de los bomberosSe sabe que compitieronpor robar ese clavelpero siempre sin saberlo que algunos supusieronAl final la conocierony la aparente mujerantes era coronely unas tetas le pusieronCuando la baja le dierondel duro ejército aquelse operó el cuerpo y con élenamoró a su bombero Ah jardín irresuelto de las flores cursisenamorado siempre de mujeres ajenasy para más males, amigo de sus maridos¡oh traidor consumado, oh malvado entre malvados!Has puesto tus ojos oscurosen la crisálida bella de mis amoresy le has sacado ya me dijeronun orgasmo con sólo mirarlaNo avances, Tolomeo, tu infame astucia sobrela virginal doncella de mis desvelos.No vuelvas a mirarla, con tus ojos de fuego.Te prohíbo, incluso, ¡Oh Tolomeo! que te masturbes pensando en ella.Seré cornudo quizás alguna vez, pero no por ti,malvado y rutilante Tolomeo,no serás el que enturbie con moscasel vaso de champán fino que he de beber.Tolomeo, hermoso como los potros en celo,pero más malvado que los demonios del averno,ten cuidado conmigo, Tolomeo, que si insistesquizás yo mismo, algún día, me enamore de ti. En tu día Madre del Pilar santareconozco lo mucho que te debopor eso mi amor a vos hoy renuevodesde lo profundo de mi pobre alma Todo lo malo tu imagen suplantaPor lo más bueno, sagrado y más bellodejando en los seres genuino selloque a todo demonio muy fuerte espanta Mis felicidades quiero brindarteagradeciendo tus muchos favoresme comprometo a siempre más amarteOh madre del amor de los amoresNo quieras de mi jamás olvidarteY te suplico atiendas mis clamores Quizás porque se acerca, imperturbable y atroz, el último tiempo de mi vida. Me huelen a flores nuevas, antiguas primaveras de mi infancia. La cama de bronce de mis abuelos maternos, que era la única reliquia que tenían, con su colchón de algodón, haciendo un monte en el medio de la cama. Entonces se decía, que si eso ocurre, es porque los amantes ya no se trenzan en el medio y cada uno, duerme por su lado. Nunca lo supe. Jamás confirmé la versión. Pero algo era cierto. A veces mis abuelos, me dejaban dormir en medio de ellos, y yo dormía más alto y ellos se veían bajos. Yo tendría unos tres o cuatro años, todavía no existía… para mi, la escuela, y sin embargo… mis abuelos, ellos, eran ya mi maestros. Sepan disculparme, que cuente estas naderías, que a nadie importan pero para mi … significan tanto Hubiera querido ser otroel que bebe la fuente del silencioy atraviesa indemneel desierto de la palabraPero en este mundo de otredadser otro, también, es ser lo mismo.Yo fui aquel que no creyó en Dioshasta que Dios, creyó en mi.Y lo hizo antes que yo naciera, mucho antes, de mi primer no. Hoy he vuelto a ser nada un nadie incapaz sombra de otra sombra que no arroja jamás ninguna luz en el borde de este poema, que intento y no puedo, extraño una mirada que me entrañe para ser algo… Alguna vez tu primer orgasmo, alentó mi superstición de ser un hombre de veras. Todavía siento húmedo, el índice de mi mano derecha. Era tan precioso, el baño derrumbado del patio trasero. Recuerdo vivo tu cuerpo en cuatro patas, constriñendo el inodoro roto. Lo recuerdo más hermoso que un hotel cinco estrellas. Ese baño, ese baño era nuestro tesoro. En la oscuridad lucías como una gata prendida fuego. Confieso que tenía miedo que te hubieras roto entera, cuando se rompió el bidet… ¿te acuerdas? Después aprendí el ritmo, para que gozaras, sin que te doliera…. después de algunos gritos tuyos, y una patada en los huevos. Prima, prima querida de las cejas tupidas como la selva entre tus piernas… eran poquitos pelitos, pero yo los creía una enorme cabellera. Prima, prima mía… que tengo tantas pero a vos… a vos… es a la que deseo… cuarenta años después, todavía, te deseo… Como Moisés que no entró en la tierra prometida, pero yo… gracias a vos, pude. Cuarenta años después, ¿engañaremos a tu marido como engañábamos a la abuela? vamos, prima, que en mi casa nueva, tengo en el patio… todavía… un baño viejo. Un baño viejo y roto y sucio, pero divino… que nos espera. Soy agua de un río antiguo y mi destino es crear el mar. Soy fuego de palabras nuevas que quieren incendiar el mundo. Soy aire donde flamean mis amigos caídos en el combate. Soy la tierra sometida y muda que por mi boca puede hablar. El poeta, ese soy, el que sirve para nada, y en la otra orilla… conquista la verdad. Nunca llené de mi mismoel pequeño rincón del universo que habito.En vano vino la nochecon su hondo vino calientea la luz de la luna.En vano amaneció mil vecesy mil una volví a no ser nadie.Nunca llené de mi mismosiquiera un día entero.Fui instante fugaz, eso si.Me hice primavera para estallar en tus flores, claro.Pero nunca llené de mi mismoay ay ay... ni siquiera mi yo. Una vez hubo un jardín violenta mi mano sacó las espinas de las rosas y las condenó al color y las condenó al aroma y las condenó a no ser más hirientes y fuertes, hembras viriles, que dañan a quien las toca. Y el jardín se quedó con rosas castradas en su defensa, pobladas de imágenes de mi cobardía ¡pobre la rosa sin espinas! pobre como las mujeres que cuando besan, ni mueren ni matan y renuncian para siempre a ser lo que son, de la violencia, asesinas. El íntimo secreto de la vida en cada ser toma un color distinto luciendo bello en el hondo recinto por este viaje del alma en subida. Para pintar la felicidad cuida de lo más extenso a lo más sucinto sin despreciar lo que mueve al instinto dando a la belleza la bienvenida. No faltará alguna tribulación que logrará vencerla sabiamente si se aferrase a Dios de corazón. La verdad que se acepta libremente fortalecerá la mística unión con ángeles que cuidan nuestra mente. A una parte de nuestro continentele ha tocado vivir el horror.Y al resto del mundo humanole corresponde mostrar el amor.Es urgente, Haití no puede esperarhagamos verdad ahora mismotoda la solidaridad, toda. Toda y mucho más.¿qué somos nosotrossi contemporáneos de la tragedia de Haitíno abrimos generosa nuestra mano?Somos algo peor que seres degradados.Ayudemos ahora, ahora mismo.Mañana es siempre tarde.(Me uno al homenaje y llamado a la solidaridadpor el pueblo hermano de Haití) l Arrojé una piedra al cielo con tan buena puntería que cayó herido en mis brazos el Dios creador de la vida. Caminé muy pensativo con su cuerpo desmayado apretándolo bien fuerte sobre mi débil regazo. En mi secreta memoria alumbré lo más oscuro de mis pequeñas historias y me sonrió, el Dios puro. Me miró fijo a los ojos, herido pero contento, y cumpliendo mi antojos confesó a cuatro vientos: “Gracias por jugar conmigo, que mucho me cansa ser Dios, la piedra que tú arrojaste, la puse en tus manos yo” He cultivado la primavera en una flor difícil. Soy el exiliado de algún sueño antiguo. El que en vano buscó tu deseo. No me arrepiento. De morir un poco en cada poema. Te amé como una tumba a quien nadie visitó por decenios y que de pronto recibe un niño santo para rezar en ella. Ya no es tiempo de encontrar la rosa negra temblando de frío bajo la nieve. Te he perdido como una batalla antigua, en alta mar, y mi brújula, señala inderogable… a la muerte. No te duelas del dolor mío. Que si no te duele, guardo como trofeo, saber que nunca me has querido. Izzeldin Abuelaish, es un hombre, que tiene para contarte una historia, que no es cualquier historia, sino el testimonio de una injusticia atroz y macabra que ocurre en nuestros días. No ocurrió en la edad antigua, ocurre ahora, mientras lees, y se violan los derechos humanos más elementales, en la cárcel a cielo abierto más grande de toda la historia de la humanidad, en la franja de Gaza.- ¿Por qué no sabemos de Él? ¿Por qué no conocemos su historia? porque el aparato de desinformación de los medios de prensa y difusión, funciona muy bien, a favor de los intereses aberrantes del crimen organizado a nivel mundial.- El libro que escribió este hombre, se titula… “No voy a odiar”.- Yo te invito a que lo leas, para que no seas cómplice, por ignorancia, de una de las salvajadas más crueles de la historia de la humanidad.- Leer este libro no es leer un libro. Es dejar de formar parte de los muchos que, por ignorancia, toleran y posibilitan, que las cosas sigan siendo así… inhumanas, crueles, injustas… entre esos seres humanos, en su mayoría niños, encarcelados en Gaza.- No se para que escribir. Lo merecen más las aves que cruzan el cielo. Tampoco lo entienden. Y algún lector atroz, desde una silla distante, nunca sabrá que dije de mi aquello que no me atrevo. No se para que escribir. Impostar una voz distinta en un mundo sordo… dejar que el azar me azore y de otro lado ser yo sin haber sido, nunca, yo mismo. No sabía nada Ni podía nada Ni lograba nada Y sin embargo, escribí este absurdo en la corteza interna de tu lado mejor. Un eclipse es un tango que baila la luna con el sol. Ahora los veo gozar por televisor, hechos uno, en el espacio exterior. Y me pregunto ¿cuándo eclipsarás mi alma, mujer, con tu cuerpo de amor? Ante la urgencia y la importancia del tema, escribo con premura, y desde ya me disculpo por mi falta de un análisis más exhaustivo, que también merece el asunto.-Ocurre que, si no me equivoco, el Vaticano ha dado un giro... según creo, inesperado, novedoso y algo para celebrar.... ¡en contra de la explotación y a favor de los excluídos!Voy al grano: "Justicia y Paz" organismo vaticano, solicita que gradualmente se vaya creando un gobierno mundial para enfrentar los estragos que causa el movimiento de capitales, a los efectos de controlar mejor las finanzas.-Me limito a lo medular, pues la noticia es reciente, pero en principio celebro que una organización poderosa, asuma que "algo" debe hacerse, mundialmente, para preservar un mínimo de decencia y ética en las transacciones a fin de proteger a los más desprotegidos.-Quienes me conocen por mis escritos, saben que soy católico y saben también que soy fuertemente crítico de mi propia iglesia. Detesto el encubrimiento de pedófilos consuetudinarios, pero para mi... en verdad, este nuevo giro en materia política y económica, debe celebrarse. Me llamo a mi mismo y convoco a quienes se interesan por el bienestar de sus hermanos, que estemos atentos al análisis de este tema. Espero no sea una cortina de humo, sino una bocanada de aire fresco. Aire fresco para los no creyentes que buscan la verdad y la justicia, quizás, un soplo del Espíritu... para quienes creemos. La historia dirá. La historia es inexorable. Por el momento, aplaudo el giro, celebro y me alegra que la Iglesia misma se convierta, y se mire el "signo de los tiempos".- Saludos cordiales. Por alguna razón escondida en los pliegues de la sinrazón, sin quererlo, concientemente, al menos, Helena pisó la tumba de alguien, cuando abandonaba el cementerio. Instintivamente, pidió perdón.- Miró en la placa de bronce un nombre, Eleuterio Cruz, fallecido en 1922, decía.- En este estado del relato, para no lesionar la buena fe de nadie, ni ganar por sorpresa o exageración nada, yo, el escritor de este texto, te pregunto a vos, lector del texto: ¿Crees que un hecho como este puede ser casual? Que el pie de Helena se hundiera en la tumba de tierra de Eleuterio… ¿no habrá sido acaso una insospechada venganza, inconciente, sutil y extemporánea..? Aunque parezca mentira, el hecho fue absoluta y totalmente casual. Helena no había vivido ninguna vida anterior y ahora venía a vengarse de Eleuterio. En realidad Helena había nacido cuarenta años después de la muerte de Eleuterio. Nunca se conocieron y la pisada de la tumba fue simplemente “casual”.- Todo esto implica que no escribiré ninguna novela con este hecho, que fue como todos, casi, los hechos… absolutamente trivial, a pesar de su pesada carga simbólica.- Amigos, cuando escriba una novela, será con otro argumento, no con el de Helena pisando la tumba de Eleuterio. Saludos, Salud! Te conmino desnuda de los nueve espejos. Te obligo prisionera del vuelo de los pájaros. Te zumbo todos los silencios del universo. Y cuando expire el momento deseado. Ordeno que mueras. Ordeno que vivas, si quiero. Putos eran los de antes. Gastaban la calle para conseguir un macho, se gastaban todo por un macho, para conseguir placer, o cariño viril. Lentamente, como a todos, la vida los iba gastando, también. Eran objeto de risa fácil, y tonta, en los entretenimientos de la época de la gente que en esa época, no dudaba en sentirse normal. Hay certezas fatales, obviamente, encubridoras. Recuerdo que a mis dieciséis años (16), me persiguió uno mientras caminaba sin destino. Yo quería esconderme en algún café, o en un cine, o quizás en esencia, quería retornar urgente al seno materno. ¿Qué desequilibrado mental me miraba el bulto? ¿Cómo denunciar el hecho en la comisaría más próxima? ¿Qué autoridad del fascismo entonces reinante ( como el de ahora) podía protegerme? pero… ¿protegerme de quién, de él o de mi? El caso no llegó a mayores, quedó en menores, sobre todo, en ciertas pesadillas o sueños que nunca entendí. (¿habrán sido menores esos sueños?) Un año después del episodio, besé por primera vez a una mujer, y me consoló saber que me gustaba el beso, como la quietud después de una tempestad horrenda. Putos eran los de antes. Odiados, temidos, segregados… como quien esconde su peor parte en el peor infierno y no quiere ver las llamas que en otros, arden. Putos eran los de antes, pero indudablemente, aunque ahora se llamen gays, es lo mismo. Hay certezas fatales, obviamente, liberadoras.- No tengas en cuenta, Señor, mi falta de pericia en las letras, y recibe generoso mi intento literario de agradarte. Cada cual se enamora de vos, Jesús, por algunas de tus palabras. A mi me cautivaste por varias: “El que esté libre de pecados, que arroje la primera piedra” “Buscarán la verdad, y la verdad los hará libres” “No ruego sólo por ellos, sino también, por los que a través de ellos, creerán en mí” Quiero hacerte un chiste, una broma, Señor mío, ¡No me demandes por plagio, Señor, no me demandes! Que me faltó la inspiración y nadie dijo todavía en el mundo entero cosas más hermosas y más ciertas, que Vos. Con todo respeto, Señor Jesús, eres el más maravilloso de todos los escritores de todos los tiempos. Maravilloso milagro si se recuerda… que nunca escribiste nada salvo… unos signos que nadie sabe, en la tierra… aquella tarde que iban a lapidar… a una de tus amadas. No se que otro, vive a veces en mi recuerdo la mujer que no fue mía con sus ojos de mar terrible, con su piel de playa única. Yo devoré sus senos cuando el hambre me asaltaba y derribé sus murallas, hice nido en su castillo. Ahora es de otro, que no es el otro mío pero construye un puente invisible y un amanecer cualquiera, amanece conmigo. ¿Qué importa si el sol no es el sol sino una luz distinta que mi imaginación alumbra? debajo de mis pies, una pradera dorada dice que no estoy y nunca estuve tan loco, tan ridículo, tan extrañamente como ahora feliz, feliz. Cuando en las noches nubladasno logro ver las estrellassiento su música bellay me faltan las palabrascomo me falta mi amadaen el centro de mi viday no logro conseguirlani mirando tanto al cieloque no encuentro mi consuelo¡soy animal sin guarida! De dónde viene este dolor antiguo, mezcla de rabia sin causa, decir gritando lo que no aprendí a susurrar. No por gastar mi piel, lo sé, desnudaré mis huesos. Ni el ave que vuela tus sueños, será mío, lo sé. Ahora debiera cambiarle los pañales, al hijo que llamaríamos “nuestro”, y ya ves, apenas intento este poema. ALBA Quieto, como no moviéndose para que la sangre no rebase la boca Quieto, como sintiendo un pájaro herido en la palma de la mano sin cerrar la mano sin abrir los ojos. hay una fe que es absoluta: una fe sin esperanza. HAY PERROS QUE MUEREN DE LA MUERTE DE SU AMO Hay perros que mueren de la muerte de su amo cuerpos que no hacen el amor, hacen el miedo que no se agitan, tiemblan. Y hay hombres en los que muere dios como una gota de lacre sobre el pecho de un torso de mármol, son los que lloran cuando creen estar hablando, o gritan soñando, pero al alba olvidan el grito con que encendieron la noche. Hay hombres en los que gime dios por no encontrar un hombre donde morir de carne, pero no llora como quien lo hace solo, llora como quien llora abrazado a un niño. HACE APENAS DÍAS Hace apenas días murió mi padre, hace apenas tanto. Cayó sin peso, como los párpados al llegar la noche o una hoja cuando el viento no arranca, acuna. Hoy no es como otras lluvias hoy llueve por vez primera sobre el mármol de su tumba. Bajo cada lluvia podría ser yo quien yace, ahora lo sé, ahora que he muerto en otro. ORILLAS Afuera ladra un perro a una sombra, a su eco o a la luna para hacer menos cruel la distancia. Siempre es para huir que cerramos una puerta, es desierto la desnudez que no es promesa la lejanía de estar cerca sin tocarse como bordes de la misma herida. Adentro no cabe adentro, no son mis ojos los que pueden mirarme a los ojos, son siempre los labios de otro los que me anuncian mi nombre. NOCHE ADENTRO Y NO DUERMO A lo lejos, en un atardecer en que el otoño es un lugar en mi pecho, comienzan a encenderse las ventanas, mi nostalgia por estar donde bien sé que al llegar volvería a estar afuera. Duelen los ojos de soñar tan a lo lejos la frente de pensar lo impensable de tanta vida que no he abrazado, tanta deuda de lo que no he nacido. Poco a poco se apagan las luces, es el lindero de una noche y otra noche, la frágil vecindad del miedo y la esperanza. El último día podría ser éste que termina, esta noche en la que aún escribo igual, pero sin una ausencia nueva para seguir esperando. HASTA EL FINAL Vi un perro negro muerto en la calle, aplastado en medio de la acera, manchado, porque nevaba. Vi la vida, allí mismo, y no había más que eso: la coartada del inocente: pagarlo todo. Sentí en la nieve la vida y me vi morir como un animal que se resiste hasta lo último hasta el deseo de ser rematado, hasta el gemido final, el que pide perdón por todo crimen ajeno: el que perdona a dios. UN PEDAZO DE HAMBRE, UN VASO DE AGUA Fiel a lo humano, al tamaño de lo que los brazos mecen, a la fiesta de lo que en las manos cabe, a la callada esperanza que es no apretar los labios. Fiel a un vaso de agua y al pedazo de hambre que otro cuerpo nos trae, fiel sorbo a sorbo, hambre a hambre. Fiel al pudor de apenas una seña, apenas el abismo del otro cuando el silencio calla la piel que nos separa. Fiel al límite de morir hombre, de haber abrazado el vacío que ese mismo abrazo llenaba. LO ABIERTO Cae quieta la lluvia, lo abierto mana. Cae la lluvia, cae sobre la espera, en la caída la lluvia es su camino y el camino su llegada. Hay que osar lo abierto y la caída: el desierto de la sed no la sed del desierto. EN PLENA NOCHE También en plena noche la nieve se derrite blanca y la lluvia cae sin perder su transparencia. Es ella, la noche, la que nos libra de los reflejos, la que nos expande las pupilas. Lo que busca con su bastón el ciego es la luz, no el camino. EL ANUNCIO Raro relámpago del instante, brilla y ciega sobre un plato blanco y vacío. Hay que acoger el fulgor de la ausencia, reflejar el don de lo que no está en cada cosa que creamos. AFUERAS Puerta en medio del campo: lindero y puente entre dos afueras. El borde del salto no es una orilla, es la vida, al borde de cada vida. SED ADENTRO La boca abierta bajo la lluvia y el agua buceando el alma. Sed adentro hasta donde el mar se seca noche, hasta donde la sed amanece playa. PARTIDA A PARTIDA I Sin ropa se nace, se brota desnudo se llega: partida a partida. II No tener adónde ir no es que nadie nos espere, es no tener dónde regresar: la muerte es nacer afuera. BAJO LOS TECHOS Bajo los techos se oyen respirar los sueños en el callar de la noche; en la calle un niño, sin sombra ni rumbo, recorre el vacío de dios, paso a paso desanda su esperanza. INFANCIA Llueve y al árbol le pesan sus hojas, a los rosales sus rosas. Llueve y el jardín huele a infancia, a cercanía de todos los milagros, a ausencia de todas las memorias. INSTANTE Unas hojas, unas pocas hojas sacudidas por el viento. Un temblor en oscuro bosque, un destello de vida, un instante de niño. RESPLANDOR Ya noche, caminando, vi el instante de un relámpago sobre el charco de una calle, cerré los ojos y, blanca e inmensa, y a la vez serena, se encendía un alba. NIEVE AL VIENTO Copos de nieve al viento, caen desde su ahora, caen sobre su aquí. Cuando no hay ayer, cuando hoy es olvido, no hay con qué imaginar mañanas: hay sólo lo que siempre hay, hay este estar naciendo. HABEMUS PAPAM: La Tercera Posición.- En la Iglesia Católica, cuya principal y más importante misión, está el anuncio del Evangelio, se ha proclamado un nuevo Papa, Francisco, y la persona es el Cardenal Jorge Mario Bergoglio, argentino y por lo tanto, latinoamericano. Personalmente soy católico desde la teología de la liberación, es decir, comulgo con la fe de la Iglesia pero de un modo crítico, asumiendo que el cristianismo auténtico, se juega la vida junto a los explotados y marginados y a favor de la liberación de las causas opresivas. Hay una situación de explotación, donde una minoría dominante, somete a las mayorías dominadas. Y que el cristianismo esté junto al pueblo, no significa que se haga cómplice de los dominantes, desconociendo la opresión, sino todo lo contrario, solidario con los oprimidos para derribar el muro de la división, que no es otro, que el esclavismo disimulado de los tiempos actuales.- Ahora bien, expuesto el marco teórico desde el cual intento esta reflexión, quiero referir al nuevo Papa.- Como dato que considero positivo, el Cardenal Bergoglio, ha llevado una vida austera, y en este sentido, ojalá sepa transmitir a la Iglesia Romana, su propio estilo de vida, para que la austeridad personal que lo caracteriza, contagie e impregne un estado de cosas que resulta inadmisible por lo contradictorio: predicar a Cristo pobre, en una Iglesia suntuosa, llena de fanfarrias de lujo y esplendor.- Espero que el nombre “Francisco” de resonancia clara de humildad, sea un presagio, un destino, una misión.- El lujo es insultante, más aún, cuando quienes lo ostentan dicen pertenecer nada menos que a Jesús, el que nació en un pesebre y el que murió en una cruz.- Como dato negativo, y que no se debe disimular, sino todo lo contrario, debiera esclarecerse, es la participación que tuvo el Cardenal Bergoglio en los tiempos de la dictadura militar. Se lo acusa de haberle negado la protección a dos sacerdotes jesuitas que fueron desaparecidos, Orlando Yoria y Francisco Jalics. Al respecto, he leído que Adolfo Pérez Esquivel ha dicho: “Hubo obispos que fueron cómplices, pero Bergoglio no. Él no tuvo vínculos con la dictadura”.- Con sinceridad, yo personalmente no lo sé. Pero creo en el testimonio de una persona que considero honesta y comprometida con los derechos humanos.- ¿ Qué otra cosa puedo hacer si yo no viví esos acontecimientos? Pero sería bueno que el Papa Francisco, en algún momento que crea oportuno, no para sí mismo, sino para el bien de la verdad, se exprese al respecto. Porque el que calla, de algún modo, siempre queda en la sospecha. Si no fue responsable que lo diga y lo explique, porque no sería bueno que lleve la mochila pesada de haber colaborado con un proceso dictatorial y haber entregado a dos de sus sacerdotes.- Y si hubiera tenido responsabilidad, que pida perdón y explique, si los hubo, los atenuantes del caso.- Yo no estoy dispuesto, para nada, ha cometer ninguna de las dos conductas que consideraría gravemente indignas de un cristiano: encubrir un crimen, o … difamar a un inocente. Que se sepa la verdad, como dice Jesús, la verdad nos hace libres.- Como bailarina desnudaen una fiesta de ciegosdanza la verdadsin que nadie la vea.La verdad desnuda su sexose contorsiona y gimeaullidos de lobo en pleno deseo.Pero no la escuchanlos oídos más abiertosy se nos escapa la verdadentre discursos y rezos.La verdad es un niño hambrientoy miles de funcionariosrascando huevos.La verdad es el dolor de mi pueblola agonía de un Diosque ni vive ni muerey los explotadores sonrientesy los explotados sufriendo.La verdad es la verdad y sigue perdiendo. Y ahora me duele la soledad de Dios antes que el mundo existiera. No había piedra, ni la palabra piedra. Ni hombre ni mujer, ni dolor ni alegría. Los ángeles buenos le amaban como debe ser y los malos tampoco. Dios estaba solo, solo, solo y entonces pensó en María. Se enojó con algunas de sus creaturas repugnantes, Adolf Hitler, Stalin o Rafael Videla. Decide continuar. Finalmente se enamora de vos, que estás leyendo ahora este poema absurdo. Pero algo falla… ¿por qué sigues, lectora o lector, todavía triste? Tu calor hondo me cautivócomo aquella morena del caribeque al menear su cinturamasajeaba mi deseo.Horno eléctrico, mi humilde hornoque reemplaza el antiguo barrodonde se consumía la leña.¿Me convidas un poco de tu calorcuando el desamor me hiele el alma?¿Me preparas la mejor de las pizzasla noche imposible en que ella cene conmigo?Vamos, amigo, no me falles.Que no se te corte la luz, y que a miel amor… amigo, el amor, no me corte en pedazos. Sé del secreto divinode las mujeres cuando amany entregan su cuerpo y almaa veces a los cretinosellas buscan su destinoy acaso pierden la calmacuando entregan en la camaal placer de los sentidoslo que no hubieran queridopero dan de buena gana 1)En la penumbrala luz siente la penade quien no alumbra2)Pasan los añosy nadie sabe biencuando pasaron3)No me contentasentirme medio vivoo muerto a medias4)Igual canciónen tu garganta suenacanción distinta Hay instantes en que reconozco mi instinto,y vuelo sobre el tiempo, pesadillas de un demente arropándose en el miedo. Así los viajes son refugios para medir la sangre,o días en que se esparce el hastío flotando en parcelas imperfectasdel alma. Sin embargo percibo los primeros designios:esa mano hechizando al único hombre que miro su espejo,la mesa abandonada por el arrebato de la enajenación del hambre,y el cuerpo destrozado para que la victoria reconozca su propio límite. Cuando lo líquido de mi piel escapa, el pálido inventarioal que acudo en sitios como éste,me enardece,porque suena un humo triste ente los dedos,y fatigosamente lloro como repitiendo frases ajenas, sin destino ni perduración. Con los rastros de mi última sonrisa me concedo la tentación de ser otro. Guillermo Capece Bálsamo infalible y económicoQue cuesta lo que cada quien elijaEntre el polvo de este lugar y el mas cósmicoCuando no tener idea es una idea fija ...Rey de reyes que perdieron su tronoPor ser esclavos de su excesiva conquistaSi yo otra vez me auto coronoProclamo a viva voz que soy artista !..y no por consensos mayoritariosSino por como quien se decreta libreAsí que ya no hay critica que asuste...Pues cuando uno pasa de calvariosGana autoridad para determinar el calibreDel disparo que apunta a que el resto le guste.... Maravilladacon la mirada de un niño de puebloal saborear el misterio del eclipse Dejando dividido el resquebrajado tiempo de las mil esperasal saquear mi boca besada en el desorden Lila, su extraño nombre abreviado en el resplandor de un deseo,maquillada de estrella erranteen el carnaval de las heridascreyéndose mareafingiéndose fuegotornándose magiatornándose verboen el alucinado latir de la esperanza... Si pudieras resumirel eco de tu presenciaentre los destellos de un torrentevaciado en mis lágrimas...si pudieras resumir con tu vozla mudez de los pájarosque se abandonaron al cielo,seguramente arrancaríasel núcleo de mi falso nombrey lo harías viajar por el huracán de la palabra Si tan sólo lanzaras una bengalasobre la herrumbre de mi pechocuando los cristales y la vigiliase retratan de antiguas heridas...si pudieras llegar hasta aquícuando la madrugada arde en mis ojos y me pesa el ayer,seguramente una luz erizaráel desesperado pelaje de las sombrasiluminándolo todo dentro de mí Si pudieras florecermeen la prodigiosa nochecon cerrar tus párpadosy darme el signo de tu frente,seguramente emigraría mi pielhacia los lindes del sueño...... sueño brotado de la nada y la piedraconfundiendo en azar al destinotransformado en vos misma Sueño que si perpetuaras en vosla silueta de las gotaspara ungirte y ser lluviaseguramente la verdad beberácon tu boca en mi boca,su único milagro. Verde Federico:yo hubiera querido estar en el momento de los gritos,o de los silencios heroicos;en el momento de las espadas,cuando caíste en tu agua bajo lluvia,mientras los cerdos, enamorados de las banderas subterráneas,tomaban el sol de mediodía. (La soledad de las últimas habitaciones mortifican la memoria.Hay ventanas abiertas, y quedarán así en el invierno.Es raro,pero caen ahora hojas marchitasy me gustaría jugar con ellas.) Verde Federico:desparramo tus gitanos en la mesa,donde con Miguel y Manolo tomamos la sopa de la noche.Tu vestido queda ajado por los toros de la vida,y ni siquiera Nueva York te salva, Federico,porque estás próximo a morir,a caer bajo las balas levantadas a velocidad de la muerte,quizá por el mismo gitano moreno que en tu verso montaba a caballoy era el jinete más audaz de toda Andalucía. Duermescon una palabra entre los labios,con un ramo de hielo en cada mano,bajo las calles empedradas de "pájaros" nocturnos.Al fondo de la tumba llevas,una porción de magia, de manzanas de fiebre,de sábanas de lino. El viento te saluda,las tierras de Granada borran tu contorno,tu sonrisa mira los espejos de la vida.Y se refleja. Guillermo Capece Para un aprendiz de escritor, para un balbuceador profesional de poquedades, para un emisario de la nada que busca el oído de ninguno... susurrar un escrito cualquiera es un acto estúpido de magia mayor.-A ello me avoco brevemente, en esta segunda parte, que si la primera salió como el culo, no puede ser menos.-Lego a todo aquel que me lea, la alta erudición que nunca tuve, la perfecta forma escrita que jamás logré, y la alegría que ahora me embarga.-No esperes a mañana para escupir mi tumba. Estoy tácito como sujeto de este escrito aberrante. Tus insultos, tu admirable desprecio, los necesito, para saber que al menos, en la reprobación, estoy escribiendo. Hay algo, solamente una cosa importante, que me gustaría decir, y no se hacerlo bien, aunque lo intento. Bástame decirte por ahora, una cosa: es un lugar común de nuestros días, afirmar que Dios no existe. Te puedo asegurar que tengo la constancia plena de su existencia y por eso escribo. Doy testimonio que una vez miré que caía una estrella, corrí a la Biblia y leí... "Yo veía a Satanás caer como una estrella, antes que el mundo existiera"... Jesús, el Cristo.-Desde entonces... no supe que hacer, no supe otra cosa que hacer para lograr transmitir la experiencia... con palabras. Y ya lo ven, apenas si puedo balbucear este escrito torpe. Pero es verdad, y me consuelo saber que no miento. Alguien que me salve.Que me quite la angustia de no poseerme.Que me enseñe que los muros pesan más que las pobres palomasque vuelan en su alto.Quiero que mi soledad me conteste por vez primerapara quién estoy.Yo, que fui el francotirador inasiblesoy ahora el eco lejano de lo que fui.Me inundan las máscaras, el olor de los moribundos,el terror de encontrarme con ellos bebiendode la misma copa ácida su vino.Si vinieron a matarme, que me maten ya.Pero que no me hagan tragar el humo vacíoque siempre llevan en su rostro.Los odio porque una vez los amé.Teñidos de mariposas venían a tracionarme.Usurpaban cada hueco de mi corazón.No sé si quiero que alguien me salve.Los músicos con sus cántigas dirán el resto. Yo soy el que espera. Guillermo Capece Soy el camino de mí mismo y la desolación que se abraza a su senda,y tiembla, y borra las huellas para que no me persigan. Estoy vacío de esos animales etruscos que me regaló la partidade unos ojos girando al viento. No puedo confiar en los sueños porque alguien les pone un asesino dentro. Me acuno cuando no me veo pues la vergüenza tiene el ropaje largode los locos. Hoy es domingo, y he estado todo el día ausente. Guillermo Capece IYa oscureció la tierra.Difícil es tener tu boca apretada.Tu estatura cerca de mi rostro.Sí, yo se. Es difícil.Se le caen a uno las montañas.Los lagos se hacen charcos diminutos.Todo es difícil.Compartir la sonrisa con vos.O este barco que nos quitan.¡A partir! ¡A partir!¿Pero cómo?Si nuestras plantas penetran en recodos de clausura.Alguien saldrá a gritarnos nuevamente.Debemos tener cuidado. Salvarnos. Pero ahora fumemos en silencio. IIEn qué quedó esa idea transparente,ese cuerpo sobre el que juramos tantas cosas sencillas.Una ilimitada ausencia marcó las señasde tus grandes ojos.Quedarse solo y recordar al otro díalas sombras de los pumas,las desoladas bestias persiguiéndose,hundiéndose conmigo como una gran casa de celos,sumergiéndose,perdiéndose conmigo.Arriba de los cielos, más arriba,la mitad de tu cuerpo fulguraba.Quienes somos, sino aquello que fuimos,sino el pasado de iguales invasiones,de iguales lejanías. Guillermo Capece Querido hijo: Te pongo estas líneas para que sepas que te escribo. Así que si recibes esta carta es porque te llegó, si no, avísame y te la mando de nuevo. Te escribo despacio porque sé que no puedes leer deprisa. El otro día tu padre leyó que según las encuestas que la mayoría de los accidentes ocurren a un kilómetro de casa, así que nos hemos mudado más lejos. La casa es preciosa; tiene una lavadora que no estoy segura si funciona o no. Ayer metí ropa, tiré de la cadena y no he vuelto a ver la ropa desde entonces, pero bueno... El tiempo aquí no es tan malo; la semana pasada sólo llovió 2 veces. La primera vez durante 3 días y la segunda durante 4. Con respecto a la chaqueta que querías, tu tío Pepe dijo que si la mandábamos con los botones puestos pesaría demasiado y el envío sería muy caro, así que le quitamos los botones y los pusimos en el bolsillo. Al fin enterramos a tu abuelo; encontramos su cuerpo con lo de la mudanza. Estaba en el armario desde el día en que nos ganó jugando al escondite. Te cuento que el otro día hubo una explosión por el gas de la cocina y tu padre y yo salimos disparados por el aire cayendo fuera de la casa; ¡qué emoción!, Era la primera vez que tu padre y yo salíamos juntos en muchos años. El médico vino a la casa para ver si estabamos bien y me puso un tubito de vidrio en la boca. Me dijo que no la abriera por 10 minutos y tu padre ofreció comprarle el tubito. Hablando de tu padre, ¡qué orgullo!, te cuento que tiene nuevo trabajo y es superior a 500 personas, ya que está sobre ellos. Lo contrataron de cortacésped en el cementerio. Tu hermana Julia, la que se casó con su marido, por fin dio a luz, pero como todavía no sé de qué sexo es, no te sé decir si eres tío o tía. Si el bebe es una niña, tu hermana va a nombrarla como yo. Se nos va a hacer muy raro llamar a su hija "Mamá". Tu padre le preguntó a tu hermana Pilar que si estaba embarazada, ella le dijo que sí, de 5 meses ya; pero ahí tu padre le preguntó que si ella estaba segura que era de ella. Dijo que sí. Moza de hierro tu hermana Pilar, qué orgullo, de tal palo tal astilla. Por cierto, que tu primo Paco se casó y resulta que le reza todas las noches a la esposa, porque es virgen. A quien nunca hemos visto más por acá es al tío Venancio, el que murió el año pasado. Tu perro Puky nos tiene preocupados, se empeña en perseguir a los coches que están parados. Aunque peor es lo de tu hermano Juancho. Cerró el coche y dejó las llaves adentro. Tuvo que ir hasta la casa por el duplicado para poder sacarnos a todos del coche. Bueno hijo, no te pongo mi dirección en la carta, porque no la sé. Resulta que la última familia de gallegos que vivió por aquí se llevó los números para no tener que cambiar de domicilio. Si ves a Doña Remedios, dale saludos de mi parte; y si no la ves, mejor no le digas nada. Tu madre que te quiere. Josefa. P.D. Te iba a mandar 100 euros, pero resulta que ya cerré el sobre. ¿Y ahora que hago con esta soledad?¡Herrumbrarme!¿Gastarme a muerte en versos que no riman?Rimarme con las sombras del silencioPara que los demonios del tormento¡me sonrían!¿y cómo se vive en esta eternidad?¡un minutoQue se burla cual si fuese una centuria!Azules fracturados se destiñen,Diamantes que en mis manos de derriten¡por mi culpa!¿Do yace lo feliz, lo que antes era?¡AgonizaTras la pérgola falsaria de la duda!Y camina en la arena y se quema,Y camina en el desierto a la espera¡de la lluvia!¿Qué importa el mañana y su promesa?¡nada importa!La fuerte necedad de esta locuraNo acepta la soberbia de las rosas,Ya es mía la cadencia de estas horas¡también tuya!Danzaran las ganas que no duermen¡ni de noche!Con el humo del pucho que desgarro,llegarás, moraras aquí en mi pechoPorque yo así lo exijo, así lo quiero¡porque te amo!CEMENTO.-PROTEGIDOS DERECHOS DE AUTORCódigo: 1004266112209 Julia no sabía decidirse entre la terrina de quesos o el crepe relleno. Eso de entrada, pero como primer plato no estaba segura de pedir la trucha en dos salsas o el lomo con duxelle de champiniones. Después de todo, lo que más le interesaba en ese saloncito paquete, era jugar un poco y ver los colores de los platos servidos por mozos lánguidos, en uno de los cuales le pareció ver al muchacho de La Cantábrica en ese sueño que no había olvidado.-No será la primera vez que me asome a un espejo y vea las huellas de mi rostro- ironizó para sí mirándose al espejo donde también se reflejaba la figura de Sergio.Él la había invitado a almorzar para decirle ¿qué?. Si el barco se hundía -se dijo- ¿él querrá salvarlo? ¿Por qué no levantarme y dejarlo solo? ¿Para qué acepté la invitación?Sergio estaba distraído. Ella se apuró a pedir y el mozo anotó con diligencia pero con cierta rigidez. Esto la divirtió. Luego el muchacho anotó lo que Sergio le dictaba.-Me llamo Fabio- dijo el mozo- estoy a sus órdenes; que tengan un agradable almuerzo.Y, mientras el mozo se iba, ella volvió a jugar otra vez con el espejo en la pared: los ojos tristes de Julia; los labios quietos de Julia como si recién terminaran de crecer."Aquí pronto se instalará una mueca y no lo podré evitar", pensó. En el espejo se miraba las manos y el busto, pequeño pero todavía erguido."Pronto esto se terminará. Seré vieja," se dijo.Y añadió para sus adentro:"Estos juegos comienzan divertidos y terminan crueles." "¿Por qué tener esta visión partida de la vida?"Porque ella también amaba el sol que entraba, y los colores de la comida que ahora le servían, y estaba segura de que también podía amar al muchacho de chaleco negro, algo desgarbado pero de manos finas, que a cada momento quería ser cortés.Lo miró sin disimulo y él se dejó observar. Luego volvió a mirar en el espejo y lo vió reflejado sirviéndole el vino.Mientras le ofrecía el primer plato le pareció que las manos del muchacho danzaban sobre la mesa.-Me entristece el campo a la hora del crepúsculo- dijo ella antes de que Sergio le preguntara por qué lo decía.-Cuando era chica me daba miedo ir al circo- dijo sin oírlo - un caballo se volvió rabioso, ¿sabés?,y saltó de la pista a los palcos.-El caballo se volvió rabioso o loco -repitió- ¿nunca supiste de un animal loco?Él le tomó la mano e hizo un esfuerzo para escucharla pues en realidad estaba pensando que todas las mujeres tenían algo de estúpidas.Ella se levantó para ir al baño con la idea del caballo rabioso y en Sergio, tan lejano.Pasó por la pequeña salita vacía dispuesta para que los clientes jugaran al billar que le pareció de un amarillo intenso, y vió al mozo, apurado, pero atenta a ella. Julia sabía que auque él no lamirara decididamente, había despertado su interés.Cuando salió del baño lo vió otra vez, y un ardor le subió al pecho."Dios mío" -pensó- "no poder amarlo ahora sería un castigo."Al pasar por la salita de billares entró. Se ocultó en el momento que el muchacho pasaba nuevamente. Esta vez la miró. Ella lo llamó y le pidió café. Cuando regresó con el pedido la vió recostada contra la pared, y no pareció asombrarse. Estaba acostumbrado a las trangresiones de algunas clientas, y por eso fue que no le acercó el café sino que lo dejó sobre la mesa de billar y cerró el cortinado. Se quedó frente a ella. Julia vio que el cuerpo de él se recortaba frente a la luz, y lo abrazó humedeciéndole la cara con los labios. Las manos del muchacho resbalaron sobre el vestido de ella, y lo subió de a poco, mientras la llevaba hacia la mesa de billar. Comenzaron casi en silencio, con pequeños quejidos de ella, y el silencio de él.Pronto Julia sintió la sensación dentro del pecho que el caballo loco del circo repetía la escena del asalto hacia el público. Creyó que su corazón galopaba hacia la libertad.Más tarde,mientras arreglaba su maquillaje, se sintió poderosamente libre. Rápidamente busco dólares en su bolso y los dejó debajo de la tacita de café. Fabio que la observaba, rechazó el gesto.Tuvieron un breve dialogo:-Soy de Mendoza, tengo viñales, no necesito dinero- dijo el hombre ya fuera de su máscara de mozo.-¿Y por qué trabajás de mozo? -preguntó al instante Julia.-Soy el dueño del restorán, y a veces me entretengo en atender las mesas sólo para conocer mujeres como vos.Julia no supo si eso era un halago, y no respondió.-Tengo una cadena de restoranes en sociedad en Mendoza, y otro en Puerto Madero- dijo el muchacho algo desgarbado pero con cierto orgullo.-No sé qué pensarás de mí- susurró Julia.-Cuando uno hace estas cosas no piensa nada más que en el placer instantáneo -respondió seguro.Y se fue dejándole una sonrisa.Sin embargo ella sintió que esa rápida aventura no era ni mas ni menos que una mariposa detenida en mitad de su corazón, pero dispuesta a volar en cualquier momento, por ejemplo en cuanto Sergio la mirase y le indicara la comida.-Se enfrió el lomo.Ella balbuceó una disculpa dispuesta a no dejar volar esa mariposa. Iba a pasar la lengua por el interior de la copa de vino por segunda vez, cuando la orden de él la detuvo:-No hagas eso.-Eso es lo que me interesa hacer en este momento. Lo quiero hacer.-A veces parecés una chiquilina caprichosa. Mejor comete el lomo. Es un plato muy caro -y Sergio enlazó los ojos de ella con una dura mirada.-No lo quiero, está frío- protestó ella mientras apoyaba su lengua en el cristal de la copa.-Comete el lomo -repitió él. Con un soneto vengo a enamorartecon este cuarteto abro y me dirijo,ojalá que no salga tan prolijo,que digno de ti, logre encantarte. En este cuarteto el alma se me parte,no obstante yo sigo y no transijo,te lo juro ante un sacro crucifijo,que a Petrarca le robaré su arte. En el primer terceto me acomodopara decir que ya no habrá ni modo,porque olvidarte, vida, yo no puedo. Y en este terceto digo, aunque duela,pues tu desdén me da dolor de muela y transido de amor, asi me quedo. Te vi corriendo en el trivial caminoquebrado el corazón de horror y miedo, te vi los párpados cansados, tristes…y a tu dolor escribiendo.Lluvia derramóse en tu piel de polvo cual ósculo de agua en el desierto,una lágrima miraba entre las gotas…y tus párpados cayeron.Tu alma sufre las caricias muertasde aquellos que no están ya en tu sendero,gime un zorzal en tu voz dormida…gime por ellos.La estepa que morabas, agoníade ave remontando el turbio cielo,caló en la gris arena de tu alma…llantos, espectros.Impío ardor que ulcera el alma gotas de vida en la arteria del tormento,alejóse la huella de tu infancia hermosay de tus sueños.Aurora de la vida en la dulce primaveramarchóse hacia el crepúsculo imperfecto, Colgada la ilusión al sol poniente de tu invierno.Y semblantes que fumígenas deambulan,¡cuál estrofas en papiros sempiternos!remojábanse en las lágrimas copiosasde tus recuerdos. Bordeando el precipicio de las penas,líado en la garganta todo anhelo, soledades, añoranzas y suspiros…por quienes se fueron.Trocóse en mi la infausta intemperie, con sales de tu mengua en el siniestro,tu vista atormentada impenetrable…a mis silencios.Besos estallantes, por tu faz de diosa,de mi oráculo infernal se desprendieron,¡coro bruno y arisco que reclama!tus oídos sedientos.Garfios rojos en la mar se mezclan,azules que reencarnan púrpuras y negros,el sepia ha fenecido ante tu mármol…como yo lo ordeno.¿cuántas veces el grito del osario,reclama tu pasión con tono austero?¡mas yo robe tu pose del olimpopara mi imperio!Pues yo acaté la orden de la mística,y en tu regia luz ardí al son violento,en la flama, que echa luz y no se apaga,de tus plectros.Serena brisa danzando en las praderasbálsamo que alivia las heridas del guerrero¡la calma sosegada y mi refugio!tras el viento.Venerable efigie en el santuario mío,silueta de esta fe que hoy profesodestellando tus azules refulgentes entre el incienso.Menguando la quimera y el destinoel signo de la suerte hemos impuesto,¡la hormona exasperada también canta! en mi deseo.Tertulia montaraz entre las pielesque unidas revelaron los misterios,¡coito y desayuno en la montaña!¡amor malevo!.CEMENTO.-Protegidos derechos de autor.Código: 1002185547676 En la rama erizada y prudentearrastrando su honor busca amparoy entreteje un capullo mierderoa donde esconder su pudor de gusano;pero al beso, rigor de la púaque la espina le clava en los labiosse derrama en los suelos, cual lágrima,y sirve tan solo de abono a los pastos.Sacrificio mordaz que le impidesacudirse la culpa en las manos,porque dobla rodillas, rompe alascuando siente el tonelaje del pasado;no se tapan los huecos del almacon la imbécil sanción de un contrato:allí suelen pudrirse ya infectoslos cadáveres de sueños muy soñados.La vergüenza apostada en sus sienesle conmueve el talante de pánico,mas si vibra el deseo escondido¡le arrancar gemidos, deseos mojados!Pero cae, fenece, despiertaen la ruin soledad de su páramoy no puede secarse las lágrimasyaciendo a la sombra brutal de sus pánicos.Alla va, como un beso perdidoaleteando con rumbo extraviado,del sopor de algún muro invisibleal bello dolor de algún muro bastardo;del tenaz e impiadoso supliciode la marcha fugaz de los años,de las ganas, del semen y el flujoal rigor de tener que cumplir lo pactado.De la obtusa caricia en la frente,que bordada de lineas y encantosaun protege el cosmos sublimedo estallan mil versos por cada calvario,¡de esa simple caricia apagadadonde no hay humedades mojando al procaz sentimiento pechandopor ver como bailan querubes y diablos!Del romántico sitio perdidodonde no hay ni mentiras ni engaños,al blasón de lo obvio y lo lícitodo solo se ensueña hasta el canto del gallo,de la mísera etapa marcadapor las leyes del mundo tiránicoa los vuelos azules y libresque buscan descanso en un pecho, abrazados.De la tumba llamada esperanza,esa forma sutil de maltrato,a la horrenda certeza del tiempoque trae la muerte entre risa y sarcasmo,¿donde vas a dejar que los huesosse transformen en piedra y en barro?:¿mariposas que viven de sueñoso gusanos que realizan lo soñado? CEMENTO.- -Buenos días, papá- y era la tercera vez que lo repetía-; buenos días, papá-volvía a decir.Entonces saltaba de su cama, recorría el flaco pasillo, y se internaba en el baño.La ducha, el agua fría, no le daba la grata euforia que necesitaba. Entonces trataba de secarse con la amplia tohalla, y se envolvia en ella imaginando que era el maharajá de Kapurtala, y mientras orinaba en el bidet, pensaba en cómo pasar ese día,vigésimo de diciembre.Ese diciembre que le calcinaba los huesos, porque se presentaba caluroso y húmedo como ninguno, y ya podía ver que lo había jodido bastante al pelarle la espalda el sábado anterior,en la pileta de Ricardo.Volvió a tener ganas de orinar, pero eran ganas nada más, porque al enfrentarse con el bidet,un chorrito indeciso se asomó por su pijita. Se la metió dentro del calzoncillo, se miró al espejo, se hizo alguna íntima pregunta que no contestó, y salió para atravesar otra vez el pasillo.-Buenos días, papá- dijo esta vez con voz más firme. Y siguió hasta la cocina:el mate,el café,el té, el vino. EL VINO. El vino era lo que conformaba su paladar aquella mañana de diciembre. Y mientras saboreaba su aspereza, se le ocurrió pensar en el viejo, en la navidad que ya llegaba,en lo llagado de su espalda, en Leticia, (en la costosa Leticia) que todavía se negaba a todo, y por último en él. Aquí se sirvió otro vaso de vino. ¿Quién era él?Sí.Le gustaba vestir bien.Andar por el centro mostrando exactamente lo que se debe, y lo que no se debe dejarlo para Leticia (cuando se decidiera), o para Ricardo, siempre que mediara un golpe de teléfono. Y mientras tanto, ¿qué?. Ir al bowling, caminar hasta el puerto, o tomar sol en Saint Tropez,y soñar con ese viaje a Río en Carnavales que le había prometido Ricardo.Después... su vida estaba ocupada con tantos sueños...; quería navegar, irse, tal vez a Europa. Pero no por el hecho de conocer Europa. París, Roma,Milán, eran sin duda lindos lugares. Pero no era eso loque realmente importaba. El hecho substancial era viajar en barco; sí, en barco..., a semejanza de esos barcos que mamá le hacía a los ocho años, doblando con ternura la hoja de diario y dejándolo reposar en la bañera. Creía que el fondo del mar era blanco, y que las fuerzas de las olas tenían, exactamente, el ritmo que le fijaban sus pequeñas manos.Pero ahora había pasado tanto tiempo... -Buenos días, papá- dijo esta vez con bronca, mientras servía hasta el borde otro vaso de vino. -Buenos días, papá- gritó mientras pensaba decir cálidamente -queriendo deshacerse de ese raro remolino de angustia- buenos días, mamá... cómo estás hoy?, buena y linda como siempre, mamá; mi mamá. Aquí traje el papel para los barcos. Pero la memoria de las tardes encerradas en el baño, viendo viajar ilustres barcos a los que mamá bautizaba con extraños nombres, no conseguía atenuar la tristeza grande que sentía,ni su gastada melancolía actual. Él era un hombre simple, gozador delas cosas sencillas, amante de la naturaleza, leal para los amigos...; pero había cosas en lo íntimo de su vida que no entendía.No estaba claro para él por qué al pasar por la habitación del viejo debía saludarlo, siendo que siempre dormía, o, en el mejor de los casos, leía el diario, y no le contestaba. Jamás le contestaba, y había llegado a pensar que el viejo estaba sordo. Pero no. Algo golpeaba en su cabeza, y en el sentido literal de la palabra. Algo se doblaba y rompía cuando saludaba al viejo. No era importante que no lo oyera, o que lo oyera y no le contestara. Entonces,¿qué era lo que en rigor lo perturbaba? Aquella mañana lo había descubierto. Lo había descubierto en la cocina, mientras llenaba otra vez el vaso de vino. El lugar vacío al lado de la cama que ocupaba el viejo era la clave: el lugar que ocupaba mamá en vida. -Buenos días, papá- dijo esta vez entre sollozos.-Buenos días, hijo- dijo el padre apareciendo en el marco de la puerta.Y él se entregó a sus brazos y lo abrazaba, lo abrazaba, mientras pensaba en viajes lejanos y múltiples, en viajes claros y magníficos.-Buenos días,papá- y lo miró a los ojos llorando plenamente. -Buenos días, hijo- dijo el viejo casi con miedo, sin entender, -buenos días, hijo. Si el corazón se secacomo fruto abandonado en tiierra,si los sentimientos se hacen piedra,si todo es desierto y arena yertaen los espacios vacíos del alma...¿en qué quedará tu vida? El dolor no es suficiente excusapara dejar los campos sin siembra. Es preciso alimentar la luz de la lámpara vertiendo en ella el aceite que la sostenga.La lámpara del corazón necesita el aceite de la esperanza,el aliento de la ilusiónpara que arda su llamaen medio de las tinieblas amargas. E.G.M.
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Eduardo Fabio Asis
María Ester Rinaldi
Te dejo un cálido abrazo.