• José Orero De Julián
diesel
-
-
  • País: -
 
Un día sentí tanto dolor que me convertí en silencio. Desde entonces procuro hablar antes de volver a sentirlo. Pero no hablar para recordarlo sino para alejarlo de mí definitivamente con un silencio contenido en una sola frase: "Llegaste a mí cuando me voy".
El dolor es un cuento narrado bajo los efectos de la decepción donde el final siempre es una amargura llena de un contenido argumental cuyo nombre se llama lágrimas.
Mudamos los años dejando a los aficionados al alcohol que envejezcan con sus apuestas diarias de motivaciones que siempre concluyen en una tragedia escoltada por la imposibilidad de alcanzar el estado de gracia. Muchos sigen pensando que un borracho es un ser simpático y agradable hasta que, de repente, todo se vuelve broncas y aburrimiento; y todo aquello que se pensaba que era festivo se convierte en infinita pesadez. Soportar este peso diciendo que todos los asuntos del alcohólico poseen emoción es ser un masoquista puesto que no hay mayor "peso pesado" que el alcohólico en estado de desgracia. Y todo el mito de su simpatía se viene abajo y se desploma la teoría cuando el borracho se convierte en un ser insoportable. ¿Quiénes desean terminar el día tendido en medio de la acera y viendo pasar a las ratas por tu alrededor? El mito de la simpatía del alcoholizado se viene al suelo y la realidad nos muestra el verdadero rostro de la moneda: una cruz de incontrolados nervios y una ofuscación mental que ya nadie quiere como compañía desapareciendo las risas; porque las risas del borracho solamente son los gritos de la condena de estar cayendo en el abismo. La cuenta atrás cruza el límite y se entra en el vértigo de la caída; en el desplome absoluto de la personalidad donde las ilusiones de alegría siempre acaban por ser ejemplos de la decepción. Nuestra primera impresión ha cambiado rotundamente y ahora, una vez que el alcohólico nos desvela sus carencias de carácter y se convierte en espantapájaros de la realidad, cambiamos nuestra mirada y preferimos observar el lado afectivo y efectivo de nuestros sentidos; porque perder el equilibrio de nuestra personalidad sólo conduce al derrumbe de la impotente mirada hacia el vacío. ¿Os habéis fijado bien en esa clase de mirada que se les presenta a los borrachos cuando se derrumba todo el mito de sus "graciosas majestades"? Es una mirada sin sentido alguno y entonces la falsa honradez de lo que dice se demuestra que es la cerradura de su personalidad; la que le convierte en el títere del cual todos terminan huyendo. Un trampolín para dar el salto hacia el vacío de la inexistencia. Cualquier borracho es, en verdad, esa clase de vacío. ¿Tiene gracia ser una inexistencia? Yo creo que no. No la tiene bajo ningún punto de vista desde la que se le mire. El hombre que ha bebido más allá del límite de la simpatía se vuelve animal tosco, puños de hierro lanzando golpes al aire porque sólo ve fantasmas y se convierte siempre en una narración de violencia ambientada en ese amar a las estulticias. Un misterioso proceder que sólo tiene una explicación cuando llega la sorpresa de que lo que creíamos que era gracioso solo es, en realidad, un acabar siendo el fatídico fantoche que estalla por dentro y se derrumba en medio de la nada. Y es que el borracho solamente es una nada y la nada, debéis saberlo bien, no produce alegría alguna. 
Parecía increíble que aquella lejana voz procedente de los cercanos prados fuesen palabras; pero el viento las traía hasta la puerta del caserío como para insuflar vida al espíritu del aire. Aideku se acercaba, inexorable, hacia "Larrezuri" mientras Aguirrechu comenzaba a temblar de miedo. Siempre que Aideku se había presentado en el lugar alguna vaca había quedado preñada sin haber ningún aparejamiento por medio y parte del ganado se perdía por los valles. El miedo surgía en el rostro del arrogante Aitor. -  ¡Me zor duzu, Aitor. - ¿Cómo es eso de que te debo una, Aideku? No recuerdo deber nada a nadie y menos a un espíritu como tú. Sabes muy bien que te admiro demasiado. - ¡Somersaults itzali zituen! La soberbia de Aitor le impedía aceptar ninguna otra cosa que no fuera su propio ego. - ¿Quién daba volteretas, Aideku?... yo... yo no recuerdo nada...  - Daba y daba volteretas el patético payaso de la máscara y el alcohol. Y entre la máscara y el alcohol no hacía más que ir como los picaflores: de flor en flor, de feria en feria, de festival en festival. Siempre abandonando a quienes le llegaron a querer. Al final el payaso de las volteretas ha dejado el arte poético de sus lucubraciones teatreras y se ha metido a peón de albañil donde tiene que tener mucho cuidado en dar sus famosas volteretas en los andamios porque abajo le está esperando la Muerte. Ahora Aitor si que estaba asustado de verdad. Escondido en el caserío sólo meditaba que su reputación y su estimada arrogancia estaban en peligro. Aideku volvió a rugir.  -  Ez zuen esan duzu onenak zinen? Ez zara ziren argitaratzeko kopuru bat zinen? - Decía que era el mejor porque siempre he sido el mejor de todos y me considero el número uno porque cualquier otro sólo puede ser el número dos mientras yo esté presente. - Hori egia balitz ... zergatik inoiz zure jarraitzaile kopurua gero? ... - Mis seguidores no me entienden bien, Aideku. Mis seguidores nunca me han entendido lo suficiente. Pero eso quiere decir que yo soy especial. Los desmesurados labios rojos de Aguirrechu, recién pintados para llevar a cabo su trabajo de payaso en Donostia, se abrían y cerraban como pez a punto de morir dentro de un vaso de agua. La congoja de Aitor Aguirrechu Pitxorro era la justa medida para saber que su vanidad resultaba insoportable.  - Zenbat aldiz izan apaltasuna besteei iruzkinak edozein eskaintzeko? Beste pailazoak hitz bat ez merezi dute? - Lo siento, Aideku. No hacía ningún comentario a la labor de los demás payasos porque eran muy inferiores a mí. No me gusta perder el tiempo viendo cómo actúan los demás.  - Zulo hori ikusten duzu? - ¡Ese pozo está seco! ¿Para qué quieres que pierda el tiempo viendo lo que hay en un pozo seco? - For nola zure bihotza ikusten duzu! - ¿Mi corazón está de verdad seco? ¿Cómo puedes afirmar, espíritu de venganza, que mi corazón está seco? ¡Yo también palpito como los demás!  - The besteen bihotzak taupadak besteentzat baina bakarrik beat zurea interesagatik! - Vuelvo a decir que estoy arrepentido, Aideku. Reconozco que mi corazón no latió nunca para favorecer a los demás sino para mi propio interés. Es por eso por lo que me dio vergüenza cuando vi llegar a otros que pensaron tanto en los compañeros y las compañeras que me dieron una verdadera lección. -  Apaltasuna bainu bat? - Eso es, Aideku. Un baño de humildad que nunca supe aceptar porque es duro para un vasco como yo tener que decir que había madrileños y madrileñas muchísimos más interesantes que mi persona. Cuando vi que triunfaban sin mi ayuda preferí marcharme sin reconocer que me habían derrotado del todo.  -  Zer duintasuna da, baizik eta hori aitortuz zirko pailazoak ere aspertu ziren baino uzteko? - Lo más duro para un payaso es aceptar que es muy aburrido y que los demás saben que eres muy aburrido. Lo mejor era creer que al marcharme del circo éste se iba a hundir y, sin embargo, fue cuando más comenzó a crecer.  Aitor Aguirrechu Pitxorro se quedó mirando al suelo, como si hubiese perdido un trozo muy importante de su personalidad, imaginando que Aideku se iba a olvidar de él; pero el espíritu se quedó otro largo rato en el caserío. - Kontuz zure iritziak publikoekin ibili! Grinak politiko labirinto batean ezin duzu lortu duzu nola menderatu jakin gabe! Eta zure ipurdia airean geratu ahal sinesten kopuru bat berriro! - Gracias por advertirme con sinceridad, Aideku. Tendré mucho cuidado en no decir estupideces en cuanto a la política vasca. Es mejor para mi futuro no meterme en jaleos sin saber luego cómo salir de ellos. El espíritu salió por la ventana arrastrando tras de sí todas las hojas que Aitor estaba escribiendo sobre sus Memorias. Las había titulado "Veremos cómo". Pero respiró profundamente cuando se vio liberado de aquella pesada carga. A partir de aquel día se dedicaría a cuidar de que la leche de sus vacas se convirtieran en una leyenda para toda la comarca de Oiamungo Gaina. ¡Y es que la ansiedad de Aitor Aguirrechu Pitxorro por alcanzar el éxito y la fama le habían convertido en un payaso incorregible y ante tal cuestión ningún espíritu del bien o del mal podían hacer que entendiera que era. en verdad y de verdad, un payaso demasiado aburrido incluso aunque todo fuera solamente cuestión de leche buena o de mala leche!.
Don Miguel Monge escribe con la tiza blanca (siempre blanca porque entonces no existían las tizas de colores) en la pizarra donde, de vez en cuando, rasga con sus uñas y a todos nos entra un chirriar áspero de dientes. Chirrian todas las mañanas escolares y más allá de las ventanas la libertad de nuestros pensamientos se enredan con los juegos de la magia blanca. Hay un niño que calla; que siempre calla recordando el inmenso cuento de un anochecer en la selva de un país lejano. El rojo del atardecer. El amarillo del sol. El azul del río. ¿Qué significaban aquellos tres colores para aquel niño que callaba? La selva es el escenario y personaje omnipresente. Por ese entonces de aquel anochecer, ese niño decide abandonar la comodidad del ambiente familiar para instalarse en la selva pionera. Con su violencia natural incontenible, frente al hombre, aliado a veces, destructor las más, de esa naturaleza salvaje. Ese niño quiere inventar un lenguaje selvático de América, en contraposición de la tendencia del común de los escritores a imitar las modas literarias de Europa.  La tortuga gigante es el galápago que monta para nadar entre las medias de los flamencos mientras el loro pelado relata la guerra de los yavarés. A un lado la gama ciega espera salvarse de la historia de dos cachorros de coatí y de dos cachorros de hombre y el paso del Yabebirí persigue a la abeja haragana. La anaconda vigila. Es el regreso de la anaconda lo que describe al verdadero hombre muerto. La voz destemplada de don Miguel Monge devuelve al niño que callaba su realidad. ¿Cuál era la verdadera vida del niño? ¿La que vivía o la que soñaba? Sólo puedo decir que aquel niño que callaba, a los siete años de edad, era yo.   
A los 19 años de edad yo navegaba con rumbo a lo todavía desconocido pero ya presentido e intuído por mí desde la más íntima infancia. Eran días de mucho soñar en medio de las compensaciones bancarias. Si estaba allí era por una sola razón: descubrir que la belleza femenina forma parte de la existencia humana y que los humanos que saben apreciarla nunca la mancillan con persecuciones que terminan en fracasos definitivos. Así que, gracias a las Mercedes de Dios, alguien tocó mi corazón para decirme que, efectivamente, la belleza o se admira o solamente sirve para satisfacer un ego desatado. Como mi ego nunca había estado sujeto a los caprichos de las gentes mundanas entendí que aquello suponía reconocer a la belleza femenina mientras seguía soñando con canciones del otro lado del mar. Alguien tocó mi corazón cuando yo tenía 19 años de edad y ese alguien jamás fue olvidado por mí. Mercedes doy a Dios por tal causa; porque sería mi Princesa la que hizo que este corazón latente vería de verdad la Luz de la Belleza en todo su esplendor. Cuando alguien tocó mi corazón éste entonó una canción a mis 19 años de edad.  El amor que yo soñé jamás lo pude conseguir. No pensé que en realidad pudiera sucederme a mí.  Sé muy bien que todo amor significa esclavitud perderé mi libertad por ganar tu juventud. Yo prefiero ser esclavo estando enamorado a ser libre como el viento y vivir sin tu amor... Tengo tu amor, ¿para qué quiero más?, me conformo con ser feliz, ¿qué más puedo pedir? Tengo tu amor, ¿para qué quiero más?, me conformo con ser feliz, con saber que tu vives para mí. El amor que yo soñé jamás lo pude conseguir. No pensé que en realidad pudiera sucederme a mí. El dinero no me importa; tengo tu cariño, y podré decir a todos que ya tengo tu amor... Tengo tu amor, ¿para qué quiero más?, me conformo con ser feliz, ¿qué más puedo pedir? Tengo tu amor, ¿para qué quiero más?, me conformo con ser feliz, con saber que tu vives para... Tengo tu amor, ¿para qué quiero más?, me conformo con ser feliz, ¿qué más puedo pedir? Tengo tu amor, ¿para qué quiero más?, me conformo con ser feliiz, con saber que tu vives para mí.  Y es que Mercedes me tocó el corazón para dejarlo abierto de par en par. Solamente Liliana fue capaz de tocarlo con mayor intensidad y entrar dentro de él. Alguien me tocó el corazón a los 19 para dejarlo abierto y alguien entró con él a los 33 y para siempre. ¿Vidas paralelas? Posiblemente sea cuestión de vidas paralelas nada más y muchos nunca se lo explican porque buscan explicaciones racionales cuando sólo se trata de sentimientos de amor nada más. Cierro con una sonrisa. 
Priscila (Teatro Cristiano) ACTO PRIMEROESCENARIO.- Fábrica de carpas en la ciudad de Corinto. Pablo se encuentra hablando con Priscila y Aquila en la trastienda porque ya ha acabado la jornada laboral. Están los tres sentados: en el centro Pablo, a su derecha Priscila y a su izquierda Aquila. Pablo.- En el nombre del Señor Jesucristo os doy las gracias por haberme dado alojamiento y vivir con vosotros durante estos largos dieciecho meses de duro y arduo trabajo. Priscila.- Somos nosotros los que te debemos dar las gracias a ti porque nos has enseñado mensajes de Jesucristo que antes no habíamos escuchado en boca de nadie.  Pablo.- ¿Cuándo os conocí gracias a que os dedicais al mismo negocio que yo, o sea a vendedores de carpas, érais ya verdaderos cristianos? Aquila.- Cuando vivíamos en Roma ya sabíamo de la existencia de Jesús de Nazaret como Hijo de Dios y, a la vez, Dios mísmo. Pensábamos mucho en el cristianismo pero todavía no nos habíamos decidido a dar el paso del compromiso de cumplir con la Palabra de Dios y. much menos, de predicar como Jesucristo pidió a todos sus seguidores.  Priscila.- Nosotros vivíamos muy bien y hasta con lujo en Roma; pero en el año 52 después de Jesucristo, el emperador romano Claudio expulsó a los judíos de Roma porque dijo que estábamos causando disturbios considerables en la ciudad al perseguir a los cristianos. A Claudio le importaba muy poco la causa del problema y tampoco estaba interesado en saber quiénes eran culpables y quiénes inocentes, simplemente firmó un edicto para que todos los judíos salieran de Roma. Entre ellos estaba Aquila, que había emigrado a Roma desde la provincia del Ponto, en el Mar Negro, y que decidió irse a Corinto. Yo no soy exactamente judía sino que tengo la nacionalidad romana; pero no dudé ni un momento en irme a Corinto con mi esposo porque creo que eso es el amor verdadero. Pablo.- Aquila y Priscila, Priscila y Aquila, sois un matrimonio que dejó una profunda huella en mí y  estoy seguro de que también dejaréis esa misma huella profunda en los primeros creyentes de la iglesia primitiva. Nunca se os ha visto jamás separados, cada vez que apareceis en público o vemos a los dos, al matrimonio, a la pareja, trabajando codo a codo, cada uno cumpliendo con su papel, pero unidos en la vida y en el ministerio. Representais un maravilloso ejemplo de un esposo y una esposa formando un equipo en la obra de Dios. ¡Qué bendición ver a un matrimonio servir a Dios juntos de esta forma!  Priscila.- Cuando llegaste hace dieciocho meses a nuestra fábrica de carpas, siendo tú también un trabajador del mismo oficio, no sabíamos muy bien si éramos creyentes cristianos o sólo admirábamos el cristianismo pero no entendíamos bien lo que era serlo. Tú nos hiciste comprender la verdad y por eso, gracias a ti, somos ya verdaderos cristianos y estamos preparados para predicar cuando sea necesario. ¿Qué haces tanto tiempo en la sinagoga, Pablo? Pablo.- Tratando de convertir en verdaderos cristianos tanto a judíos como a griegos. Lo que sucede es que yo no soy Jesucristo sino un hombre normal y y aestoy cansado de que sean los propios judíos quienes se oponen a mis palabras y quienes me insultan.  Aquila.- Para un hombre como tú, que llegaste aser tan importante en el mundo de los romanos, debe ser muy sacrificado que uno simples fariseos te ofendan de esa manera.  Pablo.- Tengo olvidado ya todo lo que llegué a ser; pero sí tengo límites; así una vez que Silas y Timoteo se fueron apredicar a Macedonia la tarea de predicar en Corinto me ocupó mucho más tiempo que nunca.  Aquila.- Pero todos los hombres tenemos un límite...  Pablo.- Sí. Porque seguimos las enseñanzas de Jesucristo pero no somos Jesucristo.  Priscila.- Te ha debido de pasar algo muy grave para que digas que has llegado a tu límite... Pablo.- Soy romano y no entiendo bien a los judíos. Me han llegado a insultar de tal manera que hoy mismo he sacudido el polvo de mi ropa delante de todos ellos y les he dicho: "La sangre de ustedes está sobre sus propias cabezas; yo soy inocente. De ahora en adelante iré a predicar a los gentiles".   Priscila.- ¿Por qué los judíos son tan duros de corazón? Pablo.- Hay unos pocos judíos que son cristianos de verdad; pero la inmensa mayoría de todos ellos son fatuos, engreídos, vanidosos y sobre todo soberbios.  Aquila.- ¿De qué te acusan a ti, Pablo, que eres uno de los que más fieles seguidores de Jesucristo consigues convertir? Pablo.- Me siguen acusando de que, cuando era mucho más joven que ahora, perseguí a esos cristianos a los que ahora defiendo ofreciendo mi muerte por ellos. Pero yo no he mantenido mi boca cerrada sino que les he dicho que fueron ellos los que crucificaron a Jesucristo y no yo. Aquila.- ¡Muy bien dicho! ¡Así hablan los hombres cuando son hombres de verdad! Pablo.- Es debido a la soberbia de Israel por lo que Jesucristo extendió su palabra al mundo entero, sin distinciones de ninguna clase, diciendo que la iglesia era Él mismo y que, desde su resurrección, Israel era toda aquella persona, de cualquier lugar del mundo, que cree en Él como el único Salvador.  Priscila.- ¿Qué es la soberbia, Pablo? Pablo.- La soberbia hace que los hombres pierdan lo más hermoso de la vida: El Amor. Yo digo lo mismo que dice una amiga mía: "Dios y Señor, líbrame de los cobardes que no se atreven a enfrentar la verdad, de los perezosos que se conforman con medías verdades y de los soberbios que creen que lo saben todo". Priscila.- Muchos son los sabios de este mundo que sólo son valiosos a la hora de los banquetes; que esto de los banquetes me suena a mí, y es un punto de vista sólo personal, a mucha comida opípara y abundante mientras muchos millones de seres humanos pasan verdadera hambre. Esto está todavía pasando hoy en día: mucha comida en abundancia pero poca espiritualidad y verdadera buena escala de valores éticos y morales. Es cierto, por eso, que los verdaderos cristianos tenemos la obligación de andar, como dice Jesucristo, en la luz e incluso hablar, si es necesario, desde lo alto de las azoteas para que nos oiga el mundo entero. Aquila.- Mirando a las estrellas he recordado siempre que hay personajes así. Soberbios que se creen astros cuando sólo son motas de polvo nada más.  Pablo.-  Hondo de verdad es ese penasmiento, Aquila. Materia llena de espíritu de sortilegios. Lo blando como hondura de metamorfosis para la memoria. Te felicito. Priscila.- Siento tener que decir que lo siento. Pero estoy sintiendo una misma consecuencia para todos los soberbios. Ha cada uno de ellos yo le diría transfórmate en lo que has aprendido a soñar. Es mejor que no pasar de ser un capullo. Al parecer la mayoría de los judíos no saben interpretar bien el mundo en el que viven. Son capullos creyendo ser mariposas.  Pablo.- ¡Jajajajaja! ¡Buen ejemplo, Priscila! La cuestión es que, por desgracia, algunos no pasan de ser simples brotes nada más. No van más allá de ser simples capullos. Y ya se sabe que los capullos que nunca se abren siempre permanecen cerrados por mucho que les quieras hacer meditar. Valga esta semejanza literaria para extrapolar ciertas consideraciones. Priscila.- Hablemos de las consideraciones. Yo encuentro, al escuchar tu voz, una infinita polisemia aximetrial de palabras enlazadas por una ilación abstracta que las haces concretizar en cadenas de epónimas consecuencias. Me gusta por lo que dejar flotar en el espacio de la mente de quien escucha. Por ejemplo, ser cabeza cadena curva y corazón cerrado me suena a la prisión de la razón que se esconde en los pliegues del alma acorazonada y la pausa de quien escribe en un  pergamino me suena a partitura lectora para consagrar un paisaje vital. Podría seguir con el color violeta de la vertiente vasija o la vertiente del veneno dentro del corazón o también como un vacío prominente del vigor de las escrituras. Si. Es original y profunda mi reflexión. Pablo.- ¡Habla sin miedo, Priscila! ¡Dios sabe escuchar y sabe comprender! Priscila (sacando unos papiros de entre sus ropajes y leyendo).-  El velo blanco de tu mirar silente es sueño de medianoche en la senda de mis caminos místicos de este paisaje en donde entra tu torbellino amar. Un sueño que se queda en mi memoria de estos días en que soy recuerdo vivo en la estela roja de tus labios dulces. Noches. Noches vividas en el poder mirarte siempre brotando en las esquinas de mi alma. En torno a mí aparece y se mantieneeste amor de vida creciente y misteriosa. Tu mirar es enigma profundo y emergente que vive en mis latidos mientras vago por los caminos de este soñar ardiente que grita su canto de silencio con estrellas. Soy una especie de sombra que se hunde en tu cuerpo enlazado con mi vida amable y entre versos que escapan de mis avenidas en tu tálamo abierto de corazón caliente soy todo fuego y todo volcán nocturno que vibra y explota en este entero otoño en que las rosas giran para besar tu cuello. Hay un descubrimiento de recuerdos y de horas pensadas en el silencio de toda tu materia y yo, canción de ti, me entretengo en tu profundizar de violetas inquietas. Flor de viento, caricia de mis sueños, te vuelves frescura de besos enzarzados en una batalla sin final posible: una especie de vivir brillando en medio de la noche estrellada y azul. Hay balcones donde los gorriones se quedan mirando tus profundos ojos y en ellos cobijo un horizonte bermejo en esta batalla de amarte sobre la playa… las olas baten a la fina arena y me quedo anclado en la bahía de tu cuerpo. Inmensa inquietud es tenerte entre mis brazos en este ámbito amoroso de mapa con enigmas; pienso en las violetas del campo abierto bajo la luna que nombran las gaviotas. Un vaivén de bosque llamado lecho sobre la fina playa de la espumosa bruma con tus senos volcados en esta fuente en que bebo mis deseos inacabados. Tus ojos me enamoran en el abrazo de cuerpo a cuerpo y de boca en boca: un afán de conquistar el hueco leve de tus muslos convertidos en poemas. Y las palomas de tus curvas enamoradas me convierten en fugitivo atado a tus caderas. Rosa amorosa en la que tanto te abres como capullo de risa en el silencio oscuro de la noche de tus ojos que desgranan mis versos de combate en este loco intento de arder todos mis años en tu boca con el alborozo juvenil de nuestras presencias. En todo lo existente son tus dieciocho claveles un poema que surge como dibujo amado que se hunde en el fondo de tus brazos sin más fatiga que la de seguir entrando en este brillar de nuevo en las alturas mientras las estrellas quedan enlazadas a tu vientre. En esta noche de momento inmóvil donde el tiempo se ha detenido sobre la arena de esta playa amada de espermas y de sangres solamente el mar conoce tus sonrisas que van más allá del horizonte intenso. En las miradas de tu cuerpo mi locura sólo es introducir mis horas en tu pura esencia. Mar. Mar junto a tu boca ardiente para calmar la sed de mis reposos mientras abro tu cuerpo en luminar profundo donde todo lo invisible se inunda de propuestas. Así comprendo yo ahora el mundo unido a lo báquico de tu pecho virgen y repaso todo lo existente en la bahía de tu primavera llena de canto borrascoso. Son los giros de tu cuerpo en mi boca donde el recuerdo se hace afán de adormidera y tus sonidos son el latir de mis pulsaciones en este nuevo mapa de tu bello nombre en que escribimos del mundo un nuevo rumbo. Vivo sólo en esta paz soñada que llega hasta el crepúsculo naranja. Dos pulsos anudados somos tú y yo en estas cruces de materia y de espíritu y sigo conociendo este anochecer sediento mientras se rompe la atrevida ola de tu sonrisa en mi alma ya crecida. Ya no siento nada más que tu mirada clavando tus labios en mi corazón abierto. En esta roja noche no me importa perderme en las inconsciencias vivas de sentirte dentro de mis horas de paisaje bravo y como un rugir de silencio lento voy penetrando suavemente en tus sentidos. Hacemos un mundo de emergente luz como volcanes henchidos de valiente voz y una llama inmensa arde en el paisaje de tu rosa, clavel y jazmín en flor. Suave. Todo es una suave experiencia de entrar más allá de los límites de esta locura que es tu cuerpo entre mis brazos. Mañana el día será sólo un recuerdo de que esta noche vivimos como sueño el enlace de tus ideas con mis versos llenando de amor profundo nuestros cuerpos. Ya sólo queda la música anclada en el exterior de tus sabores en mi boca y compongo un verso en tus labios plenos cayendo en el color de todo lo infinito que es sentirte dentro de mi sueño. Ya sólo la última mirada que se clava en la paz de tus curvas enloquecedoras hacen que la brisa de la bahía entera sea sólo un calor de mi infinito seguir sintiendo tu cuerpo en el mío. Para cuando los mirlos hayan regresado de allá a lo lejos… de la colina... estaremos dentro del amor simplemente. Dos cuerpos sentidos penetrados el uno en el otro como doble vida. Morir no es vivir la existencia de todo el camino andado por las sendas del pálpito de tu corazón caliente. Y siento tu voz cálida y firme en mis entrañas de versos hechos esperanzas porque poseerte hundido en tu cuerpo es tener para siempre tu nombre en las arterias de mi sangre mezclada con la tuya. Dentro de la espuma de tus sentires puedo seguir estando a tu cuerpo amado que es el imán de todas mis vivencias.Ya no queda más que vivir la Eternidad… Pablo.- ¡Maravilloso! ¡Sensacional! ¡Milagroso! ¿Cuándo fue que se te ocurrió escribir todo eso? Priscila.- No fui yo. Yo solamente tenía dieciocho años de edad, no era todavía cristiana y me encontraba en la playa acompañada de mi padre y mi madre. Me lo regaló un poeta errante que estaba buscando al amor. Inmediatamente después apareció Aquila. Inmediatamente después recordé al poeta. Inmediatamente después me acordé de Dios. Pablo.- Yo ya lo tengo firmemente decidido. Abandono Corinto y me voy a Siria. Priscila.- ¿Siria? ¡Qué hermoso lugar para llenarlo de la Palabra de Dios! ¿Te gustaría, Aquila, dejar por un tiempo nuestro negocio en manos de nuestros parientes e irnos los dos a Siria acompañando a Pablo y ayudándole en sus predicaciones? Aquila.- Después de haber escuchado todo lo que he escuchado solo puedo decir que sí.  Pablo.- ¡Bienvenidos sois al Camino de Dios!    SE BAJA EL TELÓNFIN DEL PRIMER ACTO. ACTO SEGUNDOESCENARIO.- Púlpito de la Iglesia de Efeso. Pablo se dirige a los que están presentes. Y entre ellos se encuentran Priscila, Aquila y Apolonio. Pablo.- ¡Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los injuriosos, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios! ¡Pero habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre de Jesucristo el Señor y en el Espíritu de nuestro Dios! ¡Palabra de Dios, palabra del Señor! ¿Alguien tiene que interpelar algo antes de que siga mi camino? Apolos.- ¿Por qué, siendo tan brillante orador, no os quedáis con nosotros que tanto necesitamos el alimento divino? Pablo.- ¡Los verdaderos cristianos no desprovehamos nada de lo que está en nuestras manos de extender su doctrina en le universo entero! ¡Para conseguirlo, hay quienes nos estamos dedicando a ir de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo, para llevar a los demás al servicio de Dios! ¡Os dejo a Priscila y Aquila porque son dos de mis mejores y más aventajados alumnos! Y ahora, si me lo permitís, abridme paso porque el tiempo es corto y la mies es mucha! ¡Tengo que ganar más almas y esa es mi misión! ¡Hoy me voy pero algún día voveré! ¡Por eso si os dicen que caí es mentira! Pablo abandona el escenario y sube al púlpito Apolo. Apolonio.- ¡Soy Apolonio pero mis muchos amigos me llaman simplemente Apolo! ¿Por qué consigo tener tantos amigos en el mundo? ¡En esta ciudad de Éfeso, centro de la provincia más populosa de Asia, viven una muy importante colonia de hebreos que gozamos del libre ejercicio de la religión! ¡Tengo tantos amigos porque yo soy el hombre adecuado para suplir a Pablo entre vosotros ya que presumo de ser elocuente y muy versado en las Escrituras! ¡Soy de los venidos de la diáspora y hablo en nombre de la predicación de Juan Bautista! Priscila.- ¡Perdona por lo que te digo y no lo tomes ni como una injuria ni como una ofensa!  Apolonio.- ¡Una mujer nunca pude injuriarme ni ofenderme porque no están destinadas a los púlpitos sino solamente al servicio de los hombres de Dios! Priscila.- ¡Pues tengo ya una buena cantidad de predicaciones en mi haber y también he conseguido tantos amigos y amigas como los hayas podido conseguir tú! Apolonio.- ¡Es una blasfemia para quienes seguimos las enseñanzas de Juan Baustista esto de ver a una mujer dirigiendo la palabra de Dios a las masas! Priscila.- ¡Voy a decirte algo que no sabes, oh glorioso orador y teólogo preparado en todas las escuelas cristianas de alta categoría! ¡Muchos como tú termináis por no ser entendidos y ya lo he visto en diversas comunidades cristianas! ¡Empleáis un lenguaje para altos hombre de leyes y otras materias pero os olvidáis de las personas sencillas que vosotros llamáis simplemente gentes! ¿Quién os ha dado ese privilegio de situaros por encima de los demás y anulando la presencia de las mujeres como si fuésemos sólo válidas para prepar las mesas donde coméis y los locales donde dais suelta a todo vuestro verbo que termina por no ser entendido por la mayoría de las multitudes que os escuchan?  Apolonio.- ¡Hablo con autoridad emanada de Dios! ¡Como soy natural de Alejandría de Egipto soy un hombre especialmente culto y cultivado puesto que allí se encuentra el centro más importante de la teología cristiana. Es allí donde se profundiza en la relación entre el Logos, la razón creadora del mundo y la Revelación contenida en el Antiguo Testamento.  Priscila.- Yo soy una mujer pero también poseo altos estudios aunque sé que los más humildes y los más sencillos, aquellos a los que se dirigía de manera muy especial Jesús de Nazaret, no me entendería si les hablase del sexo de los ángeles. Procuro hacer que todos me entiendan.  Apolonio.- ¿Y les cuentas a tus oyentes que fue precisamente por los caprichos de una mujer por lo que a Juan Bautista le cortaron la cabeza?  Priscila.- ¿Y tú les cuentas a quienes te oyen que fue precisamente por la avaricia de un hombre por lo que Jesús de Nazaret fue hecho prisionero y muerto en la cruz? Apolo queda sin habla durante unos largos minutos mientras se escuchan multitud de murmurllos por todas partes. Priscila.- ¿No será que muchos de vosotros habláis del bautismo de Juan pero no habéis recibido todavía al Espíritu Santo ni tenéis idea de que existe el Paráclito? Apolonio (muy azorado).- ¿Qué es el Paráclito? Priscila.- Que me lo pregunte una de estas personas humildes y sencilla a las que vosotros los altos y grandes de la oratoria teológica de la comunidad cristiana me parece una verdadera ignorancia.   Apolonio.- ¿Qué sabe una mujer que no sabe un varón de Dios? Priscila.- Te lo voy a explicar de forma sencilla por si te sirve de mucho a partir del día de hoy. Y lo voy a hacer en nombre de José y María que, juntos los dos, son José María con el que se conocen a algunos oradores demasiado engreídos en la comunidad cristiana y a los cuales hay que decirles que bajen sus egolatrías, deciendan de sus púlpitos y tarimas y aprendan lo que es ser cristianos de los de a pie y no de los siempre cómodos viajeros subidos en sus pollinos mientras los demás caminan tragando el polvo de sus botas.  Apolonio.- Espero que sepas lo que haces... Apolonio baja del púlpito y sube Priscila. Priscila.- Desspués de que Jesús anunció a sus discípulos que los dejaría pronto, les dio una declaración de gran aliento: “Y yo pediré al Padre, y Él os dará otro Consejero para estar con vosotros para siempre: el Espíritu de Verdad". La palabra griega traducida “Consolador” o “Consejero” es parakletos. Esta forma de la palabra es incuestionablemente pasiva y correctamente significa “uno llamado al lado de otro”; en otros términos defensor. La palabra lleva una noción secundaria con respecto al propósito de la convocatoria: asesorar o apoyar a quien lo necesita. Este Consejero, o Paráclito, es Dios el Espíritu Santo, la tercera Persona de la Trinidad que ha sido “llamada a nuestro lado”. Él es un ser personal, y Él habita en cada creyente. Durante Su ministerio terrenal, Jesús había guiado, guardado y enseñado a Sus discípulos. Él promete que el Espíritu de Dios vendría a los discípulos y moraría en ellos, tomando el lugar de la presencia física de su Maestro. Jesús llamó al Espíritu “otro Consolador“, otro de la misma clase. El Espíritu de Dios no es diferente del Hijo de Dios en esencia, porque ambos son Dios. ¿Ha quedado bien entendido, Apolo? Aquila.- He de avertirte, Apolo, que ni yo mismo, siendo el esposo de Priscila, le quito ni un gramo de su autoridad porque ella es diaconisa y sabe mucho más de Dios que yo. Jesucristo no mandó solamente a los hombres a que levantaran iglesias para predicar sus palabras y sus enseñanzas por todo el mundo sino que hizo la llamada a todos los hombres y a todas las mujeres por igual. Y tengo que recordarte que hasta el mismo Pedro, a quien Jesucristo le dijo "tú eres piedra y sobre tu piedra edificaré mi iglesia", le negó hasta tres veces antes de que cantara el gallo mientras que fueron las mujeres las que no dejaron a solas a Jesucristo en su calvario final sino que estuviero siempre a su lado. Lo que sucedes es que, hoy en día, hay demasiados gallitos intentando ser brillantes delante de las gallinas de los corrales de Diiso. Gracias a la fe de Priscila yo tengo la misma fe y el mismo compromiso apostólico de files laicos, de fmailias ganadas para el cristinismo hasta nuestra generación y las genraciones venideras. Para arraigar en la tierra, para desarrollarse ampliamente nuestra fe cristiana, laica pero mucho más cristiana que la de los hobmres religiosos, son necesarias esta clase de familias unidas, estas comunidades cristianas, de fieles laicos que ofrecemo el "humus" al crecimiento de la Fe. Y sól así crece siempre la iglesia. Toda casa, todo hogar, toda chabola, toda cueva, toda catacumba puede transformarse en una pequeña iglesia donde el hobmre casado con su mujer están a la misma altura. Apolonio.- Reconozco que acabo de recibir un buen baño de humildad. Priscila (bajando del púlpito).- Pues ya que la humildad ha entrado de lleno en tu corazón hazte a un lado y permite que Aquila y yo sigamos adelante. Perdona hermano pero era necesario saber la verdad de lo que es el sacerdocio al servicio de Dios. Aquila y Priscila abandonan el escenario. SE BAJA EL TELÓNFIN DEL SEGUNDO ACTO.  ACTO TERCEROESCENARIO.- Iglesia de Cencrea. Completamente sola, sin la compañía de nadie excepto la de su esposo Aquila que está a su dereha, Priscila se dirige a todos los allí reunidos leyendo una serie de papiros que, al parecer, han sido escritos por su esposo que está presente.    Priscila.- Llamadme Israel, por favor o sin favor, o llamadme como os dé la gana pero sabiendo que yo soy Israel. Yo siempre estoy firmando mis artículos con el nombre de Israel. Soy un hombre fatigoso pero nunca me fatigo cuando estoy obligado a relatar alguna crónica que siempre firmo como Israel. Tampoco quiero llevar la contraria a nadie que me llame como le dé la gana porque desde mi niñez me he adaptado a ser un camaleón que sabe huir del "bla, bla, bla", para pasar desapercibido, porque siempre he estado convencido, y lo sigo estando, de que me llamo Israel y de que me gusta llamarme Israel. Y ahora que os sentís culpables de mi odisea, os escribo esta crónica marginal para que os sirva de recuerdo y para demostraros que sigo siendo el mismo Israel que siempre habéis conocido y al que siempre habéis querido olvidar. Quizás hasta os sirva para recordarme sentado en el aula y tomando notas tras notas -sinfonía de estudiante- mientras sueño con un mundo donde lo demasiado grande me es insignificante y lo demasiado pequeño me sirve para agigantarme como Israel. Sí. Llamadme, por favor o sin favor, Israel para que podáis recordarme siempre como el eterno aspirante a recibir un premio especial. Pero también puede suceder que me recordéis como un muchacho callado, tímido, introvertido pero orgulloso de llamarme Israel. Y ahora, si queréis o lo preferís para aumentar vuestras egolatrías, apedrear todas mis fotografías, escupir en ellas como siempre hacéis contra todo lo bello, o quemarlas en el fuego purificador de vuestras sucias conciencias para así darlas un sentido preciso a vuestros recuerdos y demostraros que nunca he dejado de ser Israel. Ni antes, ni ahora, ni después. Por eso me permito el lujo de firmar esta crónica como Israel para que sepáis que he dejado de escuchar y de compartir la monotonía de vuestras presencias. Me sigo llamando Israel. Yo adoraba el silencio. Yo adoraba la calma. Yo adoraba la paz. Pero de forma muy distinta y diferente de como queríais vosotros que fuera. Yo adoraba el silencio gritando Israel. Yo adoraba la calma clamando Israel. Yo amaba la paz guerreando Israel. Con mis profundos respetos, para que no digáis que no sé escuchar, vuestras historias no me sirven para nada más que para profundizar en mis ideas. Sé que me evitábais porque yo había decidido ser Israel. Sé que hasta me podíais admirar o temerme o quizás ignorarme para olvidaros de mi sonrisa y de mi mirada y de esa forma de callar escribiendo en las paredes de la escuela “Me llamo Israel”. ¿Qué sabéis vosotros de mí salvo que tenía solamente dieciocho años de edad cuando os dije, por primera vez, que me llamo Israel? Me largué de vuestro lado para buscar una nube en el cielo en donde poder escribir “Me llamo Israel” y que os bullan los sentidos recordándome mucho antes de que yo os conociera de verdad. La verdad es que me llamo Israel aunque me llaméis todos vosotros, si tanto deseáis seguir insultando, lo que os dé la gana llamarme. Puedo seguir gozando de la existencia a pesar de vuestras ignorancias y vuestras insgnificancias para mí. No espero, para nada, tomar un café caliente con ninguno de vosotros en cualquier atardecer porque ya sabéis, de verdad, que me llamo Israel. Este nombre tan sugestivo y este presente tan presuntamente borroso no es para mí ninguna oscuridad sino un rayo de luz celeste que da la apariencia de estar siempre presente en vuestras conciencias. Ya no me importan vuestras conciencias. La pulsación de mi sangre sigue recorriendo por todo mi cuerpo y cuando entra en mi corazón sigo llamándome Israel. Quizás algunos hayáis deseado olvidarme u olvidar aquel silencio de mis miradas mientras mis manos seguían tomando notas tras notas siempre firmando Israel. Llamadme Israel, por favor o sin favor, o como os dé la gana pero sabiendo que soy Israel. Es un dato gracioso. A veces recuerdo el primer día en que os dije que me llamaba Israel. Tenía solo dieciocho años de edad y leía libros para entender que vosotros no escribíais para mí al igual que yo, ahora, no escribo para vosotros sino para los demás. Estáis autorizados -libertad de expresión lo llamáis aunque sólo cuando os conviene- a seguir haciendo como que soy un don nadie y seguir diciendo que soy un don nadie y hasta seguir pensando que soy un don nadie que sólo se llama Israel. Cualquier otro nombre me produce indiferencia. Cualquier otro nombre me produce abandono. Cualquier otro nombre me produce ausencia. Sí. Soy aquel indiferente. Soy aquel abandonado. Soy aquel ausente. Y me llamo Israel. Cuando os conocí a todos os veía sofisticados, continentales, incluso hasta formando parte del universo de las egolatrías. Yo sólo era un átomo nada más. Un átomo de nombre Israel. Pero hablando de nombres os conocí a todos y a todos vuestros grupos. Orbitábais mayoritariamente en esa exagerada galaxia de los elegidos a gusto del consumidor, pero yo era y sigo siendo Israel. Al principio tomaba café aparte, lejos de vuestra secreta envidia, y me sentaba en silencio, con la sonrisa totalmente opuesta a vuestras obscenas risotadas. Y mi carácter evolutivo me hacía disfrutar de lo que contemplaba como Israel. Al principio yo era Nada y me volví para ser Ardan  y amaba a mi Ave que se volviño siendo Eva. Mas prefiero seguir siendo Nada amando solamente a mi Ave. Me llamo Israel. Me contásteis muchas veces entre los que no tenían importancia; entre los que estudiaban solamente para pasar el tiempo. Pero el tiempo no pasaba en realidad. El tiempo siempre me configuraba en el sentimiento y mi sentimiento era todo mi mundo. Había que saber amar demasiado para guardar silencio y callar y escribir bajo la luz de la luna o en medio de la oscuridad. Pero siempre firmaba Israel. Al principio era como que yo no existía. Como si yo sólo fuera una inexperiencia sin sentido, sin lugar, sin dirección alguna. Y, sin embargo, todavía camino entre los mundos porque soy Israel. Al principio no me importaban vuestras envidias ni vuestros insultos ni vuestros odios. Yo nunca os envidié, ni os insulté ni os odié. Ahora siguen sin importarme vuestras envidias ni vuestros insultos ni vuestros odios. Ahora siguen sin importarme porque he podido atribuirles a mis sonrisas un porqué, una causa principal, un sentido suficiente. He de haceros constar que escribo esta crónica desde la iglesia de Dios y por eso me llamo Israel. En realidad no planteo ninguna clase de dudas, ninguna interrogación más o menos significativa. En realidad soy lo suficientemente joven para que me guste llamarme Israel escribiendo desde la iglesia de Dios. Recuerdo que me gustaban y me siguen gustando aquellas chicas que reservaban y reservan su sonrisas mientras yo aprendía y sigo aprendiendo a sonreír de la misma manera. Me gustaban y me siguen gustando aquellas chicas que me daban y me siguen dando sus votos de confianza sabiendo que nunca les iba ni les voy a defraudar. El fraude siempre erais y seguís siéndolo vosotros; pero ni a ellas ni a mí nos importaba ni nos importa. Si os he de ser sincero me seguís siendo indiferentes y sin importancia alguna. Erais muy numerosos pero erais muy impotentes. Trabajando. Estudiando. Escuchando. Leyendo. Aprendiendo. Comunicador y escritor. Así vivo yo porque soy Israel. Llamadme Israel, por favor o sin favor, pero no lo hagáis por mí porque para mí me seguís siendo indiferentes y me da lo mismo que me llaméis como os de la gana. Llamadme Israel, por favor o sin favor, solamente porque Dios existe. Aquila.- Gracias, Priscila.  Priscila.- ¿Nos vamos ya, Aquila? Aquila.- Nos vamos ya, Priscila. Priscila.- ¿Hacia dónde, Aquila? Aquila.- Hacia el horizonte de Dios. Aquila y Priscila se van del escenario cogidos de la mano.  SE BAJA EL TELÓNFIN          
La Felicidad es ese momento histórico en que pasamos a ser recuerdo de los buenos días en el álbum familiar de todos nuestros amigos.  
El coºnocimiento es aquella parte de nuestra personalidad que nos aleja de los monos y nos acerca a Dios.   
Zaqueo (Teatro Cristiano) ACTO PRIMEROESCENARIO.- Una calle de Jericó con sicómoros. Pasean Jesucristo, sus doce discípulos y una gran muchedumbre que les siguen mientras otros se agolpan en la acera para verles pasar. Zaqueo está subido en lo alto de un sicómoro porque es un enano de un metro con cincuenta centímetros de estatura y la gente le impedía ver al Mesías.  Jesucristo.- Zaqueo, date prisa y desciente del árbol porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.  Zaqueo.- ¡Maestro! ¡Hijo de Dios! ¿De verdad quieres que yo baje para acercarme ante ti? Jesucristo.- ¡En verdad te digo, Zaqueo, que nadie de toda esta gente podrá impedirlo! Zaqueo baja del árbol, se abre paso entre la multitud que murmura contra las palabras de Jesucristo, y se arrodilla ante Él. Zaqueo.- ¡Señor! ¡Yo no soy digno de que tú poses en mi casa!  Iscariote.- ¡Jajajajaja! Jesucristo.- ¿De qué te ríes, Judas Iscariote? Iscariote.- ¿Es que no ves, Maestro, que es solamente un enano? Jesucristo.- Judas Iscariote... ¿cómo se debe medir a los hombres según tu conciencia?...  Iscariote (nervioso y dejando de reír).- Esto... supongo que por sus actos...  Jesucristo.- ¿Y qué son los actos humanos según tu manera de pensar? Iscariote.- ¿La manera de vivir? Jesucristo.- Tú lo has dicho. Cada ser humano lleva dentro de sí la semilla que le hace ser a imagen y semejanza de Dios. En los actos humanos se contiene todo. Sin apenas darnos cuenta, en el momento más inesperado, pasamos de ser condenados a ser salvos. El corazón de muchos hombres y mujeres está siempre por descubrir. Se acabará la vida en este mundo sin terminar nunca de consolidar una mística definitiva pero la intensidad con la que se vive la coordenada de un momento vital es para mí lo más significativo. Por eso voy a posar a casa de Zaqueo.  Iscariote.- ¡Se trata de un indeseable que sólo ama el dinero, Maestro!  Jesucristo.- ¿Qué es lo que más amas tú, Judas? Iscariote.- Yo te amo a ti pero el dinero es importante.  Jesucristo.- ¿Si el dinero es importante para ti por qué razón no debe ser importante para Zaqueo? ¿Existe alguna ley que admita la importancia del dinero para algunas personas mientras se niegue la misma importancia del dinero para los demás? Iscariote (nervioso).- Lo mío... lo mío es diferente... porque lo mío es tuyo... Jesucristo.- Ya que eres el tesorero de mis caudales... ¿puedes decirme cuánto se puede comprar con treinta monedas de plata?...  Iscariote (más nervioso todavía).- Mucho... Maestro... mucho... Jesucristo.- ¿Traicionar a un maestro vale solamente treinta monedas de plata, Judas? Iscariote (totalmente nervioso).- Esto... no... creo que ningún gran maestro tiene precio... Jesucristo.- Entonces haz pronto lo que tengas que hacer y deja que el Hijo de Dios haga pronto lo que tiene que realizar. ¡Levanta, Zaqueo, porque eres digno ante Dios! Zaqueo (levantándose y agarrando las manos de Jesucristo mientras la gente sigue murmurando).- He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.  Jesucristo.- Buen hombre, eres bajo de estatura pero altísimo de espíritu. ¿Quién crees que es mejor? ¿El que da mucho o el que lo da todo? Zaqueo.- Sin duda alguna que el que lo da todo.  Jesucristo.- Pues yo te digo que por dar todo lo que debes dar tú entrarás en el Reino de los Cielos.  Pedro.- Pero Maestro... tú has dicho muchas veces que los ricos tienen las puertas del Cielo cerradas...  Jesucristo.- ¿Me has oído decir alguna vez que no amo a los ricos? Pedro.- Yo lo que te he visto hacer es que no amas al dinero.  Jesucristo.- ¿Entonces por qué intentas confundir al Hijo de Dios? Todos los murmuradores quedaron en silencio total y absoluto. Muchos se pusieron de rodillas pidiendo perdón a Dios. Juan.- ¿Amáis a los ricos de igual manera que amáis a los pobres? Jesucristo.- ¿Qué es amar a tus semejantes, Juan? Juan.- Quererlos sin tener en cuenta sus circunstancias.  Jesucristo.- Pues yo te digo que he visto a muchos ricos ser dadivosos y he visto a muchos pobres ser avaros. ¿Crees o no crees lo que estoy diciendo? Juan.- Es cierto, Maestro. A lo largo de todos los caminos hemos visto ya toda clase de incongruencias.  Zaqueo.- ¿Crees, Hijo de Dios, que hago mal en quedarme con la mitad de lo que poseo? Jeesucristo.- No sólo creo que haces bien sino que creo que es justo. ¿Cómo te ganas la vida? Zaqueo.- Soy un recaudador de impuestos con sede en el oasis de Jericó, cuyos palmerales y huertos producen abundantes frutos y bálsamos sujetos a la vigilancia y a la competencia del fisco. Soy judío de nacimiento pero odiado por mis compatriotas a causa de mi profesión. Ellos me colocan entre los pecadores públicos.  Jesucristo.- ¿Alguno de ellos es Dios? El silencio ahora se hizo más absoluto mientras seguía aumentando el número de espectadores que caían de rodillas para pedir perdón.  Zaqueo.- Ninguno de ellos eres tú. Jesucristo.- Pues yo no sólo no te condeno sino que he decidido comer y posar en tu casa durante el día de hoy. Zaqueo.- ¿Sabiendo que he sido un implacable avaro? Jesucristo.- Sabiendo que acabas de decidirte a hacer un acto heroico debido a tu generosidad para repartir lo que has ganado. ¿Quién te puede pedir más cuando muchos de ellos ni tan siquiera se detienen a mirar a los mendigos que se acercan a sus casas expulsándoles de sus puertas con la justificación de que son vagos y que se dediquen a trabajar en lugar de pedir un simple mendrugo de pan y un sencillo vaso de vino? Zaqueo.- ¡Jamás haré yo eso en mi vida! Jesucristo.- Estás dando un verdadero ejemplo evangélico. No hablo de religiones sino del Evangelio. ¿Quién de todos los aquí reunidos lo puede negar con la Palabra de Dios en sus manos? Zaqueo.- Pero Señor... tengo que arrepentirme porque yo recaudaba más dinero del que exigían los romanos para hacerme rico con mayor facilidad... Jesucristo.- ¿Y qué crees que hacen los pobres que tienen un tenderete de comidas y cobran por cada plato diez veces más de lo que les ha costado cocinarlo? Zaqueo.- No deseo buscar esa clase de excusas para ocultar mi egoísmo, Señor. Yo sólo quiero que me perdones sin fijarme en los demás sea cual sea su clase social y su condición humana.  Jesucristo.- La salvación ha llegado a tu casa, Zaqueo, porque tú también eres hijo de Abraham. El Hijo de Dios ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido. Yo no me fijo en las clases sociales porque para mí sólo existen dos: los que creen y los que no creen. Y no me importan para nada los que, siendo pobres o siendo ricos, los que tienen muchos, los que tienen algo y los que no tienen nada, murmren de mí por ir a hospedarme en tu casa, Zaqueo. Yo me hospedo solamente en los hogares de quienes creen en mí. Benditos son los puros de corazón, ya que ellos verán a Dios.  Zaqueo.- He tenido la enorme fortuna de poder verte en persona, Jesús. He tenido la enorme fortuna de poder ver al Mesías Prometido. Por eso no me importa que me llamen sucio por haberme subido a un sicómoro que sólo produce frutos para los cerdos.  Jesucristo.- Bendecido eres por haber superado al orgullo. En verdad te digo que a mí tampoco me importa el qué dirán de los murmuradores y tendré que subir a la cruz de los ladrones sin haber sido jamás un ladrón. Las únicas clases sociales que Dios Padre reconoce solamente son dos: los que creen porque tienen Fe en mí y los que no creen porque no tienen Fe en mí.  Zaqueo.- Gracias por darme la oportunidad de creer y tener Fe en ti.    SE BAJA EL TELÓNFIN DEL PRIMER ACTO. ACTO SEGUNDOESCENARIO.- Comedor de la casa de Zaqueo. Han comido, con él, Jesucristo y sus doce dsicípulos y ahora están charlando animadamente mientras toman el café. Jesucristo.- ¿De qué color es el caballo blanco de Santiago, Zaqueo? Zaqueo.- ¡Jajajajaja! ¡Qué buen humor tienes, Jesús! ¡El caballo blanco de Santiago es blanco porque lo dice la misma pregunta! Jesucristo.- ¿Y qué dicen los sabios de este mundo, Lucas? Lucas.- Los sabios de este mundo dicen y afirman, totalmente convencidos, que el blanco no es un color sino la ausencia de color.  Jesucristo.- ¿Y tú crees que una ausencia puede ser una presencia? Lucas.- Maestro, una ausencia nunca es una presencia.  Jesucristo.- Entonces los sabios de este mundo son ignorantes.  Mateo.- ¿Por qué dices tal cosa de los sabios, Maestro? Jesucristo.- Porque si el color blanco no es un color sino una ausencia todo lo que sea de color blanco, como el caballo de Santiago, no existen por ser precisamente ausencias.  Zaqueo.- ¡En verdad que sois inteligente, Jesús! ¡Mucho más inteligente que todos los demás sabios de este mundo juntos! Acabo de entender que el caballo blanco de Santiago no existe para los sabios de este mundo pero todas las personas que no somos sabias vemos el caballo de Santiago y vemos que es de color blanco. ¿Por qué sucede esto, Señor? Jesucristo.- Porque los sabios de este mundo dedican gran parte de sus vidas, e incluso algunos de ellos todas sus vidas, a crear teoremas teóricos que, al ponerlos en la práctica, resultan totalmente inservibles.  Zaqueo.- ¿Pero no son ellos quienes dirigen la educación de los niños y la forma de pensar de los adultos? Jesucristo.- Por eso muchos niños y muchos adultos desconocen las verdades de Dios. Les introducen en los dogmas pero los alejan del conocimiento. Juan.- Amado Maestro. ¿Qué se puede hacer para escapar de esa paradoja que nos convierte en ignorante cuánto más queremos saber? Jesucristo.- Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Tomás.- ¿Qué clase de libertad nos da tu palabra que los sabios de esta tierra no nos pueden ofrecer? Jesucristo.- Siempre tú y tus dudas, Tomás. Arpende bien lo que te digo para que no te llames nunca a engaño y para que nadie te engañe jamás. En base a la libertad se ahn cometido y se siguen cometiendo grandes abrraciones como las guerras o las dictaduras de quienes dirigen los pueblos, la esclavitud, la explotación de muchos ignorantes por unos pocos que se las dan de sabios y otras muchas cosas tan denigrantes o más que ellas. ¿Sabes por qué sucede todo eso en nombre de la libertad? Tomás.- ¿Porque la libertad sólo la poseen unos pocos y es patrimonio particular de unos pocos? Jesucristo.- Veo que esta vez has pensado muy bien Tomas y llevas una gran razón en lo que dices pero hay algo que todavía no has descubierto y que es más verdadero que lo que has dicho. Tomás.- Dudo que haya algo más verdadero. Jesucristo.- Esta vez tu duda es una ignorancia; puesto que resulta que la libertad no existe ya que todos los humanos estamos atados a unos hilos para poder movernos libremente. Si admitimos que la libertad es vivir sin atadura alguna llegamos a la conclusión de que somos como cometas que, al quitarles los hilos que la hacen volar, primero se queda bamboleando de un lado para otro sin rumbo fijo y, después, cae al suelo para no poder levantarse ya jamás. Por lo tanto la libertad no existe sino que somos cometas que para poder volar necesitamos atarnos a algo que nos haga movenos libremente. Sólo existen, en realidad, dos conceptos: o la liberación o la condenación. La condenación es atarnos a hilos que nos conducen a la perdición de nuestras almas mientras que la liberación es atarnos a hilos que conducen a la exaltación de nuestras almas. La libertad no existe pero la liberación se puede conseguir y para deciros cómo lograrlo es para lo que yo he venido a la Tierra. Ni yo mismo soy libre porque estoy atado al Dios Padres a través de los hilos del llamado Espíritu Santo. Ataos a los hilos del Espíritu Santo y yo no os haré nunca libres sino que haré con vosotros algo mil veces mejor que se llama liberación.  Pedro.- ¿Entonces por qué hay tantísimos oradores que solo nos hablan de libertad en todos los sentidos? Jesucristo.- Porque tienen sus propios intereses politicos, económicos, sociales y religiosos y a esos intereses los llaman libertad. ¿Comprendéis ahora la trampa? La libertad no existe y la pregonan quienes quieren hacer creer a los pueblos que existen porque los someten a la esclavitud de estar atados siempre a sus hilos conductores. Lo que sí existe es la liberación a través de los hilos del Espíritu Santo que nunca jamás esclavizan sino que liberan del todo porque carecen de toda clase de intereses y Dios los regala a cambio de nada. La libertad se paga con un precio muy alto: el sometimiento a los intereses de quienes ostentan los poderes fácticos de la sociead. La liberación se obtiene sin pagar nada por ella. Yo os libero en el nombre de mi Padre pero no os doy una libertad que jamás existe. Por eso yo prefiero no mentiros jamás y liberaros de todos vuestros pecados a través del conocimiento de la Palabra de Dios; con una sola excepción que confirma la regla: si insultáis al Espíritu Santo el Padre, no yo que soy Amor sino el Padre que es Justicia, no os perdonará jamás.  Lucas.- ¿Estás diciendo, Maestro, que el conocimiento es superior a la sabiduría? Jesucristo.- No os lo estoy diciendo sino que os lo estoy afirmando. Pero también hay que tener en cuenta que para obtener el conocimiento hay que ser sabio y entender que sin sabiduría no se llega al conocimiento y sin conocimiento no se llega a la liberación. La sabiduría, por sí sola, no nos libera de nada; pero la sabiduría, cuando se basa en el conocimiento, nos libera del todo. Y tened en cuenta que la ignorancia no es solamente una carencia sino un pecado y el Padre vomitará a los ignorantes hacia el Infierno. Poned las naciones en manos de los ignorantes y habréis destruido a las naciones.  Tadeo.- Maestro... Jesucristo.- Habla sin miedo, Judas Tadeo.  Tadeo.- ¡Eres muy generoso al ofrecernos tus conocimientos! Jesucristo.- ¿Qué es la generosidad, Judas Tadeo? Tadeo.- Todo aquello que se da sin pedir nada a cambio. Jesucristo.- ¿Qué es la generosidad, Judas Iscariote? Iscariote.- Es totalmente justo que todo lo que se da tenga siempre que recibir algo a cambio de lo que se da. Me parece que es justo y honesto que todo tenga un precio.  Jesucristo.- ¿También la condenación de un inocente tiene un precio? Iscariote.- ¿Por qué tienes que decirme eso a mí y no se lo dices por ejemplo a Juan? ¿Es que Juan es mejor discípulo que yo? Jesucristo.- Cuando nos miramos a un espejo respondemos a esa clase de preguntas. No soy yo quien lo dice sino el espejo de cada uno de nosotros. Zaqueo.- ¿Qué quiere decir eso, Mesías? Jesucristo.- Escucha bien esto, Zaqueo: somos nadie confundidos en la nube perentoria de que somos alguien compuesto de cosas que se bifurcan entre la claridad y la niebla. La claridad nos despeja las dudas. La niebla nos confunde siempre.  Zaqueo.- Me gustaría aprender más de esos espejos a los que te refieres, Jesús. Jesucristo.- Zaqueo, absurda se vuelve la materia de los espejos sin luz. Es como hundirse en un vacío sin ninguna otra cosa que el espectral fantasma de la Muerte. No tiene ninguna clase de recompensa vivir dentro de esos espejos oscuros de las drogas, el sexo fornicario, el alcohol y la violencia de cualquier grado y clase que sea. Te miras en ellos y no ves más que una sombra oscura de ti mismo. Nunca eres tú mismo, compañero, viviendo dentro de esa clase de espejos; porque debes saber que la oscuridad de esos espejos quiere decir que no son los míos. Nunca lo han sido. Y nunca lo serán. Que el mío y los que me acompañan son espejos con luz incluso en las noches más negras que te puedas imaginar. Valga también esto para las mujeres.   Zaqueo.- ¿Y qué tiene que ver la libertación con tod ello? Jesucristo.- Te lo voy a razonar, Zaqueo. Puedes hundirte si quieres, porque tienes libertad de decisión, en esos oscuros espejos de los que te estoy hablando; pero en ellos no estarán nunca tu yo y serás, en ese caso, un ser deambulando por calles sin salida alguna. Sin embargo, ya ves, nosotros caminamos por miles de senderos con Luz de Vida Eterna. Atrévete a salir de la oscuridad. Sólo depende, únicamente, de saber decir No. Zaqueo.- ¡Yo digo rotundamente no a los espejos sin Luz de Vida Eterna! Jesucristo.- Entonces, compañeros y amigos míos, id todos a descansar porque Zaqueo y yo tenemos cosas de las que hablar que sólo le interesan ahora a Zaqueo y a mí.  Zaqueo.- Salgamos al jardín, Señor...  Jesucristo.- ¿Por qué quieres que sea en el jardín? ¿Qué es el jardín para ti, Zaqueo? Zaqueo.- Paseando por los jardines nos vemos continuamente embarcados hacia las búsquedas propias. Esta es nuestra búsqueda y nadie nos lo va a impedir que la encontremos cuando tenemos la real voluntad de hacerlo. Jescristo.- Vayamos entonces a pasear por el jardín si estás tan seguro de eso.  SE BAJA EL TELÓNFIN DEL SEGUNDO ACTO.    ACTO TERCEROESCENARIO.- Jardín de la casa de Zaqueo. Jesucristo y Zaqueo están charlando mientras caminan con pasos muy lentos. Zaqueo.- Antes de concerte a ti, Jesús... yo he tenido que soportar muchos sufrimientos...  Jesucristo.- La pretensión del sufrimiento es muy difícil de interpretar para la mayoría de los seres humanos. Sólo Dios sabe por qué existe. Pero te puedo afirmar que Dios no lo hace para humillar a nadie sino para ayudar a muchos.  Zaqueo.- No te entiendo, Jesús...  Jesucristo.- Quiero señalarte algo importante Zaqueo. He escuchado tu sufrimiento personal varias veces. No una ni dos sino varias veces. Y he encontrado un ser completo que se duele de tanto querer vivir.  Estás llena de guarismos singulares. Tan singulares que tienes dentro de ti una gran capacidad de sentimiento. Relaja tu existencia. Eres una verdadera incógnita para ti mismo y estoy seguro de que tus días te irán llenando de fuerza. Eres diferente a los demás porque eres simplemente singular y, si te paras un momento a detener tu camino, verás que todos los seres humanos importantes, no me refiero a los famosos ni a los falsos ídolos sino a los seres humanos importantes como tú, son profundamente singulares. Saca tu sonrisa para vencer a tu dolor. Tienes algo muy interesante en tu manera de ser: eres tú mismo sin ambages. Y eso lo puedes transmitir con facilidad hacia el exterior. Así que no te disipes por culpa del sufrimiento y cuando tengas deseos de sacar hacia el exterior todo lo inmenso que tienes dentro de cuéntalo a todos los que también sufren porque, aun sin conocernos personalmente, formamos una verdadera patria. ¿Te has dado cuenta de que hablando de nada has estado hablando de un montonazo inmenso de cosas?. ¡Bravo por hacerte persona de nuestra connatural patria! ¡Cuántos dolores como el tuyo hemos podido expulsar todos nosotros gracias a Dios!. Estamos aquí, al otro lado de cada uno de nuestros mundos propios pero muy juntos con el corazón. Zaqueo.- ¿Eso forma parte de la liberación que ofreces? Jesucristo.- Exacto. Hay mucho que pensábamos que era importante para nosotros pero, de repente, nos damos cuenta de que nos sobra, de que lo que nos hacía sufrir era un falso espejismo y entonces dirigimos nuestra verdad a Dios para liberarnos de lo que no éramos aunque los demá decían que sí. Nos habían echo creer que éramos solamente unos sufridores y eso no nos dejaba ver la verdad que Dios tiene para con nosotros. También a nivel existencial cuando empezamos a sufrir, Dios nos convoca a su encuentro para encontrar su ayuda. La garantía de que Él es la solución es total. Súbete a la cruz y superarás todo el dolor porque en esa cruz estaré yo muy pronto para sanarte a ti y a todos los que sufren como tú. ¿Qué era el sicómoro donde te subiste para verme pasar? Era el escalón que debías de subir para dejar de ser un enano y pasar a ser un hombre grande. Desde el sicómoro veías a todos los demás más pequeños que tú. Para eso he venido yo a la Tierra. Zaqueo.- Pero no puedo olvidar que soy pequeño. Jesucristo.- ¿Nadie te ha dicho que al Padre le gustan los pequeños? Alza la vista y mira a las nubes. Cuando las ves sabes que puede ser tan grande como para poder verlas. ¿Comprendes, Zaqueo? ¿Qué opinas ahora de la grandeza humana? Zaqueo.- Creo que el hombre es grande sólo cuando tiene una identidad personal propia que le hace distinto ante los demás pero igual ante los ojos de Dios. Jesucristo.- ¡Tú lo has dicho, Zaqeuo! ¡Bendita sea nuestra identidad personal propia que se manifiesta como un estallido de ritmos cosmovisionistas que se proyecta en cada una de nuestras interpretativas representaciones en este teatro llamado vida!. La mejor manera de describirnos es hacernos gestores vigorizadores de nuestros continuos sentimientos, recorrer el camino de nuestros a veces altos y a veces pequeños sueños para sentirnos aire, sangre, esperma de anhelo hecho realidad gracias al esfuerzo redentor de todos nuestros sentidos. Y es a lo largo de ese camino cuando nos debemos preguntar ¿cómo nace mi conciencia? ¿cómo crece mi entendimiento? ¿cómo surge mi esperanza? ¿cómo termina de forjarse mi destino? En el Padre Dios están incluídas todas las respeustas inclaudicables: nace mi conciencia cuando aprendo a leer en los árboles, en los riachuelos, en las flores silvestres, en el viento abrazador, en la mitad de una mata de paja, en las manos de un anciano, en los lloros de un niño, en los ojos de los seres humanos… crece mi entendimiento cuando como habas que ha cultivado el agricultor, cuando bebo agua que ha caido de la lluvia, cuando siento mi alma crepitar en los crepúsculos… surge mi esperanza cuando meto sentimientos a mi cuerpo, cuando danzo al magno compás de las cuatro estaciones que se van acumulando en mi existencia, cuando mi sensualidad se hace desenfado de trópicos arrullados en el centro imponente del universo… y termina de forjarse mi destino cuando soy parte de ese escenario que resume todo el crisol de mis ideas expandidas por el cosmos de mi persona que, en ese momento, se hace cultura hegemónica, proyecto maduro de mis propios parámetros y vitrina de mi alma ante los ojos del planeta. Sin Dios Padre todo eso es imposible de alcanzar en su verdadero sentido divino. En lo humano sí. En lo humano se pueden lograr muchas metas. Pero en lo divino está la única meta que nos hace grandes de verdad.  Zaqueo.- Entonces... ¿los que niegan la existencia de Dios diciendo que todos somos iguales están mintiendo?...  Jesucristo.- Están mintiendo descaradamente. Dios existe y ellos lo niegan solamente para convertirse en dioses ellos mismos. Dios reparte diferentes dones y diferentes talentos a cada ser humano porque cada ser humano es diferente a los demás y por eso lo que deben recibir todos los seres humanos no es un salario igual para todos sino un salario digno para todos. Los que niegan la existencia de Dios y el beneficio del capital a repartir a cada uno según sus dones y sus talentos mienten descaradamente para esclavizar a los obreros. En las Viñas del Señor todos son diferentes pero todos son dignos. La solución de los humanos no es que todos sean pobres sino que nadie sea pobre. Para Dios todos son distintos pero todos son dignos ¿Comprendes la gran diferencia entre los que creen en mis palabras y lo que las rechazan porque no les interesa que los demás las crean para no quedarse solos y sin intereses ocultos que encubren para no ser descubiertos como farsantes de la sociedad? ¿Sabes ya pro qué les interesa engañar a todos los demás diciendo que Dios no existe? Zaqueo.- Porque de esa manera ocultan sus aviesos intereses particulares de vivir como ricos a costa de la pobreza de los demás y convertirse ellos mismos en falsos dioses.  Jesucristo.- ¡Exacto, Zaqueo! ¡Tú lo has dicho y has dicho una gran verdad! Zaqueo.- ¿Cómo se hace entonces para ser grande ante los demás hombres y ante Dios? Jesucristo.- Inmensa es la llamada del Padre. Uno se dispara, corre a adecentar el lugar, a ponerlo limpio, aseado, en condiciones de recibirle y ¿cómo se hace esto?. Pues, quitando los trastos, todos los pecados, confesándose, poniendo orden en la casa espiritual y eso es lo que has hecho tú pasando de pagano a cristiano así de un momento repentino como es toda la conversión verdadera, quitándose de encima lo que te manchaba, lo que hacia que todos te miraran mal porque eras un ladronzuelo que se quedaba con parte de los impuestos, engordando la cifra que tenían que pagar. Antes decía todo para mí y ahor adice para mí sólo lo que me corresponde. ¿Has comprendido del todo? Zaqueo.- ¡He comprendido del todo! ¡Bendito sicómoro! ¡Bendita sea mi pequeñez que me llevó al encuentro contigo! ¡Bendita angustia que me lleva al Padre, a reconocerlo como Dios e implorar su ayuda, cuando no podía más!  ¡Bendita podredumbre y miseria egoísta que te llevó a ti a decir: "conviene quedarme en tu casa"! ¡Bendito pecado que mereció tan grande redención! SE BAJA EL TELÓNFIN              
El Estado Islámico se ha convertido en tema predilecto para una historia de zombis amenazando con degollar a los excursionistas que se atreven a darse una vuelta por la montaña con ojos. Zombis musulmanes que, ciegos de ira y odio, jamás conocen la verdad de lo que se llama felicidad. Ellos basan su futuro en el habla de los machetes y las bombas incendiarias. Dos maneras de morir para dejar de existir y hundirse en la nada. Les falta el valor de los hombres mientras se soban los unos a los otros mostrándose como criminales sin conciencia. Pedir conciencia a los del furibundo islam es pedir que sean seres humanos. Y no lo son.  La pandemia desatadas por esta clase de impotentes encoge el corazón de quienes creen que sus siniestras demostraciones les van a llevar a algún espacio triunfal. Si nos damos cuenta, después de tantas décadas de terrorismo, no han conseguido conquistar ni un solo palmo de terreno a los países cristianos. Son incapaces de hacerlo y a lo único que les lleva su desesperación es a marcharse de este mundo aburridos del vivir, danzando alrededor de las moscas y embriagándose por culpa de su inadaptación al universo de las libertades. Quienes sólo saben hablar con actos de terror olvidan algo muy importante: la Historia de la Humanidad sólo recogerá en sus páginas la incapacidad de los islamistas para convertirse en los héroes que buscan ser cuando, en realidad, sólo producen asco y jamás llegarán ni a la categoría de personas en esta película de sus necedades que podemos llamar, claramente y sin tapujo alguno, la impotencia del islam.  La barbarie como estrategia no es ninguna alternativa para conquistar a las naciones. Pero los islamistas no saben lo que es el Amor y por eso topan los unos contra los otros enloquecidos porque muy pronto sólo seran olvido. Un olvido que no llamará la atención de ningún ser humano que sea hombre o mujer viviendo en la felicidad de saber que el Estado Islámico es la necedad más grande construida por los zombis que ya deambulan disparándose entre ellos mismos su asco por vivir. Por eso en los demás sólo producen indiferencia.       
Elisabet (TeatroCristiano) ACTO PRIMEROESCENARIO.- Casa de Zacarías y su esposa Elisabet en Nazaret. Elisabet está tejiendo una bufanda con lana de oveja mientras habla en voz baja.  Elisabet.- Soy una mujer afortunada. Dios me ha dado un esposo que me ama de verdad y yo le corrspondo de la misma manera. No ah querido mi Dios que tengamos descendencia alguna proque yo soy estéril. Pero no tengo ninguna queja que hacer a mi Dios. Solamente siento un poco de añoranza porque sí me hubiese gustado tener algún hijo pero acepto los designios de Yahveh y le estoy agradecida por todo lo que me hadado.  Aparece una neblina de color azuly se escucha la Voz de Dios.  Voz de Dios.- ¡Bendita seas, Elisabet! Tu esposo Zacarías, sacerdote de la clase de Abías, y tú que eres de las hijas de Aarón, el primer sacerdote de Israel, me habéis sido siempre fieles! ¿Quieres recibir la recompensa que os habéis merecido?  Elisabet.- ¿Eres tú, Señor? Voz de Dios.- ¡Soy yo, tu único Dios, Elisabet! Elisabet.- Sabes que tanto Zacarías como yo tenemos mucha experiencia en la virtud del ánimo y la pasión por ti. Voz de Dios.- ¡En verdad que os bendigo pro ello! Tú, Elisabet, reúnes en un solo canto de futuro toda una concepción anímica de alba y luces. Dulce y pura es tu alma. ¿Quieres pedirme algo? Elisabet.- Soy un proceso de continuas esperanzas allegadas del lindero conceptual donde las blandas sombras de los sauces lloran la pérdida de la luz.Sé que no peudo pedirte nada porque me has dado ya demasiado. Yo acepto el Destino que tú has preparado para mí. Hay quienes se niegan a aceptarlo pero yo nunca jamás lo rechazaré como jamás te recharé a ti, Yahveh.  Voz de Dios.-  El Destino del que hablas es esa realidad llena de sentido por la cual a veces se siente  fe y a veces se siente miedo que tener esa fe. ¿Cuál es tu sueño todavía no cumplido? Elisabet.- Quizás sea un pecado soñar con que tengo un hijo.  Voz de Dios.- Tus sueños no son pecados, Elisabet, porque te moldean para seguir siendo existente. Y eso es la fe en el Destino. Si crees en mi tu sueño puede ser una realidad.  Elisabet.- ¡Qué importante e interesante es escuchar la voz amada a nuestro lado!. Esa voz que nos inunda de expresiones y se convierte en la inquebrantable compañía en el misterioso mundo del amor que nos alegra el alma y  nos aquieta el corazón para suavizarlo de los dolores.  Voz de Dios.- ¡Alegra el ánimo porque tendrás mucha más felicidad de la que ya tiene! ¡Muy pronto verás mi poder y cómo tu oculto sueño se convierte en realidad! ¿Crees en la verdad de mis palabras? Elisabet.- ¡Creo!  Desaparece la neblina azul y con ella la Voz de Dios en el mismo momento en que entra en escena Zacarías y Elisabet se levanta, sale a su encuentro y le abraza amorosamente.  Elisabet.- ¡Buen día, mi amor! ¡Cuéntame sobre cómo te ha ido en la jornada! Zacarías la aparta ligeramente.  Elisabet.- ¿Qué sucede Zacarías? Zacarías por medio de señas le hacer comprender que se ha quedado mudo. Elisabet.- ¡Dios mío! ¿Por qué? ¿Qué pecado has cometido siendo siempre un hombre de Dios tan bueno como lo has demostrado ser? Zacarías le pide, con gestos, que tenga calma. Le pide que le traiga unas cuantas tabletas y un punzón para escribir.  Elisabet.- ¿Estás queriendo decirme que vas a contármelo todo escribiendo en tablitas para que yo las lea? Zacarías dice que sí con la cabeza y se sienta en la silla que hay al lado de la que ocupaba ella quien, tras traer todo lo pedido, se sienta a su lado. Zacarías coge una tablilla, escribe con el punzón y se la pasa. Elisabet.- Estaba yo ejerciendo como sacerdote delante de Dios según el orden de la clase y conforme a la costumbre del sacerdocio.  Zacarías vuelve a escribir en otra tablita y Elisabet vuelve a leer. Elisabet.- Me tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando en dicha hora.  La mano de Zacarías comenzó a temblar ligeramente. Elisabet.- Tranquilo, amor mío. Te estás sincerando ante Dios y eso es lo importante. Sé que tus emociones son cálidas y que aúnan miles de sorpresas diferentes y a la vez tan yuxtapuestas que podemos decir que la personalidad propia de Dios nos convierte en seres con sentires transitivos. Ten presentes que siempre estaré a tu lado porque Dios es mi patria y tú eres mi hogar para comnformar que mi corazón siempre late amor por ti. No sabes cuánto comparto tus sentimientos, Zacarías.  La caricia de Elisabet al rostro de Zacarías hace que éste vuelva a recobrar su estado de ánimo positivo. Y vuelve a escribir en otra tablita.  Elisabet.- Entonces fue cuando se me apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. Y me turbé al verle y me sobrecogió el temor.  Zacarías deja de temblar y ahora escribe con mayor confianza en otra tablita. Elisabet sigue leyendo lo que Zacarías escribe. Elisabet.- Pero el ángel me dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída. Yo soy Gabriel y vendo de parte de Yahveh para afirmarte que tu mujer Elisabet te dará un hijo y le pondréis de nombre Juan, que significa "El que es fiel a Dios”. Zacarías se inquieta y, por señas, le pide a Elisabet un vaso de agua. Ella se levanta, llena un vaso de agua de la jarra que hay sobre la mesa, y una vez que Zacarías se lo ha bebido vuelve a escribir con ánimo fortalecido. Elisabet.- Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento porque será grande delante de Dios. Zacarías ya no tiene temor alguno y coge otra tablilla que luego lee Elisabet.  Elisabet.- No beberá vino sino sidra y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre. Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos.  Elisabet sabe que Zacarías deseaba tener un hijo lo mismo que ella, pero que habían decidio aceptar la Voluntad de Dios.   Elisabet.- Escucha, Zacarías. Dios no es deudor de nadie y Dios hace Justicia Total y Plena no en el ´”más allá” como creen muchos ignorantes en este tema sino que la Justicia Total y Plena de Dios se lleva a cabo en esta Tierra, en plena vida. Pensemos. Razonemos. Y saquemos conclusiones claras. Estas palabras animan a Zacarías para seguir escribiendo. Zacarías.- E irá delante del pueblo con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor, al verdadero Mesías Prometido, teniendo a su pueblo bien dispuesto para recibirle. Zacarías se detiene por uno segundos antes de coger otra tablita. Elisabet.- Amor mío. Yo pienso que somos realidades concretas precisamente porque Dios es un Ser Absoluto. De su potencia creadora nacemos todos los hombres y mujeres de la Tierra. Y confesar eso una Verdad que sabemos que es una Verdad. Muchos minimizan esta cuestión pero es que muchos quieren ser dioses. Vanidad de vanidades es este mundo cuando no tenemos al Espíritu de Dios en nuestro interior. Sigue contando sin miedo porque los dioses paganos no existen.   Zacarías vuelve a escribir.  Elisabet.- Yo le dije al ángel: ¿Cómo podré conocer que lo que dices es verdad? Yo soy ya muy viejo y mi mujer de edad muy avanzada y estéril.  La mano de Zacarías vuelve a temblar cuando escribe la siguiente tablita. Elisabet.- El ángel me respondió: "Yo soy Gabriel que esto delante de Dios; y he sido enviado a hablarte y darte estas buenas nuevas.  Elisabet sujeta la mano de Zacarías antes de que vuelva a escribir en otra tablita. Elisabet.- La confianza en Dios es lo que vivimos siempre más cerca de nuestro corazón y más lejos de nuestra razón. Por eso creer es más que filosofar. Por eso creer es más que racionalizar. Por eso creer es más que contar. Y por eso creer es más que impresionar.  Zacarías coge otra tablita y escribe con la mano derecha temblando visiblemente. Elisabet.- Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar hasta el día en que todo esto se haga realidad, lo cual se cumplirá muy pronto y a su debido tiempo.  Elisabet.- ¡Dios se ha apiadado de nosotros y va a hacer el milagro para que nuestro sueño común, tener un hijo que en este caso será varón, se convierta en una gran verdad! Y ahora, Zacarías, no tengas miedo de Dios y ve a descansar porque lo necesitas.  Zacarías se levanta y se marcha del escenario hacia su dormitorio. Elisabet queda sola y se pone de rodilla. Elisabet.- ¡Gracias mi Dios! ¡Sólo puedo darte las gracias por todo lo que vas a hacer! ¡por fin tendré una gran descendencia a pesar de todos los agoreros que decían lo contrario! Aparece de nuevo la neblina de color azul y se escucha otra vez la Voz de Dios.  Voz de Dios.- ¡Bienaventurada eres, Elisabet, porque me agrada tu fidelidad! ¡Todo lo que Gabriel le ha dicho a tu esposo Zacarías es cierto y será una realidad! Juan convertirá para mí Causa bautizando a tantos hombres y mujeres que no sólo se convertirá en santo sino que habrá muchos que creerán que es el Mesía Pormetido.  Elisabet.- ¿De qué manera saldrán de ese error? Voz de Dios.- Será tu propio hijo Juan Bautista quien hará saber a todos que él no es el Mesías sino el que prepara la llegada del Mesías que tendrá por nombre Jesús que significa "Yo soy el Salvador y el Salvador es Yahveh".  Desaparece la neblina y deja de escucharse la Voz de Dios mientras Elisabet se pone de rodillas. Elisabet.- ¡Hágase tu voluntad, Dios mío! SE BAJA EL TELÓN. FIN DEL PRIMER ACTO. ACTO SEGUNDOESCENARIO.- Cocina de la casa de Zacarías. Elisabet, cuyo embarazo ya cumple los seis meses sin ninguna clase de complicación, está cantándoles a Dios Yahveh.  Elisabet (cantando).- ¡Tu fidelidad es grande, tu fidelidad incomparable es! ¡Nadie como tú Bendito Dios! ¡Grande es tu fidelidad! ¡Tu fidelidad es grande, tu fidelidad incomparable es! ¡Nadie como tú Bendito Dios! ¡Grande es tu fidelidad! ¡Tu fidelidad es grande! ¡Tu fidelidad incompable es! ¡Nadie como tú Bendito Dios! ¡Grande es tu fidelidad! ¡Tu fidelidad es grande, tu fidelidad incomparable es! ¡Nadie como tú Bendito Dios! ¡Grande es tu fidelidad! ¡Tu fidelidad es grande, tu fidelidad incomparable es! ¡Nadie como tú Bendito Dios! ¡Grande es tu fidelidad! ¡Tu fidelidad es grande! ¡Tu fidelidad es grande! ¡Tu fidelidad es grande! ¡Grande es tu fidelidad! Aparece Zacarías y la besa en la boca con amo mientras toma tablitas para seguir esciribiendo y ella las va leyendo. Elisabet.- Veo que cada día estás más contenta.  Elisabet responde a lo escrito por Zacarías. Elisabet.- ¡Juan es el mejor regalo que Dios me ha dado a lo largo de toda mi vida y eso que Dios me ha regalado muchas cosas! ¡No me importa ser una mujer de mucha edad porque gracias a la llegada de Juan voy a ser de nuevo joven tanto por dentro como por fuera! Zacarías escribe otra vez. Elisabet.- ¡Lo creo, Elisabet! ¡En verdad que lo creo sin ninguna clase de dudas! Elisabet se decide a hablar de la fidelidad.  Elisabet.- La fidelidad es cualidad del fiel, del leal, de persona cuyo comportamiento corresponde a la confianza puesta en ella o a lo que exige de ella el amor y la amistad. Yahveh es para mí incluso más importante que tú, Zacarías! Pero no te pongas celoso para nada porque ni te triciono ni te traicionaré jamás y si no hago eso contigo a Yahveh no lo traiciono ni lo cambio por nada. Ni por todas las lentejas del mundo, aunque fuesen de oro, dejaré de ser fiel a mi querido Dios. Para mí amarle más que un deber, puesto que no se obliga a nadie a pertenecer a él, sino que es un amor y una amistad que no tienen precio, por muchas monedas que ponga dendro de la bolsa el supuesto comprador,  y ese amor y amistad es una especie de juramento prestado en vida de agradecimiento. Ser fiel a mi Señor es ser fiel a mis sueños y es por eso que ser fiel a Dios es una cualidad doblemente agradable: amor a un proyecto y amistad hacia un sueño. Ni por todas las lentejas del mundo, aunque sean de oro o vengan envueltas en talegos llenos de miles de monedas, traicionaré o cambiaré a Yahveh por ningún otra clase de dioses sabiendo que Él es el único Dios que existe. Pertenecer a Dios Yahveh es pertenecer a algo muy hondo, muy profundo, muy especial porque supone pertenecer al Mesías Pormetido cuano venga detrás de nuestro Juan. Confieso que me siento orgullosa de ser una más, simplemente una más, de los fieles seguidoresy adoradores de Yahveh y que estoy enamorada de Él porque es un sueño de las musas con la especial música de lo humilde y lo sincero, donde la fluidez del verbo humano se sacraliza en su sencillez y donde la meditación del alma se une al pensamiento para recrear la creación del acontecer diario. ¡Que viva mi Dios Yahveh, que es el único Dios que existe!  Zacarías termina por escribir lo último antes de salir de casa y usando varias tablitas Elisabet (leyendo la primera tablita de la despedida de Zacarías).- Tengo que ir a trabajar para ganar nuestro sustento diario pero antes de salir de casa tengo que decirte algo importante. Elisabet (leyendo la segunda de Zacarías).- Cada pasión nos ofrece momentos únicos. Le pedimos a la vida que sea interesante, que sea algo así como hacerse jugador de fantasías y difundimos nuestros poemas a la belleza femenina como la Gran Noticia de nuestra presencia de hombres auténticos que avalamos nuestra condición varonil con un plus, un bono llamado Sueño.  Elisabet (con la tercera tablita.- Llevamos en nuestro interior el gran trabajo efectuado con nuestras formas unívocas de ser. Somos hombres y no marionetas que no saben a qué género pertenecen. Elisabet (lee la cuarta tablita).-  Ampliamos nuestras vivencias hasta ser los más admiradores de las mujeres guapas que trabajan dentro de nuestras memorias. La enumeración de todas ellas se nos hace infinita y, debido a nuestro crácter varonil, somos tan versátiles como los superclases del estado natural. Como hombres nos definimos y como hombres actuamos.  Elisabet (esta vez ya es la quinta trablita escrita).- Nuestra victoria es, siempre, la fidelidad a la única mujer guapa a la que amamos en todo momento: antes, en y después. Con esto es suficiente para amar solamente a la que nos pertenece de manera individual y jamás la compartimos con nadie de manera colectiva.  Elisabet (sonríe mientras lee la sexta).- Si hemos elegido a la nuestra es porque es la más bella de todas. Y eso es intocable. Elisabet (una vez que Zacarías ha escrito la séptima).- Sumamos días en este proceso de adaptación a las nuevas formas de ser y las nuevas maneras de ver la vida. Cambiamos para mejorar y eso nos permite derrotar a los rivales una y mil veces más que una. No somos falsos como ellos y por eso jugamos nuestras cartas, y las escribimos para dar Acta de sus existencias, sin tener que echar faroles sino a cara descubierta para conseguir, y lo conseguimos, alcanzar la misión imposible que hacemos posible gracias a nuestra Fe. Elisabet (animada a leer la octava).-  Hemos establecido un nuevo récord de fidelidad a la más bella de todas, feliz transformación física y espiritual, que es la nuestra. Nosotros no lo dudamos.  Elisabaet (leyendo la novena).- Por eso cada pasión nos ofrece momentos únicos. Y es que tenemos sentimientos de hombres porque somos hombres. No nos importa lo que sean los demás porque ese no es nuestro problema. Nosotros somos felices con las que nos han conquistado por su belleza singular.  Elisabet (termina con la décima).- Por eso nos merecemos las mercedes de Jahveh, un regalo de Dios a través de la Gracia del Espíritu Santo. Amén. Zacarías le da otro beso en la boca y sale para cumplir con sus obligaciones de sacerdote del Templo en Jerusalén.  Elisabet (vuelve a cantar).- ¡Grande es nuestro Dios y Rey, Creador de todo es Él! ¡Oh puertas ábranse, hagan paso a nuestro Rey! ¡Muros van a caer! ¡Prepárense para la llegada del Mesías! Entra en escena María de Nazaret.  María.- ¡Buen día, prima Elisabet!  Elisabet (besando a María).- ¡Buen día, pirma María! María.- ¿Cómo va tu embarazo? Elisabeth.- Ya son seis meses los que llevo dentro a Juan y sin complicación alguna.  María.- Tengo que contarte algo milagroso. Elisabet.- Vamos a sentarnos y me cuentas. La dos mujeres, primas entre sí, se sientan.  María.- Ayer, estando a solas mientras oraba a Yahveh, entró en mi habitación un ángel y de dijo: "¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres de la Tierra habidas y por haber!" María se siente un poco turbada.  Elisabet.- No te apures y sigue contando. María.- Viendo mi turbación inicial, el ángel siguió hablándome: "María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo cuyo nombre será Jesús que quiere decir el Salvador y el Salvador es Dios. Jesús será grande y será llamado Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David y reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin".  Elisabet.- ¿Qué le contestaste al ángel? María.- Le dije que cómo podría ser eso peusto que no conozco varón alguno ya que soy completamente virgen. Y él me respondió: "Yo soy el ángel Gabriel y vengo de parte de Dios para anunciarte que el Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios" Elisabet.- Creo firmemente que es cierto y que tu Hijo será el único Camino, la única Verdad y la única Vida y que sólo será a través de Él cómo se podrá llegar al Dios Padre. María.- El único temor que tengo es que podrá pensar mi esposo José antes esto.  Elisabet.- No te preocupes por eso, prima María, porque tu esposo José es una santo varón y sabe perfectamente quién es el Espíritu Santo y cómo actúa el Espíritu Santo y no te repudiará porque te ama tanto que daría la vida por ti. Muchos os insultarán a los dos pero él les derrotará a todos al demostrar que es el más varón de todos y el que más hombría tiene. José es el hombre más inteligente de la Tierra y por eso los que murmuren de ti les serán completamente indiferentes. Tiene demasiada hombría como para hacer caso a los murmuradores, gentes de corazón podrido cuyas almas son putrefactas. Lo que va a hacer José es casarse contigo de inmediato para darles a todos ellos en las narices y todos los envidiosos caerán derrotados porque no te va a repudiar ni te pedirá el divorcio sino que serás la mujer más amada de la historia humana. El Espíritu Santo es invencible. María.- Pero no dejaré que José no goce conmigo, como hombre y mujer que somos unidos en santo matrimonio, porque según me anunció Gabriel, con mi esposo carnal José tendré cuatro hijos varones y tres hijas mujeres y por eso Jesús será primogenito mío y unigénito de Dios aunque muchos lo van a querer negar, sin prueba alguna, para hacerme pasar por objeto de adoración sin que se den cuenta de que soy mujer y no virgen para siempre sino solamente con el nacimiento de Jesús. Esto es lo que hará que muchos que se llamarán cristianos cometerán el absurdo de decir que Jesús es hijo de José y no tiene parte divina lo cual, llamándose creyentes, les convertirá en hombres y mujeres erráticos y absurdos porque adorarán a Jesús diciendo que es Dios pero, a la vez, negarán que Jesús es Dios. ¿Comprendes tú tal absurdo? Elisabet.- No te preocupes por esos, María, porque sólo serán bárbaros y herejes; o sea que ninguna importancia tienen para Dios. María.- Hasta mañana, prima Elisabet; me voy porque tengo que servirle la comida a mi esposo José.  Elisabet (abrazando a su prima María).- ¡Bendita tú eres entre todas las mujeres de la Tierra habidas y por haber y bendito es el fruto de tu vientre, llamado Jesús, nacido del Espíritu Santo y, por lo tanto, Hijo de Dios y la segunda parte de la Trinidad que todos los que tenemos claro discernimiento y no estamos confusos sabemos que es Dios Padre, Dios Hijo Nuestro Señor Jesucristo y Dios Espíritu Santo! María (soltándose del abrazo).- Dios Padre es la Justicia, Dios Hijo es el Amor y Dios Espíritu Santo es el lazo de unión entre Justicia y Amor; o dicho de otra manera, Dios Padre es el Pensamiento, Dios Hijo es el Sentimiento y Dios Espíritu Santo es la Acción.  Elisabet.- Es tan fácil de entender que lo comprenderán los niños y las niñas de la Tierra pero habrá muchos sabios tan soberbios que jamás podrán comprenderlo. María.- Escucha esto otro, prima Elisabet: Dios es la Seriedad, Jesucristo es la Sonrisa y el Espíritu Santo es la Alegría.  Elisabet.- Prima María; solo me queda decirte que tú eres el vaso privilegiado que Dios ha escogido para dar de comer y de beber a Jesús de Nazaret y eso es el honor más grande que puede tener una mujer. ¡Ve con Dios, María! Maria sale del escenario y queda Elisabet pensando en voz alta. - Dios Padre es la  Conciencia,  Jesucristo es el Milagro y el Espíritu Santo es la Fe. Creo. Firmemente lo creo. Y también creo que Dios Padre es el Aire, Jesucristo es la Tierra y el Espítu Santo es el Agua. Cielo, Tierra y Mar en una sola Persona. Y lo creo firmemente porque es la única verdad de todas las mentiras disfrazadas de verdades predicadas por los religiosos de la Tierra en cualquier momento, en cualquier época y en cualquier lugar de la Historia de la Humanidad. SE BAJA EL TELÓN.FIN DEL SEGUNDO ACTO. ACTO TERCEROESCENARIO.- Lugar del Templo de Jerusalén donde se lleva a cabo el lavamiento ceremonial antes de que Juan Bautista instaurase el Bautismo Cristiano. Se encuentran Zacarías con el niño, también Elisabet, su prima María futura madre de Jesús de Nazaret, el sacerdote Joshua ben Sie y un buen número de vecinos y parientes. Elisabet se ha presentado con un cordero pascual y un palomino. Zacarías (con Juan en sus brazos cuando Juan sólo tiene ocho días de vida).- Aquí presento ante mi Dios Yaveh a mi hijo. Joshua.- ¿Habéis traído un cordero de un año para celebrar el holocausto y un palomino para la expiación? Elisabet.- Aquí los tenéis, sacerdote Joshua, aunque esto creo que es solamente un ritual que para Dios no tiene importancia alguna al llegar la hora de la verdad. Joshua (escandalizado).- ¿Cómo puedes decir tal aberración, Elisabet, precisamente en el momento en que se va a llevar a cabo el lavamiento de tu hijo? Elisabet.- Mi hijo está llamado a ser alguien diferente...  Joshua (intrigado).- ¿Puedo saber cómo será de diferente respecto al resto de los judíos?  Elisabet.- El carácter, como sabemos por sicología general, no es el mismo para todas las personas y, derivado de ese carácter, se producen actitudes distintas que provocan acciones muy diversas y variadas. Mi hijo será distinto a todos los demás judíos porque hará acciones muy diferentes a las que hacen los demás judíos.  Joshua.- ¿Estás diciendo que será un rebelde? Elisabet.- Será un rebelde para quienes sean solamente fariseos, falsos, mentirosos, hipócritas, impostores, traidores, desleales, infieles, simuladores, farsantes, maliciosos, solapados, emvaucadores, embusteros, engañosos, santones, santurrones, beatos, mojigatos y gazmoños Joshua.- ¿Qué clase de monstruo queréis educar? Elisabeth.- El más rebelde y sincero hombre de su época hasta que llegue destrás de él alguien que será mucho más rebelde y mucho más sincero. Joshua.- ¿Cómo se llama el padre de esta criatura? Elisabeth.- Su padre es sacerdote y se llama Zacarías.  Joshua.- ¿Y por qué no lo dice él? ¿Acaso le habeís quitado toda su voluntas y criterio propio? Elisabeth.- Lo que sucede es que se ha quedado mudo por mandado de Dios. Joshua.- ¿Qué pecado ha cometido? Elisabet.- No creer en un momento, y sólo por un momento, lo que muchos hombres y mujeres no creerán durante todas sus vidas. Lo de mi amado esposo Zacarías tiene fácil arreglo pero lo que les pasará a muchos hombre y mujeres de la Tierra no tendrá ningún otro remedio que irse directamente al Infierno. Estoy siendo clara y honesta.  Joshua.- Dejemos ahora discusiones complicadas, confusas y embrolladas. Como su padre se llama Zacarías este niño será llamado Zacarías que significa a quien Dios recuerda. Elisabet.- Pues va a ser que no, sacerdote Joshua ben Sie, porque resulta que mi hijo se llamará Juan que quiere decir el hombre fiel a Dios. Joshua (con ira).- ¡Las mujeres tienen prohibido elegir el nombre de sus hijos estando vivos los varones que están casados con ellas! ¡Como Zacarías no puede hablar yo mismo lo voy a bautizar con el nombre de Zacarías! Zacarías agarra al sacerdote antes de la celebración del nombre de su hijo.  Joshua.- ¡Eso es, Zacarías! ¡Así se impone de verdad un hombre delante de las mujeres! ¡Ellas son seres débiles y se dejan llevar por las tonterías que imponen las modas revolucionarias! ¡La tradición es la tradición y se llamará Zacarías aunque todas las mujeres del mundo se uniesen contra mi decisión! Pero Zacarías da la sorpresa a todos los allí reunidos porque milagrosamente recupera el habla. Zacarías.- ¡Mi hijo se llamará Juan! Joshua (sorprendido).- ¡Esto es un milagro pero no te entiendo, Zacarías! ¡Si se ha producido este milagro es para que me agrades a mí y no a tu esposa! Zacarías.- ¡Mi hijo se llamará Juan porque es lo que le agrada a Dios! Joshua.- ¡No, no y no!  Ante la resistencia de Joshua ben Sie se escucha un trueno y comienza a relampaguear. Joshua (temblando de miedo).- Esto... está bien... no ofendamos a Dios... Y en medio de una furiosa tormenta Joshua pronuncia el nombre.  Joshua.- ¡Desde ahora mismo te llamas Juan! Elisabet.- ¡Y para su conocimiento, sacerdote fariseo, será conocido como Juan Bautista! ¡No lo olvide jamás!  Suena otro trueno, vuelve a relampaguear y se escuCha la tormenta. SE BAJA EL TELÓNFIN                  
1973. La vida sentimental comienza a tener visos de película de interés general. ¡Qué cosas tiene el amor! Y es que el amor se está convirtiendo en una especie de comedia donde todos los comediantes buscan sus parejas dándose codazos como si estuviesen apurando las últimas horas del reloj de las emociones y hay que coger a tiempo el metro para llegar hasta la estación del sol. ¡Qué cosas tiene el amor! Veo desfilar, en este año de 1973, a mis amigos y a mis enemigos en un mismo quehacer: los esfuerzos por engancharse a la cola del vestido de novia para asegurarse una plaza en este "ruedo ibérico" del "ya se han casao ya se han casao ya se han casao se han casao se han casao" mientras los curas hacen su agosto. 1973 es año de apuros románticos y las casaderas se pelean utilizando hasta las artes marciales por el ramo de la recién casada para ser ellas las siguientes. Los mozos de las "corridas" se mueven en plan de "novilleros" y asoman "cuernos" por muchas partes del patio de las comedias. ¡Qué cosas tiene el amor!. Por ejemplo: Germán Lorente no deja pasar la oportunidad del "carrusel" social para, en este inolvidable 1973 de las emociones "contenidas" ante un vaso de café con leche en las "maquinarias" de los oficinistas (como lo son los "bancarios") hacer que dos hermanos, Celia y Paco, que trabajan en los almacenes más importantes de la ciudad (quizás es que en "El Corte Inglés" está sucediendo lo mismo que en el Banco Hispano Americano), así como en aeropuertos (para pillar a la siempre penúltima extranjera o al extranjero ingenuo y darse el "lote" antes de pasar por "vicaría"), y otros lugares/ligares (que quiere decir sitios donde se "liga" para "ligarse" antes que los demás se den cuenta como en "Sésamo" y sus modorras de "sangría con piano") que facilitan sus labores delictivas. ¿Será por eso por lo que en 1973 se están poniendo de moda los detectives privados que se contratan para vigilar lo que hace "el pariente" o "la parienta" por si las moscas de la "movida", que ya comienzan a aparecer por el "Chueca" de Madrid, acuden a la "rica miel" de lo permitido con peligro de quedarse atrapados por las patas en el panal? Vender las mercancías robadas a don Dimas, que le paga una ínfima cantidad por ellas parece un chiste malo y... sin embargo... así es este año inolvidable de 1973 donde los "retales" están "por las nubes" y algunos, como los diversos "agustines" que voy conociendo, prefieren "bailar con la más fea" antes de quedarse "para vestir santos". ¡Qué cosas tiene el amor en este año de 1973 donde yo "flipo" en medio de esta zarabanda donde los "ires y venires" de ligones que no se comen roscas se ponen de moda por si "te la quito antes de que te la lleves tú"! Pero yo tranquilo. Yo estoy ya preparando mis estudios de COU para lanzarme a por la carrera del Periodismo en picado y sin paracaídas. Sé que voy a conseguir el objetivo de aterrizar donde deseo sin romperme los sesos.  ¡Qué cosas tiene el amor en este año de 1973! La moda de Peret, Silvia Monti, Eli Gal, José Sazatornil, Luis Sánchez Polack, Rafaela Aparicio, José Luis Coll, María Elena Arpón, María Nevado y Rafael Hernández, es para avisarnos de que tengamos mucho cuidado con el "destape" no vaya a ser que "te den gato por liebre" o te metan "gata por conejo" porque las costumbres son divergentes: los que ansían casarse aunque sea "con lo puesto" antes de que los demás se den cuenta y los que buscan escapar del "casorio" aunque sea a fuerza de confundirse de "acera" e irse "a la de enfrente". Así están las cosas en 1973 y en el horizonte se vislumbra ya una nueva España y una nueva manera de ser español o española "a lo moderno" pero sin olvidarnos del "carro" de Escobar, ese Manolo que, al igual que su homónimo ("el del bombo") hace recordar a media España que la nostalgia siempre vuelve mientras la otra media España duerme en los brazos de un "morfeo" con aguja hipodérmica o a través del "canuto". Es 1973. ¡Qué cosas tiene el amor! Pili sí y Mili no pero, a partir de este mediático 1973, preveo que hay que ponerse "las pilas" para saber quien es Pili de verdad o quien se está haciendo pasar por Pili y te sale "rana" la cosa. Y, por si fuera poco, a las ricas de verdad (que además de ricas están ricas) les empieza a dar por casarse con los futbolistas. Por eso muchos se visten de "pantalón corto" por ver si consiguen "meter un gol" y pasar a la "galería de los afortunados".  Están de moda "Semana", "Hola", "Diez Minutos" y otras muchas "revistas del corazón" y en este año de 1973 el corazón les late "demasié" a los que sueñan con la "reconquista" de los valores patrios: una suculenta "cuenta corriente" aunque ella sea "corriente" porque, como pasa con los muchos "agustines" que estoy conociendo, es mejor "asegurarse una maroma" que quedarse "en cueros" por haberse tirado tantos "faroles" con las "suecas" cuando resulta que terminan casándose con una de "las ballesteras" del Fuencarral. En el Cine Fuencarral hay largas e interminables colas mientras yo observo la vida con mi "Coca Cola" de turno y empiezo a escribir en "Cigarras y Saltamontes". ¡Qué cosas tiene la vida! Este es uno de mis recuerdos más "apañaos" que tengo de mis 24 años de edad. Y es que España y yo somos así, señora. Y no se asuste que vendrán otros tiempos todavía más "ligth".  
Arimatea (Teatro Cristiano) ACTO PRIMERO.ESCENARIO.- Sala de Jucios del Sanedrín. A la izquierda del escenario están, sentados en sus tronos, Anás y Caifás. A la derecha del escenario, también sentados en unas especies de pupitres por parejas, ocho miembros del Sanedrín entre los cuales se encuentran, como compañeros de pupitres, José de Arimatea y Nicodemo. Anás.- ¡El Gran Caifás y yo, el Gran Anás, hemos pedido esta reunión extraordinaria para dictar sentencia contra Jesús de Nazaret y condenarle a muerte de crucifixión como se hace con los ladrones! Arimatea.- ¡Un momento! ¡Tengo que hacer dos aclaraciones! En primer lugar no podemos admitir una condena sin haber estudiado el caso por toda la Asamblea completa y aquí no estamos nada más que quizás la décima parte de todos sus miembros y, en segundo lugar, ¿podemos saber qué es lo que ha robado Jesús de Nazaret para ser condenado a crucifixión como si fuera un ladrón? Anás (enfurecido).- ¡No es necesaria nada más que la décima parte para saber qué es lo que tenemos que decir en contra de ese falso mesías! ¡El resto de la Asamblea no quiere participar porque lo consideran innecesario! ¡En cuanto a lo de ladrón lo es porque nos ha robado la honra, el honor y la dignidad atreviéndose a llamarnos hipócritas delante del pueblo judío!  Arimatea.- ¿Es que si lo hubiese hecho a escondidas como lo hacen muchos no tendría castigo alguno? Anás (empezando a bacilar).- Esto... no es lo mismo...  Arimatea.- ¿Y no es eso una hipocresía de las muchas que tienen los hebreos que ambicionan el poder? Anás (intentando calmarse).- Explícate mejor, José de Arimatea, para poderte comprender.  Arimatea.- ¿La verdad o la mentira? ¿Qué es lo que quieres escuchar para satisfacer tu ego? Anás (enfadado de nuevo).- ¡Nada más que la verdad lejos de la mentira! Arimatea.- Buena disyuntiva que se nos plantea ante una decisión definitiva. ¿Somos hijos de la verdad o somos hijos de la mentira? Estar embarcados en la memoria de los hombres más cultos de Israel nos debe conducir a un significado verdadero partiendo de un significante que sea también verdadero? Anás (confundido por la demostración culta de José).- ¿Puedes explicarte mejor para ser comprendido? Arimatea.- Si estamos en el Sanedrín es porque debemos tener suficiente conocimiento para estarlo. Caifás (ayudando a salir del apuro a Anás).- Lo que te pedimos es claridad de ideas.  Ariamtea.- Voy a ser claro. Una unidad no puede ser una dualidad o, dicho de otra manera, el resultado de una verdad no puede comenzar partiendo de una mentira. Eso lo saben hasta los niños de las escuelas. O partimos de un significante que sea una verdad o no llegamos a un significado que sea una verdad. ¿Eso es entendible? Anás (itnentando controlarse).- Eso es entendible.  Arimatea.- Entonces debemos saber que Jesús de Nazaret nos cuenta sus sueños con suficientes motivos para demostrarnos que Él es la Verdad. Ha sido capaz de detener el tiempo para conseguir que sus palabras sean las mismas en cualquier lugar y en cualquier época. Ningún otro profeta, de los muchos y muy sabios que ha habido, han conseguido lograr hacer realidad tal asunto. ¿Cuál es la verdadera respuesta para decir quién es Él? Anás.- Esto... no tiene sentido buscar esa respuesta...  Nicodemo (Defendiendo la tesis de José).- ¿Por que no sabemos cuál es la respuesta o porque la respuesta es tan evidente que no se quiere saber? Jesús siempre paga lo que tiene que pagar. Caifás.- Los demás también lo hacemos.  Arimatea.- Con la gran diferencia de que Jesús de Nazaret nunca paga con monedas falsas.   Anás.- ¿Otra vez cuestionando nuestra honestidad? Arimatea.- Escucha, Anás. Para que los sueños se hagan realidades, como consigue hacerlo Jesús de Nazaret, tenemos la oblifación de pertenecer a una tierra que nos permita soñar y eso no lo van a permitir jamás los romanos. Pero los romanos no pueden condenarle porque Él predica siempre que hay que dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. ¿Quién tiene poder para decirle a los romanos que son dictadores sin que se sientan ofendidos por ello salvo alguien superior a cualquier otro ser humano? Caifás.- ¡Ambas cosas son imposibles de conseguir al mismo tiempo! Arimatea.- ¡Pues Él lo consigue! ¡Luego es un ser superior y por eso podemos decir que sí es Hijo de Dios! Anás.- ¿Cuál es la razón poderosa por la cual Él se autodenomina Hijo de Dios? Arimatea.- Porque Él sabe de donde procede.  Anás (encolerizado).- ¿Y los demás no lo sabemos? Arimatea.- ¿Cuántos hijos tienes, Anás? Anás.- Todos saben que tengo un total de cinco hijos.  Arimatea.- ¿Sabes cuáles son sus nombres? Anás.- Por supuesto que lo sé. Se llaman Eleazar ben Anás, Jonathán ben Anás, Teófilo ben Anás, Matías ben Anás y Anás ben Anás. Y todos ellos van camino de se sacerdotes.  Arimatea.- De acuerdo pero... ¿sabes el nombre de sus madres?...  Un silencio sepulcral se apodera de la escena hasta que Anás, respuesto del impacto de las palabras de José, brama- Anás.- ¿Qué estás insinuando? Arimatea.- Yo no insinúo nada que el puedo judío no sepa. Tanto tú, Gran Anás, como el Gran Caifás y mcuhos de los miembros de este Sandedrín tienen relaciones sexuales con rameras. Se relacionan con las meretrices usando el dinero y, por lo tanto, las dengiran hasta el límite de comprar sus servicios. ¿Cómo podemos saber de qué madres son todos tus hijos y los hijos de muchos de los que forman parte del Sanedrín? ¡El pueblo sabe que os relacionáis con rameras, meretrices y prostitutas de toda clase! Caifás (fuera de sí por culpa del ataque de ira).- ¡También Jesús de Nazaret se ralaciona con ellas! Nicodemo.- Pero todos sabemos que Jesús de Nazaret vive entre ellas pero no convive con ellas. Y eso le diferencia al resto de todos vosotros. Él considera a las rameras como mujeres con dignidad y nunca las prostituye. ¿Quién teniendo tantas ocasiones de hacerlo como las tiene Él es capaz de decir lo mismo en una sociedad tan corrupta como la nuestra?  Anás.- Supongo que... no es comprensible...  Arimatea.- Es comprensible si sabemos que el tictac del corazón de Jesús de Nazaret es diferente al tictac de cualquier otro ser humano porque nació de María y el Espíritu Santo. Muchos lo hemos visto latir a través de sus actos humanos y sabemos que sólo un ser también divino actúa de esa manera y logra hacer milagros que jamás nadie pudo imaginar. Si eso no es propio de un ser puro, ¿qué es entonces? Caifás (intentando desviar el tema).- ¡Nosotros sólo sabemos que influye en las masas y eso es un peligro para la sociedad hebrea!  Arimatea.- ¿Es un peligro porque resuelve todas nuestras inquietudes? Si no existiera su Verdad sería imposible saber cuál es la Verdad de sus actos que muchos ya quieren ocultar porque les está desnudando el alma. Cualquiera que tenga necesidad de ser tratado como una persona digna sabe que esa es la Verdad de Jesús de Nazaret. ¿Es por eso por lo que queréis condenarlo? Anás.- Estamos intentando evitar la marea.  Arimatea.- Si no existiera la marea no podríamos amar al mar; porque la marea es una parte de la verdad del mar y si no amamos todas sus verdades es que no lo amamos de verdad. ¡Eso es lo que nos está predicando alguien que sólo puede ser el Mesías Prometido del que nos habló Juan Bautista! ¡Amar a todos nuestros semejantes! ¿Cuál es el pecado que comete y que merece la crucifixión si sólo nos habla del Amor hacia todos y para con todos? ¿Algún ser humano anterior a Él ha sido capaz de predicar que hay que amar incluso a nuestros enemigos? ¡Si alguien sabe de alguien anterior a Él que lo haya ido predicando tanto a sus amigos como a sus enemigos que lo diga!  Anás.- No recuerdo a nadie...  Caifás.- Yo tampoco... Arimatea.- ¿No será que Jesús de Nazaret no está tirando del corazón para sentir la verdadera vida de la salvación eterna? Anás.- ¿Una salvación eterna dentro de la vida en esta tierra? Arimatea.- ¡Tú lo has dicho! ¡Así que dejemos ya la hipocresía para ocultar que no conviene que ese sueño se haga realidad porque perderíamos muchísimos de los beneficios que obtenemos gracias a nuestros intereses egoistas! ¡Considero a Jesús de Nazaret el epicentro semiótico de nuestra vida en la Tierra! Con Él se puede navegar por todas las arterias de neustras existencias siendo mairneros en busca de nuestra salvación. Yo no lo dudo. Nicodemo.- Yo tampoco lo dudo. Anás (tremendamente enfadado).- ¡Basta ya de demagogias! ¡O salvamos nuestras costumbres o ese hombre nos convierte en juguetes en manos de las circunstancias! Arimatea.- ¿De qué clase de circusntancias hablas? Anás.- ¡De que perderíamos el poder de gobernar a nuestro pueblo!  Arimatea.- Es sí que podría ser una solución para liberarlo... y creo que esa es la propuesta de Jesús de Nazaret...  Anás (con profunda ira).- ¡He dicho que basta yade charla innecesaria! ¡De acuerdo con la Misná, el Sanedrín es el único tribunal con autoridad para atender asuntos de importancia nacional, tratar con jueces que cuestionan sus decisiones y juzgar a falsos profetas! ¡Así pues, Jesús debe ser condenado a la cruxifixión sea o no sea quien dice que es porque ha subvertido el orden de nuestra nación!  Arimatea.- Todos sabemos que eso es mentira...  Anás.- ¡Que lo decida la votación de todos vosotros! ¡Caifás y Anás dejamos en vuestras manos la decisión! ¿Quién levanta su brazo para condenarle? De los ocho miembros del Sanedrín allí presentes cuatro levantan sus brazos pero los otros cuatro, entre ellos José de Arimatea y Nicodemo, no lo levantan.  Arimatea.- ¡No podéis condenarle proque estamos empatados en la decisión y en caso de empate no se puede ejecutar una condena! Anás.- ¡Está bien! ¡Pero se hará justicia cuando lo decida Pilatos!  Arimatea.- ¿No os jactáis de que el pueblo judío es superior a cualquier otro pueblo incluyendo a los romanos? Anás.- Prefiero no seguir hablando contigo...  Arimatea.- ¿Tanto miedo os consume el alma? Anás y Caifás se levantan airados y se marchas de la escena. Tras ellos salen los seis miembros del Sanedrín dejando solos a José de Arimatea y Nicodemo. Nicodemo.- José... no creo que Pilatos tenga suficiente hombría...  Arimatea.- Sé que Pilatos no va a ser lo suficientemente hombre... Nicodemo.- Que Dios nos perdone a todos... Arimatea.- A quienes creemos de verdad que Jesús de Nazaret es el Mesías Prometido es a quienes más nos debe perdonar...  Nicodemo.- ¿Porque no somos capaces de evitarlo? Ariamtea.- Porque no somos capaces de morir con Él.  SE BAJA EL TELÓNFIN DEL PRIMER ACTO. ACTO SEGUNDOESCENARIO.- Salón de Recepciones del Palacio de Poncio Pilato. Éste se encuentra sentado en la parte izquierda y en la parte derecha, de pie, está José de Arimatea. Son las tres menos cuarto de la tarde y dos hercúleos esclavos nubios están, en pie, a cada lado de Poncio Pilato.  Pilato.- Me han dicho que te llamas José de Arimatea, que eres un hombre rico, un ilustre de esta ciudad y una persona honrada y buena; además de ser discípulo de vuestro Jesucristo pero de manera clandestina por miedo a las autoridades judías. Arimatea.- ¿Miedo? ¿Esperanza? Algunos términos parecen tan usados a lo largo del tiempo, que comienzan a perder su sentido. Es el caso del miedo. Vivimos en una sociedad que aparenta haber vencido el miedo a todo, pero la realidad es que construimos corazones llenos de temor. Vivimos con miedo a lo que digan los demás, miedo al futuro, miedo a la enfermedad, miedo a la muerte, miedo a que se burlen de nosotros, miedo a perder nuestro trabajo. El miedo nos domina, nos paraliza, nos esclaviza. Nos enseña a perder la esperanza y nos convence de que nada tiene sentido. Se apodera de nuestra mente de tal manera que ya no somos nosotros mismos los que tomamos las decisiones, sino nuestro miedo. Hace años escuché una leyenda de un ratón que le tenía miedo a los gatos, así que pidió a un mago, ser convertido en gato para librarse de su miedo. En el mismo momento en que estrenó nueva personalidad de gato, descubrió que tenía miedo a los perros, y pidió ser un perro. Cuando lo consiguió, observó que tenía miedo a los tigres y pidió ser uno de ellos. Cuando lo fue, comenzó a tener miedo del cazador, así que pensó que siendo él un cazador se vería libre de temores, hasta que supo que el cazador sufría temor cuando su mujer se enfadaba. Cuando al fin consiguió ser mujer contempló horrorizado que gritaba lleno de miedo al ver a sus amigos los ratones. El mago le vio y le dijo “Tú no necesitas cambiarte en otra cosa, lo que necesitas urgentemente es cambiar tu corazón”.  Pilato.- Veo que eres ingenioso, José. Verdaderamente ingenioso. Arimatea.- Somos verdaderos cuando somos capaces de que nos ladren los perros por los caminos. A Jesucristo le insultaron porque tenían envidia de él  y,  sin embargo, se demostró que era el verdadero Hijo de Dios hecho Hombre.  El más grande personaje de toda la Historia de la Humanidad para toda la eternidad. Lleno de lucidez y de lucimiento, lo dos ingredientes necersarios para hacer callar para siempre a todos los envidiosos. Pilato.- ¿Es que eres amigo de ese tal Jesucristo del que dices que es el Hijo de Dios hecho hombre? Arimatea.- Uno de sus mejores amigos y uno de sus seguidores más fieles. Pilato.- ¿Y cómo puede ser que un hombre tan rico y millonario sea uno de sus mejores amigos y uno de sus seguidores más fieles si, según creéis los que decís que es Dios, os negó la entrada al Paraíso diciendo que "es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que el que un rico entre en el Reino de los Cielos"? Arimatea.- Jesucristo no despreció para nada ni a los ricos ni a los millonarios. No dijo que ningún rico o ningún millonario entraría al Reino de los Cielos sino que se estaba refiriendo a los que teniéndolo todo no tenían compasión de quienes no tienen nada. Debe saber, Poncio Pilato, que Jesucristo pertenecía a una familia rica y que Él era rico pero voluntariamente se hizo pobre para habitar entre los pobres y vivir la vida de los pobres para poder amarles mejor. Pero siempre tuvo las puertas de los ricos abiertas y, a lo largo de su vida, sí tuvo presencia entre los ricos.  Pilato.- Pues no entiendo a vuestro Jesucristo. ¿Cómo es que alguien que lo tiene todo se dedica a vivir entre los que no tienen nada? Arimatea.- Juego de la contraluz de lo contradictorio. Las nadas de los imperceptibles enfrentadas a las realidades yuxtapuestas. Filosofía de la perplejidad para poder conocer la voluntad del Dios Padre. Pilato.- No entiendo esa filosofía. Arimatea.- Del todo a la nada para luego llegar de la nada al todo. Ese fue el camino que anduvo mi amigo Jesús de Nazaret. Puede ser cualquier tiempo. Puede ser cualquier momento. Puede ser cualquier lugar. Alguien dijo: ”Si alguna vez le veis decidle que los mejores años de mi vida fueron los que pasé a su lado”. Puede ser cualquier instante. Puede ser cualquier circunstancia. Pude ser cualquier acción. Me subo de nuevo a la nube de mi memoria. Soy el mismo que pasea de un tiempo a otro, de un momento a otro, de un lugar a otro instante, circunstancia o acción. Dejo descansar mis recuerdos para convertirme en silencio que descansa entre la afilada hora de las tres menos cuarto de esta tarde en donde todo está por llegar porque todo ya ha llegado. Estoy aquí, junto a ti, pero no me puedes ver quizás porque tal vez te hayas acostumbrado a no sentir. Todo es diferente pero todo es recuerdo que se hace realidad. Y a esta hora de la tarde de un día cualquiera puedo ser quien tú quieras que sea menos esclavo de ninguna condición. Si estoy liberado es porque no fuerzo a nadie a estar conmigo. Todo es diferente ya. Estoy donde descansan los que siguen caminando al lado de su estrella favorita. Y no la voy a abandonar por ningún tiempo, por ningún momento, por ningún lugar y por ningún instante, circunstancia o acción. Ella me alumbra y soy porque estoy alumbrado por ella. Quien quiera saberlo que mire solamente al horizonte. ¡Así es la grandeza de Jesús de Nazaret!  Pilato.- ¡No sigas intentándolo, José! ¡Soy un prefecto romano y no os comprendo y no os voy a comprender jamás! Así que abreviemos el asunto y dime ya a qué has venido ante mí.  Arimatea.- Voy a ser claro y concreto. Tengo tanto dinero que pose una tumba para cuando me muera; así que lo que quiero pedirte es que me entregues el cuerpo de Jesucristo crucificado para enterrarlo en mi ella. Es lo menos que puedo hacer por Él. Es mi propa tumba y puedo hacer con ella lo que quiera sin faltar a la ley.  Pilato.- No puedo darte el cuerpo de vuestro Jesucristo. Es ley romana que los crucificados pasen tres días en la cruz para ser picoteados por los buitres y, después de eso, ser arrojados todos ellos a una fosa común.  Arimatea.- No voy en contra de vuestras leyes pero existe una ley superior a todas las leyes y qué Él estuvo predicando sin cesar. Se llama la Ley del Amor. Por eso os pido su cuerpo. Por Amor. ¿Acaso un prefecto romano no puede saber lo que es el Amor hacia los demás? Pilato (pensativo).- Sigo sin entenderlo. Si tanto amábais a vuestro Mesías Prometido, ¿por qué preferisteis que dejara libre a Barrabás y condenase a Jesús de Nazaret si éste era el hombre más bueno de la tierra y Barrabás era el peor delincuente de Israel? Arimatea.- Es la envidia la que destruye el alma de los seres humano, La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque el hambre se puede combatir ya que sólo es corporal peroel alma, cuando se pudre, no puede sanarse jamás. El envidioso sólo se destruye a sí mismo y, por desgracia para ellos, Jesucristo desperto muchas envidias entre los que más tenían que agradecerle.  Pilato.- Ahora hablas muy bien, José... pero cuando tu Jesucristo estuvo vivo y estaba siendo acosado y perseguido... tuviste miedo de hacer público que era seguidor de él.  Arimatea.- Reconozco que tuve miedo pero nunca fui un cobarde y nunca renegué de Él. Muchos sabían que yo era cristiano y nunca dije que no lo fuera. Solamente guardé silencio cuando debí haber hablado. Tuve miedo y por eso quiero que su cuerpo descanse en mi tumba.  Pilato.- Si yo tuviera miedo no habría llegado a ser prefecto romano.  Arimatea.- Puedes llamarme miedoso pero nunca cobarde. Tú no tienes miedo pero eres mucho peor que un miedoso puesto que demostraste ser un cobarde al condenar a un hombre que sabías que era inocente.  Pilato (nervioso).- ¡Basta, José! ¡Desde que mandé que le crucificaran no puedo ni tan siquiera dormir! ¡A donde quiera que vaya y en dondequiera que esté mi conciencia no me deja vivir en paz! ¡Haz el favor de callarte! Arimatea.- Te lavaste las manos pero tus manos nunca dejarán de estar manchadas de sangre de un inocente y por mucho que te las sigas lavando jamás podrás borrar de ellas esas manchas. Pilato (echando manos a su cabeza).- ¡Basta! ¡Basta ya!  Arimatea.- Tuviste su vida en tus manos pero tus manos prefirieron el crimen antes que la justicia. Pilato (sigue con las manos en su cabeza).- ¡He dicho que basta ya!  Arimatea.- ¿Quién es tu dios, Poncio Pilato? ¿Quié es tu dios supremo y qué te dice tu dios supremo sabiendo lo que has hecho? Pilato (fuera de sí).- ¡Está bien! ¡No me atormentes más! ¡Coge el cuerpo de tu Jesucristo y entiérrale en tu propia tumba! ¡En realidad no estás infringiendo ninguna ley romana y los romanos no tenemos nada que ver con vuestros asuntos religiosos! Arimatea.- No es religión sino Amor. Es lo que nos enseñó Él. Son los religiosos y la envidia de los religiosos quienes te obligaron a crucificarle. El pueblo sólo guardó silencio y esa es nuestra cobardái,  pero quizás tengas tú alguna oportunidad de salvación por el hecho de dejar que me lleve su cuerpo. Pilato.- Bien, José... según vuestro Dios yo no tengo ya salvación... así que espero que me dejéis vivir en paz y no me mezcléis más en vuestros asuntos sean religiosos o no sean religiosos... ¡ni me importan ni estoy interesados en ellos!... Arimatea.- ¿Sólo buscas la grandeza en esta vida? Pilato.- Con un poco de suerte sí. Arimatea.- Gracias por entegarme el cuerpo de mi Jesucristo pero, antes de irme para siempre de tu vista, debes saber algo que he aprendido de Él: en los pequeños corazones, cuando son de verdad, es cierto que está la mayor grandeza que existe. José de Arimatea sale de la Sala y Poncio Pilato cae de rodillas al suelo con las manos en su cabeza.  Pilato.- ¡Júpiter! ¡Oh, gran dios Júpiter! ¿Qué es lo que he hecho?  SE BAJA EL TELÓN. FIN DEL SEGUNDO ACTO. ACTO TERCEROESCENARIO.- Casa de José de Arimatea. Éste y Nicodemo acaban de terminar de comer y están hablando, completamente solos, sentados ante la mesa. A la derecha del escenario José y a la izquierda Nicodemo. Nicodemo.- ¡Ha resucitado, José! ¡Ha resucitado y muchos hombres y mujeres no sólo le han visto sino que han podido hablar con Él!  Arimatea.- Como predijeron las Escrituras, al tercer día resucitó de entre los muertos. Nicodemo.- ¿Su muerte era necesaria, José? Arimatea.- ¡Gracias a su muerte tenemos la ocasión de poder salvarnos! ¡Dios es Grande! ¡Jesucristo ha vencido a la Muerte y Sartanás no puede hacer nada a quienes nos cobijamos bajo la sangre de Cristo! ¡Esa es la gran noticia de su resurrección! ¡Hasta el siempre dubitativo Tomás ha quedado convencido! Nicodemo.- Cuando en la cruz dijo: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen" no sólo se estaba refiriendo a los religiosos y a los romanos sino a todos los hombres y mujeres de la Tierra. Arimatea.- Exacto, Nicodemo. Su Reino se ha extendido por todo el mundo. ¡Esa es la Gran Victoria de Jesucristo! ¡Eso es lo que Satanás no ha podido impedir! ¡Y eso es lo que nos ofrece la plena garantía de que Él, y sólo Él, es el Camino, es la Verdad y es la Vida!  Nicodemo.- Durante cuarenta días ha estado entre nosotos antes de ascender al ciuelo y sentarse a la diestra de Dios. Arimatea.- ¿Sabes lo que significa sentarse a la diestra de Dios? Nicodemo.- ¿Simple casualidad? Arimatea.- Nada de casualidad de ningún tipo. ¿Recuerdas al ladrón que se arrepintió de sus pecados en la cruz y le pidió que contase con él para estar en el cielo? Nicodemo.- Lo recuerdo. Y recuerdo al ladrón que se mofó y se burló de él. Arimatea.- Piensa, Nicodemo. ¿Dónde estaba cada uno de ellos? Nicodemo.- El bueno estaba a su derecha y el malo estaba a su izquierda.  Arimatea.- ¡Esa es la respuesta verdadera! ¡Volverá algún día para separar a los buenos de los malos! ¡A los buenos los colocará a su diestra y a los malos los colocará a su siniestra!  Nicodemo.- ¿Es por eso por lo que a la izquierda se la llama siniestra! Arimatea.- ¡Exacto, Nicodemo! ¡Es por eso por lo que la derecha es la diestra y la izquierda es la siniestra con todo lo que ello significa! ¡Tiene mucho significado saber esto porque vendrán hombres buenos, de los de la derecha, a predicar que Él es Dios; y vendrámn muchos hombres malos, de los de la izquierda, a negarlo para decirno que Dios no existe! ¿Comprendes ya lo que todo esto singifica? Nicodemo.- Lo comprendo, José, lo comprendo.  Arimatea.- ¿Sabes lo que sucedió cuando Pilato sorprendió que Jesús ya estuviera muerto? Nicodemo.- Dicen que llamó a un centurión pàra confirmarlo y que el mismo centurión dijo sin miedo alguno "En verdad que este Hombre es el Hijo de Dios". Muchos de nosotros los judíos seguirán negando que Jesús es Dios pero muchísimos más de los que llamamos extranjeros lo reconocerán y predicarán su Palabra por el mundo entero. Lo que no me explico es por qué se apareció primero a las mujeres.  Arimatea.- Quizás porque las mujeres no le aman más que los hombres pero le aman mejor que los hombres.  Nicodemo.- Estoy seguro de que eso convierte a las mujeres en superiores ante los ojos de Dios; no porque los hombres sean de rango inferior sino porque la Fe arragia antes en un corazón femenino más que en un corazón masculino. Si los corazones representan nuestra sensibilidad humana hay que reconocer que las mujeres son más sensibles que los hombres y por eso aman a Dios mejor que los hombres. Arimatea.- Jesucristo no rechaza a nadie pero fueron las mujeres las que estuvieron al pie de la cruz mientras nosotros los hombres nos escondíamos para no ser perseguidos. Ellas no tuvieron tanto miedo como nosotros y por ello no les da preferencia alguna pero sí les da prioridad.  Nicodemo.- De esta realidad incostentable se desprende la enseñanza de que hay una cosa bien cierta: que en la vida tenemos que abrir siempre el primer espacio a las prioridades para luego ir rellenando con otras circunstancias todos los para qué de nuestras existencias. Todos los creyentes vamos a poder pasar al Cielo pero las primeras serán las mujeres porque nos han dado un verdadero ejemplo de fidelidad. Jesucristo abandonado por los hombres nunca fue abandonado por las mujeres. Quizás muchos hombres deberían dejar de sentirse tan hombres para empezar a sentirse más humanos. Arimatea.- Mientras los hombres tradicionalistas, esos que se creen puro machos por encima de todo, niegan que las mujeres estén capacitadas para predicar las enseñanzas de Jesucristo resulta que es Jesucristo mismo quien las envía en primer lugar para que lo hagan en su nombre. El machismo hará mucho daño a la Humanidad y sobre todo el machismo de los de la izquierda; mientras en los de la derecha las mujeres serán mucho mejor consideradas. Nicodemo.-Cierto es que los de las izquierdas se creen incluso dioses superiores ante las mujeres y ante los demás. Por eso son tan duros de corazón. Arimatea.- Es por eso por lo que Jesús les dijo a sus discípulos: "aprended de mí que soy manso y humilde". Eso es algo que muchísimos machistas de las izquierdas no lo pueden cosiderar como una postura ante la vida. Por eso son tan siniestros y capaces de negar a Jesucristo como Dios antes que renunciar a sus poderes machistas. Nicodemo.- José... ¿cómo sabes tú tanto de la vida de Jesús?...  Arimatea.- Por algo que muchos no conocen. No sólo soy el mejor amigo de Jesucristo, entre los ricos y millonarios de esta tierra, sino que soy el hermano menor de Joaquín, el padre de la Vigen María, lo que me convierte en tío abuelo de Jesús. Me convertí en tutor del nazareno después de la temprana muerte de José, el esposo de María con quien tuvo más descendencia humana: cuatro hijos y tres hijas. Pero Jesús, que es primogenito de María es unigénito de Dios. Por estas cosas pelearán muchos hombres y mujeres de esos que son incapaces de reconocer verdades escritas en la Palabra de Dios. Nicodemo.- ¿Y qué tienes de recuerdo de Jesús de Nazaret? Arimatea.- Será un secreto que muchos buscarán en sus afanes de querer ser protagonistas pero no lo descubrirán hasta que Él vuelva. Se trata de "El Santo Grial" y muchos caerán en la locura por querer encontrarlo.  Nicodemo.- Su resurreccion me da ánimo para ir por el mundo a predicar las palabras que Él nos enseñó. A mí no me interesa una copa de más o una copa de menos sino saber que Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida y que sólo a través de Jesuscristo se llega a Dios Padre.   Arimatea.- Yo también, Nicodemo. Ya también voy contigo. Salen los dos del escenario. SE BAJA EL TELÓN.FIN.              
67 años. Nueva dimensión y su conciencia correspondiente. No es lo que muchos piensan sino que ahora se nos unen en la casa César, Carla, Joseph y Elisa. Es mucho mejor para mi concentración mental. Buscando al amor está en el disparadero, el taller de literatura es una posibilidad digan lo que digan quienes no conocen su verdadera profundidad y el catalejo mundial gana en lo cualitativo. Lo cuantitativo también cuenta en otras áreas productivas. Lo que sucede es que el baremo ha dado un subidón en su altura y hay que saltarlo o quedarse eliminado. No caigo en el desánimo. Sigo ya sin detener una andadura que comenzó en el aula de Don Florencio. Todo queda lejos o todo queda cerca según miremos el vaso. Para mí siempre está medio lleno y siempre lo sigo llenando porque creo en la conciencia. Mi Princesa ha subido ya tales cimas que podemos ir de la mano por las alturas incondicionales. No hay condiciones. Nunca el desánimo. La ventaja que tenemos es que el epíritu no nos abandona. Tantas tragedias humanas a nuestro alrededor han servido para algo más que empeñarnos en perdurar. Lo que importa, de verdad, es esta nueva dimensión y su conciencia correspondiente. A la dimensión hace ya muchos años que la definí. Lo paso a mi Diario a los 67 de edad porque necesito saber por qué se sube el listón de las exigencias: "¿Amar u odiar?. Dicen que son dos extremos de nuestros sentimientos. Y dicen que los extremos se juntan de alguna manera. El amar y el odiar ¿pueden ser complementos de un mismo espíritu? Inducidos como estasmos al entusiasmo de admirar lo bello y hermoso que nos rodea (incluso lo bello y hermoso que hay en la naturaleza humana) y a detestar lo feo y aberrante que observamos (incluídas algunas acciones humanas) podría darse el caso de que del amor al odio no haya apenas distancias. No lo sé. Me considero un ser lo bastante equilibrado para mantener muchas distancias entre ambas dimensiones pero el caso es que hay ejemplos de personas que apenas tienen barrera entre ambas expresividades y pasan del amor al odio como un centelleo continuo. Quizá todo dependa únicamente de la composición anímica del espíritu inasible de cada uno de nosotros. ¿Qué opináis vosotros y vosotras compañeros y compañeras del Vorem? ¿Quizá la felicidad estriba en la cantidad que poseemos para amar y por contra la infelicidad estribe en lo opuesto? ¿Y en cuánto grado actúan las diversas circunstancias que nos rodean para amar u odiar de manera casi inexplicable? Os dejo abiertas las respuestas". Yo sigo hacia las nuevas cimas de esta "cordillera" inédita para mí.  Si quiero es que puedo. Si puedo es que lo consigo. Y si lo consigo es que sé hacerlo. Si a esto lo llaman vanidad están en un error del cual no pienso sacar a quien se lo crea. La vanidad es la mediocridad. No me considero mediocre. La soberbia es la inoperancia. No me conisidero inoperante. El egoísmo es una etapa de la vida que nunca jamás ha existido en la mía. Si a esto lo llaman creer que soy demasiado no me importa que lo crean porque sé que nunca somos lo suficiente hasta que demostramos serlo. Y en esas estoy a los 67 de edad viendo cómo crecen las ilusiones en forma de planes con futuro. Creo que al futuro sólo se llega creyendo en el presente basado en creer en el pasado. Si alguien sabe interpretar esta trilogía de creencias es que me está comprendiendo. El resto me es una ausencia. No digo que quede fuera de mi área personal pero el resto no es un reto para mí porque es parte alícuota de lo no correspondido. Y lo que no nos corresponde no tenemos que tenerlo en cuenta salvo para no caer en el error de darle importancia alguna. Nueva dimensión y su conciencia correspondiente. Eso es. Así de fácil de entenderlo aunque haya quienes crean que es difícil de obtenerlo. Como estoy con el vaso siempre medio lleno sigo subiendo el listón. Ya estoy en el borde y lo único que tengo que aprender, y lo aprendo con plena convicción, es que no se me va a desbordar la carrera. Si sigo es porque sé que ya he llegado. El resto sólo es añadidura de Dios y por eso creo en Jesucristo como el Camino, la Verdad y la Vida. Sigo su Camino y no me pierdo. Asumo su Verdad y no me equivoco. Acepto su Vida y no muero. Nuevas dimensiones y sus tomas de conciencias correspondientes. Pues eso. Amén.   
Primera década de los años 50 del Siglo XX. En la casa paterna de la calle Alcalde Sáinz de Baranda, númeor 56 y piso 5-D de la Escalera Izquierda, mi madre guarda con mucho celo revistas mexicanas cuyos títulos son "Confidencias" y "La Familia"; dirigidas, especialmente, para las mujeres. Fue en ellas donde leí, una vez que comencé a saber leer, el anuncio de "Las cuentas claras y el chocolate espeso". Esta frase se inició cuando desde América, el monje español fray Aguilar envió las primeras muestras de la planta de cacao a sus colegas de congregación al Monasterio de Piedra, para que la dieran a conocer, al principio no gustó, a causa de su sabor amargo, por lo que fue utilizado exclusivamente con fines medicinales. Posteriormente, cuando a unas monjas del convento de Guajaca se les ocurrió agregarle azúcar al preparado de cacao, ese nuevo producto causó furor, primero en España y luego en toda Europa. En esos tiempos, mientras la Iglesia se debatía sobre si esa bebida rompía o no el ayuno pascual, el pueblo discutía acerca de cuál era la mejor forma de tomarlo: espeso o claro. Para algunos, el chocolate se debía beber muy cargado de cacao, por lo que preferían el chocolate espeso, o sea, "a la española"; para otros, el gusto se inclinaba por la forma "a la francesa", esto es, más claro y diluido en leche. Los ganadores, finalmente, fueron los que se inclinaron por el chocolate cargado, por lo que la expresión "las cosas claras y el chocolate espeso" se popularizó en el sentido de llamar a las cosas por su nombre. Entre nosotros, circulaba por los años 50 ya citados   la variante "las cuentas claras y el chocolate espeso", usada en relación con las deudas (sobre todo de dinero) que suelen mantener las personas.  Así que, apoyándome en aquel anuncio de chocolates de las revistas mexicanas de mi madre, yo pensé en crear una canción que demostrase una gran verdad de mi vida. Esta canción la he compuesto hoy. Dice así y no le quito ni una coma ni me arrepiento de cantarla: "¡Adiós amigos compañeros de mi infancia, tiempo pasado, otra distancia, hoy me encuentro por fin ya realizado, y olvidé ya tanta desgracia!". Como soy, y he sido siempre, un chico de la calle, ni me importa ni me importó jamás "el látigo de la indiferencia" porque a mí la indiferencia de los demás me la sudaba en aquel entonces y me la sigue sudando hoy en día. Siempre he considerado a la frase "te castigo con el látigo de mi indiferencia" propia de pijos y he conocido, a lo largo y ancho de mi vida, pijos que son millonarios, pijos que no son millonarios y millonarios que no son pijos pues de todo hay en la viña del Señor como decía mi abuela materna Rufina. Dos Notas Adjuntas.- Ni hubo ninguna desgracia ni fueron, para nada, mis amigos sino todo lo contrario en ambas cuestiones. Abur y que estén viviendo lo más felices que puedan. 
Se debe buscar la verdad sin tener miedo a la edad.  
Podemos decir que existimos porque podemos sentir que vivimos pero hay quienes viven con tantas ambiciones que en realidad han dejado ya de existir porque las ambiciones arruinan sus sentimientos.     
Esto que anoto ahora en mi Diario personal no es ninguna clase de chiste malo ni tampoco tiene nada que ver con clase alguna de gracia. Tampoco me estoy refiriendo a las Cuevas de Altamira de la provincia de Cantabria, sino a una Academia de Bachillerato que estaba situada en la calle madrileña de Antonio Arias, a la vuelta de la esquina de la manzana de la calle madrileña de Alcalde Sáinz de Baranda, el último año que toda la familia junta vivíamos en esta última calle citada. La verdad sea dicha, y ajustándome solamente a la verdad autónoma e independiente, sin prejuicio de ninguna clase, yo estaba estudiando Tercero de Bachillerato en dicha Academia Altamira de Madrid (no de Cantabria porque me hubiese sido imposible viajar todos los días desde Madrid hasta Santander para poder estudiar ya que entonces no era yo ningún multimillonario ni nada parecido a un multimillonario con avión particular a mi servicio) y en la citada Academia (que ya no existe por cierto) había un joven de unos veinte años de edad, poco más o poco menos, que era el encargado de abrir y cerrar las puertas de entrada y salida. El caso, y repito que no es un chiste ni tengo ganas de ser gracioso, es que aquel joven portero se apellidaba Mochales.  De este tal Mochales todavía recuerdo una anécdota que en su día me hizo reír un buen rato. El asunto fue que un alumno (no había alumnas en la Academia pues era solamente para chicos porque estábamos en pleno franquismo) un alumno se había extraviado o había hecho "pellas" (que quiere decir que se había ido al Retiro o a jugar al billar) y su padre o su madre, o los dos al mismo tiempo (porque entonces las familias estábamos muy unidas y no como pasa en la actualidad) estaban preguntando por su paradero. A alguien de los compañeros de mi clase (quizás Municio o alguno de los amigos de Municio) se le ocurrió la peregrina idea de preguntarle a Mochales si él sabía o no sabía la verdad acerca de dónde se encontraba el "desaparecido". Mochales respondió lo siguiente recordando un pasaje de la Biblia: "¿Soy yo acaso el guardián de mi hermano?" (que fue lo que Caín dijo para disimular que había matado a Abel). No sé bien si Mochales lo dijo para quitarse el "muerto" de encima o porque estaba acochambado (que es palabra española hoy en día casi en desuso) con el "desaparecido" pero aquella respuesta se me quedó grabada en la memoria y, miren por dónde, sin yo beberlo ni comerlo, el cura filipino que nos daba clases de Religión me encasquetó una Matrícula de Honor que se debió de sacar de "debajo de la manga" porque yo, la verdad, en sus clases de Religión me entraba tal clase de "modorra" que me quedaba traspuesto del todo y algo así como dormido pues no había nacido yo para ser ninguna clase de religioso ni mucho menos un capuchino o algo similar. Ver para creer pero todo esto es cierto.  Nota Adjunta (posdata).- Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, mochales es un adjetivo coloquial que se dice de una persona que está chiflada o medio loca. Y esto no me lo invento yo sino que es una palabra que existe en el idioma español. 
Magdalena (Teatro Cristiano) ACTO PRIMEROESCENARIO.- Plaza de una ciudad. Jesucristo está, de pie, dando una charla a sus discípulos y a un gran público, hombresy mujeres. Todos, excepto Jesucristo, están sentados en el suelo formando un semicírculo. Jesucristo.- ¿Sabe alguno de vosotros qué son los demonios? Juan.- Maestro, por las muchas veces que te he visto sacarlos y expulsarlos de los cuerpos de muchos hombres y mujeres sé que son realidades contra las que tenemos que luchar quienes hemos tomado la decisión de seguirte. Jesucristo.- Me alegra que salgas de nuevo a la luz ahora con una confesión tan sincera. Juan.- Debemos seguir adelante, Maestro, con nuestros deseos de ser palabras vivas en lugar de realidades muertas.  Jesucristo.- Tú lo has dicho, Juan, y lo has dicho bien. Los demonios son realidades muertas y hacen morir a quienes dejan y permiten que entren dentros de sus cuerpos para arrastrarlos a una existencia infernal. Juan.- Maestro, tus palabras quizás no sean la ley para muchísimos millones de seres que se llaman humanos sin ser ni la décima parte de lo que dicen ser, pero es ley para mi voluntad. Por eso voy a seguir tus enseñanzas. Y si coincide con la voluntad de alguien más mejor para quienes buscan el amor. Los demás, en realidad, no tienen tanta importancia como ellos creen tener. Y eso que respeto que se lo crean. Jesucristo.- Hablas con mucha sabiduría Juan, discípulo predilecto no porque te estime más que a los demás sino porque eres el que más ama mis palabras. La relación fructífera de un maestro con sus discípulos no se basa en que la temporalidad del aprendizaje sea corto o sea largo sino en la cantidad de empatía que se produce desde el primer momento. Hay que creer en los demonios porque son una realidad y sólo sabiendo que existen somos capaces de destruirlos haciéndolos salir del cuerpo de los endemoniados y las endemoniadas en el nombre de Dios.  Pedro.- Aprendemos viendo y hemos visto ya muchas veces las graves consecuencias que trae el dejar que los demonios entren en el cuerpo humano. Todo lo mediático es singular y por eso lo que supieron los ángeles ya lo sabe el alba. Gracias, Maestro, por hacernoslo saber.  Jesucristo.- Todos los hobmres y mujeres somos eternos desde el mismo instante en que estamos en el Pensamiento de Dios; pero según nos planteemos la vida y nuestra existencia después de la vida obtendremos la Luz o las Tinieblas. Quienes dejan que los demonios se apoderen de sus almas no podrán conocer la Luz sino que tendrán que conocer las Tinieblas. Y os estoy hablando de la Eternidad. Escucha bien Pedro. Todos los demonios son diablos aviesos que tuercen las sanas voluntades de quienes intentan llevar a cabo una acción singularmente honesta. Pedro.- Maestro, a todos nosotros nos gusta mucho esa manera que tienes de hacernos coprender el final al que debemos de llegar y el giro que le das a las frases para hacerles inteligibles.   Jesucristo.- En verdad os digo a todos los aquí reunidos, tanto hombres como mujeres, que quien no conoce no puede saber. Depende de la intención de cada uno y de cada una de todos vosotros saber distinguir entre el conocimiento y la ignorancia. Si los demonios no existieran yo no habría venido a la Tierra para destruirles a todos ellos. Confiad en mí que soy escudo y lanza al mismo tiempo. Escudo para cobijaros contra las fuerzas del mal y lanza para destruirlas.  En esos momentos irrumpen en el escenario dos hercúleos hombretones llamados Dov y Jaim que llevan a rastras a una mujer endemoniada que no hace más que patear, gruñir y lanzar blasfemias contra todos los que allí se encuentran. Jesucristo.- ¿Qué sucede con esta mujer? Dov.- Señor, está endemoniada y debemos ejecutarla antes de que haga daños a alguna persona.  Jesucristo.- ¿Has dicho quitarle la vida? Jaim.- Es lo mejor que podemos hacer con ella, Señor.  Jesucristo (poniendo la mano diestra sobre la cabeza de Magdalena).- ¡Soltadla ya!  Al ser soltada, Magdalena cae al suelo donde se recvuelca como un animal rabioso pero sin poder hacer daño ni atacar a nadie de los allí reunidos. Jesucristo (dirigiendo su mano diestra hacia el lugar donde se encuentra la endemoniada y con voz enérgica).- ¡En el nombre del Padre yo os hago salir del cuerpo de esta mujer! ¡Salid de inmediato y hundiros en las tinieblas para siempre! ¡Os lo ordeno en el nombre del Padre porque yo soy el Hijo de Dios para sanar a quien tenéis apresada! ¡Ya! En esos momento siete demonios salen del cuerpo de Magdalena y huyen del escenario.  Jesucristo.- Levanta del suelo, mujer, porque ya estás sanada. Magdalena (arrodillándos a los pies de Jesucristo).- Gracias mi Salvador. Gracias por haber tenido compasión de una pobre mujer como yo. Jesucristo.- ¿Cómo te llamas, mujer? Magdalena.- Me llama María Magdalena y no soy ninguna prostituta porque nunca jamás he dormido con hombre alguno, tampoco soy hermosa porque como veis la naturaleza me ha hecho más bien fea y la juventud hace ya muchos años que me abandonó pues tengo ya ochenta años de edad. Jesucristo.- ¿Quieres ser la mujer más bella y hermosa de todo Israel? Magdalena.- ¡No, Señor! ¡Ser hermosa o ser fea no es ninguna condición que yo crea necesaria para ser buena!  Jesucristo.- ¿Quieres ser tan joven como una doncella de veinte años de edad? Magdalena.- ¡No, Señor! ¡Ser joven o ser vieja no es ninguna condición que yo crea necesaria para ser buena! Jesucristo.- ¿Qué quieres entonces de mí? Magdalena.- ¡Lo único que os pido, Señor, es que me dejéis ir con vos a todos los lugares donde deseis ir!  Jesucristo.- ¿Por qué me pides tal cosa? Magdalena.- Porque mi gratitud por haberme expulsado a los demonios de mi cuerpo es infinita y deseo serviros con toda mi alma y mi fidelidad. Jesucristo.- ¿Sabes que por seguirme con toda tu fidelidad te llamarán prostituta en esta generación y en otras muchas generaciones venideras? Magdalena.- Lo sé, Señor, pero no me importa. Jesucristo.- ¿Sabes que por seguirme con toda tu fidelidad dirán de ti que eres mi esposa y que tendré hijos contigo en esta generación y en otras muchas generaicones venideras? Magdalena.- Lo sé, Señor, pero no me importa.  Jesucristo (dirigiéndose a todos y a todas allí reunidos).- ¡Ved cuán grande es la gratitud de esta mujer que, aun sabiendo que la llamarán prostituta sin ser verdad no le importa porque es más grande su amor por mi Palabra que la murmuración de los envidiosos! ¡Ved cuán grande es la gratitud de esta mujer que, aun sabiendo que de ella dirán que tuvo hijos conmigo sin ser verdad no le importa porque es más grande su amor por ma Palabra que la maledicendia de los malvado! ¡Yo os digo que no he visto en ninguna mujer un amor tan grande por mi Palabra y que en verdad es cierto que si todas las mujeres de la tierra fiuesen como ella no existiría jamás ni la prostitución ni el engaño!  Magdalena.- ¡Mesías! ¡Hijo de Dios y Dios Verdadero! ¿Qué razón lógica puede existir en eso de que yo tenga relaciones sexuales con vos sabiendo que puedes elegir entre millones de mujeres verdaderamente bellas y hermosas y jóvenes y no en alguien tan poco agraciada y tan vieja como yo? ¡Ninguna mente sana puede decir ni contar ni escribir tan grande majadería! Jesucristo.- ¡Dices una gran verdad! ¡Yo puedo elegir una amante entre millones de mujeres verdaderamente bellas y hermosas y jóvenes y no en alguien físicamente como tú que tan lejos estás de serlo pero habrá hombres majaderos y mujeres envidiosas que dirán, contarán y escribirán esas barbaridades contra mi persona! ¡Pero yo te digo que mi Amor por ti será infinito y serás bella y hermosa y joven en el Paraíso Celestial porque le agradais a mi Padre y a todos os digo que quienes digan, cuenten y escriban todas esas mentiras en contra de mí y en contra de ella arderán por toda Eternidad en el fuego del Infierno!  Magdalena.- ¿Entonces me dáis vuestro permiso para ser parte de vuestro servicio por todos los lugares donde prediqueis la Verdad? Jesucristo.- ¡En verdad que eres ejemplo para las mujeres de esta tierra y por eso te digo que si es tu voluntad seguirme a todas partes como muestra de vuestra gratitud el Hijo de Dios no se opondrá a ello! Magdalena.- ¡Gracias, Jesús!  Jesucristo.- ¡Levanta del suelo, María Magdalena, porque nunca he visto a una mujer con tanta gratitud! ¡Levanta y sígueme si esa es tu voluntad! ¡Eres digna y mi Padre te recompensará por serlo! ¡Llegará un día en que toda la humanidad sabrá la verdad de quien fuiste en la tierra y todas las mentiras que se hallan dicho y contado y escrito en contra de nosotros dos serán puestas al descubierto por quien Dios elija para ello!  Magdalena.- ¡Amor con Amor se paga, Señor! ¡Y por Amor os seguiré por todos los caminos y seré vuestra servidora más agradecida!   Jesucristo.- ¡Y todo esto se cumplirá para honor y gloria de quien se merece gloria y honor! SE BAJA EL TELÓNFIN DEL PRIMER ACTO. ACTO SEGUNDOESCENARIO.- Puerta de entrada a la lujosa casa de José de Arimatea. Se encuentran, sentadas en tres sillas de anea, María Magadalena, Juana que es la mujer de Chuza intendente de Herodes, y la casta Susana. María Magdalena está en el centro; a su derecha está Susana y a su izquierda se encuentra Juana. Están charlando sobre la personalidad de Jesús después de haber terminado de arreglar todo para la comida con la que José de Arimatea ha invitado al Maestro y sus doce discípulos. Magdalena.- ¿Vosotras que veis en la personalidad de Jesús de Nazaret que le hace tan distinto a los demás? Susana.- Cada persona ve a Jesús de una manera diferente pero yo destaco esa capacidad que tiene para que, conociendo la debilidad de los hombres, nunca sucumbe a ella. Juana.- ¡Eso si que tiene mérito! Porque en verdad que tiene muchas mujeres jóvenes y bellas detrás de él y, sin embargo, no pierde la cabeza por ninguna aunque a todas les muestra amor. Magdalena.- Es que el Amor de Jesús yo creo que es universal. Juana.- Un don del que muchísimos otros hombres son incapaces de mostrar.  Magdalena.- Yo le he visto rechazar proposiciones sin ofender a ninguna de las que ha rechazado. Susana.- Eso sí que es para alabarle sin ninguna clase de dudas. Magdalena.- Esa habilidad para no ofender a ninguna de las que rechaza es producto de un carisma muy singular. No lo he visto jamás en ningún otro hombre. ¿Qué podemos decir del carism ade Jesús de Nazaret? Juana.- Que es tan rotundo que sólo se puede responder de dos maneras: unos le aman y otros le odian.  Susana.- Yo, que siempre he sido casta, he podido comprobar que el carisma que tiene Jesús es una cualidad divina. Luego es el Mesías Prometido del que nos hablaba Juan Bautista. Magdalena.- Entiendo que ese carisma que le hace brillar de tal manera es producto del Espíritu Santo porque, aun siendo humano no deja de ser divino. Susana.- A primera vista, lo que se dice a primera vista, Jesús parece frágil pero jamás he conocido a un hombre con tal firmeza a la hora de no caer donde todos, unos más pronto y otros más tarde, suelen caer. Magdalena.- El sonido de su voz y la mirada de sus ojos convencen de tal manera que hasta quienes le odian sienten admiración por él. Juana.- Porque Jesús de Nazaret siempre pide pero nunca ordena. Mi esposo Chuza, por ejmplo, como es intendente de Herodes, siempre ordena lleve o no lleve razón. Sin embargo Jesús de Nazaret te permite que decidas por ti misma. Es un hombre tan especial y selectivo que escoge a quienes le siguen pero dando siempre una capacidad de respuesta. ¿Dónde se ha visto un carisma de esa naturaleza? Escoge pero no ofende cuando escoge porque siempre sabe esperar. ¡Ningún otro hobmre tiene esa paciencia tan infinita!  Magdalena.- Esa forma de ser sí que es verdaderamente atractiva. A veces quieres decirle que no, pero su llamada es tan amorosa que consigue hacer que le sigas aunque pongas en boca de los chismosos tu propia fama personal. Me lo dijo cuando decidí seguirle por todos los caminos y es cierto.  Susana.- Yo he descubierto, por mí misma, que nunca especula con la verdad. No te promete grandezas pero te dice tan grandes cosas que te sientes mejor que cuando te ofrecen mucho y te dan poco o recibes nada. Eso es lo que sus enemigos no quieren aceptar. Juana.- Su humilde autoridad es un imán. Atrae a los pobres sin rechazar a los ricos y por eso a los ricos les molesta tanto que se rechazan ellos solos. No porque el Maestro piense mal de ellos sino porque ellos piensan mal del Maestro. Magdalena.- Cierto es, Susana. Nuca hace sentir a nadie menos que a nadie y por eso los pobres le aman más que los ricos aunque existan excepciones como la de José de Arimatea y algunos que sí entienden sus palabras.  Juana.- Lo que es inevitable es que todos corren a escucharle. Atrae a las multitudes porque inspira confianza y todos los hombres y mujeres que le escuchan terminan por aprender mucho sobre sus vidas. Algunos lo reconocen porque son humildes pero los soberbios nunca le aceptan porque se ven descubiertos en su vanidad.   Magadalena.- Crédulos e incrédulos todos dicen lo mismo: es diferente a los demás. Juana.- Los aplausos que recibe no le envanecen pero las críticas no le acobardan. Es todo lo contrario a los mundanos que cuanto más se les aplaude más creen que se merecen ser aplaudidos y cuanto más se les crítica menos aceptan que están equivocados. Magadalena.- ¿Y qué me decís de su lealtad? Juana.- Yo nunca he visto a ningún otro maestro que sea tan leal con sus discípulos; porque aun sabiendo que a veces no son tan valientes nunca hecha en cara esos fallos sino que los ama más cuanto más débiles son. Lo he visto hacer y por eso lo creo.  Magdalena.- Y su lealtad hacia el Dios Padre no tiene igual en toda la tierra. Susana.- Un día, paseando entre campos de maíz, sus discípulos empezaron a comer espigas y los fariseos aprovecharon esa oportunidad para criticarlos por ser tan sencillos. ¿Sabéis lo que hizo Jesús? Se alzó para defenderlos y viendo la hipocresía de los fariseos les recordó que él era el Señor y sus discípulos elegidos nunca pasarían hambre mientras siguiesen a su lado. ¡Ya lo veis! ¡Hoy van a celebrar todo un banquete en esta lujosa casa de José de Arimatea! Eso es lo que no pueden soportar quienes creen que unos discípulos tan sencillos y humildes sean tan bien agasajados. Un hombre que es capaz de convertir las piedras en panes no entra en los cálculos de los que tanto se jactan de ser santos cuando sermonean en los templos. Magdalena.- ¡Jesús de Nazaret es así de cercano y accesible! ¡Nunca rechaza a quien se le acerca y nunca hay que pedir permiso a nadie para estar a su lado! Susana.- ¡Hasta deja que los leprosos toquen su cuerpo! ¡Eso es algo que jamás se ha visto en ningún sacerdote de los templos que los apartan de su lado como si fueran apestosos!  Juana.- Los niños juegan a su lado y él no sólo lo permite sino que pide a sus discípulos que dejen que los niños se acerquen a él. Cualquier santurrón fariseo ordena que los hagan callar y alejarlos de ellos.  Magdalena.- Sus ojos siempre parecen decir: "venir a mí todos los necesitados y encontrarán cobijo y paz en sus almas". ¡Nunca jamás lo he visto en ninguno de los sacerdotes que tanto hablan de amor cuando predican pero que siempre impiden que los necesitados tengan refugio en ellos!   Susana.- ¡Jesús de Nazaret siempre escucha y deja hablar a los demás antes de dar a conocer sus palabras! ¿A cuántos altos dignatarios y famosos oradores habéis visto hacer lo mismo? Juana.- Yo no conozco a ningún otro.  Magdalena.- Por eso enseña a todos que cuando damos somos nobles y cuando compartimos recibimos gloria. Susana.- Sabiendo él sanar, echar demonios y resucitar a los muertos ha proemtido que, una vez que ya no esté presente, quienes creen de verdad en él también serán capaces de hacer lo mismo. Magdalena.- ¿Y el sentdio del humor? ¿Habéis visto y escuchado como dice que los hombres y las mujeres por igual tenemos derecho a reír y cómo hace reír a los demás? ¡Todo lo contrario de tanto sacerdote y maestro que creen que si ríen pierden autoridad y se muestran por eso más secos que los sarmientos de las viñas!   Juana.- ¡Jajajajaja! ¿Y cómo engaña a sus enemigos? ¡Termina por desquiciarlos a todos ellos! ¿Cómo no le van a odiar si es capaz de sonreír en lugar de tomárselos en serio cuando sus enemigos se ofenden al ver sus sonrisas?  Magdalena.- Viendo ese sentido del humor tan noble y sincero es por lo que yo creo que Dios creó a los hombres y mujeres sobre todo para reír aun en los momentos de los mayores apuros. Susana.- ¡Cosa que se niegan a admitir tantos teólogos que creen que Dios siempre está serio y se toman tan a pecho la seriedad de Dios que no son capaces de sentir humor con los chistes! Magdalena.- Por eso no hacen más que decir que Jesús de Nazaret no es un maestro digno de tener en cuenta aunque él siempre les rebate todas sus teoría y el pueblo humilde y sencillo ríe a todo placer cuando les deja en ridículo con dos o tres palabras nada más. Susana.- Por eso les molesta tanto a esos santones tan serios ver cómo la multitud goza escuchando a Jesús.  Magadalena.- Sin duda alguna llego a la conclusión final de que Jesús de Nazaret es nuestor modelo para vivir mejor en la Tierra. En ese momento Jesucristo y sus doce apóstoles entran en escena. Jesucristo.- Parece que hay ganas y vamos a ganar pues todo ganador es ganado. Y ya se sabe que boca que no se abre bocado que se pierde y oveja que no bala hace que los ovispos acudan a picotear. Magdalena.- ¡Jajajajaja! SE BAJA EL TELÓN. FIN DEL SEGUNDO ACTO. ACTO TERCEROESCENARIO.- Puerta de la tumba de Jesucristo. María Magdalena está llorando. Voz de Dios.- María, hoy te invito a que te vistas de dolor. De ese dolor hondo. De ese dolor profundo. De ese dolor que se incrusta en el corazón como espina inmisericorde. De ese dolor que hace llorar a pecho descubierto. De ese dolor que te convierte en más mujer. Hoy te invito a que te vistas de dolor y salgas a la calle y llores como lloran las mujeres verdaderas. Sin que te importe, para nada, lo que digan de ti los que te ven llorar por las calles sin poder saber qué ocurre con tu corazón. Hoy te invito a ti, mujer, a que dejes la fiesta y te unas al dolor; a ese profundo dolor de los que no conocen el amor. Hoy te invito a que seas una perdedora de oficio, un ser abandonado, una mujer desolada. Te invito a que te vistas de un dolor sufriente y pruebes el amargo sabor de las lágrimas hasta que te puedan comprender. Magdalena.- Señor, no me importa que todo el mundo me insulte o me vitupere o me rechace con odio diciendo de mí y de mi relación con Jesús de Nazaret toda clase de mentiras para rechazarme a mí pero sobre todo para denigrarle a Él. Voz de Dios.- ¿Y qué sientes ante eso? Magdalena.- Callar no puedo este alma que me vibra al compás de todos mis sentidos y el humano corazón hecho de experiencias hondas. Callar no puedo estas injusticias de hombres hambrientos de gloria y de poderes sin importarle quiénes caen ya abatidos, ya heridos o ya simplemente errantes por culpa de sus ansias y avaricias existenciales. Voz de Dios.-  Preciosa búsqueda que va más allá de los sentidos. Preciosa sensibilidad hacia el encuentro diáfano que supera toda contingencia circunstancial. Búsqueda de búsquedas. Hallazgo de inquietudes. Y sobre todo energía positiva. Tus lágrimas regarán durante siglos las huertas de los humildes porque de ellos es el Reino de los Cielos. Magdalena.- Lo que no sé, mi Dios Altísimo, es por qué tenemos que llorar mientras los poderosos viven sin preocuparse para nada de nuestro dolor. Voz de Dios.-  Entre las sonrisas y las lágrimas, entre la alegría y el dolor, camina buscando siempre la verdad. No te detengas pensando que ellos no sienten nada por vosotros porque quienes son como gozaréis de una eternidad tan justa y placentera que se pondrán de dorrillas pidiéndoos perdón por el daño que os han hecho. Recuerda siempre quién es el Camino, quién es la Verdad y quién es la Vida. Magdalena vuelve a llorar y, entran en escan dos ángeles vestidos de bñanco. Uno se siena a la cabecera y el otro a los pies de donde había estado el cadáver de Jesús. Ángel Primero.- Mujer, ¿por qué lloras? Magdalena.- Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto. Entra Jesús escena, María Magdalena se da media vuelta y se encuentra ante él pero no le reconoce y cree que es un hortelano. Jesucristo.- ¿Por qué lloras, Mujer Y a quién estás buscando?  Magdalena.- Señor, si usted se lo ha llevado dígame donde lo ha puesto y yo iré a recogerlo. Jesucristo.- Esta vida se me cierra en este espacio de nostalgia que prende sus luces en el iris de mis ojos. Miro a tu rostro y veo que  tus lágrimas son algo así como el eterno designio de la necesidad. ¿Qué es la necesidad de una mujer que abraza la nostalgia como penúltima ocasión en esta forma de pasar por el mundo buscando el sueño para poder seguir la ruta de los necesitados? ¿Qué necesito yo para seguir alimentando a mi corazón de esperanzas cuando el mundo se me quiebra entre las manos? Sujeto mi alma con la férrea voluntad de conseguir alcanzar un objetivo, pero todavía no sé qué objetivo me espera cuando me encuentre con ese espacio abierto donde poder acariciar este rostro abundado por las lágrimas viajeras. Me pregunto a donde irán las lágrimas de quienes lloran por culpa del desamor. ¿Y qué es el desamor? ¿Qué es esta sensación de abandono en el cual se anegan las esperanzas de quienes sufren el acoso de la soledad?¡Privilegiados aquellos que nadan en las recompensas llenas de caricias! ¿Por qué llora un líder? ¿Por quiénes llora un líder? ¿Cuántas lágrimas tiene que derramar un líder para redimir las culpas ajenas? En mi equipaje sólo llevo infinitos y por los caminos de esta vida he llegado hasta la última frontera mientras observo el espacio mirando al cielo. Cuestión de corazones pequeñitos que lloran para decir que existen. Con mis años de evangelios observo la lluvia de mis lágrimas circulando como palomas con un solo mensaje: mirando al cielo se ve más clara la luz. Y envío el mensaje a los cuatro puntos cardinales y hacia el escondido lugar de los recuerdos. Otra historia. Solamente es otra historia llena de rosales nada más. Y es que la otra historia de un ser humano consiste en vivirla para poder comprenderla. Eso es quizás el porqué de que los demás no sepan para qué llora un líder. No cambies nunca, Magdalena, no cambies nunca. Posiblemente por eso no cambiar nunca consiste en seguir mirando al cielo llorando. ¿Y El País de los Desencantos? ¿Qué hacer en El País de los Desencantos? ¿Para qué sirve vivir en El País de los Desencantos? Debes saber que soy solamente de los desconsolados dentro de esta vida que nunca se detiene. Magdalena se da cuenta de que no es normal que un simple hortelano sepa habñar de manera tan honda y profunda que supera a los que son considerados sabios.  Magdalena (sorprendida).- ¿Cómo es esto de que un simple hortelano hable mejor que cualquier sabio de los que presumen de sus sabidurías? Jesucristo.- Asumir. Esa es la función más significativa de nuestro caminar por la vida. Asumir lo que somos es lo más difícil de realizar o lo más fácil de llevar a cabo porque sólo depende de ser cómplices del olvido para nunca olvidar, ser cómplices de lo bailado para nunca dejar de bailar, ser cómplices de la verdad para nunca dejar de ser justos, ser cómplices de nuestras palabras para nunca dejar de ser fieles y ser cómplices del recuerdo para seguir adelante con las profundidades que habitan en nuestras almas. Caminar, olvidar, bailar, ajusticiar, fidelidad y profundidad… quizás con todas estas palabras seamos capaces de resumir lo que son nuestros días dentro de lo concéntrico de nuestras emociones.  Magdalena (perpleja).- Sigo sin comprender cómo es que un hortelano sea más hondo y más profundo con sus palabras que cualquier sabio de la historia humana.  Jesucristo.-  Noche profunda en las honduras del corazón. Más allá del límite de lo imposible enhebramos nuestros sentimientos en el congénito lugar de las milagrosas Transformaciones.  Magdalena.- ¿Quién sois vos que con tanta autoridad creéis en la resurrección de los muertos? Jesucristo.- ¡María! María Magdalena se da cuenta, por fin, de que está hablando con Jesús de Nazaret resucitado. Magdalena.- ¡Maestro!  Magdalena se abraza con Jesucristo. Jesucristo.- Ahora suéltame, porque todavía no he subido al Padre. Así que ve a decir a mis hermanos que subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.  Jesucristo sale de la escena seguido por los dos ángeles.  Magdalena (pensando en voz medido alta, de rodillas y tapándose el rostro con sus manos).-Los cinco claveles se han transformado en cinco violetas. Las cinco violetas se han transformado en cinco geranios. Los cinco geranios se han transformado en cinco rosas. Las cinco rosas se han transformado en cinco lilas. Y las cinco lilas se han transformado en una lina de 16 primaveras… mientras mis cinco sentidos se han transformado en un árbol de 18 años de edad. María Magdalena retira las manos de su rostro. Se ha producido el milagro y ahora es una joven bella y hermosa de tan sólo 18 años de edad.  Magdalena.- ¡Gracias, Jesucristo! ¡Gracias por tu regalo! ¡Tú eres el Camino, Tú eres la Verdad y Tú eres la Vida! ¡Acepto con total humildad la milagrosa transformación que has hecho en mí cuerpo! Que la gente me crea o no me crea me es indiferente, que la gente me insulte o no me insulte me es indiferente y que la gente me acuse o no me acuse me es indiferente porque yo sólo creo en ti, Señor, creo en tí. SE BAJA EL TELÓN.FIN             
 Cuando sentimos que la vida es una fiesta es cuando más bondadosos somos para los demás.    
1963. Para combatir aquel inmenso calor veraniego de junio, julio, agosto y septiembre, no hay nada mejor que tomarse una buena cerveza fresca. Es por eso por lo que algún avispado publicista de la época aprovecha la ocasión para lanzar una campaña aunque sea con un pareado tan malo como "!Qué calor! Águila... por favor!" usando la estilizada figura de una actriz, una cantante, una modelo o las tres cosas a la vez. El caso es que en 1963 se pone de moda la cerveza "Águila"; aquella cuyas chapas forman parte muy importante de las que seleccionamos para nuestro fútbol casero. Además de la cerveza "Águila" también está de moda "La Casera", una gaseosa que supera a "La Revoltosa" y mucho más a "La Pitusa". Pensando en aquel año de 1963 yo no sé ni cómo ni por qué aparece en mi mano un membrillo recién cogido del árbol. Le meto el diente y aquello resulta ser más áspero y más duro que el canto de un chinarro, pero me lo como por completo porque hay que sobrevivir y la valentía solo se demuestra tirando de valor. Me lo como entero pensando que acabo de hacer un gran favor al mundo. Todos los que han tenido la desagradable sensación de haber tenido que comer membrillos recién cogidos de los árboles me darán la razón. Otra cosa, bien distinta, es el conocido dulce de membrillo. Tras comerlo viene bien un par de cervezas "Águila" y ya está. Aquello de "¡Qué calor" Águila... por favor" se escuchó en todas las emisoras radiofónicas y fue la moda en toda la ciudad de Madrid y sus alrededores. Algo después vendría "Mahou" para desplazar del primer lugar, en cuanto al ránking de cervezas se refiere, a "Águila". Pero en cuestión de cervezas los que más entendemos de "rubias" sabemos que la mejor de todas es "San Miguel". Y cierro mi Diario en medio de un calor que me hacer recordar tiempos de adolescencia.  
En 1979, y tal como había vaticinado mi abuela materna Rufina nada más nacer yo, ya estaba hecho "todo un vigardo completo" que, en el caso concreto de mi personalidad, quiere decir persona alta y corpulenta. Por eso en los autobuses de la EMT (Empujando Montan Todos) no tenía ningún problema para entrar y situarme en los mejores lugares de "observación". Era una época en que los autobuses parecían latas de conservas de "pulpos" y algunas chavalas comenzaron a protestar forjándose las primeras Alianzas Femeninas contra el Poder Masculino. El caso es que, en medio de aquel caos pseudodemocrático, yo comprendía sus justas y además respetables reivindicaciones; como aquel día en que, Andrés y yo, hicimos bajar a uno de esos "pulpos" que abusaban de chicas en apuros por culpa del "Empujando Montan Todos" y estuvimos a punto de partirle la cara en plena Estación del Norte de Madrid (hoy Estación Príncipe Pío) porque había que hacer justicia y poner a cada uno en su lugar. Andrés era mucho más bajito que yo pero en eso de "los golpes bajos" podía hacer demasiado daño a los "escojoncios" de aquel tipo. La chavalilla, liberada del tormento de aquel abusador, nos lanzó una sonrisa mientras esperamos a que el "pulpo" se perdiera de vista. Terminamos los dos en la "Casa Mingo" tomando unas sidras "mano a mano". Ni Andrés ni yo caímos al suelo. 
En 1979 y tal como había vaticinado mi abuela materna Rufina nada más nacer yo, ya estaba hecho "todo un vigardo completo". 
Lázaro (Teatro Cristiano) ACTO PRIMEROESCENARIO.- Junto a la orilla del río Jordán. Está Jesucristo reunido con sus discípulos y mucha gente a su alrededor. Todos sentados y sentadas. Pedro.- ¿Qué es la muerte, Maestro? Jesucristo.- Todos tenéis voluntad de vivir y teneis carácter para vivir pero el Destino está en las manos del Padre. Ninguno de los otros dioses saben explicarlo. Y debe ser una explicación bien convincente para poder comprenderla.  Pedro.- ¿Puedes darnos alguna señal, Maestro? Jesucristo.- Manifestarnos a nosotros mismos nuestra propia verdad nunca nos hace daño porque todo ser humano debe conocer lo que hay dentro de él. Mal camino siguen aquellos que no saben cómo son ni lo que son ni para qué son así y no de otra forma. Sin embargo, quien conoce su verdad sabe de la entereza de su alma abierta y es capaz de entender el porqué de sus movimientos y la resonancia de sus voces. Quienes conocen su verdad saben que la vida y la muerte se juntan en un punto concéntrico que es, lo que podríamos llamar, algo así como conciencia exacta de las cosas de su corazón y las causas que las producen. Todos los que le escuchaban se quedaban maravillados.  Tomás.- En verdad que Jesús parece ser el Mesías Prometido como predijo Juan.  Jesucristo (haciendo como que no ha escuchado las dudas de Tomás).-  Hablamos mucho de amores y desamores, de encuentros y desencuentros, de búsquedas y hallazgos o pérdidas en medio de los caminos de la vida. Hablamos de las metamorfosis diarias en que nos introducen los anhelos palpitantes de nuestros espíritus traducidos a través de los sentidos. ¿Quién os puede decir a vosotros que no estáis descubriendo, dia tras día, las partes esenciales de vuestras existencias? Tomás.- Sigo pensando que puede ser y que ya me quedan pocas dudas sobre ello. Jesucristo (sonriendo ante las inquietudes de Tomás).-  Yo más bien diría que, atareados por el esfuerzo creativo de nuestras palabras, entretejemos una tela radial de signos vitales. Y son los signos vitales los únicos exponentes que sirven para medir y codificar las verdades inherentes a nuestros espíritus humanos; esos espíritus que vemos, permeables y translúcidos, en el espejo pluridimensional de nuestras conductas. O somos tal como nos manifestamos o estamos traicionando a nuestra propia esencia personal. Y no hay peor cosa para vivir como pleno ser humano que construir una pesada carga de autoengaños vivenciales. La verdad de toda nuestra presencia en la vida es la única que, realmente, nos significa como verdaderos en cada momento y la única que quedará de nosotros cuando nos hayamos ido; así que manifiéstate en tu verdad y sé luz de tu esencia en lugar de figura fantasmal de tu sombra. Todos quedan todavía más asombrados y hay exclamaciones de admiración.  Tomás.- Cada vez estoy más seguro de que es el Mesías Prometido del que hablaba Juan.    Jesucristo (esta vez poniéndose de pie).- Nosotros debemos saber como combatir a la muerte con el simple ejercicio de vivir la Verdad de la Luz. Hablemos por ejemplo de eso tan conocido como el desamor. Solo los que saben mantenerse en pie saben que más allá, mucho más allá de cualquier clase de desamor, se encuentra esa Verdad de la Luz que nos convierte en eternos e inmortales. Palabras, estas dos, que tanto asustan a los que no saben permanecer con el rumbo adecuado para alcanzar un Sueño con S de Sensación. Mueren porque no saben sentirse a sí mismos. ¿Y cómo podemos sentir a los demás si un desamor nos hace caer en la falta de sentimiento? Muchos son los que ignoran que el desamor sólo es una cuestión tan insignificante en nuestro periplo vital que fácilmente se supera. Puede que nos produzca dolor momentáneo pero yerran totalmente los que no saben levantarse creyendo que la bebida y la droga les va a dar el olvido. ¿Para qué tenemos que olvidar el desamor si lo superamos manteniéndonos en ese rumbo hacia la Verdad de la Luz? Tomás.- Creo que es en verdad quién esperábamos. Jesucristo (siguiendo en pie).- Un ser humano verdadero de los que nos dirigimos hacia la Verdad de la Luz podemos fácilmente deducir que sí, que es verdad que quienes creen que consumiendo alcohol y drogas pueden olvidar un desamor es un ser que termina convertido en nada. Los he visto con mis propios ojos: fantasmas que se arrastran por la vida y no saben decir no cuando es necesario decir no. Manifestarnos a veces con un no ante la caprichosa actuación de quien nos quiere dañar el espíritu es totalmente válido y valioso. Debemos decir Si a la Vida y a la Luz. Tomás.- ¡En verdad que siendo tan sabio debes ser el Mesías del que nos habló Juan! Jesucristo (mirando a Tomás pero dirigiéndose a todos y a todas).-  Vosotros y vosotras,¿podéis creer de verdad que un ser humano tendido boca abajo, por culpa del alcohol y la droga, puede contemplar esa doble Esperanza llamada Eternidad e Inmortalidad que brilla en la luz de cada amanecer? ¿Sabéis la inmensa felicidad que produce un Amanecer que nos hace visualizar todos los aspectos positivos de la vida? No. Debéis saber decir muchas veces que no. Que esos seres humanos que viven tumbados boca abajo son incapaces de superar el miedo a lo desconocido. ¿Y qué es lo desconocido cuando se vive como mi Padre manda? Lo desconocido cuando se vive como mi Padre manda es precisamente la Vida. Sí. No habéis oído mal. He dicho la Vida con V de Victoria. Porque esta vivencia en el Mundo o es una V de Victoria o es una D de Derrota. Ese es el Camino para superar cualquier desamor o cualquier circunstancia adversa. Desde luego cayendo en la alcoholemia y la drogadicción lo único que hace un ser humano es hundirse en la muerte nada más. No. Debemos saber decir no a esa manera de morir para no morir jamás. Es un deber y una obligación de un líder natural deciros estas verdades. Que mi Padre te lo haga comprender cuando sepas mirar al Cielo, Tomás. Eso es lo único que le digo siempre a cualquier ser humano que habla conmigo de las cosas trascendentales de la Vida. Corre un rumor entre todos los que asisten a la reunión. El murmullo de que es en verdad el Mesías Prometido. Todos y todas se ponen de rodillas porque creen en Él.  Tomás (de rodillas).- ¡Maestro! ¡En verdad que sois el Mesías Prometido que nos señaló Juan! ¡En verdad que sois quien nos habla siempre de Vida y nunca nos habla de Muerte!  Pedro (de rodillas).- ¡Maestro! ¡Eres el Camino, eres la Verdad y eres la Vida! Entra en la escena, en ese momento, un mensajero de María de Betania y su hermana Marta, llamado Meser, para decir que Lázaro está muy enfermo.  Meser.- ¡Jesús! ¡Jesús! ¡Tu gran amigo Lázaro está muriendo!  Jesucristo queda en silencio. Pedro.- ¡Maestro! ¡Maestro! ¿Qué vamos a hacer ahora? Jesucristo.- Nos quedaremos dos días más en este lugar. Después volveremos a Judea.  Pedro.- ¡Maestro! ¡Los de Judea intentaron apredrearte! ¿Quieres ir otra vez allá? Jesucristo.- ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él.  Pedro.- ¿Pero qué vas a hacer en cuanto a Lázaro se refiere? ¡Está muriendo y es uno de tus mejores amigos!  Jesucristo.- Nuestro amigo Lázaro duerme; más voy para despertarle. Pedro.- ¡Señor! ¡Si solo duerme sanará! Jesucristo.- Pedro... Lázaro no duerme... Lázaro ha muerto...y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis del todo... ¡Vamos a donde está él! SE BAJA EL TELÓNFIN  DEL PRIMER ACTO  ACTO SEGUNDOESCENARIO.- Puerta de entrada al pueblo de Betania. Jesucristo está rodeado de sus discípulos y una gran muchedumbre de hombres y mujeres.  Pedro.- ¡Maestro! ¡Hemos andado ya quince estadios desde Jerusalén y seguimos sin saber qué hacer! Juan.- Yo me he enterado de que Lázaro hace ya cuatro días que ha muerto.  Tomás.- Nadie puede ya consolar a sus hermanas Marta y María que lloran por tu ausencia.  Jesucristo (mirando con cariño al siempre dubitativo Tomás).- ¿Qué es para ti una ausencia, Tomás? Tomás (sintiendo un poco de temor).- ¿Quizás o tal vez o posiblemente un olvido? Jesucristo.- ¿En verdad crees que soy un olvido? Tomás.- No... no quiser decir eso... Maestro... Jesucristo.- Pensando en lo que en verdad estás pensando, Tomás,  yo creo que toda solución es precisamente una presencia y no una ausencia. Expresas dudas porque intentas meditar sobre lo que en verdad todavía no conoces bien. Por ejemplo, pensar en tanta soledad de Marta y María, las dos hermanas de Lázaro, es en efecto una eterna ingratitud como tú en verdad estás pensando. Y esa ingratitud nos conduce al dolor en el cuerpo y en el alma que hay que superar con unas sensaciones propias que nos lleven a una solución correcta. ¿Qué es, en este caso, lo correcto, Tomás? Tomás (sintiendo que no sabe qué decir).- ¿Tal vez la respuesta de Dios? Jesucristo.- ¡Tú lo has dicho! Se dice: “Yo soy libre de hacer lo que quiera”. Es cierto, pero no todo conviene. Sí, yo soy libre de hacer lo quiera, pero no debo dejar que nada me domine. También se dice: “La comida es para el estómago y el estómago para la comida”. Es cierto, aunque mi Padre va a terminar con ambas cosas. En cambio, no es verdad que el cuerpo sea para la inmoralidad, sino que el cuerpo es para el Señor y el Señor es para el cuerpo. Y así como yo resucito muertos, también puedo resucitar a Lázaro si es que debo hacer que resucite. El que tenga entendimiento que entienda y que no lo entienda mal. Escuchando estas palabras Marta, la hermana de Lázaro, se acerca a Jesús.  Marta.- Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Más también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. Jesucristo.- Tu hermano resucitará.  Marta.- Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero en que los muertos se levantarán para la hora del Juicio Final. Jesucristo.- Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Marta.- Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.  Jesucristo (dirigiendo su palabra a Juan que está a su derecha).- ¿Qué dice el mundo sobre la muerte, Juan? Juan.- Por lo que tú nos has enseñado, sabemos que lo perfecto no existe según los que hablan de la Razón pero también sabemos que lo perfecto sí existe según los que hablamos del Corazón.  Jesucristo.- Escucha bien, Juan. Y entiende bien lo que digo. Tú eres un mundo llamado Tú. Un mundo llamado Tú es mi único equipaje en esta feliz travesía por las ondas expansivas del mundo profundo. Allí, en tu mundo me hundo para buscar lo que el viento se llevó con sus tragedias. Pero ¿qué es la vida sin tu mundo sino una tragedia escondida en las sombras de la envidia? Es por eso por lo que les pregunto a los gorriones sencillos del pueblo dónde hacen sus nidos ellos. ¡En tu mundo! Sabiendo eso, todos deberían haber aprendido que Lázaro también es un mundo. ¿Qué importa lo que vean los demás? Para vivir basta y sobra con la paz que existe en los atardeceres de la pequeña barca de un pescador. ¡Mundo y horizonte! ¿Para qué queremos seguir en el desierto seco y árido de las gentes envidiosas? Un mundo llamado tú, Juan, es también un mundo llamado Lázaro y eso es suficiente para estar siempre acompañado en las primaveras de las rosas; en el verano de los girasoles; en el otoño de los castaños y en el invierno de la nieve pura. !Esa es la única Verdad que existe en esta nuestro mundo al  que podemos llamar Amor! ¡Un mundo llamado Tú nunca es Muerte! Un mundo llamado tú es la llama que me hace arder de fantasías pero lejos de las vanidades de este mundo oscuro donde no existe más que una figuración inexacta de lo que es amar. ¡Amar con toda el alma apostada al cero más absoluto de la feria de las vanidades! ¿Y para qué necesitamos nosotros los números absolutos de la feria de las vanidades si sólo son ceros elevados a la enésima potencia?Un mundo llamado Tú nada sabe de ciencias exactas; somos tal cual somos y nada más. ¡Llamad a mi presencia a María, la hermana de Lázaro, por ver si puedo o no puedo resucitar a los muertos!  Marta (hablando con su hermana María).- El Maestro te llama.  María de Betania se acercó a Jesús.  María (postrándose a los pies de Jesucristo).- Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano.  Jesús entonces, al verla llorando y también a los judíos que la acompañaban, se estremeció en espíritu y se conmovió.  Jesucristo.- Levanta del suelo, María.  María (levantándose).- Ya es demasiado tarde, Jesús.  Jesucristo.- ¿Qué dicen las gentes de duro corazón, María? María.- Todos dicen que al cuarto día el alma abandona el cuerpo de los muertos y mi hermano Lázaro hace ya cuatro días que murió.  Jesucristo.- ¿Y qué sucedería si aun habiendo pasado un año después de su muerte yo llegase a su tumba y lo resucitara? Tomás (temblando de dudas).- Eso es un imposible, Maestro.  Jesucristo lloró.  Juan.- Mirad cómo le amaba.  Jesucristo.- No lloro por no poder resucitar a mi amigo Lázaro sino porque habiéndome visto ya resucitar a tantos muertos y muertas todavía dudais de que yo sea capaz de decirle que se levante de la tumba y siga viviendo todo el tiempo que mi Padre lo desee no sólo habiendo pasado cuatro días sino un año entero muerto. María.- Yo creo que sí.  Jesucristo.- Tu Fe en mí es más que suficiente. Las dudas de los demás no me ofenden porque yo sé bien que tú tienes Fe y crees en verdad María.- En verdad que creo en ti, Jesús, por encima de cualquier otra persona y por encima de cualquier cosa.  Jesucristo (dirigiéndose a sus discípulos y a toda la muchedumbre).- ¡En verdad en verdad os digo que la Fe de esta mujer me recuerda a aquel oficial del rey, estando yo en Capernaum, cuho hijo estaba enfermo de muerte me mostró tanta fe aun siendo solamente un romano que bastó con que yo le dijera ve a tu casa porque tu hijo vive y él lo creyó sin tener yo que estar presente ante la muerte. Su Fe en mí obró el milagro.  María.- Yo sé que tú eres el Camino, tú eres la Verdad y tú eres la Vida. No es necesario que vengas ante la tumba de mi hermano Lázaro para que le hagas revivir.  Jesucristo.- En este caso sí es necesario para que todos estos incrédulos que abundan mezclados con quienes creen sean testigos directos. Vamos a dónde está la tumba de mi amigo Lázaro para que todos los vean con sus propios ojos ya que con sus corazones no pueden.  Salen Jesús y María del escenario seguidos de todos los discípulos y toda la muchedumbre.   SE BAJA EL TELÓNFIN DEL SEGUNDO ACTO ACTO TERCEROESCENARIO.- Tumba cerrada donde reposa el cadáer de Lázaro. Todos están esperando el acontecimiento por ver si es verdad o mentira el omnímodo poder de Jesucristo. Jesucristo (r¡dirigiéndose a Tomás).- ¿Crees en verdad que Lázaro va a resucitar o planteas alguna duda que sea razonable, fiel discípulo? Tomás (un poco encogido el ánimo).- Me habéis pillado con la mente en blanco, Maestro... Jesucristo (sonriendo ante el poco ánimo de Tomás).- No sólo mantuvimos siempre la amistad Lázaro de Betania y yo sino que nuestra amistad supera cualquier chismorreo, cualquier cotilleo o cualquier duda razonable. Lo razonable es que paso muy buenos momentos comunicándome con él en el amplio sentido de la comunicación interpersonal. De persona a persona y de palabra en palabra nuestra amistad es lícita. Tan lícita que es en su nombre, y para que todos y todas lo vean con sus propios ojos, voy a ordenar a Lázaro que se levante.  Un silencio sepulcral se apoderó de todos y de todas. Jesucristo.- Quitad la piedra. Marta (muy preocupada por los demás).- Señor, hiede ya. Jesucristo.- ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? ¿Acaso la gloria de Dios huele mal o es el mejor aroma que en toda el universo existe?  Entonces, Pedro y Juan, los más decididos a cumplir con las órdenes de Jesucristo, quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Una fragancia de buen perfume, como de alyssum dulce, inundó el olfato de todos los presentes que se maravillaron de ello. Tomás.- ¡En verdad que huele a profundo aroma de jardín!  Jesucristo (alzando los ojos a lo alto).- Padre, gracias te doy por haberme oído.Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. Tomás (inquieto).- Estoy casi de todo seguro de que Lázaro resucitará. Jesucristo (clamando con gran voz).- ¡Lázaro, ven fuera!  Y el que había muerto hacía cuatro días salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro intacto envuelto en un sudario. Jesucristo (dirgiéndose a sus doce discípulos).- Desatadle y deajadle ir. En medio de aquel aroma como de alyssum dulce, Lázaro se mostró mucho más sano y mucho más joven de lo que había estado antes de morir. Lázaro (poniéndose de rodillas ante Jesucristo).- ¡Amigo Jesús! ¡Mientras estuve en el túnel siempre supe que vendrías a salvarme de la muerte! Jesucristo (levantando a Lázaro del suelo y abrazándole como al mejor amigo).- ¿Qué has conocido, amigo Lázaro? Lázaro.- Que existe la Eternidad.  Entonces todos los allí presentes, hombres y mujeres por igual, cayeron de rodillas ante el Hijo de Dios. SE BAJA EL TELÓNFIN  
Estamos sujetos a la solvencia del ser o no ser. Nuestra capacidad de elecciones siempre pasa por el riesgo de saber hacia dónde vamos o perdernos en las sombras de lo impredecible. El filósofo siempre se pregunta si es necesario saber dóde está el límite. El poeta no se lo pregunta jamás. Mientras el filósofo duda, el poeta sigue adelante sabiendo que deja atrás lo que no tiene más significado que lo efímero. El filósofo se detiene para pensar mejor; pero el poeta piensa mejor cuando camina. Si es cierto que no hay caminos también es cierto que existe el espacio para poder crearlos. El filósofo no sabe despertar nada más que la conciencia pero el poeta es conciencia en sí mismo y prefiere no despertar jamás una vez que ha conquistado el alma de su compañera: "Somos dos personajes de historia / viajando en este mundo / donde yo soy el profundo / soñar del profundo amar. / Cielo, tierra y mar. / Esta vida es una noria / y hay que saber entonar / la música del viajero / que nunca muere al viajar".  El filósofo se queda meditando si el camino es o no es lo que existe. El poeta rasga las cuerdas de su guitarra porque sabe que más allá de cualquier camino el amor espera. Y al crear conciencia de los versos surgen los besos que de su alma nacen. ¿Filosofamos al poetizar? Quizás sea algo más que filosofía. Quizás sea que hacerlo en familia tiene ventajas. El filósofo de las relatividades no comprende por qué el poeta ama con el absoluto de su propia fantasía convertida en realidad. Y es que el poeta conoce lo que su alma le dicta en lo profundo de su corazón mientras el filósofo nunca sabe nada más que teorías vanas. En la vanidad de los pensadores se muere ese amor que el poeta nunca olvida. Pensar supone quedarse lejos del viaje. Y el poeta crea familia en cada una de las sílabas de su soneto: "Tú eres mujer y yo hombre / puede que de fortuna escaso / pero no detengo el paso / pensando que soy muy pobre. / El verso es ese sobre / cada vez que ando escaso / y necesito ser un ocaso / para nacer con renombre. / Que venga el rico y que nombre / al sucesor de su cobre / su plata, su oro y repaso. / Yo guardo este pronombre / que en tí siempre recobre / mi beso profundo y manso".     
DESPÍDETE DEL CALDERÓN (por José Orero de Julián "Diesel") Hoy he vuelto a pasar por el Estadio. Viajo por ese túnel del tiempo que nos lleva de una estación a otra deteniendo su marcha en medio de los recuerdos. El Atleti había fichado a Luis, Colo y Martínez que venían de las tierras sevillanas, de aquel "viva er beti manque pierda" que hacía furor entre las mozas de Andalucía. Martínez era alto, pelirrojo, tácticamente muy ordenado, seguro con el balón, atento y fuerte. Sucesor natural de Glaría no llegó a jugar la Liga ni la Copa con nuestros colores rojiblancos. Un 7 de julio de 1964 se quedó soñando. Ocho años después despertó en el Cielo. Era "El Panocha". Era alguien que dejó las botas de fútbol para calzar las sandalias del pescador. Algo así como una ráfaga de viento entrando en el Estadio en aquellas tardes y noches en que los nostágicos caminábamos por el Paseo de Los Melancólicos esperando que los goles de Gárate nos dieran la victoria.  Camino con mi padre hacia un destino perpetuo: aquel paseo que tantas tardes disfruté para sentir cómo "El Panocha" jugaba con los ángeles del fútbol en un paraíso llamado Eternidad. ¿Por qué somos del Atleti, papá? Mi padre guarda silencio. Miro al Cielo y "El Panocha" me sonríe. Hoy he vuelto a pasar por el Estadio y he recitado de memoria una alineación. Final de la Copa en el Estadio Santiago Bernabeu de nuestros "eternos" rivales blancos. Perdimos por 1-2 ante el Zaragoza de "Los Cinco Magníficos". Madinabeytia; Rivilla, Griffa, Calleja; Ramiro, Glaría; Cardona, Martínez Jayo, Jones, Adelardo y Collar. Falta "El Panocha"... pero es que José Miguel Martínez Ferrer está jugando en el más allá con los que se fueron para volver siempre acompañados de nuestra memoria...  Autor: José Orero de Julián "Diesel"Calle Mayor, 71 - 9-A. 30500 Molina de Segura (Murcia)DNI 01075100-BTel. 649 79 59 84.   
Dieciocho años después de haber nacido me encontré ante una tremenda disyuntiva. ¿Qué hacer? ¿Tirar hacia adelante para aguantar el "chaparrón" del BHA o lanzarme a la vorágine? Como yo no era José Eustasio Rivera Salas ni tampoco había nacido en San Mateo ni en el día de San Mateo, decidí aguantar el "chaparrón". Recordé que había salido de una caja y ahora me encontraba sentado en un banco. Recurrí a mis experiencias de la Conquista de la Cima y, a pesar de todos los pesares, decidí seguir siendo fiel a mis principios: el amor siempre tira a donde el instinto te señala. De algo me debía valer lo de ser un león que nunca se convertía en chaquetero ni tránsfuga. Era más fácil fugarse de aquel cerco femenino pero como dicen que de perdidos es mejor tirarse al rio, empecé a reírme de todas las circunstancias. ¿Qué sucedería en aquellos tres primeros meses de prueba antes de ser todo un profesional de la maquinaria social? Lo social no me desagradaba del todo y, viendo que me mantenía a flote, decidí remar en la dirección correcta. Los vientos de la Alcalá soplaban en el lluvioso mes de abril pero no era cuestión de quejarse pues de bien nacidos es estar bien servido. Y como era mejor callar las pruebas del amor mi silencio desconcertaba a todos mis rivales. El goteo del día a día representaba mucho más que un simple simbolismo. Yo había aprendido, en algunos de aquellos momentos de rebeldía humanista, que el simbolismo literario hispano, con algunos importantes antecedentes peninsulares como Gustavo Adolfo Bécquer y Salvador Rueda, se subsumió en un movimiento más general conocido como modernismo. Así que lo más interesante era apuntarse a lo de ser moderno e ir pensando ya en las camisetas de colores y los pantalones vaqueros. Mi primera excursión con "chicas a la vista" resultó todo un éxito más o menos esperado o inesperado. Lo de esperar era una condición que me hacía resistir mejor la embestida de los oleajes sentimentales y, de sentimiento en sentimiento, fui buscando los lugares más estratégicos de la Oficina Principal una vez que ya se me había confirmado como "fijo". Y me fijé en las que tenía que fijarme. El aburrido gris de los "anticuados" al estilo de Luis Miguel no me decía nada de nada. Y lo que Luis Miguel fuera o no fuera me importaba menos que un pimiento de Padrón, aquel lugar de Galicia donde dicen que había nacido Camilo José Cela. Si Luis Miguel iba detrás de Mati no era para mí ningún punto de referencia esencial. Lo más recurrente era seguir haciendo como que el tiempo no estaba pasando. Lo que sí estaba pasando es que mi Princesa iba creciendo dentro de mi corazón. Y a las cosas del corazón era mejor no traicionarlas.  Desayunaba en lugares donde acudían las mejores "palomas del palomar" y, echando un vistazo al material humano, cada vez me sentía más humanitario y más cercano a mi propio yo. ¿Quién era mi propio yo en aquel laberinto de pasiones? Bastantes años después respondí a aquella pregunta existencial. Esta era la verdadera respuesta que los "grises" como Luis Miguel nunca llegaron a acertar: "Te busco y estás en mí. Te encuentro tan dentro de mi alma que eres y formas parte intrínseca de mi propio yo. Eres la que conduce mi mente hacia las riberas del sueño y la que me despiertas al alba. Amaneces siempre en mis entrañas y estás tan unida a mi yo que eres mi propio yo. Te busco y estás en mí, tan en mí, que somos una sola identidad personal. Eres la que conduces mis pasos y la que, saliendo de ti vuelvo a entrar dentro de ti. Sin más premisas ni rodeos, jamás te pierdes de mi lado porque estás, precisamente, dentro de mí desde el mismo día en que naciste. Tan dentro que eres mi yo reflejado en tu yo: o sea el doble yo de mí mismo". Lo demás sólo eran falsas conjeturas de los ignorantes. Nadie había descubierto mi verdad hasta que, una vez ya casado con mi Princesa, todo se había consumado.         
Todos los hombres sabemos que el amor es un principio pero muchos no saben donde está el final.  
Judit (Teatro Cristiano) ACTO PRIMERO ESCENARIO.- A la derecha se encuentra la muralla defensiva de la ciudad de Betulia. A la izquierda Holofernes y su tropa de guerreros asediando a dicha ciudad.   Holofernes (en plan altivo y soberbio).- ¡Yo soy el general Holofernes, comandante en jefe de Nabucodonosor II, rey de todos los babilonios y vencedor de todos los medos de Asiria! ¡Vengo a castigaros por haberos negado a apoyarnos en las batallas poniendo a vuestro ejército en manos de mi poder! Ozías (desde lo alto de la muralla).- ¡Yo soy Ozías y gobierno a las tropas de Yahveh, Dios de los Ejércitos! ¡En verdad en verdad te digo que no entrarás nunca jamás en Betulia! Holofernes.- ¡Una resistencia así de profunda merece mi aplauso; pero en la guerra no hay aplausos para los vencidos! ¡Mi victoria será mucho más concluyente cuanto mayor sea vuestra resistencia!  Ozías.- ¿Qué entiendes tú por concluyente, necio charlatán? Holofernes.- ¡De acuerdo, ignorante! ¡La única objeción que podemos señalar es que las personas o evolucionan como personas o involucionan transformándose en animales! ¡Te aplaudo por tu valentía pero tú y todos los tuyos serviréis de comida para los cerdos de Nabucodonosor porque los animales devoran a los animales! ¡Eso es lo que yo entiendo como concluyente! ¿Qué tienes que decir ante esto? Ozías.- ¡Los cerdos de Nabucodonosor tendrán la obligación de quedarse en ayunas porque Yahveh nos protege y la victoria es nuestra! Holofernes (fanfarroneando).- ¡Jojojojojojo! ¡Es la primera vez en mi vida que escucho a un perdedor hablando de victoria! ¡Es verdad que sois necios!  Ozías.- ¡Los inocentes claman justicia, Holofernes, y la justicia no está de tu lado! Holofernes.- ¡Sólo los más poderosos podemos hacer justicia! ¡Los débiles únicamente servís para ser esclavos! ¡La justicia está del lado de los más fuertes y eso es ley de vida! Ozías.- ¡Pero no es Ley de Dios; así que estás equivocado, general de los demonios!  Holofernes.- ¡Marduk no puede ser jamás derrotado por ningún otro dios! ¡Y Marduk es la ley de la vida que dirige todos los destinos humanos! Ozías.- ¿Sois tan poca cosa que os dejáis guiar por una estatua?  Holofernes.- ¡Marduk debe ser recordado y por eso sus estatua es la que guía las vidas humanas! ¡Los dioses tienen que ser visibles para poder ser dioses conocidos! ¿Qué clase de dios es el vuestro que ni tan siquiera tiene una estatua en ningún lugar de la tierra? ¿Cómo podéis tener fe en un dios invisible? ¡Vuestra fe es ciega y los ciegos pierden siempre porque no saben donde está su salvación!  Ozías.- ¡Te equivocas en lo más fundamental! ¡Nuestra fe no es ciega como todos los demás pueblos creéis! ¡Yo soy de los que creen en Yahveh porque he visto demasiados milagros hechos por Yahveh! ¿Qué te parece esta clase de creyentes que tenemos Fe porque nuestros ojos estan bien abiertos y ven las obras de nuestro Dios convertidas en realidad? Holofernes.- ¡Jojojojojo! ¡Llamáis realidad a lo que son solamente ilusiones vanas! Ozías.- ¡Dejad de chinchorrear! ¡Molestáis incluso demasiado cuando habláis así que sería mcuho mejor que guardarais silencio pero eso es más difícil que pedir peras al olmo! Holofernes.- ¡Mostradme solamente algo que sea producto de vuestro dios y podré empezar a creer que es cierto! Ozías.- ¿Puede ser una demostración de belleza? Holofernes.- ¡Si vuestro dios es capaz de crear belleza tendré que pensar que quizás exista!  Oyendo estas cosas, Judit decide intervenir una vez que se ha quitado los hábitos de su viudedad y se ha visto con las galas que le hacen aún más hermosa de lo que es por naturaleza propia. Judit.- ¿Os valgo yo como muestra? Holofernes queda impactado de tal manera que comienza a perder la templanza de su ánimo.  Holofernes.- ¿Es posible que seas producto de vuestro dios? Judit.- Soy producto de Yahveh, el único Dios que existe.  Holofernes.- ¿Y rezas siempre a tu Dios por haberte hecho así? Judit.-  La Belleza no reza. La Belleza Verdadera ora en la enredadera y la enredadera es este mundo lleno de dioses absurdos que nada pueden contra mi pueblo. Holofernes (lleno de ansiedad).- ¡Escucha, Ozías! ¿Cómo se llama ella? Judit.- No es necesario que él os lo diga. Me llamo Judit y soy invencible gracias a Yahveh.  Holofernes.- ¡Las mujeres no pueden decidir lo que los hombres deciden!  Ozías.- ¡Está bien, Holofernes! ¿Qué es lo que deseas? Holofernes.- ¡Deseo a esa hembra porque es la más hermosa de todas las tierras conquistadas y por conquistar! Ozías.- ¿Que le ofreces a mi pueblo si ella se entrega a ti? Holofernes.- ¡Jojojojojo! ¡En lugar de ser comidos por los cerdos seréis comidos por los buitre que es algo más digno y honroso! Ozías.- ¡Entonces olvídate de ella para siempre! Judit.- ¡Espera un momento, Ozías! Holofernes.- ¿Estás interesada en ser mía y salvarte del exterminio? Judit.- ¡Estoy dispuesta a ser tuya si es que merece la pena serlo!  Holofernes.- ¡Tal valentía se merece un regalo! ¡Tu pueblo no será comido por los buitres sino devorado por los leones! ¡Y esa sí que es una muerte digna para los guerreros!  Judit.- ¡De acuerdo! ¡Voy a comprobar si eres tan hombre como dices o te da miedo la responsabilidad de ser tan hombre como dices!  Holofernes (retorciéndose las manos por culpa de la ansiedad).- ¡Ven a mí y yo te haré saber lo que soy!  Judit.- ¡Voy a ti para saber que sois lo que estoy pensando! Holoferens.- ¿Pensías que soy hombre o pensáis que no soy hombre? Judit.- A solas contigo es la mejor manera de saberlo. Completamente a solas porque sólo a ti y a mí nos corresponde saberlo antes de hacerlo público a los demás.  Holofernes.- ¡Jojojojojo! ¡Sois inteligente y eso es casi imposible verlo en mujeres tan hermosas! ¡Ven ya y saldremos de dudas! Después de un breve silencio se abre la puerta de la muralla de Betulia y sale Judit montada en un caballo completamente blanco, junto con su fiel sirvienta Analía que monta en un caballo completamente negro llevando un cesto tapado con un paño. Un perro pastor les hace compañía. Judit (hablando a media voz).- No me abandones ahora, Yahveh, Dios de los Ejércitos de Israel y haced que mi mano no tiemble.   SE BAJA EL TELÓNFIN DEL PRIMER ACTO. ACTO SEGUNDOESCENARIO.- Tienda de campaña del general Holofernes. Se encuentra a su lado izquierdo su lugarteniente Bagoas y dos oficiales. Frente a Holofernes está Judit, frente a Bagoas está Analía y al otro lado de Judit está el fiel y fiero perro pastor "Channa". Holofernes (ya bastante beodo).- ¡Es hora de que tu sirvienta Analía y tu fiel y fiero "Channa" abandonen mi dormitorio! Judit (sin haber bebido nada).- ¡Es hora de que tu lugarteniente Bagoas y estos dos cazurros oficiales abandonen tu dormitorio! Holofernes (malhumorado).- ¡En mi tienda de campaña ordeno yo! Judit.- ¡En tu tienda de campaña ordenas tú menos cuando una mujer como yo ha decidido pasar la noche entera contigo en señal de amor!  Bagoas.- ¿Vas a ser tan débil que una mujer hebrea te de órdenes, gran Holofernes? Judit.- ¡No caigas en su trampa, Holofernes! ¡Quiere que te duermas para ser él quien recoja los frutos y ya sabes a qué clase de frutos me refiero!  Holofernes (pensando).- ¡Sal de inmediato de mi dormitorio, Bagoas, ya dale gracias a Marduk de que no mando en este mismo instante cortarte la cabeza! ¡Llevate contigo a estos dos incapaces de ser hombres de verdad! ¡Me da vergüenza vuestra falta de hombría y vuestras altas ganas de traición! ¡Iros los tres a dormir ya que no podíes ni poneros en pie pero no olvides, Bagoas, cerrar por completo la tienda! Judit.- ¡En verdad que sois mucho más hombre de lo que algunos piensan aunque otros piensen que no lo eres tanto! Holofernes (cayendo en la trampa).- ¡Manda que se vayan Analía y "Channa" y te demostraré cuánto de hombre soy! Judit.- ¡Déjame a solas con este gran hombre que todavía tiene que demostrarme que lo es! ¡Pero no te olvides de quedarte en la puerta de la tienda, junto con "Channa", cuando todos los hombres de Holofernes se hayan ido a dormir! Holofernes.- ¿Es que dudas de la fidelidad de mis hombres? Judit.- Sobre la fidelidad de los hombres se podrían escribir millones de palabras y ninguna de ellas diría la verdad.  Holofernes (bebiendo otro poco más de su jarra de vino).- ¡Explícame eso porque no lo he entendido! ¡Explícamelo bien cuando estemos a solas! Analía y "Channa" salen al exterior. Judit.- La fidelidad es cualidad del fiel, del leal, de persona cuyo comportamiento corresponde a la confianza puesta en ella o a lo que exige de ella el amor. Yo no traiciono a quien amo ni lo cambio por nada. Ni por todas las lentejas del mundo, aunque fuesen de oro, dejaré de ser fiel a quien amo ni estando muerto. Para mí el amor, más que un deber es una amistad que no tiene precio por muchas monedas que se pongan dentro de la bolsa. Y eso es una especie de juramento prestado en vida de agradecimiento. Ser fiel a quien se ama es ser fiel a nuestros sueños y eso supone una doble sensación agradable: amar un sueño y tener amistad eterna con dicho sueño. Eso sois incapaces de hacerlo los hombres que sólo pensais en traicionaros los unos a los otros por culpa de una mujer. Holofernes (bebiendo más vino).- Curiosa forma de pensar. ¿Puedo saber quién eres de verdad? Judit.- Soy una bellísima viuda hebrea, hija de Merari, que cómo estáis viendo poseo bellas facciones, alta educación, enorme piedad, celo religioso y pasión patriótica. ¿Habés visto alguna vez una mujer que posea todas estas virtudes juntas? Holofernes (a punto de caer borracho).- ¿Estuviste ya casada? Judit.- Con un hombre rico que sabía aprecias mi belleza y mi hermosura y que hizo de mí una mujer respetada por todos los hombres y las demás mujeres. Muchos me han pretendido como esposa pero siempre he preferido guardar la memoria de mi marido. ¿Comprendes ahora el sacrificio que voy a hacer por haberme enamorado de tu grandeza? Judit está dando coasión de seguri hablando todo el tiempo que pueda conseguir hasta hacerle caer borracho; pero Holofernes es un gran bebedor y no es fácil emborracharle. Holofernes (bebiendo más vino y ya con la vista nublada).- ¡Me amas por mi grandeza o me amas por mi hombría!  Judit.- Me parece que te envaneces antes de tiempo. Si eres un gran hombre eres grandeza pero si no eres grandeza no eres un gran hombre.  Holofernes ya sin comprender casi nada de los laberintos que las palabras de Judit están creando en su cerebro sigue bebiendo...  Holofernes.- Dicen que los borrachos decimos verdades. ¿Es para una mujer como tú eso una gran verdad de un gran hombre? Judit (observando que está a punto de conseguirlo).- ¡Bebe todavía más para conseguirlo! ¡Muchos dicen que los grandes hombres se miden por las grandes cantidades de vino que beben diariamente! Holofernes.- Pero a mi me interesa lo que digas tú. Judit.- Si sigues bebiendo un poco más pronto te diré lo que con tanta ansiedad deseo decirte.  Holofernes (ansiando cada vez más el cuerpo de Judit ya no para de beber).- La ansiedad es la antesala del placer.  Judit.- ¿Y tú de verdad crees que un borracho es capaz de tener relaciones sexuales completas? Holofernes comienza a dar cabezazos antes de responder... Holofernes.- Sí... no... sí... no...  Judit.- Ahora mismo pareces un jovencito deshojando la margarita del sí y del no. ¿De verdad es eso es ser hombre? ¡Bebe un poco más mientras la margarita dicta sentencia! Holofernes sigue sin caer del todo... pero ya no sabe ni dónde está...  Holofernes (delirando).- Y seguirás habitando por siempre en mi lecho de crepúsculos marinos donde no hay sentimiento más puro que tu boca nombrando los latidos de mi alma; haciendo que la vida sea un bello delirio de cuerpos encontrados sintiéndose en la calma, mientras las horas del cielo iluminado de estrellas hace ardiente el fuego de la llama de tu amor incorruptiblemente noble… y el deseo, anhelante, te reclama. Seguimos amándonos bajo el sello de la luz que nos une en el alba y con ese juramento eterno con que sentimos la infinita verdad del destello de los amantes. Amanecerá el enigma ancestral mientras la lluvia golpea los deseos translúcidos de mi memoria. Arrima tu cuerpo junto al mío y atrapa todos mis sentidos. Y entonces abrirás el camino donde acaricio toda tu ternura con el tacto febril de mis pasiones. Sentir la presencia inenarrable de tu cuerpo es el firme propósito de serte siempre fiel punto de apoyo para el sentimiento y esa es mi única batalla verdadera.   Judit.- ¿De qué vehuda has aprendido de memoria toda esa poesía? Tú ni tan siquiera serías capaz de escribir ni una sola palabra de ese texto. Holofernes.- Yo... lo aprendí de un hombre... y como hombre lo he memorizado... para decir lo que siento por ti...  Judit.- Si no estuvieses ya borracho perdido hasta podría hacer un esfuerzo y creerte; pero los borrachos jamás decís la verdad aunque la copieis de un verdadero hombre. ¿Sabías que no se ama de memoria sino de tener libres todos los sentidos?  Holofernes hace un supremo esfuerzo por mantenerse sereno pero sigue bebiendo para infundirse un valor que cada vez posee en menor medida por culpa del vino. Holofernes.- Enséñame... Holofernes se derriba completamente sobre sui lecho y, tras vomitar en la almohada, queda profundamente dormido habiendo perdido todos los signos vitales. Judit (puesta de pie junto al lecho).- ¡Oh Señor, Dios de toda fuerza! Pon los ojos, en esta hora, a la empresa de mis manos para exaltación de Jerusalén. Es la ocasión de esforzarse por tu heredad y hacer que mis decisiones sean la ruina de los enemigos que se alzan contra nosotros.  Avanzó, después, hasta la columna del lecho que estaba junto a la cabeza de Holofernes, tomó de allí su cimitarra, y acercándose al lecho, agarró la cabeza de Holofernes por los cabellos. Judit.- ¡Dame fortaleza, Dios de Israel, en este momento! Y, con todas sus fuerzas, le descargó dos golpes sobre el cuello y le cortó la cabeza. Después hizo rodar el tronco fuera del lecho, arrancó las colgaduras de las columnas y llamó a Analái. Judit.- ¡Entra sin miedo Analía!  Analia entra y Jduit le entrega la cabeza de Holofernes a su sierva, que la mete en el cesto tapándola con el paño negro.  Analía.- Admiro tu valor, Judit. Ninguna otra mujer lo hubiera podido soportar.  Judit.- Si te refieres a si he tenido relaciones sexuales con él te equivocas. No ha sido necesario. Era demasiado soberbio para no caer mucho antes de conseguir que yo me desnudara.  Analía.- ¡Hay hombres que son verdaderamente necios!  CAE EL TELÓNFIN DEL SEGUNDO ACTO.  ACTO TERCEROESCENARIO.- Campo de batalla. Ha terminado la lucha y yacen muertos todos los guerreros del ejército de Holofernes, cuya cabeza preside la escena pinchada en la punta de una lanza de un soldado hebreo.  Ozías.- ¡Alaben a mi Dios con tamboriles, canten al Señor con platillos ofrézcanle un salmo de alabanza, ensalcen e invoquen su nombre!  Judit.- Dios es el Señor que acaba la guerra, que acampa en medio de su pueblo, para librarme de mis perseguidores.  Ozías.- Los asirios venían de las montañas del norte, su innumerable ejército cerraba los valles y sus caballos cubrían los montes. Querían incendiar mis tierras, acabar con mis jóvenes y lactantes, y raptar a las vírgenes. El Señor todopoderoso los rechazó por mano de una mujer. Su jefe no fue derribado por jóvenes guerreros, ni herido por hijos de titanes, ni atacado por gigantes. ¡Fue Judit, hija de Merarí, que con la hermosura de su rostro lo desarmó! Se sacó sus vestidos de viuda para reanimar a los afligidos de Israel; adornó su rostro, puso una cinta en sus cabellos y se vistió de lino para seducirlo, sus sandalias atrajeron su mirada y su belleza encadenó su alma. ¡El sable atravesó su cuello! Los persas se estremecieron de su audacia, los medos se sorprendieron de su temeridad. Judit.- Entonces mis humildes clamaron y aquéllos temieron; mis débiles gritaron y aquéllos abandonaron el campo. Hijos de madres jóvenes los atacaron; como a hijos de desertores los hirieron. Murieron en la batalla contra mi Señor. Cantaré a mi Dios un canto nuevo: «Tú eres grande, Señor, eres glorioso, admirable e insuperable en poder. Que te sirvan todas las criaturas, pues tú hablaste y fueron hechas, enviaste tu espíritu y las hizo, nadie puede resistir tu voz. Los montes y las aguas se conmoverán, las rocas se derretirán como cera; pero tú siempre te mostrarás bueno con aquellos que te temen. Todo sacrificio es de poco valor para ti.  Ozías.- ¡Ni se nombre la grasa de los holocaustos! Pero el que teme al Señor será grande para siempre. ¡Ay de las naciones que atacan mi raza! El Omnipotente las castigará el día del juicio; pondrá fuego y gusanos en su carne, y llorarán de dolor eternamente. Judit.- El Señor, nuestro Dios, está con nosotros para hacer todavía hazañas en Israel y mostrar su poder contra nuestros enemigos, como lo ha hecho hoy mismo. ¡Bendito seas, Dios nuestro, que has aniquilado el día de hoy a los enemigos de tu pueblo! Ozías.- ¡Bendita seas, hija del Dios Altísimo más que todas las mujeres de la tierra! Y bendito sea Dios, el Señor, Creador del cielo y de la tierra, que te ha guiado para cortar la cabeza del jefe de nuestros enemigos. Jamás tu confianza faltará en el corazón de los hombres que recordarán la fuerza de Dios eternamente. Que Dios te conceda, para exaltación perpetua, el ser favorecida con todos los bienes, porque no vacilaste en exponer tu vida a causa de la humillación de nuestra raza. Detuviste nuestra ruina procediendo rectamente ante nuestro Dios.  Todos los guerreros.- ¡Amén y amén! SE BAJA EL TELÓNFIN   
Job (Teatro Cristiano) ACTO PRIMEROESCENARIO.- Oficina de negocios de Job. Se encuentra Job leyendo el libro de su contabilidad.  Job (hablando a media voz).- Mis negocios van mucho mejor de lo que yo creía cuando comencé con ellos; tengo una bella y fiel esposa que me ha dado 7 hijoS y 3 hijas con lo que mi descendencia está asegurada por los tiempos de los tiempos; tengo numerosos amigos y criados que me sirven con todo gusto, así que no me falta de nada para ser feliz y por supuesto que soy feliz gracias a Yahveh. Se queda, por un instante, mirando al calendario y vuelve a hablar en voz baja. Job.- Interesante. Estamos en plena fiesta de Simjat, la Alegría personificada de todos los hebreos  de bien. Símbolo de la eternidad. Habrá bailes y canciones durante toda la noche y yo volveré a sentirme novio y bailaré con mi esposa como el prímer día en que la confesé mi amor. ¿Y qué mayor alegría que ver, mientras bailo con ella, a los niños con banderas y estandartes haciendo que el viento los mueva para decirnos que somo viajeros felices en estas horas de placer? Somos como palomas blancas de la paz y en mi ánimo gozan los dias de la alegría sin fin.  Job se siente tan lleno de plenitud vital que entona una canción. - Gracias Señor, por este día. ¡ Qué bello amanecer, qué hermoso es tu sol! Gracias Señor, por la alegría de otra vez poder ver y sentir el amor. Gracias por todas las cosas, espinas y rosas, todo es tu creación. Gracias por quererme tanto. Por la voz y el canto, y por la distinción de poderte elevar mi canción, Gracias, Gracias. Gracias por la luz de las estrellas, por poder girar con ellas y parte de un todo ser. Gracias por días tristes días felices, porque ahora hay cicatrices, en mis heridas de ayer. Y lo más maravilloso conocer,  Señor tu amor, tu poder.  Gracias Señor, porque cuando yo te pedía de todo para disfrutar la vida, tú decidiste darme vida para disfrutar de todo. Gracias Señor, Gracias. Gracias por todas las cosas, espinas y rosas, todo es tu creación. Gracias por quererme tanto, por la voz y el canto, y por la distinción de poderte elevar mi canción, Gracias, Gracias. Gracias por el agua del sediento,  por la lluvia, por el viento, y por la sombra del ciprés.  Gracias porque mi talón de Aquiles, por las risas infantiles, y la paz de la vejez. Por los niños, por la paz de la vejez. Gracias Señor, otra vez, Gracias Señor, otra vez.  Entra en esos momentos un mensajero de Job llamado Miguel completamente agotado. MIguel.- ¡Gran señor Job! ¡Gran señor Job! Job (levantando la vista de los libros de contabilidad).- ¿Puedo saber qué te sucede? Parece como que has visto al mismísimo Satanás. Miguel.- Mucho peor que eso, amo y señor. Job.- ¡Necesitas vino para tomar neuvas fuerzas! Miguel.- ¡Vino no, por favor, vino no! ¡No es día para celebrar nada! Job (un poco más interesado).- ¿Qué ha sucedido en el día de hoy? Miguel.-  Todos sus hijos y todas sus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa del hermano mayor. Los bueyes estaban arando y las asnas paciendo junto a ellos. Los sabeos atacaron y se los llevaron. También mataron a  filo de espada; sólo yo escapé para contártelo. Job (mostrando una inexplicable serenidad).- ¡Alabado sea Yahveh! ¡Con esta desgracia me libraré por fin de los envidiosos! La envidia se produce como consecuencia de dos tendencias que llevan al envidioso a desear lo que no tiene y a compararse con los demás. La naturaleza destructiva de la envidia, que permite diferenciarla de la envidia sana, se refleja en que la primera origina malestar emocional, sentimiento que en lugar de ayudar a superarla dificulta tremendamente esa superación. Doy gracias a Dios de que ya no habrá más envidiosos a mi alrededor. Ya no tendré yo la culpa de que existan. Mientras estaba Job hablando, vino otro mensajero llamado Daniel completamente exhausto.  Daniel.- ¡Qué gran desgracia ha acontecido en el día de hoy, mi gran señor Job, qué gran desgracia!  Job (sigue estando sereno).- ¿La segunda desgracia de día o la segunda preocupación menos? Daniel.- ¿No os amilana saber lo que ha sucedido? Job.- Cuenta para poder saberlo. Daniel.- Fuego de Dios cayó del cielo y quemó las ovejas y a los criados y los consumió; sólo yo escapé para contártelo. Job (mosrtrando una inexplicable serenidad).- ¡Alabado sea Yahveh! ¡Con esta desgracia me libraré por fin de los envidiosos! La envidia se produce como consecuencia de dos tendencias que llevan al envidioso a desear lo que no tiene y a compararse con los demás. La naturaleza destructiva de la envidia, que permite diferenciarla de la envidia sana, se refleja en que la primera origina malestar emocional, sentimiento que en lugar de ayudar a superarla dificulta tremendamente esa superación. Doy gracias a Dios de que ya no habrá más envidiosos a mi alrededor. Ya no tendré yo la culpa de que existan. Mientras Job estaba hablando, vino otro mensajero llamado Jeremías agotado del todo. Jeremías.- ¡Hoy es un día que no debía de haber amanecido jamás, gran señor Job! ¡La desgracia ha sido enorme! Job (sigue estando tranquilo).- ¿Un mal día para mí o un buen día para mis enemigos? Jeremías.- ¿Cómo es posible que no sintáis al menos curiosidad por saber lo sucedido? Job.- Siento curiosidad pero la curiosidad no es causa alguna para evitar que yo adore a Yahveh por todas las bendiciones y riquezas que de él he recibido. Jeremías.- ¡Es que lo que tengo que contaros es una patética tragedia!  Job.- ¿Cómo cuánto de patético ha sido? Jeremías.- ¡Os veo demasiado sereno para lo que tengo que contaros y sabed que son palabras verdaderas porque he sido testigo directo de lo sucedido! Job.- La asimetría de las palabras tiene estas curiosas hipérboles. Cuando pensamos decir “te quiero” sólo se nos ocurre decir “adiós”. Los amores pasan por nuestro lado opuesto. Miramos a la derecha para decir “me gustas” y, repentinamente, miramos a la izquerda con un “hasta mañana”. Nos sentenciamos a nosotros mismos. Es como si estuviéramos un poco incivilizados a la hora de transmitir el verdadero mensaje. Cuenta ya lo que debes contar y descansa, Jeremías, pues te noto a punto de estallar.  Jeremías.- Y es que el asunto es para estallar por culpa del terror. Job.- ¿Qué ha sido? Jeremías.- ¡Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa de su hermano mayor, y he aquí, vino un gran viento del otro lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, y ésta cayó sobre los jóvenes y murieron; sólo yo escapé para contártelo!   Job (mosrtrando una inexplicable serenidad).- ¡Alabado sea Yahveh! ¡Con esta desgracia me libraré por fin de los envidiosos! La envidia se produce como consecuencia de dos tendencias que llevan al envidioso a desear lo que no tiene y a compararse con los demás. La naturaleza destructiva de la envidia, que permite diferenciarla de la envidia sana, se refleja en que la primera origina malestar emocional, sentimiento que en lugar de ayudar a superarla dificulta tremendamente esa superación. Doy gracias a Dios de que ya no habrá más envidiosos a mi alrededor. Ya no tendré yo la culpa de que existan.  Miguel.- ¿Y qué hacemos ahora, gran señor Job? Job.- Agradecer a Jahveh de que, a pesar de tantas desgracias, nosotros seguimos vivos.  Daniel.- ¿Solamente eso? Job.- ¿Qué podemos hacer sino seguir viviendo con la fe de que todavía hay muchos años por vivir? Jeremías.- Mejor te dejamos a solas con tu Dios. Nosotros no sabemos nada más que nos hemos quedado sin trabajo. Job.- ¡Buen motivo para que podáis descansar en paz pues lo habéis merecido! Los tres criados y emnsajeros de Job se marcha rápidamente creyend que Job ha enloquecidoy cuando Job queda completamente se levanta de su silló, rasga su manto, se rasura la cabeza, y postrándose en tierra, adora a Jahveh.  Job.- Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. El Señor me dio y el Señor me quitó; bendito sea el nombre del Señor. SE BAJA EL TELÓNFIN DEL PRIMER ACTO.   ACTO SEGUNDOESCENARIO.- En el centro está Job sentado sobre ceniza. A su derecha, en medio de una neblia como de nube azul, se encuentran Dios Padre y Satanás. A su izquierda, completamente airada, la mujer de Job llamada Dina mirándole con asco, tal como se mira a un pordiosero.   Yahveh.- ¿De dónde vienes, Satanás? Satanás.- De rodear la tierra y de andar por ella.  Yahveh.- ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa? Satanás.- Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. Pero extiende ahora tu mano. y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.  Yahveh.- He aquí a Job. Te lo dejo en tus manos pero te prohibo por completo que le quites la vida. Toca todo lo que quieras de su cuerpo pero repeta su vida. ¡Es la orden de un Ser Superior! Satanás (temblando de miedo).- Esto... está bien... acepto el reto... tocaré su cuerpo pero jamás le quitaré la vida...  Yahveh.- No porque no lo estés deseando sino porque yo te lo prohíbo. La apuesta es saber si me aborrece o no me aborrece cuando tú toques su cuerpo.  Satanás salió de la nube azulada y tocó a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza. Job.- Dina, por favor, acércame un tiesto para rascarme con él. Dina (acercándole el tiesto con asco).- ¿Y sigues todavía pensando que Yahveh te ama? Job.- Yahveh sólo ama lo que Él desea amar.  Dina.- ¿Y no es eso ser egoísta? Job.- Pregúntate a ti misma antes de acusar a Yahveh.  Yo te quise como se quiere sólo una vez en la vida Dina.-  Por supuesto que me quisiste. Con egoísmo. Job – Sólo me mostré cual era. Todo el amor estaba en mi y te lo dí todo para tu bien. Dina.- Pero te olvidaste de mí al preferir el amor de un Dios que ya no estaba en mí. Job.- Lo siento pero mi primer mandamiento es amarás a Dios Yahveh por encima de todas las personas y de todas las cosas de este mundo. Dina.- Lo siento, pero me has decepcionado. Job.- Ya no lo sientas más. Te has quedado liberada. Vete con otro que pueda darte todo lo que deseas porque jamás te sacias de poseer. Dina.- No esto liberada. Lo que estoy es hundida por culpa de ti y de tu Dios del cual reniego por ser tan cruel conmigo.  Job.- ¿Acaso no gozas de salud y de inteligencia para volver a empezar con quien te de más de lo que yo te di?  Dina.- No sé si podré encontrar sobre la superficie de la tierra a alguien que me quiera ofrecer ni la décima parte de lo que me entregabas tü. Job.- Entonces tendrás que vivir en lo subterráneo por ver si en las tinieblas encuentras no solamente a uno sino a millones mejores que yo.  Dina (ansiando con gran vehemencia).- ¡Nos queda una oportunidad, Job! ¡Roguemos a Satanás que es mucho más poderoso que todos los hombres más ricos de la tierra juntos! Job.- ¿Una oportunidad para ser esclavos de Satanás? ¡Jamás! Dina.- ¿Aún retienes tu integridad?  Job (mostrando una inexplicable serenidad).- ¡Alabado sea Yahveh! ¡Con esta desgracia me libraré por fin de los envidiosos! La envidia se produce como consecuencia de dos tendencias que llevan al envidioso a desear lo que no tiene y a compararse con los demás. La naturaleza destructiva de la envidia, que permite diferenciarla de la envidia sana, se refleja en que la primera origina malestar emocional, sentimiento que en lugar de ayudar a superarla dificulta tremendamente esa superación. Doy gracias a Dios de que ya no habrá más envidiosos a mi alrededor. Ya no tendré yo la culpa de que existan. Dina (muy enfurecida).- ¡Maldice a Dios y muérete! Job.- Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. Dina (sin poderlo comprender).- ¿Es que a pesar de todo sigues siendo feliz? Job.- Ni la misma Muerte podrá hacer que yo deje de honrar al Dios Altísimo que todo me lo dio y que todo me lo quitó salvo la alegría de ser feliz. Ya no tengo enemigos. Ahora puedo gozar de la vida sin tener que soportar nunca jamás la envidia. Y todo eso gracias a mi Dios Yahveh, Rey de Reyes y Señor de Señores que todo lo puede y a quien naide le ama salvo los que sabemos lo que es el Amor. Dina.- ¿Amor es haberlo perdido todo y estar apestado de sarna? Job.- Amor es saber querer por encima de todas las circusntancias pero tú ni tan siquiera te puedes imaginar lo que quiere decir la palabra Amor; pues si lo supieras estarías a mi lado bendiciendo a ese Dios que hizo que me conocieras y salieses de la pobreza para saber lo que era tenerlo todo. Si tanto te gustaba el lujo es que sólo me amabas por el lujo. Eso es lo que se aprende con mi Dios.  Aparecen en el escenario los tres verdaderos amigos de Job de entre los miles y miles que antes tuvo y que demostraron no serlo nada más que por interés. Eran Elifaz, Bildad y Zofar.  Elifaz.- ¡Job! ¡Estamos contigo! ¡Si tú sufres nosotros sufrimos por ti!  Job.- Gracias, Elifaz; pero no es sufrimiento lo que tengo al comprobar que eres una amsitad verdadera.  Bildad.- ¡Job! ¡Yo tampoco te abandonaré ahora que eres tú quien nos necesitas y no nosotros a ti! ¡Si te duele yo me doleré contigo! Job.- Gracias, Bildad, pero no es dolor lo que tengo al comprobar que eres una amistad verdadera. Zofar.- ¡Job! ¡Estoy contigo antes, ahora y después! ¡Si sientes soledad yo la sentiré contigo!  Job.- Gracias, Zohar, pero no es soledad lo que siento al saber que eres una amistad verdadera. Dina (con ira).- ¿Prefieres la amistad antes que tener de todo? Job.- Escucha lo que tengo que decirte, Dina, y después márchate ya de mi lado porque tu falsedad no la necesito. Tener un amigo verdadero es una fortuna; tener dos amigos verdadros es un tesoro; y tener tres amigos verdaderos es un milagro.  Dina no puede soportarlo más y se marcha dando un portazo al salir. Job.- El odio siempre responde de esa manera.  SE BAJA EL TELÓNFIN DEL SEGUNDO ACTO.  ACTO TERCEROESCENARIO.- Habitació privada de Job. Éste se encuentra arrodillado en el suelo y cantando alabanzas a Dios. Job (cantando).- Estoy aquí Señor pidiendo tu perdón y que tú me ayudes hoy, quiero sentir tu poder. Estoy aquí Señor para implorarte oh Dios que tú me ayudes hoy, quiero sentir tu poder. Y quiero yo sentir y quiero yo llorar. Que mi oración llegue a ti. Tómame en tus brazos Dios y llena mi corazón. Y quiero yo sentir y quiero yo llorar. Que mi oració llegue a Ti, a tus atrios mi Señor. Llena mi corazón. Se escucha un estruondo, seguido de la Voz de Dios. Voz de Dios.- ¿En verdad crees que yo te amo, Job? Job (cantando).- Cuando estoy contigo no me importa nada, sólo tu cariño, sólo tus palabras. Cuando estoy contigo se cambia mi vida a un mundo divino, lleno de alegrías. Cuando estoy contigo no me importa nada, sólo tu cariño, sólo tus palabras....  Voz de Dios.- Mis palabras quedan más allá de las distancias si hay un corazón que las recibe. Job.-  He mirado a los ojos de millones de hombres y mujeres y he visto a dios así, en minúscula porque es un dios derivado de la palabra día. Le he visto alegre y triste, interesado e indiferente, interrogativo o afirmativo, plácido y airado. He mirado a los ojos de millones de seres humanos y he visto a dios, derivado de la palabra día, en cada uno de ellos. O quizás no sea un solo dios minúsculo sino millones de minúsculos dioses diferentes porque… ¿hay un sólo dios minúsculo para cada día de la Humanidad o en cada día de esa misma Humanidad existen millones de dioses minúsculos diferentes?. Voz de Dios.- ¿Qué has oído hablar de mí? Job.- He oído hablar a millones de hombres y mujeres y en todos ellos y ellas he oído hablar a dios, en minúscula; un dios derivado de la palabra día hablando de la misma causa… o millones de dioses minúsculos diarios hablando de causas diferentes. Quizás da lo mismo. El suceso relevante es que he oído hablar a millones de seres humanos. Y en todos los casos sus palabras han sido las palabras de un dios minúsculo verdadero o falso, sincero o hipócrita, realista o imaginario, a veces trágico, a veces cómico… pero siempre dramático y crucial, transigente, intransigente, duro, blando… porque quizás hay millones de dioses diarios que hablan con una misma palabra o con millones de palabras diferentes. Voz de Dios.- ¿Qué has sentido muchas veces en tu vida? Job.- He tocado las manos de millones de hombres y millones de mujeres y siempre he podido notar que he tocado las manos de un dios diario y en minúscula o millones de dioses diarios diferentes. A veces tersos, dúctiles, sensibles… a veces rugosos, ásperos, insensibles… pero que me han transmitido, invariablemente, amistad, aprecio, cordialidad, acompañamineto, seguridad y otras veces rechazo, alejamiento, inseguridad… porque cada día los dioses minúsculos o cada variante de un solo dios en minúscula posee su propio tacto. Voz de Dios.- ¿Y qué recuerdas de haber olido y haber saboreado? Job.- He olido millones de perfumes de pequeños dioses minúsculos diarios, derivados de la palabra día, envueltos en millones de aromas diferentes o en un solo aroma con millones de variantes. Los he percibido a veces fragantes y frescos… y a veces pútridos o infectados. Lo mismo me ha pasado con el gusto. He besado a millones de seres humanos, hombres y mujeres, y he sentido a veces a un solo dios minúsculo salubre, sensitivo, sustancial… y a veces a un solo dios minúsculo insustancial, insensible, insalubre… o quizás hayan sido millones de pequeños dioses minúsculos y diferentes o, tal vez, millones de variantes de un solo dios derivado de la palabra día. Voz de Dios.- ¿Me has visto a mí dicéndote adiós? Job.- He visto a un Dios diciendo adiós cuando he querido conocerlo. ¿Adiós o a Dios?. No. Nunca ningún adiós a Dios. Ahora ya he comprendido la respuesta definitiva. Sé que nunca me has dicho adiós porque siempre has estado junto a mí y por eso te doy las gracias, mi Señor Yahveh.  Suena el estruendo de una trompeta y entra en escena el Arcángel Rafael. Rafael (acercándose lentamente hacia Job que sigue arroidllado).- Vengo de parte del Señor para hacerte saber buenas noticias. Job.- Yo sólo soy un siervo de Dios. Rafael.- Tengo que decirte que tú has derrotado a Satanás y Satanás ya no tiene ningún poder sobre ti. Venciste por Fe y por Fe serás recompensado. Job.- No soy digno de tanta grandeza.  Rafael coloca su mano derecha sobre la cabeza del arrodillado Job. Rafael.- Bendito seas, Job, por tu enorme fidelidad. Con tu fe ha destruido a Satanás y todos sus diablos. Vengo a anunciarte que antes de que tengas tu recompensa en el Cielo tendrás tu recompensa en la Tierra. Recibe la Gracia de Dios en pie, Job, porque ya nunca jamás tendrás que arrodillarte para ser bendecido por Yahveh. ¡La sarna ha desparecido de todo tu cuerpo! Job (en pie y viendo que ya no tiene ningune clase de sarna ni de cualquier signo de enfermedad alguna).- Recibo lo que Yahveh quiera darme y no recibo lo que Yaveh no quiera darme. Rafael.- En el nombre del Dios Altísimo he de confirmarte que serás más de lo que eras antes de ser tentado por Satanás. Por haberle aplastado y destruido tendrás catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas. Job.- Recibo lo que Yahveh quiera darme y no recibo lo que Yahveh no quiera darme.  Rafael.- Tendrás siete hijos y tres hijas y estas tres hijas serán las más hermosas mujeres de todas las tierras.  Job.- ¿Cómo puede ser eso posible si mi esposa ya no está conmigo y Dios aborrece el divorcio? Rafael.- A pesar de su desagrado, Dina nunca te engañó jamás con ningún otro hombre, así que no hay razón de divorcio alguno. Tanta ha sido tu fe en el Dios Altísimo que transformaste por completo a tu esposa. Dina es ahora mucho más bella y mucho más joven de lo que fue. No te asustes cuando la veas tan cambiada porque es la misma Dina pero transformada en verdadera hija de Dios. Ella te ama como jamás mujer alguna puede amarte. Recíbela en tu casa y tendrás toda tu nueva descendencia con tu nueva Dina. La misma pero distinta. La misma pero diferente. La misma pero santa. Y vivirás, junto a con ella, ciento cuarenta años y veréis a vuestros hijos, y a los hijos de vuestros hijos, hasta la cuarta generación.  Diciendo esto, el Arcángel Rafael sale de la escena y queda de nuevo Job a solas.  Job (cantando).- ¡Haz de mi un vaso nuevo, oh Dios, donde otros puedan beber; beber de tu agua viva, agua que quita la sed! SE BAJA EL TELÓNFIN 
Cuando un hombre soporta la mirada de cien mujeres sin decir nada o es un loco o está demente.   
En los tres últimos años del Siglo XX yo estaba implicado, de manera completa, en las áreas educativas del Ecuador. Tras la celebración de algunos Talleres propiciados por los medios de comunicación, a los cuales yo también pertenecía de manera profesional, recuerdo que el ciclo se cerró con una mesa redonda donde compartimos saberes entre personas importantes de la clase sociopolítica ecuatoriana. Llegué con el tiempo justo para comenzar. Me hicieron saber que me estaban esperando para comenzar con las charlas y firmé en el Acta de Presencia sentado al lado de grandes damas y grandes caballeros de aquel país. Estábamos rodeados de un numeroso gurpo de estudiantes universitarios: chicos y chicas que habían acudido para aprender algo más que teorías abstractas. Desmenuzamos los temas y fue una reunión muy importante para mis recuerdos. La traigo a mi Diario con mención muy especial. Compromiso. Lealtad. Profesionalidad. Eran y siguen siendo mi forma de participar en actos públicos que reivindiquen la liberación de nuestras opiniones sabiendo qué es lo que estamos opinando. Y porque todos los que somos padres (y nos citamos nosotros en primer lugar) deberíamos hacernos algunas interesante preguntas… ¿Dónde están las llaves de la educación de los hijos e hijas? ¿Dónde están esos padres cuando sus hijos e hijas los necesitan? ¿Dónde están las claves sociológicas y psicológicas para poder hablar con ellos? ¿Dónde está el padre del hijo o la hija que se siente solo o sola? ¿Dónde está el padre del aquel niño o niña que necesita consejo, orientación, ejemplo, imagen real y no ficticia de la vida? ¿Con quién o quiénes se han ido cuando sus hijos o hijas están a punto de probar las drogas, ser utilizados en un robo, o a punto de contactar con malas compañías que marcarían el futuro de sus vidas? No olvidemos que el Destino es de carácter divino e inamovible … pero el Futuro es humano y por tanto voluble y cambiante como tantas veces lo querramos los humanos. Nota.- Añado a eso el Taller sobre la figura de Nietzsche y su pensamiento sobre las mujeres. Y es que también se notó mi presencia en la Universidad Católica de Quito donde expuse unas magistrales conclusiones que asombraron incluso a la educadora que dirigía el Taller.
Rut (Teatro Cristiano) ACTO PRIMEROESCENARIO.- Banquete de doble boda en Moab. En la mesa central se encuentran Noemí (en el centro); a la derecha de Noemí está su hijo Quelión y a la derecha de Quelión su desposada Rut. A la izquierda de Noemí está su hijo Mahlón y a la izquierda de Mahlón su desposada Orfa. En los laterales hay dos filas de mesas ocupadas por invitados que están comiendo y bebiendo. Quelión.- Madre... ¿es cierto que nuestro padre Elimelec actuó en contra de lo ordenado por Yahveh? Noemí.- Es injusto echar culpabilidades a tu padre Elimelec porque él no huyó de Belén sino que tuvo que pensar en el bien de su familia y nos estábamos muriendo de hambre. ¿Sabes lo que es emigrar cuando no te queda más remedio que hacerlo para poder sobrevivir?  Mahlón.- Pero Yahveh siempre nos dice que soportemos toda clase de circunstancias sin abandonar jamás sus órdenes. Noemí.- Voy a deciros algo a los dos que tiene que ver con Dios y los emigrantes. Hoy estamos viviendo la Gran Era de las Migraciones por culpa de la pobreza. No es para tomarlo a la ligera y condenar a quienes no tienen nada y buscan tener algo. ¿Si vosotros no tuviéseis a vuestras mujeres en la propia tierra de los ancestros las buscaríais en otros lugares? Mahlón.- Eso es lo que hemos hecho y me parece que ha sido una debilidad.  Quelión.- Opino lo contrario, hermano. No sé cuál ha sido tu razón para casarte con Orfa pero yo he encontrado en Rut a una mujer bellísima que no se deja seducir por ningún casamentero. Rut.- Si me permitís hablar tengo que decir que soy una mujer firme, que no me preocupa el qué dirán de los demás y que, precisamente por esas dos cualidades de mi forma de actuar, soy mil por mil tenaz cuando voy en busca de mis obejtivos. No creo que Dios esté en contra de esta manera de hacer las cosas. Noemí.- Me gustas como persona, Rut. La personalidad deriva, precisamente, de la persona; del ser humano con propiedades de persona. Tener personalidad unívoca y singular significa que no debéis dejaros nunca anular por los prejuicios, las murmuraciones, los insultos, las miles de trampas que anulan al ser humano y lo convierten en un títere movido por los hilos oscuros del qué dirán de las gentes que, a su vez, están promovidos por las fuerzas del mal. La personalidad es aquello que a cada ser humano le hace diferente y único y para conseguir ser diferente y único hay que alejarse de las masas alienadas, de los chismosos, del qué dirán en forma de murmuración y prejuicios sociales. Mahlón.- ¿Y Dios no está enfadado por haber matrimoniado con dos moabitas? Noemí.- ¿Qué opinas tú, Orfa? Orfa.- Me han educado siempre para oír y callar.  Rut.- Ese es el sempiterno círculo vicioso que se multiplica por los días, por los años,  por las épocas y por los siglos. Siempre es lo mismo. Una vez tras otra y otra y otra. Pero yo no soy mujer de naturaleza callada. Quelión.- Esposa mía, sacas de mi memoria el conejito de trapo que siempre terminaba columpiándose en el caballito de cartón. Aún guardo en mi escondite preferido unos restos de tintura con la que pintaba mi infancia en los muros de las calles desoladas por la hambruna. Hay soldaditos, aros, canicas y hasta peonzas que han quedado para el futuro en el éter que doran los rayos del sol. Observando tu tenacidad por conseguir lo que buscas me sumerjo en esos recuerdos de mi infancia. Ahora comprendo la angustia de mi padre Elimelec y sus enormes esfuerzos para acostumbrarme al deseo de seguir escuchando las campanadas del ominpotente dulce sueño. Rut.- Tu padre Elimelec era alguien que trabajaba por un futuro mejor a costa de perder los favores de Dios. Pero yo tengo que decir mucho a favor de él. Si nosotros tenemos hambre de encontrarnos con Dios, ¿Cómo será el hambre de Dios de encontrarse con nosotros? Yahveh nos ama y esto no debe ser solamente un criterio abstracto en nuestra mente, hay que descubrir cómo Él nos ama. Dios también tiene todo amorosamente calculado para que nosotros nos abramos a su Amor. Noemí.- Si ponemos en un platillo de la balanza a la Ley y en el otro platillo de la misma balanza al Amor, ¿qué sucede? Mahlón.- Que pesa más el platillo de la Ley.  Rut.- Y eso demuestra que mientras la Ley baja el Amor sube. Mirad a todos estos invitados e invitadas que comen, beben y ríen gracias al Amor. Quelión.- Dos preguntas despiertan mi interés al escuchar esta especie de pensamiento emotivo: ¿la palabra es superior a la razón? y ¿se enamoran quienes quieren o quienes pueden? Espero que me contestes a estas dos inquietudes. Rut.- Las palabras nunca superar a la razón cuando están mediatizadas por lo abstracto pero en lo concreto, cuando vivimos el sentimiento amoroso, las palabras sí superan a la razón porque toda forma de amor es críptica y supera lo que, desde dentor de una pareja entre hombre y mujer, lo que se cree irracional. Esta sensación de irracionalidad es la que hace que nuestras palabras, habladas o escritas, superen con mucho a la razón establecida por los dogmas sociales. Este hablar con palabras amorosas superan, con mucho, a la razón social cuando la razón social está establecida como norma de conducta que se cree que es lógica cuando solamente es impersonal. El amor es una locura que posee tanta lucidez que ninguno de los seres humanos que forman las masas impersonales pueden comprender. Quelión.- ¿Y qué me dices sobre si se enamoran quienes quieren o si se enamoran quienes pueden? Rut.- Existe, en el tema amoroso de un solo hombre con una sola mujer, un equilibrio sistemático entre querer y poder. En esa balanza equilibrada no se enamoran ni quienes quieren ni quienes pueden sino quienes sienten lo que es el verdadero amor.  Quelión.- ¿Y qué es el verdadero amor? Rut.- El que no separa a los hombres y a las mujeres por culpa de las fronteras. ¿Belenistas casados con moabitas? ¿Por qué Dios iba a prohibir tales uniones si son consecuencia del amor?  Quelión.- ¡Cuánto me gustaría poder saberlo contigo, Rut? Rut.- Conmigo aprenderás cosas. Deja que te lo explique antes de entrar en el tálamo nupcial. Llega la noche y tu corazón arde entre las estrellas, la ciudad alumbra con sus antorchas donde los enamorados lanzan besos a las edades del tiempo; es tiempo de amar y los gorriones se van durmiendo, lentamente, entre el follaje de la espesura arbórea. Un albor de luna brilla con la luz de tus miradas y en cada puerta hay dibujada una cruz. Es la hora de tomarme en brazos y sentir las palpitaciones de todo tu cuerpo bajo la noche. Nocturno de amor. Una fuerza irreprimible del sensual sentimiento que se adueña del espacio. A la luz de las antorchas los poetas han vuelto a escribir sencilla palabras de amor, sencillas. Entre las horas de la noche los cometas dibujan sus estelas por el cielo. Miran hacia arriba los hombres y sienten en sus corazones que hay una Verdad eterna en esto del Amor profundo. Yo me inundo de premisas literarias y me convierto, de nuevo, en la sonrisa alegre. Es la naturaleza. No puedo ni debo encadenarla a las quimeras vanas pero mi Sueño no es quimera sino una Fe infinita. En la noche las frases de Amor son espirales poemas que giran una y otra vez entre los minutos placenteros que llenan la atmósfera de luz. Nocturno para el amor. Nocturno sentimiento que arrastra hacia las esquinas donde las antorchas alumbran mientras el canto de los pájaros se convierte en silencio y el silencio, a su vez, se convierte en palabras bajas… tan bajas que sólo las escucha el corazón amado. Alguien ha escrito lo siguiente: “Yo existo porque tú estás”. He sido yo soñando bajo las estrellas. Y me dibujo en la fuente que, plena de frescura, me inunda el rostro hasta convertirme en agua. Noctuno para el Amor. Yo soy agua y tú eres luz y en medio del paisaje urbano de esta noche secular llega el recuerdo de tu cuerpo a ser presencia inolvidable de metáforas. Una diáspora de estrellas fugaces se extiende por todo el Universo. Alguien escribe: “Yo existo porque tú estás”. Soy yo, de nuevo, convertida ahora en llama ardiente que hace quemar todo el silencio y las palabras siguen surgiendo como estelas sobre el agua de la fuente donde los niños, hace horas, han dejado olvidados sus patos de madera que flotan… flotan… flotan haciendo crecer las olas de mi corazón. Me golpea una especie de luz. Son tus ojos mirando. Y yo sigo siendo un viento fresco bajo el calor de la Luna. ¿Quiénes han dicho que la Luna es fría?. La Luna, en el Nocturno para el Amor, es un fuego indomable que atraviesa la ciudad de barrio en barrio, de plaza en plaza, de calle en calle… y en los escondidos callejones del casco viejo las parejas formadas por un hombre y una mujer se besan bajo las estrellas. Yo sigo siempre con mi Sueño en forma de Poema. Un comensal (levantando su copa de vino).- ¡Que vivan los novios! Todos los comensales al mismo tiempo.- !Que vivan! SE BAJA EL TELÓNFIN DEL PRIMER ACTO ACTO SEGUNDOESCENARIO.- Campo de cebada en Belén. Rut está segando mientras entona una canción. Rut.- ¡Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Yahveh que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel. Yahveh es tu guardador; Yahveh es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día ni la luna de noche. Yahveh te guardará de todo mal; Él guardará tu alma. Yahveh guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.  Aparece en escena Booz. Booz.- ¿Cómo es posible que una joven tan hermosa esté segando cebada a la manera de esclava? Rut (dejando de segar y levantando la vista).- Es una ilusión innecesaria olvidar quién soy.  Booz.- ¿Puedo saber quién eres? Rut.- Me llamo Rut y soy una joven viuda sin hijos que ayuda a mantener a su pobre suegra Noemí porque es la persona de este mundo a la que más amo; más allá de cualquier pecado cometido está el amor. Junto a ella conocí la riqueza y junto a ella conozco la necesidad, pero nunca seremos pobres. Booz.- ¿Quién dice tal cosa? Rut.- ¡Mi Dios todo lo mide! ¡Mi Dios todo lo perdona! ¡Mi Dios ama a los pecadores pero aborrece al pecado pero arroja a los infiernos a todos lo que desean vivir con pecados aun sabiendo que son pecadores! Cuando mi suegra Noemí me dijo "sepárate de mi y haz lo mismo que tu cuñada Orfa quien rengó de Yahveh y volvió a su tierra para adorar a sus dioses" yo le contesté "no me ruegues que te deje. y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fieres, iré yo, y dondequiera que vivieras, viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios mi Dios". Booz.- ¿Tú crees en el Yahveh de los Ejércitos? Rut.- Sí. Y sé que le llaman Yahveh de los Ejércitos porque es el vencedor de todas sus batallas contra las fuerzas demoníacas del mal.  Booz.- ¿Cuál fue el motivo de que no tengas hijos? Rut.- Mi esposo Quelión murió siendo estéril. Nunca me dio ni hijo alguno ni hija alguna. Booz- ¿Y tu orgullo? ¿Dónde queda tu orgullo de mujer sin descendencia alguna? Rut.- Estoy orgullosa de no haber odiado nunca.  Booz.- ¿No te arrepientes nunca de haber venido a Belén? Rut.- En Belén nació mi suegra y en Belén estoy yo ahora. ¿Cómo voy a arrepentirme de haber regresado a la tierra donde ella pasó una infancia que no la cambia por ninguna otra infancia sea cual sea la persona que le pida el cambio? ¡Yo me siento de Belén porque ella es de Belén! Booz.- ¡Me complace tanta fidelidad! ¿De donde te sale esa energía? Rut.- La fidelidad es cualidad del fiel, del leal, de persona cuyo comportamiento corresponde a la confianza puesta en ella o a lo que exige de ella el amor y la amistad. A Yahveh no lo traiciono ni lo cambio por nada. Ni por todas las lentejas del mundo, aunque fuesen de oro, dejaré de ser fiel a mi Dios. Para mí adorar a Yahveh es más que un deber puesto que no se obliga a nadie a pertenecer a él. Mi Dios Yahveh es un amor y una amistad que no tienen precio por muchos dineros que ponga dentro de mi bolsa el supuesto comprador de mi fidelidad. Porque ese amor y amistad es una especie de juramento prestado en vida de agradecimiento. Ser fiel a un proyecto es ser fiel a nuestros sueños y es por eso que ser fiel a Yahveh es una cualidad doblemente agradable: amor a un proyecto y amistad hacia un sueño. Ni por todas las lentejas del mundo, aunque sean de oro o vengan envueltas en talegos llenos de monedas, traicionaré o cambiaré a Yahveh por ningún otro dios pagano o religioso. Pertenecer a Yahveh es pertenecer a algo muy hondo, muy profundo, muy especial algo similar a pertenecer a un solo Camino, a una sola Verdad y a una sola Vida. Confieso que me siento orgulloso de ser una más, simplemente una más, de las fieles segudioras de Dios y que estoy enamorada de Yahveh porque es un sueño de las musas con la especial música de lo humilde y lo sincero, donde la fluidez del verbo humano se sacraliza en su sencillez y donde la meditación del alma se une al pensamiento para recrear la creación del acontecer diario.  Booz.- Cada pasión nos ofrece momentos únicos. Le pedimos a la vida que sea interesante, que sea algo así como hacerse jugador de fantasías y difundimos nuestros poemas a la belleza femenina como la Gran Noticia de nuestra presencia de hombres auténticos que avalamos nuestra condición varonil con un plus, un bono llamado Sueño. Llevamos en nuestro interior el gran trabajo efectuado con nuestras formas unívocas de ser. Somos hombres y no marionetas que no saben a qué género pertenecen. Ampliamos nuestras vivencias hasta ser los más admiradores de las mujeres guapas que trabajan dentro de nuestras memorias. La enumeración de todas ellas se nos hace infinita y, debido a nuestro crácter varonil, somos tan versátiles como los superclases del estado natural. Como hombres nos definimos y como hombres actuamos. Nuestra victoria es, siempre, la fidelidad a la única mujer guapa a la que amamos en todo momento: antes, en y después. Con esto es suficiente para amar solamente a la que nos pertenece de manera individual y jamás la compartimos con nadie de manera colectiva. Si hemos elegido a la nuestra es porque es la más bella de todas. Y eso es intocable. Sumamos días en este proceso de adaptación a las nuevas formas de ser y las nuevas maneras de ver la vida. Cambiamos para mejorar y eso nos permite derrotar a los rivales una y mil veces más que una. No somos falsos como ellos y por eso jugamos nuestras cartas, y las escribimos para dar Acta de sus existencias, sin tener que decir mentiras sino a cara descubierta para conseguir, y lo conseguimos, alcanzar la misión imposible que hacemos posible gracias a nuestra Fe. Hemos establecido un nuevo récord de fidelidad a la más bella de todas, ¡feliz transformación física y espiritual!, que es la nuestra. Nosotros no lo dudamos. Por eso cada pasión nos ofrece momentos únicos. Y es que tenemos sentimientos de hombres porque somos hombres. No nos importa lo que sean los demás porque ese no es nuestro problema. Nosotros somos felices con las que nos han conquistado por su belleza singular. Por eso nos merecemos las mercedes de Dios a través de la Gracia del Espíritu Santo.  Rut- ¿Os estáis refiriendo a mí cuándo habláis de un solo hombre que no tenga dudas de ser un hombre con una sola mujer que no tenga dudas de ser una mujer? Booz.- ¿Qué pides a cambio? Rut.- Yo sólo pido al hombre de mi vida amor, amistad, cariño, fidelidad, familia y una buena mesa...  Booz.- ¿Tener descendencia con trascendencia y enorme importancia para la vida de los seres humanos del futuro entra dentro de tus sueños?  Rut.- ¡Ese es el Gran Sueño de mi vida! Tener descendencia y no avergonzarme jamás de ello porque me gustaría pertencer al clan de los elegidos de Israel a pesar de que soy moabita.  Booz.- Yo te pido que no vengas a espigar nunca más cebada al campo de Belén ni a cualquier otro campo sino que tú, junto con tu pobre suegra Noemí, vengáis a vivir a mi palacio donde serés siempre servidas por criadas puestas únicamente para vuestro servicio. Yahveh no sólo restituye lo perdido a quienes han tenido siempre fe en Él sino que le provee en mucha más abundancia de la que pensáis recibir en un principìo. Yo mandaré a todos mis criados para que nadie os moleste hasta que te hayas casado conmigo. Rut (bajando su mirada a tierra).- ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que me reconozcas como esposa siendo yo extranjera?  Booz.- Acogerás al huérfano, y a la viuda, y al extranjero, y les darás cobijo en tu hogar y ellos comerán y se saciarán de lo que tú les ofrezcas porque el Señor te bendecirá por todo lo bueno que tú hagas con ellos. Es Palabra de Dios. Rut.- No comprendo tanta generosidad...  Booz.- Quien en lo poco dio mucho en lo mucho dará muchísimo más. Ven conmigo porque serás mi única esposa.  Salen del escenario cogidos de la mano.  SE BAJA EL TELÓNFIN DEL SEGUNDO ACTO.  ACTO TERCERO. ESCENARIO.- Una habitación muy lujosa. Una comadrona está entregando el bebé recién nacido a los brazos de Rut quien, en la cama, lo mira amorosamente mientras el niño llora y Booz contempla toda la escena de pie muy cerca de ellos. Raquel.- Yo ya he cumplido con mi obligación. Ahora es usted mi gran señor Booz y su linda esposa mi gran señora Rut quienes deben velar por su seguridad, quienes deben velar por su alimentación, quienes deben velar por su educación y quienes deben velar por convertirlo en el hijo de Dios al que está llamado ser. Booz.- Serás bien recompensada, Raquel. Yahveh siempre te protegerá y te dará todo aquello que te sirva para vivir feliz.  Raquel.- Ya soy feliz, gran señor Booz.  Booz.- Pues serás doblemente feliz.  Raquel hace una reverencia a Booz y se marcha del escenario mientras el bebé vuelve a llorar hasta que Rut le da el pecho.  Rut.- ¡Qué guapo es, Booz! Booz.- Todos nacemos de la misma manera y todos somos iguales ante los ojos de Dios. ¿Qué es lo que hace que todos seamos tan diferentes a la hora del vivir en esta tierra? Rut.- ¿Quizás la envidia? Booz.- La  envidia es uno de los peores sentimientos de los seres humanos pero hay algo que nos separa mucho más y nos hace ser completamente distintos a pesar de haber nacido iguales en nuestra desnudez.  Rut.- Soy tan feliz que no puedo acertar a saber qué es a lo que te refieres, amado Booz.  Booz.- La ambición, Rut. La nefasta y sucia ambición de quienes lo quieren absolutamente todo quitándoselo a los demás.   Rut.- A mí no me importaría ser pobre porque este niño es la culminación final de todos mis sueños. Booz.- Poco a poco Rut. Es necesario saber matizar muy bien lo que estás diciendo. Perdona que te lo diga con total amor y como filosofando. Una cosa es criticar a los ambiciosos sin escrúpulos y otra cosa es entender que se puede, y además es muy sano, tener ambiciones cuando eres honesto. Escucho tus palabras y no veo que separes ambas cosas. En el mismo saco no puedes meter a todos los que aspiramos a ser algo más y eso te lo tengo que decir, con total amor, para que sepamos distinguir bien lo que es válido y valioso de lo que es vano e inútil. Vanidad de vanidades es algo que todos sabemos entender pero también debemos entender que aspirar a ser mejores, a ser más grandes y a ser más importantes no tiene nada que ver con vivir dentro de la vanidad. Es que es muy importante saber distinguir cosas que son hasta opuestas. Así que, respetando tu opinión y dándole toda la validez que tú quieras, no puedo compartir la misma idea. Creo que es muy importante matizar lo que se critica; saber si se critica en manera general, que es un error bajo mi punto de vista, que en manera particular que a veces, aunque no lo creas así, es también otro error. Por ejemplo, buscar cosas profundas no sólo es bueno sino excelente. ¿Qué motivo hay para decir que quien profundiza, quien desea ser algo más de lo que es y quien quiere llegar a lo más alto del mundo que sueña sea un vanidoso o un ambicioso sin escrúpulos? La Fe, la verdadera Fe, la Fe que yo conozco es aquella que te motiva para ser uno de los mejores entre los mejores. Y eso lo dice hasta la Palabra de Dios. Espero que no te hayas ofendido y sigamos teniendo amor por toda la eternidad, pero hacer más cosas es mucho mejor que hacer pocas cosas… porque de la poquedad poco sale bueno pero de la cantidad hay muchas más posibilidades de que salgan hasta genialidades. Rut.- ¡Jajajajaja! No sólo estoy de acuerdo contigo sino que me hace mucho más feliz que pienses de esa manera y no como piensa mi cuñadaIOrfa que, cuando veo la necesidad de tener que luchar por algo que la hiciera mucho más grande eligió precisamente todo lo opeusto y se convirtió en nada importante adorando a ídolos de dioses de madera y piedra. Booz.- ¿Tú crees que un ídolo de madera y piedra, aunque sea de madera de cedro o de piedra preciosa, tiene alguna clase de poder? Rut.-  Si un trozo de madera aunque sea de cedro o un ídolo de piedra por muy preciosa que sea tuviesen alguna clase de poder sería señal de que Dios no existe.  Booz.- ¡Tú lo has dicho, amada esposa! Dios no existe en las maderas ni en las piedras ni en cualquier otro objeto material. Dios existe dentro de las almas humanas que abren sus puertas a Dios y jamás ambicionan a lo material como el supremo hacedor de la felicidad humana. ¿Cuándo una materia puede convertir en feliz a un espíritu humano si se niega la existencia de dicho espíritu humano como proveniente del espíritu divino?  Rut.- Entiendo, Booz, entiendo que quieres decir que sólo en Yahveh reside toda la Verdad.  Booz (acercándose al bebé que está tomando leche del seno materno).- Bienvenido al mundo, Obed, ya que tu nombre será Obed que es por donde principia la palabra obediencia y en dicha obediencia serás enlace en la genealogía que proviene de Jahveh y de la cual vendrá a la tierra el Mesías Pormetido.  Rut.- ¿Tan importante va a ser nuestro hijo recién nacido? Booz.- Mira sus manos, Rut.  Rut.- ¡Son preciosas! ¡Tiene unas manos bellísimas! Booz.- Porque son manos de Rey y de ellas descenderán Reyes de Israel.  Rut.- ¿Es cierto que Obed formará parte del linaje directo del Mesías Prometido.  Booz.- Totalmente cierto.  Rut.- ¿Has visto que cara de felicidad tiene? Booz (volviendo a hablar al bebé).- En los jardines literarios nos veremos continuamente y embarcaremos hacia las búsquedas propias. Esta es nuestra existencia y el triunfo de nuestra existencia. ¡Nadie nos va a impedir que la publiquemos donde nos de la real voluntad de hacerlo! Rut.- ¿Cómo estás tan seguro de ello, Booz? Booz.- Escuha Rut: Fares engendró a  Hezrón, Hezrón engendró a Ram, Ram engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, Salmón engendró a Booz que soy yo, Booz engendró a Obed que es nuestro hijo y Obed engendrará a Isaí que será quien engendre al Rey David. ¿Tiene o no tienes señales de reyes las manos de nuestro bebé?  Rut.- ¿De la genealogía del Rey David descenderá el Mesías Prometido? Booz.- ¡De la genealogía del Rey David descenderá el Rey de Reyes y Señor de Señores, nuestro Mesías Prometido! ¡Y este pequeño Obed posee la grandeza de pertenecer a dicha genealogía como lo han predicho los profetas de Israel.  Rut.- ¡Alabado sea Nuestro Señor y los santos profetas de Nuestro Señor!  Booz.- Amén.   SE BAJA EL TELÓNFIN           
Sansón (Teatro Cristiano) ACTO PRIMERO ESCENARIO.- Campo de Ascalón. Los brazos y las manos de Sansón han sido amarrados con fuertes cuerdas y al fondo se encuentra la boca de una cueva. El gigante filisteo Anak está frente a él. Anak.- Todos los filisteos sabemos de tu inmensa fuerza. Lo demostraste cuando desgarraste con tus propios puños y manos al fiero león que te salió al paso cuando ibas a celebrar boda con una joven de Tamantha. Sansón.- Sé que me equivoqué al casarme con ella, así que lo de descuartizar al león sólo es una anécdota nada más.  Anak.- Una anécdota real que te dio fama y gloria entre los hombres de estas tierras y que aumentó cuando mataste a aquellos 30 filisteos que se aprovecharon de las traiciones de tu mujer.   Sansón.- De cuya belleza todavía me acuerdo para mi mal pero de cuyo nomobre ya no deseo acordarme. Me equivoqué porque, aun sabiendo que era filistea, pensé que siempre me sería fiel. Anak.- No la enjuicies tan a la ligera porque nos resolvió el enigma al amenazarla con matar a toda su familia. Muy ingenioso eso de "Del devorador salió la comida. Y del fuerte salió dulzura". ¿Cómo crees tú que podriamos haber sabido una respuesta tal como "¿Qué cosa más dulce que la miel? ¿Y qué cosa más fuerte que el león? Sanson.- ¿Para qué me recordáis tales momentos de mi juventud? Os pagué la apuesta pero os maté a 30 de los vuestros y se fue lo comido por lo servido.  Anak.- Mucho más grande fue el daño que hiciste a mi pueblo filisteo cuando ataste a 300 zorras, haciendo pares entre ellas, y con unas teas encendidas en sus cabezas arrasaste todas nuestras mieses cuando ya estaban a punto de la siega.  Sansón.- ¿Y ahora qué quereis de mí sabiendo que jamás voy a rendirme ante vuestro falso dios Dagón? Dagón es el enemigo de las personas libres porque os esclaviza con sus demonios. Anak.- Te hemos atrapado mientras dormías demasiado confiado dentro de esa cueva y me parece que es aburdo que un joven tan fuerte como tú no pase a la historia de los humanos con tanta o mayor gloria y fama que Melkart, el dios que separó dos continentes. Tus proezas pueden tener mucha mas resonancia por venir de un ser mortal al que mi pueblo y yo puede elevar a los altares de los santuarios. Sansón.- Si me estáis queriendo comprar estáis perdiendo lastimosamente el tiempo en lugar de arrodillaros ante Yahveh y pedirle misericordia.  Anak.- ¿No te da miedo morir sin poder defenderte? ¡Los héroes siempre mueren luchando! ¿No te da miedo pasar a las leyendas como el héroe que tuvo miedo durante las últimas horas de su vida? Sansón.- Si viviera con miedo no saldría nunca de mi hogar.  Anak.- ¿Quién te crees que eres para contestarme con tanta altivez? Sansón.- Yo soy alguien que asume su realidad y mi realidad es que llegaré a ser, en un futuro muy cercano, Juez del pueblo hebreo.  Anak.- ¿No sería mejor que te echaras un poco hacia atrás en tus bravuconadas? Sansón.- No he de huir de mi responsabilidad sino siempre seguir hacia adelante. Si tengo que acabar con todos vosotros no me van a detener ni Dogan ni mucho menos Melkart.  Anak (enfurecido).- ¡Retén tu lengua porque ya vienen mil de mis filisteos para descuartizarte como tú hiciste con el león a no ser que seas lo suficientemente inteligente como para aprovechar la oportunidad que te doy de que seas el conquistador de todas las tierras que te apetezcan dominar!  Sansón.- Ni mil de vuestros endemoniados gigantes filisteos van a evitar que Yahveh me proteja. Él es mi Dios, el único Dios que existe, y siempre me favorecerá. Anak (más enfurecido todavía).- ¡Piénsalo bien si eres tan inteligente como fuerte, Sansón! ¡Todas las tierras que quieras y todas las bellas mujeres que se te antojen! Sansón (sonriendo ligeramente).- Lo de las bellas mujeres sí que me interesan en verdad...  Anak.- ¿Entonces decides ser nuestro líder contra esos hebreos que nunca agradecen nada a quienes les defienden y luchan por ellos? Sansón (sin dejar de sonreír).- ¿En verdad creéis que mi Destino son las bellas mujeres? ¿Y si os digo que nunca más seré el pelele de ninguna de ellas? Anak (con la ansiedad reflejada en su rostro).- ¿Qué es para ti el Destino? Sansón.- El Destino no es lo mismo que el futuro. Tu pueblo sólo me ofrece futuro pero mi Dios me ofrece Destino.  Destino es la fuerza desconocida y sobrenatural de la que se cree que actúa de forma inevitable en las personas y los acontecimientos, mientras que futuro es, según la concepción lineal del tiempo que tienen los humanos, la porción que todavía no ha sucedido. Mi futuro lo puedo cambiar si acepto vuestras ofertas pero mi Destino nunca puede ser cambiado.  De repente, sin hacer ningún esfuerzo, actúa el Poder de Yahveh y se rompen las cuerdas que amarraban los brazos de Sansón y se caen las ataduras de sus manos. Anak.- ¡Brujería! ¡Sólo sois un vulgar mago haciendo brujería! ¡Pero mis mil soldados filisteos acabarán con tu poder! Anak toca un silbato de hueso que lleva colgado del cuello y van apareciendo oleadas de filsiteos en la escena mientras que Sansón ha cogido una quijada de asno que se encontraba en el suelo y, a manera de maza, va matando a uno tras otro. El número de filisteos que van cayendo muertos es el que la obra permita para no hacerla demasiado larga.  - ¡He matado a mil de tus hombres, Anak! ¡Sólo quedas tú!  - ¿Y me dejáis en libertad? - Alguien debe anunciar a tu diabólico pueblo que un solo hombre llamado Sansón ha matado a todos los que le han salido al paso. ¡Mil hombres muertos a cambio de mi liberación! ¡Pregónalo por todas las tierras para que todos los hombres y mujeres sepan que el Poder de Yahveh es invencible! He matado a mil filisteos pero podría haber matado hasta a un millón si me hubiesen atacado un millón en lugar de mil. Anak huye despavorido. Sansón (sentado en la entrada de la cueva y reflexionando mientras todo el suelo está lleno de cadáveres).- Cuando Dios está presente el Gran Sueño deja de serlo. El Gran Sueño se convierte en un largo paseo por las calles; un pequeño vaso de leche en la primera humilde taberna que encontremos; un caminar mano con mano y un beso al llegar las horas anaranjadas del atardecer. Y luego otro beso y otro beso y toda la Gran Ciudad encendida. Un solo centro de gravedad sentimental. Un Gran Sueño convertido en miles de sueños pequeños, reales, ciertos, verdaderos, milagrosos. Puede ser que yo no sirva nada más que para contar a los demás sobre mis sueños pero, al menos, eso me es tan suficiente que este mundo se me hace tan pequeño… tan pequeño… que tengo que salir hacia el Universo para poder recitar poemas en estas mil galaxias que anidan en el centro de mi corazón cuando Yahveh está presente. Si a esto lo llaman locura yo lo llamo, sencillamente, milagro.  Sansón tiene tanta sed que clama a Dios. - ¡Oha Gran Dios Altísimo! ¡Tú que posees el inmenso poder de hacer realidad hasta lo imposible! ¡Haz, por favor, Yahveh de los invencibles, que esta quijada de asno se convierta en manantial de agua para que pueda calmar mi sed!  Se produce el milagro y de la quijada de asno surge un manantial de agua de donde bebe Sansón hasta saciarse.  SE BAJA EL TELÓN.FIN DEL PRIMER ACTO. ACTO SEGUNDOESCENARIO.- Dormitorio matrimonial de Sánsón y Dalila que están casados desde hace ya 20 años. Los dos están metidos en la cama y acaban de terminar sus relaciones sexuales de la noche.  Sansón.- ¡Cuán deliciosas sois las mujeres filisteas! ¡Se nota que sabéis bien lo que los hombres queremos! Dalila.- ¿Has quedado satisfecho, amado esposo? Sansón.- ¡Más que con ninguna otra mujer en mi vida!  Dalila.- ¡Las filisteas somos fuego vivo y hacemos arder al más frío de los hombres! Sansón.- Algún día te complaceré dándote lo que más deseas.  Dalila.- ¡No deseo nada material porque lo material siempre pudre a las mujeres! ¡Sólo hay algo que me gustaría aprender para complacerte sexualmente mucho más de lo que te complazco! Dalila estaba tocando, astutamente, el punto flaco de la personalidad de Sansón. Sansón.- ¿Si te respondo a lo que tanto deseas saber, tendremos una nueva sesión esta misma noche? Dalila.- Hasta tres sesiones si son necesarias, amado amo Sansón.  Sansón.- Quizás estés pensando que soy un vanidoso conquistador de mujeres hermosas pero hice una promesa: nunca jamás volvería a ser un pelele en manos de una mujer. Teniendo en cuenta esta promesa pregunta lo que quieras, bella hembra.  Dalila fue directa... Dalila.- ¿De dónde procede la descomunal fuerza física que poséis, mi amor? ¡Yo misma tiemblo con todo mi cuerpo cada vez que me complacéis con vuestra fortaleza sexual! Sansón (evitando decir la verdad).- Mi fortaleza proviene del sol. Dalila.- Estáis mintiendo, mi Gran Señor. Los dioses del sol sólo producen egolatría en sus protegidos. Vos sois, en mucha mayor medida, de los dioses lunas por vuestra claridad al exponer los sentimientos. Mas yo croe que no adoráis ni a Baal ni a Astarté; luego vuestra fuerza no proviene de fuentes de dioses ni de lunas sino de algo mucho más cercano a vuestra personalidad humana. Sansón (buscando evitar por segundo intento decir la verdad).- Está bien, adorable Dalila. Eres muy inteligente a la vez que excesivamente hermosa y por eso tengo que confesarte que mi fuerza descomunal proviene de la acción directa del ángel Gabriel sobre mi espíritu. Dalila.- Es la segunda vez que me mentís sobre este asunto y me estoy empezando a defraudar de vuestra hombría. Adán fue creado a imagen y semejanza de Dios, luego fue superior a los ángeles; de tal manera que ningún ángel puede dotar de fuerza superior a un hombre que desciende de Adán porque el hombre, de por sí, es más poderoso que un ángel. Gabriel es visión y creatividad pero vos sois fuerza y poderío. Ambas cosas no me cuadran y, como bien decís, yo soy excesivamente hermosa pero muy inteligente. Os doy la tercera y última oportunidad para que no mintáis. ¡Responded con la verdad!  Sansón (dudando entre tener otra sesión sexual con Dalila o perderla para siempre).- Esta vez os digo la verdad. Mi fuerza sobrehumana proviene de los muertos. Yo soy Abel nuevamente renacido persiguiendo y matando a todos los descendientes de Caín. Dalila.- Mentís. No tenéis más oportunidades de poder gozar de mi cuerpo. Sansón.- ¿En qué falsa base te apoyas para decir que miento? Dalila.- Cuando un hombre es bueno como lo sois vos, la Muerte no puede ofrecerle ninguna clase de fuerza física pues ella representa a quienes dejaron toda su fortaleza entre las cenizas en que se convirtieron. Por eso sé que me estáis mintiento y, como ya no tenéis más oportunidades, abandono tu lecho para no volver jamás. Sansón la abraza antes de que intente salir y comienza a besarla con ansiedad en la boca. Sansón.- Te contaré la verdad, diosa mía... Dalila (sonriendo al sentirse vencedora).- Seguro que es algo infantil porque me encanta que seas tan ingenuo como un niño pero a la vez tan fuerte como un dios. ¿Cuál es el centro físico de tus fuerzas sobrehumanas? Sansón.- ¡Soy nazareo y los nazareos estamos consagrados de por vida a Yahveh si es que no nos cortamos las trenzas! ¡Es mi cabello el centro de todas mis fuerzas como hombre!  Dalila.- Sé que ahora me habeís dicho la verdad, amado Sansón. Y para celebrarlo podrás otra vez beber y comer de mi cuerpo pero antes permitid que os brinde una sabrosa jarra de vino de manzana.  Sansón.- El vino de manzana lo tengo prohibido por Dios.  Dalila.- ¿Qué clase de Dios puede ser ese que prohibe a sus nazareos beber de un manjar tan exquisito como el vino recién salido de las manzanas frescas? ¡La sidra es manjar de dioses y quienes os mereceís la mas grande condecoración por vuestras hazañas sois quienes más y en mayor abndancia podéis beberla porque sois el alma del pueblo alegre y el alma alegre es superior al cuerpo alegre. El laberinto que, en forma de telaraña de palabras, había elaborado la aviesa Dalila, surtió efecto.  Sansón.- ¿Cuánta más sidra beba mayor capacidad sexual obtendré tal como dicen los borrachos? Dalila (sonriendo ante la ingenuidad de Sansón).- Dicen los amargados de espíritu que los borrachos se vuelven impotentes a la hora de mantener relaciones sexuales. ¿Cómo puede mi amo y señor demostrar que eso es falso si no lo comprueba por sí mismo? Sansón.- Si es cierto perderé la ocasión de seguir gozando de tu cuerpo. Dalila.- Y si no es cierto tendréis que esperar a que yo os dé la señal de que os he perdonado por dudar de mí.  Así que Sansón comenzó a beber tanta cantidad de jarras de vino de cerveza que terminó por perder el sentido emborrachado del todo. Sus ronquidos eran los efectos de haber perdido toda la noción de prudencia y sabiduría porque aquel momento era el que durante años había estado esperando la hermosa y bella arpía Dalila para cortarle todas las trenzas de su pelo y dejarle casi pelado del todo. Después salió del lecho matrimonial, se acercó a la puerta y dejó pasar a diez hercúleos filisteos que ataron de pies y manos a Sansón. Éste ya había despertado ante el ruido que armaron los guerreros, pero se dio cuenta de la traición al ver las guedejas de su pelo por el suelo y, sin tener ninguna clase de fuerza incluso para poder derribar a un zagal flaco y macilento de los que abundaban entre los pastores de ganado, descubrió cómo Dalila se mofaba de él. Dalila.- ¡Pobre imbécil que te convertí en paloma por querer ser siempre un gavilán!  Sansón.- Pécora. Un día te castigaré por haberte convertido en ramera.  Dalila.- Ramera ya lo era antes de conquistarte a ti, idiota, y ramera voy a continuar siendo entre los hombres más elegidos de tu pueblo hebreo para acabar con todos vuestro líderes. Abatidos todos ellos será muy fácil eliminarlos para siempre de la faz de la tierra.  Sansón.- ¡Yahveh hará justicia! Dalila.- ¡Jajajajaja! ¡Jajajajaja! ¡Jajajajaja¡ ¿Todavía crees en un dios así que te deja y te abandona por culpa de las mujeres? ¡Aprende de Belcebú que jamás negaría que los hombres deben gozar con las mujeres sin ninguna clase de respeto ni consideración, sean solteras, sean casadas o sean viudas! ¡Para eso hemos nacido las que somos hembras de verdad! ¡Veinte años casada contigo ha sido un verdadero martirio! Sansón.- ¡Muy pronto se acabará tu jactancia de traidora sin escrúpulos! ¡Morirás mucho más pronto de lo que piensas y aprenderás, aunque ya no te sirva de nada, que sólo se puede tener ambiciones cuando se es una persona honesta! Veo con gran pesar que no sabes la diferencia que hay entre amabas cosas.  Dalila.- ¿Cómo puede vaticinar mi final quién ya está del todo acabado? Sansón.- Si tú supieras la verdad de todo lo que digo dejarías de ser necia en este mismo instante; pero veo que tu necedad supera en mucho a tu belleza hasta convertirte en sucia muñeca de trapo nada más. Dalila.- ¡Vamonos todos de aquí! ¡No le puedo soportar más! SE BAJA EL TELÓNFIN DEL SEGUNDO ACTO.   ACTO TERCERO. ESCENARIO.- Templo de Gaza. Los filisteos están celebrando una fiesta por haber capturadoa Sansón que está ahora atado con cadenas a las dos gruesas columnas fundamentales del templo. Anak tomó la palabra. - ¡Este hobmre destruyó nuestros cultivos! ¡Este hobmre mató a muchísimos de nuestros hombres él solo! ¡Pero nuestro dios Dagón nos ayudá a capturar a nuestro enemigo número uno!  La multitud reclamaba venganza en nombre de insultos y ofensas antes de sacarle los ojos. Y asi fue, puesto que, alejado de Dios por unos momentos y aunque la cabellera ya le había crecido bastante, un esclavo de Anak se acercó a Sansón con intención de sacarle los ojos.  Dalila- ¡Un momento, esclavo!  El esclavo se quedó como paralizado.  Anak.- ¿Qué sucede ahora, Dalila? Dalila.- Quiero besarte delante de él y él que lo vea con sus propios ojos.  Eso fue lo que Dalila hizo delante de Sansón aunque le daba asco besar al feo y deforme rostro de Anak. Sansón (sin sentir ninguna clase de molestia ni de celos).- Tus brazos fueron arenas movedizas de las que no pude emerger, tus besos la muerte de la que no pude escapar. Dalila.- Yo pude haber seguido amándote con el fuego de un volcán en lugar de amar con el corazón convertido en hielo como lo hago en estos momentos con Anak. Pero así es la vida de una mujer convertida en inhumana.  Sansón.- Es fácil deducir que fue el propio Satanás quien te enseñó las artes de la seducción. Dalila.- Antes se coge un rayo de luna que a una mujer como yo. Sansón.-  Es el Desamor el motivo de las burlas que tanto te motivan para caminar por la vida después de descubrir que yo sigo siendo yo mientras tú has dejado de ser tú. Yo amo el Amor. El Desamor sabe sólo a ceniza y quedarás convertida en polvo y cenizas cuando mi Dios Yahveh lo decida.   Dalila.- ¡Que le saquen los ojos ya que su lengua no deja de hablar! El esclavo de Anak se dirigió hacia Sansón para cumplir con la orden dada por Dalila.  Anak.- ¡Un momento, esclavo! ¡Deja que yo goce de ese momento! Dalila.- ¡No, Anak! ¡A pesar de toda tu envidia y de todo tu odio hacia él, Sansón es magnífico hasta encadenado y tú no le llegas ni a a la altura de sus sandalias en esto de ser un homBre de verdad! Anak (defraduado y con mueca patética producto de la envidia).- ¡Eso quiere decir que todavía le amas! Dalila.- ¡Eso quiere decir que todavía no amo a nadie de la misma manera que le amaba a él y que no sé si alguna vez en mi vida conseguiré amar a alguien más que lo hice con Sansón! ¡Que sea un esclavo anónimo el que lo haga para que nadie pueda pasar a la Historia por culpa de mi traición!   El lugar estaba lleno de gente, todos los dirigentes filisteos estaban allí. En el techo había más de 300 persoanas viendo el espectáculo cuando el anónimo esclavo sacó le vació los dos ojos a Sansón y los depositó en una bandeja que portaba en su mano izquierda. Sansón oró al Señor.  Sansón.- Señor Dios Yahveh. Acuérdate de mí. Te ruego, oh Dios de Justicia que me des fuerza una vez más. Déjame hacer algo para castigar a estos filisteos por haberme sacado los ojos.  Entonces Sansón toca con las manos las dos columnas que sostenían el templo; y apoyándose fuerte contra dichas columnas, exclama en voz alta. Sansón.- ¡Que muera yo con todos estos filisteos y que nadie se salve ni quede con vida!  Sansón empuja tan fuerte como puede y el templo se derrumba sobre todos los dirigentes filisteos y toda la gente que estaba allí.  Sansón.- Muero pero en el día de hoy eh matado a más gigantes filisteos que cuando estaba vivo.  Dalila (agonizando).- Sansón... de verdad... yo te amaba de verdad... Sansón.- Pero preferiste a la religión.  SE BAJA EL TELÓNFIN    
A mis 21 años de edad muchos dicen que me fui con el corazón herido. Podríamos decir lo de "ignorancia de muchos sabiduría de pocos" porque nadie supo jamás que acudí a cumplir con el Servicio Militar Obligatorio con el corazón sano y con el corazón contento. ¿Heridas? ¿Cuáles podrían ser aquellas heridas que muchos pregonaban sin saber la verdad y la verdad decía que yo era libre para elegir? ¿Si yo era libre para elegir a qué santo y seña venía aquello del corazón herido? ¿Cómo podría tener el corazón herido si ya era todo un atleta de fondo soportando toda clase de distancias? Yo sólo soñaba con el mar y el sol aunque todos creían que sufría de ese "mal de amores" que afectaba a los "raros" fernanditos (que los había en abundancia) por varias partes de las tierras bancarias.  Me fui a la mili con una canción en mi boca: Tú eres lo mas lindo de mi vida aunque yo no te lo diga, aunque yo no te lo diga. Si tú no estas yo no tengo alegría yo te extraño de noche yo te extraño de día. Yo quisiera que sepas (la, la, la, la) que nunca quise así (la,la,la,la) que mi vida comienza (la,la,la,la) cuando te conocí. Tú eres como el sol de la mañana que entra por mi ventana que entra por mi ventana. Tu eres de mi vida la alegría eres sueño en la noche eres ritmo en mis días. Tengo el corazón contento el corazón contento y lleno de alegría. Tengo el corazón contento el corazón contento desde aquél momento en que llegaste a mí. Y doy gracias a la vida y le pido a Dios que no me faltes nunca. Yo quisiera que sepas (la, la, la, la)  que nunca quise asi (la,la,la,la) que mi vida comienza (la,la,la,la) cuando te conocí. Tengo el corazón contento el corazón contento y lleno de alegría tengo el corazón contento el corazón contento desde aquél momento en que llegaste a mí y doy gracias a la vida y le pido a Dios que no me faltes nunca. Yo quisiera que sepas (la, la, la, la) que nunca quise así (la,la,la,la) que mi vida comienza (la,la,la,la) cuando te conocí. Tú eres como el sol de la mañana que entra por mi ventana que entra por mi ventana. Tú eres de mi vida la alegría eres sueño en la noche eres ritmo en mis días. Y con esa canción en mi boca... ¿quiénes eran los ignorantes que decían que yo me fui con el corazón herido?... la respuesta es muy sencilla: me fui con el corazón contento y lo demás sólo eran opiniones de paletos, de molineros que sólo sabían leer algún papel que otro (de los de molinos de papel), pero que resultaban ser analfabetos a la horar de opinar sobre mis sentimientos en  lugar de dedicarse a moler en el molino el papel que no sabían apenas leer. Y es que en el reparto de las emociones las varillas nunca despertaron en mí ninguna clase de sensación salvo la de tener compasión de ellas. Comerse una rosca significa algo mucho más emocionante que coger varillas. O sea que me fui con el corazón contento porque roscas, o al menos rosquillas, no faltaron jamás en mi vida. Y lo que dijera un paleto solo era cosa de cateto. Cierro mi Diario con una sonrisa: ¡Qué polvo tiene el molino y qué polvo la carretera, que poco sabe el pollino y que poco la camarera!. Y es que de café en polvo y de barras bravas ya tenía yo muchas lecciones bien aprendidas antes de cumplir estos mi 21 años de edad. Y Benito en la inopia.    
¡Ay Manoli de mi vida! ¡Ay Juanito de mi alma! En la bombilla se queman siempre los paletos porque no saben de geografía humana. Farolillos. Muchos farolillos y algún que otro farol que se tiran para decir que saben lo que son las maracas de Machín. Y pasodobles. Muchos pasodobles para acompañar el paseíllo. Los olivos están verdes, muy verdes, demasiado verdes y en la cuenca de una mano suena el retintín de las monedas. Pesetas. Estamos hablando de pesetas y de duros que se las dan de John Wayne porque las modistillas de Madrid están de moda. Pero olvidan que son inalcanzables y entonces tiran de cuartos con las chachas del retiro. ¿En el Valle Verde hay azúcar? Las ferias de los fines de semanas siguen con sus historias de frustraciones alrededor de bailes con sangrías. Y siempre aparecen los juanetes. ¿De tanto bailar o de tanto sufrir bailando? Pedros, Juanitos, Migueles y Jesuses. Por la florida pasean los paletos mientras las castizas de Madrid ríen que da gusto verlas. Les gusta el nombre de Pepe porque se les pega en los labios. Y mientras tantos los paletos desfilan al son de las panderetas de unos tunos universitarios a los cuáles jamás llegarán a alcanzar. Queda el recurso de la cuenca de una mano donde van resonando el retintín de las monedas hasta que, consuelo de perdedores, cierra su puño y publica el letrero: "Cerrado por Vacaciones". Los olivos y los mochuelos deambulan por la gran vía pero van de morros. No se saben muy bien cuáles son las razones de sus nostalgias. ¿Lumbalgias de tanto bailar? Los fados están más allá de la frontera que los verdes no saben situar. No se saben las causas exactas pero los adoradores de "Gimi" cada vez están más perdidos que un grupo de monjes en una playa nudista. ¡Ay que ver lo que es la vida! ¡Ay que ver lo que es el alma!  
ESTER (Teatro Cristiano) ACTO PRIMERO ESCENARIO.- Palacio del rey Asuero. Se está celebrando un banquete  del rey con su esposa favorita Ester como su principal. Vasthi ha sido repudiada. La escena es un semicírculo para que los cinco personajes den cara a los espectadores. En el centro está el rey Asuero. A la derecha de Asuero se encuentra Ester, a la izquierda del rey está sentado el eunuco Hagiei. A la derecha de Ester vemos a Mardoqueo y a la izquierda de Hagiei se sitúa Amán Asuero.- ¿Sabes por qué has sido elegida la más agradable de todas y mi principal esposa? Ester.- Quizás porque habés visto en mi persona, rey Asuero y esposo mío, algo mucho más importante que la belleza física.  Asuero.- Eres la más agradable a mis ojos y no rechazas que te presente a mi pueblo como la más hermosa de todas para que admiren tu belleza. Vasthi no quiso acceder a esta petición mía y por eso ha sido repudiada. Ester.- ¿No creéis que Vasthi se negó a ser un objeto? Asuero.- Yo nunca jamás la traté como un objeto sino como a mi favorita y eso fue no por su belleza interior, que sí la considero importante, sino también por su belleza exterior. No sé si me comprendes, Ester, pero en mi forma de pensar el físico externo es reflejo del espíritu interno. Así que puede existir, en algunos casos, y te hago saber que en algunos casos por no decir en todos, mucha belleza externa y atractivo incluso erótico, sin caer jamás en el pecado, con mucho de belleza espiritual. A Dios le encanta la belleza limpia, honesta y clara en el alma, en el corazón y en el físico externo de una doncella virgen porque simboliza los atributos de Dios en la Tierra. Vasthi creía que yo la mostraba a mi pueblo como simple materia y por eso desobedeció mis órdenes. Nunca me amó de verdad porque en caso de haberlo hecho sabría que yo jamás uso la belleza de ninguna mujer para mostrarme vanidoso ni soberbio sino para mostrar al pueblo que la belleza forma parte de la naturaleza y no hay por qué escandalizarse al ser mostrada como tal. Tú sin embargo lo aceptas porque sabes que es una forma de respeto hacia mi persona. Y eso es lo que me atrae de quienes están junto a mí. Ester.- Reverdece la brisa de los pájaros volando por la estepa de las brumas. Rezuma el campo sus espumas y llueve como agua de los cántaros. En la historia de los hombres y sus vida hechiza y captura la belleza. Es todo el tiempo una presencia de agua, de viento, de medidas. ¿Qué es para todos un momento de esencia y presencia enamorada? El canto de la ave liberada que vuela por todo el firmamento. Desatan las horas sus instantes en medio del alba amanecida. Es la victoria presentida de quienes saben ser amantes. Y el mundo gira elevando la cima del sentido y del encanto. Un beso a las hojas del acanto da el ángel que está sobrevolando el jardín. Asuero.- ¡Qué bella expresión es la tuya, amada Ester! ¡Unes al encanto de tu cuerpo el canto de tu alma! Ester.- Cuando alguien tiene la telúrica presencia del amor verdadero porque es noble es sinónimo de que la vida es bella. ¿Por qué tenemos que mostrar miedo ante la belleza si la belleza es creación de Dios para que los pueblos la admiren? Asuero.- ¡Hagiai, siervo leal y sabio consejero, poned al servicio de mi amada siete doncellas especiales, atavíos y alimentos propios de una reina! Hagiai.- ¡Ya os aconsejé yo que la eligiéseis a ella puesto que no solo es bella por fuera sino que posee el don de la benevolencia y ejercita la generosidad! Mardoqueo.- Hay un principio moral que dice que a veces es mejor no entender lo que dicen porque no saben lo que dicen; a veces es mejor no atender lo que hacen porque no saben lo que hacen, y a veces es mejor no comprender lo que piensan porque no saben lo que piensan. Esa es la benevolencia, con b de bondad, que más he aprendido  de la vida y que más le he inculcado a Ester… porque lo ruin acaba por terminar como ruinas y lo inepto es, nada más, la pérdida de tiempo en acciones vanas y sin sentido. Es necesario no tener benevolencia con quienes insisten una y ora vez en lo ruin y en lo inepto. En ese caso es mejor dar la espalda a sus circunstancias y seguir caminando. Se hace camino al andar y si andamos es porque no nos detenemos a perder el tiempo con los mezquinos”.  Asuero sonrió mientras dio un trago de vino de su copa dorada. Asuero.- ¿Cuál es vuestro parentesco con Ester, amigo Mardoqueo? Mardoqueo.- Ester es huérfana de padre y madre pero los judíos tenemos, por costumbre ancestral, que algún pariente cercano la acoja y la críe como si fuese hija suya. Ester es mi sobrina.   Amán (mirando con odio a Mardoqueo).- ¡Los judíos habláis mucho de ayudar a los demás pero sois avaros y tacaños!  Mardoqueo.- En las cruces que llevamos a cuestas por culpa de los ignorantes hay tres de mayor envergadura: mentira, avaricia y poder. Pero eso sucede en todos los pueblos y no solo en el pueblo hebreo. Lo que sí os puedo afirmar es que yo, siendo judío, soy llano, sincero y muchas veces paso hambre; mientras que vos, favorito del reyo Asuero, sí que sois en verdad avariento, sí que sois en verdad tacaño y sí que sois en verdad ambicioso sin límites puesto que es seguro que lo que encierra vuestro corazón es el deseo de ocupar el lugar que ocupa Asuero mientras os alimentáis en abundancia gracias a él. Ester.- Dejando de lado estas discusiones impropias de personas de buen parecer... ¿no creéis amado esposo Asuero, que existen demasiados tributos que empobrecen a los más necesitados de vuestro reino?.. Asuero.- ¿Es verdad cuanto dice mi bella y hermosa esposa, Amán? Amán.- No sólo considero que los impuestos deben seguir existiendo sino que afirmo que los más necesitados son los que más roban de las arcas reales. Creo que incluso deben aumentar en lugar de disminuir. Lo hago sólo por amor a la Casa Real de la cual vos sois el digno representante. Si no aumentamos impuestos las gentes dejarán de trabajar y se convertirán en vagos.Yo sólo deseo vuestro bien mientras que Mardoqueo ambiciona un libertinaje de los judíos que perjudicará no solo a Susa sino a toda Persia. Mardoqueo.- Quizás no me entendáis bien al escucharlo pero me siento obligado a sentirlo y tal como lo siento lo digo.  Artificios giratorios que se ponen al servicio de los ramilletes de sentires emboscados en los pensamientos de cristal. Palabras de amor, palabras que ruedan en los chorros de los verbos donde beben las sedientas pasiones en medio del esbelto zorzal que con su canto melodioso acompaña el zigzaguear de las anáforas repetitivas donde el corazón vuelca su conjunto infinito de enunciados orales; corpus del corinto que crece en las regiones orientales del jardín". El pastor habló a la princesa de ninfas de las aguas, dríades de los bosques, hadas de los aires… pero ella sabía ya demasiado de los mundos incorpóreos y sutiles y sólo ansiaba encontrar la materia lúcida y transparente del bohemio soñador de los mameys; alguien que la ofreciese un tributo a la placentera ensoñación de los trinares y la elevase a la tricúspide corazonal de su perdida sonrisa. Cuantos más castiguéis a vuestro pueblo con más impuestos y con mayar cantidad de tributos más hareis que roben cuanto puedan para defenderse de los abusos cometidos contra ellos. Si dejais que Amán siga abusando de su poder más os odiará vuestro pueblo. ¿No será que la serpiente quiere engañar para hincar su veneno? Asuero.- ¿Qué decís vos, bella Ester? Ester.-  El deseo hace que la vida tenga un interés compuesto: la vida real y la vida soñada. Hay quienes desean una vida real llena de lujos haciendo que los paguen los más humildes de sus siervos. Pero hay también quienes sueñan que la vida real es cuestión de ser generosos con esos mismos siervos humildes. Sois vos, amado esposo, quien debéis dar la última orden y no dejar que otros manden en vuestro lugar puesto que el veneno puede introducirse en nuestro cuerpo poco a poco... lentamente... hasta que llega día en que ya no podemos seguir viviendo... Asuero.- En verdad que vuestro nombre, Ester, significa que profesáis el verdadero amor y no sólo para conmigo sino para todo mi pueblo. Es la primera vez que una mujer me hace saber tal enseñanza.  Hagiai.- Cuando la razón y el corazón hablan el mismo lenguaje es que el verdadero amor hace acto de presencia en un ser humano. Asuero.- ¿Y vos qué opináis, mi gran amigo Amán? Amán.- Si soy vuestro valido es porque siempre he valido para serlo. La misma Ester a la que habéis preferido como esposa favorita entre todas las demás sólo es una insignificante judía y será destructiva por haber ofendido a Marduk al haber aborrecido a las mujeres persas. Ester.- Encierras dentro de tu pérfido corazón, gran amigo de mi esposo, la hipocresía ausente de caridad. Eres sincero porque estás interesado en parecerlo y eso no es una casualidad sino una causa.  Amán.- Que responda a eso tu tío Mardoqueo que bien os ha alimentado de ideas contra los que nos somos parte del pueblo judío. Mardoqueo.- Los seres humanos son siempre más humanos cuando se llenan de sinceridad y silencio, que son las dos manifestaciones que Dios admite como lenguaje de la verdad. Sinceridad cuando queremos dialogar con nuestro entorno. Silencio cuando queremos escuchar los pálpitos ajenos. De tal manera que ambas manifestaciones nos sumergen en el infinito de los sueños encendidos del espíritu humano. Y envueltos en la presencia de los sentimientos, con la sinceridad y el silencio por banderas, compartimos con los demás los espacios en que crecemos como hombres y mujeres sencillamente sanos.  Amán.- ¡Basta ya de intrigas! ¡Yo me antepongo a vuestras infamias producidas por vuestra ambición de querer ser el pueblo elegido por un Dios que no es el que los persas necesitamos para ser grandes! ¡Debéis daros cuenta, rey Asuero, de que os aconsejo para bien! Asuero.- Fin de la contienda. El tiempo dirá lo que el tiempo deba decir. Ya es hora de retirarnos. Todos se levanta y salen del escenario. SE BAJA EL TELÓN.FIN DEL ACTO PRIMERO. ACTO SEGUNDO ESCENARIO.- Patio militar del Palacio de Susa. Amán ha hecho levantar una horca y ahora se encuentra sentado, en un banco de piedra, a la izquierda de Asuero. Asuero.- ¿Qué sucede en mi reino, príncipe Amán, hijo de Amedata? Has de saber que te honro por encima de todos mis príncipes como el primero de ellos.  Amán.- Soy vuestro valido, Gran Señor, y por eso tengo la obligación de poneos al corriente algo que viene sucediendo continuamente y que, de no pararlo, hará que nadia os tenga respeto.  Asuero.- ¿Qué cosa es esa, Amán? ¡Habla sin ninguna clase de rodeo innecesario!  Amán.- Lo que tengo la obligación de haceros saber es fuerte y muy profundo al mismo tiempo. No lo toméis como producto de la envidia ni como un chisme de comadreja de esos que tanto abundan en las gentes de los palacios reales. Vuestro mundo, oh Gran Señor Asuero, debe ser extraordinario y por ende no se debe permitir lo ordinario que pertenece a los mundos inferiores. Sois demasiado grande como para que vuestro honor sea mancillado. Asuero.- ¿Acaso es que Ester tiene algun amante oculto a mi conocimiento? Amán.- No me atrevo yo a decir tal cosa aunque bien vendría que pusiéseis atención a esa posibilidad que, aunque no se haya producido todavía, quizás se pusiese en acción porque lo que vengo a deciros no va en contra de vuestra bellísima favorita entre las favoritas pero existe el peligro de que pueda contaminarse.  Asuero comenzó a impacientarse.  Asuero.- ¡Díme de inmediato lo que tengas que decirme y si no es verdad date por muerto en esa horca que alguien, sin mi permiso, ha hecho levantar en este patio militar de mis ejércitos! Amán.- Yo mismo he dado la orden, gracias a los privilegios que gozo por vuestra fidelidad sin límites, y la he levantado para que en ella sea colgado el farsante y desobediente Mardoqueo, al que si no le eliminamos ya mismo puede dañar a su sobrina Ester que quizás no sea su sobrina sino su oculta amante.  Asuero.- ¡Si eso es falso te corto la lengua de cuajo, Amán! Amán.- ¡En el nombre de Marduk que no digo ni afirmo tal cosa, sino que Mardoqueo es un mal ejemplo para Ester y para todo vuestro reino entero! Asuero.- ¿Qué sucede con Mardoqueo? Amán.- Todos los siervos del rey que están en la puerta de este Palacio se arrodillan y se inclinan ante mí tal como vos lo habéis ordenado; pero Mardoqueo ni se arrodilla ni se humilla y pasa por delante de mí sin hacerme ninguna clase de reverencia pues le soy indiferente a pesar de la grandeza que vos mismo me habéis otorgado; lo cual quiere decir que tampoco os admira ni os tiene por ninguna clase de ser superior. Asuero.- ¿Qué clase de excusa aduce para no postrarse ante vos, arrodillarse ante vuestra persona y humillarse como hacen los demás? Amán.- Su firme determinación de no rendirme honores y pleitesías es que según dicen de él les viene dada por su fe en un Dios Superior a cualquier tipo de dioses incluído Marduk. Asuero.- ¿Ha llevado a cabo algún levantamiento popular contra los dioses persas? Amán.- Su cobardía es demasiado grande como para hacer tal cosa pero, en sentido individual independiente y autónomo, no hace ningún comentario entre las gentes del pueblo ni va recogiendo encuestas de opinión. Su valentía, si es que a eso se le puede llamar valentía, es que lo hace enfrentándose a las circunstancias de terminar muriendo en la horca. ¡Y eso sí que es peligro Gran Rey Asuero, porque le está convirtiendo en un verdadero héroe popular!  Asuero.- ¿Qué alega para no contar con nadie al cometer tales actos de rebeldía? Amán.- No le interesa lo que pueda opinar el pueblo como sucede con alguien tan sensato como yo mismo o cualquiera del resto de vuestros valientes príncipes. Cuando le reprendo y le amenazo de muerte sólo sonríe con ironía y afirma que obedecer a Yahveh es más importante que obedecer a la gente; con lo cual se producen dos desacatos; el primero de ellos es despreciar a nuestros dioses supremos y el segundo es despreciar a todos los humanos incluído a vos mismo. Si se opone a mi superioridad el siguiente paso será oponerse a la vuestra.  Asuero.- ¿Ha sido alguna vez reprendido por los más altos dignatarios de entre todos mis siervos? Amán.- Continuamente está siendo reprendido y continuamente se niega a adorarme a mí como representación directa de vuestra majestad; así que, ya cansados de toda esta ínfame manera y forma de ser, hemos echado la suerte y la suerte ha decidido que sea ahorcado y todo el pueblo judío de nuestro reino sea muerto para que no queda ningún hebreo que pueda jactarse de nuestra debilidad. Asuero.- ¿Habéis proclamado algún edicto para ahorcar a Mordoqueo y asesinar de manera absoluta a todos los judíos de mi reino incluyendo a mi bellísima y adorada esposa Ester? Amán.- Siento deciros que sí; que para exterminar por completo a todos los judíos de raza hebrea hay que matarlos a todos sean cuales sean sus edades, sus negocios, sus posiciones sociales, mujeres y hombres y ancianos y niños y niñas por igual. Esto quiere decir que Ester debe ser también ahorcada y su lugar debe ser ocupado de nuevo por la hermosa Vasthi, la que no de deja usar como objeto porque tiene dignidad feminista.  Asuero.- ¿Qué es eso de la dignidad feminista sustituyendo a la dignidad femenina? Una mujer debe ser femenina y no meterse a actividades impropias de su condición femenina para ser considerada una rebelde feminista que masculiniza a las hembras hasta convertirlas en machorras. ¿Estás o no estás de acuerdo conmigo? Amán se dio cuenta, porque era muy astuto y ladino, que estaba a punto de perder todo el terreno que había ganado en la confianza del rey Asuero así que, en el tema de la feminista Vasthi prefirió corregir y echarse hacia atrás, porque además desconocía por completo aquel asunto. Amán.- ¡En verdad que lleváis razón! ¡La mujer es muy honorable y muy bella cuando es femenina; y traidora y hasta fea cuando se olvida de su feminidad! ¡Es como si una hermosa yegua se transformara en una horrible pollina!   Asuero.- ¡Jajajajaja! ¡Me hacéis reír de buena gana, mi gran amigo y consejero Amán! También yo digo que en verdad que Vesthi y sus seguidoras son pollinas en lugar de bellas y lozanas yeguas y que ningún gran percherón que se precie de buen caballo las monta ni por toda la cebada del mundo. También Amán rió ladinamente. Amán.- ¡Jajajajaja! ¡Sois muy ingenioso mi Gran Señor Asuero y demostráis que, en el tema de las mujeres, no existe en toda Persia ni en todo el mundo entero alguien tan entendido, tan sabio, tan conocedor y tan experto como vos! ¡Solo un paleto de alguna lejana aldea, que no sabe nada del mundo, lo puede poner en duda!   Asuero.- ¡Cuán cierto es que algunos que no han salido ni cien metros más allá de su molino creen haber dado mil veces la vuelta al mundo cuando no son más que papel mojado nada más y se emborrachan para ocultar que no saben nada en cuestiones de féminas y sus formas de ser y de actuar! Amán.- ¡Jajajajaja! Asuero.- ¿Y qué fecha habéis puesto en vuestro edicto para llevar a cabo el holocausto de todos los hebreos de mi largo y extenso reino? Amán (dejando de reír porque ha logrado conquistar la voluntad del rey con sus aviesas maquinaciones).- ¡El día 13 del último mes! Asuero.- ¿El día 13 del mes de Adar? Amán.- ¡Eso he ordenado que se lleve a cabo en tan fastuosa fecha para el futuro de vuestro largo y extenso reino, Gran Señor!  Asuero.- ¡Mañana mismo volveré a celebrar un nuevo banquete al que debéis acudir tú, el eunuco Hagiai, mi bella Ester y el traidor de Mardoqueo para que puedan defender su honor si es que tienen valor para defenderlo y demostrar que estás en lo cierto o te equivocas.  Amán.- ¡No es necesaria tal pérdida de tiempo, Gran Rey de todas las Persias! Asuero.- ¡Siempre he sido un Rey justo y siempre he considerado a cualquiera de mis súbditos inocentes antes de que ellos puedan demostrar que no son culpables.  Amán.- ¡Esa es una orden democrática que va en contra de vuestro omnímodo poder real! Asuero.- Pero eso sería la voluntad de ese Dios llamado Yahveh y yo respeto tanto la voluntad de Yahveh que no quisiera ser condenado por no haber dado ocasión a los acusados de defenderse aunque los tenga que considerar culpables. ¡No te veo muy contento con mi decisión, Amán! Amán.- Es que me preocupa que deis oportunidades a vuestros enemigos. Asuero.- Deseo comprobar si habéis reído por gusto o habéis reído por crueldad. Ya podéis retiraros de mi presencia hasta el banquete de la cena del día de mañana. Sale de la escena Amán y queda a solas, y muy pensativo, el rey Asuero. SE BAJA EL TELÓNFIN DEL SEGUNDO ACTO.  ACTO TERCEROESCENARIO.- Palacio del rey Asuero. Se está celebrando un banquete del rey con su esposa favorita Ester como su principal. Vasthi ha sido repudiada. La escena es un semicírculo para que los cinco personajes den cara a los espectadores. En el centro está el rey Asuero. A la derecha de Asuero se encuentra Ester, a la izquierda del rey está sentado el eunuco Hagiei. A la derecha de Ester vemos a Mardoqueo y a la izquierda de Hagiei se sitúa Amán. Asuero.- Estoy celebrando este nuevo banquete para saber cuál es la verdad y cuál es la mentira de los corazones de los hombres de mi reino. A tí, Mardoqueo, se te está culpando de ser traidor a mi persona real y enemigo de mi reino al cual buscas destruír. ¿Qué tienes que decir en tu defensa antes de ser colgado de la horca que ya ha sido levantada por orden de mi fiel valido y sabio consejero Amán.  Mardoqueo.- Voy a contestaros con una reflexión porque mi corazón está sano y sólo bondad y agradecimiento hacia vos y hacia vuestro pueblo hay en él.  Asuero.- Por el bien de tu vida y de todos los judíos espero que seas convincente.  Amán.- ¿Por qué permitís, Gran Señor, que tenga voz en lugar de cortarle la lengua para siempre? Asuero.- ¿Qué problema hay en dejarle hablar antes de condenarlo? Amán.- El problema de confundir vuestra mente.  Asuero.- ¿Estás diciendo, Amán, que no tengo suficiente personalidad y suficiente preparació mental? Amán (viendo que otra vez está siendo demasiado visible su odio).- No... no... no quiero decir eso... mi Gran Señor...  Asuero.- Entonces deja que hable con libertad.  Mardoqueo.- Gracias, sabio rey.  Muchos siguen recordando y creyendo que las legendarias hazañas del pueblo judío por subsistir sólo son producto de la suerte. Mundo ficticio, falso y vacío este del famoso modernismo con escenarios deslumbrantes de falso color, de estrambóticas luces de estrellas, de vacía fantasía. Detrás de este mundo que nos ofrece el mercadeo del espectáculo como la máxima meta a alcanzar para ser una “estrella” mundial está el enorme vacío de ver que por tu alma nadie paga nada porque dicen que las almas no valen para los seres humanos que quieren tener principios de grandezas. Todos sabemos lo que son las pirámides de los anhelos con los que sueñan los que quieren se triunfadores. Todos montamos nuestras pirámides en base a una escala de valores y principios. Depende de qué valores y principios elijamos para nuestra escala y nuestra pirámide el hecho de que seamos verdaderamente ganadores o perdedores. Pero todos sabemos cómo montan los sediciosos del modernismo y los millones de monedas que se manejan en esas escalas y esas pirámides. Vacío. Un vacío tremendo lleno de dolor, de drogas, de alucinógenos, de demenciales entregas al alcohol o a la depravación para al final vender el alma, una vez ya destruídos como personas, por cincuenta miserables monedas. Verdadera locura. Verdadero vacío. Los verdaderos triunfadores de la vida no están en los palacios ni en los gandes banquetes. Están paseando alegres y esperanzados por las calles de tu barrio o sentados bajo un almendro viendo ocultarse el sol en el horizonte de manera pacífica y bendecidos por el Dios Altísimo.  Amán (proecupado).- ¡No permitáis que siga hablando y tejiendo su tela de araña para haceros caer en ella, Grande Asuero! Asuero.- Hasta ahora veo que habla con sabiduría y sin demostrar tantas ansias de gloria y poder como muestras tú. ¿Es que hay algo que ocultar para no seguir escuchándole? Ester.- Perdonado si opino yo alho muy concreto y rela, amado esposo. Amán.- ¡Las mujeres deben estar solamente calladas cuando hablan los hombres! Ester.- Pero yo soy reina antes que mujer y sin dejar de ser mujer antes que reina; así que como mujer y como reina, pues las dos cosas se unen en mi persona, tengo derecho a hablar con perimiso de mi amado esposo y no con el vuestro que es de un ser inferior. Asuero.- Entiendo que llevas razón, bella Ester. Habla sin miedo alguno. Ester.- ¿Por qué quiere Amán destruir a todos los judíos solo por la acción de un hombre llamado Mardoqueo? Asuero (mientras Amán pone cara de odio pero no dice nada).- Es una sabia pregunta, mi belle esposa Ester. Demuestras tener mucha inteligencia. ¿Puede responderla tú misma? Ester.- Puedo hacerlo y debo hacerlo. Hay dos razones muy poderosas. La primera razón es que Amán es agagueo, descendiente de Agag, rey de los amalecitas; los amalecitas son antiguos enemigos de Israel; por eso el odio de Amán no esta dirigido sólo contra mi tío Mardoqueo, que es el único con el que está enfrentado por cuestiones de dignidad humana, sino contra todos los judíos sean culpables o sean inocentes. La segunda razón es que como segundo al mando del imperio persa, Amán ama su poder y su autoridad y las reverencias que se le muestran como si él fuera un dios eterno en lugar de un simple mortal, pero los judñios colo miramos a Yahveh, el Dios Altísimo como su autoridad final y no a cualquier hombre. Amán se dio cuenta de que la única manera de cumplir sus deseos soberbios era matando a aquellos que hacían caso omiso de su autoridad. Su búsqueda de poder personal y su odio por la raza judía lo consume y, a todo ello, hay que tener en cuenta que busca quitaros el trono a vos mismo, mi amado esposo Asuero. Asuero (muy perturbardo).- ¿Tienes alguna prueba de todo ello, mi bella esposa Ester? Ester.- Permite, amado esposo Asuero, que vuestro leal y sabio consejero Hagiai os cuente el último suceso de este vuestro palacio. Asuero.- ¡Hablado pronto y sin pérdida de tiempo alguno! Hagiai.- ¡Hace menos de diez días Mardoqueo, que todo lo escucha para bien de su sobrina, se su pueblo y de vuestro reino, decubrió que se estaba tramando una conspiración contra su persona, Gran Rey Asuero. Po eso motivo fueron detenidos y arrestados dos soldados de vuestra propia guardia personal! Asuero.- ¿Por qué no se me avisó antes? Hagiai.- Porque era necesario que delatasen quién era el personaje que movia los hilos de dicha conspiración para asesinaros y ocupar vuestro trono. Amán (fuera de si).- ¡Es una locura! ¡Todo esto es una locura! ¡Una farsa! ¡Una mentira! ¡Una trampa para decir que soy yo ese conspirador! Asuero.- ¿Por qué sabéis que dichos soldados han revelado que eres tú el traidor si todavía Hagiai no lo ha contado? Amán.- Pues... pues... pues que adivino que les habran hecho decir eso por medio de torturas... Hagiai.- ¿Es esa la manera que tenéis vos, Amán. de hacer callar a vuestras víctimas antes de mandar asesinarlas? Amán.- ¿Qué insinúas eunuco de mala madre? Hagiai.- No insinúo sino que afirmo que lo descubierto por Mardoqueo es la verdad y que vos os acabáis de declarar culpables porque mandasteis matar a los dos soldados para que no contaran la verdad... pero Dios es Grande... e hizo que uno de ellos no muriera y conseguimos slaverle la vida.  Amán.- Eso es otra mentira para que yo confiese que soy culpable de algo que no sucedió. Asuero.- ¿Ese soldado está aquí presente en el día de hoy? Hagiai.- Está esperando tras la puerta a ser llamado para atestiguar lo sucedido. Asuero.- ¡Dejadle que pase! El soldado se presenta ante el rey.  - ¡Sentaos junto a Mardoqueo! El soldado Arwan, todavía con medio cuerpo vendado, se sentó donde le ordenó el rey. Asuero.- ¿Cuál es tu nombre, soldado? Arwan.- Arwan. Asuero.- ¡Me gusta el nombre porque quiere decir valiente! ¿Eres tan valiente como para decir la verdad aun sabiendo que estás condenado a muerte por haberme querido matar a mí? ¡Un caudillo sólo puede vivir siendo caudillo si mata a quienes quieren matarle a él? ¿Entiendes está realidad y por qué te tengo que matar aunque digas quien es el culpable de la conspiración contra mi persona? Arwan- Entiendo perfectamente y es totalmente lógico que un caudillo mate antes a alguien que quiere matarle a él porque el caudillo tiene derecho a defender su vida como cualquier otro ser humano que está siendo amenazado de muerte. Si yo fuese un caudillo también mataría, por pura lógica, a quien me quisiera matar a mi por ser un caudillo. Asuero.- ¿Quién os pagó dinero para que me matásais y pro qué motivo lo hizo? Amán quedó como estatua de mármol por culpa del miedo a ser descubierto. Arwan.- Nos compró Amán y cuando fuimos descubiertos nos apuñaló a los dos para que no pudiéramos decir que fue él quien conspiró.  Amán.- ¡Calla perro! Asuero.- ¡Calla tú, imbécil! ¡Este soldado tiene la dignidad de decir la verdad aun sabiendo que va a morir ahorcado por haber intentado matar a un caudillo y entiende que le caudillo le mate a él antes de que él mate al caudillo! ¡Tú eres tan cobarde que no eres capaz de intentarlo hacer por ti mismo! Asuero dió unas fuertes palmadas y aparecieron otros dos soldados de la guardia real. - ¡Meted a este desgraciado y desagradecido villano en la mazmorra más profunda del Palacio, apresad a sus diez hijos y haced lo mismo con ellos; hasta que el día 13 del mes de adar sean sus diez hijos, juntos con el soldado traidor que reconoce que merece la muerte pro querer asesinar a un caudillo, muertos cortándoles sus cabezas mientras que este venenoso Amán sea colgados de la alta horca que él preparó contra el bueno de Mardoqueo y que servirá para que quien quede colgado de ella sea él mismo.  Ester.- ¿Y qué pasará con todo el pueblo judío, amado esposos Asuero! Amán.- ¡Jajajajaja! ¡Un edicto real no puede ser revocado aunque haya sido redactado por un traidor como yo! ¡Jajajajaja! Asuero.- ¡Olvidas un detalle muy importante viejo loco! ¡Yo, como rey de todas la Persia y sus dominios voy a hacer público que todos los judiós y judías puedan defenderse con toda clase de armas cuando el 13 de adar haya quienes los busquen para matarlos. No se dejarán matar y pongo la mano en el fuego de que su Dios Altísimo, de nombre Yahveh, les hará salir victoriosos porque ya he visto el gran poder de sus milagros. Los dos musculosos soldados se marchan de la escena llevándose al enloquecido Amán. Voz de Amán.- ¡Jajajajaja! ¡Jajajajaja! ¡Jajajajaja!  Ester.- Y en honor de ese dia los judíos haremos la celebración de la Fiesta del Purim.En Purim festejaremos que el pueblo judío en su totalidad se salvó del exterminio en las manos de los Persas bajo el dominio del Rey Asuero). La forma de festejar Purim será enviando regalos a los amigos, escuchando la lectura de la Meguila, donando a los pobres y celebrando un banquete de abundante bebida y comida más una fiesta de disfraces para olvidar los sufrimientos y gozar de una alegría sana y justa que nos recuerde a todos que somo un pueblo esocgido por Dios. Asuero.- Y yo estaré en dichos festejos porque me gusta tu belleza interior, Ester, y esa belleza exterior que te hace agradable a la vista de todas las criaturas. SE BAJA EL TELÓNFIN        .    
La creencia tan extendida por el mundo de los ideólogos de los partidos y sindicatos de izquierda (socialismos, comunismos, anarquismos y otros ismos más) de que Jesucristo fue un socialista es totalmente falsa o, al menos, totalmente errónea. Jesús de Nazaret (y eso lo sabemos muy bien quienes hemos estudiado a fondo su vida y sus obras) no tenía nada que ver con ningún partido político, con ningún sindicato social ni con ninguna clase de ideología económica. Jesucristo nunca predicó que todos los seres humanos tenían que ser iguales a la hora de recibir, por ejemplo, un salario. Jesucristo no fue nunca un anticapitalista. Jesucristo predicó la dignidad de todos los seres humanos incluyendo también a los millonarios que han labrado su fortuna con esfuerzo, sudor y hasta lágrimas además de crear millones de puestos de trabajo. Jesucristo defendió a ultranza el derecho de todos los seres humanos (todos los seres humanos no a través de las ideologías políticas ni las falsas justicias sociales que tanto pregonan quienes nunca han conseguido llevarlas a la práctica por culpa de las ideologias) a vivir una vida digna respetando la vida de los demás y eso es algo que durante toda la Historia no han hecho -dejando al margen a los fascistas y a los nazis y otros partidos de extrema derecha que ya sabemos que fueron dictaduras brutales- nunca los socialismos, los comunismos, los anarquismos y otros partidos de izquierdas por donde han ido imponiendo su despotismo más o menos ilustrado y más o menos culto y lo han hecho encarcelando, reprimiendo, expatriando o matando a otros seres humanos que no piensan como ellos y han matado a muchos inocentes por culpa de una Causa (que ellos llaman eufemísticamente Justicia Social) a la cual no le ha importado jamás encarcelar, expatriar y hasta matar a quienes no son defensores de su Causa. Jesucristo no mató ni a un solo ser humano. Jesucristo no le quitó jamás ni un solo céntimo a ningún ser humano y Jesucristo nunca dijo que el socialismo, el comunismo, el anarquismo, y por supuesto, el fascismo y el nazismo, fuese lo que Él predicaba. Jesucristo sólo dijo: "Paz en la Tierra a los hombres y mujeres de Buena Voluntad". Y no dijo ni de Centro, ni de Izquierda ni de Derecha, sino solamente de Buena Voluntad para dejar las cosas bien claras y no andar diciendo absurdos y mentiras sobre su realidad. Jesucristo jamás rechazó al capitalismo sino que predicó un capitalismo justo, con desarrollo para el bien de todos y de todas sin tener que quitarle nada a nadie. Así que decir que Jesucristo fue un socialista es decir que no se sabe nada de lo que fue Jesucristo.   Cuando jesucristo dijo repartir entre todos no quiso decir que todos tuviesen que entregar todo lo que tenían a un grupito que lo repartiría como le diese la gana sino que de lo que todos tenían, por propia voluntad y pensando en el bien hacia los demás, diesen los llamados diezmos (que no es ninguna imposición obligatoria como hacen todos los partidos políticos y sindicatos habidos y por haber cuando cobran sus cotizaciones a sus seguidores) sino de manera voluntaria para colaborar todos los que quisieran colaborar de corazón y por su propia decisión solidaria (no socialista sino solidaria que son dos cosas tan distintas que la Historia siempre ha demostrado que son hasta opuestas) para ayudar a una justicia social sin colores de ninguna clase. Jesucristo nunca atacó a ningún gobernante ni derrocó a ningún gobernante ni a ningún rey por la fuerza sino que siempre oró y pidió a Dios que los gobernantes no fuesen ambiciosos, avaros, déspotas y hasta sanguinarios contra las personas que son gobernadas por ellos. O sea que Jesucristo "ni pone ni quita reyes" como sí lo han hecho los fascistas, los nazis, los socialistas, los comunistas, los anarquistas y muchos más durante toda la Historia y aún en nuestros días) sino que ayuda a convencer a quienes gobiernan democráticamente a que sean justos en el reparto de las riqueza pagando sueldos dignos y no sueldos mínimos como han hecho los socialistas por ejemplo en España y que da hasta vergüenza decirlo. Así que cuando alguien quiera decir quién es Jesucristo, cómo vive Jesucristo y qué predica Jesucristo que por lo menos se tome la molestia de leer bien la Biblia (aunque sea solamente el Nuevo Testamento) que dicen que es aburrida pero resulta que es un millón de veces más divertida que "El Capital" de Karl Marx. Pues eso. A leer bien antes de hablar mal o sin saber lo que se habla. Jesucristo que todavía está vivo y es Hijo de Dios (cosa que no admiten los socialistas ni los seguidores de los diversos marxismos que existen) es un líder socializador pero no un mandamás socialista (para decir las cosas por su nombre) y socialización no es lo mismo que socialismo. La verdadera justicia social es aquella que, en el nombre de Dios, Jesucristo hace saber al decir "quien me quiera seguir que coja su cruz y me siga pero sois libres de elegir la clase de vida que deséis según vuestro propio deseo y no el mío". Jesucristo no nos dice a sus seguidores que luchemos (hasta con violencia como demuestra la Historia) contra nadie que no quiera ser cristiano sino que nos dijo que Él y sólo Él es El Camino, La Verdad y La Vida. Y eso no es ideología ninguna sino un conjunto de ideas (no ideología sino "idealogía" que es cosa distinta) con las que poder vivir en la Tierra en paz y dejando vivir en paz a los que no quieren pensar como nosotros, sentir como nosotros y vivir como nosotros. Jesucristo no lanzó nunca proclamas contra ningún emperador, contra ningún rey, contra ninguna clase de gobernante, sino que les pidió que tuvieran en cuenta siempre las necesidades humanas que tenían y siguen teniendo sus gobernados. Lo dijo muy claro: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios". La revolución cristiana que está empezando a surgir ahora con mayor fuerza que nunca no es una revolución armada, ni una violencia de cualquier tipo, ni tampoco una lucha corporal contra nadie. La revolución cristiana (la que nos pide Jesucristo que prediquemos y practiquemos para ser ejemplo del mundo entero y no de unos pocos nada más) pone como única condición saber amar a los demás incluso amar a nuestros enemigos. Ninguna ideología política dice eso. Ningún gobernante a niveles mundiales ha dicho eso antes de que lo dijera y lo practicara Él. Y Jesucristo nunca cobró ni cobra un sueldo por practicar esa clase de socialización mundial. ¿Algún líder socialista trabaja "por amor al arte"... o cobrando un sueldo que le hace vivir "de puta madre" mientras muchos se mueren de hambre...? Pues lo dicho. A leer bien y a saber bien qué es lo que decimos de alguien tan Superior como es un Jesucristo que se sacrificó y derramó su sangre por todos los seres humanos de la Tierra y no solo por los socialistas y sin cobrar ni un sólo céntimo por hacerlo. Si algún líder socialista o de cualquier otro partido de la ideología que sea ha sido capaz de hacer lo mismo que venga Dios y lo vea que a lo mejor hay que condecorarle con la Medalla a la Gran Causa Social. Hay tales crencias tan falsas o al menos tan erróneas que sólo nos queda sonreír o reír a carcajada limpia con perdón de "los muy serios" de la política y que nos perdonen por decir la verdad.  
Hubo un tiempo, durante mi infancia, en que los cuatro hermanos estábamos centrados en jugar a los "indios y americanos". Realizábamos aventuras y batallas con vaqueros e indios de goma dura, más algunos de plástico porque el plástico empezaba a aperecer en los juguetes infantiles. Y nos pasábamos horas enteras rememorando a Búfalo Bill y Toro Sentado entre otros muchos héroes legendarios de la Conquista del Oeste. Todavía no estaba en nuestras mentes lo de estudiar el Ingreso a Bachillerato salvo Emilín, el favorito de mamá, que era elogiado por todos como el que llevaría a lo más alto los apellidos familiares. Mi madre le presentaba en la sociedad de los amigos y los conocidos como un genio. ¿Qué diría Dios en el futuro? Delmomento lo que pedía Dios es que jugásemos como niños y dejar en manos de Él la resolucion de todo aquel enigma.  Recuerdo que, además de indios y americanos, introducíamos en nuestras hazañas bélicas, al conejo de la suerte, al pato Donald, a Daisy, a Campanita y hasta a Pepito Grillo. ¿Qué hacían estos y otros personajes (como el Capitán Garfio y su esbirro gordinflón) dentro de las historias de indios contra americanos? A Emilín no le gustaba aquella mezcla tan heterogénea pero yo sonreía mientras le veía enfadarse cada día un poco más. No era que los tres pequeños quisiéramos ofenderle sino que él mismo ofendía a toda la familia porque tenía mal genio desde que nació. Si Emilín era un genio ya comenzaba a no manifestarse como tal en el trato que nos daba a los demás cuando llegaban las horas del juego y si un líder no es capaz de conseguir que todos sean iguales ante sus ojos es que no es un líder: primera señal ostensible que ya iba aclarando la idea. Emilín no era un genio sino un niño al que querían encumbrar a la categoría de los escogidos haciéndole estudiar más de lo que un niño normal podía resistir. Así que en aquellas aventuras de indios contra americanos Emilín y yo formábamos un dúo frente a Boni y Maxi. Lo normal era que, después de haber llevado a cabo alguna aventura, dejáramos para la imaginación ir mejorando la forma de jugar. Y así fuimos adaptando cualquier clase de material que caía en nuestras manos para aumentar el interés y la novedad aventura tras aventura. Pero llegó un día en que Emilín demostró lo que había en su interior y llevó a cabo una acción que mostró a todos su mal carácter y su violencia contra los demás. Estaban luchando Emilín (con los americanos) contra Maxi (con los indios). Como yo estaba viendo lo que sucedía, formando parte de la trama, me dijo que guardara completo silencio pero que todo aquello iba a terminar como la Segunda Guerra Mundial. En otras palabras, que iba a lanzar una bomba contra los indios de Maxi a los cuáles éste ya los tenía perfectamente alineados (pues Maxi, con la ayuda de Boni, era más bien perfeccionista de detalles teóricos) sin que nadie más que yo supiera cuál era la pérfida estrategia que iba a usar.  En medio del planteamiento de la batalla, cuando todos estábamos dentro de la aventura, Emilín no esperó a ninguna clase de diálogo ni escuchó ningún sabio consejo sino que, a través de la fuerza bruta y movido sólo por su ansiedad de ser el líder que casi todos mis familiares esperaban que fuera (iniciado por su propia madre) lanzó la bomba con tanta furia, tanta ira y tanto odio (¡BUM!) que los indios ya formados por Maxi para comenzar el juego volaron por los aires y un silencio profundo inundó el ambiente hasta que Maxi, llorando con unas lágrimas de las cuales se reía y se mofaba Emilín, recogió todas sus tropas y las guardó bajo juramento de no volver jamás a jugar con ellas. Y ese fue el final de nuestros juegos de indios contra americanos porque nunca más volvimos a jugar con ellos. A partir de entonces nos dedicamos a otras maneras de ocupar nuestro ocio y a partir de entonces supe que tenía que tomar yo el mando y la obligación de cuidar de Boni y de Maxi frente a los peligros de la vida y estar con ellos ayudándoles a crecer sin traumas en sus infancias, en sus adolescencias y en los primeros años de su juventud. Emilin se lavó las manos como Pilatos y demostró que no valía para ser lo que todos estaban deseando que fuera. En el futuro Dios diría quién de los cuatro era merecedor de la Princesa como señal de liderato y genialidad.  Yo solo guardaba silencio mientras me dedicaba a mi labor de educador de Boni y de Maxi como complemento de la propia educación autónoma e independiente de mí mismo. Y me envolví en el silencio esperando las señales de Dios y mostrando mi Fe al conseguir entrar a estudiar Ingreso de Bachillerato en contra de todos mis familiares, excepto mi abuela materna que siempre cofiaba en mí y que hizo que mi padre y mi madre terminaran por hacer lo mismo que ella: observar mi evolucíon siempre hacia delante y subiendo cada vez más escalón tras escalón hasta llegar a liderar a los grupos que me necesitaban. La opinión de los demás me importaba menos que un carajo. Algo así como lo que hago hoy mismo con quienes no son de ese Dios cristiano llamado Jesucristo a la hora de saber cuál es el Camino, cuál es la Verdad y cuál es la Vida. A la hora de todo lo demás convivo con cualquier ser humano pero jamás nadie me va a hacer que vuelva atrás porque no vuelvo atrás, no vuelvo atrás y no vuelvo atrás. 

Seguir al autor

Sigue los pasos de este autor siendo notificado de todas sus publicaciones.
Lecturas Totales2396461
Textos Publicados7132
Total de Comentarios recibidos1761
Visitas al perfil1389881
Amigos151

Seguidores

32 Seguidores
J. C.
Lucy Reyes
Ornella Fariña
Eunice Cruz Roque
Maria Zapata
gisela
Locura Transitoria
magda mora
Maria Jose Acuña
esmeralda
Dario Eulufi
Claudio Gabriel
 
<< Inicio < Ant. [1] 2 3 Próx. > Fin >>

Amigos

151 amigo(s)
Samont H.
El Ave Fénix
Mei
Horizonte cero
Enrique González Matas
Zai2
javier
patricia amorin
EscrituraTerapéutica
Daniel Florentino López
Gerardo Llamozas
Fild
Alfonso Alejandro Santiago Marcos
catalina medinelli
gabriel falconi
Daniel Vega Tavares
Maritza Talavera Lazo
Oscar Ruano
Kevin Luis Zamora Araya
Raquel Garita
Vladimir Mlinarevic
milagros
Evelin Zapata
Isaí de León S.
susana
javier castillo esteban
Camila Romero
Q
raymundo
**Leticia Salazar Alba**
Micaela
SARTRE
Luis Antonio Aranda Gallegos
Marìa Vallejo D.-
Turmalina
lourdes aquino
marcel.. R.
Maru Flores
ruth
Juan Carlos Calderón Pasco
Enzo
Cristofer G
LUZMA54- LUZ MARINA VASQUEZ
Dayana
Eliza Escalante
GLORIA MONSALVE/ANDREA RESTREPO
Araceli Valverde
Ana Belen Codd
carolina
javier lopez
zulay lopez
Bilis Negra
Edisson Martinez
Ger Kleiner
jesus Castillo Cardozo
eon
aidee montserrat aguirre varela
Luis Eduardo Lopez
Alvaro Montes
Victor
Les Liébana
Fabiana
Lucia Esteban
Sergio Soria
Marisol
ayelen
Silvana Pressacco
Rocio Sandri
antonia
Jaime Pasquel Brash
Vocla
katrix22
Ángela Rodríguez Olán
Senior
José Gregorio Cova Cordero
NICOLAS VILARO
Giovanni Hernando Rodiguez Laverde
Alice Sapiains
Tatiana
marcia duran mattaz
RAFAEL GAMERO BORREGO
Maria Ines
Rixy
Andrea
Angie Monroy
Marina Campano
Luna Fate
Deborah Gomez Archetti
Andrea Estefania...
lorena rioseco palacios
marlyn ruiz
Laura María
María de Montserrat Zenteno Palacios
Ro
ALFREDO MENDIOLA
javier tovar
Uriel Delgado Méndez
Agustina Aguirre
Greyzibeth Andreina Farias Villarroel
Juan Martín Sáenz
 
diesel

Información de Contacto

-
-
-

Amigos

Las conexiones de diesel

  misamont
 
  mei1314
  Horizonte Cero
  Enrique1935
  Zai2
  javierjust81
  PatriciaWasington
 
  DanielFL
 
<< Inicio < Ant. [1] 2 3 4 5 6 ... 16 Próx. > Fin >>