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Me pareció que te amabacuando intentábamos en vanodefinir el aroma exacto de los jazminescambiar el mundo de veraso crear el poema perfecto.Me pareció que te amabay ya ves que las cosas pasan.Los jazmines han florecido sin nombre.El mundo sigue siendo injusto y cruel.Y este poema... nunca jamás lo recordará nadie.Ya ves que las cosas pasany sin embargo, ya ves ciega mía, te amo. Ya la piel de la locura oprime el suelo mudo. Y debajo de tus plantas tibias, sucias y únicas sueño un nuevo mundo. Descubrir una huella tuya rejuvenece el planeta tierra. O cambian mis ojos mirar de nuevo el suelo. Ni lo se, ni me importa tanto, saber que nunca podré dejar de adorar, la planta de tus pies. No te canses de gastar tus manoscon las piedras que nunca arrojarás.No te canses del perdón, que la vida es cortay es larga la eternidad y quizás exista.No te canses de entregar rosas y jazminespor cada vez que te hayan odiado mucho.Es tan hermoso perdonar, y es imposibletotalmente imposible vivir enojado.De tu jardín interior, extrae las mejores floresy bríndalas a tus peores adversarios.También ellos, son humanos. Atravesó el aroma de los jazminesy arañó el vidrio de mi ventana.Yo estaba del otro ladovarios siglos hacía que le esperaba.No quiso decir una sola palabraconozco esa timidez que las tumbas heridas callan.Me importa muy poco ser un mal poetaMe importa menos que me manden al neuropsiquiátrico.Esa alma bendita, desde algún rincón remoto,todavía hoy, como yo a ella, me sigue amando. Algo que nunca supehizo que me derrametodo entero, todo vivoen una lágrima dura lloré como los últimos pájarosbuscan los nidos en la tarde llorécomo quien mirasesu mismo cuerpo muertoresucitando llorécomo amaneciendo para siemprea la alegría ¿qué importa si desde el lado oscuroseguía existiendo, todavía el mundo? Cuando tus labios aprieten el cristalseré yo quien te emborrache el almahasta que te duelan los dientes.Mujer imposible, hija de gato ferozy de bruja asesina...toma de mi copavacía de mundo, llena de miy en un minutoatraviesa conmigo la eternidad. Por esas andanzas del silencio alguna vez su nombre conquistó mi voz débil. Y musité cada letra inaugurando en el vacío la palabra que lo habita. Pronuncié Dios, casi al azar, y mi garganta abrió en el muro una ventana. HASTA EL FINAL Vi un perro negro muerto en la calle, aplastado en medio de la acera, manchado, porque nevaba. Vi la vida, allí mismo, y no había más que eso: la coartada del inocente: pagarlo todo. Sentí en la nieve la vida y me vi morir como un animal que se resiste hasta lo último hasta el deseo de ser rematado, hasta el gemido final, el que pide perdón por todo crimen ajeno: el que perdona a dios. Quiero una mujer de pie incendiando un río. Quiero una mujer caminando sobre el fuego mío. Quiero una mujer distinta a los laberintos. Quiero una mujer que me mate mientras esté vivo. No tatúo burbujas de jabón para que se pierdan en el cielo en un instante. Escribo poemas livianos para conmover a la niña que en las orillas habita. Es la niña de tus ojos, que me leen, con lupa genial mi arrebato genital. ( y nunca rozo siquiera tu mejilla) Es la convicción mía que escribo creyendo que escribo con mis ojos en el telescopio. (y nunca descubro cráteres en la luna) Ya me perdí. No sé que cosa debía decir. No sé que cosa, era el poema que quería y no salió. No sé que cosa, en el universo… se desvaneció. He cultivado la primavera en una flor difícil. Soy el exiliado de algún sueño antiguo. El que en vano buscó tu deseo. No me arrepiento. De morir un poco en cada poema. No. No me cierra. Que mi alegría siga cerrada mientras se abren las flores en primavera. No puedo sostener que soy quien soy ave fugaz discapacitada para el vuelo. No. No me cierra. Que no haya lugar en el cosmos donde esconder mi angustia. Tampoco entiendo por qué escribo los versos más hermosos para que nadie los lea. No. No me cierra. ¿en qué tumba fría, reencontraré el fuego? no lo sé… pero no me cierra que sólo espero la muerte para levantar cabeza. Soy agua de un río antiguo y mi destino es crear el mar. Soy fuego de palabras nuevas que quieren incendiar el mundo. Soy aire donde flamean mis amigos caídos en el combate. Soy la tierra sometida y muda que por mi boca puede hablar. El poeta, ese soy, el que sirve para nada, y en la otra orilla… conquista la verdad. Un gato negro caza ratas coge gatas corre por la cornisa de un cementerio se acurruca sobre la tumba de su antiguo amo lame la foto: ¿la besa? Nadie conoce la psicología de los animales. De los poetas, tampoco. en noche muda ensayo la palabra para alumbrarte ningún secreto tiene la luna blanca sobre tu piel encuentro tu alma blandiendo poesía sobre mi cuerpo. Las miradas me pueden, como camelias locas desprendidas del árbol del fuego. La mirada es una trampa al infinito, una burla a la eternidad arrancarle a la brújula su norte y comer el acero como un helado de frambuesa. La mirada me dice que estoy, yo que nunca fui. Y estaré solo pero me queda el gato con su sensación de abismo. Esos ojos me miran donde yo no se. Acaso porque no me vieron nunca la mirada confirma que soy. Elogio la mirada en el mundo ciego. Te amo a vos. Me ves? Será un brev,algunas horas sin poesí escrit mucho preguntar al mar, habrá respues?no ta. Quizá volver. No sé. Ta después. Chau. Un árbol ha muerto, antes de nacer en un bosque sin dueños, alguna primavera negra. Deseo a su sombra, encontrar mi esencia solar, y amanecer poesía en el mundo que no es. De su leña antigua, un fuego nuevo quemar mi dolor, y en el humo blanco, escribir el poema. Quizás porque se acerca, imperturbable y atroz, el último tiempo de mi vida. Me huelen a flores nuevas, antiguas primaveras de mi infancia. La cama de bronce de mis abuelos maternos, que era la única reliquia que tenían, con su colchón de algodón, haciendo un monte en el medio de la cama. Entonces se decía, que si eso ocurre, es porque los amantes ya no se trenzan en el medio y cada uno, duerme por su lado. Nunca lo supe. Jamás confirmé la versión. Pero algo era cierto. A veces mis abuelos, me dejaban dormir en medio de ellos, y yo dormía más alto y ellos se veían bajos. Yo tendría unos tres o cuatro años, todavía no existía… para mi, la escuela, y sin embargo… mis abuelos, ellos, eran ya mi maestros. Sepan disculparme, que cuente estas naderías, que a nadie importan pero para mi … significan tanto ALBA Quieto, como no moviéndose para que la sangre no rebase la boca Quieto, como sintiendo un pájaro herido en la palma de la mano sin cerrar la mano sin abrir los ojos. hay una fe que es absoluta: una fe sin esperanza. HAY PERROS QUE MUEREN DE LA MUERTE DE SU AMO Hay perros que mueren de la muerte de su amo cuerpos que no hacen el amor, hacen el miedo que no se agitan, tiemblan. Y hay hombres en los que muere dios como una gota de lacre sobre el pecho de un torso de mármol, son los que lloran cuando creen estar hablando, o gritan soñando, pero al alba olvidan el grito con que encendieron la noche. Hay hombres en los que gime dios por no encontrar un hombre donde morir de carne, pero no llora como quien lo hace solo, llora como quien llora abrazado a un niño. HACE APENAS DÍAS Hace apenas días murió mi padre, hace apenas tanto. Cayó sin peso, como los párpados al llegar la noche o una hoja cuando el viento no arranca, acuna. Hoy no es como otras lluvias hoy llueve por vez primera sobre el mármol de su tumba. Bajo cada lluvia podría ser yo quien yace, ahora lo sé, ahora que he muerto en otro. ORILLAS Afuera ladra un perro a una sombra, a su eco o a la luna para hacer menos cruel la distancia. Siempre es para huir que cerramos una puerta, es desierto la desnudez que no es promesa la lejanía de estar cerca sin tocarse como bordes de la misma herida. Adentro no cabe adentro, no son mis ojos los que pueden mirarme a los ojos, son siempre los labios de otro los que me anuncian mi nombre. NOCHE ADENTRO Y NO DUERMO A lo lejos, en un atardecer en que el otoño es un lugar en mi pecho, comienzan a encenderse las ventanas, mi nostalgia por estar donde bien sé que al llegar volvería a estar afuera. Duelen los ojos de soñar tan a lo lejos la frente de pensar lo impensable de tanta vida que no he abrazado, tanta deuda de lo que no he nacido. Poco a poco se apagan las luces, es el lindero de una noche y otra noche, la frágil vecindad del miedo y la esperanza. El último día podría ser éste que termina, esta noche en la que aún escribo igual, pero sin una ausencia nueva para seguir esperando. HASTA EL FINAL Vi un perro negro muerto en la calle, aplastado en medio de la acera, manchado, porque nevaba. Vi la vida, allí mismo, y no había más que eso: la coartada del inocente: pagarlo todo. Sentí en la nieve la vida y me vi morir como un animal que se resiste hasta lo último hasta el deseo de ser rematado, hasta el gemido final, el que pide perdón por todo crimen ajeno: el que perdona a dios. UN PEDAZO DE HAMBRE, UN VASO DE AGUA Fiel a lo humano, al tamaño de lo que los brazos mecen, a la fiesta de lo que en las manos cabe, a la callada esperanza que es no apretar los labios. Fiel a un vaso de agua y al pedazo de hambre que otro cuerpo nos trae, fiel sorbo a sorbo, hambre a hambre. Fiel al pudor de apenas una seña, apenas el abismo del otro cuando el silencio calla la piel que nos separa. Fiel al límite de morir hombre, de haber abrazado el vacío que ese mismo abrazo llenaba. LO ABIERTO Cae quieta la lluvia, lo abierto mana. Cae la lluvia, cae sobre la espera, en la caída la lluvia es su camino y el camino su llegada. Hay que osar lo abierto y la caída: el desierto de la sed no la sed del desierto. EN PLENA NOCHE También en plena noche la nieve se derrite blanca y la lluvia cae sin perder su transparencia. Es ella, la noche, la que nos libra de los reflejos, la que nos expande las pupilas. Lo que busca con su bastón el ciego es la luz, no el camino. EL ANUNCIO Raro relámpago del instante, brilla y ciega sobre un plato blanco y vacío. Hay que acoger el fulgor de la ausencia, reflejar el don de lo que no está en cada cosa que creamos. AFUERAS Puerta en medio del campo: lindero y puente entre dos afueras. El borde del salto no es una orilla, es la vida, al borde de cada vida. SED ADENTRO La boca abierta bajo la lluvia y el agua buceando el alma. Sed adentro hasta donde el mar se seca noche, hasta donde la sed amanece playa. PARTIDA A PARTIDA I Sin ropa se nace, se brota desnudo se llega: partida a partida. II No tener adónde ir no es que nadie nos espere, es no tener dónde regresar: la muerte es nacer afuera. BAJO LOS TECHOS Bajo los techos se oyen respirar los sueños en el callar de la noche; en la calle un niño, sin sombra ni rumbo, recorre el vacío de dios, paso a paso desanda su esperanza. INFANCIA Llueve y al árbol le pesan sus hojas, a los rosales sus rosas. Llueve y el jardín huele a infancia, a cercanía de todos los milagros, a ausencia de todas las memorias. INSTANTE Unas hojas, unas pocas hojas sacudidas por el viento. Un temblor en oscuro bosque, un destello de vida, un instante de niño. RESPLANDOR Ya noche, caminando, vi el instante de un relámpago sobre el charco de una calle, cerré los ojos y, blanca e inmensa, y a la vez serena, se encendía un alba. NIEVE AL VIENTO Copos de nieve al viento, caen desde su ahora, caen sobre su aquí. Cuando no hay ayer, cuando hoy es olvido, no hay con qué imaginar mañanas: hay sólo lo que siempre hay, hay este estar naciendo. Quiero que mi poesíatenga magia y tenga duendey que al lector que trasciendecon su mirada muy fríamis desvelos y agoníaspara construir un poemase le aclaren sus dilemasy sonría su alma fuerteporque le cambia la suertede sus males y anatemas. Cualquier hijo de puta afirma que yo también voy a morir. Todo lo que nace muere dice el dogma universal, y yo no me salvo, concluyen. Estadística y naturaleza la única verdad verdadera, dice, que debo morir. No importa cuándo No importa cómo No importa nada No importa todo. Moriré como mueren las aves y las flores, dicen los poetas. En este sentido, a pesar de amarlos tanto, les digo: Pueden irse a la mierda! Yo no voy a morir porque toda regla, tiene su excepción. He dicho. Un carnaval de perros sueltos donde el mejor de todos era un gato así defino mis intentos poéticos ¡estrujen el cerebro! mi poética es mi vida y no hay otra que ladra fuerte un miau! ¿ya sabían lo que trato de ocultar? me alegro si no, no me han leído. Yo me hundo en tu abismo, que es mi modo de volar. ¿por qué la rosa negra, floreció en mi jardín sin dueños? y … ¿hasta cuándo tanto silencio, cegará la poesía? vamos… no te arrepientas de intentarlo de nuevo. Aunque no lo sepas, te diré la verdad: “estás vivo” Ya la niña abrirá el ojo, a la luz de quien entienda. Ya el vocablo teñirá la hoja blanca. Ya volverás. Lo sé. Me duele el jazmín que no existe. Cae como una piedra sin dueño en un estanque sin fondo. Soy el escritor que no escribió ningún libro. Soy el padre que no tuvo ningún hijo. Soy el amante sin nadie a quien amar. Pero la vida tiene una venganza paradojal estoy contento conmigo, y la nada me pertenece toda. ¿para qué más? Las lejanas montañas te ocultan de mí,Mientras se me enciman las cercanasSi yo tuviera un pesado martilloPara aplastar las montañas cercanas.Si yo tuviera alas como un pájaroPara volar sobre aquellas más lejanas. Me gusta el vino tintolos jazminesla infidelidad de las mujeres ajenasy los perrosMe atraen Venecia y los cementerios abandonados.En uno de ellos,encontrar una tumbay que el muerto me diga:“Estoy en Venecia, con tu mujer, a quien le regalo jazmines,acompañado de tu perro… son las tres de la mañana”¿qué importa ser cornudo, si tengo pruebas, de la vida eterna? De alguna herida antigua, cuyo nombre no se nació esta flor distinta. No cabe en ningún jardín, pero es pequeña como la fe. Afirmo que nadie la amó jamás, pero toda afirmación es siempre sospechosa. Existe esta flor, cuyas pruebas no tengo o acaso, alguna vez destruí. Se que cuando la ilumina el sol, se torna oscura como el dolor. Y se enciende en la noche, como última esperanza en el pensamiento suicida. De ser ciertos mis dichos, este poema torpe transmitirá… su aroma, su forma exacta, su color Y serás testigo. Testigo de una flor. Algunos poetas, se han resignado pronto, a no ser nada. Denominan poemas, a sus escaramuzas sin alma, sin enemigos a la vista, sin aliados de acero. Coquetean con las palabras, que otros les inventaron. Y se sienten contentos, como peces en su charco. Cuando dicen…”jazmín”… no estalla en sus almas, ni el blanco aroma, ni el misterio hondo, ni la soledad en calma. Dicen “jazmín” como dicen veneno, suegra, tirano o espantapájaros. No se crea que los estoy juzgando, que soy un buen cristiano, prefiero, simplemente, matarlos.- Ellos ignoran la torpeza esencial que tiene toda palabra. Y la nombran en vano, y consideran una hazaña el maltrato. No se dan cuenta que la misión del poeta, es precisamente, conjurar esa torpeza y volverla comida para los que tienen hambre. No se nombra la voz “revolución”, simplemente, a la revolución se la hace, sabiendo que ella comienza, exactamente, cuando comienza a pronunciarse. Algunos poetas no saben el arma que lleva el lenguaje, y yo soy uno más de algunos, soy el que no sabe. Por eso amigos, me voy, me llega el turno, de matarme. Ah jardín irresuelto de las flores cursisenamorado siempre de mujeres ajenasy para más males, amigo de sus maridos¡oh traidor consumado, oh malvado entre malvados!Has puesto tus ojos oscurosen la crisálida bella de mis amoresy le has sacado ya me dijeronun orgasmo con sólo mirarlaNo avances, Tolomeo, tu infame astucia sobrela virginal doncella de mis desvelos.No vuelvas a mirarla, con tus ojos de fuego.Te prohíbo, incluso, ¡Oh Tolomeo! que te masturbes pensando en ella.Seré cornudo quizás alguna vez, pero no por ti,malvado y rutilante Tolomeo,no serás el que enturbie con moscasel vaso de champán fino que he de beber.Tolomeo, hermoso como los potros en celo,pero más malvado que los demonios del averno,ten cuidado conmigo, Tolomeo, que si insistesquizás yo mismo, algún día, me enamore de ti. Hubiera querido ser otroel que bebe la fuente del silencioy atraviesa indemneel desierto de la palabraPero en este mundo de otredadser otro, también, es ser lo mismo.Yo fui aquel que no creyó en Dioshasta que Dios, creyó en mi.Y lo hizo antes que yo naciera, mucho antes, de mi primer no. Para ponerle nombre a tus silenciosquería escribir el poema perfecto,y desentrañar este amor que se evade.Queria hablar de tu alma,de su toque ultramarino y su delicadeza en sombras,pero apenas pude decirque extraño tu cuerpo,terrícola y luminoso.Ahora,escribo un poema como vos,un poema como yo,soberanamente imperfecto,como este que hoyestoy pariendo. Se fueron mis amigos se fueron juntos todos a buscar sus destinos y me dejaron solo Qué importa si se fueron detrás de la quimera lo que importa es que ellos ya pusieron primera y van a la victoria aunque no sea conmigo para mi es la gloria de haberlos conocido Y me dejaron solo para hacer mi destino solitario entre todos soy mi mejor amigo Una vez fui niño, en una casa sin biblioteca cuando no existía Internet. Entonces se encendía mi abuela justo en el momento en que se apagaba el sol. Con palabras idénticas a la noche anterior, mi abuela contaba el cuento de Genoveva del Brabante, y el de Guarino, tu propio nombre Mezquino, y cada noche, el cuento igual, era distinto. Entonces no sabía por qué, ahora tampoco. Pero estoy en condiciones de afirmar que en mi mente infantil Genoveva era una noche una santa, otra una malvada y otras… era simplemente, mi mujer. Guarino, curiosamente, también. A veces me enamoro de pequeñas sutilezas pasajeras. Ahora, por ejemplo, me enamora esta hora las siete de la tarde, de esta tarde de primavera. Y me enamora un pájaro que no quiso surcar el cielo, pero pudo hacerlo. Y se queda en el nido, con sus pichones, ignorando que pienso en ellos. Y otras tantas veces, fragilidad humana, olvido mis amados, y los pierdo, acaso para siempre. Y me vuelvo a quedar solitario con mi amor vacío, y con una alegría honda, que aun no entiendo. Sueño , ya es hora, infinitos sueños pueblanel desierto de mis manos que escapan, brújulas ansiosas,en un norte imposible. Te quise, es cierto¿puede importar ahora no saber decirlo en poemas?Te quise, es cierto y recordaré siempreel músculo convertido en metáforaesa sentencia, de aquel, tu maravilloso poema. Hubo un sueño donde robé el color de una florpara pintar el interior de mi soledad.Y he despertado rosado y rozando,horadando aquel color, como una piedra rosa. Estimados amigos y amigas:Para quienes lo han concido, sea real o virtualmente, quiero informarles que ha fallecido, el pasado 19 de Agosto de 2018, Guillermo Capece.-Fui su amigo, tuve la alegría de conocerlo personalmente y quería avisarles a todos los que de una u otra forma hubieran interactuado en esta página con Él.-Que en paz descanse nuestro querido GUILLERMO.... Adiós! Izzeldin Abuelaish, es un hombre, que tiene para contarte una historia, que no es cualquier historia, sino el testimonio de una injusticia atroz y macabra que ocurre en nuestros días. No ocurrió en la edad antigua, ocurre ahora, mientras lees, y se violan los derechos humanos más elementales, en la cárcel a cielo abierto más grande de toda la historia de la humanidad, en la franja de Gaza.- ¿Por qué no sabemos de Él? ¿Por qué no conocemos su historia? porque el aparato de desinformación de los medios de prensa y difusión, funciona muy bien, a favor de los intereses aberrantes del crimen organizado a nivel mundial.- El libro que escribió este hombre, se titula… “No voy a odiar”.- Yo te invito a que lo leas, para que no seas cómplice, por ignorancia, de una de las salvajadas más crueles de la historia de la humanidad.- Leer este libro no es leer un libro. Es dejar de formar parte de los muchos que, por ignorancia, toleran y posibilitan, que las cosas sigan siendo así… inhumanas, crueles, injustas… entre esos seres humanos, en su mayoría niños, encarcelados en Gaza.- En realidad los suicidas tienen razón, pero están equivocados. Tienen razón porque los problemas terminan con la muerte. Están equivocados porque los problemas no se solucionan con ella, es más, perviven… como una voz ultramarina que buscara una sirena… no dejaría de ser una voz, acaso poética, pero sin oídos que la escuchen.- El suicidio es suprimir mi yo en el mundo, porque no se pudo suprimir el mundo que me oprime. Tiene la dignidad del coraje absoluto, o de la cobardía absoluta, pero eso sí, no caben dudas, es el único absoluto absolutísimo que un ser humano puede brindar.- El velorio de los suicidas, es una ceremonia auténticamente horrible. Parece una cita de culpables, un hazme-llorar donde las lágrimas no son de dolor, sino también de culpa, de impotencia, de rabia. El velorio es algo que quizás acompañó al suicida, en su imaginación, como una de esas satisfacciones humanas que muy pocos, sólo los suicidas, pueden darse.- Pero no quiero hacer una apología. El suicidio termina en un fracaso, después del triunfo aparente, ¿por qué?, porque el tiempo, nos hace olvidarnos del suicida… de él y de la forma en que murió. En eso, los suicidas se parecen a todos los que moriremos de muerte natural. Ya ven, no hay trampas que valgan frente a ese destino que tenemos todos: el olvido. Ah… me voy a suicidar un poco (voy a dormir unas horas) y cuando resucite… leeré sus numerosos comentarios.- Chau! P.D: publicar para que nadie comente nada, acaso sea, suicidarse de veras. Salud! Hay instantes en que reconozco mi instinto,y vuelo sobre el tiempo, pesadillas de un demente arropándose en el miedo. Así los viajes son refugios para medir la sangre,o días en que se esparce el hastío flotando en parcelas imperfectasdel alma. Sin embargo percibo los primeros designios:esa mano hechizando al único hombre que miro su espejo,la mesa abandonada por el arrebato de la enajenación del hambre,y el cuerpo destrozado para que la victoria reconozca su propio límite. Cuando lo líquido de mi piel escapa, el pálido inventarioal que acudo en sitios como éste,me enardece,porque suena un humo triste ente los dedos,y fatigosamente lloro como repitiendo frases ajenas, sin destino ni perduración. Con los rastros de mi última sonrisa me concedo la tentación de ser otro. Guillermo Capece Bálsamo infalible y económicoQue cuesta lo que cada quien elijaEntre el polvo de este lugar y el mas cósmicoCuando no tener idea es una idea fija ...Rey de reyes que perdieron su tronoPor ser esclavos de su excesiva conquistaSi yo otra vez me auto coronoProclamo a viva voz que soy artista !..y no por consensos mayoritariosSino por como quien se decreta libreAsí que ya no hay critica que asuste...Pues cuando uno pasa de calvariosGana autoridad para determinar el calibreDel disparo que apunta a que el resto le guste.... Maravilladacon la mirada de un niño de puebloal saborear el misterio del eclipse Dejando dividido el resquebrajado tiempo de las mil esperasal saquear mi boca besada en el desorden Lila, su extraño nombre abreviado en el resplandor de un deseo,maquillada de estrella erranteen el carnaval de las heridascreyéndose mareafingiéndose fuegotornándose magiatornándose verboen el alucinado latir de la esperanza... Si pudieras resumirel eco de tu presenciaentre los destellos de un torrentevaciado en mis lágrimas...si pudieras resumir con tu vozla mudez de los pájarosque se abandonaron al cielo,seguramente arrancaríasel núcleo de mi falso nombrey lo harías viajar por el huracán de la palabra Si tan sólo lanzaras una bengalasobre la herrumbre de mi pechocuando los cristales y la vigiliase retratan de antiguas heridas...si pudieras llegar hasta aquícuando la madrugada arde en mis ojos y me pesa el ayer,seguramente una luz erizaráel desesperado pelaje de las sombrasiluminándolo todo dentro de mí Si pudieras florecermeen la prodigiosa nochecon cerrar tus párpadosy darme el signo de tu frente,seguramente emigraría mi pielhacia los lindes del sueño...... sueño brotado de la nada y la piedraconfundiendo en azar al destinotransformado en vos misma Sueño que si perpetuaras en vosla silueta de las gotaspara ungirte y ser lluviaseguramente la verdad beberácon tu boca en mi boca,su único milagro. Verde Federico:yo hubiera querido estar en el momento de los gritos,o de los silencios heroicos;en el momento de las espadas,cuando caíste en tu agua bajo lluvia,mientras los cerdos, enamorados de las banderas subterráneas,tomaban el sol de mediodía. (La soledad de las últimas habitaciones mortifican la memoria.Hay ventanas abiertas, y quedarán así en el invierno.Es raro,pero caen ahora hojas marchitasy me gustaría jugar con ellas.) Verde Federico:desparramo tus gitanos en la mesa,donde con Miguel y Manolo tomamos la sopa de la noche.Tu vestido queda ajado por los toros de la vida,y ni siquiera Nueva York te salva, Federico,porque estás próximo a morir,a caer bajo las balas levantadas a velocidad de la muerte,quizá por el mismo gitano moreno que en tu verso montaba a caballoy era el jinete más audaz de toda Andalucía. Duermescon una palabra entre los labios,con un ramo de hielo en cada mano,bajo las calles empedradas de "pájaros" nocturnos.Al fondo de la tumba llevas,una porción de magia, de manzanas de fiebre,de sábanas de lino. El viento te saluda,las tierras de Granada borran tu contorno,tu sonrisa mira los espejos de la vida.Y se refleja. Guillermo Capece Para un aprendiz de escritor, para un balbuceador profesional de poquedades, para un emisario de la nada que busca el oído de ninguno... susurrar un escrito cualquiera es un acto estúpido de magia mayor.-A ello me avoco brevemente, en esta segunda parte, que si la primera salió como el culo, no puede ser menos.-Lego a todo aquel que me lea, la alta erudición que nunca tuve, la perfecta forma escrita que jamás logré, y la alegría que ahora me embarga.-No esperes a mañana para escupir mi tumba. Estoy tácito como sujeto de este escrito aberrante. Tus insultos, tu admirable desprecio, los necesito, para saber que al menos, en la reprobación, estoy escribiendo. Hay algo, solamente una cosa importante, que me gustaría decir, y no se hacerlo bien, aunque lo intento. Bástame decirte por ahora, una cosa: es un lugar común de nuestros días, afirmar que Dios no existe. Te puedo asegurar que tengo la constancia plena de su existencia y por eso escribo. Doy testimonio que una vez miré que caía una estrella, corrí a la Biblia y leí... "Yo veía a Satanás caer como una estrella, antes que el mundo existiera"... Jesús, el Cristo.-Desde entonces... no supe que hacer, no supe otra cosa que hacer para lograr transmitir la experiencia... con palabras. Y ya lo ven, apenas si puedo balbucear este escrito torpe. Pero es verdad, y me consuelo saber que no miento. Alguien que me salve.Que me quite la angustia de no poseerme.Que me enseñe que los muros pesan más que las pobres palomasque vuelan en su alto.Quiero que mi soledad me conteste por vez primerapara quién estoy.Yo, que fui el francotirador inasiblesoy ahora el eco lejano de lo que fui.Me inundan las máscaras, el olor de los moribundos,el terror de encontrarme con ellos bebiendode la misma copa ácida su vino.Si vinieron a matarme, que me maten ya.Pero que no me hagan tragar el humo vacíoque siempre llevan en su rostro.Los odio porque una vez los amé.Teñidos de mariposas venían a tracionarme.Usurpaban cada hueco de mi corazón.No sé si quiero que alguien me salve.Los músicos con sus cántigas dirán el resto. Yo soy el que espera. Guillermo Capece Soy el camino de mí mismo y la desolación que se abraza a su senda,y tiembla, y borra las huellas para que no me persigan. Estoy vacío de esos animales etruscos que me regaló la partidade unos ojos girando al viento. No puedo confiar en los sueños porque alguien les pone un asesino dentro. Me acuno cuando no me veo pues la vergüenza tiene el ropaje largode los locos. Hoy es domingo, y he estado todo el día ausente. Guillermo Capece IYa oscureció la tierra.Difícil es tener tu boca apretada.Tu estatura cerca de mi rostro.Sí, yo se. Es difícil.Se le caen a uno las montañas.Los lagos se hacen charcos diminutos.Todo es difícil.Compartir la sonrisa con vos.O este barco que nos quitan.¡A partir! ¡A partir!¿Pero cómo?Si nuestras plantas penetran en recodos de clausura.Alguien saldrá a gritarnos nuevamente.Debemos tener cuidado. Salvarnos. Pero ahora fumemos en silencio. IIEn qué quedó esa idea transparente,ese cuerpo sobre el que juramos tantas cosas sencillas.Una ilimitada ausencia marcó las señasde tus grandes ojos.Quedarse solo y recordar al otro díalas sombras de los pumas,las desoladas bestias persiguiéndose,hundiéndose conmigo como una gran casa de celos,sumergiéndose,perdiéndose conmigo.Arriba de los cielos, más arriba,la mitad de tu cuerpo fulguraba.Quienes somos, sino aquello que fuimos,sino el pasado de iguales invasiones,de iguales lejanías. Guillermo Capece Querido hijo: Te pongo estas líneas para que sepas que te escribo. Así que si recibes esta carta es porque te llegó, si no, avísame y te la mando de nuevo. Te escribo despacio porque sé que no puedes leer deprisa. El otro día tu padre leyó que según las encuestas que la mayoría de los accidentes ocurren a un kilómetro de casa, así que nos hemos mudado más lejos. La casa es preciosa; tiene una lavadora que no estoy segura si funciona o no. Ayer metí ropa, tiré de la cadena y no he vuelto a ver la ropa desde entonces, pero bueno... El tiempo aquí no es tan malo; la semana pasada sólo llovió 2 veces. La primera vez durante 3 días y la segunda durante 4. Con respecto a la chaqueta que querías, tu tío Pepe dijo que si la mandábamos con los botones puestos pesaría demasiado y el envío sería muy caro, así que le quitamos los botones y los pusimos en el bolsillo. Al fin enterramos a tu abuelo; encontramos su cuerpo con lo de la mudanza. Estaba en el armario desde el día en que nos ganó jugando al escondite. Te cuento que el otro día hubo una explosión por el gas de la cocina y tu padre y yo salimos disparados por el aire cayendo fuera de la casa; ¡qué emoción!, Era la primera vez que tu padre y yo salíamos juntos en muchos años. El médico vino a la casa para ver si estabamos bien y me puso un tubito de vidrio en la boca. Me dijo que no la abriera por 10 minutos y tu padre ofreció comprarle el tubito. Hablando de tu padre, ¡qué orgullo!, te cuento que tiene nuevo trabajo y es superior a 500 personas, ya que está sobre ellos. Lo contrataron de cortacésped en el cementerio. Tu hermana Julia, la que se casó con su marido, por fin dio a luz, pero como todavía no sé de qué sexo es, no te sé decir si eres tío o tía. Si el bebe es una niña, tu hermana va a nombrarla como yo. Se nos va a hacer muy raro llamar a su hija "Mamá". Tu padre le preguntó a tu hermana Pilar que si estaba embarazada, ella le dijo que sí, de 5 meses ya; pero ahí tu padre le preguntó que si ella estaba segura que era de ella. Dijo que sí. Moza de hierro tu hermana Pilar, qué orgullo, de tal palo tal astilla. Por cierto, que tu primo Paco se casó y resulta que le reza todas las noches a la esposa, porque es virgen. A quien nunca hemos visto más por acá es al tío Venancio, el que murió el año pasado. Tu perro Puky nos tiene preocupados, se empeña en perseguir a los coches que están parados. Aunque peor es lo de tu hermano Juancho. Cerró el coche y dejó las llaves adentro. Tuvo que ir hasta la casa por el duplicado para poder sacarnos a todos del coche. Bueno hijo, no te pongo mi dirección en la carta, porque no la sé. Resulta que la última familia de gallegos que vivió por aquí se llevó los números para no tener que cambiar de domicilio. Si ves a Doña Remedios, dale saludos de mi parte; y si no la ves, mejor no le digas nada. Tu madre que te quiere. Josefa. P.D. Te iba a mandar 100 euros, pero resulta que ya cerré el sobre. ¿Y ahora que hago con esta soledad?¡Herrumbrarme!¿Gastarme a muerte en versos que no riman?Rimarme con las sombras del silencioPara que los demonios del tormento¡me sonrían!¿y cómo se vive en esta eternidad?¡un minutoQue se burla cual si fuese una centuria!Azules fracturados se destiñen,Diamantes que en mis manos de derriten¡por mi culpa!¿Do yace lo feliz, lo que antes era?¡AgonizaTras la pérgola falsaria de la duda!Y camina en la arena y se quema,Y camina en el desierto a la espera¡de la lluvia!¿Qué importa el mañana y su promesa?¡nada importa!La fuerte necedad de esta locuraNo acepta la soberbia de las rosas,Ya es mía la cadencia de estas horas¡también tuya!Danzaran las ganas que no duermen¡ni de noche!Con el humo del pucho que desgarro,llegarás, moraras aquí en mi pechoPorque yo así lo exijo, así lo quiero¡porque te amo!CEMENTO.-PROTEGIDOS DERECHOS DE AUTORCódigo: 1004266112209 Julia no sabía decidirse entre la terrina de quesos o el crepe relleno. Eso de entrada, pero como primer plato no estaba segura de pedir la trucha en dos salsas o el lomo con duxelle de champiniones. Después de todo, lo que más le interesaba en ese saloncito paquete, era jugar un poco y ver los colores de los platos servidos por mozos lánguidos, en uno de los cuales le pareció ver al muchacho de La Cantábrica en ese sueño que no había olvidado.-No será la primera vez que me asome a un espejo y vea las huellas de mi rostro- ironizó para sí mirándose al espejo donde también se reflejaba la figura de Sergio.Él la había invitado a almorzar para decirle ¿qué?. Si el barco se hundía -se dijo- ¿él querrá salvarlo? ¿Por qué no levantarme y dejarlo solo? ¿Para qué acepté la invitación?Sergio estaba distraído. Ella se apuró a pedir y el mozo anotó con diligencia pero con cierta rigidez. Esto la divirtió. Luego el muchacho anotó lo que Sergio le dictaba.-Me llamo Fabio- dijo el mozo- estoy a sus órdenes; que tengan un agradable almuerzo.Y, mientras el mozo se iba, ella volvió a jugar otra vez con el espejo en la pared: los ojos tristes de Julia; los labios quietos de Julia como si recién terminaran de crecer."Aquí pronto se instalará una mueca y no lo podré evitar", pensó. En el espejo se miraba las manos y el busto, pequeño pero todavía erguido."Pronto esto se terminará. Seré vieja," se dijo.Y añadió para sus adentro:"Estos juegos comienzan divertidos y terminan crueles." "¿Por qué tener esta visión partida de la vida?"Porque ella también amaba el sol que entraba, y los colores de la comida que ahora le servían, y estaba segura de que también podía amar al muchacho de chaleco negro, algo desgarbado pero de manos finas, que a cada momento quería ser cortés.Lo miró sin disimulo y él se dejó observar. Luego volvió a mirar en el espejo y lo vió reflejado sirviéndole el vino.Mientras le ofrecía el primer plato le pareció que las manos del muchacho danzaban sobre la mesa.-Me entristece el campo a la hora del crepúsculo- dijo ella antes de que Sergio le preguntara por qué lo decía.-Cuando era chica me daba miedo ir al circo- dijo sin oírlo - un caballo se volvió rabioso, ¿sabés?,y saltó de la pista a los palcos.-El caballo se volvió rabioso o loco -repitió- ¿nunca supiste de un animal loco?Él le tomó la mano e hizo un esfuerzo para escucharla pues en realidad estaba pensando que todas las mujeres tenían algo de estúpidas.Ella se levantó para ir al baño con la idea del caballo rabioso y en Sergio, tan lejano.Pasó por la pequeña salita vacía dispuesta para que los clientes jugaran al billar que le pareció de un amarillo intenso, y vió al mozo, apurado, pero atenta a ella. Julia sabía que auque él no lamirara decididamente, había despertado su interés.Cuando salió del baño lo vió otra vez, y un ardor le subió al pecho."Dios mío" -pensó- "no poder amarlo ahora sería un castigo."Al pasar por la salita de billares entró. Se ocultó en el momento que el muchacho pasaba nuevamente. Esta vez la miró. Ella lo llamó y le pidió café. Cuando regresó con el pedido la vió recostada contra la pared, y no pareció asombrarse. Estaba acostumbrado a las trangresiones de algunas clientas, y por eso fue que no le acercó el café sino que lo dejó sobre la mesa de billar y cerró el cortinado. Se quedó frente a ella. Julia vio que el cuerpo de él se recortaba frente a la luz, y lo abrazó humedeciéndole la cara con los labios. Las manos del muchacho resbalaron sobre el vestido de ella, y lo subió de a poco, mientras la llevaba hacia la mesa de billar. Comenzaron casi en silencio, con pequeños quejidos de ella, y el silencio de él.Pronto Julia sintió la sensación dentro del pecho que el caballo loco del circo repetía la escena del asalto hacia el público. Creyó que su corazón galopaba hacia la libertad.Más tarde,mientras arreglaba su maquillaje, se sintió poderosamente libre. Rápidamente busco dólares en su bolso y los dejó debajo de la tacita de café. Fabio que la observaba, rechazó el gesto.Tuvieron un breve dialogo:-Soy de Mendoza, tengo viñales, no necesito dinero- dijo el hombre ya fuera de su máscara de mozo.-¿Y por qué trabajás de mozo? -preguntó al instante Julia.-Soy el dueño del restorán, y a veces me entretengo en atender las mesas sólo para conocer mujeres como vos.Julia no supo si eso era un halago, y no respondió.-Tengo una cadena de restoranes en sociedad en Mendoza, y otro en Puerto Madero- dijo el muchacho algo desgarbado pero con cierto orgullo.-No sé qué pensarás de mí- susurró Julia.-Cuando uno hace estas cosas no piensa nada más que en el placer instantáneo -respondió seguro.Y se fue dejándole una sonrisa.Sin embargo ella sintió que esa rápida aventura no era ni mas ni menos que una mariposa detenida en mitad de su corazón, pero dispuesta a volar en cualquier momento, por ejemplo en cuanto Sergio la mirase y le indicara la comida.-Se enfrió el lomo.Ella balbuceó una disculpa dispuesta a no dejar volar esa mariposa. Iba a pasar la lengua por el interior de la copa de vino por segunda vez, cuando la orden de él la detuvo:-No hagas eso.-Eso es lo que me interesa hacer en este momento. Lo quiero hacer.-A veces parecés una chiquilina caprichosa. Mejor comete el lomo. Es un plato muy caro -y Sergio enlazó los ojos de ella con una dura mirada.-No lo quiero, está frío- protestó ella mientras apoyaba su lengua en el cristal de la copa.-Comete el lomo -repitió él. Con un soneto vengo a enamorartecon este cuarteto abro y me dirijo,ojalá que no salga tan prolijo,que digno de ti, logre encantarte. En este cuarteto el alma se me parte,no obstante yo sigo y no transijo,te lo juro ante un sacro crucifijo,que a Petrarca le robaré su arte. En el primer terceto me acomodopara decir que ya no habrá ni modo,porque olvidarte, vida, yo no puedo. Y en este terceto digo, aunque duela,pues tu desdén me da dolor de muela y transido de amor, asi me quedo. Te vi corriendo en el trivial caminoquebrado el corazón de horror y miedo, te vi los párpados cansados, tristes…y a tu dolor escribiendo.Lluvia derramóse en tu piel de polvo cual ósculo de agua en el desierto,una lágrima miraba entre las gotas…y tus párpados cayeron.Tu alma sufre las caricias muertasde aquellos que no están ya en tu sendero,gime un zorzal en tu voz dormida…gime por ellos.La estepa que morabas, agoníade ave remontando el turbio cielo,caló en la gris arena de tu alma…llantos, espectros.Impío ardor que ulcera el alma gotas de vida en la arteria del tormento,alejóse la huella de tu infancia hermosay de tus sueños.Aurora de la vida en la dulce primaveramarchóse hacia el crepúsculo imperfecto, Colgada la ilusión al sol poniente de tu invierno.Y semblantes que fumígenas deambulan,¡cuál estrofas en papiros sempiternos!remojábanse en las lágrimas copiosasde tus recuerdos. Bordeando el precipicio de las penas,líado en la garganta todo anhelo, soledades, añoranzas y suspiros…por quienes se fueron.Trocóse en mi la infausta intemperie, con sales de tu mengua en el siniestro,tu vista atormentada impenetrable…a mis silencios.Besos estallantes, por tu faz de diosa,de mi oráculo infernal se desprendieron,¡coro bruno y arisco que reclama!tus oídos sedientos.Garfios rojos en la mar se mezclan,azules que reencarnan púrpuras y negros,el sepia ha fenecido ante tu mármol…como yo lo ordeno.¿cuántas veces el grito del osario,reclama tu pasión con tono austero?¡mas yo robe tu pose del olimpopara mi imperio!Pues yo acaté la orden de la mística,y en tu regia luz ardí al son violento,en la flama, que echa luz y no se apaga,de tus plectros.Serena brisa danzando en las praderasbálsamo que alivia las heridas del guerrero¡la calma sosegada y mi refugio!tras el viento.Venerable efigie en el santuario mío,silueta de esta fe que hoy profesodestellando tus azules refulgentes entre el incienso.Menguando la quimera y el destinoel signo de la suerte hemos impuesto,¡la hormona exasperada también canta! en mi deseo.Tertulia montaraz entre las pielesque unidas revelaron los misterios,¡coito y desayuno en la montaña!¡amor malevo!.CEMENTO.-Protegidos derechos de autor.Código: 1002185547676 En la rama erizada y prudentearrastrando su honor busca amparoy entreteje un capullo mierderoa donde esconder su pudor de gusano;pero al beso, rigor de la púaque la espina le clava en los labiosse derrama en los suelos, cual lágrima,y sirve tan solo de abono a los pastos.Sacrificio mordaz que le impidesacudirse la culpa en las manos,porque dobla rodillas, rompe alascuando siente el tonelaje del pasado;no se tapan los huecos del almacon la imbécil sanción de un contrato:allí suelen pudrirse ya infectoslos cadáveres de sueños muy soñados.La vergüenza apostada en sus sienesle conmueve el talante de pánico,mas si vibra el deseo escondido¡le arrancar gemidos, deseos mojados!Pero cae, fenece, despiertaen la ruin soledad de su páramoy no puede secarse las lágrimasyaciendo a la sombra brutal de sus pánicos.Alla va, como un beso perdidoaleteando con rumbo extraviado,del sopor de algún muro invisibleal bello dolor de algún muro bastardo;del tenaz e impiadoso supliciode la marcha fugaz de los años,de las ganas, del semen y el flujoal rigor de tener que cumplir lo pactado.De la obtusa caricia en la frente,que bordada de lineas y encantosaun protege el cosmos sublimedo estallan mil versos por cada calvario,¡de esa simple caricia apagadadonde no hay humedades mojando al procaz sentimiento pechandopor ver como bailan querubes y diablos!Del romántico sitio perdidodonde no hay ni mentiras ni engaños,al blasón de lo obvio y lo lícitodo solo se ensueña hasta el canto del gallo,de la mísera etapa marcadapor las leyes del mundo tiránicoa los vuelos azules y libresque buscan descanso en un pecho, abrazados.De la tumba llamada esperanza,esa forma sutil de maltrato,a la horrenda certeza del tiempoque trae la muerte entre risa y sarcasmo,¿donde vas a dejar que los huesosse transformen en piedra y en barro?:¿mariposas que viven de sueñoso gusanos que realizan lo soñado? CEMENTO.- -Buenos días, papá- y era la tercera vez que lo repetía-; buenos días, papá-volvía a decir.Entonces saltaba de su cama, recorría el flaco pasillo, y se internaba en el baño.La ducha, el agua fría, no le daba la grata euforia que necesitaba. Entonces trataba de secarse con la amplia tohalla, y se envolvia en ella imaginando que era el maharajá de Kapurtala, y mientras orinaba en el bidet, pensaba en cómo pasar ese día,vigésimo de diciembre.Ese diciembre que le calcinaba los huesos, porque se presentaba caluroso y húmedo como ninguno, y ya podía ver que lo había jodido bastante al pelarle la espalda el sábado anterior,en la pileta de Ricardo.Volvió a tener ganas de orinar, pero eran ganas nada más, porque al enfrentarse con el bidet,un chorrito indeciso se asomó por su pijita. Se la metió dentro del calzoncillo, se miró al espejo, se hizo alguna íntima pregunta que no contestó, y salió para atravesar otra vez el pasillo.-Buenos días, papá- dijo esta vez con voz más firme. Y siguió hasta la cocina:el mate,el café,el té, el vino. EL VINO. El vino era lo que conformaba su paladar aquella mañana de diciembre. Y mientras saboreaba su aspereza, se le ocurrió pensar en el viejo, en la navidad que ya llegaba,en lo llagado de su espalda, en Leticia, (en la costosa Leticia) que todavía se negaba a todo, y por último en él. Aquí se sirvió otro vaso de vino. ¿Quién era él?Sí.Le gustaba vestir bien.Andar por el centro mostrando exactamente lo que se debe, y lo que no se debe dejarlo para Leticia (cuando se decidiera), o para Ricardo, siempre que mediara un golpe de teléfono. Y mientras tanto, ¿qué?. Ir al bowling, caminar hasta el puerto, o tomar sol en Saint Tropez,y soñar con ese viaje a Río en Carnavales que le había prometido Ricardo.Después... su vida estaba ocupada con tantos sueños...; quería navegar, irse, tal vez a Europa. Pero no por el hecho de conocer Europa. París, Roma,Milán, eran sin duda lindos lugares. Pero no era eso loque realmente importaba. El hecho substancial era viajar en barco; sí, en barco..., a semejanza de esos barcos que mamá le hacía a los ocho años, doblando con ternura la hoja de diario y dejándolo reposar en la bañera. Creía que el fondo del mar era blanco, y que las fuerzas de las olas tenían, exactamente, el ritmo que le fijaban sus pequeñas manos.Pero ahora había pasado tanto tiempo... -Buenos días, papá- dijo esta vez con bronca, mientras servía hasta el borde otro vaso de vino. -Buenos días, papá- gritó mientras pensaba decir cálidamente -queriendo deshacerse de ese raro remolino de angustia- buenos días, mamá... cómo estás hoy?, buena y linda como siempre, mamá; mi mamá. Aquí traje el papel para los barcos. Pero la memoria de las tardes encerradas en el baño, viendo viajar ilustres barcos a los que mamá bautizaba con extraños nombres, no conseguía atenuar la tristeza grande que sentía,ni su gastada melancolía actual. Él era un hombre simple, gozador delas cosas sencillas, amante de la naturaleza, leal para los amigos...; pero había cosas en lo íntimo de su vida que no entendía.No estaba claro para él por qué al pasar por la habitación del viejo debía saludarlo, siendo que siempre dormía, o, en el mejor de los casos, leía el diario, y no le contestaba. Jamás le contestaba, y había llegado a pensar que el viejo estaba sordo. Pero no. Algo golpeaba en su cabeza, y en el sentido literal de la palabra. Algo se doblaba y rompía cuando saludaba al viejo. No era importante que no lo oyera, o que lo oyera y no le contestara. Entonces,¿qué era lo que en rigor lo perturbaba? Aquella mañana lo había descubierto. Lo había descubierto en la cocina, mientras llenaba otra vez el vaso de vino. El lugar vacío al lado de la cama que ocupaba el viejo era la clave: el lugar que ocupaba mamá en vida. -Buenos días, papá- dijo esta vez entre sollozos.-Buenos días, hijo- dijo el padre apareciendo en el marco de la puerta.Y él se entregó a sus brazos y lo abrazaba, lo abrazaba, mientras pensaba en viajes lejanos y múltiples, en viajes claros y magníficos.-Buenos días,papá- y lo miró a los ojos llorando plenamente. -Buenos días, hijo- dijo el viejo casi con miedo, sin entender, -buenos días, hijo. Si el corazón se secacomo fruto abandonado en tiierra,si los sentimientos se hacen piedra,si todo es desierto y arena yertaen los espacios vacíos del alma...¿en qué quedará tu vida? El dolor no es suficiente excusapara dejar los campos sin siembra. Es preciso alimentar la luz de la lámpara vertiendo en ella el aceite que la sostenga.La lámpara del corazón necesita el aceite de la esperanza,el aliento de la ilusiónpara que arda su llamaen medio de las tinieblas amargas. E.G.M.
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Eduardo Fabio Asis
María Ester Rinaldi
Te dejo un cálido abrazo.