• José Orero De Julián
diesel
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Pasado: cadena de caminos recorridosque nos dibujaron en medio del paisaje.Somos tierra amasada en las vivenciasy, junto con las ciencias,la paz de las letras acompañan. Pasado: íntimo y carnal viaje.Hemos repartido sueños redimidosalgunas veces despiertos,muchas veces dormidos, pero siempre liberando esencia.Presencia. El íntimo volcán de las pasionesy, junto con lo vivido,presencia de las emociones. A veces, algunas veces,hemos cantado cancionescomo eco de lo sentido.¿Habremos por fin crecido?Si vivir es la experienciade todo lo amanecidoes que sí...es que hemos por fin vencido... Pero la duda nos inquietay sembrada como respuestanos hace, con ida y vuelta,converger con esos versosque nuestra alma va y sueltaen medio de algunos besos. ¿Cuál es la meta de los poetas?¡Abrid las puertas del sueño!¿Somos capaces de sentir la herida que cubre la niebla del alma?Calma...el pasado es otra vida.Ahora ella convidaa ser futuro si llegamos.¡Vamos!Si logramos superar inerciascon pasos de bienvenidallegamos a otra salida. Y es que cruzando caminosnos hemos por fin demostradoque todo lo que es pasadonos convierte en peregrinos. Sigamos pues la corriente de esa admirable fuentedonde bebemos los siglosy seamos ese valientepersonaje de mil signos. Entre toda esa muchedumbrede pensamientos e ideasestá la caliente lumbrepor donde tu vida paseas.Y si nos hallamos unidosen una misma campañasomos dos seres abiertosen esta aventura y hazaña. Ya la meta se asoma.¡Vamos! ¡Ven y tomala sonrisa permanentepara que vea la gente que seguimos siendo normay formade nuestro sentir caliente!
Eres ese punto inacabable donde sueñodueñode este amanacer inabordable.Eres lo que nunca alcanzopero avanzopara poder alcanzarte. Eres la inasible hondura del instantecaminantecual mujer de un lugar imposible. Y entonces...cuando pienso en ti...¿por qué te amo? Espero que lo sepasmirando al gorrión que, suave, tierno, candoroso,se hace vida a tu ladoy te brinda una sensación, viento alado,con aroma de canción...y una humilde oración...a tu cuerpo deseado.    
Ante la incertidumbre urge que nos sintamos parte existencial de la Conciencia Humana. Quizás el pesimismo o el optimismo radiquen, en su esencia, en esa capacidad que debemos desarrollar para salir ante el público y decir a los cuatro vientos que necesitamos ya… urgentemente ya… una generosidad abierta para poder cambiar el mundo a través de nuestras propias vivencias. Es difícil no dejarse sucumbir ante los saltos de trapecio a los que nos instigan pero ante el desdén por lo verdaderamente humano debemos consolidar la creencia de que somos mucho más que masas sin horizontes… Ahí radica nuestra lucha de futuro…
Hace unos días leí una frase que me quedó resonando en la cabeza: "Quien no se mueve, no se equivoca, pero quien no se equivoca seguramente es porque está muerto". La transcribió Nancy Verdesoto en el diario "El Comercio" de Quito. No debemos de perder de vista que el ser humano es un animal con conciencia. ¿Cómo lograr que la conciencia nos estimule el desarrollo del proceso cíclico de nuestras existencias? Necesitamos comprender una doble ecuación educativa para llegar a descubrir nuestros porqués en el entorno de la sociedad: la informal (en la familia) y la formal (en el sistema educativo). Coincido con la filósofa ecuatoriana Nancy Ochoa Artieda cuando afirma que cada ser humano acumula vivencias para, continuamente, corregir errores o fijarse metas inequívocas. Lo cierto es que vivir nos permite evaluarnos como personas. La pregunta es muy discutible pero valiosa. ¿La razón es la única pauta de nuestro comportamiento humano o existen parámetros irracionales que motivan partes importantes de la fuerza motriz en nuestros caminos por la vida? En el proceso tripartito del "nacer, crecer y morir" existen muchas expresividades vitales y no todas ellas parten de una conducta exclusivamente racionalista. De hecho actuamos muchas veces con acciones que originan distintas interpretaciones en los demás. Por eso al valorizarnos en el "día a día" hacemos mucho hincapié en lo razonable y, sin embargo, muchas veces entramos en conflcto con lo que somos. He aquí la paradoja que dejó escrita George Bernard Shaw: "El hombre razonable se adapta al mundo; el hombre no razonable persiste en intentar adaptar el mundo a sí mismo. Por tanto, todo progreso depende del hombre no razonable".  Vivimos tiempos muy oscuros para la transparencia. Vemos casos de corrupción todos los días y los criticamos, pero no nos damos cuenta de que la honestidad se aprende desde muy pequeños y de que todo lo que contravenga ese valor es corrupción. Existe una vieja leyenda que dice: "Había una vez, hace cientos de años, un hombre que una noche caminaba por las calles llevando una lámpara de aceite encendida. En determinado momento se encontró con un amigo que le dijo: ¿qué haces tú con una lámpara encendida si eres ciego? El ciego le contestó: Yo no llevo la lámpara encendida para ver mi camino porque conozco la oscuridad de las calles de memoria. Yo llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mí; no sólo es importante que la luz me pueda servir a mí sino que yo la uso para que otros puedan servirse de ella". Quizás nos exigimos demasiadas cosas a nosotros mismos pero termino citando una frase de Blaise Pascal: "Sólo conozco dos tipos de personas razonables: las que aman a Dios de todo corazón porque lo conocen, y las que lo buscan de todo corazón porque no lo conocen". Es necesario, por tanto, deducir que lo razonable es aquello que nos alumbra de verdad aunque otros nos crean incoherentes. Coherencia. Ese es el verdadero valor de la razón que da sentido a nuestras opiniones. Y quizás mis equivocaciones sirvan para que otros encuentren verdades.    
La paz primera de mi besoes tu boca encendida en el remansoy entonces tú, corazón de amanecida,te iluminas de minutos infinitos. Quisiera parar el reloj de los sentidospara ser algo más allá del horizonte... algo así como un pájaro violeta sintiéndote en la piel...en esa mirada dulce reposadasobre este sueño que palpita,raudo de emociones,para sentirte más profunda. Nace esta nueva luz de pacífico pleamary, en medio de las olas del silencio,en honda raíz de amapolasse convierte toda la existencia.     
Yo venía por las calles, no lo sé,platicando rumores con el silencio. No sé si las luces fueron las que me guiaron hacia el último rincón del abandonopero sí... estaba allí rumoreandopoemas de color alabastro...quizás para no perderme en el desencuentro. Pasaste ligera, metralla de luz perseguida,y yo me asomé al cristal de los recuerdossolamente para no dejar de ser aquel chavalde los 56 sueñosen la calle de los errabundos.  Tomaste mi pulso con tu miraday te alejaste por el laberintode la ciudad.  Se me quedó profunda tu mirada...observé la botella vacía del vencido...y me quedé solamente con el sueñoargentino de la luna.    
Ha comenzado ya un nuevo año. Lo llamamos año 2018 después de Jesucristo y, de alguna manera, todos nos motivamos para desear que las cosas sean mejores que las del año pasado. De alguna manera todos tenemos unos cuántos momentos, celebrando la llegada del Año Nuevo, en el que nos sentimos con ganas de involucrarnos en nuevas perspectivas de futuro. Y aquí nos tropezamos, de repente, con el verbo involucrar. Es este un verbo transitivo que se define como hacer participar a una persona en un asunto, comprometiéndola o hablando de ella como necesidad. De repente nos entran deseos de encontrarnos con alguien a quien confiar nuestros afanes más profundos; esas ideas que nos bullen dentro de nuestros pensamientos y que necesitamos compartirlas con otros seres humanos que puedan correspondernos en forma de amistad.  La vida se ha convertido en una vorágine de inaplazables premuras. Un transitar de aspiraciones individuales y colectivas que nos llenan de afanes permanentes (a veces hasta esperpénticos) donde proyectar nuestros anhelos y la ineludible necesidad (muchas veces creada de manera aritificiosa y no precisamente natural) de apresar oportunidades. Y todos corremos como locos con la voluntad de superar obstáculos. En este maratón en que se ha convertido la vida es muy importante y necesario para nuestra salud darnos pausas para vivir y valorar adecuadamente el mundo de nuestras relaciones interpersonales. Es ese entorno de los amigos y las amigas. Un vino añejo que nació en una caverna de la prehistoria (a la luz de un fuego ardiente) y que sigue su existencia a través de miles de años. Me emociona recordar a los amigos y las amigas de la infancia y la juventud y me emociona vivir la amistad en mi vida presente… porque la amistad es tan importante para nuestra felicidad personal que hasta leo un pensamiento de Antonio Gala donde el escritor dice: ¨El amor es una relación de amistad con algunos momentos de erotismo”. Yo siempre persigo lo que un día expresé abiertamente: “El compañerismo se busca, la amistad se encuentra y el amor nos sorprende pero ninguno de estos tres sentimientos se debe mendigar”. De ahí entresaco que, en lo referente a la amistad, que no se mendiga sino que se encuentra y se enlaza en nuestro sentimiento de forma natural, es importantísimo que nunca, bajo ningún concepto, la rompamos. Es como el vino. Cuánto más añejo mejor sabor deja en nuestro ánimo. Sin la amistad nos volveríamos locos de tristeza y sería imposible sentir el compañerismo y el amor.  Pero hay amigos que se van. Y entre ellos alguno o alguna que suponía una involucración muy poderosa con nosotros mismos. Y de repente sentimos que extrañamos. Te extraño es siempre lo que queda de un te quiero que vuelve a resurgir en nuestra conciencia. Es verdad. El tiempo se repite aunque lo formulemos de manera diferente a la del pasado pero extrañar una amistad es mucho más que recordar.  ¿Declaración de principios o confesión de finales? Se puede entender de las dos maneras. Empezar por reconocer los errores es empezar a reconocer las virtudes. A punto de cambiar el mundo. Sí. En esa manera de involucrarnos con el universo de nuestros deseos podemos realizarnos en plenitud o, al menos, luchar con entusiasmo para vencer a la desidia. No abandonemos jamás hasta que la vida nos sirva para mucho más que anclarnos en un inmovilismo fatal. Por eso necesitamos amistades que puedan intercambiar con nosotros las realidades que queremos transformar.  Feliz Año 2018.
 Sentimiento es todo aquello que no nos hace caer en el abismo de los olvidos. 
De todo esto que nos da por llamarlo vidame quedo con este amanecer junto a las rosas;me quedo con estas mañanas hermosasde café, de amor, de cerrar la herida. Después, siguiendo la senda escondida,camino pensando en diversas cosas...esas que me hablan mientra tú reposasy me cuentan relatos de sueños sin medida. Mis pasos siguen la huella sostenidade quien lleva el alma siempre desprendidacuando de amor con tu mirar rebosas. Y en tu mirada siempre mantenidase queda anclada mi sonrisa ya vencidamientras vuelan más allá las mariposas.  (Chinchipe, 26 de diciembre de 2017)
El mundo camina hacia un futuro incierto. Nos encontramos en un momento histórico sin precedentes. No podemos igualar todo lo que está sucediendo en el presente siglo XXI a ninguna otra experiencia humana. ¿Ha llegado la hora de tranformar el mundo hacia esa meta que tantos pensadores han soñado a través de los tiempos? El educador mexicano Abel Pérez Rojas tiene en su haber una frase que no podemos dejar pasar por alto: "La utopía es el viento que anima la voluntad para transformar a la humanidad". Utopía y transformación. He aquí dos conceptos coetáneos que nos mantiene en pie a la hora de luchar por conseguir un mundo mejor. Pero si queremos alcanzar esa meta no podemos hacer otra cosa más que intentar conseguir transformar a los seres humanos. La sociedad no puede ser cambiada si no cambian quienes forman parte de la sociedad. El novelista británico Graham Greene dijo poco antes de morir: "Pienso que la Navidad es una fiesta necesaria; necesitamos un aniversario durante el cual podamos lamentar todas las imperfecciones de nuestras relaciones humanas. Es la fiesta del fracaso, triste pero consoladora". Greene no era, precisamente, un optimista de cara al futuro. Sin embargo, ahora que llegamos a una nueva Navidad, yo creo que podemos intentar seguir mejorando nuestra visión universal. Él hablaba de consuelo. ¿Y qué es el consuelo para una humanidad que está marchando al ritmo de las decepciones cotidianas? Yo deseo convertir la Navidad en una Primavera continua. Por eso os hago conocer un poema que escribí el 31 de abril del año 2005. ¡Qué larga cadena de sueños cuelgan del almendro en flor!Hay un olor de naranjas por el suelo y alza el vuelo el suave ruiseñor. ¡Cuánta paz trae el candor de la nube con su velo! Miro al cielo… suena el agua del surtidor de mi ansia y de mi anhelo.  ¡Qué grato es el consuelo de un mirlo a mi alrededor! Y el corredor de abetos en el paseo me trae el deseo de ser sólo un soñador.  Llega esta tarde Perseo con su tenue resplandor y elevo un canto al creador de la brisa y el siseo.  Me quedo observando una flor que cierra con su centelleo sus pétalos de color… Sé que es una utopía de sueño dirigirse al mundo con una mirada sincera para decir que sí, que la Navidad no tiene por qué ser una Nostalgia del Pasado. El viaje hacia el futuro puede inciarse con la Luz que nos ilumine la paz interior de cada persona. Hasta es posible, indómita utopía nuestra, que consigamos ese mundo que late en el interior de las ilusiones. Y es que prefiero el idioma de la Esperanza antes que el sentimiento de la frustración.
Para mi esposa Liliana del Castillo Rojas EN CADA SEGUNDO DE ESTE SUEÑO  En cada segundo de este sueñote amo como se ama al fuego;quemando mis palabras en la luzdel profundo amanecer en el espacio.Porque eres la escondida alma con aromaque juega a sentir mis sílabasllamándote al secreto de las sombras. En cada segundo de este sueñote amo como se ama al silencio;resonando el eco de tu risaen el valle de las emociones.Porque eres flor abierta en la rosaledade este apretarte contra mi corazónpalpitante, tierno y encendido. En cada segundo de este sueñote amo como el beso en carne viva;serenando la paz de tu cuerpoen lo hondo de cada instante.Porque eres santuario de mis palabrasy luz remansada en este lagodonde se transforman tus caricias.  En cada segundo de este sueñoeres alegría que se derrama;y cual las gráciles sílabas de mi verboen amor conviertes mis deseos.Porque eres esa fe de todos los misteriosdonde sumerjo mi afánde ceñirme a ti hasta el infinito.  
Durante la vida hay veces que algo nos infunde miedo. ¿Será miedo a la enfermedad? ¿Será miedo al desempleo? ¿Será miedo al rechazo social? ¿Será miedo a la opinión de los demás? ¿O será miedo a la soledad? Bien. Puede ser cierto que el miedo salga muchas veces a nuestro encuentro. ¿Qué hacer? ¿Dejar nuestras esperanzas o incluso nuestros sueños olvidados y no poder realizarnos como personas liberadas? Hagamos dos preguntas sinceras: ¿De qién temeré? ¿Qué cosa nos puede paralizar? Ciérrale la puerta al miedo para que no penetre jamás en tu alegre corazón. Estés hablando cara a cara ante una multitud o estés hablando contigo mismo en un rincón de la soledad  tu lucha interna es lo que de verdad tiene valor. Lucha entre el bien y el mal. Elige. Pero ante todo sé fuerte y valiente para que el miedo no te pise los talones. Libérate de la negación y dile un sí rotundo a la vida. El miedo se esconde detrás de muchos "caminos" sociales. Camina sin embargo sabiendo que el miedo no está tanto fuera de ti sino dentro de ti mismo o de ti misma. Lo que estamos enfrentando a la vida no es una puerta cerrada porque debemos saber que otras muchas están abiertas. Sonríe. Da un paso adelante. Sé alegre y optén la felicidad aunque a veces el dolor parezca que es superior a nuestros deseos. Si eres alegre haces feliz a muchos necesitados. Recuerda esto a la hora de ver, mirar y convivir con los demás. FELICES FIESTAS.
¿Sabes que la risa puede aliviar el estrés, curar los dolores de cabeza, combatir infecciones y reducir la hipertensión? Cuando te ríes a carcajadas, los músculos en todo tu cuerpo se contraen, y a su vez aumenta tu ritmo cardíaco y presión arterial. Con solo una buena carcajada tu número de pulsaciones puede duplicarse de 60 a 120, mientras que tu tensión arterial sistólica puede aumentar de 120 a 200. Entonces, una vez que paras de reírte, los latidos de tu corazón y tu presión arterial bajan más de lo normal, indicando un estrés reducido. Dios creó la risa para tu buena salud. Sin embargo, no confundas felicidad con regocijo. El regocijo proviene de la alegría, no de la felicidad, y entender esto es crucial para tu salud emocional. Hay momentos en los que no podemos ni debemos sentirnos felices: cuando las personas están sufriendo, están atravesando una tragedia, o pierden sus trabajos o a seres amados. Frente a la injusticia, la felicidad es inapropiada, por no decir imposible. Sin embargo, la alegría que viene de saber que eres amado y aceptado incondicionalmente por Dios te permite mantenerte alegre. Y es así porque la felicidad es externa y la alegría es interna. La felicidad depende de las circunstancias externas; la alegría depende del carácter interno. La felicidad depende de lo que nos ocurre; la alegría depende de quién vive dentro de nosotros. La  felicidad se basa en la suerte; la alegría se basa en una decisión. ¡Escoge hoy la alegría para que puedas sentirte siempre felizmente contento o contenta! FELIZ NAVIDAD (Bob y Debby Gass)   
Peter McWilliams dijo antes de morir por causa del SIDA: "Evitar situaciones en las que podrías cometer errores, puede que sea el mayor de todos ellos". Situaciones. ¿Qué son, en realidad, las situaciones en que continuamente nos vamos encontrando a lo largo de nuestras vidas? A veces nos sentimos enredados en problemas que no sabemos resolver. Quizás porque quieres ir a estudiar a la universidad y no tienes dinero; o porque cambiar de trabajo te produce pánico aunque en el que estás ganas un salario muy mediocre que no te llega hasta final del mes o quizás puede ser que tengas miedo de perder tu jubilación. Tal vez estés atrapado en la vida por culpa de una discapacidad física o por una enfermedad. El secreto, bajo el punto de vista de Bob y Deby Gass, es dividir las situaciones en dos partes: las que puedes cambiar y las que no puedes cambiar. Ahora bien, yo creo que todo (o casi todo en el peor de los casos) puede cambiarse y no esperando años y años sino ahora mismo. Todos los seres humanos fallamos, una y otra vez, porque insistimos en que las cosas no se pueden cambiar. Debemos dejar de chocar contra la pared y practicar el pensamiento realista unido a la fe de la fantasía. Es muy conocida la frase que dice: "Para cada problema bajo el sol, hay un remedio o no lo hay. Si existe una solución, sal a buscarla, y si no la hay, no te preocupes". Tenemos dones que provienen de Dios. Usa esos dones para salir de cada situación  de conflicto. Y como dijo Aníbal durante su famosa marcha a través de los Alpes: "Descubriremos un camino o haremos uno nuevo". ¡Necesitamos esa clase de espíritu!  
Esta hora sin pausa y sin naufragio de las cosas eterniza sus dimensiones y me devora la sombra. Hay una luna blanca que me mira, poco a poco, con impasibles recuerdos de añoranzas. No acierto a medir esta hora verde, de árbol desconocido, que nace y me recorre la creencia de ser un hombre con rendijas, como un pájaro unánime que siesga el alba. No acierto a medir esta hora alimentada con flores de cien hojas y otras presencias de mis sueños que me hacen sentir sus frutos tan presentes que se quedan sembradas en el huerto de las esperanzas. Por eso pienso, simplemente, que es la hora arcana de los alientos impensados. Mañana el día se teñirá de un errante cielo. Y la gente volverá a mirar al sol. Y yo extenderé mi cuerpo a través de la brillante aureola luminosa y mantendré delante de las flores los preciosos aleteos de esta hora nocturna que viene a ser como trino de aves de primavera en desesperada huída hacia el horizonte. En esta hora puedo emprender mi canto volcado entre el viento alborotado de las calles favoritas de la vieja zona de la ciudad y me puedo adentrar en esa primavera imaginada que es el eco de todos los poemas que se han escrito en el universo. Finalmente flotaré hasta alcanzar la nube dorada donde se esconde la bandada de pájaros rebeldes y plasmaré, a través de cada sílaba de los versos unívocos, algo así como el cielo emprende inocentemente un viaje de esperanza sobre las estrellas no encontradas y permaneceré en esta habitación recitando odas y fabricando sueños con el más pequeño movimiento de mi alma, porque creo en la sensibilidad del ser humano, sobre todo ahora que la noche afluye a todos mis sentidos. Sé que la envoltura de los dedos de un poeta sabe hablar a través de la tierra de su cuerpo y por eso la selva espumosa del caminar entre el tacto y la caricia es el gesto primitivo de la acción de separar las metáforas y absorberlas como si hablasen a oscuras, lentamente, ampliando los lejanos caminos. Creo en las sensaciones que parten de esos dedos y surcan, suavemente, ilusiones que nacen en su fuego quemando los cordajes apasionados de los besos. Es la hora de permanecer abrazados hasta poder quedar dormidos en un éxtasis sonoro y sensual que nos vuelva a introducir, una y mil veces más, en el mundo de los misterios. Un salto hacia adelante alumbrados sólo por el efecto lunar y una experimentación desencadenada por el frenético escenario de las estrellas compitiendo entre sí en un trenzado centelleo consagrado de efectos progresivos que son una propuesta auténtica para los rasgos humanos. Una pluralidad de colaboraciones celestes para hacer más singulares los pasos del ser humano que obtiene así el reconocimiento de sus ilimitaciones. El humano y sus recuerdos. Aquellos recuerdos que nadie puede arrebatarle porque están dispuestos a ser proyectados hacia el futuro.  ¿Quién puede definir en esta hora de verde vegetal lo que es verdad y lo que es ficción? Forman parte inseparable de un mismo mensaje: una fe de la que mana la narración de todo lo que contemplamos. Una provocación literaria. Una historia hermosa que llega a nuestros pálpitos. Una vuelta a las raíces de los múltiples y diversos estilos de representación humana. ¡Dios mío, me pierdo y no consigo atrapar todo lo que me dice esta hora! Y entonces sólo me queda una cosa por hacer: olvidarme de mí mismo y transformarme en esa dimensión que todos poseemos pero que sólo lo descubrimos al llegar esta hora en que podemos comprender todo lo inexplicado del día mientras en el exterior sólo se escuchan los míticos sonidos del silencio. Te amo, Liliana, te amo.  (Palanda de Chinchipe, 12 de diciembre de 2017).    
La hora es feliz cuando se compone de sesenta minutos de placer y algo tan supremo llamado amor.
Y al encenderse las luces de las sonámbulas farolas un salto de tiempo indetenido llamó a la puerta de mi silencio. Escogí un segundo de esperanza y me quedé soñando... sumergido en el frío de la ciudad... hasta que supe que te habías ido. Después... ciertos minutos después... el sentido de toda la existencia se me hizo eterno esperando. Supe que tu voz ya nunca sabría de mis verbos. Y en las horas de todo lo nocturno canté al alba... hasta reconocerte de nuevo entre la neblina del horizonte. Paseé, una vez mas, asido al eco de tus palabras para conocer la distancia entre saberte amar y poderte olvidar. Todavía se enciende el alma recordando... y al final... saco un nuevo aliento y continúo... solamente continúo.
Sólo faltaban 10 minutos para que el Real Marfil derrotara al Juventud de Miñán. Ya estaba la Copa asegurada puestos que los azules ganaban a los rojos por 2-1. Pero todavían faltaban 10 eternos minutos por jugar y Pepe Julián Oreiro, gallego de pura cepa, de esos costeros atrevidos siempre a buscar esponjas en los fondos marinos, luchaba sin cesar para dejar el marcador ya muy lejos de las ansias de los miñarenos. Era mucho más que una final. Era el ultimatum de jugar bien o jugar mal. Pepe Julián Oreiro estaba jugando más que bien haciendo lo que el míster Ziganas Mayor había dibujado en la pizarra dentro del vestuario. Tras haber roto el 1-1 amenazador, el Real Marfil comenzaba a funcionar a velocidad de crucero mientras el Juventud de Miñán, manejaba un ritmo de barcaza. La diferencia radicaba en que Pepe Julián Oreiro, que se ganaba la vida como representante de los refrescos "Latacola" estaba anulando por completo, a lo largo y ancho de todo el terreno de juego, a Chuchi Manchón, el engreído vendedor de máquinas de tejer "Tejero y Compañía". Aquella era la clave que estaban comentando los criticos de la emisora de radio Colorín para los centenares de miles de oyentes que enviaban mensajes de aliento al Real Marfil. Los del Juventud Miñán eran rechazados por los aficionados futboleros por el simple hecho de que no hacían más que ir por el mundo diciendo que eran imbatibles. La realidad era bien distinta. Por cada triunfo o empate conseguido por los miñaneros a lo largo de toda la temporada los del Marfil habían ganado diez partidos más que ellos. Si Chuchi Manchón había declarado en la víspera que barrerían a los marfileños a forma y manera de galerna, el silencioso Pepe Julián Oreiro estaba hablando solamente dentro del campo. Y llegó la ocasión que tanto estaba buscando. Un ataque en oleada de todos los del Real fue la causa de que el balón quedase en "tierra de nadie" justo en el lugar téorico de los mediocampistas miñaneros; pero estando en la cancha Oreiro nunca había dudas de que las "tierras de nadie" eran sus preferidas, así que engatilló un disparo a media volea que zumbó el aire, derribó la resistencia de Eolo y fue a terminar besando las redes como un enamorado besa en el último momento de su desesparación a la novia nunca olvidada. El gol fue el penúltimo de la tarde porque un minuto después Pepe Julián Oreiro puso en bandeja otra vez un pase de gol a su amigo Andrés Castelho quien lograba un "hack trik" inolvidable. 4-1 y Chuchi Manchón más callado que un halcón peregrino con las alas completamente cortadas y el pico más cerrado que la boca de las minas del río Tinto que surcaba por ambas poblaciones. A un lado y al otro del Tinto toda la noche se llenó de bengalas de colores azules mientras alguien pintó en el muro de la iglesia: "Si Dios jugara al fútbol sería azul hasta sus médulas". Y nadie se atrevió a borrarlo. Addenda (Garrincha versus Pelé).- Pelé fue La Academia y La Técnica del fútbol. Garrincha fue La Bohemia y El Arte del balón. Pelé la samba. Garrincha el candomblé. Pelé fue el astro luminoso del deporte. Garrincha fue el cometa sideral del balompie. Respetando todas las opiniones, yo ni entro ni salgo en el asunto de decir cuál de los dos fue el mejor porque, siendo totalmente sincero, para mí el más completo de todos fue Alfredo Stéfano Distéfano Lahule. Pero sólo es una opinión subjetiva nada más. El mundo del fútbol es así de interesante: cada aficionado tiene su versión y, en ese sentido, la estadística y el palmarés de cada deportista sólo es un dato referencial nada más; un dato importante pero no el más determinante. Suele ocurrir que grandes genios del fútbol carecen de grandes logros por circunstancias ajenas a ellos y otros, mucho más mediocres, han alcanzado éxitos increíbles por haber jugado, por ejemplo, en equipos plagados de estrellas. Por eso para mí lo mejor de un deportista es lo que ha supuesto para todos sus compañeros y no para él mismo de manera individual. No sé si me he explicado bien pero lo he intentado. Quiero decir que, bajo mi punto de vista personal y con criterio propio, después de haber jugado durante muchísimos años al fútbol he llegado a la conclusión de que es mucho más valioso un futbolista que juega para todo el equipo que un futbolista que todo el equipo juega para él; porque hay futbolistas que son necesarios pero hay futbolistas que son imprescindibles. Sustituir a un futbolista necesario por otro futbolista necesario es relativamente fácil pero sustituir a un futbolista imprescindible por otro futbolista imprescindible es absolutamente difícil.  PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO... La Caixa de toda la vida.- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un cliente excelentísimo! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO...Banco de Santander (ex Hispano Americano).- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un trabajador excelentísimo! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO... Segunda Caixa de toda la vida.- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres una persona excelentísima! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO...Alcaldía de Molina de Segura.- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un empadronado excelentísimo! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO...Centro Médico Marín.- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un enfermo excelentísimo! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO...Trabajadora Social.- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un comunicador social excelentísimo! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO...Cáritas de Molina de Segura.- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un voluntario social excelentísimo! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO...Registro Civil.- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un ciudadano excelentísimo! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO...Mercadona.- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un comprador excelentisimo! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO...Con San Pedro en el Cielo.- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un cristiano excelentísimo! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO...Seguridad Social.- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un asegurado excelentísimo! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO...Un grupo de amigos de la calle.- ¡Claro que te conocemos!¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un amigo excelentísimo! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO...Comunidad de Vecinos.- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un vecino excelentísimo! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO...  Galgos y podencos.- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un poeta excelentísimo! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO... El pito del sereno.- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un bohemio excelentísimo! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO... Tu cara me suena.- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un actor excelentísimo! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO... La madre que parió a Panete.- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un chaval excelentísimo! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO...Etcétera.- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un escritor excelentísimo! PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO...Notario.- ¡Claro que te conocemos! ¡Tenemos miles de veces repetida tu firma y eres un personaje excelentísimo! SON CINCUENTA EUROS.FIN DE LA GRACIOSA CUESTIÓN DE LA MODERNIDAD A TOPE DEL PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO...Comentario: PERO COMO NO LLEVAMOS ESTO...      EL CUENTO (Taller dirigido por José Orero de Julián “Diesel” Los seres humanos, a diferencia de los animales, somos capaces de crear ficciones. Dentro de esta capacidad creativa se encuentran lo que llamamos y conocemos con el nombre de cuentos: unas historias literarias que nos sirven para explicar lo que sucede en el mundo. ¿Cómo define la Real Academia de España el asunto? Según los académicos de la RAE el cuento es una narración breve de ficción. Es necesario extendernos un poco más para definirlo mejor. Así que podemos decir que el cuento es una narración breve, oral o escrita, en la que se cuenta una  historia de ficción con un reducido número de personajes, un poco de intriga, un clímax y un desenlace final rápido e impactante. Si nos referimos a los cuentos escritos existe mucha controversia en cuanto a la diferencia entre un cuento y un relato. Muchas veces la diferencia está muy clara pero también hay muchas ocasiones en que un cuento puede catalogarse, al mismo tiempo, como un relato y, viceversa, un relato puede catalogarse como un cuento. Para algunos analistas de la Literatura la gran diferencia se encuentra en el número de páginas (el cuento muy pocas y el relato algunas más) pero, sin embargo, existen numerosos cuentos con un amplio número de páginas y existen relatos de una sola página o incluso menos. Así que es erróneo decir que la diferencia se basa en la menor o mayor extensión de páginas; porque existen los mini cuentos, los cuentos y los maxi cuentos, al igual que existen los mini relatos, los relatos y los maxi relatos. Para diferenciarles es necesario tener en cuenta otros factores literarios. En este difícil asunto yo aplico varias condiciones que me sirven para determinar a ambos géneros y separar el uno del otro. Quizás esté siendo muy subjetivo pero tengo mi propio método para decir que un cuento no es un relato y que un relato no es un cuento. Por ejemplo, mientras que el diálogo siempre es necesario que exista en los cuentos, en los relatos no es ninguna obligación de escribir diálogos aunque existen relatos que contienen algunos o bastantes diálogos en su estructura literaria; pero hay otras condiciones divergente y podemos citar algunas. Los relatos casi siempre son muy realistas y prosaicos o descriptivos, mientras que los cuentos contienen siempre un lenguaje poético no a través de un poema (aunque existen cuentos escritos en forma de poesía) sino porque en ellos tienen un lugar preeminente la fantasía y la creatividad basada en imaginaciones. Esto no suele ocurrir, casi nunca, en los relatos. La imaginación y la fantasía tienen que estar siempre presente en un cuento aunque este cuento sea de los clasificados como “realistas” mientras que en los relatos no es obligatorio que contengan esa clase de mágica fantasía y creatividad imaginativa de los cuentos. Hay relatos que contienen algo de eso o algo parecido a eso pero no exactamente igual. Otra cuestión a tener en cuenta son los finales (la forma de terminar un cuento y la forma de terminar un relato). El cuento siempre debe de tener un final sorprendente, un final que impacte en la mente de los lectores y lectoras hasta que le deje una huella debido a lo inesperado o a lo profundamente emotivo. En muchos relatos ese impacto final no existe aunque tenga un gran valor literario y sea una verdadera demostración de valiosa aportación a la Literatura. En el cuento, además, siempre debe ser un final cerrado (aunque existen excepciones de cuento con final abierto) mientras que abundan bastante los relatos que terminan en final abierto (aunque muchos terminen con final cerrado). Una diferencia muy notable es que el cuento siempre narra historias más o menos fabulosas mientras que el relato cuenta historias más o menos cotidianas, Un cuento siempre es una fabulación recreativa mientras que un relato siempre es una recreación no fabulada. En el cuento el tiempo literario siempre es cronológico y siempre va desde el pasado hasta el presente e incluso hasta el futuro, pero esta condición no es necesaria para escribir un relato que puede tener tiempo cronológico continuado o presentar saltos hacia atrás, saltos hacia adelante, etcétera. Así que podemos decir que el cuento es una inspiración de un momento determinado siempre sucesivo y el relato es una redacción de momentos que no tienen por qué ser sucesivos. El cuento siempre narra una historia principal mientras que un relato puede estar narrando varias historias paralelas.  El cuento es siempre de carácter fantástico mientras que el relato, aunque sea muy emocionante o de suspense, no recurre a la fantasía sino a la recreación artística nada más. Podemos añadir que el cuento es muy concreto mientras que existen muchos relatos que son muy abstractos. Y esto se debe a que el cuento narra una sola historia, un solo conflicto protagónico (aunque en los cuentos más o menos largos existen conflictos segundarios pero siempre como complementos del conflicto protagónico y para ayudar a dar mayor emoción a la trama) mientras que el relato puede tener (y muchas veces tiene) varios conflictos principales que caminan de manera paralela para unirse al final o sólo tienen puntos de contacto meramente referenciales, lo cual no sucede nunca en un cuento. El cuento es una intuición espontánea, El relato es una recreación meditada. Cuando conseguimos escribir un buen cuento es una victoria por KO. Cuando conseguimos escribir un buen relato es una victoria por puntos. Podríamos seguir analizando varias diferencias más pero, dejando ya de lado las posibles discusiones que yo creo que son más bien aleatorias y no decisivas, veamos cuál debe ser la estructura de un buen cuento. En este sentido tenemos que tener muy claro que si queremos escribir un cuento que sea realmente bueno debemos saber que su estructura siempre se rige por las “tres unidades” teatrales: Planteamiento, Nudo y Desenlace o, si queremos llamarlo de otra manera para diferenciarlos de las obras de teatro podemos decir Introducción, Desarrollo y Final. La Introducción es la parte del cuento donde presentamos el espacio y tiempo del cuento o. dicho de manera más comprensible, el ambiente contextual donde se va a desarrollar la historia contada; al mismo tiempo que aparece ya el personajes principal o protagonista del cuento (que a veces pueden ser dos o tres pero nunca es aconsejable más de dos o tres). En este inicio de la obra se nos dice el lugar donde se desarrolla la historia, la época a la que pertenece dicho lugar y el problema principal al que llamamos conflicto del cuento. Durante el Desarrollo vamos presentando y solucionando (cuando no se trata de un mini cuento sino de algo de mayor extensión) los diversos conflictos secundarios que formarán, todos en conjunto, los recursos que usamos para ir resolviendo el conflicto principal y que, por lo tanto, están al servicio de éste. Y el Final es la solución  que le damos a la historia; es decir, la manera en cómo damos la respuesta al conflicto del cuento. Este final no tiene que ser solamente o triste o feliz (como muchas personas creen) sino que también puede tener otra clase de finales como la ejemplaridad, algo imprevisto, algo que sea sorprendente, o solamente psicológico, filosófico, interrogativo, etcétera y aunque lo más normal (lo que sucede en la inmensa mayoría de los cuentos) el final es cerrado. Existen algunas pocas excepciones de cuentos que terminan en final abierto y, desde luego, son mucho más difíciles de escribir que los que terminan en final cerrado. Para dominar los finales abiertos tienes que ser más bien un aventajado profesional o, al menos, tener capacidades de escritor más desarrolladas que lo que entendemos como normal. Pero para los que se inician en la literatura creativa es más aconsejable que escriban, sobre todo al principio, cuentos cerrados y, una vez bien dominados estos, atreverse ya con los cuentos de finales abiertos. Aclaremos lo que, en Literatura Creativa, conocemos como finales abiertos y finales cerrados. Un final cerrado en aquel en el que todas las tramas (o casi todas) quedan totalmente resueltas, la incógnita se aclara y dota de verdadero sentido concreto a toda la narración. Justo al contrario ocurre con un final abierto que deja alguna o varias preguntas sin resolver dando pie a las interpretaciones de cada lector o lectora y que no tienen por qué ser las mismas. Para lograr que un final abierto sea convincente y agrade al lector o lectora hay que dominar muy bien la técnica del cuento o de otra manera podemos crear una confusión en la mente de quienes lo leen sin encontrar un verdadero sentido a la historia porque les cuesta entender lo que el autor o la autora ha pretendido lograr con dicho final abierto. Mientras que en el final cerrado el narrador da por terminado el conflicto y su protagonista pasa a vivir una nueva situación (porque su conflicto se ha acabado) en le final abierto el narrador obliga a los lectores a que tengan que hacer un esfuerzo suplementario para imaginar el final que más prefiera cada uno de ellos y de ellas porque el autor deja al libre pensamiento de quien lee la solución que más le agrade. Los profesionales de la Literatura aconsejamos a los principiantes que comiencen por dominar bien el arte de escribir cuentos con finales cerrados antes de hacerlos con  finales abiertos que pueden estropear una buena historia si no lo planteas en un momento óptimo de la narración. ¿Cómo nos situamos los autores de cuentos ante la creación de uno de ellos? O bien lo hacemos en primera persona o bien lo hacemos en tercera persona (prácticamente casi nunca existen cuentos escritos en segunda persona aunque a veces lo consigamos porque tenemos ya demasiada experiencia literaria). Un cuento está escrito en primera persona cuando el narrador es el mismo protagonista principal de la historia o, en algunas raras ocasiones, un protagonista secundario que narra lo que le sucede al protagonista principal; y un cuento se escribe en tercera persona cuando el narrador lo hace desde afuera de la historia, algo así como alguien que está observando lo que ocurre y lo va contando sin ser partícipe de los hechos que están ocurriendo, A veces se consiguen buenos cuentos mezclando la primera y la tercera persona pero tampoco es recomendable para quienes empiezan a desarrollar el arte literario. Para aprender cuáles son los objetivos que persigue el escritor de un cuento y cuáles son los principales subgéneros de cuentos debemos saber, en primer lugar, que la palabra cuento deriva del latín “computus” que significa cuenta; y es que, como ya he explicado antes, el cuento es una narración  más o menos breve (a veces se dan casos de cuentos bastante largos de extensión y no dejan por eso de ser cuentos) cuentan algo basado en hechos reales o ficticios pero que siempre tienen una trama protagonizada por un solo personaje principal o por varios personajes principales (no más de dos o tres) que busca terminar con finales de alguna manera didácticos o valiosos para la educación de las personas que leen. Entendido esto, o quizás por eso mismo, el cuento es el primer género literario que usaron los humanos y cuyo origen se remonta a la aparición del hombre y de la mujer sobre la Tierra. Por eso, en un principio, eran orales y servían para contar hechos que acontecían en la vida cotidiana con motivo de explicarse el mundo que les rodeaba. Su transmisión se realizaba de generación a generación a través de las recitaciones que hacía los bardos, los vates, los rapsodas, los griots, etcétera, cuando toda la tribu se encontraba sentada alrededor del fuego de las hogueras para luego hacerlo los recitadores alrededor de una chimenea encendida y los cuentacuentos en parques, jardines o lugares ya especializados en la actualidad. Y como cada grupo humano tiene sus propios deseos y sus propias necesidades en diversos momentos de sus vidas, el resultado final (hasta nuestros días) es que hay un alto número de subgéneros del cuento. Podemos citar, por ejemplo, el cuento fantástico, el cuento de hadas, el cuento romántico, el cuento realista, el cuento de ciencia ficción, el cuento de misterio, el cuento de miedo, el cuento de terror, el cuento policíaco, el cuento de aventuras, el cuento realista, el cuento filosófico, el cuento social, el cuento erótico e incluso podemos también citar el cuento de humor o el cuento en forma de monólogo que tan de moda está hoy en día. Si se escribe ya muy bien o se tiene mucha experiencia se pueden escribir cuentos mezclando varios enfoques como, por ejemplo, la aventura con partes de humor o lo fantástico con lo real y muchas otras combinaciones más si es que se domina este arte literario. En cuanto a lo que conocemos como “lo absurdo” es cierto que se pueden conseguir grandes éxitos con cuentos “de lo absurdo” pero sin caer en el “cuento absurdo” ya que son dos cosas bien opuestas. El “cuento de lo absurdo” puede conseguir tener mucho valor pero el “cuento absurdo” no tiene valor alguno. Y, siendo objetivos, existen muchos autores que, demostrando no saber la diferencia, han escrito “cuentos absurdos” sin ningún valor literario ni social en lugar de “cuentos de lo absurdo” que tienen sus propias características valiosas. O sabemos distinguir ambas cosas o no sabemos distinguir lo que es literario de lo que sólo es “escritura basura”. Hablemos ahora del tiempo y del espacio dentro de la literatura. Todo cuento (sea cual sea su género o subgénero) debe tener en cuenta estos dos factores primordiales. El tiempo literario se refiere a la época en que el autor se ha introducido para escribir el cuento, el mundo histórico al que pertenece la trama y la descripción física de los protagonista encuadrados en un contexto temporal determinado (salvo en el caso de algunos cuentos de ciencia ficción que son la excepción que confirman la regla y que son, precisamente por ello, de ciencia ficción ya que rompen las reglas establecidas). Así que el tiempo de un cuento es el momento en el que suceden de manera cronológica y correlativa (desde atrás hacia adelante) para no confundir la mente de quienes los leen. Los “jueguecitos” que algunos autores quieren llevar a cabo con el tiempo de los cuentos suelen terminar en fracasos a no ser que se trate de un “genio de la pluma”. Ahora bien, el tiempo de un cuento puede ser infra temporal (pasado), temporal (presente) o supra temporal (futuro). Y es posible combinar estas tres categorías si se sabe dominar bien el ritmo de una historia contada de lo cual hablaremos más tarde. En la inmensa mayoría de los casos, un buen ciento, si es bueno de verdad, siempre pertenece a un tiempo muy concreto y se desarrolla de manera directamente cronológica, En cuanto al espacio literario de un cuento es todo el mundo imaginario que nos sitúa, dentro de un tiempo ya determinado, en un ambiente concreto. Es el ámbito y el ambiente donde se desarrolla el conflicto (o los conflictos) liberado ya de axiomas y de dogmas academicistas que coaccionan la libertad de imaginación de un buen autor o una buena autora de cuentos. Pero debemos tener siempre en cuenta la coherencia de la lógica más esencial que nos lleva a deducir que si el tiempo es la época el espacio es el ambiente dentro de dicha época. Algunos autores (incluso muy famosos a nivel mundial) han escrito verdadera incoherencias falsamente denominadas genialidades porque, a la hora de la verdad, no tienen “ni pie sin cabeza” al romper, sin capacidad literaria suficiente, la coherencia consecutiva que debe existir entre un tiempo y el ambiente adecuado para dicho tiempo. Cuando el tiempo ha sido bien elegido para enmarcar la historia de un cuento es muy fácil encontrar el ambiente más adecuado para desarrollar dicho cuento sin tener que forzar, para nada, la libertad necesaria dentro del sentido literario para saber con qué límites nos encontramos a la hora de escribir un cuento que, por supuesto, tiene una técnica muy diferente a la del relato y, sobre todo, a la de una novela. Sólo manejando bien el tiempo y su consecuente espacio natural podemos alcanzar a escribir buenos cuentos y hasta cuentos catalogados como geniales sin tener que buscar “cinco pies a un gato”. Es importante no “castigar” la mente de nuestros lectores con cuentos tan absurdos que no sólo no cuentan una historia comprensible sino que la convierten en un verdadero bodrio por mucha fama que la publicidad le dé. Las distorsiones entre el tiempo y su correspondiente espacio sólo tiene valor literario cuando se demuestra una genialidad capaz de conseguirlo escribiendo algo que, al ser analizado, demuestra la capacidad de un autor para dominar dichas distorsiones sin que el producto final deje de ser un verdadero cuento. Quienes comienzan a escribir cuentos y se quieren iniciar en la literatura con el mundo de los cuentos es importante que no busquen “efectos deslumbrantes” sino que manejen bien el tiempo y el espacio sin ninguna clase de distorsiones porque, en ese caso, es muy fácil entrar en contradicciones de tal naturaleza que el cuento deja de ser “creíble” para quien lo lee o lo escucha; y no hay mayor fracaso para un escritor de cuentos y para un cuentacuentos que fracasar por ser incoherente. Así que para iniciarse en la escritura de cuentos lo primero que hay que tener en cuenta es ser coherentes con el espacio y el tiempo en donde ubicamos nuestra historia y, para hacer más fácil la tarea, comenzar por mini cuentos con un solo personaje principal (o como mucho dos) y quizás, si el autor se ve ya bastante capacitado, escribir cuentos de extensión moderada con la presencia de uno, dos o tres personajes principales. Y aquí viene una recomendación muy a tener en cuenta. Todos los personajes principales deben ser bien “diseñados”, que no ofrezcan dudas sobre su importancia en la historia y, en cuanto a los personajes secundarios o terciarios no meterlos en la historia como simples “rellenos” nada más sino que tengan un porqué bien definido e importante para entrar en la historia aunque sólo lo hagan en una sola ocasión o incluso cuando sólo digan una única frase. Si introduces un personaje que sólo dice una frase haz que esa frase sea trascendental para la historia que estás contando y. si no eres capaz de hacerlo, es mejor que no inventes ese personaje que, si no sirve para nada, no debe formar parte del cuento ya que el lector te va a preguntar para qué diantres lo has hecho entrar en la historia. En definitiva, todos los personajes de un cuento (y estamos hablando solamente de los cuentos) deben tener gran importancia para la historia que estamos escribiendo; desde el protagonista principal hasta el más simple que sólo dice una frase o incluso que no habla peor está significando algo muy importante sólo con su presencia, Si no eres capaz de lograrlo no creas porque es innecesario por completo. Y en el cuento (insisto que estamos hablando solamente de los cuentos) es importante el ahorro de palabras y aprovechar al máximo todo lo que hacen los protagonistas, todo lo que dicen los protagonistas, todo lo que piensan los protagonistas e, incluso, todo lo que simbolizan los protagonistas sean seres humanos, sean animales o sean cosas inanimadas a las cuales, gracias a la magia y la fantasía, el autor les ha dotado de la capacidad para hablar. Por todo ello es importante saber dominar lo que yo llamo el ritmo del cuento. El ritmo del cuento no quiere decir la velocidad o la lentitud de la historia sino el grado de vitalidad que contiene la historia. El ritmo del cuento es lo que hace atrapar al lector o a la lectora que se siente interesada en saber qué está ocurriendo en la historia porque el autor la ha escrito con agilidad para no aburrir nunca y conseguir que, con dicho ritmo literario, el lector y la lectora tengan deseos de leer todo el cuento desde el principio hasta el final. Así que el ritmo o la agilidad que le imprimas a un cuento es lo que va a decidir si es interesante o no lo es para la persona que lo está leyendo. Porque tienes que ser siempre importante para tus lectores y lectoras, pero con la convicción bien firme y bien segura de que quienes no te leen, porque no son tus lectores y tus lectoras, te deben importar menos que un pimiento morrón; o sea, preocúpate de pensar solamente en tus lectores y lectoras. El resto del mundo no te interesa para nada; porque los verdaderos y buenos escritores (y escritoras) no lo hacemos para que nos lea “todo el mundo” sino solamente para no defraudar a quienes hemos conseguido hacer que estén interesados e interesadas en saber cómo escribimos para ellos y para ellas y nada más que para ellos y para ellas. Por eso no debes defraudarles. Así que ponle el ritmo adecuado a cada momento del cuento para que seas capaz de que quienes confían en tu arte literario disfruten tanto leyendo tu cuento que éste impacte de tal forma y manera en su persona (cerebro y corazón al mismo tiempo) que jamás lo olvide su memoria. Y eso sí es triunfar como escritor o como escritora. No es cuestión de ser un “best-seller” sino cuestión de ser un artista genial. Dos cosas que casi nunca van unidas entre sí y ya sabemos que se debe a los “intereses creados” tal como dijo Jacinto Benavente que, sin embargo, llegó a ser Premio Nobel de Literatura. Así que plantéate el siguiente buen consejo: “si a muchos no les interesa lo que escribes a ti no debe interesarte lo que muchos leen”. Y sigue adelante sin hacerles ni el más mínimo caso. Aclaradas estas cuestiones vamos a ver los dos sintagmas que debemos atender y seguir para crear nuestros cuentos. Los vamos a definir como “lo que hay que hacer antes de ponernos a escribir un cuento” y “lo que hay que hacer cuando estamos ya escribiendo un cuento”. Es muy importante atender a estas dos cuestiones para no perder la concentración que debemos llevar a cabo para no dispersarnos confundiendo las líneas de nuestra imaginación propia y no fracasar antes de tiempo. ¿Qué debemos tener en cuenta antes de escribir un cuento? Entre otras muchas cosas menos importantes y que dependen solamente de nuestra naturaleza propia, elegimos siete acciones elementales: en primer lugar serénate, no te pongas nervioso o nerviosa si no sabes qué temas vas a elegir y lleva a cabo una acción que hacen muchos expertos en publicidad antes de publicar un eslogan. Consiste en sentarte cómodamente o tumbarte en la cama (no te recomiendo el suelo porque te va a doler todo tu cuerpo a los pocos minutos y te vas a descentrar por culpa del dolor) y llevar a cabo lo que los profesionales llamamos “lluvia de ideas”. Ve anotando en una libreta todas las ideas que vayan llegando a tu imaginación y no descartes a ninguna por muy rara que te parezcan en un principio. Cuando estés concentrado o concentrada en dicha labor verás cómo, de repente, surge una idea que te impacta por algo que en principio no sabes qué es pero que llama poderosamente tu atención. Si esa idea te llena por completo no la descartes porque es la que te va a dar la solución que buscas para encontrar el tema del cuento. Elígela. Siempre que se realiza una “lluvia de ideas” aparece la que menos te esperas pero que es la más adecuada. No lo dudes y elígela como eje de rotación para tu cuento. Es la idea principal lo que importa y si has decidido que sea esa es porque vas a tener suficiente capacidad para desarrollar ya un cuento en torno a ella. Una vez decidida ya la idea principal ponte a escribir en tu libreta ubicando el tema en un tiempo y un espacio que sean bien concretos. Recurre a tu memoria histórica, social, geográfica o de cualquier otro tipo vivencial y/o cultural para encontrar dicho tiempo y dicho espacio. Es importante que lo pienses de esa manera para no cometer incoherencias cuando escribas el cuento. Recuerda algo de tu pasado o de alguna persona, animal o cosa que te haya impactado lo suficiente para comenzar a definir al personaje principal. No fuerces tu memoria y deja que los recuerdos te lleguen suavemente. Si tienes dificultades para elegir el tiempo y el espacio relájate y descansa, Pero no abandones. La idea que has elegido y los recuerdos que te están llegando a la mente (tanto del pasado vivido, del presente sentido o del futuro soñado) te van a ir llegando sin forzar para nada tu ánimo ni mostrar ansiedad alguna. Si ya has encontrado el espacio y el tiempo que más te agradan es señal de que vas muy bien. Llegó la hora de designar personajes. Cualquier cosa que recuerdes o que imagines puede servir para diseñar un buen personaje principal de la historia que quieres contar. Esta elección puede ser o bien un personaje real o bien un personaje imaginado o, mejor todavía, haz una mezcla coherente entre lo real y lo imaginado. Con un mínimo esfuerzo logras elegir al personaje adecuado. Si resulta que te encuentras con dos, tres o cuatro personajes y no sabes cuál de ellos elegir, piensa en cuál es el que más emociones despierta en ti en ese momento. El que más te emocione es el principal. Los otros puedes introducirlos en la historia como secundarios o simplemente olvidarte de ellos. Haz los mismo con el resto de personajes que quieres ir creando y piensa que si vas a escribir un mini cuento quizás te baste y te sobre con un solo personaje principal o, a lo sumo con dos, pero ya tres o más de tres son contraproducentes. Si piensas en un relato medio puede utilizar esos dos o tres o cuatro que no tienen cabida en un mini relato. Y si lo que deseas intentar es escribir un maxi relato puedes ir ideando otros personajes pero con el sumo cuidado de integrar sus conflictos solo como complementos del conflicto del personaje principal. Vuelvo a repetir que si alguno de ellos no va a tener influjo en la historia descártalo por completo y no lo crees. Ahora, todavía tomando apuntes en tu libreta de notas pero si empezar a escribir el cuento, empieza a mentalizar imágenes y a anotar en dicha libreta datos, frases, ideas o cualquier cosa que comience a tener la suficiente consistencia como para, usando todo ello, poder crear ya una historia, un argumento, una trama. Es muy importante que te hagas mentalmente, o apuntando en tu libreta, una sinopsis de tu historia. Una sinopsis es un resumen muy reducido de lo que quieres escribir. Sobre ese resumen ve añadiendo otras ideas que te van llegando y se van colocando como piezas de un rompecabezas. Tarda todo el tiempo que sea necesario y no mires el reloj para nada. Si te relajas lo suficiente como para no preocuparte de nada más que sea ajeno a tu historia ésta va comenzando a consolidarse cada vez de manera más concreta. Si se te ocurren frases sueltas no las rechaces porque todas ellas o algunas de ellas pueden servirte para aumentar el interés de la historia que quieres contar. Lo más seguro es que, a veces, fracases con alguna que otra cuestión pero no te desilusiones porque cuando una idea fracasa es señal de que estás ideando y, de repente, te llega otra mucho mejor. Piensa en lo de “las que se van por las que llegan”. Piensa que es totalmente lógico que no todo te va a valer pero cuantos más datos y anotaciones tengas anotadas en  tu libreta y en tu memoria más fácil va a resultar tener ya una noción cada vez más clara de lo que quiere escribir. Ya tienes la sinopsis. No empieces todavía a escribir o hazlo, si lo deseas, en forma de borrador. Elige si vas a escribir en primera persona o en tercera persona (la segunda persona elimínala si eres principiante en el arte de escribir historias puesto que es muy importante que vayas experimentando primeramente con lo más sencillo). Y en este sentido lo mejor es la tercera persona si eres principiante del todo. Si ya tienes alguna pequeña experiencia como cuentista puede elegir la primera persona que es un poco más difícil. Comienza entonces a hacer lo siguiente: organiza tus pensamientos y tómate un pequeño respiro para tomar algo antes de comenzar ya a escribir el cuento. Yo no te aconsejo nada de alcohol ni drogas sino, tal vez, un té o mejor un café con leche que despierte tus neuronas pero no te las anule como hace el alcohol y la droga. Esto es muy importante para escribir mejor. No creas eso de que los grandes escritores siempre son los alcoholizados y los drogadictos porque es una total mentira. Los escritores alcoholizados y/o drogadictos no escriben nada más que “pavadas· y “cuentos absurdos” que, como ya he explicado antes, no tienen ningún valor por mucho que los celebren en los grupos de literatos y hasta les premien a niveles universales. Son meras apariencias de genialidad nada más. La verdadera genialidad está en ti mismo y en ti misma cuando eres una persona corporal y mentalmente sana. No lo olvides nunca a lo largo de tu vida como escritor o escritora. ¡Y de pronto vas y comienzas a escribir con  todos tus sentidos bien abiertos! Eso es. Ahora ya puedes ser consciente de que lo que estás escribiendo vale la pena escribirlo. Es el mejor pensamiento que puedes sentir, y asumir internamente, para empezar a escribir un cuento. Mente sana en cuerpo sano y date la señal de salida. No compitas con nadie sino contigo solamente.   Entramos en la fase práctica. Lo más importante es que no tengas miedo ni te asustes ante el reto, así  que escribe. Rompe con todos los prejuicios de las creencias que no te conducen a ningún lugar y comienza a ser tú mismo o tú misma. Una vez que hayas escrito la primera línea o el primer párrafo descansa, lee varias veces lo que ya has escrito y, si estás de acuerdo con  la manera en que has comenzado el cuento escribe con estilo. ¿Qué quiere decir que escribas con estilo? ¡Aléjate de la vulgaridad o de los tópicos innecesarios! ¡Huye de los lenguajes soeces y, sobre todo, no divagues ni escribes con la intención de “estar a la moda”! ¿Qué es eso de escribir “a la moda” en lugar de escribir con estilo? Es algo que no tiene ninguna clase de valor porque te estarías dejando arrastrar por quienes no poseen la creatividad literaria como objetivo fundamental de los cuentos que escriben. Para ser tú mismo o tú misma aléjate de todo ese mundo falto de inteligencia que sólo busca hacer negocio lucrativo con los cuentos. Todo eso demuestra tener falta de personalidad y sólo es propio de gente que termina por ser gentuza. Escribe con estilo limpio, claro y transparente, basándote en tu criterio propio y no en los criterios ajenos muchas veces a lo que eres como persona. Una vez que hayas logrado el equilibrio mental suficiente (y sin mirar para nada el reloj mientras escribes) ya puedes acelerar el ritmo porque muy pronto vas a entrar en la fase del desarrollo argumental. En esta fase, que es la más ardua de expresar deja que la inspiración guíe tus letras. Acuérdate, cuando ya estés de lleno en la sustancia del desarrollo de tu cuento, de no crear una historia “plana” (que siempre resulta muy aburrida para los lectores y lectoras) y tampoco te dediques a escribir una historia “neutra” (que resulta siempre anodina). Así que sigue escribiendo con interés, con emoción, haciendo surgir sorpresa tras sorpresa y utiliza los recursos de tu propia imaginación para hallar el punto exacto en el que vas entrando y saliendo sin tener que forzar la historia; porque si la fuerzas demasiado puedes convertirla en algo estrambótico y sin sentido alguno. Si lo has logrado, entramos en la fase final. No dudes demasiad. Plantéate, mentalmente, uno o dos o tres finales diferentes y elige el que mayor impacto vaya a producir en tus lectores y lectoras (las demás personas no te interesan para nada). ¿Te resulta difícil elegir uno de esos finales? Entonces elige el que más te emocione a ti mismo o a ti misma porque debes disfrutar de lo que escribes. Eso servirá para que quien lea tu cuento goce de verdad con ese final inesperado. Si tú disfrutas con lo que escribes existen muchas posibilidades de que quienes te leen también disfruten gracias a la Ley de la Atracción Universal. Transmite tu gozo y llegarás a conseguir que muchos y muchas gocen también. Si consigues algo tan interesante para ti y te dan la oportunidad de editarlo no busques a cualquiera sino a quien de verdad sea profesional. No elijas a quien más adula tu cuento sino al que más lo admire. No es la misma cosa. Renuncia al editor o editora que te pide que cambies la historia y defiende tus principios éticos y morales. No es mejor formar parte de la élite de los escritores sino formar parte de los escritores interesantes. Tampoco es la misma cosa. Si después de todo esto no has conseguido que te hagan caso no te preocupes y  mantén tu historia tal como te gusta a ti. No todo vale a la hora de ser feliz escribiendo. Así que vete a una heladería de tu barrio, goza de un buen cucurucho del sabor que más prefieras y nunca jamás tires la toalla porque posiblemente sea muy cierto el dicho de que “a la tercera va la vencida”. Intentarlo muchas veces quizás sea hasta necesario. Si es importante para ti escribir cuentos te voy a recomendar los seis pasos siguientes. 1.- El tema plantéalo como un resumen breve de alguna historia que hayas vivido o hayas imaginado de tal manera que lo hayas vivido. 2.- Según el tema que has elegido así debe ser la esencia de tu cuento digan lo que digan los demás. No hagas caso a quienes te rechazan sino a quienes creen en ti. 3.- Elige los personajes más adecuados al conflicto (o los conflictos) que forman parte de la historia que escribes. En este asunto ten en cuenta lo siguiente: todas las personas están llamadas a ser héroes y heroínas de su propia existencia y para poder conseguirlo necesitan vivir los avatares que le presenta el destino así que, voluntariamente, despréndete de todos aquellos farsantes que no quieren que avances de ningún modo. Los enemigos (también llamados antagonistas) son aquellos seres que aparecen en los cuentos haciendo todo lo imposible para impedir el progreso y la felicidad del protagonista principal o de los protagonistas principales. Algunos ejemplos son los brujos, los monstruos, los ogros, los gigantes, las madrastras, los padres descuidados, los hermanos envidiosos y una larga lista más. En el lado opuesto se encuentran los personajes benévolos que aparecen en el cuento para prestar ayuda al protagonista o a los protagonistas. Hay ejemplos como animales ayudantes, hadas bondadosas, seres mágicos de la felicidad, vagabundos de buen corazón, ancianos y ancianas que poseen sabiduría, otros personajes también sabios, etcétera. Así que tienes que saber que en los cuentos existen personajes buenos y personajes malvados. Eso sucede en la inmensa mayoría de cuentos de todos los continentes de la Tierra porque son un reflejo de la realidad de la vida humana. Los buenos y los malos, en conjunto, te sirven para crear un buen cuento, un cuento verdaderamente interesante y nada anodino (como sucede en muchos que olvidan esta cuestión fundamental). Es bueno que existan esas dos clases de personajes para que los lectores y lectoras puedan interpretar algo que existe a niveles universales. Así que olvídate de las “chorradas” de que todos somos “angelitos” que nos equivocamos de vez en cuando. La realidad demuestra que eso no es cierto. Y si alguien te llama reaccionario o reaccionaria por escribir algo tan sincero es que ese alguien no merece ser un lector o lectora de tus cuentos. Terminemos de hablar sobre lo que debe ser la estructura de un buen cuento (si es que quieres que tu cuento sea en verdad bueno) con  el título. ¿Cómo debemos titular a un buen cuento? ¿Cómo encontrar un título que refleje en verdad el contenido de tu cuento? Busca un título que sugiera algo, que llame la atención de los lectores y lectoras que muchas veces van a leer tu cuento por tener un título tan sugestivo; un título que, además de despertar interés, esté muy relacionado y ligado de manera muy directa al argumento o historia que estás contando. No cometas el error (que muchos hacen para intentar ser “originales”) de poner un título que no tenga nada que ver con el contenido de tu cuento o que no signifique nada importante para lo que has escrito. Si el título no atrae la atención de quienes quieren leer (y no olvides que los que no leen no tienen ningún interés porque no te van a leer sea cual sea el título de tu cuento) puedes decepcionar de tal manera que dejen de ser lectores y lectoras de tus próximas obras literarias. Ten muy en cuenta que si el título no corresponde al contenido más esencial del cuento es un título “muerto” por muy original que sea. No cometas ese grave error si quieres seguir manteniendo el interés de quienes te leen. Hablemos ahora de la finalidad que busca un buen cuento. Todos los géneros literarios tienen sus motivos y sus finalidades. En este sentido, los buenos cuentos son los que están inspirados gracias a la imaginación del autor o autora. Y esta imaginación funciona como cimiento sólido del pensamiento y el lenguaje humanos cuando usan ideas y no ideologías. Sabemos que las ideas nacen de nuestro pensamiento propio y las ideologías nacen de otros pensamientos ajenos al nuestro. Así que, sabido esto, los buenos cuentos (liberados de ideologías y basados solo en ideas) hacen reaccionar el estímulo de nuestra creatividad, proyectándola hacia el futuro pero dando la ocasión de revivir el pasado. Al leer o escuchar un buen cuento podemos observar cómo los niños, las niñas, los jóvenes y hasta los adultos, abren bien sus ojos, despiertan bien sus oídos y, a través de todos sus sentidos, consiguen que surja en ellos el ánimo por vivir a flor de piel, los pone en disposición de gozar con el universo de la narración y se sienten identificados con tu fantasías porque empatizan con lo que cuentas haciendo que ejerciten sus memorias. Por lo tanto, el buen escritor o la buena escritora de cuentos tienen siempre su propio “sello” personal y son herramientas muy útiles para trabajar la personalidad humana tanto dentro de los hogares como dentro de las escuelas. El recurso de los buenos cuentos (y no todos los cuentos son buenos porque hay que ser sinceros al analizarlos) sirven como posibilidades infinitas en la educación  y la cultura (no sólo la educación  sino también la cultura) de todos los habitantes del planeta Tierra. Por eso, si son buenos, se extienden por todo el mundo gracias a las traducciones a otros idiomas. Para terminar con estos parámetros de creación de cuentos, hay que hacer una consideración de carácter general: el final de un cuento, si es que es bueno de verdad, debe ser sugestivo y motivador siendo, siempre, un indicador interesante lo de alejarse de estereotipos repetitivos que se quedan obsoletos o caducos (en este sentido existen cuentos que son  casi plagios de otros mucho más antiguos) y, por otra parte, es necesario conocer que los buenos cuentos deben enfocarse para desarrollar el sentido ético y moral de los individuos particulares y, a su vez, de los grupos humanos de manera colectiva. Deben servir para construir una pirámide de valores positivos desde la niñez hasta la ancianidad pasando por todas las edades humanas. También es necesario que valgan para entender la realidad y ayudar más allá de lo materialista y lo simplemente funcional, porque están escritos con el necesario equilibrio de materia y espíritu buscando, entre otras muchas cuestiones igual de importantes, la equidad de género. La novela no tiene esa obligación pero el cuento sí. El buen cuento está escrito en lenguaje popular pero culto y no vulgar ni chabacano. El buen cuento utiliza el idioma de lo cotidiano pero enriquecido con muchos miles de palabras bellas y de frases nunca ordinarias ni propias de gentes verduleras. El buen cuento siempre busca ser ejemplo y dejar una huella culta y resplandeciente en quienes lo leen o lo escuchan. El buen cuento sirve para generar y regenerar historias que sirvan para encaminar a los seres humanos hacia esa ética y esa moralidad de la que tanto les han despojado los intereses creados por las fuerzas de los poderes fácticos. Por eso los buenos cuentos son “revolucionarios” pero basados en la paz, en el diálogo y en la comprensión mutua de los seres humanos, Una “revolución” total pero nunca jamás totalitaria; porque buscan elevar el grado de conciencia de la población mundial ya que un buen cuento siempre rebasa todas las fronteras para dar personalidad a las gentes. Ahora debemos hacernos una pregunta muy interesante: ¿es lo mismo personalidad, carácter y temperamento? La respuesta es no. El temperamento es la forma característica que se tiene para reaccionar dentro de un ambiente determinado; la personalidad es la forma de ser de un humano o humana; y el carácter supone lo que el individuo manifiesta de su personalidad hacia los demás. Así que es la personalidad (y no tanto el temperamento ni el carácter) lo que busca desarrollar un buen cuento como una de sus finalidades más importantes. La personalidad, dicho sea de paso, de quienes lo leen o lo escuchan puesto que el resto de la humanidad no es interesante para un buen escritor o una buena escritora y no hay que sentirse culpable por ello. Es necesario conocer la siguiente verdad histórica: el cuento, que es la forma más común y extendida en todas las culturas, es además el primer género literario que surgió en la Historia de la Humanidad. Todos los pueblos, tribus y naciones, comienzan sus historias literarias con el acervo de sus cuentos orales que se transmitían, en un principio, de generación  en generación gracias a  los rapsodas, los vates, los cantores, los griots y otras personas dedicadas a transmitir las historias de los cuentos. Así que podemos afirmar que el cuento nace desde que el hombre y la mujer habitan la Tierra. Y eso se debe a que dichos hombres y mujeres tenían que expresar sus pensamientos de forma articulada, basados en un principio en supersticiones y creencias, para explicar el mundo que les rodeaba. De esta manera se originaron los mitos y las leyendas (cuyos orígenes, por lo tanto, son los cuentos orales) y, después, los humanos y las humanas necesitaron ejemplarizar sus conductas y sus acciones, con lo cual nacieron las fábulas y los apólogos (en donde muchas veces se les otorga el don de la palabras a seres que no la poseen, sean animales o sean cosas inanimadas). Así que podemos afirmar, sin equivocarnos, que los mitos, las leyendas, las fábulas y los apólogos son formas primitivas que derivan de los cuentos orales. Tendríamos que llevar a cabo todo un Gran Taller sobre la Historia de la Literatura Universal para poder recrearnos en el maravilloso desarrollo, a escala mundial, de los cuentos a través del tiempo y del espacio humanos pero eso escapa de las intenciones de este Pequeño Taller; aunque podemos añadir, para cerrar este preámbulo, que en medio de una libertad de expresión muy amplia, el cuento se refiere a todos los mundos del pensamiento, del sentimiento y del sueño humano; a todas las expresiones pensadas, sentidas y soñadas; desde la simple historia narrada alrededor del fuego de las hogueras o al calor de las chimeneas encendidas hasta la época de la cibernética del video pasando por el teatro, el circo o el cine por poner unos pocos ejemplos. Porque el cuento siempre posee, como esencia primordial, que es natural y no artificioso, que es lúdico y no apático, que está siempre fresco y no rancio y que se presenta de manera espontánea y no premeditada. Son las grandes virtudes de este género literario y sus diversos y múltiples subgéneros. Por eso los cuentos tratan de asuntos muy personales e íntimos tanto en lo individual como en lo colectivo tocando multitud de temas tales como el amor, el desamor, el compañerismo, la traición, la amistad, el engaño, la justicia, lo injusto, las rupturas de clisés estereotipados, la sátira, el humor, el miedo, el terror, la exageración científica par “deificarla” o burlarse de ella, y millones de temas más. Por eso un cuento (cuando es bueno de verdad) tiene naturaleza propia y universalidad al mismo tiempo. Debemos entender muy bien que el cuento ayuda y estimula la imaginación, despierta la expresividad de infantes, jóvenes y adultos, agregan nuevas palabras al vocabulario de cada lector o lectora, despierta la curiosidad y hace que produzcamos preguntas que nos hacemos para conocer mucho mejor nuestro propio pensamiento mientras lo ejercitamos con mayor facilidad y el menor esfuerzo. Y que el lenguaje de un cuento sirve para comunicarnos unos seres humanos con los demás dentro de lo que se llama educación y respeto mutuo. Una función indispensable de un buen cuento (y hablo de un buen cuento para ser exactos) es su finalidad didáctica o de enseñanza más o menos superior. El buen cuento reivindica la educación en valores tales como la solidaridad, la amistad, el compartir experiencias enriquecedoras para los demás y para nosotros mismos, ampliar el mundo de la empatía dentro de la sencillez, activar los mecanismos de la convivencia pacífica, distraernos de la dureza de la vida cotidiana, intercambiar emociones, interpretar la vida desde un punto de vista solidario y siempre positivo, eliminar la egolatría de ciertos intelectualistas que se las dan de “seres superiores”, mostrar un equilibrio entre la realidad y la ficción para hacer más verosímil y soportable nuestras existencias, rebajar el nivel de estrés y la ansiedad propia del mundo actual, aprender anécdotas y sucesos históricos y sociales, convertirnos en “pequeños filósofos” a través de sus aventuras siempre dentro del esquema culto y cultural, estimular los impulsos creadores y creativos/recreativos, adaptarnos mejor dentro de la sociedad donde estamos viviendo y que puede ser la propia donde nacimos y nos criamos u otra ajena en la que tenemos que saber convivir respetándola mientras nos adaptamos a sus circunstancias, tener una mejor y mayor visión humana y humanitaria para con los demás que se lo merezcan (porque es un equívoco fatal decir que todos se la merecen cuando la realidad demuestra lo contrario en muchas ocasiones), aportar ciertos elementos para desarrollar el buen humor con el que enfrentarnos a la realidad circundante, eliminar el miedo y/o el terror mientras nos vamos convirtiendo en hombres y mujeres más sensibles para adentrarnos en el mundo de la ternura. Así que es muy importante tener en cuenta caracteres del cuento tan básicos como el respeto, la solidaridad y la convivencia pacífica mientras se despierta nuestra curiosidad humana. El caso es que, además, escribir un cuento es uno de los mejores pasatiempos que existen para usar nuestro tiempo de ocio ya que nos favorece la personalidad y el estado de nuestras almas a través de nuestro propio espíritu. Quien es capaz de escribir un cuento es capaz de tener buenos sentimientos o, al menos, tiene la base suficiente para tenerlos. Porque los cuentos están llenos de sentires humanos. Eso es mucho mejor que usar el ocio con asuntos absurdos e innecesarios para nuestra formación personal y/o colectiva. Por eso el buen cuentista sirve para moralizar la conducta de los grupos humanos desviados de la verdadera esencia de los hombres y mujeres sanos de mente, de alma y de corazón. Muchísima juventud (y que nadie me llame reaccionario por ello porque estaría totalmente equivocado o equivocada) debería darse un buen tiempo de descanso y meditación antes de despreciar a los autores y autoras de cuentos. Sus vidas son tan erráticas que prefieren “el infierno” de los vicios antes que “la gloria” del arte. Esto es tan obvio y determinante que muchos “listos” caen siempre en modos de vida “kafkianos” porque las han convertido (o las están convirtiendo) en absurdos continuos y, a la larga, enormemente aburridos. Por eso afirmo que escribir cuentos ayuda a tener salud mental tanto a nivel individual como colectivo. Los cuentos, al igual que los juegos, poseen el carácter lúdico necesario como recursos didácticos para la animación  a la lectura; de ahí su gran trascendencia para la vida de las personas que, además de personas, son buenos seres humanos y desarrollan un humanitarismo social a través del diálogo y los procesos de la comunicación interpersonal en lugar del despotismo ilustrado o no ilustrado, del autoritarismo vergonzoso y vergonzante, de toda clase de violencia e intolerancia para con los demás. El enfoque lúdico de los cuentos bien escritos es irrebatible si se trata de buenos cuentos (valga aquí la redundancia para darle mayor sentido al asunto y dejarlo aclarado del todo); pero ¿qué entendemos por lúdico? Según la definición de la Real Academia de España  (RAE) lo lúdico está completamente emparentado con el juego; así que los cuentos bien escritos tienen una carga muy poderosa como juegos literarios con los cuales sus autores y sus autoras nos introducen en una especie de juego que desarrolla no solamente nuestra capacidad de observación y análisis de la realidad sino el ejercicio de nuestra fantasía e imaginación y, además de todo ellos, una personalidad bien firme, cien definida y bien acentuada. Por eso los buenos cuentos son excelentes herramientas en las escuelas. Por otro lado, se conoce como lúdico al adjetivo que designa todo aquello relativo al juego, al ocio, al entretenimiento y a la diversión. Una actividad lúdica (siempre que sea sana y saludable pues en caso contrario no es lúdica sino impúdica para ser lo suficientemente claros a la hora de entendernos todos y todas) es la que realizamos en el tiempo libre con el objetivo de liberar tensiones, huir de la rutian diaria y superar  las preocupaciones para obtener un poco de placer sano, de diversión sana y de entendimiento saludable. Así que otro beneficio de los cuentos es que están escritos (cuando su autor o su autora es una persona sana y no viciosa) con los fines de ampliar nuestra capacidad expresiva tanto oral, corporal y gestual, así como intelectual (cosa ésta última que muchos están arrinconando en el olvido para mal del mundo moderno) y con ello desarrollar más y mejor nuestra concentración mental y nuestra actividad intelectiva (a muchos les produce alergia leer la palabra intelectual sin saber ni tan siquiera lo que en verdad significa) produciendo un perfecto equilibrio y una sana evolución física (por la ausencia de los vicios) y psíquica (por la presencia de las culturas) para terminar siendo más flexibles en nuestras relaciones diarias con los demás y, sobre todo, con nosotros mismos. Por eso es importante saber usar el lenguaje y saber utilizar el lenguaje. Saberlo usar y saberlo utilizar para liberarnos de axiomas “anticulturales” (tan de moda en grupos de seres incultos por mucha fama que haya llegado a obtener desde el siglo XX pasado) y ayudar a involucrarnos e incorporarnos dentro de una sociedad que se componga de seres con mente abierta. El buen cuento es siempre ameno y nos deleita durante toda su lectura  porque nos engancha desde su comienzo y nos produce placer todos sus párrafos.   Los cuentos bien escritos forman parte delos llamados textos lúdicos cuya finalidad es hacernos disfrutar desde ese principio hasta ese final del cual ya hemos hablado. Nos guían a la hora de saber entretenernos, saber recrear nuestro ocio y saber deleitarnos con el sano ejercicio de la lectura. Son muy importante antes de leer otros géneros más densos y complicados como las novelas, los ensayos, las obras teatrales, etcétera, ya que con ellos hemos aprendido a leer e interpretar lo que leemos. Los cuentos son especialmente muy atractivos para personas que comienzan a leer literatura y no “basura escrita” y ayudan a que trabajemos todos y todas en favor de los valores sociales tanto a nivel personal como a través de la reflexión cívica en familias, grupos y comunidades sociales. En muchas ocasiones, además, nos despiertan alguna que otra sonrisa, los cual equivale a un beneficio añadido para nuestro organismo pues la sonrisa es la antesala de la risa tan necesaria para nuestro bienestar físico y psicológico. La estrategia de los cuentos bien escritos es ir mejorando la técnica de su creación mientras funcionamos como poseedores de fuerza suficiente para aplicarla a la práctica de la enseñanza/aprendizaje del nivel cultural en que nos encontremos. Los buenos cuentos son, por lo tanto, tesoros de sabiduría que nos sirven para enriquecernos como seres humanos que vamos creciendo por dentro para luego saber ser responsables, por fuera, de la realidad de nuestros verdaderos niveles como miembros de una comunidad humana que se va acercando, cada vez más, a la universalidad mental. El cuento va más allá de lo meramente sintético y de lo meramente didáctico ya que entra en el terreno de lo vívido más lo vivido, de lo jugado como método dialéctico (de ahí que predominen los diálogos sobre lo descriptivo) y de lo soñado. Su valor no estriba tanto en el “qué dice” sino en el “cómo lo dice”; y es por eso necesario utilizar un lenguaje limpio, claro, libre de paja para dejar solamente el grano, con ritmo cinético (siempre en movimiento continuo como el oleaje del mar) que nos introduce en múltiples combinaciones y variaciones para saber expresarnos y provocar el buen desarrollo de nuestras inteligencias a la hora de inventar, crear, recrear, sacar a pasear nuestras buenas ideas y proporcionarnos, por último, un instrumento abierto a todas las edades teniendo en cuenta que es un género tanto infantil como juvenil y adulto. En definitiva, el cuento que escribimos nos ayuda a superar lo cotidiano sacando a relucir lo emocionante y lo emotivo de nuestros talentos ocultos; esos talentos que muchas veces no salen a la luz porque tenemos miedo a expresarlos públicamente como si fuese un pecado mortal ser un humano sensible en lugar de un humanoide impertérrito ante las cuestiones sociales de la sociedad en que vivimos. Pero el tema de este Pequeño Taller no es analizar los cuentos desde las perspectivas de lo gramatical y lo lingüístico ni tampoco desde un exhaustivo comentario de textos sino solamente tener las ideas claras para hacer ejercicios prácticos que puedan ser leídos, comentados, analizados y criticados por todos los que formamos parte del taller. Sólo puedo afirmar, y afirmo asumiendo todas sus circunstancias sean favorables o adversas, que los buenos cuentos tienen como objetivo principal ser portadores y transmisores de valores positivos para la socialización de los seres humanos que forman un pequeño grupo o toda una gran comunidad. Da lo mismo que nos lean muchísimos, muchos, pocos o casi nadie… porque la verdadera labor de un cuentista es como la de un maestro o maestra que se estimula aun sabiendo que son muy pocos los alumnos que van a escuchar sus lecciones magistrales. Y es que los cuentos bien escritos son, efectivamente, lecciones magistrales para críticos que entienden y saben lo que critican. Por eso el buen autor o la buena autora de cuentos siempre se arriesga, sin importarle para nada lo que digan los demás, en buscar un tema adecuado y llevar a cabo su verbalización y abriendo las puertas, de par en par, para dar paso a la crítica reflexiva sin tener en cuenta, para nada, el comentario de los ignorantes sino el comentario colectivo de quienes se encuentran en el mismo camino que él o que ella y por eso forman el grupo de taller, conscientes de que están participando en una alta labor creativa. Por eso quienes escriben cuentos deben saber que lo más importante de un cuento es abrir nuevas líneas de acción para la forma de pensar y la manera de actuar dentro de un grupo determinado de oyentes y lectores al mismo tiempo. En un primer momento, el profesional que escribe cuentos asume su responsabilidad de manera consciente, para preservar las virtudes sociales y sus innumerables variantes. Estos sentimientos y la valentía de haberlos hecho conocer dentro del grupo nos introducen en lo social y lo colectivo mientras vamos obteniendo personalidad propia. Por eso los cuentistas somos responsables como emisores de mensajes hacia los demás y, a través del conocimiento que supera a la ignorancia, somos parte de la memoria social realizando dicha labor de cara al imaginario colectivo. Debemos saber, antes de comenzar a escribir cuentos ya de manera totalmente decidida, cuál es el factor de socialización que contiene uno de estos productos literarios aprendiendo que el imaginario colectivo es un concepto de las ciencias sociales, acuñado en 1960 por Edgar Morin, que designa el conjunto de mitos  y símbolos que, en cada momento, funcionan efectivamente como “mente” social del grupo; así que el imaginario colectivo (o imaginación  colectiva) no es un falso espejismo sino una realidad tangible que, en cada momento, funciona efectivamente como un conjunto de símbolos, costumbres y recuerdos que tienen significaciones específicas y comunitarias para todas las personas que forman una comunidad o grupo humano. La imaginación colectiva no coacciona a nadie sino que examina la naturaleza del espíritu creador con el cual se deleita con sus invenciones: imaginación, símbolos, conceptos sociales, memoria, mitos, leyendas… presente y futuro de una sociedad que no olvida el pasado… De todo lo expuesto podemos afirmar que el cuento no es un subgénero (aunque contenga muchos de ellos dentro de sí) de la novela ni tampoco de los relatos ya que tiene sus propias reglas y sus propia leyes, así como sus propios códigos que debe decodificar el lector o el oyente. Así que lo que de verdad importa es que el cuento consiga (sea cual sea la extensión  y el número de páginas escritas) romper las barreras del hermetismo literario, que algunos tanto pregonan y llevan a cabo a través del y el amiguismo que favorece a unos pocos escritores muy bien publicitados por el mercadeo literario (que no es más que una prostitución de la literatura) y su rechazo a otros muchos y, una vez rotas dichas barreras, elevarse a condiciones de universalidad sin tener en cuenta, para nada de nada, los academicismos que intentan siempre rechazarlos si no son ortodoxamente lingüísticos y presentan el problema ficticio de lo “políticamente incorrecto” cuando al autor genuino no le interesa para nada, ninguno de estos dos axiomas que tienen muy poco de literatura liberalizada y mucho de escritura esclavizada al capricho de sus voluntades. Un buen autor o buena autora de cuentos sobrepasa, con mucho, estas barreras, para llegar a convertirse en escritor o escritora simple y sencillamente genial. El cuento bien escrito y bien narrado nos presenta un universo completo donde el autor o la autora sabe plasmar el ritmo adecuado al texto literario que ha escrito (en este caso un cuento) y no está influido por otros autores “oficiales” (ya que para eso están los intereses de poder dictados desde las “cumbres” académicas) sino que se eleva por sí mismo o por sí misma a unas alturas que ellos nunca buscan y por eso mismo las superan. Terminamos. El cuento narrado es un acto de comunicación y por eso es tan valioso a la hora de ejercitar la libertad de expresión liberada para ser genuina creatividad y no copia de “la moda”. Por eso los verdaderos poseen su propio “sello” de originalidad que no es transmisible nada más que para el grupo de lectores o el grupo que desea escuchar. El asunto no es que sean ni muchos ni pocos sino personas que han optado por liberarse de las “cadenas” de los poderes que dirigen la Literatura desde “los puestos de arriba” para mirarnos (por su complejo de inferioridad) “hacia abajo” pero que son incapaces de convertirse en memoria popular sino en lujo de élites más o menos incultas pero ocultas en la cáscara de las apariencias. La cuestión no es discutir con ellos y con ellas para nada. Ni para bien ni para mal. El cuentista siempre está presente, con su palabra, como voz del pueblo al que representa y se vive primeramente a sí mismo para no olvidarse de vivir también para los demás; creando a su alrededor una convicción capaz de convertirse en memoria colectiva y, en este sentido, somos siempre expuestos a la conciencia crítica de nuestros fieles lectores y lectoras y no a los caprichos de los críticos de la “oficialidad” más o menos “legalizada”. Elaboramos nuestros cuentos en el crisol de nuestras emociones propias. Somos responsables de ese enorme privilegio. Por eso somos siempre conscientes de que estamos haciendo un servicio social. O desencadenamos una reacción “revolucionaria” en quienes nos leen o hemos fracasado en el intento. Así que escribe y no pienses en nada más que en la historia que, con tu libre voluntad, has elegido. Te deseo un completo éxito.   La biblioteca de las mil palabras(Relato) Andábase Pedro Ruiz de Alarcón, descendiente directo del gran Juan Ruiz de Alarcón, buscando la mejor forma y, más todavía, la mejor manera de escudriñar en la Biblioteca de Cotillas hasta conseguir la ardua tarea de llevar a buen término un relato de mil palabras exactas. Comenzó, rápidamente, por lograr alcanzar las cincuenta y cinco primeras más, en llegando a tal número de palabras, su mente quedó en blanco; así que comenzó a imaginar... Vióse convertido en mercero envuelto en algún lío de esos de los llamados de faldas y, en medio del trajín de curas y sermones en su contra, recordó que la verdad sospechosa puede ser una grande mentira, que las paredes escuchan y hay que tener sumo cuidado en la consulta del médico de cabecera y que no hay mal que por bien no venga. Esto último lo hizo sonreír y entróle el apetito de buscar aventura que, imaginada o no imaginada, le llevara a ser nombrado Hijo Ilustre de la Muy Noble y Famosa Villa de Cotilllas. En medio de la escena de aquella especie de mitad sueño y mitad realidad, acercósele un caballero muy galanamente vestido desde el sombrero con plumas los zapatos con hebillas de plata. El tal caballero díjose llamar Ilustrísimo Señor Longino Casado y Mesonero y que ostentaba los títulos de Conde de la Brocha y Marqués de la Carambola pero que, por causas de esas de las llamadas imprevistas, no podría acudir a una cita con una dama muy hermosa y que, teniendo en cuenta que la vida sorprende de grata manera, le pedía que, por aquello del hoy por ti y mañana por mí, fuese él quien le sustituyera. Lo pidió con tan grandes y expresivas marisquetas, que Pedro Ruiz de Alarcón, viendo que el gande caballero estaba al borde de las lágrimas, olvidó todos los consejos de su pariente Juan y aceptó sin habérselo pensado dos veces y media. Así que, antes de llegara contar tres, selló el pacto con un gran apretón de manos que le dejó todos los dedos de su mano derecha, excepto el pulgar como es natural, hechos polvo. Peo bien valía todo aquel sufrimiento a cambio de vivir aventura tan imprevista más, a la par, tan enervante y tan propia de los lindos galanes de la ciudad de Las Torres que, en realidad no conocía de nada; pero pensó que debería ser un escenario perfecto para toparse con la fama. Despidióse el caballero después de haberle puesto en conocimiento que la gran dama era la Baronesa de Los Tizones, aunque él no entendió bien si dijo de Los Tizones o dijo de Los Tazones pero, fuera lo que fuese, no había duda de era baronesa. Al menos eso juró y perjuró el Ilustrísimo Señor Longino Casado y Mesonero. Pedrole vio partir hacia el horizonte. Pedro, más alegre que unas castañuelas tocadas por La Niña de Las Peinetas Verdes, famosa bailarina de la época aunque ya demasiado madurita y entrada en carnes, hizo parar a un carretero y, tras darle una buena propina, subióse al carro; mas el traqueteo del viaje le revolvió las tripas y llegó a Las Torres más descompuesto que uno de esos ganapanes a la hora de ser perseguidos por la pareja de la guardia civil. Así que, con el ánimo bastante contrito, hizo de tripas corazón y entró como alardeando de muy culto y muy intelectual; aunque de su antepasado Juan Ruiz de Alarcón no había nada de nada en su cabeza más vacía que una calabaza vana completamente hueca. Así fue cómo entró en un mesón de la Calle Mayor de aquella, todavía por él desconocida, ciudad de Las Torres que, por cierto, carecía por completo de torres o castillos o todas esas cosas que se dicen de las grandes ciudades. Por mor de las circunstancias hallábase allí, dentro del mesón, un vecino de Cotillas quien, en viéndole llegar, sele abrazó con tal entusiasmo que, desequilibrado por completo Pedro Ruiz de Alarcón, viniéronse al suelo los dos ante las carcajadas de tiodos los allí reunidos.Tal fue el asunto que a Pedro se le soltó todo lo que tanto estaba aguantando y que no es bueno ni apropiado citarlo aquí. Pasado ya el apuro y despachado a empellones por el mesonero, uno de esos viejos beatos a causa de sus beatas esposas, fue salir del establecimiento y comenzar a llover sobre él una verdadera andanada de pequeñas piedras, de esas conocidas como chinitas, que le disparaba un grupo de pilluelos gitanos; pero todos tenían menos puntería que un zapatero a la hora de gobernar a su familia más bien de Letras. De esta manera, salvándose su pellejo, pudo encontrar, pidiendo señas a todo ser humano que topábase de camino, el palacete de la Baronesa de Los Tizones o de Los Tazones, puesto que de las dos maneras era conocida por las gentes "torreñas". Diéronle el alto dos hombretones de los llamados cazurros, pues aragoneses parecían, y Pedro Ruiz de Alarcón citó a Juan Ruiz de Alarcón como alguien tan importante que para él, sucesor de tal genio del teatro español, era una infamia detenerle a la hora de entrar ya no sólo en palacetes de baronesas sino hasta en el mismísimo Palacio Real. Los dos cazurros no salían de su asombro porque aquel que se hacía llamar Pedro Ruiz de Alarcón soltaba tal olor a podrido que parecía no ser de Cotillas, tal como les dijo a continuación, sino más bien de alguna alcantarilla de aldea por ellos desconocida porque, siendo interrogado sin más, Pedro no supo qué responder ni cómo justificar aquel olor sin despertar las carcajadas de los aragoneses. El sueño de enamorar a aquella tal dama llamada Baronesa de Los Tizones o de Los Tazones, según cada cual quisiera sin pedir permiso a nadie, se esfumó e, implorando a Dios que todo aquello no llegara a oídos de su terrible parienta Tremebunda Espinosa del Campo, terminó aquel sueño del todo imposible. Autor: José Orero de Julián "Diesel"(Molina de Segura, 11 octubre de 2017)   El conejito y la boa(Fábula) Andaba por el monte, entre matas y matorrales, un conejito pequeño, pequeño, muy pequeñito; tan pequeñito que apenas sabía de la vida nada más que el amor de su mamá coneja cuando, de repente, le salió al encuentro una enorme y peligrosa boa de esas capaces de engullirse una vaca entera.  - ¿Dónde crees que vas, iluso conejito?- Voy a casa de mi mamá porque el tiempo amenaza tormenta. La astuta, enorme y peligrosa boa, soltó una sonora carcajada. - ¡¡¡Jajajajaja!!!- ¿Puedo saber qué es lo que he dicho para que resulte tan gçacioso?- ¡Lo que me parece gracioso es que un animal tan pequeño como tú crea que es capaz de escapar de la amenaza de un animal tan grande como yo!- Pues yo espero ver por mucho tiempo a mi mamá que me está esperando.- ¡Te aseguro que tu mamá tendrá que esperar demasiado tiempo! ¡Yo diría,mejor todavía, que no te verá más en esta miserable vida!- ¿Usted cree, señora boa, que esta vida es miserable?- ¡Tan miserable que quien demuestra ser más astuto e inteligente se come a quien solamente es tan ingenuo como tú!- ¿Y usted cree que el animal más inteligente y astuto es usted?- ¡Soy el animal más inteligente y astuto de todos los animales de la Tierra!- Y si le dijera que yo conozco a un animal de la Tierra más inteligente y astuto que usted... La soberbia y vanidosa boa se sintió herida en su amor propio.  - ¡¡¡Eso es imposible!!!- ¿Me permite, señora boa, que le presente a ese animal de la Tierra que  es más inteligente y astuto que usted para que lo vea con sus propios ojos?- ¡Acepto el reto! ¡Pero si se demuestra que yo soy más inteligente y astuta que él lo siento por tu mamá!- No pensemos ahora en nada y vayamos en busca de ese animal.- Eso, eso! ¡No pensemos más! La grande y peligrosa boa no solamente estaba segura de ser la más inteligente de los animales de la Tierra sino también la más astuta y, acompañando al pequeño conejito, siguió el camino que éste iba abriendo gracias a su portentoso olfato hasta que se encontraron a la vista de un cazador ansioso por disparar con su escopeta. - ¡He ahí el hombre! El conejito pequeño, pequeño,tan pequeñito era que rápidamente se ocultó tras un matorral sin ser visto por el cazador; pero la grande, soberbia y vanidosa boa, no quiso seguir su ejemplo y se enfrentó directamente con el hombre. - ¡Me han dicho que tú eres un animal de la Tierra mucho más inteligente y astuto que yo! ¡¡¡Jajajajaja!!! El cazador levantó su escopeta y apuntó directamente a la cabeza de la enorme y peligrosa boa. - ¡Sólo te pido que contemos hasta diez segundos y veremos si es cierto que yo soy más inteligente y astuto que tú o que tú eres más inteligente y astuta que yo!- ¿Es que no te doy miedo?- ¡Solamente me das pena!- ¡¡¡Jajajajaja!!! ¡Veo que eres más simple que el conejito! No le dio tiempo a decir nada más porque los dos disparos seguidos de la escopeta repetidora del cazador dieron de lleno en la cabeza de la soberbia y vanidosa boa que, dando un brinco en el aire producido por los impactos, cayó al suelo completamente muerta. Moraleja.- La astucia no depende de lo grande que seamos sino de lo inteligente que demostremos ser. Autor: José Orero de Julián "Diesel"(Molina de Segura, 12 de octubre de 2017)                                
Después de alimentarse con los mejores y más sabrosos manjares preparados por las mismas chicas de Marvelia, los cinco compañeros y amigos de la Cuadrilla Aventurera, tras haber dormido tres horas seguidas sumidos en un profundo sueño, ahora se encontraban en una de las inmensas praderas de la Isla de Metal. Mientras Varolli, Lianos y Demís se lo pasaban en grande jugando con las cincuenta amazonas que hacían demostraciones continuas de sus habilidades montando a los caballos, el capitán Pangoci y el teniente Doré se encontraban sentados en un verde y recién arreglado césped junto a Gal, La Mujer Maravilla, que estaba a la derecha del capitán y junto a Escarlata, La Viuda Negra, sentada a la izquierda del teniente. Así que en el centro estaban las dos monumentales bellezas femeninas, más sexys que nunca, mientras Pangoci ocupaba el extremo derecho y Doré el extremo izquierdo. - ¿Qué opináis ahora de nosotras, capitán? - No termino de creer que esto sea una realidad, Gal. - ¿Cómo crees tú que se forma una realidad? - Pues supongo que concibiéndola antes.  - Entonces somos reales porque hemos nacido concebidas por un hombre y una mujer. - ¿Cómo podemos demostrar eso a quienes nos esperan en el planeta Tierra? - ¿Es que los hombres terrestres siempre tenéis que demostrarlo todo? - Es un imperativo de la Ciencia.  - ¿Y qué importancia tiene que los científicos crean que somos reales o solamente ficciones?  Intervino Escarlata... - ¿A quiénes pensáis vosotros que pertenecemos de verdad? Antes de que el teniente Doré pudiera decir algo, repentinamente se abrió un matorral y apareció, frente a los dos hombres y las dos mujeres, un repugnante ser infrahumano con cabeza completamente negra, un cuerpo completamente rojo y tanto las extremidades superiores como las extremidades inferiores de color verde. Solamente tenía un ojo en el centro de la frente en la que destacaban dos pequeños cuernos de cabra y, por encima del ojo, una media luna de color blanco con una cimitarra del mismo color. Su estatura solamente era de un metro con treinta centímetros. Y de su parte trasera le salía una larga cola de lagartija con una extensión de dos metros exactos. Llevaba en su mano izquierda un espejo en forma de disco circular. Los cuatro se pusieron de pie al verle asomar de manera tan mezquina. - ¡Me estás decepcionando del todo, Escarlata! ¿Cómo te atreves a estar hablando con dos seres tan inferiores mientras desprecias continuamente mi presencia a tu lado? Según la ley del dios "Musul Man" yo soy el gran Nebula y me perteneces solamente a mí. Es hora de venir a por lo que me pertenece y lo que me pertenece solo eres tú. Todas las demás no me interesan. Así que te ruego que vengas a mí poder y te llevaré a mi tierra del Desierto de Khash donde serás feliz entre mis brazos. - ¡Jajajajaja! ¿Cómo la vais a coger en brazos si medís menos que el chupete de Cocoliso? - ¿Qué dice ese majadero que tienes a tu lado, Viuda Negra? - Siempre le da por decir verdades.  - ¡No me importan las verdades de los hombres necios! ¿Vas a venir conmigo o tendré que usar el Disco de la Muerte para acabar contigo antes de que te entregues a los brazos de otro ser?  - Ni borracha del todo iría yo contigo ni al riachuelo más cercano de esta isla. El repugnante ser infrahumano se encolerizó muerto de rabia.  - ¡¡¡Tú lo has querido!!! La acción del teniente Doré fue mucho más rápida y con su cuerpo cubrió por completo el cuerpo de la Viuda Negra. - ¡¡¡No!!! ¡¡¡Ella no!!! El rayo mortal penetró hasta el centro del corazón de Doré que cayó fulminado al suelo.  Gritó Escarlata.  - ¡¡¡NOOOOO!!! El capitán Pangoci reaccionó antes de que el atolondrado y repugnante ser pudiese volver a usar el Disco de la Muerte contra La Viuda Negra.  - ¡¡¡Muere maldito ser de los infiernos!!! La primera ráfaga de la "Box Pay" de Pangoci, entrando en el único ojo central de Nebula, sirvió para que a éste se le callese al suelo el Disco de la Muerte que, estrellándose contra una pequeña roca, se partió en miles de minúsculos pedazos. Pero no mató al repugnante ser mientras Pangoci continuaba lanzando disparos disuasorios que entraban en el ojo de Nebula quien, tras un minuto seguido de recibir aquel tipo de rayos, empezó a dar traspiés en dirección a Escarlata con el propósito de hacerla suya; mas cuando ya se encontraba a un metro de ella, los continuos disparos disuasorios de la "Box Pay" terminaron por acertar del todo porque, de repente, Nebula comenzó a arder por completo y, lentamente, se fue convirtiendo en un montón de cenizas que el viento las esparció en todas las direcciones. Nebula, el repugnante adorador del dios "Musul Man" había dejado de existir para siempre. Y la Viuda Negra se arrodilló cogiendo entre sus brazos al teniente Doré. - ¡No te mueras, Doré, por favor! ¡No te mueras! Doré sólo pudo decir algo con voz tenue y difícil de escuchar... - Escarlata... nací... crecí... y morí... luego existo... Fue lo único que acertó a decir cuando, por primera vez en sus vidas, La Viuda Negra y La Mujer Maravilla supieron lo que era tener sentimientos porque estaban llorando igual que el capitán Pangoci. Escarlata tocó el todavía caliente pecho de Doré y besó su corazón. - ¡No te vayas, por favor Doré, no te vayas!  Pero Doré ya sólo sonreía y Escarlata le cerró amorosamente los párpados de sus ojos... - Ha muerto como ha vivido. Siempre con una sonrisa en su rostro. - ¿Y ahora qué vais a hacer, capitán? - Tenemos que volver a nuestro planeta Tierra. Tenemos que irnos ya y llevarnos también el cuerpo de Doré. - ¡No! ¡El cuerpo de Doré lo enterraré yo misma en el centro de la ciudad Eldorado! - ¿En el subsuelo de esta Isla de Metal? - ¡Eso es! Eso es lo que me estaba pidiendo con su mirada cuando se despidió diciendo nací, crecí y morí luego existo. Y existirá siempre formando parte de la Leyenda de la Isla de Metal. Fue el único de todos vosotros que se lo merece. Los demás nos admirais a todas con los ojos del deseo y sólo por lo muy buenas que estamos físicamente pero él... él era distinto... él me amaba de verdad... y por eso me pertenece...  - Está bien. Que se quede aquí para toda la eternidad.  - Gracias, capitán. Mientras estaba vivo Nebula éramos tan mortales como todos los demás seres humanos pero al matarle tú nos has convertido en inmortales. Lo que sólo era una leyenda nada más ahora se ha convertido en un milagro.  - ¿Puedo contar también eso a todos los terrícolas cuando lleguemos a casa? - No es conveniente que contéis nada de nada... absolutamente nada de nada... de todas las aventuras que os han sucedido en este viaje... - Pero es nuestra obligación... así que ayúdanos a volver a la Tierra...  - ¿Quieres que os trace la ruta que debéis seguir? - ¡Eso es! ¡Ahora estamos los cuatro perdidos! - Tengo una manera mucho más fácil que usar aeronaves perdidas por el Universo para que podáis volver a la Tierra. Llama a tus tres subordinados y venid con nosotras.  Acompañados por centenares de chicas de Marvelia que ya supieron que, de repente, se habían convertio en inmortales, llegaron hasta La Cabina "Tempus".  - ¡Hemos llegado a "Tempus"! - ¿Por qué se llama así, Escarlata? - Porque es la mejor aeronave que jamás se ha inventado. En su fabricación se unieron Razón y Corazón, Realismo e Idealismo, Lógica e Imaginación. Pasad dentro y en breves minutos estaréis en la Tierra.  - ¡Confiamos en ti, Escarlata! Convencidos por la mirada serena de La Viuda Negra entraron en la ancha cabina que La Mujer Maravilla cerró herméticamente.  - Ahora, sin que ninguno de ellos se entere, pon el lugar y la fecha que tenemos previsto de antemano, Gal. Gal manejó la caja de datos de "Tempus". - Año 1660 después de Jesucristo. País de Francia. Ciudad de París. Lugar de Bois de Boulogne.   De repente una espesa nube de color violeta intenso envolvió a "Tempus". El suelo tembló durante un minuto. - ¡Hola, Athos! ¡Hola, Porthos! ¡Hola, Aramis! ¡Qué bueno veros a los tres! - ¡Yo, Athos, y mis dos compañeros mosqueteros también, nos encontramos algeres por verte bien D'Artagnan! - ¡Yo no sé qué os puede suceder a vosotros pero siento como que nos falta alguien! ¿No es cierto Aramis? - ¡Todos creemos y estamos casi seguros de que nos falta alguien! - ¡Y sin embargo no debe ser cierto porque siempre hemos sido cuatro y nada más que cuatro! ¿Cómo es posible que estemos echando en falta a un quinto mosquetero si sólamente hemos sido cuatro y nada más que cuatro? - ¡No nos quebremos la cabeza, D'Artagnan! ¡Lo que yo no comprendo es qué hacemos aquí tirados en medio del bosque y sin nuestras caballos!  - Es cierto, Athos. Algo raro ha debido suceder. - Yo, como me llamo Porthos, estoy seguro de que anoche debimos de beber más vino que nunca y por eso nos suceden estas cosas.  - ¡Olvidemos el pasado, compañero! ¡La Reina Ana nos espera para que el cardenal Richelieu no pueda acusarla de nada! ¡Todos para uno y uno para todos!  Respondieron Athos, Porthos y Aramis.  - ¡¡¡Todos para uno y uno para todos!!! Y comenzaron a caminar hacia Versalles...  - Y a mí que no se me borra de la mente la sensación de que nos falta alguien... - Olvidemos eso ya. En la primera taberna que encontremos beberemos para olvidar.  - Olvidar. Eso es. Olvidar que hemos nacido, olvidar que hemos crecido, olvidar que hemos muerto y olvidar que, por lo tanto, existimos. ¿En dónde he oído yo eso de nací, crecí y morí luego existo? En la taberna brindaron los cuatro por el quinto personaje del cual ninguno sabía nada. FIN     
Llevaban ya dos largas horas, atadas sus manos a los remos del molino de agua, dando vueltas ty vueltas sin descanso alguno.  - ¡Esto no tiene gracia, capitán Pangoci!  - ¡Ya te avisé a ti, Demís, que me parecía que eras demasiado niño todavía para esta clase de aenturas cósmicas, y también te recuerdo que os dije a todos y cada uno de vosotros que quien quisiera seguirme que lo hiciera por su propia voluntad y no por imposición mia de ninguna clase. - ¡Pero es que esto ya es pasarse de castaño oscuro! - ¡Pero no le eches la culpa al capitán Pangoci, Lianos, porque es cierto que nos avisó que no sabía qué podría ocurrir una vez que salimos de la Zona Violeta! - ¡Tú le defiendes porque eres su mejor amigo, teniente Doré! - ¡Soy su mejor amigo y me honro de serlo pero también sé que yo no me caso con nadie y aunque sigo siendo soltero jamás la traición ha manchado mi noble sangre! ¡Echar ahora la culpa al capitán Pangoci es una de las peores traiciones que se pueden cometer en una cuadrilla aventurera, Varolli!  - ¿Qué sucede entre vosotros, infelices? - Bueno que usted esté muy buena no quiere decir que nosotros estemos mal del todo... La terrible "Vampirella" sonrióligeramente. - ¿Tú eres ese al que todos llaman Doré? - Porque soy Doré. Talisa dio un latigazo en el suelo que hizo que los cinco compañeros y amigos de la Cuadrilla Aventurera temblaran por un momento. - ¡No admito ninguna clase de bromas mientras estéis dando vueltas al molino. Cuando tengáis ganas de recuperar fuerzas sólo tenéis que decirlo y os daremos "amos" pero no vais a dejar vueltas, ni de día ni de noche, hasta que yo lo ordene. Otro latigazo en el suelo hizo que los cinco aceleraran el paso. - ¡No es necesario que corráis tanto porque tiempo de sobra tendréis para pensar en cómo se trata a las chicas de Marvelia! - ¡Necesito elevar una queja a Escarlata! - Precisamente La Viudad Negra viene ya hacia aquí, teniente impulsivo.  - ¿Quién quería elevar una queja? - ¡Yo, Escarlata!  - No dejes de dar vueltas mientras me dirijes la palabra o el látigo de Talisa medirá la verdader fuerza de tu cuerpo ya que de palabras andas más que suficiente. ¿Cuál es tu queja? - Que esta no es forma ni manera de tratar a unos nobles caballeros que sólo hacemos lo que Dios manda.  - Yo no puedo quitarle autoridad a "Vampirella" porque la dejaría en mal lugar delante de todas las demás; así que es ella la que decide vuestro futuro. Si para ti es justo o es injusto no nos preocupa a ninguna de nosotras. - ¿Es que no tenéis corazón? - Tenemos corazón pero carecemos de sentimientos así que deja ya de intentarlo.  - ¿Y si carecéis de sentimientos por qué nos habéis esclavizado? - ¿Puedo saber quién os haesclavizado? - ¡Cntigo es imposible discutir, Escarlata!  - Pues entonces sigue dando vueltas junto a tu capitán y tus otros amigos hasta que "Vampirella" haya decidido cuál es vuestro verdadero valor.  Las 24 horas del primer día fueron más o menos soprotables porque beber "amos" les servía àra, sin dejar de dar vueltas, poder tener fuerzas de voluntad para seguir soportando el suplicio. - Pongaci... ¿por qué nos tratan como si fuésemos pordioseros en lugar de caballeros del cosmos?...  - Creo que alguna razón lógica debe tener todo esto, Doré... - La verdadera razón lógica es que nos dejaran morir de hambre y no soportando este castigo. "Vampirella" lo escuchó con total claridad. - ¿Crees que es un castigo llevar 24 horas dando vueltas sin parar, simpático teniente? - ¡No parece otra cosa nada más que un castigo! ¡Sólo falta que en lugar de darle latigazos al suelo los des en nuestras espaldas!  - A veces me pregunto si me gustaría hacerlo o no hacerlo pero carecemos de sentimientos hacia el Mal como carecemos de sentimientos hacia el Bien. Sólo creemos en la Justicia.  - ¿Y es justo que nos tengáis dando vueltas durante 24 horas seguidas como si fuéramos idiotas? - Es que no van a ser solamente 24 horas. Y no fueron 24 horas sino que día tras día y noche tras noche siguieron dando vueltas sin parar hasta una total de una semana completa. Sólo podían resistir gracias a los efectos del "amos". - Es curioso Pangoci. Nos dan "amos" pero nosotros hemos dejado de ser amos hasta de nuestras propias personas. Hasta Varelli, Lianos y Dermís habian dejado de murmurar contra Pangoci vencidos por sus propias impotencias. - ¡Compañeros, como capitán de todos vosotros os pido que resistáis!  Una serpiente venenosa, en completo silencio, estaba ya a tan solo un par de centímetros de los pies descalzos de Dermís pero el latigazo, seco y duro, que hizo estallar "Vampirella" sobre ella la partió en dos mitades que saltaron violentamente por los aires. - ¡Atiza! ¡Gracias, preciosidad!  - No te he salvado la vida para que me des las gracias ni me digas que soy una preciosidad porque eso ya lo he comprobado un millón de veces cuando me miro en las aguas del río. Te he salvado la vida solamente porque quiero darte la oportunidad. - ¿La oportunidad? ¿A qué clase de oportunidad te refieres? - A la oportunidad de demostrarle a tu capitán que ya has dejado de ser un niño y te has convertido en un hombre. Y volvió a reinar el silencio y el dar vueltas y más vueltas al molino sin que sirviera de ninguna utilidad práctica aquel esfuerzo sobrehumano. Al quinto día todo aquello era ya insoportable. - ¿Tenéis un "Libro de Reclamaciones"? - ¿Cómo has dicho, teniente? Doré se asustó ante la mirada fija de Talisa.  - Esto... no... decía que si tenéis algún "Libro de Relaciones"? - ¿"Libro de Relaciones" o "Libro de Reclamaciones"? - Viendo tal como os estamos viendo, mi amigo el teniente Doré ha dicho relaciones... esto... si es que puede ser... claro está...  - ¿"Libro de Realciones" para aprender a convivir con nosotras en todos los aspectos naturales de la existencia humana, capitán? - Esto... sí... claro... a eso se refería el teniente... - ¡Jajajajaja! ¡Tan infantiles sois todavía!  Volvió el silencio hora tras horay día tras días tomando solamente fuerza a trravés de los "amos" y cuando ya se cumplió el séptimo día por fin llegó la gran noticia de la Viuda Negra. - ¡Soltadle ya a todos y que vayan al Salón de Auxilio Social para que coman lo que necesite y puedan descansar todo lo que deseen!  - ¿Tenemos que darte las gracia, Escarlata, o sólo podemos sonreír por tener tanta clemencia? - ¡No te pases de listo conmigo, teniente Doré... porque pudiera ser que por resultar gracioso no te hiciera mucha gracia ver a todos tus compañeros y amigos jugando con nosotras mientras tú sigue dando vueltas al molino... ¡Mejor guarda tus palabras para otro momento más placentero! Aquello de momento más placentero levantó el ánimo de Doré quien, sonriendo, se unió al grupo para, todos juntos, acudir al Salón de Auxilio Social. - Pangoci... Pangoci...  - ¿Qué te sucede ahora y por qué hjablas en voz tan baja, Doré? - Escarlata me ha prometido otro momento más placentero. - Quiera Dios que sea cierto, Doré... pero mientras tanto hay que esperar... - Esperaré el tiempo que sea necesario si lo necesario se convierte en tiempo. - ¡Jajajajaja! ¡No te conviertes en filósofo ahora, Dore, si no te quieres morir de hambre como te escuche alguna de ellas! Servidos por una docena de bellas y esculturales chicas de Marvelia dieron por buenas aquella Semana Trágica mientras comían y bebían con voraz apetito. FIN DEL CAPÍTULO 6  
La mejor aventura que existe es aquella que nunca llegamos a vivir y por eso la soñamos durante toda nuestras vidas.
Cuando un ciclista se encuentra disputando el sprint final de una etapa ya no piensa en nada ni en nadie; ya sólo tiene en su mente la de conseguir batir a todos los demás y llegar como vencedor a la meta. Eso pasa también en otros órdenes de la vida. Para ser alguien como Eddy Merckx hay que saber olvidar, llegada la hora de la gran verdad, todo lo que no sea obtener el beso de la azafata de turno. ¿Cuál es la razón por la cual un verdadero campeón con carisma se convierte en caníbal de sus propios sueños? En 1980 la respuesta sólo consistía en demostrarse a uno mismo que el color amarillo era un color de triunfo y no de fracaso. En 1980 los del teatro cerraron sus bocas para dar paso a la grandeza de quien triunfaba vestido de amarillo por fuera y vestido de amarillo por dentro. El sprint final era lo único que, en verdad, contaba para demostrar que todo aquello de las aulas del periodismo universitario no era un simple pasar el tiempo. Era una verdadera batalla contra los sastres y los curas; contras las beatas del opus y los fachas con moto y perro pastor alemán. El málaga virgen no era lo que yo buscaba sino esa especie de jugo de la vida para inyectarme vitaminas en lugar de las lágrimas de cocodrilos que tanto abundaban a mi alrededor. Lavapies bien merecía un esfuerzo redentor para vengar la caída de quien supo estar a mi lado hasta que las fuerzas le fallaron y tuvo que abandonar la ruta para irse con los correos ambulantes. Pero yo sí iba a llegar y lo haría por él y por otros inocentes que no pudieron participar del sprint final. Como aquel que tuvo que irse a llorar su derrota a tierras gallegas. O como quien tuvo que andar de calle en calle vendiendo enciclopedias para poder olvidar su caída.  Era mi sprint final y no miré hacia ningún lado. Sólo tenía delante de mí la ocasión de seguir vistiendo de amarillo por fuera y de amarillo por dentro para cerrar la boca a los del TEU y su "sopa de mijo para cenar". Primavera en Madrid. Ya se gestaba en mi interior lo de triunfar en el sprint final y poder reírme a gusto de todo aquel absurdo de la "sopa de mijo para cenar" de la Sala Cadarso. El Grupo Tábano ni se enteró de que yo preparaba mi futuro con "El juicio de José" y "La Carreta" para demostrarle a todos ellos cómo se hace un teatro combativo, un teatro reivindicativo y un teatro social sin tener que estar afiliado a ninguna clase de ideología sino solamente compitiendo contra uno mismo para arrasar con todas las espectativas. Surgí desde muy atrás pero cuando todos quisieron darse cuenta había logrado triunfar en el sprint final.  Los del TEU jamás alcanzarían tanta gloria individual siendo, a su vez, un verdadero corredor de equipo por y para el equipo aunque, eso sí, con los galones de líder. Felices recuerdos para los "tábanos" que quizás ahora se den cuenta de que el bicho que le picó al tren sólo recogía carbonilla y hollines. Y es que yo era aquel deshollinador de Cantilo. Cuento con las alas del mar si no encuentro un ser humano que me pase a buscar. Ya no puedo verme llorar. Es de noche y se hace tarde. Yo te espero en el bar. Y en cualquier bar de cualquier rincón de cualquier calle oscura de Madrid brindé por la victoria en el sprint final y porque ya había alcanzado vestir de amarillo por fuera y de amarillo por dentro porque me acordaba de que comencé a publicar mi liderato precisamente con camiseta amarilla y siendo "espartano" de los de verdad. Ahora ya no era el Instituto. Ahora era ya la Universidad. Y entre goles y pases de gol seguía siendo el líder de los "sin fronteras". Surgiendo desde atrás había superado al motorista superstar y a todos los fachas que pusieron fronteras a los de Lavapiés. Por ejemplo. Y lo más interesante de toda aquella égira del pensamiento es que recuerdo que descubrí y me dí cuenta de todas las mentiras -piadosas o no piadosas que de todo había- que predicaban los ateos marxistas (socialistas, comunistas y anarquistas) cuando mentían haciendo creer que el Capitalismo repartía mal los beneficios del dinero mientras ellos, los de las izquierdas más o menos rojas, eran los que mejor repartían el dinero cuando la verdad (por todos conocida y por ellos callada) es que desde siempre en los países capitalistas la inmensa mayoría de su población viven con una renta per cápita mucho más elevada que la inmensa mayoría de la población de los países marxistas. Fin del sprint final. Consigo la victoria planteando la siguienta paradoja: lo ateos marxistas no hacían más que publicar a los cuatro vientos que el Imperialismo Capitalista es inhumano mientras que el Imperialismo Marxista es muy humanista. ¿Se puede saber entonces por qué en los países donde el capitalismo cristiano ha desarrollado más y mejor a sus habitantes el pueblo puede manifestarse cuantas veces quiera mientras se les respetan sus huelgas y sus paros indefinidos porque la convivencia se basa en el diálogo mientras que en los países donde se ha impuesto por la fuerza bruta el marxismo ateo no se admite jamás ni tan siquiera un o intento o atisbo de queja pública porque te sacan los tanques y los cañones matando a cualquier número de personas impidiendo que el pueblo manifieste sus necesidades?  Descubrí, mientras vencía a todos mi rivales, que todo es al revés; que en el llamado "capitalismo salvaje" todos y todas podemos protestar de manera civilizada y que en el llamado "humanismo marxista" no puede protestar ni Dios. ¿Habéis entendido ya amigos lectores y amigas lectoras? Pue eso. Que en Estados Unidos y Francia (capitalismo) se vive muchísimo mejor que en Corea del Norte y China (marxismo) por no decir que es muchísimo mejor vivir en Mónaco y Liechstenstein (capitalistas) que en Venezuela y Cuba (marxistas). Fin de égira, recojo mi maillot de líder y me siento realizado. ¡Ay Benito, Benito, Benito! ¡Qué tonto eres cuando te haces el listo! 
- ¡La Mujer Maravilla y yo tenemos que hablar con vosotros dos en privado! - ¿Te refieres al teniente Doré y a mí, Viuda Negra? - ¡Acertaste, capitán Pangoci! ¡Nos tenemos que entrevistar con vosotros dos! - ¿En qué lugar es la cita? - ¡Nada de citas! ¡Es sólo una reunión de trabajo en la SER? - ¿Qué es la SER, preciosa serafina? - ¡Te he dicho mil veces que no me gustan los tipos que se las dan de graciosos, Doré! ¡La SER es la Sala Espacial de Reuniones! ¡Así que deja de contar chistes malos y vamos los cuatro, en silencio, hasta el lugar! La orden de Escarlata fue obedecida por Pangoci y Doré seguidos por Gal. Y una vez dentro de la SER comenzó la entrevista dirigida por La Viuda Negra.  - ¿Quiénes sois en realidad cuando se trata de vosotros mismos? - ¡El teniente Doré y yo somos leales enemigos! - ¿Eso quiere decir que, aunque sois amigos, por culpa de nosotras las chicas de Marvelia sois capaces de romper dicha amistad? - No nos conviene tirarnos a matar pero nos urge saber a cuántas disponibles nos toca a cada uno y que conste que sólo digo disponibles porque queremos que sea por la propia voluntad de vosotras.  - ¡Te advierto que va a ser una larga batalla! - El asunto es no aburrirse jamás. Intervino Gal. - ¡Jajajajaja! ¡Me parece que vosotros no habéis conocido todavía lo que es el aburrimiento más absoluto!   - ¿Es eso una amenaza? Como respondiendo a la pregunta del capitán Pangoci, un estruendo de sonoras bubucelas se escuchó en toda la Ciudad Dorada. Algo serio estaba sucediendo cuando Pangoci y Doré salieron al exterior para ver qué es lo que ocurría. Se estremecieron cuando vieron, con sus propios ojos, cómo dos enormes y gigantescos seres de color rojo fuego, parecidos a los crustácero pero sin ninguna clase de ojos, con una lengua tan larga que siempre la llevaban colgando fuera de su boca y dos tremendas pinzas en sus patas delanteras perseguían a las heroínas de Marvelia que corrían en todas las direcciones para escapar de ellos con un solo grito.  - ¡Los crustones! ¡¡Nos atacan los crustones!! ¡¡¡Slavadnos de los crustones valientes caballeros!!! Doré no lo pensó ni un segundo más, desenfundó su "Box Pay" y disparó con ganas a los dos crustones pero esta vez los rayos de la pistola disuasoria sólo rebotaban en las capas de titanio que cubrían a los crustones y al no poder penetrar por ninguna rendija no hacían ninguna clase de efecto. - ¡Pangoci! ¡Nuestras armas no nos sirven de nada en esta ocasión! ¡Carecen de ojos para poder penetrarles el cerebro! - ¡Eso quiere decir que tendremos que usar la inteligencia, Doré! ¡Como sólo se dirigen por el olfato tenemos que situarnos tan cerca de ellos que dejen de oler a las chicas y nos persigan a nosotros! - ¿Tienes ya elaborado un plan, capitán? - ¡Sí, teniente! ¡Tenemos que hacer que nos persigan en dirección al Acantilado del Miedo! - ¿El precipicio que divisamos cuando veníamos, atadas nuestras manos, con todas estas deidades? - Pero no tendremos que llegar hasta el borde. - No te entiendo, Pangoci... - ¿Eres capaz de saltar más de nueve metros en longitud? - ¡Eso es pan comido! ¡Soy el campeón universal de mi barriada en cuanto a esaclase de saltos! - ¡No es broma, Doré! ¡Si te fijaste bien, justo después de pasar por el Acantilado del Miedo tuvimos que bordear una franja de nueve mentros de largo por nueve metros de ancho! - ¡Me fijé bien, Pangoci! ¡Eran arenas movedizas!  - Entonces ya sabes cuál es el plan. Tú te pones al alcance del olor de uno de ellos y yo del otro. - Ya. Y el plan consiste en que si logramos que no nos alcancen llegamos a la franja de las arenas movedizas y saltamos más de nueve metros para que sean ellos los que se hundan en el infierno!  - Eres demasido inteligente, Doré. ¿Qué esperas para empezar a actuar? - Yo creo que si salimos vivos de esta entonces sí que podemos ligar con ellas... - ¡Jajajajaja! ¡Deja de pensar en Escarlata si no quieres ser comida de crustón! ¡Vamos ya, teniente!  Los dos corrieron hacia los crustones para desviar sus olfatos de las chicas de Marvelia y, una vez logrrado que los gigantescos cangrejos rojos se centraran en ellos, corrieron a una velocidad supersónica. Pero crustones eran igual de rápidos hasta que aquella carrera de locos llegó hasta el borde de las arenas movedizas y los dos amigos y compañeos de aventuras dieron un salto que, efectivamente, superó los nueve metros de logintud; algo que no pudieron hacer los mosntruosos crustones que se hundieron sin remedio alguno en las arenas hasta desaparecer por completo. - ¡Dios así lo ha querido! - ¡En efecto, Doré, Dios así lo ha creído! ¡Y ahora volvamos a la SER!   Una vez allí La Viuda Negra y La Mujer Maravilla no les felicitaron por su hazaña porwue tenían su propio plan ya establecido para saber si eran de verdad héroes o vanidosos.  - ¿Qué misterio se encierra en esta Isla y por qué la llamáis Isla de Metal, Escarlata? - Haces muchas preguntas para ser solamente un capitán aventurero y no un general de cualquier ejército pero no tengo miedo a decir que sí, que se la llama Isla de Metal porque todo su subsuelo está lleno de millones de toneladas de oro. - ¿Podemos entonces imagianr que acabamos de descubrir el verdadero lugar donde se encuentra el país de Eldorado? - Quizás tú y tu amigo Doré soñais demasiado pero esta vez no es un sueño. ¿Habés acudido aquí al olor de dorado elemento que tantas guerras desata entre los hombres ambicios y avarientos que sólo aman el poder del dinero? - Somos aventureros y los aventureros no ambicionamos nada pero también queremos tener nuestra cuota de beneficios. ¡Es lo más coherente para la Cuadrilla Aventurera! - También es coherente que antes de recibir recompensa alguna debéis saber actuar como verdaderos héroes y no como tantos héroes aparentes de la Tierra que sólo son fantasmas. A Doré se le escapó una inteligente sonrisa... - Pues en eso precisamente estoy yo pensando desde que estamos ligando... digo... no ligando no... solamente charlando... pero es que mirando se me va el santo al cielo... - ¡Voy a olvidar una vez más tus chistes tontos pero ha llegado la hora de que los cinco demostréis la verdad de vuestro valor y vuestra valiente resistencia.  - ¡Empieza lo bueno, Pangoci!  - ¡No te emociones tanto, chaval!  - No sigas hablando de esa manera delante de Escarlata, o nos hundes a todos. ¿De qué se trata la prueba? - No es una prueba sino una valoración de vuestras fuerzas para estar con nosotras. - ¡Ya te lo dije, Pangoci! ¡Ha llegado la hora de la verdad! - Eso me lo cuentas después de que "Vampirella" os haya dao un repaso... - ¡Te he dicho mil veces que me dejes hablar solamente a mí, teniente Doré! - ¡Está bien, capitán Pangoci! ¡Son todas tuyas excepto Escarlata!  Fue La Viuda Negra, la llamada Escarlata, quién pulsó un timbre y apareció en la SER una espectacular mujer dispuesta a darles un verdadero repaso a los cinco aventureros. - ¡Son todos tuyos, Talisa!  
- ¿Qué ha sido eso, capitán? - ¡Alguien sabe que estamos aquí, teniente! El relincho de un caballo cercano confirmó las palabras de Pangoci.  - ¡Estoy nervioso del todo!  - ¡Calma, Demís! ¡Sé que eres el más joven de todos los hombres que he tenido que dirigir en mi carrera pero no nos va a suceder nada malo! ¡Creo que Dios nos va a seguir acompañando! ¡Preparar las "Box Payd" pero no disparéis hasta que no veamos quiénes son nuestros enemigos! De repente se abrió la exuberante abundancia de arbustos y vegetales e hizo aparición, ante los atónitos ojos de los cinco componente de la Cuadrilla Aventurera, una super sexy amazona y, detrás de ella, saliendo de todos los matorrales, surgieron un total de cincuenta mujeres igual de sexys que la montada a caballo. Doré fue el primero que reaccionó. - ¿Estamos de verdad en el Paraíso? La amazona montada a caballo bajó de este y, haciendo una señal con su mano derecha, las otras cincuenta se acercaron hasta rodear por completo a los cinco asustados aventureros. - ¡Yo soy Gal "La Mujer Maravilla" y una experta en cazar toda clase de animales! ¿Quiénes sois vosotros, desdichados y extraños visitantes? - ¡Calma, "Mujer Maravilla"! ¡No somos guerreros sino solamente exploradores del espacio! ¡Buscamos la Isla de Metal! ¡Yo soy el capitán Pangoci, éste es el teniente Doré y los otros tres son Varolli, Lianos y Demís!  - ¿Y quién os envía en busca de la Isla de Metal? - ¡Solamente nuestra Fantasía, Gal! - ¿Tú eres teniente de verdad? - ¡Claro que soy teniente de verdad! ¡He tenido que estudiar mucho para conseguirlo! - ¿Para conseguir qué? - ¡Un momento, Doré! ¡A estas bellezas no les interesan nuestros currículos! - A nosotras no... pero quizá a Escarlata le interese demasiado... y depende de vuestro comportamiento que sea para bien o para mal... así que no opongáis ninguna clase de resistencia o dejáis de pertenecer al mundo de los vivos... - ¿Es que somos prisioneros? ¡Nosotros no hemos hecho nada todavía!  - ¡Lianos, por favor! ¡Guarda silencio o nos cortan la cabeza! ¿No ves que está enfadada? - ¡Yo no diría enfadada, capitán Pangoci, sino solamente decepcionada! - ¿Es que no somos perfectos? - ¡Jajajajaja! ¡Tú me haces reír, teniente Doré! ¿En qué lugar de vuestro cuerpo existe la perfección? - No sé... pero a mí las chicas me llaman guaperri...  - ¿Guaperri? ¿Qué significa guaperri? - ¡Espera, Doré! ¡Yo soy el capitán y soy quien da explciaciones a esta super belleza de mujer!  - ¿Qué significa guaperri, capitán Pangoci? - Mi amigo Doré tiene muchísimo éxito con las mujeres sexys de la Tierra. Eso es ser guaperri.  - ¡Pues si eso es cierto o no es cierto lo tendrá que decidir Escarlata! - ¿Te refieres a "La Viuda Negra"? - No sé como lo has adivinado pero así es. Si ella ordena que os cortemos la cabeza dad por perdidas vuestras cabezas para siempre. Y ahora no opongáis resistencia alguna si es que queréis verla en persona. Mucho más rápido de lo que ellos esperaban, todas las sexys mujeres amazonas ataron las manos de los cinco amigos y compañeros de aventuras y, adentrándose en la selva, siempre siguiendo el paso del caballo donde iba montada Gal "La Mujer Maravilla", llegaron hasta una cercana ciudad de cristal. Todos los edificios eran de cristal salvo el que se encontraba en el medio que era un palacio de oro, completamente de oro. Allí les estaba esperando Escarlata "La Viuda Negra!  - ¡Veo que habéis derrotado a "Los Diez Piscatores de Nebula"! ¡Así que ahora quiero que seáis del todo sinceros y nos digáis a todas las centenares de mujeres de "Marvelia" aquí reunidas por qué os habéis atrevido a llegar hasta aquí! - ¡Yo para poder ligar contigo si Dios y el tiempo lo permiten! - ¿Sigues creyendo que me hacen gracia los chistosos? - ¡Guarda silencio, por favor, Doré! - ¡Guardad todo el silencio que deseéis pero después de confesar qué habéis venido a buscar aquí o mando que os corten la cabeza de inmediato! - ¡Hombre, Escarlata, que yo la necesito mucho porque estoy estudiando a ver si consigo llegar a ser por lo menos capitán o tal vez llegar hasta capitán general con el debido respeto que le tengo a Pangoci! - ¿Si me admiras tanto por qué te empeñas en ser tan gracioso conmigo? - ¡Dejen de discutir, "Viuda Negra"! ¿Qué va a suceder con nosotros si declaramos que venimos buscando a la Isla de Metal para saber si sois reales o sólo sois imaginaciones nada más! ¡En el Universo de los seres humanos hay demasiadas leyendas que son capaces de hacernos ver espejismos cuando no hay nada que sea cierto! - ¿Qué crees tú, capitán Pangoci? ¿Somos realidades o somos imaginaciones nada más y todo esto sólo es un sueño colectivo que estáis sufriendo por desvergonzados soñadores que habéis retado a los dioses del cosmos? - ¡Yo no sé qué pensará el capitán Pangoci pero, en cuanto a mí respecta, no estoy soñando viéndote tan cerca y tan explosiva!  - ¡Cuando estoy hablando con tu capitán no estoy hablando contigo, teniente Doré! ¡Espero que no lo olvides la próxima vez! - ¿Pero no te das cuenta que cuando un hombre se enamora pierde la memoria y se le olvida todo? - ¡Jajajajaja! ¡Esta vez sí que me has hecho reír! Pero... vayamos al punto exacto de las cosas... os veo a los cinco verdaderamente fuertes y atléticos... - ¿Y eso es bueno o eso es malo? - Eso es muy bueno y eso es muy malo al mismo tiempo, capitán Pangoci.  - ¿Puedo ya saber qué va a pasar con nosotros? - De momento os vamos a invitar a comer de nuestros más sabrosos y vitamínicos manjares porque si quereís estar con nosotras lo vais a necesitar demasiado. Doré dio un codazo a Pangoci. - ¡Esto se pone chachi del todo, capitán! - ¿Qué es ponerse chachi? - Que estás más buena que el pan... esto... no... quiero decir que estás como un tren... bueno... no... como un cañón... esto... tal vez como una bomba... o sea... que me estás quitando el sueño... - ¡Jajajajaja! ¡Sueña, Doré, sueña! ¡Más dura va a ser la realidad!   Con las manos atadas los cinco compañeros y amigos de la Cuadrilla Aventurera fueron servidos con los más sabrosos y vitamínicos manjares de aquellas diosas mientras ellas reían y ellos no sabían qué es lo que les iba a suceder.  FIN DEL CAPÍTULO 4       
Aquellos horribles gruñidos hicieron que los cinco de la Cuadrilla Aventurera se pusiesen rápidamente de pie.  - ¡Atención! ¡Sacad las "Box Payd" disuasorias y disparad solamente si es necesario! ¡Quizás vengan en son de paz en lugar de querer acabar con nosotros! - ¡Se equivoca, capitán! - ¿En qué me equivoco, teniente? - ¡Mire! ¡Mire quiénes son "Los Diez Piscatores de Nebula" y qué traen en sus manos! Desde lo profundo de la Zona Violeta se acercaban a toda velocidad los diez piscatores. Eran enormes gorilas de tres metros de altura, las dos patas de machos cabríos, con pelo de camello por todo su cuerpo, cuernos de búfalo y un tercer ojo en la frente, entre los dos de gorilas. En sus membrudos y supermusculosos brazos portaban unos garrotes de dos metros de largo por veinte centímetros de ancho. Los cinco amigos y compañeros de la Cuadrilla Aventurera se unieron en el borde posterior de la plataforma y dejaron el resto de ella a los recién llegados quienes se acercaban peligrosamente.  - ¡Atención a todos! ¡Sacad las "Box Payd" disuasorias y disparad sin dudarlo ni un minuto a sus terceros ojos! - ¿Por qué a sus terceros ojos, capitán? - ¡Teniente Doré! ¡Si no me equivoco en sus terceros ojos residen todas sus inteligencias! ¡Si acertamos con nuestro rayos disuasores les confundiremos por completo! - ¿Y eso a donde nos conduce? - A que pierden por completo cualquier clase de razonamiento. - ¿Y con eso nos podemos librar de ellos? - ¡Dios quiera que sí! ¡Disparad los rayos disuasorios solamente contra sus tres terceros ojos y no dejad de dispararles! Los cinco de la Cuadrilla Aventurera disparaban continuamente a los terceros ojos de Los Diez Piscatores de Nebula quienes, en un principio, quedaron detenidos y aturdidos por aquellos extraños rayos que penetraban en sus terceros ojos hasta que, de repente, sucedió lo que el capitán Pangoci le estaba pidiendo a Dios: los diez enormes piscatores de tres metros de altura y una musculatura enrmemente superior a la de cualquier ser humano, completamente perdidas sus mentes en el limbo del desconcierto y deseando soltar su agresividad pero completamente desorientados por los rayos disuasorios de las "Box Payd", comenzaron una terrible y descomunal batalla entres ellos mismos. Todos contra todos se golpeaban brutalmente con los garrotes, se atacaban todos contra todos hincándose los cuernos de búfalo y desgarrándose la piel con sus pezuñas. - ¡Ahora que están desatando sus instintos asesinos entre ellos mismos aprovechemos para ir cada uno a su aeronave, sentaos ante los mandos y esperad a que yo dé ordenes! ¡De momento seamos simplemente espectadores pasivos de esta monumental paliza! La encarnizada y bestial batalla de los diez gigantescos piscatores de Nebula, en la que todos se atacaban a todos, duró unos diez largos minutos después de los cuales los diez yacían sobre el suelo de la Plataforma de Conjunción o bien muertos o bien a punto de morir.  - ¡Atención, muchachos! ¡Recogemos la Plataforma de Conjunción! Al hacer dicha maniobra y desaparecer la plataforma con cada parte correspondiente a cada aeronave todo el conjunto total de "Los Diez Piscatores de Nebula" se hundieron en el vacío del espacio de la Zona Violeta. - ¡Fin de la pesadilla, compañeros! ¡Deshacemos la Formación Pentágono y volvemos a la 2-3! ¡Recoged los ganchos 3D! ¡Tenemos que seguir a la velocidad 2.500 "mahes" para intentar salir pronto de la Zona Violeta! ¡Esperemos que sea cierto que todo vuelve a la normalidad! Volvía a la normalidad porque los cinco recuperaron toda la amplitud de sus vistas sin el uso de las gafas VR y a escucharse perfectamente los unos a los otros. Fue el teniente Doré quien volvió a avisar al capitán Pangoci.  - ¡Capitán! ¡Se diluye la Zona Violeta y nos encontramos ante un enorme túnel blanco! ¿Qué debemos hacer ahora? - ¡Atención a todos! ¡Tengo una corazonada y yo sí me voy a introducir en el túnel blanco! ¡Pero no quiero que los demás estéis obligados a hacer lo mismo que yo! ¡Quien quiera venir conmigo que venga y quien quiera regresar ya a la Tierra que regreses! - ¡Yo no te voy a dejar solo, Pangoci! ¡Yo voy contigo! - ¡Gracias Doré! - ¡Nosotros tres tampoco vamos a echarnos para atrás! ¡Confiamos en su inteligencia, capitán Pangoci! ¡También nos metemos en ese enorme túnel blanco y que sea lo que Dios quiera! - ¡Gracias, Varolli, por depositar tu confianza en mí! ¡Y gracias también a vosotros dos, Lianos y Demís! -Yo quiero decir algo, capitán! - ¡Adelante, Lianos! - ¡Pase lo que pase es usted el mejor capitán que he conocido en la vida!  - ¡Eso lo deberemos discuti más tarde! ¡Sólo sé que si no tuviese a mi lado al teninte Doré no sería ni la mitad de la mitard de la mitad de todo lo que dice la gente sobre mí! - ¡Es que un buen caballero sólo puede ser un buen caballero si tiene a su lado un escudero que es el mejor escudero de toda la histoira de las naves espaciales! ¡Lo que sucede que no monto en un burro gracias a Dios porque los burros se han quedado en la Tierra y la verdades que entre los burros y las mujeres de la Isla de Metal prefiero a las mujeres un millón de veces más porque las mujeres besan pero los burros sólo saben dar coces! - ¿Es que tuviste malas aventuras con los burros, Doré? - Los burros de dos patas son los más burros que yo he tenido que soportar porque además de burros son ignorantes. Si a un burro de cuatro patas se le llama pollino a los burros de dos patas, y ya sabe usted a quiénes me refiero, se les debías llamar asnos. Así no nos confundiríamos tanto a la hora de elegir a los amigos. - ¡Doré! ¡Es hora de pasarlo bien! ¡Olvida a los burros de dos patas porque bastante tienen ya con sólo saber rebuznar!  - ¡Jajajajaja! ¡Está bien capitán! ¡Digamos que a veces la flauta suena por casualidad y hay alguno que se merece un premio a pesar de lo asno que es!  - ¡Jajajajaja! ¡En realidad los premios no merecen más que un agradecimiento cordial nada más! - ¡Pues esperemos que las chavalas que estamos soñando sean reales y amistosas porque si no existen y se hacen amigas nuestras me voy a tener que dedicar a ligar con pavas peladas! - ¡Jajajajaja! ¡No entiendo el chiste per vamos a callarnos ya! ¡Atención! ¡Estamos saliendo de la Zona Violeta y nos aspira el Túnel Blanco! ¡Esperemos que al final del Túnel Balnco no haya un Agujero Negro! ¡Ropemos la Fromación 2-3 y nos situamos en fila india! Los cinco se pusieron en fila india manteniendo el orden de prioridades: capitán Pandoci, teniente Doré y subordinados Varolli, Lianos y Demis.  El túnel era anchísimo y entre el blanco níveo de toda su atmósfera volaban millones de mariposas de todos los colores del arco iris y en todas las direcciones.  - ¡Pandoci! ¡Cuando vuelva a la Tierra voy a aconsejar a mi amigo Dungaro a que se venga de vacaciones por aquí! ¡Es un fanático de la entomología! - ¡Sí! ¡Esto parece El Paraíso de Las Mariposas! ¡Pero quiere decir algo más! - ¿Algo más? - ¡Piensa, Doré! - ¡Ah, ya! ¡Si existen tantas por aquí es que estamos llegando a alguna parte llena de vegetación! ¡Quizás a la Isla de Metal! - ¡Exacto! ¡Mirá Doré! - ¡Atiza! ¡Es un río verdadero!  - ¡Atención todos! ¡Hemos salido del Túnel Balnco y estamos ante la coyuntura de tener que flotar! ¡Acciones los Tanques de Flotación! Inmediatamente las aeronaves se tranformaron en nave marineras. Y siguiendo el curso del río llegaron a tierra firme. Una playa llena de ocarinas. - ¡Hemos llegado a neustro destino pero aquí no hay ni una sola chavala despampanante! ¡Nos han tomado el pelo y no existen en la realidad! - ¡No te ofusques tan pronto, Doré! ¡Esta Isla Flotante puede ser tan grande como un continente entero!  - ¡Voy a intentarlo! - ¿Qué quieres hacer ahora, Doré? El teniente ya no hizo caso a nadie y cogiendo una ocarina la hizo sonar con el aire de todos sus pulmones. De repente alguien, desde lo profundo de la selva, contestó de la misma manera.      
- ¡Estamos perdiendo la visión, capitán Pangoci! - ¡Esto es demasiado serio, teniente Doré! ¡Vamos a ver! ¡Atención todos! ¡Pasamos de la 2-3 a la Formación Pentágono! - ¡Entendido, capitán! ¡Varolli, Lianos, Demís! ¿Habéis escuchado bien? - ¡Teniente Doré! ¡Soy Varolli! ¡Desde que no hemos introducido en esta violeta coloración no vemos prácticamente casi nada desde la retaguardia! ¡Y además apenas oímos nada más que un lejano eco de sus órdenes! ¡Estamos empezando a perder la conexión con la vanguardia! - ¡Aquí el capitán Pangoci! ¿Me oyes algo, Varolli? - Algo sí... pero muy poco... - ¡He dado la orden de pasar de la 2-3 a la Formación Pentágono! ¡Es necesario que nadie se pierda en esta desconocida dimensión de la zona violeta así que saquemos todos el Gancho 3D flexible de nuestras aeronaves para estar juntos! ¡Es la única manera de que nadie se pierda! - ¡Okey, capitán! - ¡Encendemos todos los Focos Elixis para poder divisarnos aunque sea de forma borrosa! ¡Esta desconocida zona violeta del espacio nos puede dejar a todos ciegos y mudos! ¡Estoy utilizando el Controlador de Voz 15 y la Sensibilidad 100 para que consigamos permanecer vivos y unidos!  - ¿Algo más, capìtán Pangoci? - ¡De momento hemos logrado que nuestras aeronaves estén en Formación Pentágono y todas unidas entres sí! ¡Creo que podemos dar gracias a Dios de que hemos resistido el primer ataque pero poogams todos la velocidad 24.07 para que podamos seguir el camino hacia un destino que, siento decirlo, no sé cuál es!  - ¡No sé preocupe, capitán! ¡Los muchachos están entendiendo que está usted haciendo lo mejor que puede! ¡Esta Zona Violeta nos puede eliminar a todos pero todos estamos serenos! ¡Si ha llegado la hora de nuestra muerte preferimos que sea así que no separados para siempre! - Gracias, teniente Doré. En esos momentos se estremecieron todos como producto de unas fortísimas vibraciones que hacían imposible mantener la calma. - ¡Capitán! ¡Alguien nos está queriendo separar! - ¡Son vibraciones demasiado violentas, teniente Doré! ¡Nos queda solamente una opción! - ¿La Plataforma de Conjunción para luchar todos juntos? - ¡Eso es! ¡Atención! ¡Que todos saquen las partes correspondientes para formar la Plataforma de Conjunción! ¡Dejen que los pilotos automáticos sigan con velocidad 24.07 y, una vez completa la Plataforma de Conjunción salgamos todos al exterior! ¡Que nadie se olvide de sus Diafragmas de Neodimios para saber que rango de frecuencia debemos establecer una vez que estemos en el exterior! - ¡Capitán Pangoci! ¡Soy Demís! ¿De verdad es necesario que salgamos de la seguridad que nos otorga estar dentro de las aeronaves? La respuesta a las dudas de Demís fue otra serie de vibraciones todavía más vioentas que antes; pero ahora la Plataforma de Conjunción evitaba que las cinco aeronaves se desgajaran y se perdieran sin rumbo alguno. - ¿Ha escuchado la respuesta! - ¡Ha sido muy clara, capitán! ¡Todos afuera! Los cinco amigos y compañeros salieron al exterior. - ¡Poned en orden los relojes inteligentes! ¡Debemos saber en qué dimensión horaria nos encontramos! - ¡Pangoci! - ¡Dime Doré! - ¡Mire lo que está sucediendo delante de nosotros! En medio de las terribles convulsiones y mientras los cinco aventureros se tumbaron sobre la plataforma, usando los Cables de Frecuencia 10, entre toda aquella materia de color violeta intenso, un intenso violeta que les cegaba a todos, fue apareciendo en una pantalla aérea y en medio de un estallido de color blanco, el más rostro de mujer más bello que todos ellos ni habían imaginado, con un cuerpo tan fuertemente excitador que los cinco quedaron traumados a pesar de ser verdaderos expertos en convivir con mujeres excitantes.  - ¡El ángulo de visión es de 95 grados, capitán! - ¡Usemos todos las gafas interactiva VR para disfrutar de la infinita intensidad que nos está motivando a seguir adelante! ¡Pero no os desatéis por nada los Cables de Frecuencia 10! ¿No sabemos si esta hermosa aparición nos quiere liberar o nos quiere eliminar! La imagen terminó de formarse por completo. ¡Era realmente una diosa de la belleza! - ¡Soy "La Viudad Negra" y me llaman Escarlata! ¿Qué hacéis vosotros por aquí? ¡En verdad que solos sois cinco insensatos sin juicio alguno!   - Nosotros...  - ¡Calla Doré y sigue escuchando! ¡Dejemos que ella nos explique qué nos está pasando! - ¡Está bien, Pangoci! ¡Pero lo que nos está pasando es lo normal en estos casos! - Baja la voz y no cuentes chistes malos por si acaso se enfada y nos convierte en polvo a los cinco. - ¿De qué estáis hablando vosotros dos? ¿Quién dirige vuestra cuadrilla?  - Yo. El capitán Pangoci. Perdona, preciosa, pero es que Doré es muy insensato tal como tú nos dices.  - ¡Yo soy Comandante General de Marvelia y os exijo que abandonéis vuestras locas intenciones antes de que sea demasiado tarde para vosotros cinco!  - Nuestras intenciones son normales en los hombres que somos normales. - ¡Cállate ya, Doré, que nos pulveriza!  - ¡Si estás queriendo ligar conmigo a través de mi imagen aérea contando chistes te estás equivocando del todo! ¡En primer lugar sólo soy la imagen de Escaralta y no Escarlata en persona! ¡Y en segundo lugar nunca ligo con chistosos!   El capitán Pangoci se atrevió a ponerse de pie. - ¡Soy el capitán de la Cuadrilla Aventurera y responsable directo de todo lo que digan y hagan mis subordinados! - ¡Bien! ¡Permito que tú estés de pie pero ordeno que ninguno de tus hombres lo haga y que todos ellos permanezcan tumbados! ¿Qué estáis buscando por esta remota parte del Universo? - ¿Es verdad que existís en la realidad o sólo sois productos de la mente calenturienta de algún ser humano? - ¡Estoy midiendo la cantidad y la calidad de tus calorías y descubro que eres lo suficientemente inteligente como para poder comprender! - ¿Qué tengo que comprender?  - ¿Me has soñado alguna vez vestida sólo con un bikini y tumbada en la arena de una playa ardiente? - No puedo contestar a eso estando mis hombres delante.   - ¿No te has fijado nunca en Jessica? - Hombre... Escarlata... creo que es normal haberse fijado alguna vez en ella... - ¡Dime cuál es la verdad de vuestra misión! - En la Tierra se rumorea insistentemente que sois reales y vivís en la Isla de Metal en el más recóndito lugar de la Galaxia. Eso es lo que intentamos descubrir. - ¿Cuál es el verdadero motivo de vuestra búsqueda? - ¡Los cinco estamos solteros, Escarlata! - ¡Yo, "La viudad Negra", os recomiendo que regreséis de inmediato al lugar desde el que habéis venido si queréis vivir muchos años más! - ¡Es que sería un verdadero descubrimiento para la humanidad entera demostras que sois verdaderas y no solamente ficciones! - ¡No lo vais a conseguir saberlo jamás! - ¿Es que soy malvadas? - ¡No! ¡Es que os lo van a impedir "Los Diez Piscatores de Nebula"!  - ¿Quiénes son "Los Diez Piscatores de Nebula"? - ¡Marchaos antes de que os descubran! En medio de otras violentas vibraciones, que hicieron a Pangoci tumbarse al suelo junto con los demás, desapareció el foco blanco y la imagen de "La Viuda Negra" mientras se escucharon unos terribles gruñidos en aquel mundo completamente violeta. - ¡¡¡Gggrrrggg!!! ¡¡¡Gggrrrggg!!! ¡¡¡Gggrrrggg!!! - ¡Dios Santo, capitán Pangoci! - Silencio, teniente Doré, silencio. FIN DEL CAPÍTULO 2 
Cuando las turbulencias comenzaron a aparecer repentinamente, los cinco pilotos sabían que no iba a ser una buena jornada. Ofrecerse a aquella especie de sacrificio suponía perder las delicias de una buena cena familiar. Pangoci fue el primero que supo que aquella violeta coloración no presagiaba nada bueno. O quizás solamente fuese una imaginación suya; una de esas interpretaciones que él hacía suponiendo siempre que era "Diego Valor" enfrentando las adversidades de un mundo que no llegaba a comprender bien del todo. En tierra se sentía como escarabajo en medio de todo lo banal, de toda aquella superficialidad de la cual huía en compañía de Doré, Varolli, Lianos y Demís. Así que fue el primero en dar el aviso. - ¡Doré! ¡Estamos perdiendo el control! ¡Es necesario que os volváis a la base! -¡Por nada de este mundo, Pangoci!  Doré era uno de esos chiflados de las aventuras de cine. Un usurpador de voluntades al servicio de los realizadores que había decidido interpretar a aquellos héroes de las odiseas como si Homero le hubiese lanzado un reto. Por eso buscaba siempre ser Paris en el jardín de las delicias entre las bellas mujeres de La Isla de Metal.  - ¡Es necesario avisar a  los otros, Doré! ¡Tienen derecho a salvar sus vidas! - ¡Yo no me preocuparía tanto por Varolli, Lianos y Demís! ¡Saben siempre ser uno para todos y todos para uno! - ¡Esto no es una lucha de espadachines normandos contra espadachines bretones! ¡Es necesario que dejes de soñar! Varolli no entendía lo que estaba sucediendo. - ¿Se puede saber qué sucede, Pangoci? - ¡Teneis que volver a la base! ¡La Isla de Metal es una trampa! - ¿Quién puede tramar una trampa de tales dimensiones? Varolli no es que fuese un cobarde sino que buscaba la mayor seguridad posible para poder sobrevivir sin tener que arriesgar más de lo necesario. De la misma manera de pensar eran sus inseparables Lianos y Demís. - ¡Nosotros tres abandonamos la misión, Pangoci! Doré reaccionó a tiempo.  - ¡Varolli! ¡No podemos dejarle solo! ¡Todos le debemos mucho a Pangoci! ¡De acuerdo que es demasiado soñador por culpa de su neurosis de creerse "Diego Valor" pero si no fuera por él no tendríamos tanto éxito con las mujeres que nos adoran como verdaderos héroes del espacio! - ¡No creo que le debamos nada por eso! ¡Al fin y al cabo la cuadrilla no nos impone la obligación de morir por culpa de una locura!  - ¡Aquí Lianos! ¿Puedo saber en qué locura nos hemos metido? - ¡Escucha, Lianos! ¡Soy Doré! ¿Sigues empeñado en querer ser la sombra de "Shazam"?  Lianos era terco. El más terco de los cinco componentes de la Cuadrilla Aventurera. Y tenía por costumbre pelear en las condiciones más adversas posibles para así destacar más que los demás.  - ¡Ya sabes que yo soy el más temerario de todos! ¡No vamos a regresar a la base hasta que hayamos descubierto qué misterio es el que encierra La Isla de Metal! - ¿Qué opinas tú, Demís? - ¡Mi familia me espera para cenar pero yo no he dicho que sea hoy mismo! ¡Si en La Isla de Metal hay mujeres hermosas no quiero morir sin verlas! - ¡Jajajajaja! ¡Aprecio tu buen humor, Demís, pero no es necesario morir por ellas! - ¡Lo que no es necesario, capitán Pangoci, es morir por los feos poderosos señores de la Tierra! ¡Son feos de verdad! ¡Si he de morir dentro de unos minutos que sea viendo algo que tenga de verdad belleza en todo su cuerpo! ¡Y no estoy contando ningún chiste para dar ánimos a los demás! ¡El que más asustado está soy yo mismo pero entre ser devorado por un grupo de caimanes o ser un manjar para las diosas no tengo duda alguna! ¡Me gustan mucho más las mujeres que los cocodrilos! - ¡Está bien! ¡Todos de acuerdo! ¡A partir de este momento volamos en formación 2-3! ¡Doré y yo en primera fila y detrás, cubriendo nuestras espaldas, Varolli, Lianos y Dermís! ¿Alguien propone otra cosa? - ¡Estamos todos de acuerdo! ¡Yo volaré a su misma altura, capitán Pangoci! ¡Los demás formarán nuestra retaguardia! - ¡Solo espero que no tengamos que pelearnos por culpa de ellas! - ¡Si La Leyenda es verdadera no tendremos que pelear jamás!  - ¿La Leyenda de que son inmortales? - ¡Eso es lo que nos han enviado a descubrir! - ¿De verdad crees que hay mujeres inmortales en el espacio? - ¡Suongo que sí! ¡Esa violeta colración creo que lo afirma! - ¡Jajajajaja! ¿Qué tiene que ver una violeta coloración con la existencia de mujeres hermosas e inmortales en La Isla de Metal? - ¡Pues tiene que ver demasiado, capitán Pangoci! - ¿En qué te basas para afirmarlo tan rotundamente, Doré? - ¡Las heroínas de Marvel no son una mentira!  - ¡Suponiendo que nosotros seamos capaces de despertar sentimientos amorosos en ellas!  - ¡Eso es fácil, capitán!  - ¿Tú crees que es fácil enamorar a las heroínas de Marvel? - ¡Si no fuese fácil no tendría ningún sentido que sean tan hermosas! - ¡Doré! ¡Olvidemos por un momento nuestra sensualidad! ¡Que los cinco seamos solteros no quiere decir que los cinco seamos conquistadores de mujeres tan hermosas como las heroínas de Marvel! - ¡Soñar no cuesta dinero, capitán Pangoci! ¡Pero si tengo que pagar un millón de "mileutis" por alguna de ellas soy capaz de endeudarme para toda la vida!  - ¡Un millón de "mileutis" no somos capaces de tenerlos aunque atraquemos la cámara acorazada del Banco Universal, Doré! ¡Más vale que pidas a Dios que no nos cobren ni un sólo "centilure" por estar a sus lados! - ¿Usted cree que serán tan duras con nosotros? - ¡Sólo sé que tenemos que madurar mucho más, Doré!  - ¿Madurar para convertirnos en viejos sin futuro? ¡No estoy dispuesto a eso!  - ¡Dejemos la discusión por un momento! ¿Quién te dice a ti que si son las heroínas de Marvel sean amorosas con nosotros? - ¡Supongo que si son mujeres se darán cuenta de que nosotros somos hombres! - ¡Supones demasiadas cosas, Doré! ¡Calla la boca por un momento! - ¡De acuerdo! ¡A partir de ahora seré una tumba! - ¡Jajajajaja! ¡Deja de ser tan extremista! ¡Tan pronto hablas de la gloria como tan pronto' hablas del fracaso! ¡Déjame dar una orden clara para que los otros tres me entiendan! - ¡De acuerdo, capitán Pangoci! ¡Descarto lo de la tumba y le dejo la voz cantante! - ¡Atención Varolli, Lianos y Demís! ¡Entramos en la zona de la violeta coloración sin tener ni idea de qué hay dentro de ella! ¡No perdáis la formación o nos perderemos los unos de los otros y la misión será un facaso!  - ¡Soy Varolli y hablo en nombre de los tres! ¡No vamos a perder la formación por nada del mundo! ¡Estamos locos pero no somos suicidas!  De esta manera fue cómo los cinco de la Cuadrilla Aventurara penetraron en la misteriosa zona de la violeta coloración. FIN DEL PRIMER CAPÍTULO.     
La resiliencia, según la definición de la Real Academia Española de la Lengua es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas, pero en psicología añadimos algo más al concepto de resiliencia: no sólo gracias a ella somos capaces de afrontar las crisis o situaciones potencialmente traumáticas , sino que también podemos salir fortalecidos de ellas. La resiliencia implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas circunstancias y de nuestras necesidades. De esta manera, las personas resilientes no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha tocado vivir, sino que van un paso más allá y utilizan esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo su potencial. Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles. Y no se trata de una simple disquisición terminológica, sino de una manera diferente y más optimista de ver el mundo ya que son conscientes de que después de la tormenta llega la calma. De hecho, estas personas a menudo sorprenden por su buen humor y nos hacen preguntarnos cómo es posible que, después de todo lo que han pasado, puedan afrontar la vida con una sonrisa en los labios. Son conscientes de sus potencialidades y limitaciones. El autoconocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos, y las personas resilientes saben usarla a su favor. Estas personas saben cuáles son sus principales fortalezas y habilidades, así como sus limitaciones y defectos. De esta manera pueden trazarse metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus necesidades y sueños, sino también los recursos de los que disponen para conseguirlas. Son creativas. La persona con una alta capacidad de resiliencia no se limita a intentar pegar el jarrón roto, es consciente de que ya nunca a volverá a ser el mismo. El resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia dolorosa en algo bello o útil. De lo vil, saca lo precioso. Confían en sus capacidades. Al ser conscientes de sus potencialidades y limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer. Si algo les caracteriza es que no pierden de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que pueden lograr. No obstante, también reconocen la importancia del trabajo en equipo y no se encierran en sí mismas, sino que saben cuándo es necesario pedir ayuda. Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender. A lo largo de la vida enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan, pero las personas resilientes son capaces de ver más allá de esos momentos y no desfallecen. Estas personas asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en que reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se preguntan: ¿qué puedo aprender yo de esto? Practican el mindfulness o conciencia plena. Aún sin ser conscientes de esta práctica milenaria, las personas resilientes tienen el hábito de estar plenamente presentes, de vivir en el aquí y ahora y de tienen una gran capacidad de aceptación. Para estas personas el pasado forma parte del ayer y no es una fuente de culpabilidad y zozobra mientras que el futuro no les aturde con su cuota de incertidumbre y preocupaciones. Son capaces de aceptar las experiencias tal y como se presentan e intentan sacarles el mayor provecho. Disfrutan de los pequeños detalles y no han perdido su capacidad para asombrarse ante la vida. Ven la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista. Las personas resilientes son muy objetivas, saben cuáles son sus potencialidades, los recursos que tienen a su alcance y sus metas, pero eso no implica que no sean optimistas. Al ser conscientes de que nada es completamente positivo ni negativo, se esfuerzan por centrarse en los aspectos positivos y disfrutan de los retos. Estas personas desarrollan un optimismo realista, también llamado optimalismo, y están convencidas de que por muy oscura que se presente su jornada, el día siguiente puede ser mejor. Se rodean de personas que tienen una actitud positiva. Las personas que practican la resiliencia saben cultivar sus amistades, por lo que generalmente se rodean de personas que mantienen una actitud positiva ante la vida y evitan a aquellos que se comportan como vampiros emocionales. De esta forma, logran crear una sólida red de apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles. No intentan controlar las situaciones. Una de las principales fuentes de tensiones y estrés es el deseo de querer controlar todos los aspectos de nuestra vida. Por eso, cuando algo se nos escapa de entre las manos, nos sentimos culpables e inseguros. Sin embargo, las personas resilientes saben que es imposible controlar todas las situaciones, han aprendido a lidiar con la incertidumbre y se sienten cómodos aunque no tengan el control. Son flexibles ante los cambios. A pesar de que las personas resilientes tienen una autoimagen muy clara y saben perfectamente qué quieren lograr, también tienen la suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y cambiar sus metas cuando es necesario. Estas personas no se cierran al cambio y siempre están dispuestas a valorar diferentes alternativas, sin aferrarse obsesivamente a sus planes iniciales o a una única solución. Son tenaces en sus propósitos. El hecho de que las personas resilientes sean flexibles no implica que renuncien a sus metas, al contrario, si algo las distingue es su perseverancia y su capacidad de lucha. La diferencia estriba en que no luchan contra molinos de viento, sino que aprovechan el sentido de la corriente y fluyen con ella. Estas personas tienen una motivación intrínseca que les ayuda a mantenerse firmes y luchar por lo que se proponen. Afrontan la adversidad con humor. Una de las características esenciales de las personas resilientes es su sentido del humor, son capaces de reírse de la adversidad y sacar una broma de sus desdichas. La risa es su mejor aliada porque les ayuda a mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos de las situaciones. Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social. Cuando las personas resilientes pasan por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo es superarlo, para ello, son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar ayuda profesional cuando lo necesitan.  
Son conscientes de sus potencialidades y limitaciones. El autoconocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos, y las personas resilientes saben usarla a su favor. Estas personas saben cuáles son sus principales fortalezas y habilidades, así como sus limitaciones y defectos. De esta manera pueden trazarse metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus necesidades y sueños, sino también los recursos de los que disponen para conseguirlas.Son creativas. La persona con una alta capacidad de resiliencia no se limita a intentar pegar el jarrón roto, es consciente de que ya nunca a volverá a ser el mismo. El resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia dolorosa en algo bello o útil. De lo vil, saca lo precioso.Confían en sus capacidades. Al ser conscientes de sus potencialidades y limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer. Si algo les caracteriza es que no pierden de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que pueden lograr. No obstante, también reconocen la importancia del trabajo en equipo y no se encierran en sí mismas, sino que saben cuándo es necesario pedir ayuda.Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender. A lo largo de la vida enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan, pero las personas resilientes son capaces de ver más allá de esos momentos y no desfallecen. Estas personas asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en que reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se preguntan: ¿qué puedo aprender yo de esto?Practican el mindfulness o conciencia plena. Aún sin ser conscientes de esta práctica milenaria, las personas resilientes tienen el hábito de estar plenamente presentes, de vivir en el aquí y ahora y de tienen una gran capacidad de aceptación. Para estas personas el pasado forma parte del ayer y no es una fuente de culpabilidad y zozobra mientras que el futuro no les aturde con su cuota de incertidumbre y preocupaciones. Son capaces de aceptar las experiencias tal y como se presentan e intentan sacarles el mayor provecho. Disfrutan de los pequeños detalles y no han perdido su capacidad para asombrarse ante la vida.Ven la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista. Las personas resilientes son muy objetivas, saben cuáles son sus potencialidades, los recursos que tienen a su alcance y sus metas, pero eso no implica que no sean optimistas. Al ser conscientes de que nada es completamente positivo ni negativo, se esfuerzan por centrarse en los aspectos positivos y disfrutan de los retos. Estas personas desarrollan un optimismo realista, también llamado optimalismo, y están convencidas de que por muy oscura que se presente su jornada, el día siguiente puede ser mejor.Se rodean de personas que tienen una actitud positiva. Las personas que practican la resiliencia saben cultivar sus amistades, por lo que generalmente se rodean de personas que mantienen una actitud positiva ante la vida y evitan a aquellos que se comportan como vampiros emocionales. De esta forma, logran crear una sólida red de apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles.No intentan controlar las situaciones. Una de las principales fuentes de tensiones y estrés es el deseo de querer controlar todos los aspectos de nuestra vida. Por eso, cuando algo se nos escapa de entre las manos, nos sentimos culpables e inseguros. Sin embargo, las personas resilientes saben que es imposible controlar todas las situaciones, han aprendido a lidiar con la incertidumbre y se sienten cómodos aunque no tengan el control.Son flexibles ante los cambios. A pesar de que las personas resilientes tienen una autoimagen muy clara y saben perfectamente qué quieren lograr, también tienen la suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y cambiar sus metas cuando es necesario. Estas personas no se cierran al cambio y siempre están dispuestas a valorar diferentes alternativas, sin aferrarse obsesivamente a sus planes iniciales o a una única solución.Son tenaces en sus propósitos. El hecho de que las personas resilientes sean flexibles no implica que renuncien a sus metas, al contrario, si algo las distingue es su perseverancia y su capacidad de lucha. La diferencia estriba en que no luchan contra molinos de viento, sino que aprovechan el sentido de la corriente y fluyen con ella. Estas personas tienen una motivación intrínseca que les ayuda a mantenerse firmes y luchar por lo que se proponen.Afrontan la adversidad con humor. Una de las características esenciales de las personas resilientes es su sentido del humor, son capaces de reírse de la adversidad y sacar una broma de sus desdichas. La risa es su mejor aliada porque les ayuda a mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos de las situaciones.Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social. Cuando las personas resilientes pasan por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo es superarlo, para ello, son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar ayuda profesional cuando lo necesitan.
Ayer falleció (y no digo murió sino falleció porque son dos cosas distintas) Ángel Nieto Roldán. Vivió un total de 70 años entre nosotros y consiguió 13 Campeonatos Mundiales: 6 de 50 y 7 de 125. Aprendió a "volar" sobre los asfaltos en una pollería vallecana, gracias a vivir junto a un taller. Al principio estaba casi solo pero poco después le seguía una gran multitud. Eso significaba que había triunfado. Fue, junto con el tenista Manuel Santana, el baloncestista Emiliano Rodríguez, los atletas Francisco Aritmendi y Mariano Haro y el golfista Severiano Ballesteros, uno de esos líderes de la era épica del deporte español. Uno de los que puso a España en la órbita mundial. Si en su época triunfal hubiésemos jugado en mi casa al motorismo con fichas de bingo, Ángel Nieto Roldán llevaría el número 1 sin lugar a dudas. Ahora Ángel Nieto ya está en el cielo formando café-tertulia y hablando de motos y cilindradas, con Luis Salom, Rubén Torres Fernández, Dani Rivas Fernández, Bernat Martínez Mas, Javier Moreno Ruiz, Santiago Herrero, Ramón Torras i Figueras, Enric Saurí, José Manuel Pérez "El Carni" y José María Sánchez Kaiser. Seguro que los demás se quedarán atentamente escuchando al ángel volador" del 12 más 1. Seguro que los demás dirán de él que fue líder entre los líderes. Y seguro que todos dirán que de haber seguido corriendo más hubiese superado los 13 y los 14 y hasta los 15. Seguidor del Real Madrid Club de Fútbol también los "merengues" lucharán esta próxima temporada por conseguir su 12 más 1 en la Copa de Europa. Porque el deporte español y yo somos así, señora. Y no lo digo por nadie salvo por una que no sabe que los ángeles también saben volar y se dedica a consultar brujas para poder entenderlo.  Miro hacia la ventana del Hogar de Molina de Segura. Estoy seguro de que "hoy no va a "cuajar" porque la nieve es como las bicicletas. Las bicicletas son para el verano cuando "parece que no va a cuajar" pero la risa va por barrios y yo recuerdo las sonrisas de Ángel Nieto Roldán recordando que "hoy seguro que no cuaja". Y es que hasta los grandes de los más grandes saben que las brujas no pueden impedir que las nevadas caigan o no caigan mientras seguimos teniendo campeones en el deporte de las dos ruedas. Miro a la ventana. "Hoy no va a cuajar" pero en Zamora todos saben que cuando llegue el invierno nevará en sus campos mientras Ángel Nieto Roldán seguirá en el taller de Vallecas enseñando cómo se conducen las 50 y las 125 para poder ser el mejor. 
Sol en el Centroluz de un acento largoestoy ya dentro.  
Don Miguel Monge está empeñado en quebrar. Metidos en las camillas numéricas hace operaciones generales. Toda aquella estrategia tiene un denominador común: quebrar esos sueños que me hacen despertar cada día a un nuevo amanecer lleno de expresiones. Pero mi semántica aguanta los dividendos y los divisores sin perder esa silenciosa sonrisa que a veces se me escapa pero que no quiere molestar. Estoy en el Lope de Rueda pero mi sueño nace de una fuente ecuatorial. No es cuestión de ecuaciones sino de ese ecuador donde fluye mi fantasía. Don Miguel Monge no puede entender que mi presencia en el aula sólo es un paso adelante nada más. Y que la cartografía del mundo la repaso una vez tras otra para no perderme en las cuentas sumarias sino para anidar en un sueño de verano. ¿Qué estoy pensando mientras los demás se esfuerzan en adoptar la ley del conformismo social? No es que sea inconformista sino que los sueños no quebrados de todos mis amaneceres me dirigen hacia un Destino procedente de algún lugar que he descubierto mirando a las estrellas. Sí. Será cuestión de recordarme a mí mismo que soy de un sitio donde se inició la ruta del descubrimiento. Hablo de Badajoz y mi presencia entre ríos, montañas y valles. Don Miguel Monge no puede detener lo que Dios ha confirmado. Siete años de edad valen para un pequeño luchador. Porque lo cierto es que, entre capitanes, jabatos y cosacos, lo que yo hago es escribir de sentimientos. A lo mejor alguien me recuerda ya escribiendo redacciones que me surgen del alma. 
La guapísima animadora Jessica Boehrs Burning, conocida por todos los amantes de la música clásica como BB, se encontraba entusiasmada ante el éxito que estaba resultando ser el Concurso Mundial para Piano "Franz Liszt" en la ciudad de Utrecht.  - ¡Damas y caballeros! De todas las ediciones celebradas hasta la fecha éste está resultando ser el más competido, el más completo y el más emocionante de todos. Ya hemos escuchado a nueve concursantes que han interpretado maravillosamente canciones mágicas, canciones que nos están poniendo el alma en vilo. Tengo el gusto y el placer de leerles a todos ustedes, un texto que nos ha llegado, desde la ciudad alemana de Konstanza, por un seguidor anónimo de tan sólo veintisiete años de edad.  Solo Hertha Müller Herz sabía quién había enviado aquel mensaje de ánimo. Pensó en él mientras escuchaba atentamente la dulce voz de BB, Jessica Boehrs Burning.  - Se nos va ascendiendo el alma en el misterio de todo lo humano y sube hasta la cima de su ansiedad desde el abismo de la más oscura sombra. Se interponen, entonces, las verdades como inicios de principio del camino y al final de cada aventura diaria la vida se nos asoma hacia lo eterno. Y desde el misterio escondido y la sombra el alma propia divisa sus paisajes haciéndonos asomar a cada una de la horas de nuestros propios e incógnitos infinitos.  El local estaba lleno a rebosar de homobres y mujeres que guardaron un profundo silencio.  - ¿Qué tal si le enviamos un apaluso general a tan valiente joven? El público estalló en una gran ovación.  - ¡Y ahora, después de esta merecidísima ovación, termino leyendo el texto! Nuevo silencio total y profundo. - Poética del humano vivir cotidiano. Poética del gesto. Poética del sueño. Poética de la realidad triste, poemas de un búho aún más solitario cada vez… vida mía, las horas sin ti son poemas de ausencia y las olas y los años son un llanto general  Poesía completa de la propia vida. Voces penúltimas … Las bondades de la luna en el hogar son como una celebración de la luz haciendo un vuelo hacia dentro. No. No son ángeles del alto acompañamiento, sino personajes que se sientan en el diván de los años y la llama de sus cerebros ardientes. Podríamos signarlos como “Blanquizares de Lébor”. Las horas no enterradas de sus vivencias. En esta huída, el día blanco, los astros y los otros planetas se confiesan, cuando en la noche se funden, por ver si el amor todavía persiste.  La hora del viento rezagada es mi poema desgajado de la fiesta. El nombre que me diste en el jardín meridional de nuestros besos hizo que escribiera a la Luz. ¿Dónde andará ahora la vida? ¡Qué más da, mi amor, qué más da si el horizonte sigue siendo cada vez más blanco!. El público quedó sobrecogido. Aquel mensaje estaba fuera del tiempo que se estaba viviendo y repitieron la ovación esta vez en pie.  - ¡Damas y caballeros! ¡Queda solamente por actuar nuestro concursante número 10! ¡Él viene desde la ciudad alemana de Meersburg! ¡Completamente anónimo para los grandes seguidores de la música, él tiene ya 80 años de edad pero dicen quienes han tenido la oportunidad de escuchar su piano que jamás habían oído algo tan imponente, tan genial que podrían asegurar que es un verdadero ángel transformado en creatividad divina! ¡Tenemos que darle la oportunidad que se merece y luego el Jurado será quien decida, entre estos 10 geniales pianistas, quién es el que se merece el Premio de este inolvidable año! ¡Recibamos con un fuerte aplaudo al maestro Gil Stauffer Vergleich quién viene con la intención de deleitarnos ejecutando "Sueño de amor nocturno número 3" del inolvidable Franz Liszt! ¡Adelante el maestro! Sonaron aplausos de manera comedida. Nadie sabía de su existencia y era necesario escuchar antes de dar un veredicto. Y, de repente, las manos carismáticas de Gil Stauffer Vergleich comenzaron a volar iniciando un viaje increíble a través de las teclas. El nocturno N°3, compuesto a través de poemas, consiste en un hermoso tema que se repite tres veces con inteligentes variaciones enlazadas por cadencias que demandan gran habilidad técnica. La variación segunda  representa el clímax de la pequeña obra y es donde el intérprete queda autorizado para destrozar el piano si así lo quisiera. La tercera variación, en cambio, es mucho más delicada. Muere poco a poco para finalizar con un arpegio "pianissimo". ¡Seis minutos en total! ¡Fueron 6 minutos mágico, inmensos, gloriosos, con tan increíble genialidad que, al final, con el maestro octogenario Gil Stauffer Vergleich sudando por todos sus poros, todo el público se levantó como si fueran autómatas y le brindaron la mayor ovación de todos los tiempos escuchada en aquel local! Hertha Müller Herz lloraba de alegría.  - ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! ¡Sabía que íbamos a triunfar! Una vez hecho de nuevo el silencio la guapísima Jessicas Boehrs Burgner, la popular BB para todos y todas, intervino de nuevo.  - ¡Estimado público! ¡Su veredicto es total pero el ganador del Concurso no depende de lo que nosotros opinemos sino que le corresponde hacerlo al Jurado! Así que, mientras nos llega el fallo que ellos hayan decidido con su libre voluntad, aquí tenemos a los hermanos Tim y Tom que nos van a representar un brevísimo diálogo entre Siglo y Segundo. Tim es Timoteo Terofal Terwin y Tom es su hermano pequeño Tomás Terofal Terwin. Tim es el Siglo. Tom es el Segundo. Brindemos nuestros aplausos a Tim y Tom que nos quieren hacer pensar. Siglo y Segundo se encontraron en el País del Tiempo y comenzaron a hablar de aproximaciones a lo eterno. He aquí su breve circunloquio: - Hola, amigo Segundo, veo que sigues tan volátil como es normal en ti. - Hola, amigo Siglo, yo veo que tú estás tan estático como siempre. - Sí. Pero yo tengo una importancia histórica que tú nunca alcanzarás. - Ya. Sin embargo más importante es ser mucho más vitalista que tú.  - ¿Qué dices? En mí siempre perdura la Razón.  - Pero en mí siempre late el Corazón.  - Tú no eres nada para mí. Eres demasiado pequeño. - A mí no me importa para nada tu falsa grandeza. Es puro arcaísmo. - ¿Llamas falsa grandeza a estar incluído en las páginas de los grandes libros?.  - ¿Y tú llamas pequeñez a ser parte íntima del pálpito universal?.  - Tú sólo eres viento.  - Tú sólo eres ceniza.  - ¿Qué me dices, Segundo?. Yo soy importante para los historiadores.  - ¿Qué me comentas, Siglo?. Yo soy importante para los filósofos.  - Yo soy importante para los economistas.  - Yo soy importante para los artistas.  - Yo soy importante para los científicos.  - Yo soy importante para los enamorados.  - A mí me analizan los sabios humanos.  - De mí se alimentan las savias humanas.  - Yo soy medida trascendental para la existencia.  - Yo soy esencia fundamental para la vida.  - Los longevos me sacan provecho.  - A mí me sacan provecho los efímeros.  - Un longevo que vive cien años… ¡cuántas historias tiene para contar!...  - Un efímero que vive un segundo… ¡cuántos sueños tiene para sentir!... Intervino otra vez la bellísima BB. - Y así terminó la breve charla entre Siglo y Segundo. Éste siguió su espasmódica carrera por el eterno camino del País del Tiempo mientras aquel se quedó sentado, esperando cien años justos, para dar otro paso más por el mismo eterno camino. Otra vez el público estalló en una ovación mientras Hertha Müller Herz quedó completamente pensativa. -  Para Eva el Paraíso era donde estaba Adán… y yo añadiría, a la vez, que para Adán el Paraíso era donde estaba Eva. Porque hemos nacido para entendernos y caminar los unos junto a las otras y las otras junto a los unos. Pero no nos referimos, nunca, las mujeres a los hunos de Atila sino a los unos simplemente, los unos sin hache de hachazo, esos hombres que jamás maltratan, ofenden gravemente, violan sin compasión o matan a sus parejas por un quítame allá esa bronca.  No tuvo más tiempo para seguir pensando... - ¡El Jurado ha determiando, por mayoría absoluta, que el vencedor, el triunfador y el ganador del Concurso es el genial maestro Gil Stauffer Vergleich! ¡Ahora sí! En medio de la ovación general y las enormes carcajadas de Gil, Hertha sabía que habían  vencido, que habían triunfado, que habían ganado. Quería acercarse al genio para darle el beso que se merecía pero la marea humana se lo estaba impidiendo y el genial pianista se recreaba durante minutos eternos ante las cámaras de los fotógrafos. Hertha decidió no intervenir y esperar a que todo volviera a la calma. Gil y ella habían quedado de acuerdo en celebrar el éxito y la fama los dos a solas en algún rincón escondido de Utrecht pero ahora resulta que lo que se iba a celebrar era una cena de gala, una fiesta coctelera para quienes eligiese Gil Stauffer Vergleich. Sólo el maestro elegiría a los asistentes al sarao. Hertha pensó en los necesitados, en lo vagabundos, en los abandonados, en los marginados, en los solitarios. ¿A quiénes elegiría Gil Stauffer Vergleich para celebrar aquel enorme éxito y su salto a la fama? Había demasiado ruido a su alrededor y sin darse cuenta comenzó a pensar en Johann Goethe Liebend; en aquel pequeño filósofo de la existencia... - Todo, en este mundo, tiene su propio silencio, el que determina la verdadera propiedad de cada cosa, de cada acto, de cada pensamiento… Desde el más absoluto de los vacíos hasta la música más alegre. Todo tiene su silencio. Hay silencio en los campos, hay silencio en las playas, hay silencio en los valles, en los vuelos de las alondras, en las ciudades. Hay silencio en las palabras, en las verdades, en las mentiras, en los bailes… El silencio está siempre presente en todas las cosas que hacemos o que pensamos hacer; en todas las cosas que hicimos, en todas las cosas que hacemos y en todas las cosas que un día dejamos sin hacer. Hay silencio en una conversación, en un discurso, en un coloquio, en un comentario, en un monólogo… y hay silencio también en los ojos, en la boca, en los labios, en una tormenta o en las pacíficas horas del bienestar. Hay silencio en los amores, en los desamores, en las manos que se enlazan, en las manos que se olvidan… hay silencio en los pasos que damos a veces demasiado lentos y a veces demasiado rápidos… Silencio hay en todas las medidas. Los pobres viven del silencio, los ricos se rodean de silencio y en las clases medias el silencio es lo más relevante. El silencio no conoce de clases, de etnias ni de religiones; él no sabe de ideas ni de ideologías, porque simplemente es una perenne presencia. Y es entonces, cuando somos capaces de comprender la presencia del silencio cuando entendemos que, junto a todo lo que vemos, oimos y sentimos, hay un silencio que acompaña, que define, que argumenta… Y entonces es cuando podemos darnos cuenta de que al captar ese silencio en verdad encontramos la divina concepción de nuestras existencias y las existencias de todas las cosas.  - ¿A qué estás esperando, Princesa? De nuevo Gil le estaba llamando Princesa. - ¡Has triunfado, Gil! - ¡Por supuesto que he triunfado! ¡Me lo merecía! ¡Llevaba muchos siglos mereciéndomelo! ¡Sólo ha sido un acto de Justicia y tenemos que celebrarlo, Hertha!  - ¿Tú y yo a solas tal como me lo prometiste? - Esto... verás... ahora estamos viviendo un momento de gloria... y los momentos de gloria deben ser inolvidables... así que eres mi primera invitada de honor en esta fiesta colectiva de felicidad y alegría... - Tu primera invitada de honor...  - Claro. No le debo nada al mundo pero tú eres especial. - ¿Me debes algo a mí? - Que importa si te debo algo o no te debo nada... lo importante es el triunfo... la victoria... la gloria que envuelve y te hacer ser el meritorio que tanto has ilusionado ser... - ¿Eso forma parte de tu sueño? - La parte más esencial de mi sueño. Pero dejemos las palabras y vayamos a los hechos. Siento que no puedas cenar a mi lado porque hay muchas damas y caballeros importantes del mundo de las Artes que estarán presidiendo la mesa; pero por supuesto que tú tienes un lugar entre todas ellas. - ¿Qué clase de lugar, Gil? - Ya te he dicho antes que eres especial pero... por favor... estoy muy cansado y la fiesta nos espera... Durante la cena y el posterior baile ella, Hertha Müller Herz, a pesar de su enorme belleza y de ser la más atractiva y escultural de la fiesta se encontraba en una esquina. Cenó en una esquina. Observaba el baile desde una esquina. - Me alegro. Se lo merece. Era su sueño y lo ha alcanzado. De repente recordó a Paula Ordóñez de Becker. - No te equivoques nunca, Hertha... no te equivoques tanto como me he equivocado yo... me casé con el alemán porque era tenista y ganaba mucho dinero pero jamás dejé de pensar en el español que era poeta y ganaba menos sueldo que un barrendero... conocí el lujo gracias al tenista pero me equivoqué, Hertha, me equivoqué... yo amaba al poeta de la verdad... y sé que hubiese sido mucho más feliz entre los brazos del poeta para combatir el hambre y el frío que en los cócteles del éxito y de la fama a los que odié siempre con toda mi alma... vivo en una buhardilla porque quiero vivir sola con mi pinturas... pero me cuidan una criada y un siviente... ¿quieres pasar esta noche en mi buhardilla?... tengo dos habitaciones y te puedo invitar a castañas asadas... - ¿Pero qué haces aquí tan sola, Princesa? - Esperando al Príncipe, Gil. - Perdona un momento porque tengo todavía que cumplir con unos cuantos bailes ya apalabrados pero te doy mi palabra de que la próxima serás tú.  Hertha Müller Herz salió del local para meditar un momento bajo la luz de las estrellas. - Todo termina siendo recuerdo hasta que al final todo queda en la última incógnita de saber para qué sirven los recuerdos. Posiblemente para escribir cosas tan lindas como un par de lágrimas convertidas en estrellas fugaces. Necesitaba urgentemente unas manos que tuviesen el poder de saber acariciar su bellísimo rostro para apartar las lágrimas y dejarlas en el olvido. Por eso, sin decir nada a nadie y sin despedirse de nadie, divisó un taxi vacío, entró dentro y le pidió al taxista que la llevara hasta el Aeropuerto de Soesterbrg...  - Lo primero que tienes que tener en cuenta, Johann... es que serás tú quien decida la calidad literaria de las obras que hayamos elegido como factibles de ser publicadas...  - ¿Te cuento algo, Edith? Edith Stein Breslav se daba cuenta de que aquel joven tenía un carisma muy especial; algo que nunca había ella conocido a pesar de tantos personajes que pasaron por su vida. - Si quieres puedes, Johann Y Johann Goethe Liebend lo contó...  - Ella asomada a la ventana… viendo pasar los trenes de las largas distancias existentes entre el mirar de sus ojos y los deseos de los hombres que la miran… ¡Venus inmortal!… como si su amor fuese presa fácil de conseguir. Todos la desean pero ella, asomada a la ventana, sólo está pensando en un tren de larga distancia que la lleve hasta el otro extremo del mundo, a ese fin donde, con él, se hunda en los mares submarinos para convertirse en diosa de cristal. Por los caminos del tren… la última frontera… por los caminos del tren sus vidas son unas paralelas imposibles de atrapar o separar. El poeta la lleva de la mano, jugando ambos a la venta de sueños mientras él acerca su mirada para dejarse mecer en el centro de sus iris de color café profundo, azul celestial, blanco sublime y hasta verde campiña. Sí. Para él, ella es la mujer de la ventana; es el café con agua entre sus manos; es el azul del cielo de todos sus sueños; es el blanco sublime de lo submarino de cristal de sus sentimientos y el verde de sus pensamientos nocturnos. Sí. Pensamientos nocturnos de color mujer. Y en ese viaje de la noche, cuerpo a cuerpo y sin fronteras, ella sigue asomada a la ventana de mi corazón. Todos la miran. Nadie la comprende. Por ello, asomada a la ventana, sigue caminando sobre los raíles del tren con mi corazón entre sus manos. Ella es el equilibrio mágico que nace de sus adentros y cubre su rostro de reflejos alegres, reflejos del sol junto a sus labios. ¡Y es que sus besos son un mirar asomado a la ventana mientras le llevo de la mano, haciendo equilibrio por los raíles del tren, hacia una estación llamada Paraíso! - ¿Sigues soñando de la misma manera, capitán? Johann Goethe Liebend se dio cuenta de que quien había contestado no era Edith Stein Breslav. Se dio media vuelta y la encontró. - Sigo soñando de la misma manera, princesa.  Esta vez sí. Esta vez sí que le gustaba a Hertha Müller Herz que un verdadero hombre la llamase princesa no a través de la Razón sino a través del Corazón.  - Entonces... ¿puedo ayudarte en la labor?...  - Te advierto que se trata de revisar una Tesis Doctoral. - No me asustan las Tesis Doctorales.  - Pero es que esta es muy especial. Se titula "Artur Schopenhauer. La misoginia determinativa en función de los parámetros mentales". - ¡Jajajajaja! ¡Me gusta eso de misoginia en función de los parámetro mortales!  - Tendrás hoy tiempo para hablar del cielo... - ¿De verdad sabes algo del cielo? - Estoy aprendiendo pero siempre que miro al cielo azulado me acuerdo del celeste de tu corazón. Ten en cuenta que eres una chica excepcionalmente amada. - ¿Es que para ti soy una excepción? - Para mí eres la única excepción que tiene lugar en mi alma. - Sí, Johann, sí. No le tengo miedo a Schopenhauer. FIN        
Jesucristo es el Camino, Jesucristo es la Verdad, Jesucristo es la Vida,con Jesús nunca hay edad.  Jesucristo es el Camino, Jesucristo es la Verdad, Jesucristo es la Vida, con Jesús nunca hay edad. Lo digo porque lo creo,lo creo porque tengo Fe, Jesucristo es el Camino,Verdad y Vida a la vez.  Lo digo porque lo creo, lo creo porque tengo Fe,Jesucristo es el Camino, Verdad y Vida a la vez.  Sólo se llega a Dios Padrea través de Jesucristo, Camino, Verdad y Vida como tengo yo escrito. Sólo se llega a Dios Padrea través de Jesucristo,Camino, Verdad y Vida como tengo yo escrito.  Lo digo porque lo creo, lo creo porque tengo Fe,Jesucristo es el Camino, Verdad y Vida a la vez. Lo digo porque lo creo,lo creo porque tengo Fe,Jesucristo es el Camino, Verdad y Vida a la vez. Jesucristo es el Camino, Verdad y Vida a la vez.Jesucristo es el Camino, Verdad y Vida a la vez. 
El tiempo era muy frío y las rachas de viento eran de esas que nunca se olvidan cuando ves que el balón de fútbol se resiste a convertir tus ideas dentro del campo de juego en milagros imposibles. Era la hora del viento azotando al Bodenseestadion. Pero en los vestuarios del Club Fútbol Konstanza hacía un agradable calor. - ¡Esta vez les vamos a ganar, Goethe! - Sólo si metemos un gol más que ellos. - ¡Jajajajaja! ¡Me apuesto una botella entera de Cocacola a que esta vez el Bayern Munich no se lleva nuestra Copa de Verano! ¡Tal como estoy seguro de que me llamo Fabian Elmsen Horlamus también estoy seguro de que si juegas como siempre esta vez les ganamos! - ¿Por qué tengo que ser yo el que juegue como siempre? - Porque eres nuestro diesel y si nuestro diesel no funciona no carburamos los demás... así que tienes que pensar en nosotros y no en los del Bayern...  - Está bien, Fabián. Si ganamos te invito a la Cocacola; pero sería bueno que leyeses alguna vez algo como lo de "El ángel del fútbol" para que tomases menos cocacolas y un poco más de conciencia social. - ¿"El ángel del fútbol"? ¿Qué chorrada es esa? - El futbolero es también una persona normal. Tiene buenos y malos ratos. Se casa, se divorcia, tiene hijos o no tiene hijos. Trabaja o sufre el desempleo. Sin embargo, el futbolero tiene una variación genética: su espina dorsal está hecha de fútbol. En su novela, Hans Jorgen Nielsen logra hilar la vida de un hombre cualquiera atravesado por el fútbol. El Ángel del fútbol cuenta la historia de Franz, un periodista de izquierda que mantiene una relación cercana con Franke, un amigo de la infancia que llegó a la cima del fútbol profesional. No hay relatos de partidos emblemáticos, ni situaciones dramáticas que bordeen la fantasía. Nielsen se centra en la historia de un hombre que lucha con el día a día: Franz escribe un diario narrando los desenlaces que lo llevaron a 1977, tiempo donde transcurre la novela. Su niñez en la austeridad comunista de un barrio obrero en Copenhaguen, su divorcio y su relación con el nuevo hombre en la vida su ex pareja, su difícil relación con su hijo bebé al que no logra hacer feliz, son todas meditaciones que suceden en un marco que se construye bajo el fútbol. A Franz lo acompaña el fútbol, quiéralo o no. Él no puede olvidar cómo Franke marcó su vida. No encontraría jamás un cómplice, no encontró como comunicarse con los demás. Por eso, en el retorno a su origen, donde conoció el fútbol, reflexiona sobre su vida, llevando al lector por un complejo viaje psicológico lleno de simples acciones cotidianas. Así que si lo lees y sientes que no lo entiendes, o quizás no entiendes de verdad a los futboleros, te dejo la curiosdad dentro del área para que decidas aventurarte en la cotidianidad futbolera que se extrae del ángel del fútbol: ‘Nuestro patio’, ‘nuestra clase’, ‘nuestro club’: una sutil red de lealtad del grupo y de la colectividad. Aunque sea un mundo cruel, implica para el que sepa arreglárselas en él una vivencia de autoconsciencia e independencia por un lado, y de solidaridad del grupo por el otro, como por ejemplo cuando todo el grupo, sin muchas palabras y sin reflexionar, empleamos espontáneamente la astucia colectiva para tomarles el pelo a un par de guardias de una fábrica; no es algo muy distinto a lo que hace falta para efectuar un buen contraataque en fútbol: en el arte de nuestro fútbol cristalizan todas nuestras costumbres. - ¡Hostias! ¡Me has dejado descolocado del todo! - ¡Jajajajaja! Fabían... nunca debemos jugar por imitación inconsciente sino por conocimiento consciente. - ¡Muy bueno! Pero yo no tengo la obligación de pensar en la cancha sino de cumplir lo que otro piensa por mí. Y ese otro eres tú. - Escucha, compañero. ¡Gol! ¿Cuál fue el primer gol que marqué en mi historia? Mi primer gol se pierde en la memoria de los tiempos heroicos de aquel sobrevivir en el patio escolar, un patio de vecinos donde cada pelotazo hacía saltar chispas de las paredes de ladrillo como a manera de disparos haciendo diana en las porterías señaladas con tiza. Mi primer gol debió dejar su huella histórica, e imborrable, en alguno de mis disparos; algo así como John Wayne tiroteando a un objetivo más o menos indiscreto. ¡Gol! Tuve que aprender a sortear aquel laberinto de piernas infantiles sabiendo que el campo no sobrepasaba más allá de los diez metros cuadrados más o menos. Así es cómo aprendí a disparar con acierto y, como pistolero del “far west” a lo “Tambores lejanos”, ir alcanzando un liderato ajeno al déspota que había dañado a tantas ilusiones de compañeros inocentes o culpables pero compañeros al fin y al cabo. Eso es lo que esperaba la princesa que llegara yo a alcanzar. Las chapas comenzaban con sus propias batallas y con las trampas que eran tan evidentes que yo no podía entender cómo ni B ni M no se diesen cuenta. En mi silencio, sin maldad alguna, se fraguaba la revolución del pequeño rebelde con causa más que justificada. Por eso soy futbolista desde que el primero de mis goles dejara su sello grabado en aquel patio de vecinos y que quizás algún fotógrafo escondido plasmó en color de sepia. Y es que aquel mi primer gol me afirmó como capitán mientras el dictador dejaba el patio lleno de inocentes frustraciones. El caso es que, en resumidas cuentas, para ser un verdadero capitán había que aprender de Franz Beckenbauer y esa era mi forma y manera de comenzar a jugar mientras mis rivales me daban un abrazo cordial. Soy futbolista porque el Destino me guió desde la cuna de mi nacimiento, a orillas del Constanza, a pensar en la princesa para iniciarme en mi sueño inmortal. Ser el máximo goleador, a la hora de la verdad, no era marcar más o menos goles o dar más o menos goles a mis compañeros, sino tener la suficiente inteligencia como para fabricar el fútbol de las fantasías fuera del laberinto de las piernas que te podían lesionar de por vida. Yo abría los espacios infinitos, en aquel pequeño recinto de, más o menos, diez metros cuadrados, donde jugar al fútbol con las pelotas era cuestión de saber desarrollar la técnica más adecuada para controlarlas, la estrategia más apropiada para pillar desprevenidos a los rivales y la táctica más sorprendente para vencer o vencer. Algo que muy pocos han sabido asimilar a tan corta edad mientras yo pensaba en cómo salir indemne aprovechando la distancia de los once metros, uno por cada uno de los componentes de un equipo completo, para aprovechar los penaltys y ser especialista en batir a porteros que parecían imbatibles. No era cuestión de violentos pelotazos sino de pelotazos bien dirigidos; dos cosas tan diferentes como estrellar la pelota en el pecho del guardameta rival o meterla lejos de sus alcances. Todavía sonrió al pensar en ello. ¡Gol! Mi primer gol suponía mi primer gran éxito ante la princesa de mis sentimientos. Por eso soy futbolista habiendo tenido que mantener la suficiente voluntad como para plasmar, con la imaginación de mis maniobras increíbles, aquellos toques de pelotas que a todos les dejaba desconcertados en un principio pero que, poco a poco, seguían siendo cada vez más llenos de magia blanca. Era la gloria de saber combinar el binomio de la soledad con la liberación. En medio de aquellos bosques de piernas que daban sin mirar a quiénes daban, yo disfrazaba mi presencia y abría el horizonte con pases de antología cuasi gitana o cuasi paya pero antología de poesía futbolera trazada en dibujos con mi compañero de banca. En aquel patio de vecinos mis piernas eran la representación que Dios estaba esperando para acompañar su Misterio deportivo. Sí. Dios sabe cuáles fueron mis esfuerzos por pasar inadvertido, para estar presente allí donde la victoria me llamaba para alcanzar el triunfo. Pelotas de goma y una gran intuición mental para saber controlarlas antes de que llegaran los balones. ¿Cómo ser un dominador de balones como sucede con todos los capitanes al estilo Beckenbauer? Cuando aprendes a tocar las pelotas en corto, a media distancia o a larga dirección, los balones son mucho más fáciles de controlar. Cuando aprendes esta manera de tocar las pelotas, de goma por supuesto, todos los ojeadores de los grandes clubes se santiguan como esperando el milagro de lo imposible. Era imposible que yo fuera un profesional porque me encantaba jugar al fútbol hasta el límite de lo inimaginable pero no para hipotecarlo bajo las obligaciones que limitan a los profesionales a los caprichos de las órdenes que se les da. Yo no. Yo no podría haber resistido una afición transformada en una obligación. Así que decidí no presentarme a ninguna cita profesional.Después de cada gol marcado o de cada gol regalado a alguno de mis compañeros de equipo, amigos o enemigos fuera de la cancha y que Dios perdone a los traidores, yo dormía profundamente pensando noche tras noche: “Quiero ver mañana la misma Luz que hoy he visto”. Y al día siguiente, a la misma hora, yo seguía marcando el ritmo del fútbol que salía desde el interior de mi alma. - ¡Atiza, Goethe! ¡Esto no me lo había dicho nadie jamás! - Pues entonces eso quiere decir que sí... que esta vez vamos a ganar... - ¡Bien! ¡Ese es el diesel que todos necesitamos! ¡Los del Bayern de Munich este año no nos roban nuestra Copa de Verano!  - Si metemos un gol más que ellos... Y la premonición de Fabian Elmsen Harlamus comenzó a hacerse realidad desde el mismo inicio del encuentro. Johann Goethe Liebend estaba construyendo el "mejor partido de su vida"; porque no era futbolista nada más sino mágico arquitecto de la técnica, la tácticay la esstratégica.  - ¡Oye, Hertha, ese chaval es bueno de verdad! - Sí, Julia. Hace fácil lo que todos creen que es imposible de hacer. - Pues si fuera del fútbol hace lo mismo estamos viendo a un verdadero genio.  - Es verdad que hace lo mismo fuera del fútbol y sí es genio... aunque él no desea serlo... Julia Görges Oldesloe impuso el máximo interés en observar detenidamente lo que creaba Johann Goethe Liebend sin que pareciese que estaba haciendo realidad un sueño. Vencer al Bayern Munich nunca lo habían conseguido pero esto año el Club Fútbol Kosntanza contaba con aquel joven genial y la cuestión era totalmente diferente.  - ¿Tú crees que le interesaría dedicarse al tenis? - ¿Formando pareja contigo? - Sí. Pareja de mixtos: Julia Görges Oldesloe con Johann Goethe Liebend. ¿Verdad que suena bien? - Si tú lo dices... pero me parece que va a ser que no...  El partido, efectivamente, terminó con la vitoria por 1-0 del Club Fútbol Konstanza que, por primera vez en su pobre historial, conseguía quedarse con su Copa de Verano. Y el vestuario estaba más caliente que nunca con un alboroto espectacular; mientras el creador de aquel sueño soñaba con otra cuestión muy distinta al fútbol.  -  Sueño que te estoy viviendo en este oleaje de ondas orladas por los símbolos del arte y un sinfín de figuras femeninas desfilan por mi mente, para barajarte en mis naipes de la Fantasía, y sacar ese comodín que me sirve para saber quien eres. Barajo las horas del anochecer con las cartas siempre marcadas por la Historia y te veo repetida tantas veces que me parece que desde el As de Oros hasta el Rey de Bastos, en todas hay algo de tí, un poco de ti o un mucho de ti. Algo siempre es mucho en mis ya desgastados naipes que voy guardándome en el bolsillo porque tengo ganas de soñar. Ya está. Ya estoy soñando que sales de la baraja, tomas mi mano y señalas el As de Corazones en tu propia baraja. ¿As de Corazones?. ¿As de Oros?. En las dos barajas, tus naipes y los míos son siempre una misma cosa y una misma causa.  - ¡Eh! ¡Despierta! ¡La Cocacola nos está esperando! Johann sacó un billete de diez euros de su bolsillo.  - Toma. Has ganado la apuesta. Pero yo tengo una cita. - ¿Y dejas a tus amigos de siempre? - Efectivamente, Fabian. Dejo a los amigos de siempre porque siempre no es la verdad y tú bien lo sabes. Vence siempre la sabiduría aunque muchas veces haya que apostar a números equivocados de la ruleta mágica de la que nos habla el silencio vivido en medio de la soledad. ¿No me digas que no sabéis tú y los demás que siempre no ha sido verdad? La victoria sólo es el sentimiento de haber aprendido a cometer menos errores. Estoy seguro de que si algo de valioso tiene cualquier tipo de experiencia, sea del color que sea y sea par o impar en la ruleta de la vida, es siempre esa sensación de victoria que nos deja en el ánimo y el pensamiento. Un abrazo, Fabian, sigue venciendo… pero ya sin mí... y lo mismo les deseo a los demás... Johann Goethe Liebend salió al exterior sin volver la vista atrás. Allí había dejado la pesada cruz que tantos años había tenido que soportar ante la cobardía de quienes debían haberle ayudado a llevarla en se particular "via crucis" del cual todos ellos se habían aprovechado. Ahora, en el extrior, y sin volver la vista atrás le estaban esperando Hertha Müller Herz y Julia Görges Oldesloe. - ¡Enhorabuena, campeón! ¡Tú sí que eres grande!  - Gracias, Julia. - Yo digo lo mismo. Eres grande de verdad. - Quizás menos de lo que tú me dices cara a cara pero más de lo que muchos dicen a mi espalda.   - Mucho más que todo eso. - Gracias, Hertha. ¿Dónde vamos a celebrarlo? - Es que yo... no quiero molestar a Julia... pero quiero estar contigo a solas... - Bueno, chica. Otro día será mi oportunidad.  Y la simpática Julia Görges Oldesloe se despidió dando un beso en la cara a Johann Goethe Liebend.  - ¿Qué te parece si nos damos un paseo por la Isla de Mainau? - De acuerdo. Me alegro de que seas feliz, Johann. - La felicidad es siempre el alma-patria donde viven las sonrisas. Quiero verte sonreír porque no te noto como otras veces.  Fueron en silencio hasta la Isla de Mainau y comenzaron a pasear entre las rosas y las dalias. - ¿Qué sucede, Hertha? - Estoy pensando en Gil Stauffer Vergleich.  - ¿El anciano de las manos con carisma? - No deseo, por nada de este mundo, hacerte daño. Te quiero demasiado como para dañarte el corazón. - Dispara ya.  - Quizás no sea lo que estás pensando.  - Dispara ya, Hertha.  - ¿Por qué tiene que ser todo tan difícil? -  Corazón y Razón son dos entidades místicas relacionadas entre sí estrechamente por el latir humano. Corazón es sístole y Razón es diástole de un mismo mundo magnético: el de la vida. Ninguno de los dos debe ir por separado. Dispara ya sin miedo.  - Es que posiblemente no sea verdad...  - ¿Qué es lo que no es verdad para tí? - Que podamos entender los dos la misma cosa desde el mismo punto de vista.  - No vamos a hacernos líos con definiciones de diccionarios o con conceptos sociológicos… la verdad… para mí, y hablo desde mi punto de vista particular, la gente es el conjunto de seres humanos que se ve aglutinados en un montón, paseando por las ciudades, manifestándose ante un acontecimiento, observando un espectáculo deportivo o artístico… o sea… un grupo abstracto de personas a las cuales las puedes analizar en conjunto, tal como se manifiestan en ciertos momentos sociales de la vida. ¿Y qué es para mí persona? Pues entresacar de toda esa “masa” abstracta de gente a un sólo individuo, hombre o mujer, y conocerle profundamente. En este sentido persona toma toda la amplia definición de ser humano con personalidad propia. Mientras “gente” es masa, “persona” es individuo. La “gente” suele moverse por interes de grupos o maneras de pensar alienadas y con prejuicios generales. No me gusta eso de “es buena gente” o “es mala gente”, porque no me determina nada sobre el ser humano de quien me están hablando. Prefiero mil veces que digan “es una buena persona” o “es una mala persona” porque entonces sí me están determinando y calificando a un ser humano particular que tiene personalidad propia. La “gente” no posee personalidad propia sino que se mueve por estímulos generalmente a través de los líderes que imponen el marketing social y la moda general y, al ser irreconocible, suele manifestarse de forma egoísta, cambiando de parecer según se le antoja, no por evolución propia sino por interés personal o capricho social. No me gusta la “gente”… me encanta, sin embargo, la “persona”… aquel o aquella que se mueve por voluntad propia, que huye de la “masificación” de su pensamiento, que posee unos principios sólidos que los va confirmando mientras vas conociéndole o conociéndola. Para mí, y sigo insistiendo es que es un punto de vista personal, ser gente es tener la personalidad alienada por los grupos y convertirte en una parte más de la “masa”… mientras que ser persona es, aún perteneciendo al grupo, no ser “masa” sino tener personalidad que le da características originales, verdaderas y propias. Porque mientras la “gente” es voluble y caprichosa y miente y engaña con tal de seguir viviendo dentro de su propio egoísmo, disimulado en el interior de la “masa”, la persona con sus aciertos y sus errores es siempre verdadera, es tal como es, es transparente y si te quiere es porque te quiere y si te odia es porque te odia. En definitiva, entre gente disoluta y variable para quien tú sólo eres un instumento valioso únicamente para cumplir con algún interés temporal y luego te deja en el olvido y persona es aquel o aquella que está contigo siempre o te rechaza sin engaños,  pero tiene las señales de identidad bien definidas y claras…. ¡me quedo siempre con la persona!. - Lo siento, Johann... pero para Gil es de vida o muerte vencer en el Concurso Mundial de Piano Frnaz Liszt de Utrecht... sale esta misma noche... - ¿Y eso es lo que más te importa a ti en tu vida? - Es lo que más le importa a él en su vida y yo soy parte de su sueño. - Ya. ¿De verdad sabes bien lo que es un sueño?  - ¡Me necesita a su lado, Johann!  - ¿De verdad sabes bien lo que es un sueño tuyo y no un deseo de los demás? - Quizás me desee demasiado pero sé que no puedo dejarle solo. Johann Goethe Liebend cogió suavemente las dos manos de Hertha Müller Herz. - Soñar a dibujarte en estas calles del mundo entretenido con la luna como un hablar sediento de canciones. Yo canto esta mañana de tenerte hundiendo tus raíces en mis sentidos que flotan en tu atmósfera de color. Soy dibujo y dibujante en toda tu historia el caminante y leyendo, se me quedan dormidas las palabras dulces… dulces palabras… dibujando este sueño infinito  que se cuelga con sustancia evocadora en este respirar profundo. Nueva la palabra en cada instante creo un nuevo concepto de madrugada: un balcón adornado de amapolas que, desde el campo, transitaron sus luces encarnadas por los sueños del dibujo ciudadano. El cercano puerto de la costa ardiente me hace arder de fantasías. Soñar es dibujarte para sobrepasar el límite de la hoja blanca como el alba.  - No puedo dejarle solo... porque me desea...  - No te estoy rogando nada, Hertha... sólo te estoy pidiendo que seas feliz...  Sin poderlo remediar de ninguna manera posible o imposible Hertha se despidió de Johann dándole un largo... largo... y profundo... profundo... beso en la boca... Y ella se fue para no tener que seguir besándole mientras el sólo pensó... - Será que se la merece más que nadie.  FIN DEL NOVENO CAPÍTULO.                  
Ya empezaba a ocultarse el Sol cuando la barca se deslizaba sutilmente gracias a la habilidad de Gil Stauffer Vergleich con los remos.  - Dejábamos correr los besos olvidados deslizándose sobre los toboganes incólumes del agua. Las caricias aleteaban unísonas y sigilosas entre tímidas, ardientes, paralelas. Desde el recóndito paraje los ojos observaban el lago que, mayestático, rebosaba de faunos saltarines. Tu belleza de cristal rebotaba en los cielos del otoño y cubría palpitantemente, mis abrazos derretidos. Al rumor de las hojas paralelas cayendo, ingrávidas, por los suelos amarillos, el lago sonreía con su verde sueño entre las cortinas del aire. Y un sentido infinito, pleno, acariciante, rumoreado de estrepitosa calma, giraba en el horizonte para volvernos a fundir. - Eres un encanto, Gil... - Gracias Hertha... - ¿Dónde aprendiste a remar de esta manera? - Cuando yo era mucho más joven que ahora estuve considerado como la mejor promesa del remo alemán. Estuve a punto de participar en los Juegos Olímpicos de Helsinki de 1952. Yo era mejor que Heinz Manchen, Helmut Heinhold y Helmut Noll quienes consiguieron una medalla de plata en dos con timonel. La prensa alemana estuvo informando, repetidamente, que si yo hubiese estado en aquel equipo la medalla no sería de plata sino de oro. Toda Alemania Federal estuvo de acuerdo. Tanto los aficionados al deporte como los que deconocían lo que era el remo de competición estuvieron de acuerdo en que era verdad que conmigo hubiésemos siedo medalla de oro en lugar de medalla de plata. Yo era mil veces mejor que Helmut Noll. - Pero tus manos no son de remero...  - Es que mi especialidad era la de timonel.  En remo, el timonel o patrón es el miembro de la tripulación que se encarga principalmente de seguir el rumbo durante la competición y efectuar los posibles giros o curvas que sean necesarios. Normalmente va sentado o de pie en la popa del barco mirando hacia la proa, en sentido contrario a los remeros, que van de espaldas al movimiento. Mientras en remo olímpico se usa más habitualmente el nombre de timonel,​ en los barcos de banco fijo, suele recibir el nombre de patrón. - Gil...  - Hola, Princesa... sigo estando contigo... - No es necesario que te esfuerces en crear historias imaginarias para convencerme de que eres el hombre más bueno que he conocido.  - Pero es que yo...  - Ya sé que me quieres deslumbrar... pero no me creo que tú fueses mejor que Helmut Noll ni tienes ninguna necesidad de haberlo sido...  - Está bien. Perdona, Hertha. Pero lo que sí es verdad es que por aquí han pasado los celtas,  los romanos de los cuales aún quedan muchas huellas, los cristianos… pero este rincón de Alemania es especialmente famosa pues entre 1414 y 1418 fue sede del Concilio de Constanza. Durante estos años la pequeña ciudad, que ya entonces era un importante paso importante comercial, acogió a los hombres más poderosos de Europa. Aquel concilio fue clave por muchas razones, pero la más importante es que puso fin al cisma de Occidente y concluyó con la elección como tal del Papa Martín V. Por tanto, Constanza presume también por ser una de las pocas ciudades europeas donde... ¡Se ha elegido un Papa!... Y la única localidad alemana que goza de este honor. - ¿Y sabes algo de la escultura de la preciosa Imperia? - Si, Princesa. Imperia era la diosa del placer. Para que nadie olvide lo importante que fue Constanza en aquellos años, hay una curiosa escultura situada en el puerto que representa a una cortesana de la época del concilio. Pero pongámonos en antecedentes. Cuentan que días antes del Concilio llegaron a la ciudad más de 700 “cortesanas” para atender a los participantes en tal importante reunión. Y se dice que el propio emperador del Sacro Imperio Germano Segismundo escribió desde Constanza una carta solicitando ¡1.500 prostitutas más!. La escultura recuerda aquella “invasión de placer” y representa a una mujer a quien Honorato de Balzac, quien asistió al Concilio, describió en una novela corta titulada “la Bella Imperia” y esribió literalmente lo siguiente: “Era Imperia la más preciosa y caprichosa de las mujeres de mundo, además de pasar por ser la más inteligentemente bella y la que mejor se las componía para engatusar a los cardenales, galantear a los más rudos soldados y opresores de pueblos. Era dueña de valerosos capitanes, arqueros y señores, deseosos de servirla en todo. Con sólo una palabra podía acabar con la vida de aquellos que se mostraban impertinentes. La derrota de un hombre no le costaba más que una gentil sonrisa; y a menudo por muy Señor de Baudricourt que era, un capitán del Rey de Francia le preguntaba, haciendo burla de los abades, si aquel día debía matar a alguien para ella. Excepto los potentados del alto clérigo con los cuales Doña Imperia componía finalmente su ira, los tenía a todos bajo su férula por la virtud de su pico y de sus amorosos modales, que tenían a los más virtuosos e insensibles apresados como los pajarillos en liga. Por eso, vivía tan querida y respetada como las verdaderas damas y princesas, y se le daba el trato de señora…” - Vaya con los "lios" de la tal "señora" por no decir "ramera". - Efectivamente, era la mayor ramera de su época. La prueba de su poder aún se ve en la escultura ya que aquella supuesta diosa del placer, muy ligerita de ropa, sostiene en una mano al nuevo papa, Martín V, y en la otra al emperador Segismundo. Dicen las malas plumas, y no sólo la de Balzac, que Imperia hacía con ellos lo que quería. Como curiosidad tengo que contarte que durante el concilio, y también en Constanza, se quemó en la hoguera al supuesto hereje Jan Huss por sus duras críticas a la corrupción moral de la Iglesia y por las riquezas de ésta. Huss pregonaba que el pueblo debía desobedecer a  Roma pues era evidente que los sacerdotes vivían en el pecado… La gran Imperia es, así pues, el resumen de todos esos acontecimientos que han marcado la historia de Constanza. Podría contar más cosas pero está lloviendo; así que mejor vamos a refugiarnos en algún bar a tomar una buena cerveza alemana. - Vamos, señor Stauffer. Gil Stauffer Vergleich guió a la bellísima y escultural Hertha Müller Herz hasta el "Ruppaner" de Constanza. - Princesa, este lugar es tradicional desde el año 1795 pero siempre tiene éxito porque ofrece continuamente ideas nuevas. Mis cervezas preferidas son la "Hecker" y la "Schimmele". Elige tú, Princesa.  - Señor Stauffer... sería mejor que no me llamara nunca más Princesa... por lo menos hasta que no exista un príncipe que desee casarse conmigo... cosa que veo super difícil porque los príncipes de ahora no son como los de "La Bella Durmiente"... ahora se casan aconsejados por un Gran Señor llamado Don Dinero... ¿me está usted comprendiendo, señor Stauffer?... - Sí... Hertha... perdona... Alma con mariposa que vuela de rosa en rosa con aromas de clavel… la vida se desparrama yendo de rama en rama por tu cuerpo de mujer. ¡Y cuánto canto unido hay en tu mirar con alma! ¡Y cuánto canto unido en tu aroma de clavel! Sentados frente a frente pidieron dos botellas de "Hecker" mientras se encontraban bastante embarazosos en la conversación que habia dejado de ser fluida. - Señor Stauffer... míreme directamente a los ojos... y dígame qué es lo que ama de verdad... - Me da miedo decirlo... pero... tú eres mi verdad infinita... - Lo siento... señor Stauffer...  El octogenario pianista acarició dulcemente con sus manos el bellísimo rostro de Hertha mientras le limpiaba las lágrimas. - ¿Por qué lloras, Hertha? No llores más porque cuando la vida se presiente con infinitos destellos de energía es cuando surgen momentos como el presente. ¡Y cuánta vida transformada hay en tu sentir! Eres mi cálido pensamiento. Brisa en las olas del mar; una bella caracola azul en tu mirada caliente. Una bella caracola azul moviéndose en el infinito. Brisa en las olas del mar; dos círculos sensuales marineros unidos en un mismo afán. Dos círculos sensuales marineros que provienen del horizonte. Brisa en las olas del mar; un sol cálido de resplandores brillando sobre las aguas. Un sol cálido de resplandores con leyenda de eternidad. Brisa Brisa en las olas del mar; una barca repleta de sinfonía en medio de esta música de otoño. Una barca repleta de sinfonía componiendo su canción. Brisa en las olas del mar; una sensación de esperanza tan verde como las algas. Una sensación de esperanza en la mitad del universo. Brisa en las olas del mar; dos puntos surgidos del cielo en forma de gaviotas emergentes. Dos puntos surgidos del cielo volando en el altamar. Brisa en las olas del mar; una costa de esperanzas verdes con aromas de jardines. Una costa de esperanzas verdes en este rojo atardecer. Brisa en las olas del mar; una luna viajera y bohemia bebiendo agua en silencio. Una luna viajera y bohemia que está jugando en el cielo. Brisa en las olas del mar; un alba nacida en la orilla del sueño de las sirenas. Un alba nacida en la orilla que mece la paz del tiempo. Brisa en las olas del mar: un mensajero del viento en forma de paloma blanca. Un mensajero del viento con palabras del corazón. Brisa en las olas del mar; un leve suspiro del alma cantando en el ensueño. Un leve suspiro del alma que anida en el corazón. Brisa en las olas del mar; una razón de locura envuelta en lo sincero. Una razón de locura abatiendo lo increíble. Brisa en las olas del mar: un fondo marino de algas llenándose de silencios. Un fondo marino de algas pronunciando ya mis versos. Brisa en las olas del mar; un universo de estrellas lloviendo luz sobre el agua. Un universo de estrellas que se abre en dos miradas. Brisa en las olas del mar; tú y yo en los infinitos de esta eternidad marinera. Tú y yo en los infinitos de nuestra profunda verdad. - Gil... no espero otra cosa más que poder ser quien soy yo misma...  En un rincón de la cervecería se encontraba el piano. - Espera un momento y lo sabrás... El octogenario pianista Gil Stauffer Vergleich se levantó, pidió permiso, se lo concedieron y, abriendo la tapa, comenzó a acariciar las teclas de espaldas a todo el público. Sólo quería sentirse así... a solas con la identidad de su música... estaba tocando el segundo acto de "Madama Butterfly" de Puccini. - Oiga caballero...  - ¿Desea algo más, señorita? - ¿Tiene un boligrafo y papel? - Enseguida se lo traigo. Espere solamente medio minuto. A los treinta segundos, Hertha Múller Herz ya tenía la hoja de papel y el bolígrafo y escribió mientras seguia, como una cascada continua y perfectamente armoniosa, el segundo acto de "Madama Butterfly". - Hasta luego, maestro, hasta la próxima vez. Yo encuentro, al escuchar tus sinfonias, una infinita polisemia aximetrial de palabras enlazadas por una ilación abstracta que las haces concretizar en cadenas de epónimas consecuencias. Me gusta por lo que dejas flotar en el espacio de la mente de quien escucha. Ahora mismo me suena a la prisión de la razón que se escapa por el borde de los pliegues del alma acorazonada y me suena a partitura lectora para consagrar un paisaje en la pintura. Podría seguir con el color violeta de la vertiente vasija o la vertiente veneno corazón o también como un vacío prominente del vigor de tu música. Si. Es original y profunda tu ejecución. Ahora tengo que irme ya. Quizás no esté tan preparada para ser tu alumna preferida o quizás sea preferible volver a empezar de nuevo. El tiempo nos lo dirá. Iba paseando por la orilla del lago y, de repente, sin saber por qué ni para qué, recordó...  - Tengo solamente veintisiete años de edad, Hertha, pero he visto ya lo suficiente como para poder afirmarte que solo hay dos clases de hombres: los egoístas y los generosos. ¿Egoismo? ¿Generosidad? ¿En qué lado de los dos platillos de la balanza debía estar esa verdad que buscaba? Se sentó en un banco a meditar en el mismo momento en que una mujer muy anciana, con más de noventa años de edad, se sentó a su lado. - ¿Con lo hermosa que es se siente sola? - No estoy sola... pero tengo miedo de quedarme sola... - La soledad es el mundo de los que no poseen carácter. Soledad no es una palabra… Soledad es un sentido… Soledad es una experiencia… Soledad es una antítesis… Soledad es un silencio… y Soledad siempre acaba para dar paso a Compañía…  -¡Qué bellas palabras! - Me llamo Paula Ordóñez de Becker y soy pintora. Siempre me encanta leer un pensamiento que me hace a la vez pensar. Como antes dije soledad no es una palabra, sino un sentido, una experiencia, una antítesis, un silencio y yo añadiría una vivencia digna de ser sentida para ser expresada. Y la compañía que nunca nos falta. Paula dio un dulce beso en el rostro a Hertha.  - Señora Paula... ¿qué hay al otro lado de la soledad?...  - El grito, jovencita, el grito. Lo sé muy bien porque soy pintora profesional y me gano la vida dando gritos de angustia a los que lleno de color para ocultar sus tristezas. ¿Sabes escuchar a las almas bohemias? - Estoy acostumbrada...  - Manan los campos rumores confusos en medio del viento frío e invernal. Bajan sus ojos los hombres difusos y llega, de pronto, el gran carnaval. Dentro del grito un largo y profuso silencio de ansias por ser festival de llanas palabras y de un inconcluso y pleno de alma que es punto y final. - Me gusta ese grito... - Callar dentro del silencio que nos quieren imponer nos transporta a poder hablar con el alma. Y ese es el Gran Grito de la Vida, jovencita, el que pintó Edvard Munch sobre el puente. - Conozco ese cuadro.  - ¿Y qué crees tú que es el grito de Munch? - Me parece que una desesperación con algo que suene a silencio escondido. - Jejeje. Muy buena imaginación, jovencita... pero escucha lo siguiente... veo, presencio, oigo, siento El Grito… El patético Grito expresionista de Edvard Munch. Ese Grito en mitad del puente con una diluida pareja de amantes en el extremo del fondo detrás del angustioso personaje que grita sigue estando presente en este paso del siglo XX al XXI. Parece que todo cambia y, a la vez, todo sigue igual… La persona grita mientras se tapa sus oídos… y todo su contorno se difumina y se diluye desparramándose en una línea continua, ondulante, que envuelve las cosas como un abrazo sofocante del que no es posible escapar. El hombre grita y se tapa los oídos para no escucharse a sí mismo. Grita ante la lejanía de la pareja humana que va a iniciar el paso por el puente y, mientras tanto, un expresionista ocaso enciende los colores, alternando los tonos naturales en una atmósfera dramática, angustiosa, incluso ensordecedora. Quizás por eso se tape los oídos el hombre. Hay una atmósfera enrojecida, unos veleros atracados y tragados por el amarillo de un río que se desparrama en torrente azul bajo el puente. Y esos temibles tres colores, rojo-amarillo-azul, de la angustia de fines del XIX. ¿No recuerdan acaso al mismo rojo-amarillo-azul de la angustia de los republicanos de España a mediados del siglo XX?. Efectivamente. Es así. El hombre grita y se tapa los oídos para no escuchar el fragor de las batallas existenciales.  - No conozco nada de esa guerra. - Ni hace falta conocerla absolutamente para nada. Fue la inútil guerra de la insensatez en la que perdieron todos al mismo tiempo.  - No tiene sentido una guerra así...  - Es que en España pocas cosas tienen sentido... pero volvamos a Munch diciendo: "El Sol se estaba muriendo, las nubes estaban teñidas de rojo sangre. Oí un grito que atravesaba la naturaleza”. - Ese grito debe ser mucho más importante que el fragor de una guerra sin sentido alguno.  - Eso es. Recuerdo momentos pasados. Escucha. Salgo a la calle. Es de noche. Llueve en Cristianía. Los hipppys hace muchos años que se fueron y mientras como una salchicha en el pub escucho atentamente las suaves palabras de ella, la tomo de las manos y me quedo pensando… pensando… atrapado en el negro de sus ojos y en la garganta se me queda apagado El Grito de la Cristianía… del Oslo en esta tarde-noche tricolor donde la agonía humana me lleva a introducir mis sensaciones en la secreta angustia de los hombres y sus almas y en los ojos negros de ella… Un expresionismo universal me guía del simbolismo y el art nouveau a la obsesiva expresividad de los colores… mientras en la tele del albergue una periodista con glamour entrevista al glamouroso Schumacher que ya ha ganado seis veces el Campeonato Mundial de Fórmula 1 y va a por su séptimo… menos mal que Michael habla en alemán y no lo entiendo… porque todavía me dan ganas de gritar que hay un puente para la vida y un puente para el suicidio, un puente para las parejas y un puente para la soledad y más allá del puente… ¿qué hay más allá del puente?.. Ah, si… ya me acuerdo… un rojo, un amarillo y un azul gritando por alguna causa perdida… entre el sol, las barcas y el torrente… - ¿No es usted alemana? - Soy española que vino a Alemania en busca de silencio y me topé con el amor de mi vida. Como tengo noventa años de edad ya puedes imaginarte cuándo fue todo eso de mis viajes en busca de silencio. Llegué hasta la India del pachulí y las heroínas que luchaban en necias batallas para terminar convenciéndome de que todo aquello era una estupidez. Y me casé con el alemán para olvidar al español. ¿Crees que te estoy contando una verdad? - Usted no puede mentir... - ¿Cuántos años tienes? - Solamente veinte.  - Veo que eres inteligente y valiente. ¿Cómo te llamas? - Hertha Müller Herz. - No te equivoques nunca, Hertha... no te equivoques tanto como me he equivocado yo... me casé con el alemán porque era tenista y ganaba mucho dinero pero jamás dejé de pensar en el español que era poeta y ganaba menos sueldo que un barrendero... conocí el lujo gracias al tenista pero me equivoqué, Hertha, me equivoqué... yo amaba al poeta de la verdad... y sé que hubiese sido mucho más feliz entre los brazos del poeta para combatir el hambre y el frío que en los cócteles del éxito y de la fama a los que odié siempre con toda mi alma... vivo en una buhardilla porque quiero vivir sola con mi pinturas... pero me cuidan una criada y un siviente... ¿quieres pasar esta noche en mi buhardilla?... tengo dos habitaciones y te puedo invitar a castañas asadas...   - Está bien, señora Ordóñez...  - Llámame solamente Paula. - Me gustaría comer castañas calientes con usted.  Así fue cómo Hertha Müller Herz pasó la noche comiendo castañas asadas mientras Paula Ordóñez de Becker le contó algo que nunca olvidaría jamás.  -  Lo violeta de tu sueño no es hoy un color sino un dolor que, escondido en la bahía, das rienda suelta por la espita del llanto. Lloras. Cae la tarde. La barca se ha ido sin ti. Me acerco a tu orilla a invitarte a pasear por los sueños. Hay pájaros amarillos que sobrevuelan los álamos y nos acompañan. Ahora duermes en la humilde cabaña de nuestra bahía. Yo, mientras tanto, me voy al puerto. A solucionar tu sueño. Regreso a casa. Sueñas. Mañana el violeta de tu sueño será de color azul porque, al fin, vas a conocer los misterios del mar. Te doy un beso en la frente y la luna despide un reflejo de majestuosa presencia. FIN DEL OCTAVO CAPÍTULO.         .   
En 1974 acabo de ver "El espíritu de la colmena": En un pequeño pueblo de Castilla, en plena postguerra a mediados de los años cuarenta, Isabel (Isabel Tellería) y Ana (Ana Torrent), dos hermanas de ocho y seis años respectivamente, ven un domingo la película "El Doctor Frankestein". A la pequeña la visión del film le causa tal impresión que no deja de hacer preguntas a su hermana mayor, que le asegura que el monstruo está vivo y se oculta cerca del pueblo segoviano de Hoyuelos. Víctor Erice se ha consagrado como uno de los mejores directores del cine español y ante mí están Fernando Fernán Gómez, Teresa Gimpera, Ana Torrent, Isabel Tellería, Ketty de la Cámara, Estanis Gonzáles, José Villasante, Juan Margallo, Laly Soldevila y Miguel Picazo. El espíritu tangible que me hacer volver al cine de siempre y me hace olvidar tanta película de autor. Comprender ciertos argumentos sólo es cuestión de aplicar la imaginación a la fantasía de creer en un mundo de misterios.  Tengo solamente 25 años de edad pero ya he estudiado demasiadas veces las conductas humanas: los que permanecen fieles a un compromiso de amistad y los que clavan sus puñales en las espaldas porque tienen la cobardía de no entender lo que es algo tan sabido como la sinceridad. Víctor Erice es un tío sincero. El espíritu de la colmena hace reaparecer monstruos en muchos de los que se ocultan en las sombras de los actos que les envilecen ante los ojos de las personas que más queremos. ¿Y quiénes son las personas que más quiero yo a mis 25 años de edad? Lo dejo en el silencio de todas las cosas. Los fantasmas nunca me asustan.      
Ante la mesa cuadrangular se encontraban, ya sentados, el Decano Heinrich Ursinus Speyer, frente a Johann Goethe Liebend; a la derecha de éste se hallaba el Doctor Max Adler Bauer y a la izquierda de Johann estaba la Doctora Edith Stein Breslav. El Doctor Ernst Zermelo Halle no se encontraba en la reunión porque estaba muriendo en un hospital. - Estimados colegas, este joven de tan sólo veintisiete años de edad ayer mismo me dio una verdadera paliza ante el resto de sus compañeros y compañeras. Me batió sin ninguna clase de dudas.  - No quise molestarle, señor Ursinus.  - Mi nombre es Edith Stein Breslav y tengo entendido que usted es todo un líder del pensamiento social. ¿Qué opina de verdad sobre la filosofía en general? - Un hombre sale a trabajar y al contemplar algo tan cotidiano en nuestras vidas como un mirlo, un sencillo pájaro de los que abundan en parques y jardines, comienza primero por observarle; luego se queda un momento pensativo sobre el curioso proceder del ave y a partir de ahí, con una concatenación de ideas que van surgiendo espontánea y suavemente, va elevando el pensamiento y termina por hacer un profundo recorrido por la filosofía clásica humana. Reflexiono yo ahora un momento: ¡Cuántas cosas hay que nos rodean diariamente, que están al alcance de nuestros ojos, y que sirven sin tener que hacer grandes esfuerzos para elevarnos a las cimas impensables de la reflexión honda y sensata! Nos ocurre a todos. Que de una situación sencilla, diaria, cotidiana, podemos deducir conclusiones tan valiosas como el citado hombre entresaca de ese inesperado día. Necesitamos solamente detener, por unos segundos, la desenfrenada existencia del mundo; parar la esfera del reloj de nuestra agitada actividad en una acción tan natural como buscar algo en los bolsillos para dar de comer a un mirlo. ¡Y entonces nos superamos adentrándonos en los misterios de la vida! Estoy seguro de que a ustedes también les ha ocurrido infinidad de veces. Estoy seguro de que si tomáramos unos pocos minutos más para ralentizarnos en esos segundos en que algo corriente y común nos llama poderosamente la atención, comprenderíamos mucho mejor qué significa esta existencia nuestra, qué hacemos nosotros esencialmente en esta Tierra, qué contenido de sustancia hay en nuestra vida y, sobre todo, qué es en verdad el sentido de todo lo que nos rodea y que nos hace ser unívocos personajes en la historia humana. - ¿Reduce usted la alta filosofía del pensamiento humano a algo tan simple como la cotidianidad.  - En efecto, señora Stein. Bajemos a lo cotidiano. La poesía contenida en el alma de un ser humano es, por aproximación metalingüística, una cercanía a la realidad de los días que se viven sucesivamente por etapas de emoción; algunas veces es una realidad de calma y meditación… otras veces se desgrana en una pasión desbordante… pero siempre es una representación casi metafísica de la existencia, del destino o de la confusión de nuestro propio mundo interior con el que gravita el mundo exterior que los poetas contemplan y asumen como materiales de reflexión. De ahí, de su existencia, destino o confusión, surge el compromiso personal de quien expresa la propia trayectoria de su yo vital gravitando en la concepción de su universo poético. Este universo poético siempre muestra, aún en los momentos de rechazo, el gozo de la vida a pesar de las angustias, los temores y las amenazas que nuestro tiempo presente nos prodiga sin contención alguna. El gozo liberador de la palabra poética nos enriquece la expresión lingüística aunque en los poemas expresemos gestos cotidianos. Sí. Los gestos cotidianos que elevan su lenguaje diario, casi coloquial, y le otorgan categoría poética y no prosaica. Una categoría poética inmarcesible, superadora de su propio origen habitual. Es lo que diferencia a la poesía del resto de las categorías literarias. Las expresiones de todos y de todos los días se ennoblecen por las virtudes inherentes que conllevan los mundos poéticos emblemáticos, simbólicos, ambiciosos, abarcadores y envolventes del poeta y el lector que entiende al poeta. Un poeta o una poetisa que trata, por todos sus medios expresivos, de integrarse en la virtud de la palabra acogedora. Nos iniciamos en la poesía de nuestros yo con un amanecer; con una albalda integradora de nosotros con la actitud que anunciamos en nuestros poemas con tono de diario personal, cancionero íntimo, con el que expresamos los temores y las reflexiones de nuestro yo surgido de la observación de una realidad amada y gozada, temida o rechazada, pero siempre inquisidora. El poeta inicia su andadura cotidiana mirando a su alrededor y viendo las cosas y los seres que le son habituales, desde un ángulo introspectivo mientras se refugia en su propia palabra poética ante el temor de que llegue a producirse, en su realidad cotidiana, un desentendimiento de ese ahora que comienza durante todos sus días y con el que convive para estar más cómodo como ser humano. El poeta y la poetisa se inician siempre con el yo apalabrado en la poética concepción de su existencia. Uno de los subgéneros literarios líricos a los que se acude con mucha frecuencia cuando el poeta o la poetisa ya llevan un buen rato fomentando su palabra poética es el retrato de su subconsciente, su autorretrato interpretativo, que descubrieron hace ya tiempo los petas simbolistas para presidir sus pensamientos constructivos y como tales en tanto que espíritu fragmentario como puede ocurrir con Rubén Darío o los hermanos Antonio y Manuel Machado. El poeta y la poetisa, en su autoanálisis vital o autofotografía introspectiva de su yo existencial, vuelve su mirada hacia atrás para hacer observación, comparación y exploración de sus signos vitales, de una vida que se inicia en la infancia y sus recuerdos … yo soy aquel que ayer no más decía… y entonces el poeta y la poetisa están capacitados para reconocerse en su propio tiempo y analizar su propia trayectoria que concluye en el pasar de los recuerdos y de la memoria, en un presente formulado con consolidaciones y también dudas propias de los avatares que siempre anidan en el yo del alma poética. No es extraño, por lo tanto, que siendo tan consistentes en la palabra poética haya poemas dedicados ampliamente a las palabras escritas con la intención evidentemente metapoética, pero cuyo contenido e intención real va mucho más allá de las propiedades, los principios y las causas primeras de esas mismas palabras. Del campo exclusivo e inclusivo de la poesía se trasciende, por elevación del yo personal, a la expresión más universal de la existencia propia y de todos al mismo tiempo.Dicen que el filólogo es el que ama las palabras, aunque en realidad se dedique a entenderlas y explicarlas. Pues bien, el yo del poeta y la poetisa hace de las palabras reflexiones filológicas intensas que van desde esas mismas palabras adecuadas y eficientes al estudio más íntimo de sus sentidos y sus virtudes. Las palabras de la poesía llevan el nombre de las cosas y permanecen sobre el tiempo y a lo largo de la vida, mientras nos salvan de la muerte. Pero siempre queda el nombre poético tal como señaló Jorge Guillén. Esa es su virtud y su fuerza. Y el poeta y la poetisa, artesanos de las palabras, trabajan con ellas porque saben que es cierto lo que dijo Guillén. Interesan siempre algunos símbolos, imágenes de la vida poética del yo de cada autor de los que el poeta y la poetisa se sirven a veces de manera más ávida y evidente y otras veces de manera más recóndita e incardinada en la propia intimidad del yo escritorial; pero siempre como una reflexión del transcurrir de la vida y del tiempo… de esa vida y ese tiempo contrastados con la vida y el tiempo universal. Por eso la unívoca profundidad del poeta y la poetisa siempre destaca sobre la generalidad de lo prosaico. El símbolo poético viene a ser, a veces, como un ángel de la guarda rebelde y contestatario que se hace cotidiano a fuerza de ser desconsiderado e irreverente para con los prejuicios propios y ajenos. Otras veces es una mítica caja de Pandora que permanece abierta como antídoto de los conflictos sin fin del yo de los seres humanos. Pero siempre es el símbolo poético un motivo casi irracional del yo escritural, de origen metafísico, que nos hace poder convivir con la realidad cotidiana a través de la transformación de una solidaridad no reglamentada sino expreamente explícita y liberada; con sus imposibles incluídos. Se cierra la vida poética de un yo con los poemas de la despedida diaria, los poemas del destino problemático de la muerte de todo lo que se escribe, ese aire de fatalidad de todo lo inspirativo que tiene el alma humana. Termino por señalar que la palabra poética es la presencia en nuestro yo de la omega de lo lógico y el alfa de lo surrealista. Final y principio continuos.  - ¡Como me llamo Max Adler Bauer puedo afirmar que nunca jamás he visto inteligencia más alta en quien siendo todavía un joven de veintisiete años de edad filosofa sobre la vida como el más avanzado experimentados del pensamiento! ¡Lleva usted razón, señor Ursinus. ¡Este joven es un genio que anda suelto!   - Luego es cierto todo lo que estuvimos hablando. He investigado lo suficiente a través de breves comentarios con muchos alumnos y alumnas de la Universidad de Constanza y el señor Goethe me recuerda mucho a eso que usted acaba de citar. Me hace recordar a la película "Un genio anda suelto", de 1958 y dirigida por Ronald Neame. Un excéntrico pintor acaba de salir de la cárcel, donde se hallaba por sus violentas amenazas a un marchante. Para asegurar su supervivencia y conseguir encargos desarrollará una serie de recursos tan delirantes como escasamente ortodoxos. Hasta sus amigos son incapaces de seguir el ritmo de sus inesperadas ocurrencias. - No soy exactamente un ex carcelario pero por lo demás interpreto la vida con mis propios recursos.  - ¿Y qué entiende usted por vida? - Señor Adler, sobre qué entiendo yo por vida humana recuerdo que cuando cumplí los veinte años de edad la vida todavía era un libro con muchas páginas por escribir si es que tenía la casualidad de llegar hasta los ochenta pongamos por ejemplo. El caso es que el tema de la vida, lo trato como posibilidad de verse como novela o verse como algo sin valor sustancial, me atrae porque es algo traducible a suceso existencial. Y todo suceso existencial es plenamente tema novelístico o, por lo menos, relato literario. Hace ya mucho tiempo leí que lo importante de la vida no es tanto la cantidad de experiencias que se obtiene de ellas sino la intensidad de éstas, sean muchas o pocas las vividas. Por eso la evolución de las personas no reside en los años que se tienen sino en lo que esos años han producido en nosotros. Y para mí no hay ningún ser humano, hombre o mujer, que no tenga dentro de sí, entre sus límites personales, una sustancia que contar… o sea un material digno de novela o de relato, poema o reflexión. De ahí que día a día me engancho a un libro y me pongo a leer. Yo también descubro que estoy vivo cuando me doy cuenta de que estoy viviendo. Para no extenderme ni disiparme en ideas volátiles, toda filosofía universal está basada en vida de personas como ustedes o como yo o como él, siemrpe tan ajenos los unos de los otros. Desde la vida de un reyezuelo antropófago como lo fue Dudú Amán hasta la de la anónima vendedora de caramelos que subsiste en la puerta del colegio donde estudia mi hermana… desde el aparatoso ciclo vital de Amenofis en el Antiguo Egipto hasta las truculentas ideas de un Tartarín de Tarascón ideándose aventuras de caza de elefantes pasando por el infinito número de seres humanos de nuestra historia terrenal: un astronauta viajando hacia la Luna, un lunático viajando por el suburbio de una ciudad, un médico ante la difícil solución de una intervención quirúrgica, la intervención de una madre para parir a su bebé, millones y millones de sucesos que pueden, y de hecho son, temas clave para llenar el universo filosófico de novelas escritas y novelas leídas, relatos soñados y relatos reales, poemas sueltos, poemas ávidos, reflexiones de un filósofo en el diván o de un psicópata en el sofá. Todo es novelable y la vida es todo. Hasta la muerte es vida. - Hablando de la muerte, no está ahora presente nuestro colega el Doctor Ernst Zermelo Halle porque le queda muy pocos días de vida. Está internado en el Constance Hospital. - Lo siento, señior Ursinus. No quiese ser negativo. No sabía que el Doctor Ernse Zermelo Halle se estuviese muriendo. - Señor Goethe. ¿Qué opina usted sobre la existencia humana? - Señora Stein. La verdadera existencia es, simplemente, estar donde queremos estar, estar donde podemos estar y estar donde sabemos estar; porque la verdadera existencia es querer, poder y saber, para que estemos donde es imprescindible que estemos. Tenemos relojes que esperan hallar encuentros. ¡Qué extrañas son las cosas que nunca imaginamos que pudiesen ocurrir hasta que de repente acontecen! Todo un día entero podemos estar sintiendo el fluir de algo especial que va a ocurrir dentro de sus veinticuatro horas... ¡y nada ocurre!… pero, sin embargo, de repente, hay un día en que no estamos esperando nada y de pronto el reloj pierde su timidez y se nos dispara y acelera su tictac hasta tal punto que nos envolvemos en un torbellino de sucesos y descubrimientos que no dejan de asombrarnos. A veces pensamos que no estamos viviendo nada. A veces pensamos que lo estamos viviendo todo. La vida, en fin, es un coloquio contínuo entre los detalles de las horas que se convierten en libélulas del pensamiento iniciando una efervescente orgía de detalles. Entonces se me ocurre un breve pensamiento: que la vida de un ser humano es una danza en la estrecha e íntima pista de baile de lo cotidiano. O somos simplemente cosas o somos profundamente algo. No hay término medio. La decidida confesión de lo que somos está siempre latiendo en la existencia de nuestros desafíos. - ¡Impresionante! ¡Me deja usted totalmente impresionada! - Alfred Binet dijo:"el punto de partida de toda percepción es una impresión de los sentidos, este elemento inicial es como un núcleo alrededor del cual se disponen concéntricamente las capas de imágenes". Yo añado por mi cuenta que no hace falta el vacío sino que hace falta la conciencia y ese saber que Judas está siempre latiendo en el desconcierto humano. El corazón se desangra pero la fe es la victoria y más allá de la condición religiosa está el simple y sencillo pan y vino que nos hace presentir su presencia y su ausencia en los momentos claves de nuestras vidas. Me gusta la sencillez de una canción y la gama pensativa en quien la canta con el sentimiento en lugar de con la voz. Eso sí que impresiona de verdad. - ¿Y qué nos tiene que decir acerca de las imágenes filosóficas de la existencia humana? - Señor Adler; a eso le voy a contestar con un breve relato si me lo permiten. - Permiso concedido por parte de todos.  - Gracias, señor Ursinus. Entro, como todas las noches, en la cafetería y me siento en mi lugar preferido. Allí está, como siempre, ella. Sentada cuatro mesas más allá, en la fila de enfrente. No es guapa. Tampoco es fea. No es atractiva. Tampoco es desagradable. Es glauca. Es transparente. Es enigmática. Es atrapadora. Sorprende sobremanera su forma de mirar hacia ninguna parte. Sorprende la pirámide invertida que tiene grabada en la frente. Sorprende su sonrisa mientras mueve el azúcar del café... Tiene el mismo libro de todas las noches. Es Lobsang Rampa. Es El Tercer Ojo. No lee. Sólo parece recitar algo de memoria. Después escribe versos en un grueso cuaderno de páginas azules. Hasta que se enciende una lucecita en su móvil. Son las once punto once de la noche. Exactamente las once punto once de la noche. Toma el móvil. Marca un número. Suena el mío… –¿Sí?.  –¿Cómo estás?.  –Yo muy bien. ¿Y tú?. –Muy contenta de verte. ¿Vendrás mañana?. –Sí. Vendré mañana. –¿Vendrás siempre…? –Siempre… Corta la conversación. Como todas las noches termina de beberse el café. Deja el euro con veinte sobre la mesa. Se levanta. Camina hacia la puerta. Sonríe cuando pasa junto a mí. Su grueso cuaderno de poemas se titula "Infinita Sensación". Sonríe pero sólo va mirando hacia ninguna parte hasta que sale de la cafetería. Termina el último segundo de las once punto once de la noche. Vuelvo a quedarme solo… pero sé que mañana volveré al mismo lugar y estará nuevamente ella sentada cuatro mesas más adelante en la fila de enfrente. Y cuando suenen las once punto once de la noche, exactamente la once punto once de la noche, ella volverá a llamar… –¿Sí?. –¿Cómo estás?.  –Yo muy bien. ¿Y tú?. –Muy contenta de verte. ¿Vendrás mañana?.  –Sí. Vendré mañana. –¿Vendrás siempre…?. –Siempre… No es guapa. Tampoco es fea. No es atractiva. Tampoco es desagradable. Es glauca. Es transparente. Es enigmática. Es atrapadora con su pirámide invertida grabada en la frente. Termino de beber la última gota de café y escribo un párrafo en una servilleta de papel: "No me interesa para nada tu pensamiento sino encontrar un porqué que vaya más allá de mi conciencia".  - ¿Rechaza usted a Lobsang Rampa? - Por supuesto que le rechazo por completo. Rechazo a Lobsang Rampa y a todos los gurús de la meditación transcendental. Amo la vida sencilla. Es en las cláusulas que recita el niño al sabio en donde está la verdad de nuestras existencias. En el niño y no en el sabio.  -¿Qué opina usted de la infancia? - Señora Stein. Me despierta usted la imaginación de la realidad. Escuche, por favor, y luego medite si lo que digo es cierto o es una incertidumbre nada más. Una vida consagrada al dulce anís y al tinto… el abuelo que descansa en medio de aquel recinto. Los niños juegan… y le cansa tanta luz y tanto mirto que, en la tapia de la casa, crece junto a un jacinto. Lleva el abuelo en su cinto unas monedas de plata y ronronea la gata que cría a su gatito. A los niños les encanta jugar mientras ha escrito, un poeta llamado Tito, algo que otro canta. “¡Que tire ya de la manta la vecinita del quinto pues a mi ya no me espanta navegar en un barquito!”. El que escribe se levanta cuando se escucha el grito de una señora ya harta de aquel poeta bendito. Y en el patio se destaca un pequeño angelito que juega a la petanca con su pobre abuelito. - Medito, señor Goethe, medito y encuentro tanta filosofía verdadera que sólo puedo aplaudirle. A los aplausos de Edith Stein Breslav, se unen los aplausos de Heinrich Ursinus Speyer y de Max Adler Bauer.   - Gracias por su comprensión etimados doctores y estimada doctora pero... ¿se puede saber qué hago yo en medio de ustedes?...  - ¡Ha superado usted la prueba con matrícula de honor, Johann Goethe Liebend! Hemos podido hablar con los profesores y profesoras que le han impartido enseñanza en esta Universidad. Salvo algún caso de envidia y rechazo porque usted les superaba a todos ellos, la inmensa mayoría nos han enseñado sus trabajos prácticos. ¡Todos estamos de acuerdo en que usted no tiene por qué hacer ya ninguna clase de exámenes finales para obtener la Licenciatura! Es más. Nosotros tres, como los más altos directivos de esta Unviersidad, queremos que acepte trabajar con nosotros en el Departamento de Publicaciones. En cuanto al sueldo usted cobrará lo mismo que cobramos cada uno de nosotros. Ni un céntimo más pero tampoco ni un céntimo menos. ¿Acepta la propuesta? - La acepto para mejorar mi vida; pero en cuanto al Doctorado no quiero ningún "honoris causa" sino tener la oportunidad de demostrar que soy tan capaz como el mejor como para llevar a cabo una Tesis que asombre a quien la lea.  - ¿Quién quiere usted que la dirijamos? - Aquí viene la cuestión. Entiendo que, en mi caso particular y no me interesa saber cuál es el caso de los demás, mi Tesis Doctoral es una lucha de mí mismo contra mí mismo; así que no busco ni acepto que ningún Doctor o nadie superior a un Doctor me la dirija. Como ha sucedido con todos y cada uno de mis trabajos teóricos y prácticos quiero ser yo mismo quien me la construya y la haré de la forma y manera que yo crea conveniente hacerlo. No pienso atarme a ningún esquema preconcebido y tan repetitivo que sólo conduce al aburrimiento general y tampoco voy a admitir que nadie ajeno a mí me imponga ninguna clase de normas o exigencias. No tengo por qué admitir que mi Tesis Doctoral sea lo que se le antoje a otra persona, hombre o mujer, que me la quiera imponer. Yo mismo me impongo mis propias leyes y si no es ortodoxa me da igual. No escribo para que los demás me acepten o me rechacen sino para que mi conciencia esté limpia.  - ¡Caramba! ¡Eso es romper todas las normas establecidas!  - Eso es, señor Ursinus. Eso es romper todas las normas establecidas que sólo sirven para cercenar el espíritu de liberación que debe existir en una Tesis Doctoral que sea de verdad propia del autor que la investiga y la lleva a la práctica. - ¿Y ha pensado usted ya en alguna Tesis en particular? - Pues sí. Tengo ya pensada mi propia Tesis Doctoral y digo que es propia porque no me la va a dirigir nadie para que no tenga por qué agradecerle a nadie lo que sale solamente de mi propio esfuerzo. Si a alguien se la tengo que agradecer es a mi Dios y a nadie más.  - ¿Podemos saber qué Tesis Doctoral se compromete a escribir? - No tengo problema alguno en decírselo al mundo entero. Se titula "Voces de Extemadura: la conciencia social extremeña vista a través de sus poetas y cantautores". Y les prometo que tiene mucho que ver con la filosofía de la vida que es la verdadera filosofía cuando ésta tiene la virtud de latir en medio de un pueblo y los problemas existenciales de un pueblo. ¿Siguen ofreciéndome el trabajo de formar parte de ustedes en el Departamento de Publicaciones? - ¡Por supuesto que sí! ¡La oferta ya es un hecho real! ¡Desde mañana mismo usted tendrá su propio despacho particular y trabajará en nuestro Departamento de Publicaciones proque se lo ha ganado a pulso demostrando que vale más que el mejor! ¿Nos vamos los cuatro a la cafetería? - Por mí no hay problema alguno en tomar un café acompañado de ustedes.  - Pues vamos adelante. ¿Qué opinas, Johann Goethe Liebend, de ir siempre adelante? - Hoy es toda una noche improvisada e imprevista donde la avanzada sensación de la tormenta de los pensamientos nos ayuda a sentir. Tocamos todos nosotros las puertas del alma humana para henchirnos dentro de un grito monocorde. ¡Hola! ¡Bienvenida a la luz de la fontana nocturnal, tú, ligera luna de las ensoñaciones! Es el valor del momento de nuestra bohemia azul, siempre tan llena de estrellas, el que nos sumerge en el camino y nos hace contemplarnos como compañeros y compañeras de este viaje ancestral en que hoy, hoy mismo y en la madrugada del mañana, se nos conforma el punto “cero” de las letras infinitas. Mañana, en la próxima noche-luna de mañana, os hablaré, compañeros y compañeras del alma de la bohemia azul, de este punto “cero” que tan dentro siento en mí. Solo quiero deciros esta noche-estrella que la máxima expresividad de toda esta odisea es el corazón. Adelante corazón. ¡Adelante!. Cuando entraron a la cafetería todos y todas sabían ya lo que había ourrido.  FIN DEL CAPÍTULO SÉPTIMO. 
Todos y todas sabían que la profesora Agnes Miegel Salzuflen era de carácter ácido y, como buena prusiana de mente tradicionalista, se mostraba siempre enérgica, severa y hasta intransigente con todos sus alumnos y alumnas, durante sus clases de Literatura en la Universidad de Constanza. Por eso se le conocía como Fräulein Rottenmeier, apodo que algún anónimo alumno se lo puso recordando la historia de "Heidi" y su educadora.  - ¡Teneis todos que aprender de memoria que el Romanticismo Alemán se inició en época muy temprana. Ya a comienzos del siglo XVIII se dieron rasgos prerrománticos en los poetas paisajistas —Albrecht von Haller y su poema Los Alpes, seguido por la admiración de lo infinito y lo insignificante en el paisaje de Klopstock, cuya lírica influyó en Goethe—, y en el tercer cuarto de dicho siglo surge con fuerza el movimiento Sturm und Drang ('tempestad e ímpetu'), que se opuso al racionalismo neoclásico para exaltar la rebeldía de la juventud, la pasión y la intuición creadora! ¡Vamos a ver, señorita Müller! ¿Es usted romántica? - Teniendo en cuenta que uno de mis más famosos antecesores fue un importante goleador de la Selección Alemana de Fútbol tengo que reconocer que sí. - ¿Se puede saber qué demonios tiene que ver el Romanticismo con ese perverso deporte llamado fútbol? - Sepa usted, señorita Agnes Miegel Salzuflen, que hoy en día hay muchas chicas alemanas enamoradas del Bayern. - ¿Puedo saber quién es ese conquistador llamado Bayern? La carcajada fue general. - ¡¡¡Jajajajaja!!! - ¡¡¡Silencio!!! ¿Puedo saber cuál ha sido el chiste, señorita Müller? - Es que todas las personas modernas sabemos que el Bayern es propietario del Allianz Arena y eso significa que tiene mucho dinero y, como hoy en día, el romanticismo sin dinero de por medio no está de moda, por eso conquista tantos corazones femeninos. Otra vez toda la clase estalló en una carcajada.  - ¡¡¡Jajajajaja!!! - ¡Esto no es el Circo, damas y caballeros! O me habla usted en serio o no pasa usted al Segundo Curso, señorita Müller! ¿Qué es para usted el romanticismo? -  La vida se ha convertido en una vorágine de inaplazables premuras. Un transitar de aspiraciones individuales y colectivas que nos llenan de afanes permanentes, que a veces son hasta esperpénticos, donde proyectar nuestros anhelos y la ineludible necesidad muchas veces creada de manera artificiosa y no precisamente natural de apresar oportunidades. Y todos corremos como locos con la voluntad de superar obstáculos. En este maratón en que se ha convertido la vida es muy importante y necesario para nuestra slaud mental darnos pausas para vivir y valorar adecuadamente el mundo de nuestras relaciones interpersonales. Es ese entorno de los amigos y las amigas. Un vino añejo que nació en una caverna de la prehistoria, a la luz de un fuego ardiente, y que sigue su existencia a través de miles y miles de años. Me emociona recordar a los amigos y las amigas de la infancia y la juventud y me emociona vivir la amistad en mi vida presente… porque la amistad es tan importante para nuestra felicidad personal que hasta leo un pensamiento de Antonio Gala, donde el escritor dice: “el amor es una relación de amistad con algunos momentos de erotismo”. Es también sabio otro pensamiento que dice “el compañerismo se busca, la amistad se encuentra y el amor nos sorprende pero ninguno de estos tres sentimientos se deben mendigar”. Acertado pensamiento de donde entresaco que, en lo referente a la amistad, que no se mendiga sino que se encuentra y se enlaza en nuestro sentimiento de forma natural, es importantísimo que nunca, bajo ningún concepto, la rompamos. Es como el vino. Cuánto más añejo mejor sabor deja en nuestro ánimo. Sin la amistad nos volveríamos locos de tristeza y sería imposible sentir el compañerismo y el amor. La amistad verdadera es esa palabra que se da y se mantiene a pesar de los pesares… pero existen muchos humanos, casi humanoides, que se comportan con la amistad lo mismo que se comportan con las suciedades del cuarto de baño. Hacen su necesidad utilizando al amigo o la amiga y, una vez ya sin dicha necesidad, toman a la amistad, se limpian sus ambiciones con ella y la tiran por la cañería del desagüe de las emociones. Sucia manera de entender la amistad. Sucia manera impropia de quienes van por la vida alardeando de don de gentes, de gentes de importancia porque han pateado el trasero del amigo y de la amiga después de haberlo o haberla utilizado o utilizada para el menester de cumplir una necesidad tan sucia como sus propias conciencias. En las tubería de los desagües de muchos “lugares secretos” de bastantes seres humanos, tanto hombres como mujeres por igual, están atascadas aquellas amistades que un día les sirvieron para limpiarse con ellas el trasero de sus necesidades. Pero la verdadera amistad perdura… y perdurará siempre mientras existan dos corazones limpios enlazados por esa cinta de colores que es el arco iris de nuestras verdades. Los amigos sinceros y las amigas sinceras jamás tiran por el caño de las tuberías a sus amistades como si de papel higiénico se tratase; porque para los amigos y las amigas de verdad, la amistad, como el vino añejo, es algo tan agradable de saborear, que les dejan ocupar un lugar privilegiado dentro de los sentimientos de su puro corazón. ¿He contestado ya a la pregunta o debo de seguir explciando mis sentimientos? - Debe usted seguir, Hertha Müller Herz si queire aporbar mi asignatura.  - Está bien. ¿Puedo exponer ante todos mis colegas aquí presentes, lo que dice un chaval al que quiero muccho? - Si va a servir para meditar puede usted hacerlo.  - Sirve para meditar demasiado.  - Cítelos entonces.  - La pandilla es la máxima expresión de los ignorantes. El falso amigo siempre te llama colega pero nunca te llama compañero. Lo absurdo de la falsa amistad es que siempre es absurda. Detrás de una falsa amiga siempre está la que es tu amor verdadero. Si te rodeas de falsos amigos terminarás por ser más falso que todos ellos juntos.  - ¿Puede citar a algún poeta romántico alemán que dijera algo importante sobre el amor? - El gran Goethe llegó a decir: "yo no quiero un "para siempre" de unos meses, yo quiero un "poco a poco" que nunca acabe" Y conozco a otro Goethe, mucho más pequeño pero para mí mucho más interesante, y esto es sólo una opinión personal y por lo tanto subejtiva, que ha llegado a decir: "el único y verdadero amor es el único que nos hace ser verdaderamente lo único que somos; el amor es todo aquello que se vive después de haberlo soñado; el amor, cuando es verdadero, es el mayor imperio que puede conquistar un hombre; y el amor es un invento de la eternidad que sirve para morir gozando".  Todos y todas, incluída la severísima señorita Agnes Mielge Salzugen, quedaron en absoluto silencio. Era como haberse introducido en otro mundo ajeno al mundo real. Así que Hertha se atrevió a seguir. - Mi pequeño Goethe, el que no tiene tanta importancia para los editorialistas ni para los de las academias porque vale un millón de veces más que todos ellos juntos, es capaz de tener esta clase de sentimientos. Escuchen todos a ver si aprendemos algo más que memorizar autores, orbras y argumentos que, a la hora de la verdad, sólo nos sirven para aburrirnos un poco más cada día. Ahora el silencio era tan tenso que sólo se escuchaba el zumbar de una mosca.  - Artificios giratorios que se ponen al servicio de los ramilletes de sentires emboscados en los pensamientos de cristal. Palabras de amor, palabras que ruedan en los chorros de los verbos donde beben las sedientas pasiones en medio del esbelto zorzal que con su canto melodioso acompaña el zigzaguear de las anáforas repetitivas donde el corazón vuelca su conjunto infinito de enunciados orales; corpus del corinto que crece en las regiones orientales del jardín: “… Y el pastor habló a la princesa de ninfas de las aguas, dríades de los bosques, hadas de los aires… pero ella sabía ya demasiado de los mundos incorpóreos y sutiles y sólo ansiaba encontrar la materia lúcida y transparente del bohemio soñador de los mameys; alguien que la ofreciese un tributo a la placentera ensoñación de los trinares y la elevase a la tricúspide corazonal de su perdida sonrisa…”. - Pueden ustedes salir del aula. No tengo capacidad para seguir impartiendo hoy clase alguna. Espero poder recuperarme esta noche si es que consigo volver a soñar. Todos los alumnos y alumnas salieron de aula mientras Hertha Müller Herz se acercó a la profesora. - Señorita Mielge... ¿quién le hizo tanto daño?...  La profesora sólo comenzó a llorar.  - No llore más porque las lágrimas siempre se las lleva la hora del viento y aquí nos quedamos nosotras... pensando en lo que pudo haber sido y nunca fue...  - ¿Tú que puedes saber del desamor si sól tienes veinte años de edad y eres la chica más sensual y atractiva que he llegado a conocer? - Sé algo que mi pequeño Goethe nunca lo ha olvidado. - ¿Ese afortunado ser humano sabe algo del desamor?  - El día en que le conocí me llegó a decir que de amor se vive, se padece, se sufre, se ríe y se llora… de amor y desamor está la vida llena... de amor y de desamor seguimos latiendo...   - ¿Es eso cierto? - Tan cierto que no se atrevió a darme un beso amoroso sino que se limitó a darme un abrazo que fue, para mí, más intenso que un beso de amor. Quizás lo hizo porque sabía demasiado.  - ¿Cuántos años tiene para saber ya tanto sobre el desamor? - Tiene veintisiete años pero el desamor no le ha hecho perder la sonrisa. Por eso es más atractivo todavía. Escuche este brevísimo diálogo creado por él.  - ¿Por qué dices creado en lugar de escrito? - Porque él no escribe literatura. Él crea literatura. Son dos cosas completamente distintas. Pero escuche con atención y luego hablamos de él y de ella. – Yo te quise como se quiere sólo una vez en la vida – Por supuesto que me quisiste. Con egoísmo. – Sólo me mostré cual era. Todo el amor estaba en mí. – Y te olvidaste de mí. Te olvidaste que  todo el amor también estaba en mí. – Lo siento.  – Ya no lo sientas más. Te has quedado liberado. - No. Me he quedado hundido… - Entonces tendrás que vivir en lo subterráneo…  - ¿Algo de Romeo y Julieta a lo posmoderno tal vez? - Algo de hombre y mujer nada más. Lo que sucede es que no se sabe, ni él lo explica jamás, quién es el que sufre de verdad. ¿Él o ella? - Supongo que si lo ha creado él quien lo sufre es él pero poniéndose de parte de ella... - ¡Acertó, señorita Miegel!  - Pues para hacer eso hay que ser demasiado hombre... - Muy pocos son capaces de hacerlo porque muy pocos son capaces de sentirlo tal como lo siente él. ¿Y cuándo se vuelve filósofo de verdad? ¡Hay que escucharle cuando se vuelve filósofo de verdad para saber cuánto vale! - ¿Puedes contarme algún pedazo pequeño? - Sí puedo. Él dice que hablamos mucho aquí, en este mundo pasajero, de amores y desamores, de encuentros y desencuentros, de búsquedas y hallazgos o pérdidas en medio de los caminos de la vida. Hablamos de las metamorfosis diarias en que nos introducen los anhelos palpitantes de nuestros espíritus literarios traducidos a través de textos sentidos. ¿Y quién nos puede decir a nosotros que no estamos descubriendo, dia tras día, las partes esenciales de nuestra existencia?. Yo más bien diría que, atareados por el esfuerzo creativo de nuestras palabras, entretejemos una tela radial de signos vitales. Y son los signos vitales los únicos exponentes que sirven para medir y codificar las verdades inherentes a nuestros espíritus humanos… esos espíritus que vemos, permeables y translúcidos, en el espejo pluridimensional de nuestras conductas. O somos tal como nos manifestamos al escribir o estamos traicionando a nuestra propia esencia personal. Y no hay peor cosa para vivir como pleno ser humano que construir una pesada carga de autoengaños vivenciales. La verdad de toda nuestra presencia en la vida es la única que, realmente, nos significa como verdaderos en cada momento y la única que quedará de nosotros cuando nos hayamos ido… así que manifiéstate en tu verdad y sé luz de tu esencia en lugar de figura fantasmal de tu sombra. Nosotros debemos saber cómo combatir a la muerte con el simple ejercicio de vivir la Verdad de la Luz. Hablemos por ejemplo de eso tan conocido como el desamor. Solo los que saben mantenerse en pie saben que más allá, mucho más allá de cualquier clase de desamor, se encuentra esa Verdad de la Luz que nos convierte en eternos e inmortales. Palabras, estas dos, que tanto asustan a los que no saben permanecer con el rumbo adecuado para alcanzar un Sueño con S de Sensación. Mueren porque no saben sentirse a sí mismos. ¿Y cómo podemos sentir a los demás si un desamor nos hace caer en la falta de sentimiento?. Muchos son los que ignoran que el desamor sólo es una cuestión tan insignificante en nuestro periplo vital que fácilmente se supera. ¿Nos produce dolor?. Puede que sí. Que nos produzca dolor momentáneo. Pero yerran totalmente los que no saben levantarse creyendo que la bebida y la droga les va a dar el olvido. ¿Para qué tenemos que olvidar el desamor si lo superamos manteniéndonos en ese rumbo hacia la Verdad de la Luz?. Sobre la alcoholemia y las drogas pienso en la siguiente frase: “Los que beben alcohol y consumen drogas lo hacen como una licencia para convertirse en idiotas”. No lo he dicho yo. Lo dijo un tal Frank Vincent Zappa.  - En verdad que es interesante ese joven... - ¡Escuche esto! ¡Es la mejor elegía que yo he leído sobre el desamor! Hertha Müller Herz abrió su mochila y sacó un pequeño cuaderno, pasó unas cuántas hojas y encontró lo que buscaba. - ¿Es poesía? - Si. Es poesia.  - Me encantan los poemas. Adelante, señorita Müller. - Mundos de nombres del mañana. Vientos surcando el cuerpo en cada alba. Un misterio que se asoma al universo y en mi verso vive el sueño que acompaña. La araña del tiempo en el cristal que empaña. El corazón se hace tenso mientras se engaña aquel que finge un beso que desengaña. El amor es un momento denso primigenio que descansa en la tarde mansa… cuerdo el corazón se ensancha y en aquella latitud profunda y ancha llega el recuerdo entre cuerpo y alma. Quien reclama se dirige al total encuentro de la calma. En el centro de la humilde pero noble cama se queda soñando dentro  cuando todo es llama. No existe el desamor si canta el ruiseñor y clama el viento en la copa del sabor a dama. Y es que llama el poeta soñador en el atardecer que exclama:  ¡luz de sombra en el ardor para quien lo proclama!  - Entonces... ¿El desamor solo es una imaginación irreal tal vez?...  - Exacto, señorita Miegel, veo que ha aprendido usted ya bien del todo. Así que olvide al culpable y deje se sentirse víctima para cambiar el orden de los sentidos. Si él lo ha conseguido también los demás hombres y mujeres pueden hacerlo. - Antes usted, señorita Müller, dijo algo sobre la hora del viento... ¿qué es lo que significa eso?...  - Y el viento alegre juega con tu cabello negro y mineral y te transformas en un nuevo soñar tan alto que asciendo hasta la cima donde las estrellas están besando al rocío para despedirse en este amanecer. Me quedo hablando, sin voz, poemas hacia el horizonte. Y desde el horizonte me llegan las dos palomas de tus ojos, profundos ojos, blancas palomas, grandes ojos de mirar hacia este mi viaje entre el agua y la luna. El agua del mar. La luna del cielo. Y, en medio, mi cuerpo terrenal donde el alma me amanece en un llegar contigo hasta la espesura del bosque. Caminan mis acostumbrados pensamientos de amar en esta aurora donde las multiformes y multicolores figuras del alba encienden este descanso de ser sólo un poeta componiendo letras vivas. En el recodo del camino las palabras quedan escritas en el desapego intenso de los pájaros del alba. Y me vuelvo a soñar otra vez dentro de ti en este estar contigo en el lenguaje de las metáforas pequeñas que sólo tienen como principio el silencio de los abedules. Entre el cobrizo color de la colina mis experiencias me hacen recorrer todos los sueños. Sueños rojos de pétalos de amapolas. Sueños rojos de sangre de flores abiertas en esta hora unánime de vigilias. Con la combinación de todo lo por vivir encuentro el camino para poder emprender la marcha hacia el infinito de los lejanos robledales donde los campesinos faenan y laboran sus tierras vírgenes con el germen de sus futuros. Paso. Yo paso en silencio por los pueblos adyacentes y me penetro en el misterio. No hay más mundos que este tuyo dentro de mi corazón. El resto del mundo me es solamente una ficcíón vacía y sin sentido. Juan Ramón Jiménez se despide de mí quitándose el sombrero mientras "Platero", suelto, camina hacia la colina. Si hablara… si hablara Juan Ramón Jiménez de mis palabras un par de lágrimas de hombre surgirían de su rostro pero yo me despido de su nostalgia. El poeta me ve pasar y me dedica una leve sonrisa que es, para mí, un breve saludo más importante que cualquier premio literario. Una manera de poder escribir poemas en algún cuaderno escondido en los tiempos de mi infancia… y él se queda esperando a que vuelva. Pero yo ya he crecido tanto en los intensos caminares que estoy muy lejos… muy lejos para poder regresar. Y en la alargada sombra de un pino Juan Ramón Jiménez duerme su siesta profunda. Yo sigo aún siendo sólo un pedazo de alba de la vida. Conozco cómo se pueden agitar las pequeñas retamas cuando acaricio sus sentimientos pero solo me acompañas tú en este breve pensamiento de mi corazón. Cada cuál juega con sus propias fuerzas a esta experiencia de poder vivir. Y cada cuál recoge sus propios silencios y los convierte en palabras vivas y con voz que, en algún lugar lejano, están cantando los poetas de las canciones nunca olvidadas. No. Yo no olvido mientras las estatuas del parque se quedan observando cómo avanzamos hacia el alba del amanecer. Hemos tomado el agua del mar y hemos tomado la luna del cielo y hemos podido componer una escultura llena de vida que es la meta deseada por nuestros comunes sueños. Cada cuál es libre de elegir a qué clase de sueño desea pertenecer. Y yo y tú y nuestras vidas han elegido la existencia. Lejos, allá donde los pueblos pierden sus nombres para ser sólo agrupaciones humanas nada más, yo los nombro según el capricho de tus propias metáforas. Y al viento lo hago recorrer la bahía donde el poeta onubense descansa sus poemas. ¿Y los míos? ¿Dónde habitan mis propios versos si no es en la profundidad de tu corazón? Sí. Están ahí dentro. Defendidos del paso de los años por esa especie milagrosa que es la Poesía cuando no se escribe, cuando sólo se siente en cada una de las palabras escritas sobre los romeros y el limonar. Juan Ramón Jiménez está dormido… pero yo sigo caminando hacia la vida inexpugnable de todos los misterios del poema infinito. Por eso no tengo capacidad alguna para poderlo escribir. Nadie posee el don ni capacidad alguna para escribir el poema infinito… pero se puede conseguir hacer infinito el sentimiento. Esa es la costumbre de mi pasar por al lado de los seres humanos en silencio, en un profundo silencio, para que no se den cuenta de a quién estoy soñando. Este clavel del campo abandonado, aquella fuente del pueblo sin vida, el camino que nadie quiere ya volver a hollar, la nube gris de la que todos huyen. En todos ellos escondo mis palabras y guardo silencio mientras recorro poco a poco, lentamente, el paso de mi sentir entre las calles repletas de sueños ajenos. Cada cuál tiene sus propios sueños y cada cual tiene la libertad de poder escribirlos en alguna hoja de papel más o menos lujosa. A mí me da por escribirlos en cada centímetro de tu piel y así quedan grabados para el eterno soñar. El paisaje toma luz porque la luz es el paisaje. ¡Si pudiesen comprender esto las gentes quizás no tendriamos que soñar tanto sino sólo dedicarnos a vivir! Pero cada cual sigue el camino o abandona la búsqueda del infinito. Yo me represento solamente en ti, yo me acreciento solamente en ti, yo me eternizo solamente en tí. Lo otro, lo del clavel del campo abandonado y la fuente del pueblo sin vida y el camino que nadie quiere ya volver a hollar y la nube gris de la que todos huyen, son espacios de materia donde puedo grabar versos sueltos; pero la verdad de mi poema infinito sólo eres tú. Sin palabras posibles, porque no existen en los diccionarios de ningún lenguaje, he aprendido a escribir los propios verbos de mi corazón mirando a las gentes pasar hacia no sé cuál destino. Sin palabras posibles, porque no existen en los diccionarios de ningún idioma humano, me he podido convencer que el poema infinito sigue siendo este silencio de anónimo caminar entre las brumas del alba de este continuo amanecer. Y amaneciendo aprendo a calmar la sed de mis cansancios… Ya estoy aquí. Al menos yo ya estoy aquí soñando. Muchos creen que no es posible soñar imaginaciones ni fantasías porque consideran locuras de un Juan Ramón Jiménez dormido junto a un "Platero" blanco. ¡Si supieran que no es Juan Ramón Jiménez quien me dicta sus palabras quizás entenderían la verdad de este misterio! Pero sigo escribiendo frase para el poema infinito. “Sólo creo en las alas de los pájaros para poder volar”. Y el viento alegre me sonríe. - ¡Genial! ¡Sólo puedo decir que es genial! - Y él lo sabe... pero esconde su éxito en la mirada de mis ojos... porque me parece que le estoy amando de verdad...  - Cuente... cuente... - Lo siento, señorita Miegel. Tengo que marcharme ya.  Hertha Müller Herz se perdió entre la arboleda.   FIN DEL CAPÍTULO SEXTO. 
- Esta noche tuve un sueño, Hertha...  - Me gustan sus sueños, señor Stauffer. - Lo tengo escrito. Me he pasado toda la madrugada para poder escribirlo tal como lo tengo soñado. - ¿Lo puedo conocer yo?  - De acuerdo, Hertha. El octogenario pianista Gil Stauffer sacó las hojas y leyó... - Yo ya no busco nada… pues tengo la vida amada como vuelo de gorrión. Vuelo en un avión en la oscura madrugada. Quizás quieras llevar razón más lo mío sólo es un corazón que nunca se emborracha  para olvidar la mala racha en las botellas de ron. Más allá de mis poemas sólo exite lo que quemas en alguna ocasión.  Pero lo mío es olvido sin caer en la estación. No importa si es invierno o si el otoño ha llegado. No busco jamás un infierno para lograr lo soñado bajo la luz de un farol. Debajo de este sol que alumbra a mis canciones no son las bajas pasiones prisiones por conocer. Yo siempre tendré que ser el que mira las cometas de los niños en las fiestas y algún que otro querer. Y me refiero a princesas que dejaron sobre las mesas corazones con silencio. Ese es solo el precio que puse a sus promesas. Un poco de fiel aprecio y un marcharme con las manos vacías pero repletas de palabras recompuestas entre versos solo humanos. Algo de Dios entre rimas pero no canto en tarimas como el célebre cantautor. Yo sólo soy un autor de canciones de marismas, campos sedientos de ser, algo más que un parecer como hacen los que aspiran a ver cómo sus versos riman para al pueblo enloquecer. Lo mío es sólo viaje sin llevar nunca el traje de la traición como vida. Que todo aquel que envida a los juegos amorosos terminan siempre morosos en la proxima versión. No importa si es invierno o ya el otoño llegó. Nunca le canto al infierno sino al Dios que me creó. En las esquinas oscuras me he cruzado con los curas echando la bendición. Pero no tengo yo las premuras del pintor que se ensalzó con acuarelas oscuras buscando la ovación y el aplauso de las gentes. Yo soy de los ponientes de altamares silenciosos que pinto con ingredientes sin tener que ser preciosos los versos que voy desgranando mientras me voy alejando hacia otro lugar más allá. Más allá de la mentira existe un Dios que me mira. Quizás la razón no exista en esto de la conquista de ser poeta del puebl... pero sigo siendo artista que cada día renuevo la búsqueda infinita de cantar siempre algo nuevo. Yo nada busco en las flores más que aspirar sus olores para vivir con pasión el verso de mis amores para un sólo corazón.  Mediodía en la estación. Un vendedor ambulante pasa de mí adelante con su inmunda mercancía. Prefiero coger el tranvía  y alejarme cuanto antes. No. No busco nada en los estantes de las bibliotecas ambulantes. Yo soy de los que aman solo unos instantes la luz de este claro día. Y al llegar la noche nueva mi poesía renueva una canción para ti.  Yo soy solamente un sí y ese sí ya lo he dado a quien ama junto a mi lado el calor del frenesí. Y desbocado y sediento  yo soy como es el viento: un ligero pasar en silencio que nunca le pone precio a un placer del momento. No me interesa el vestigio donde se pierde el prestigio por querer ser más despierto. Duermo con mi dulce sueño del cual sólo soy dueño que canta con tierno acento.  No siento, y lo siento, otra poesía distinta; que lo mío nunca es tinta que de mano en mano mancha. Lo mío es la pura y ancha llanura de este desierto donde vivo en las dunas de tu verbo, y presiento cómo transformas las lunas para ser mi pensamiento. No busco ningún asiento en las academias del arte porque solo soy una parte de tu sueño y de mi acento. Por eso yo, como el viento, paso ligero adelante y voy dejando mis voces para que tú solo goces pues no busco más movimiento de cuerpo extraño en mi alma. Yo sólo soy esa calma que a las horas del desconcierto las convierto en altas olas para ofrecerte el concierto de mis felices auroras nacidas en este intento de ser siempre ese aliento que te acompaña en las horas del dulce y fiel sentimiento. - Pienso que es usted demasiado genial, señor Stauffer.  - ¿Eso quiere decir que podría ganar en Utrecht? - En Utrecht y en cualquier parte del mundo. - Perdona que me concentre hoy en mí mismo. Quiero que escuches para decirme lo que sientes de verdad.  Gil Stauffer Vergleich abrió la tapa del piano.  - Pienso compretir con Mozart.  - ¡Jajajajaja! ¡Usted es capaz de derrotarle! - Solo el Acto I, Hertha... para abrir boca... Hertha Müller Herz, que apenas había podido dormir por culpa de sus pensamientos, bostezó un par de segundos. - ¿Quieres que lo deje? - ¡No! ¡Prefiero escucharlo! De pronto las manos de Gil Stauffer Verglich parecieron tomar alas mientras ejecutaba el Primer Acto de la ópera Don Giovanni. Hasta los pájaros de la mañana guardaron silencio. El anciano pianista recordaba mientras sus manos volaban como las alondras. Y al terminar la ejecución confesó lo que habia pensado.  - Marcha el barco lento… despacio… lento… mi alma flota en el blanco lecho de las nostalgias. Se marcha el barco lento… despacio… lento… Y tú te vas por entre los mares del viento. Te vas  y las alondras…¡ay las alondras!… las alondras te acompañan. Sobre la almohada rosa quedan los sueños blancos los sueños… quedan los sueños sobre la almohada rosa. Y tú te vas por entre los mares del viento. Te vas  y las alondras… ¡ay las alondras!… te acompañan. La luz dorada penetra de puntillas en el alba y avergonzada me dejan tus besos en mis mejillas que me regalas. Y tú te vas por entre los mares del viento. Te vas y las alondras… ¡ay las alondras!… las alondras te acompañan. Tú te vas por las mañanas y yo me quedo pensando…¡las alondras!... ¡ay las alondras!... ¡las alondras te acompañan!. - Señor Stauffer yo... quizás esté siendo demasiado egoísta...  - ¿Por estar al lado de alguien que no tiene nada más que sueños?  - Por estar al lado de alguien que tiene mucho futuro...  - ¿Es que crees que voy a ganar en Utrecht? - No solo vas a ganar, Gil, sino que vas a deslumbrar.  - ¿Qué te parece si voy ahora a por "Las bodas de Fígaro"? - Seguro que lo consigue, señor Stauffer.  Otra vez comenzó el vuelo de las manos del octogenario pianista y el silencio de los pájaros. Hertha Müller Herz, la gran aficionada a la verdadera y grande música clásica nunca recordaba haber visto ni escuchado a nadie ejecutar de aquella manera magistral el Cuarto y último Acto de "Las bodas de Fígaro" así que no tuvo más remedio que aplaudir sin disimulo alguno.  - ¿Crees ahorta que es imposible? - No creo en lo imposible, Gil. Puedes triunfar. - Escucha Hertha. El triunfo o el fracaso no me interesan para nada. Quiero que escuches algo que no es nada de eso. - Adelante, señor Stauffen. - Caminaron juntos muchos meses pero por inercia más que por cariño mutuo; iban de copas pero no había una oferta seria para su amistad, porque iban y venían como una teoría del tiempo mas les faltaba el espacio común de compartir criterios y sueños de criterios. La realidad es que habían dejado su empatía en el armario de ese solo instante en que se conocieron superficialmente. Ahora cada uno de ellos disfruta del calorcito agradable de los lugares próximos al merendero. Su amistad sólo era un revulsivo del momento y el momento pasó. Quedó la lejana sensación de encerrarla en lo imposible.  - ¿Me estás hablando de una amistad imposible? - Te estoy hablando de una amistad que vaya más allá del límite de lo real. -  La conclusión final es valiosa porque es la última determinante de un mundo natural fallecido en las apariencias del mundo artificioso de las grandes urbes. Dá mucho para meditar tu piano y es una especie de crónica de ciudad atrapada en si misma donde las vidas de los abuelos quedan ya en el ocaso y en el crepúsculo de sus sueños. Ese volver de los hijos al campo y ese quedarse atrapado el abuelo en su “no espacio vivencial”, todo ello a través de los saltos del niño por las rayas rojas y blancas que vienen a simbolizar los dos mundos antagónicos, es un escenario magnífico para tu recital. Mucho para meditar. Mucho para concluir. Mucho para triunfar. - Espero que me acompañes a Utrecht.  - No te dejaré solo. Estaré contigo viendo como haces que todos se doblen ante ti y te hagan las reverencias que hace muchos años no quisieron darte. No tendrán más remedio que tirar al cubo de la basura todas sus arrogancias, todas sus vanidades, todas sus prepotencias. Y yo quiero estar allí, a ti lado, porque formo parte de ti y gozaré viendo como te rinden pleitesía los que nunca quisieron aceptar que eres un millón de veces más grande que todos ellos juntos. - No me interesa nada de eso. Sólo quiero demostrarlo y marcharme lejos... muy lejos... a un lugar llamada Nunca o un lugar llamado Siempre. Nunca estamos solos. Siempre estamos intensamente acompañados por el Misterio de la Vida. Y eso es lo que hace que soñemos más allá de la Imaginación y más acá de la Realidad porque entre el más allá de la Imaginación y el más acá de la Realidad siempre estamos acompañados de ese misterioso ser que nos acompaña.  - ¿Quizás un nombre de mujer? - Sí. Un nombre de mujer. Cuando la lluvia se equivoca es que ha venido a mojar mi corazón mientras yo dormía con los besos llenos. ¿Cuántos abrazos en la noche habré dado mientras la lluvia se equivoca de lugar? Quizás cientos o quizás miles… pero las caricias de los encuentros amorosos siguen viniendo cada noche en que la luna se refugia en el fondo de tus ojos... Sé que solamente es sueño pero cuando la lluvia se equivoca no ha cedido mi espíritu y ha seguido amando la complicidad sin temblor, alegre, con un poco de magia tan simple como querer seguir besándote.  Hertha Müller Herz miró su reloj, dio un beso en la mejilla izquierda de Gil Stauffer Verglich y se despidió con una sonrisa. - Nos es que esté huyendo de tu sueño sino que tengo una clase de práctica literaria en la Universidad. ¿Me comprendes? - Sí... claro que te comprendo...  En el fragor de la mañana Gil Stauffer Verglich rebuscó entre sus partituras. Encontró lo que buscaba y durante tres minutos y diecinueve segundos estuvo superando a Richard Claydermann y su "Sueño de Amor". Y era porque estaba enamorado. Terminó muy agotado pero tuvo fuerzas para hacerse un café caliente y seguir hablando como si ella todavía etuviese presente y le siguiera escuchando. -  El domingo me llenó el alba la luz de mi conciencia y me hundí entre los rescoldos. Encendí un cigarrillo que me sirvió de guía. Fumé en silencio. Tomé mi café con leche en silencio. Soñé con ella en silencio. Bebí en silencio. Caminé en silencio con Ella y de pronto comencé a hablar en silencio con mi Princesa. Juntos hicimos los planes del futuro pasando sobre la muerte porque los dos sólo estamos hechos para vivir. El domingo fui feliz con mi Princesa. El domingo fue un sueño convertido en realidad. Otro sueño de esperanza convertido en realidad. Otro sueño de amor convertido en realidad. Otro sueño de vida eterna convertido en realidad. Todos creen en todos menos en quienes damos luz porque todos aman la oscuridad para sentir amor. Nosotros no. Nosotros los artistas hemos nacido para crear y en la oscuridad no se ve nunca el color de la creación. Si alguien me pregunta quién soy es porque no le interesa saber quien soy. Por eso no respondo a quienes me preguntan sino a quienes me responden con sicneridad.  Cogió la revista y leyó el relato titulado "¿Quién eres tú?". - Al igual que todos los días, Jaime Sabido llega a casa alrededor de la 1,30 p.m., almuerza y se encierra en su habitación para oír el disco “The Stranges Grandees” y, mientras escucha “soy un verdadero enigma para ti, que juegas a charlar con las paredes intentando recoger elogios sobre tus grandes encantos personales”, se abre la puerta de la sala de abajo y atruena la misma voz de siempre: ¡¡Puerco Espín!! Y entonces sabe que debe dejar a un lado las erizadas espinas de su carácter y salir a dialogar. – ¿Ves cómo era cierto lo que yo decía?. He consultado con tío Alberto y, además, escucha lo que dice el diccionario. “Comunicación, dos puntos. Transmisión de la información en el seno de un grupo, considerada en sus relaciones con la estructura de este grupo”. – Pero… – No contestes de esa manera a tu papá -recrimina mamá Luz- a ver si aprendes que lo que dice él no tiene vuelta de hoja. Jaime pasa vuelta a la hoja del libro que tiene entre sus manos y se atreve a continuar. — Es que en esta ocasión… – “Ocasión, dos puntos” -interviene “Rose Marie” que estudia para azafata y no desea que se le llame “Rosita” como siempre fue… “Objeto vendido a un precio inferior al habitual” -termina “Rose Marie”. En ese mismo instante la voz de “Radio Understanding” informa que “según diálogo directo establecido entre Simon Peres y Yasser Arafat, se ha llegado al acuerdo de que no se ha llegado a ningún acuerdo en el problema de los Altos del Golán””… – ¿Quién ha goleado a quién…?. – ¡Argentina al Perú! ¡Ha debido ser Argentina al Perú… porque hoy jugaban para la Copa América! -deduce el pequeño Juan “White-Striped” Sabido. – Yo quisiera… -intenta volver a la carga Jaime… Pero papá Sabido ya se ha lanzado sobre el televisor. – “El acuerdo al que se ha llegado entre Simon Peres y Yasser Arafat establece que al no poder existir acuerdo alguno entre ambios líderes, se decide que intervenga Bill Clinton en fecha que se acordará debidamente. De momento, ambas partes han establecido, de mutuo acuerdo, que si no existiese un acuerdo definitivo, la cuestión de los Altos del Golán continuaría sin posible acuerdo”… Papá Sabido sonríe para sus adentros. – Estos políticos… – ¿Te has puesto de acuerdo con tío Alberto para saber qué día haremos la reunión familliar? -le pregunta, amorosa, mamá Luz. – La verdad es… – “Verdad, dos puntos” -matiza “Rose Marie” -Dícese del momento en el cual una intención, un propósito o algo semejante, debe encontrar una verificación en la realidad del instante en que se debe poner en práctica determinadas afirmaciones”. Jaime “Puerco Espín” Sabido desplaza su mano diestra por las púas del pelo corto que cubre su cabeza. Piensa breves segundos. Sube la escalera. Se desliza hacia el interior de su habitación y… cuando va a entrar en ella… – ¡¡¡Puerco Espín!!! -  ¿Si, mamá…?. – Nada, hijo mío, en realidad no sé que iba decirte. Jaime se tumba sobre la cama y enchufa de nuevo el “compa” disk. Se escucha la voz del cantante de “The Stranges Ganmdees… “mañana quiero volver a hablar contigo para entendernos definitivamente”. Y la voz de ella… “sí, mi amor, mañana seguiré sin escuchar tu voz porque el ruído de nuestrass emociones me lo impedirá”. – No sé qué pasa… pero cada día que que pasa entiendo menos a nuesrtro hijo -dice papá Sabido. – No te preocupes Aristóteles -responde mamá Luz- llegará un día en que todo se aclarará… Y entonces es cuando se apaga la luz por falta de fluido eléctrrico. Enmudece la voz del locutor que hablaba por “Radio Understanding”. Desaparece la imagen televisiva que emitía el “Informativo General”. Y el “compa” disk deja, antes de sonar el “clic” letal, latir en el ambiente una frase inacabada: Quién eres tú… que tan cerca está de mí y sin embargo… - La hora del viento. Estoy seguro de que es, de nuevo, la hora del viento. Llegar hasta ayer ha sido ya una total victoria. Así que llegar hasta mañana es ganar la guerra. Estoy seguro de que ganaré en Utrecht. Sonó el timbre de la puerta. Abrió. Era su vecina Doña Eva Braum Kämpfen, con los rulos en sus cabellos, la bata, las zapatillas con forma de dos gatitas y una cara abotargada como de acabar de levantarse de la cama. - Gil... ¿podrías ser tan amable de regalarme un poco de azúcar?...  La taza adelantada por parte de Doña Eva Braum Kämpfen parecía verdaderamente una pistola apuntando al pecho de Gil Stauffen Verglich. - ¡No dispare, por favor! ¡No dispare que tengo todavía que viajar por mucho tiempo! - ¿Pero qué dice usted, viejo loco? ¡Sólo le estoy pidiendo una taza de azúcar!  Gil Stauffen Verglich susaba copiosamente. Era un sudor frío. Rotundamente frío.  - Sí... sí... sí... pero no pase por favor... - ¡Es usted un vecino muy grosero, Gil! - Ya lo sé... Doña Eva Braum Kämpfen... pero es que yo no soy Adán Hitler Meinkampf... y no quiero guerra vecinal... ¿me comprende?...  - ¡Déjelo! ¡Mejor me busco a otro en mejores condiciones mentales! ¡Pero es usted un indeseable!  Cuando volvió a cerrar lentamente la puerta suspiró profundamente y sólo pudo exclamar algo que le surgió de repente.  - Tendido en el monte quedó tu olvido en las horas yertas del lento llanto; por eso yo ahora de ti me despido y continúo el camino de mi leve canto. En las líneas oblícuas de las hojas del acanto queda el nido amplio de mi sueño extendido y hacia la marisma lejana se marcha el desencanto del día de tu olvido triste y oscurecido. Y le dio por sonreír mientras se preparaba otro café.  FIN DEL QUINTO CAPÍTULO.        

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