• José Orero De Julián
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Ayer volví de mis vacaciones de verano. He pasado tres meses que no olvidaré jamás porque he aprendido mucho sobre las faenas del trillar y la recogida de las uvas y el comer higos a las horas en que mi tío se echaba la siesta. He aprendido a ver las cosas no como las ven los demás sino como son en sí mismas. A veces me quedaba mirando al horizonte por ver si veía aparecer algo más que el sol y entonces todo se me parecía el ancho mar y yo me quedaba soñando que era un marinero descubriendo nuevas islas que no estaban en ninguno de los mapas del Atlas que me compró mamá el año pasado. Después me tocaba tener que llevar al burro hasta la fuente para darle de beber agua. A veces los burros son más inteligentes que las personas porque se saben de memoria el camino y no hay que ir diciéndoles por dónde deben ir para no perderse. He podido comprender que a las personas muchas veces hay que decirles miles de veces por dónde están los caminos que guían a la paz de nuestros espíritus.Una noche, después de cenar, mi tío me dejó salir a dar una vuelta por el pueblo. Estuve pensando que quizás es mejor saber mirar a las estrellas del cielo que quedarse mirando las viejas fotografías; pero luego seguí pensando que quizás lo mejor era no filosofar demasiado sobre la vida para no terminar siendo un existencialista que no sabe nada de la existencia. Recordé a mi amigo, el que se sienta siempre en el asiento junto a mi lado, y le vi, como siempre dormido... porque no sabe mirar nunca a las estrellas del cielo. Posiblemente será porque nunca nadie le ha enseñado lo que es la existencia y sólo lee las páginas de los existencialitas maduros. Y entonces me pregunté qué es ser maduro, para qué sirve ser maduro y, sobre todo, para qué queremos ser maduros. Entonces regresé a casa de mis tíos y me eché en la cama tapándome porque hacía frio. Pero pensé que si no hiciese, a veces frío, tampoco haría a veces calor y la vida sería muy triste sin poder cambiar de ropas. Y es que este verano ha sido algo especial. Por las noches ha hecho más frío que otros veranos pero por el día hemos visto brillar más el sol y hasta ha llovido tanto que he podido conocer cómo huele la tierra mojada. Es un olor distinto a todo lo que yo me había imaginado. Es un olor diferente. Pero también he podido pensar que en cuanto a los olores diferentes estar sólo durante unos minutos dentro de la cuadra es más duro de lo imaginado; porque entonces te das cuenta que el olor del heno te puede producir la sensación de que estás sudando más de la cuenta y te dan ganas de salir afuera, a respirar el aire y la brisa de los campos. Al final de este verano solo me ha quedado claro lo siguiente: al año que viene me gustaría veranear en alguna de esas islas que he imaginado y que no vienen en ninguno de los mapas del Atlas que me compró mamá el año pasado.
Es una sensación inolvidable, un entusiasmo indescriptible y una experiencia mágica esto de llegar todos los días desde el cole a casa y, tras haber comido todos juntos, comenzar a entrenar, horas enteras, al dominio de las chapas, al control de las bolas y a ir formulizando sueños y más sueños de victoria en victoria, de triunfo en triunfo, de trofeo conquistado en trofeo conquistado. Hay una magia inaudita en estos entrenamientos tan democráticos y equitativos en que te ha tocado el espacio de mesa, reducido pero al fin y al cabo espacio, cuando no está él en casa. Y, sin embargo, toda esta equidad, todo este ejercicio de libre voluntad e igualitarias clases de participación, se derrumban cuando llegan los sábados y domingos y hay que celebrar los tan ansiado partidos, encuentros, batallas de esfuerzos por conseguir una victoria de vez en cuando, por logar un triunfo de vez en cuando, por no poder obtener ningún trofeo jamás. Porque para eso está él para impedirlo.Lo inexplicable de toda esta magia desordenada y febril es que todas las miles de horas que has gastado para dominar mejor la chapa, para controlar mejor la bola y poder ejercitar mejor las tácticas sobre la mesa, no sirven para nada a la hora de la verdad. Porque a la hora de la verdad mientras él juega todos los partidos seguidos tú debes esperar, triste y aburrido, a que te toque jugar contra él. De acuerdo que en los entrenamientos ha habido equidad, libertad, igualdad de oportunidades, pero en los partidos no. En los partidos de los sábados y domingos, él impone su voluntad de que juega siempre él y los demás debemos esperar turno si es que no hemos sido castigados, por él por supuesto, a esperar algunas semanas para que nos levante el castigo. ¿Será que nunca le gusta arbitrar ni ser comentarista?El caso es que nunca me puedo explicar por qué debo de marcar hasta cinco goles legales para que quien hace de árbitro me dé solamente por válido el quinto de ellos (los otro cuatro han sido goles pero me los ha anulado sin ninguna razón ni explicación salvo un silencio tremendo, un silencio acongojante, un silencio cómplice donde todos nos damos cuenta que es una injusticia pero callamos porque es mejor para su egoísmo) mientras que a él le dan por válidos los tres goles que me ha marcado en medio de un entusiasmo general, en medio de una exclamación general y apoteósica: ¡gol! ¡¡gol!! ¡¡¡Gol!!!... ¡Ha marcado un gol!. ¿Será por eso que pierdo todos los partidos por 3-1 en vez de ganarlos por 5-3 que hubiese sido lo justo y lo legal?Lo justo y lo legal. He aquí dos palabras, dos conceptos, dos axiomas que pierden toda su capacidad de lenguaje cuando llega la hora de la verdad cada sábado y cada domingo de cada mes de cada año. Sabemos que estamos condenados a tener que esperar turno para poder jugar contra él si es que no nos ha castigado a estar algunas semanas sin jugar; y sabemos que, salvo algunos partidos que nos regala para que creamos que tenemos aspiraciones de libertad, siempre vamos a perder los partidos porque siempre que marquemos 5 goles legales sólo vamos a dar por válido 1 nada más; pero siempre que él marque solamente 3 goles vamos a dar por válidos los 3 goles. Y por eso sabemos que estamos condenados a perder por 3-1 en vez de ganar por 5-3 y que no vamos a poder ganar ninguno de los trofeos en juego porque él los quiere todos para él.Pero este último mes ha pasado algo inaudito y sorprendente. Mi padre ha decidido intervenir en el juego. Nos ha cogido a los tres pequeños y nos ha dado un verdadero sermón con su mirada. Nos ha dicho, sin palabras pero con gestos conclusivos, que él está dispuesto a regalar su Copa Fiochi si prometemos, si hacemos el juramento formal, de que no vamos a hacernos trampas a nosotros mismos. Y de pronto los tres pequeños nos hemos dado cuenta de que es mejor ganar sin trampas que estar siempre perdiendo por hacernos trampas a nosotros mismos. Que de nada sirve pasar horas felices de entrenamientos continuos si al llegar los sábados y los domingos nos olvidamos de ejercitar nuestros derechos de equidad, nuestros derechos de igualdad de oportunidades, nuestro derechos de jugar sin trampas. Y él ha empezado a perder todos los partidos...El suceso final ha sido lo que yo ya me figuraba de antemano. Él ha mirado la tabla de clasificación y ha visto que la diferencia es ya muy alarmante; que por mucho que se empeñe no vamos a permitir ni una sola trampa más y, sobre todo, ha escuchado por Radio Libertad que todos mis jugadores han juramentado jugar con limpieza y con igualdad de condiciones para ganar todos los partidos que nos quedan, para no dejar ya el primer lugar que hemos conquistado con la verdad de todos nosotros. Que la Copa Fiochi la vamos a conseguir porque no estamos dispuestos a que nadie cometa ni una sola injusticia más. Y él no lo ha podido permitir y ha abandonado, para siempre, las chapas. Así que este mes hemos comenzado a ser completamente libres para ser mucho más creativos... y hemos empezado a crear nuevos juegos, nuevos deportes, nuevas manifestaciones de la libertad de imaginación, nuevos proyectos... pero lo que todavía no entiendo es por qué los otros dos no han querido seguir jugando la Copa Fiochi, la Copa en que mis jugadores estaban dispuestos a ganar sí o sí porque no quedaba otra alternativa que cumplir lo que le había juramentado a mi padre. ¿Por qué no quisieron seguir si tan fácil hubiera sido eliminar para siempre todos los resultados de los partidos jugados contra él? ¿Por qué les ha entrado tanto miedo de perder también ellos la Copa Fiochi si yo sólo me he limitado a darles la liberación suficiente como para poder manifestar la igualdad, la equidad, el igualitarismo, las mismas condiciones para todos. En definitiva... ¿no se han dado cuenta todavía de que a mí no me importa tanto el lugar que ocupo en la Clasificación General como la Liberación obtenida?Sí. He conseguido que expresen muchas más imaginaciones pero todavía no comprendo por qué no han querido aceptar mi triunfo. Libertad. Para que te sueño, Libertad, si no me dejan ejercitarte. Así que he decidido salir a pasear por la ribera del río Manzanares y, con las manos metidas en los bolsillos de mi pantalón, vivir mi Liberación pensando sólo en algo que existe bastante más allá. Quizás algún día pueda comprender por qué no quisieron seguirme y prefirieron volver a encadenarse al despotismo y la dictadura de él para ir envejeciendo como él. Quizás le dio miedo el vértigo que conlleva esto de vivir la verdadera Liberación y, tras un tiempo de haberla podido compartir conmigo, decidieron que eran incapaces de poder mantenerla para siempre. A lo mejor esa es la respuesta más normal, si es que hay alguna normalidad en esa respuesta, con la que poder definir su cobardía...
Llevas razón, Marian, llevas toda la razón. Parece que a los académicos de las lenguas varias no les gusta escribir DIOS y solamente admiten escribir Dios como si DIOS fuese solamente un filósofo tan igual como Diógenes el Cínico. Hay mucho cinismo y mucho filósofo cínico entre los académicos de las lenguas varias, Marian; así que yo voy a permitirme la libertad literaria de liberarme, por esta vez, de sus encadenamientos gramaticales y voy a escribir DIOS con D de DECISIÓN, con I de IDEA, con O de OMNIPRESENTE y con S de SANTIDAD. DIOS. Escribir DIOS para demostrarles que la Verdad no está en sus voluminosos libros gramaticales ni en sus ampulosas oratorias para el gusto de los que se entusiasman al escucharles aunque no entienden ni la cuarta parte de los que dicen. No. No me sirve hablar de otra cosa sino de DIOS en estos momentos. DIOS es todo lo que encuentro en la manifestación de vida del día de hoy. Y ese DIOS que tanto les molesta a ellos es el mismo DIOS que a mí me ha liberado de sus normativas generales y conspicuas... tan generales y tan conspicuas que las van cambiando cada año o cada dos años porque se les quedan antiguas, obsoletas, en desuso... o quizás porque no saben en realidad lo que es el verdadero sentimiento de que la liberación literaria comienza por escribir DIOS en contra de todas su normas.
A veces tenemos que gritar que no somos perfectosque no somos esos líderes que anhelanni tampoco los héroes en que nos quieren convertir.Que lo único que buscamos en el mundo es vivir.A veces tenemos que gritar para decirlesque estamos hartos de sus religiosas conviccionesy que nosotros no somos como ellos son.A veces gritamos para hallar esos espaciosde la liberación cristiana que tenemos como metapero que no somos esos seres extraordinariosen que algunos quieren que se nos conviertala leyenda de que somos infalibles, la de los afamadosgigantes que nunca manifiestanherrores, caídas, desencantos...a veces tenemos que gritar que no nos midancon esos baremos con que miden a los elevadosya que no somos como ellos nos han pensadoque somos solo como queremos ser...solo como lo que podemos obtener... solo aquello que ellos quizás han olvidadoy que es lo que queremos nosotros creer.A veces tenemos que gritar que sólo somosseres de carne y hueso nada másy que cuando a veces hacemos actos heroicosno es porque pensamos alcanzarelevar nuestros nombres como monumentosporque también somos los lamentosde los que no pueden jamás triunfar. A veces tenemos que gritarque estamos hartos de que nos exijan tantoporque no somos los héroes de sus cantos ni los líderes a los que quieren sacrificar.A veces ellos creen que somos siempretan santos como ellos se autodenominany se equivocan en tan gran medidaque no saben cual es nuestro verdadero destino.Sólo somos una pareja conformadapor una niña femenina y un joven masculinopero no somos ninguna deidad para ser adorada. A veces tenemos que gritar que no somos de altaresni tampoco que somos solo una gran bondad...a veces nos caemos y nos levantamospara tener otra vez que comenzar...y no somos seres tan formales como ellos... ni tampocotan completos y complejos en el caminar. Que estamos presentes en la vidasin tener nada más que aparentar...a veces tenemos que gritar... que tenemos derecho a equivocarnosy que dejen ya de esperarque seamos los líderes perfectos...los que nunca les van a fallar.A veces tenemos que gritar para decirlesque lo único que somos es la gran verdadde un joven y una niña enamoradospero que no tenemos ninguna edad. A veces tenemos que decir que no nos preparamosporque no somo sabios tan infaliblescomo ellos cuando hablan... cuando cantan...cuando se dirigen hacia los demás.Que caemos... que nos equivocamos... que nos cuesta siempre volver a levantar... pero estamos unidos por las manospara andar los caminos de nuestra realidad. A veces tenemos que gritar que no somos los líderesque ellos han querido fabricary que no estamos entre las páginasde los santos que solo fueron pura bondadinfinitos... insufribles... inaguantables...imposibles para nosotros soportar.A veces tenemos que gritar que sólo somosun par de jóvenes amantes nada másy queremos solamente poder decirlesque no seremos como ellos nunca jamás. Que no somos perfectos... increíbles...de esos que nunca se van a equivocarporque han tenido miles de cursillosdonde han formado toda su vanidad. A veces tenemos que gritar porque sentimosrechazo ante tanta falsedady que nosotros sólo somos solamentelo que dice que somos nuestra identidad. Que solo somos dos jóvenes amantesy que solo esos seremos en la Eternidad.
Es una sensación inolvidable, un entusiasmo indescriptible y una experiencia mágica esto de llegar todos los días desde el cole a casa y, tras haber comido todos juntos, comenzar a entrenar, horas enteras, al dominio de las chapas, al control de las bolas y a ir formulizando sueños y más sueños de victoria en victoria, de triunfo en triunfo, de trofeo conquistado en trofeo conquistado. Hay una magia inaudita en estos entrenamientos tan democráticos y equitativos en que te ha tocado el espacio de mesa, reducido pero al fin y al cabo espacio, cuando no está él en casa. Y, sin embargo, toda esta equidad, todo este ejercicio de libre voluntad e igualitarias clases de participación, se derrumban cuando llegan los sábados y domingos y hay que celebrar los tan ansiado partidos, encuentros, batallas de esfuerzos por conseguir una victoria de vez en cuando, por logar un triunfo de vez en cuando, por no poder obtener ningún trofeo jamás. Porque para eso está él para impedirlo.Lo inexplicable de toda esta magia desordenada y febril es que todas las miles de horas que has gastado para dominar mejor la chapa, para controlar mejor la bola y poder ejercitar mejor las tácticas sobre la mesa, no sirven para nada a la hora de la verdad. Porque a la hora de la verdad mientras él juega todos los partidos seguidos tú debes esperar, triste y aburrido, a que te toque jugar contra él. De acuerdo que en los entrenamientos ha habido equidad, libertad, igualdad de oportunidades, pero en los partidos no. En los partidos de los sábados y domingos, él impone su voluntad de que juega siempre él y los demás debemos esperar turno si es que no hemos sido castigados, por él por supuesto, a esperar algunas semanas para que nos levante el castigo. ¿Será que nunca le gusta arbitrar ni ser comentarista?El caso es que nunca me puedo explicar por qué debo de marcar hasta cinco goles legales para que quien hace de árbitro me dé solamente por válido el quinto de ellos (los otro cuatro han sido goles pero me los ha anulado sin ninguna razón ni explicación salvo un silencio tremendo, un silencio acongojante, un silencio cómplice donde todos nos damos cuenta que es una injusticia pero callamos porque es mejor para su egoísmo) mientras que a él le dan por válidos los tres goles que me ha marcado en medio de un entusiasmo general, en medio de una exclamación general y apoteósica: ¡gol! ¡¡gol!! ¡¡¡Gol!!!... ¡Ha marcado un gol!. ¿Será por eso que pierdo todos los partidos por 3-1 en vez de ganarlos por 5-3 que hubiese sido lo justo y lo legal?Lo justo y lo legal. He aquí dos palabras, dos conceptos, dos axiomas que pierden toda su capacidad de lenguaje cuando llega la hora de la verdad cada sábado y cada domingo de cada mes de cada año. Sabemos que estamos condenados a tener que esperar turno para poder jugar contra él si es que no nos ha castigado a estar algunas semanas sin jugar; y sabemos que, salvo algunos partidos que nos regala para que creamos que tenemos aspiraciones de libertad, siempre vamos a perder los partidos porque siempre que marquemos 5 goles legales sólo vamos a dar por válido 1 nada más; pero siempre que él marque solamente 3 goles vamos a dar por válidos los 3 goles. Y por eso sabemos que estamos condenados a perder por 3-1 en vez de ganar por 5-3 y que no vamos a poder ganar ninguno de los trofeos en juego porque él los quiere todos para él.Pero este último mes ha pasado algo inaudito y sorprendente. Mi padre ha decidido intervenir en el juego. Nos ha cogido a los tres pequeños y nos ha dado un verdadero sermón con su mirada. Nos ha dicho, sin palabras pero con gestos conclusivos, que él está dispuesto a regalar su Copa Fiochi si prometemos, si hacemos el juramento formal, de que no vamos a hacernos trampas a nosotros mismos. Y de pronto los tres pequeños nos hemos dado cuenta de que es mejor ganar sin trampas que estar siempre perdiendo por hacernos trampas a nosotros mismos. Que de nada sirve pasar horas felices de entrenamientos continuos si al llegar los sábados y los domingos nos olvidamos de ejercitar nuestros derechos de equidad, nuestros derechos de igualdad de oportunidades, nuestro derechos de jugar sin trampas. Y él ha empezado a perder todos los partidos...El suceso final ha sido lo que yo ya me figuraba de antemano. Él ha mirado la tabla de clasificación y ha visto que la diferencia es ya muy alarmante; que por mucho que se empeñe no vamos a permitir ni una sola trampa más y, sobre todo, ha escuchado por Radio Libertad que todos mis jugadores han juramentado jugar con limpieza y con igualdad de condiciones para ganar todos los partidos que nos quedan, para no dejar ya el primer lugar que hemos conquistado con la verdad de todos nosotros. Que la Copa Fiochi la vamos a conseguir porque no estamos dispuestos a que nadie cometa ni una sola injusticia más. Y él no lo ha podido permitir y ha abandonado, para siempre, las chapas. Así que este mes hemos comenzado a ser completamente libres para ser mucho más creativos... y hemos empezado a crear nuevos juegos, nuevos deportes, nuevas manifestaciones de la libertad de imaginación, nuevos proyectos... pero lo que todavía no entiendo es por qué los otros dos no han querido seguir jugando la Copa Fiochi, la Copa en que mis jugadores estaban dispuestos a ganar sí o sí porque no quedaba otra alternativa que cumplir lo que le había juramentado a mi padre. ¿Por qué no quisieron seguir si tan fácil hubiera sido eliminar para siempre todos los resultados de los partidos jugados contra él? ¿Por qué les ha entrado tanto miedo de perder también ellos la Copa Fiochi si yo sólo me he limitado a darles la liberación suficiente como para poder manifestar la igualdad, la equidad, el igualitarismo, las mismas condiciones para todos. En definitiva... ¿no se han dado cuenta todavía de que a mí no me importa tanto el lugar que ocupo en la Clasificación General como la Liberación obtenida?Sí. He conseguido que expresen muchas más imaginaciones pero todavía no comprendo por qué no han querido aceptar mi triunfo. Libertad. Para que te sueño, Libertad, si no me dejan ejercitarte. Así que he decidido salir a pasear por la ribera del río Manzanares y, con las manos metidas en los bolsillos de mi pantalón, vivir mi Liberación pensando sólo en algo que existe bastante más allá. Quizás algún día pueda comprender por qué no quisieron seguirme y prefirieron volver a encadenarse al despotismo y la dictadura de él para ir envejeciendo como él. Quizás le dio miedo el vértigo que conlleva esto de vivir la verdadera Liberación y, tras un tiempo de haberla podido compartir conmigo, decidieron que eran incapaces de poder mantenerla para siempre. A lo mejor esa es la respuesta más normal, si es que hay alguna normalidad en esa respuesta, con la que poder definir su cobardía...
Este es un libro de poemas que a mí me llama poderosamente la atención. Contiene algo tan sencillo y a la vez tan profundo como "Tener un hijo es vivir dos veces" y, al mismo tiempo, puedes encontrar alguna huída que otra o algún sueño que se inicia con un simple "Duérmete"...Otras veces encuentras algo que dioe: "Tienes la mirada limpia de una mujer enamorada, lo ojos que se llevan por primera vez al lecho, primeras caricias, primeros besos, virgen bajo luna virgen, sábana de noche blanca. Tienes la mirada limpia de una mujer enamorada" (que es el poema que más me ha gustado de todo el libro).No os cito nada más. Sólo deciros que me gusta la estética de la sencillez con que trabaja este autor sus poemas. No deseo contaros más pero os invito a que leáis el libro con el interno amor corporal que hay que tener para buscar la interacción entre nuestras preguntas y las respuestas que él nos da. Está editado por Fugger Libros/Sial Ediciones de Madrid.
Yo quiero seguir en las calles, envuelto en la neblina de los anónimos; abierto el corazón a esas madrugadas con miradas de mujeres perdidas, farolas encendidas a cuya vera poder encender un cigarrillo y combatir el sentimiento escribiendo un poema en el dorso de la mano de un imaginario vagabundo; yo quiero seguir siendo ese que camina sin saber dónde está el final de todos mis caminos, yendo hacia el infinito de las compañías aisladas, las compañías del lucero y el perro vagabundo, poder sentarme a soñar cuentos en los bancos de los parques madrileños y comenzar el día leyendo los misterios de extenderse entre los gritos del silencio de esos seres que se pierden en el vacío de la noche anterior nada más que comienza de nuevo el amanecer porque no recuerdan en que estación de tren estuvieron vivendo sus últimas historias. Porque he intentado hallar eco a mi presencia dentro de los cómodos y cálidos aposentos de los santos, de esos que se enamoran de los cantos y las alabanzas sin saber nunca lo que es mojarse hasta los huesos... y he sentido el sabor rancio de los viejos señores sin más aprendizaje que las cómodas butacas de los salones de los grande Actos; porque he buscado hallarme en los cursos de aprendizaje de las letras doradas y he sentido la ausencia, la inexistencia y el abandono del palpitar de mis latidos. Como si el corazón se me hubiera secado de repente. Por eso yo quiero ser otra vez el que sigue en las calles, tomando el café de cada mañana muirando las miradas de alguna que otra chiquilla que está buscando algo sin saber qué es, perdiéndome entre las sílabas de las crónicas de un periódico donde puedo ser hasta yo el que ha escrito algo como "No necesito más presencia que este mensaje de sentirme aislado pero teniéndote a mi lado, en mi corazón". Y quiero ser, de nuevo, la ausencia, el olvido, esa sensación de no existir para seguir siendo el que siempre quiere ser, cigarrillo en mano, como un mendigo que encuentra en los pasillos del metro de Madrid ese sentirse de nuevo más que un simple estar vacío. Salir de los Salones de Actos done el orgullo de los grandes es, en realidad, una sequedad de sentimientos. Prefiero estar en la barra de alguna taberna bebiendo un poco de café y mirando a los ojos al alcohólico, a la prostituta, a cualquiera que quiera cruzar una mirada de ayuda, de socorro silencioso, en una de mis sonrisas; y después, salir de neuvo a la calle y volver a ser el que camina para poder existir, el mismo que camina para ser verdadero sentimiento, el que sube y baja las escaleras de cualquier pasillo en vez de estar en los dorados sillones de esos oradores que hablan tan lindo sobre un Dios lejano, un Dios que no es el Dios que yo busco...Yo quiero seguir en las calles porque no sirvo para estar con seres que no saben reír y para seguir siempre soñando, creyendo que en este mundo podemos encontrar ese hogar en el que nos hemos criado... el cielo... la calle... esas experiencias únicas e inolvidables de saberse vivos entre los ruidos del tráfico, el sonido del bastón de un ciego que tropieza con los cubos de la basura que están orillados, lejos de la presencia de los más pudientes, y poder sobrellevar el cansancio hasta el límite de este existir en la vida para ser alguien, para ser primero que alguien un ser humano, sin tanta santidad sobrante sino siempre con bastante santidad por conseguir. No quiero nunca rellenar poltronas sino sentir el suelo bajo mis botas al caminar. Que mis religiones sean siempre el viento, el sol, la lluvia, la nieve, la dureza de cualquier persona de un oscuro lugar donde pasar desapercibido y no ser reconocido por alguien a quien alguna vez incluso pude haberle ayudado a ser feliz. Yo sólo quiero la poesía de la luna de Madrid cenando con Ella en cualquier lugar... pero con amor... sólo por amor... y nada más que para el amor.
Quizás fue en 1966. O bien un sábado por la tarde o bien un domingo por la tarde. Atrás han quedado ya el Esparta de San Isidro de Madrid y el Gabelistas del Paseo de Extremadura. Juego con los estudiantes del Instituto Cervantes de Madrid. Pero este día el dolor de cabeza que tengo es insoportable y todavía es más insoportable el altísimo grado de fiebre que hace que toda mi cabeza esté ardiendo. Así que, vestido de futbolista, estoy tumbado en el suelo esperando a que los demás se preparen para iniciar el encuentro. Ni yo mismo sé si voy a poder ponerme de pie. Es en los descampados del Barrio de Campamento de Madrid. Pero me levanto y comienzo a jugar. De repente se me olvida el dolor de cabeza y el altísimo grado de fiebre. Estoy jugando de tal manera, compenetrado perfectamente como siempre con Alfonso Asunción, el que después sería, por muchos años, jugador profesional del Getafe, donde llegó a ser capitán, cedido por el Real Madrid, que nadie se dio cuenta de mi estado febril. En aquel partido nadie se dio cuenta de que yo estaba jugando en aquellas condiciones que, en condiciones normales, eran más propias de estar metido en la cama y bajo cuidados médicos. Pero había que jugar y había que hacerlo de tal manera que nadie se diera cuenta. Durante el partido no sentí absolutamente nada anormal. El dolor de cabeza y el altísimo grado de fiebre desaparecieron desde el primer minuto de juego. Incluso creo que fue uno de mis mejores partidos jugados con los del Instituto Cervantes de Madrid. Ganamos el partido y mi labor fue de tan alto rendimiento como siempre. Absolutamente nadie se enteró que segundos antes de comenzar el partido la cabeza me dolía una barbaridad y la fiebre estuvo a punto de dejarme grogui. Ni yo mismo me enteré que fue lo que sucedió pero al terminar el partido era, otra vez, el mismo chaval de siempre, fuerte como siempre, resistente como siempre y tan completo jugador de fútbol como siempre. Poco después Alfonso Asunción me dijo que se iba a probar a las convocatorias del Real Madrid. A mí no me interesó la oferta y continué mi carrera de futbolista aficionado en las filas del Estrella Olímpica, el Deportivo Olímpico y el Central de Ahorro Popular. En definitiva. Es cierto que jugué con fiebre y que nadie se dio cuenta de eso porque no desfallecí en ningún momento del largo encuentro; ya que jugábamos sin tener en cuenta las horas que durase cada partido pero que solían ser de 2 o 3 horas sin parar. Volvimos a nuestra casa de la calle Pizarra, número 3, tomando el Metro en la parada de Campamento o en la parada de Empalme (en alguna de estas dos pero no recuerdo en cual de ellas).
1 de abril de 1967. Palomitas de maíz. Hay una paloma a la que persiguen un palomo mensajero ugetero y varios pichones de palomos ugeteros que creen en que lo justo es justo. Cueva de lágrimas. En la cueva de los archivos generales algunas lloran. Soldaditos de plomo. No tienen autonomía propia porque tienen toda su voluntad sometida al justo general que conoce todos sus historiales y, de vez en cuando, publica informes sin compasión. El valor de 6 penikes. Por el denigrante pago de 6 penikes como acto de compensación, se venden los pichones ugeteros al justo general, inventando historias falsas que se descubren a través del rastrollo del laboral día tras día. Las fabrica el niño de lo rizos que tiene envidia por culpa de la mejor de la mercedes que él ni tiene categoría para saber qué es. Recordando aquel otoño. Llega la "ara celi". Altar del cielo. Naturaleza emotiva y coincidente. Cadena de rosas. Cada vez son más las frescas, lindas, bellas y preciosas rosas en mi Camino. La marcha del saltamontes. Es necesario ir pensando en la futura marcha de uno por la portilla; mientras poder estar junto a la mejor de las mercedes compensa el soportar todas las falsas historias que nacen desde el niño de los rizos. Esto es como un Paraíso para un águila aunque no he nacido en Toledo. El puente de metal que sirve para unir todas mis ideas es sentir la mano caliente de la mejor de las mercedes que hay aquí y soñar con ir juntos a la cafetería del ovni para compartir el bocadillo, una cerveza y sonreìr. Al final llega de nuevo la marcha por el valle de cristal después de haber vivido la felicidad de amparo y estar en un bello corral. La mejor de las mercedes se despide con un hasta luego a mi esperanza diciéndome que nos veremos en alguna residencia de verano y, después, en una playa muy juntos y muy juntos mirando al mar, para demostrar que somos dos seres humanos liberados. Su mirada nunca miente. Las falsas historias son las que les sirven de consuelo a tantos pequenikes impotentes, machistas y homosexuales a la vez, según está totalmente comprobado en multitud de publicaciones de Sociología, Psicología y Psiquiatría General. Al parecer lo justo general de aquel contexto ha debido ser dado por válido en el justo contexto general.
Resulta que como ya no tenemos uñas para comer, los gobernantes y las gobernantas nos obligan a mantener la línea 7, que es algo así como adelgazar con el sombrero puesto (pues es necesario resistir con el sombrero puesto) para ver en este continuo sobrevivir. No existe otra delgadez más extrema que ésta de comernos las mentiras que nos cuentan. Ya todo vale. Ya vale hasta decir que, durante el día, disponemos de horas suficientes para seguir imaginando que nuestros gobernantes y nuestras gobernantas nos van a dar lo suficiente como para sacar a toda la familia adelante. Adelante de nosotros sólo los cazafortunas que nos están arruinando la risa nos dicen que hay que dejar de reír para poder ser como titanes; o sea, como semidioses.Ahora sólo nos queda buscar trufas en algunos de los valles pirenaicos de la parte nuestra, mientras los truhanes y las truhanas de siempre intentan regalarnos las chicas de nuestros sueños cuando todos sabemos que las chicas de nuestros sueños están ya casadas y algunas de ellas, paradojas de la existencia humana, están casadas con nosotros mismos.Yo me quedo mirando a Katherine Heigl y espero una recompensa para salir de esta ruina en que me ha metido un tal Jasón O'Mara, el argonauta de los de Hollywood, porque me la quiere quitar de la vista pero, mira por dónde, ella se ha quedado conmigo y yo me he quedado con ella. Y es que en esto de quedarnos los unos con las otras y las otras con los unos somos los herederos legítimos de chavalas tan guapas como Katherine Heigl mientras encendemos un cigarrillo cualquiera durante todos los días de nuestras vidas que ya es decir bastante. De contrabando nos quieren hacer creer que Faraday nos interesa más que las chavalas guapas parecidas a Katherine Heigl. Por lo que a mí respecta, a Faraday (que lo tuve que estudiar a la fuerza cuando era solamente un estudiante de bachillerato) ya lo tengo del todo olvidado y sólo me interesa mirar a Katherine Heigl y pasar olímpicamente del intocable toledano porque a mí, la verdad sea dicha, ser ciclista es que no me interesa para nada si está por delante de mí una chavala guapa muy parecida a Katherine Heigl. Perdonen que cite tanto a Katherine Heigl pero es que las luces rojas de los cabarés no me interesan; puesto que las únicas luces de las que soy seguidor incorregible son las que emanan de los ojos de Katherine Heigl.Termino diciendo sólo una cosa: "¡Dios mío qué bien están las chicas guapas que se parecen a Katherine Heigl!". Adiós. Buena noche. Y que todos seamos capaces de soñar con esas clases de miradas como las de Katherine Heigl para poder sobrevivir ante este acoso de nuestros gobernantes y nuestras gobernantas. Y es que esta clase de chavalas nos dicen mientras dormimos: ¿por qué nos gustan tanto los chicos malos como vosotros?. La respuesta sólo consiste en seguir adelante con ellas pese a quien pese más de lo normal. Que ellos retrocedan a los idus de marzo si quieren porque nosotros ya estamos en abril mirando a Katherin Heigl y las chavalas guapas que se parecen a ella.
El Califa siempre se presentaba voluntario a hacer toda clase de encargos, mandados y recados con tal de ir sacando diez céntimos por aquí, otros diez céntimos por allá y hasta algunas monedas de más de diez céntimos, supongo que quizás de a peseta, de los bolsillos del pantalón de mi padre. ¿Qué hacía el Califa con toda aquella fortuna de céntimos y pesetas amasada de aquella manera tan servil?Lo descubrí un día de esos en que yo estaba pensando en cómo poder conseguir que los ciclistas pudiesen tomar color pero con el tamaño apropiado para entrar de cuerpo casi completo en las chapas y poder dejar de jugar con los redondeles pintados con sus nombres. La respuesta estaba en las posesiones privadas del Califa; así que destapé el tarro de las sorpresas y apareció tal cantidad de cromos de ciclistas apropiados para las chapas que pensé que ya era la hora que estábamos esperando todos. Lo demás consistió en que el Gimi hizo el resto; o sea, forzar, a través de la intimidación y la amenaza, a que el Califa entregara todo aquel voluminoso lote de cromos de ciclistas para regocijo del Fantini que, por supuesto, en el reparto eligió al italiano Fantini. Yo busqué la mejor manera de quedarme con el mejor de todos, el belga Rick Van Stembergen y, de paso, apoderarme de Rudy Altig, un alemán que en aquellos años estaba en su apogeo. Fue espontáneo el descubrimiento que hice de todo aquel tesoro oculto de cromos de ciclistas que el Califa fue obligado por el Gimi a repartir entre los cuatro. Era, además, y a raíz de todo lo que sucedió después en las chapas de ciclistas, por lo que a veces los recogía de los periódicos y les recortaba las cabezas para ponerlas en otros cuerpos de cromos repetidos (como sucedió con el ruso Kapitonov y el mejicano Pedraza) o los pintaba directamente con colores (como sucedió ccn Sagarduy)... pero lo más asombroso fue cuando al cromo del belga Ludo Jansen lo hice pasar por el holandés Jan Janssens, a pesar de las continuas quejas del Califa. Como no dijeron nada en contra ni el Gimi ni el Fantini, la trampa coló y corrió el belga como si fuera el holandés. Pero lo más asombroso, porque los asombros eran cada vez mayores según pasaba el tiempo, fue cuando cogí el cromo del francés Jacques Anquetil y lo convertí en el francés Rohrbarch. El Califa sahora se quedó con la boca abierta pero ni él, ni el Gimi, ni tampoco el Fantini, se dieron cuenta del cambiazo; aunque bien sabían los tres que Rohrbarch no salía en ninguna colección de cromos. Pero es que en aquello de las chapas valía hacer toda clase de trampas -no sólo con el fútbol- para poder continuar la marcha. Para algo debía servir el producto de los encargos, mandados y recados que hacía el Califa cobrando unos diez céntimos por cada uno de ellos. Y mientras esto acontecía yo seguía pensando en buscar soluciones para poder escapar de aquel redil y, como la oveja negra que no quiere estar entre los corderitos blancos de la familia, comencé a liberarme del todo puesto que, al mismo tiempo, entendía que había algo mucho más interesante que el ciclismo de las chapas y que era el mundo de las chavalas guapas de Cima. A pesar de ello no renuncié todavía a los cromos y fuepor ello por lo que, cual bandolero salteador de Sierra Morena introducido en aquel Madrid de mis historias, atraqué al Gimi para poder renovar a todo el pelotón de aquellos ciclistas que ya estaban obsoletos. Así que decidí comprar la revista francesa con el billete (años después se lo devolví al tacaño y avariento Gimi) para ir dando por terminada la época gloriosa de las chapas. Era necesario, a partir de entonces, dar el asalto a las fortalezas femeninas, sin hacer caso a las feministas radicales, porque me apetecíán más la guapas de verdad. Si las feministas radicales creen que aquello era machismo que se lo crean pero es falso... porque yo sólo lo llamo Atracción Natural. Todos los que somos hombres normales así lo entendemos.
Muchos creen que Becerril sólo ha sido un jugador de fútbol del Granada nada más. Esto lo discutí yo con unos amigos el otro día. Yo sabia que Becerril ha jugado también en el Real Madrid (e incluso formó parte del Real Madrid cuando el Real Madrid ganó varias Copas de Europa consecutivas). Lo que no sabía es dónde jugó Becerril antes de haber actuado en el Real Madrid. Investigando he logrado saber que lo ha hecho en el Málaga. He aquí la ficha técnica de este ex jugador de fútbol profesional. Nombre: José Becerril Minguela Fecha de nacimiento: 21/08/1926 Lugar de nacimiento: Madrid (Madrid) País: España Demarcación: Centrocampista Equipos:Granada: CD Málaga  1950-51 / CD Málaga  1952-53 / Real Madrid  1953-54 / Real Madrid  1954-55 / Real Madrid  1955-56 / Real Madrid  1956-57 / Real Madrid  1957-58 / Granada 1958-59  / Granada  1959-60.Lo que sucede es que no salía en los cromos del Real Madrid porque en este equipo no era un titular fijo aunque jugó en partidos muy importantes y sí salía en los cromos del Granada junto a Larrabeiti. Por eso es necesario dejar claro que Becerril ha jugado 2 temporadas en el Málaga, 5 temporadas en el Real Madrid (formó parte de la plantilla en la consecución de 3 Copas de Eurpa) y 2 temporadas en el Granada (que es cuando salió en los cromos que reuníamos los chavales).Nota Adjunta y Curiosa: A partir del año de 1955 (o seapor la época en que Becerril jugaba en el Real Madrid) apareció el tebeo infantil denomiando "Pumby" y da la curiosidad de que entre los personajes de las tiras cómicas de dicho tebeo existían Becerril y Monucho (un simpático becerro y un simpático mono que hacían las delicias de los más pequeños niños y niñas de la segunda mitad de la década de los 50 de Madrid en particular y de España en general).
Más allá del puente había un lugar para los mundos de la infancia, huecos que llenar con las ensoñaciones inocentes y un horizonte lleno de grillos nocturnos cantando bajo las lunas de primavera. Más allá del puente había una especie sinuosa de silencios adornados por los ruidos de una selva encantada y lejana que traía a la conciencia algo así como un murmullo de amapolas enrojecidas con el tinte de las emociones. Más allá del puente había distancias por vivir y el silbido del viento hacía pensar en una aventura caminante donde el continuo reloj del pensamiento quedaba detenido entre las últimas sorpresas. Una especie de canción soñada en medio del recuerdo. Había allí, más allá del puente, una fantasía de foráneas fragancias recorriendo la vida en los rutilantes momentos de todo el movimiento condensado en el espacio blanco de las ilusiones. Y ahora imagino, sí, la vida intentando desdibujar barreras para permitirme sentir la incólume pertenencia a cada lugar; tomando las amables velocidades de las tierras para vivir andando entre ellas y anidando en todos los rincones del sentimiento. En este caminar perpetuo las botas se llenan de cansancio... pero también se llena el alma de asociaciones inauditas que me hacen recordar aquel puente donde yo iba para asomarme a los impronunciables pretiles de los mundos del sueño. Ahora imagino, sí, la existencia ungida de espíritus silentes haciendo nido en los caminares del tiempo. Las botas se llenan de cansancio y de caminos y de tiempos. Y de siluetas cimbreadas bajo las fragancias de los aromas de las amapolas. E imagino, sí, los mundos navegantes que se inundan de pleamar. Más allá del puente había hogares ventilando estrofas que algún poeta de la noche dejó escritas en el limo de las primaveras blancas. Había distancia por vivir y marché hacia ellas. Y a mis botas las llamé libertad. Y la libertad se llenó de tornasoles azulados bajo las marquesinas de los dorados soles acunados en los anaranjados horizontes. Se llenó la libertad de tiempos y de presencias insólitas. Y al regresar, unos ojos me preguntaron ¿qué hay más allá del puente?. Más allá del puente, respondí, hay mundos de infancias recogidas en un manojo de pulsaciones; hay huecos de ensoñaciones inocentes acunándose en las enhiestas arboledas de la sensación; hay horizontes de grillos nocturnos que cantan bajo lunas de primavera las estrofas de los anónimos poetas del amanecer. Oigo su voz. Descansa. Descansa. Y cierro los ojos para sentir universos miles. Más allá del puente hay universos miles por vivir. Universos miles de cualquier distancia, cualquier sustancia, cualquier edad. Universos miles de cualquier esencia, cualquier presencia, cualquier amor. Cierro los ojos y duermo mientras siento la mano dulce de la diosa Fantasía acariciándome levemente el rostro. Más allá del puente había sueños. Gracias por recordármelo, Amiga de lo Azul. De lo Azul del Mar. De lo Azul del Cielo. De lo Azul de los Caminos.
Corren los primeros años de los 90. Yo tengo muchas veces, por costumbre, caminar desde el lugar de trabajo hasta mi propio hogar. Bastantes kilómetros para pensar. Bastantes kilómetros para sentir que mis pensamientos se prolongan más allá de la rutina laboral en que está aprisionada mi sensación de liberación cotidiana. Camino a buen ritmo, como queriendo armonizar mis pensamientos con mis sentimientos sin dejar que las circunstancias eliminen esa sensación de querer ser siempre la pieza imantada a la piel de Ella. En esos pensamientos y en esos sentimientos siempre Ella, acompañada ya de nuestras dos pequeñas hijas, es el eje principal de mi existencia. Camino y no me preocupa sentir lo que siento, ver lo que veo, escuchar lo que escucho...Pero a esas primeras horas de la tarde, ya al final del Paseo de Extremadura, lo que escucho se vuelve pesado, plúmbeo, soporífero. Es el chulo del Paseo provocándome por la espalda. Al principio dejo pasar los segundos para no darle importancia; pero sucede que la importancia de lo que escuchamos sí que tiene un límite: es el límite de la dignidad. Así que, harto ya de sus baladronadas, me detengo en seco a la altura del puente que existe en lo alto del Paseo de Extremadura, al lado de las casas de los empleados ferroviarios. Me detengo y saco un cigarrillo para decirle que me lo diga abiertamente y sin tapujos. Que me demuestre si el chulo soy yo o el chulo es él. Y el chulo del Paseo pasa a mi lado, hace como que no ha dicho nada y se pierde en la nada. Sigo mi camino nuevamente pensando en las cìrcunstancias de seguirla amando a Ella y a nuestras dos pequeñas hijas. A veces no importa lo que sentimos, ni lo que vemos, ni tan siquiera lo que escuchamos... hasta que la dignidad es necesario defenderla por amarla a Ella y amar a nuestros propios hijos o hijas. En ese momento es necesario detener el camino y solventar el asunto definitivamente.Definitivamente sigo caminando hacia mi propio hogar. Y vuelvo a introducirme en mis pensamientos, en mis sentimientos, en mi amor por Ella y las dos hijas que Dios nos ha regalado como compañía para nuestro inseparable y eterno amor.
"Tendrás confianza, porque hay esperanza; mirarás alrededor y dormirás seguro" (Job 11:18). "Y en su nombre esperará los gentiles" (Mateo 12:21)."¿Qué clase de esperanza es la que debemos tener?".Una fotografía del programa televisivo "Aunque usted no lo crea" mostraba a una higuera que crecía en medio de una tumba. El árbol dividía la gran piedra colocada en la parte superior del sarcófago en tres trozos, y empujaba las paredes con la fuerza de su crecimiento. La tumba se encuentra en el terreno de una iglesia de Inglaterra, y pertenece a un oficial de la marina, cuyos últimos deseos fueron que se le enterrara con un higo en sus manos. La esperanza de vida de ese higo se aferró a esa mano muerta, y rompió la tumba. La fe y la esperanza pueden darnos fuerzas capaces de superar toda clase de obstáculos, por terribles y grandes que nos parezcan. Todos, de una forma u otra, debemos pasar por tiempos en los que la tormenta ataca a nuestra embarcación. Todos atravesamos dificultades y problemas, aun muchos de los que ríen y son económicamente prósperos. Cierto es que los que vivimos en la tierra llevamos la carga de alguna clase de dolor o sufrimiento.Mi pregunta es ¿cómo unos pueden reponerse y volar sobre la tormenta como un águila para encontrar las soluciones, mientras que otros se abandonan en el mundo de la creencia errónea de las imposibilidades?Entiendo que la respuesta está en la actitud que tienen frente a los desafíos. Cómo responden ante las demandas, qué lugar ocupan en su vida las promesas del Señor y dónde han puesto su esperanza. Estoy persuadido de que si le creemos al Señor Sus promesas, nuestras actitudes cambiarán, y como resultado, nuestra vida será transformada. Creo que básicamente el mensaje de Jesús tenía dos cualidades que no podemos olvidar hoy en día: "Buenas nuevas y esperanza".El primer mensaje de Jesús que Lucas escribe, está colmado de esperanza y buenas noticias. De hecho, estaba el Señor Jesús leyendo al profeta Isaías, describiendo el propósito de Su unción y estableciendo para Sus oyentes y seguidores la base de esperanza, salud y vida, cuando sorpresivamente se detuvo al concluir las palabras: "A predicar el año agradable del Señor". La razón por la que pienso que "los ojos de todos estaban fijos en él" es que no pronunció: "y el día de la venganza del Dios nuestro" palabras que todos los que estaban reunidos en esa sinagoga esperaban que dijese. ¿Qué clase de esperanza es la que debemos tener? No me refiero a la esperanza que las cosas mejorarán por sí solas, algo basado en una fantasía mental que piensa que de la noche a la mañana la "buena suerte" nos acompañará. No, a eso no me refiero. Estoy hablando de la esperanza que nace como respuesta de Dios al desaliento y caos humano, estoy hablando precisamente de lo que florece de una relación cercana y personal con el Dios del Universo. Solo Él (y se lo entregó a sus hijos), posee el mensaje y el poder para transformar el mundo. Solo Jesús puede y quiere hacer reír al hombre y darle un sentido profundo de vida. Es un mensaje cargado de esperanza, de fe, de optimismo. Durante Su ministerio terrenal entregó respuestas al ser humano, pues dijo: "Tus pecados te son perdonados", "No llores", "Bienaventurados", "Eres libre", "Tu fe te ha salvado", "Vete en paz", "Desatadle y dejadle ir", y mucho más. La buena noticia es que todavía lo sigue haciendo, su poder no ha cambiado, cualquiera que sea la circunstancia, problema, oscuridad que debamos atravesar, Jesús está listo para actuar, ayudarnos, socorrernos, sanarnos. Eso es esperanza basada en un Dios de toda esperanza.(Escrito por Omar Daldi, Pastor cristiano).
No es la primera vez que me publican un libro; pero mi alegría es la misma que la primera vez. No es la primera vez que me publican un libro pero como si lo fuera. En la primera ocasión tuve que salir de mi patria España para, siendo un total desconocido, alcanzar el éxito en la República de Ecuador con el Ensayo "El Pensamiento Vivo de Benjamín Carrión". Esta vez no es un Ensayo Literario. Esta vez es una Novela Histórica con mil y un ingredientes para hilvanar, junto a los hechos históricos, una singular historia familiar: una de esas sagas como las que escribe Gabriel García Márquez pero extrayéndola de la Historia real y verdadera. Esta vez, por fin, he conseguido ser profeta en mi tierra. Dicen que los españoles para poder llegar a las cumbres debemos dar media vuelta al mundo antes de llegar a la cima. Es cierto. Los que no conocemos de personas que nos apoyen para alcanzar la cumbre debemos de experimentar mil y un caminos por esos mundos de Dios. Quizás porque debemos de salir de América para descubrir España. O sea, a la inversa de lo que hicimos hace más de 500 años. Y es que para triunfar en España, si no tienes padrinos ni madrinas que te coloquen a cambio de algún inconfesable interés que otro, debemos demostrar antes, en otras lejanas tierras, que sabemos, podemos y queremos. Ahora sí. Ahora consigo ser profeta en mi tierra con "Morir por ti para Siempre". Me gusta leer la reseña: "Los apasionantes sucesos se van desarrollando desde el inicio trágico del bombardeo de Guernica, durante la Guerra Civil española, y llenan de contenido todas sus vivencias a lo largo del Siglo XX y principios del XXI. Las vicitudes de una familia están impregnadas de amores y acciones heroicas entrelazadas con aventuras y con los citados acontecimientos. Toda la narrativa está llena de emoción en sus páginas, que deleita al lector en una emocionante epopeya que da a la novela un carácter propio; trascendiendo las generaciones con los mismos ideales de libertad y justicia. Todo sale de la historia humana para adentrarse en la pos historia de hoy". No es la primera vez que me publican un libro pero como si lo fuera. En esta segunda ocasión, por fin, he podido ser profeta en mi tierra después de haber caminado tantas leguas de viaje imaginativo. Por eso sólo me queda citar: "¿Por qué recurrimos siempre al recuerdo, a la memoria, a la historia personal de cada uno de nosotros para seguir siendo algo más que una simple presencia?". Y es que, en definitiva, cuando sabemos, queremos y podemos... dejamos de ser presencia para ser ecxistencia.
Vivimos en un mundo contemporáneo en donde las diferencias entre las latitudes que lo constituyen son, en contra de lo que dicta la lógica del desarrollo humano, muy diferentes. Por eso, ante esta situación de diferenciaciones, la expresión humana difiere grandemente entre unas latitudes y otras. No es mera cuestión geográfica sino, mas bien, producto de los diversos caracteres y actitudes con los que los seres humanos se enfrentan ante las imponderables circunstancias que les rodean. Así como existen el mundo occidental y el mundo oriental y así como existen el hemisferio norte y el hemisferio sur, entre otras divisiones que podríamos señalar como, por ejemplo, el ámbito ecuatorial o el ámbito tropical, de la misma manera existen diversas formas de reaccionar según sean las raices propias de cada grupo humano. El carácter, como sabemos por sicología general, no es el mismo para todas las personas y, derivado de ese carácter, se producen actitudes distintas que provocan acciones muy diversas y variadas. Podemo decir, poniendo un ejemplo sencillo, que hay cuestiones que en algunas latitudes producen risa mientras en otras latitudes producen llanto. Y es que la expresión humana va en relación directa con el lugar físico y psíquico en que nos encontremos. Lo del lugar físico es muy fácil de entender pero... ¿qué son los lugares psíquicos?. En primer lugar analicemos, por ejemplo, a un ser humano mongolés y a un ser humano kenyata. Sus lugares físicos son diferentes (eso es una realidad demostrada) pero, además, la psicología que emplean para manifestar sus actos vitales es también distinta. Un lugar psicológico puede ser distinto, y de hecho lo es, incluso entre seres humanos de una misma latitud porque no depende de las características físicas y externas de nuestra persona sino de las características propias e internas de cada ser humano. Por lo tanto, al querer estudiar la expresión humana a través de las latitudes debemos tener muy en cuenta a los grupos en que viven los seres humanos y, al mismo tiempo, considerar a cada uno de los componentes de dichos grupos como seres humanos individuales y, por lo tanto, con psicologías diferentes. En el estudio de la sociología humana sabemos que siempre debemos partir de estas dos coordenadas: la latitud externa del hombre o la mujer (que por supuesto son diversas pero convergentes en el punto de ser dos seres humanos) y la psicología de cada uno de ellos y ellas, la cual produce expresiones vitales diferentes aun dentro de un mismo grupo bien especificado. En resumen, cuando nos enfrentarmos al hecho inevitable de entrar en contacto con otro grupo de seres humanos (y eso ocurre cada vez con más reiteración en el mundo globalizado actual) nos enfrentamos con personas que actúan de manera bien diferente y, en ocasiones, hasta opuestas a la forma de actuar nuestra. Eso se debe a que no todos los seres humanos desarrollamos las mismas capacidades expresivas ni aun cuando estemos en el mismo grupo social; cuanto menos cuando estamos en grupos sociales distintos al nuestro original. Por mi propia experiencia he llegado a conocer que las formas de manifestarse de los indígenas de la provincia de Tungurahua, en Ecuador (y lo pongo como un simple ejemplo de los muchos conocidos ya por mí) no se corresponden, ante una misma situación social, de la misma manera que nos manifestamos los europeos occidentales que somos madrileños o de la misma manera que se pueden manifestar los norteamericanos de Chicago. Tenemos, en este ejemplo, tres latitudes físicas diferentes (Tungurahua, Madrid y Chicago). El resultado final es el de tres expresiones humanas que difieren entre sí pero, también, que pueden ser coincidentes y complementarias si sabemos entender cuál es la forma de manifestación social de cada uno de los tres habitantes de latitudes distintas. ¿Existen puntos en común para todos los seres humanos?. Creo positivamente, a pesar de los que lo niegan reiteradamente, que sí; que existen puntos de coincidencia en todos los seres humanos sean cuales sean sus latitudes físicas y sus expresiones humanas tanto externas como internas. Pongo, por ejemplo ya que es el mundo donde me muevo, el universo de los cristianos. Aunque muchos quieran negarlo, un cristiano o cristiana de cualquier parte del mundo, puesto en contacto con otro cristiano o cristiana de latitud física muy distinta, pueden comprenderse y hasta compenetrarse (y de hecho así ocurre) sin ninguna clase de problemas. ¿Qué sucede para que esto pueda ocurrir?. Simplemnte, y lo dejo para la opinión y consideración de quien quiera pensárselo, que tenemos un punto en común superior a toda clase de diferencias étnicas, sociales, económicas o psicológicas. Ese punto en común es el ejemplo que nos da Jesucristo para poder actuar de manera empática sin tener que trastornar para nada la forma externa que tenemos de actuar. Porque existen cosas que desunen (todo lo mundano desune cuando no existe empatía ni comprensión mutua) y cosas que unen (en este caso la firme creencia cristiana).Termino mi reflexión con una frase: "Tu expresíón humana no es la misma que la mía pero mi expresión humana puede ser la misma que la tuya si te llego a comprender".
Viernes, 13 de abril de 2012. Me encuentro, por esos designios de Dios, tomando un café con leche en el Bar Cafetería Restaurante El Piche de San Fernando de Henares (en la provincia de Madrid). A mi lado se encuentra un caballero que me cuenta una historia real, según dice él, sucedida en 1988. Resulta que en la Lotería de Navidad de aquel año, un comerciante (no recuerdo de qué oficio me cuenta) tenía dos números completos para repartir, en participaciones de unas 5 pesetas, más o menos, entre su clientela.También resulta que el Premio Gordo correspondió a uno de aquellos dos números. La esposa del comerciante estuvo toda la noche anterior deseando, desesperadamente, vender todas las participaciones. No lo consiguió del todo y tuvo que quedarse con un talonario completo. El Premio ascendió a dos mil millones de pesetas y, además, el comerciante ganó otros trescientos millones de pesetas porque muchísimos de sus clientes que llevaban participaciones de 5 pesetas no fueron a cobrarlos. Lo más gracioso del asunto (si es que el asunto tiene gracia) es que el caballero que me cuenta esta historia resulta que llevaba unas veinticinco mil pesetas en participaciones pero... ¡no eran del número premiado sino del que no salió premiado! Como para cortarle el cuello al comerciante...Esto me hace recordar a los primeros años de la década de los 60. Yo tendría entonces unos 13 años de edad aproximadamente y vivíamos en la calle madrileña de Alcalde Sáinz de Baranda. Resulta que, sin que se enterasen mis padres ni nadie más de la familia, los tres hijos pequeños habíamos jugado a una quiniela de fútbol y estábamos, la tarde de aquel domingo, escuchando los resultados a través del Carrusel Deportivo (supongo que el resto de la familia estarían haciendo algo fuera de casa).A un minuto del final de todos los partidos, teníamos el total de los 14 resultados acertados. Eso suponía que éramos millonarios... así que comenzamos a bailar y cantar dando vueltas alrededor de la mesa pequeña, pero... lamentablemente y en aquel último minuto cambió el resultado de los dos partidos que resultaban ser las dos grandes sorpresas de la quiniela.Nos quedaba el consuelo de ganar unas muy pocas pesetas con los 12 resultados acertados (entonces se daban premios a los de 14, los de 13 y los de 12) pero también sucedió algo sorprendente (puesto que la inmensa mayoría de las veces los de 12 ganaban unas pocas pesetas) y es que, al fallar las dos grandes sorpresas, hubo tantos acertantes de 12 rsultados que, por tal motivo, no se dio ni un solo céntimo de peseta a los de 12 aciertos. La vida nos demuestra que a veces tenemos todo al alcance de nuestras manos y se nos queda en nada (y aquí me vuelve la memoria  a recordar lo de la herencia familiar relacionado con mis tres hermanos) pero también puede ocurrir que de no tener nada pasamos a tener todo lo que soñamos. Esto confirma que, efectivamente como decimos los escritores, la vida es sueño y que podemos estar sentados sobre una mina de oro sin darnos cuenta hasta que la mina explota y volamos por los aires con todo el oro incluído. En otras palabras, que a veces nuestros sueños se convierten en oro molido, y no me refiero al almirez que usaba mi abuela para moler ajos, o nos casamos con una super millonaria, guapísima modelo para más señas, sin habernos dado ni cuenta. Nota.- El 13 viernes es un día tan normal como otro cualquiera a pesar de lo que digan y crean los norteamericanos.
Todos tenemos secretos guardados en rincones escondidos de nuestros sentimientos; rincones en donde sólo llegan a penetrar nuestras memorias cuando, al llegar el nuevo día, despertamos después de habernos enlazado en un sueño de batallas con todos ellos... con todos esos secretos que van acumulando sus esencias en ese rincón mágico donde todo es posible menos la indiferencia; en esa caja de sorpresas que consiste en abrir los ojos y encontrarnos con que se han convertido en relatos del amanecer. Amanecer en el Bar Panadería Musu de Murcia. Hay tiempo, todavía, para celebrar algo así como una ceremonia de recuerdos hoy, martes día 17 de abril del 2012 después de Jesucristo. Y es que después de Jesucristo podemos seguir soñando con secretos guardados en el fondo de nuestro corazón.Una vez hablé del alma con toda mi alma. Una vez la dije, con toda mi alma, que llegaría a descubrir un secreto interno, profundo, hundido en las raíces de mi interna condición. Aquel día es, precisamente, hoy mismo, mañana tal vez... porque el pasado vuelve para recordarme que la había prometido viajar a París. El secreto guardado en un rincón  de mi corazón está ubicado en el famoso Mayo del 68 francés. ¿Dónde estaba yo en el famoso Mayo del 68 francés? Quizás escribí una historia verdadera o solamente una imaginación. De cualquier forma se entiende que fue una realidad. Durante el famoso Mayo del 68 francés yo estaba allí, en el lugar exacto en que podía contemplar el paso de la vida... ¿delante de las barricadas?... ¿detrás de las barricadas?... quizás ni delante ni detrás de las barricadas porque yo era la barricada de mí mismo. Fui testigo presencial de una batalla que iba más allá de los acontecimientos. Por eso lo escribí y forma parte integral de mis memorias. Y es que en el famoso Mayo del 68 francés, siendo yo mi propia barricada, hacía ya 12 años que la vida había cambiado los latidos de mi corazón y las pulsaciones de mi sangre. Secretos. ¿Son sólo imaginaciones los secretos? ¿O son quizás las realidades más completas de nuestras existencias? Los secretos son, ante todo, los que nos alimentan cuando no tenemos otra cosa que hacer sino convertirnos nosotros mismos en nuestras propias barricadas para poder seguir adelante, ardiendo por los cuatro costados de nuestras coordenadas vitales, buscando la realización de nuestros sueños. Aquel días estuve yo allí... siendo una barricada más que se iluminaba en el anochecer para conocer el misterio que se había iniciado 12 años atrás. ¿Fue o no fue una verdad? No importa tanto. Lo único importante es que fue una certeza. Y el número 56, mientras algún alcalde se desliza por la baranda de su lujosa mansión como si fuera un crío malcriado, sigue siendo la clave esencial de toda esta forma de sentir.
Con las palmas coronadas de este existir movido a través de las bielas de la vidasomos algo así como olvidos que renacenal llegar los labios del recuerdo...una especie de náufragos en la islasolidaria.Solitaria la paz de los recuerdosnos recoge con su manto ciñéndonoseste cuerpo aprisionado en las ideas...y a cada idea... a cada momento...a cada espacio...una perdida ausencia nos retornaa este estar presentes en la conciencia.Conciencia: alta madrugada de insomniossufridos en las noches donde alguien dijoque éramos sobrevivientes de la Nada. En este Ser acariciando huellasque deja su mundo en nuestros vasosde algo más que líquida presencia...vamos...vamos marcando una estela de silencios llenos del fragor de esta batallaque consiste en ser algo más que semillas. Hemos germinado siempreen las florecidas lunas del insomnio y, más acá de cada ideal,un rosario de momentos unensus esalbones en nuestras almas desnudas. ¿Qué podemo hacer para sentirnosmás que simples náufragos del pensamiento?Sentirnos... sentirnos parte íntegra de un cosmos de pensamientos inculpados e inculpables. De esa manera...quizás... hasta los quizás más lejanos de nuestros sueñosse conviertan en ese cristal que existe más allá de la última frontera.¿Dónde ubicar nuestros límites cuando poetizamos sobre nuestra propia esencia?Tal vez recordando el rojo y sepia de nuestras primeras letras infantiles.Tal vez cazando ideas amatorias.Y en silencio... como continentes perdidos en la experienciaseamos capaces de volver a jugaren nuestros mundos, en nuestros días, en esas todas nuestras horas circularesescritas en las aristas del pretil de un puentepara que las aguas de las dudasarrastren, por fin, los vientos olvidadosy podamos recobrar, de esta manera, aquello que fuimos, esto que somos... Quizás en las espumas carnales de nuestro espírituesté escrito ese código de lumbredonde arden todos nuestros sentidos. Si hablamos es porque no podemos silenciar... pero si escribimos podemos andar viviendo...paradojas de un existir de las conciencias que nos embarcan en viajes con retornos.Y es que siempre retornamos ante de que nuestro tiempoacabe.
Con la soledad sucede lo mismo que con la compañía. Hay muchas clases de soledades como hay muchos tipos de compañías. Existen ocasiones en que estando rodeados de muchas compañías, nos sentimos muy solos y quiséramos entonces detener un momento la euforia que nos rodea por ver si alguien nos llega a comprender... y hay veces en que, estando completamente solos, comenzamos a crecer...Hay soledades amargas, que entristecen y hacen derramar el llanto, que deprimen, que nos dejan sin fuerzas para continuar y que debemos superar con gran esfuerzo para no caer en el abandono. Sin embargo, hay soledades especiales, que vivimos de vez en cuando, en las que crecemos como personas, creándonos nuestros íntimos pensamientos y llenándonos de un contenido tan entrañable que somos capaces de salir después a la luz con extraordinarias capacidades de comprensibilidad lúcida y abierta hacia los demás. Esas soledades tienen un encanto y una belleza sencillamente adorables. Cuando nos hallamos en una soledad creativa sentimos muy profundamente y somos capaces de embarcarnos en una personalidad que nos hace ricos en sensibilidades. Después de vivirlas, cuando entramos en contacto con las compañías, estamos preparados para ser alguien con fuerza, voluntad, capacidad y personalidad.Hay soledades negativas y soledades positivas al igual que hay compañías que construyen y compañías que destruyen. Viimos siempre en el doble eje soledad-compañía y debemos entender que para gozar de compañías inolvidables es necesario también haber experimentado soledades profundas y viceversa. Para llegar a esos equilibrios que llamamos realizaciones personales (que son muchas, que nunca terminan y que siempre están desarrollándose en medio de nuestros inevitables altibajos), es necesario aprender a conjugar las compañías con las soledades y de esa conjugación mutua ir desarticulando lo negativo que tienen algunas de ellas e ir apropiándonos de la esencia positiva que tienen otras.Soy persona abierta, me gusta una enormidad la comunicación humana, y al final he aprendido que para llegar a surgir dentro de uno mismo es inevitable y necesario experimentar esas sensaciones (a veces agradables y a veces no) de las soledades y las compañías alternativas de la formación de nuestra personalidad. !Y qué bello es contactar con otras personas que posen esa identidad, esa capacidad de conjugar el binomio soledad-compañía con total naturalidad!. Creo que es ahí donde se fundamentan las bases de los grandes amores humanos.
La poesía contenida en el alma de un ser humano es, por aproximación metalingüïstica, una cercanía a la realidad de los días que se viven sucesivamente por etapas de emoción; algunas veces es una realidad de calma y meditación... otras veces se desgrana en una pasión desbordante... pero siempre es una representación casi metafísica de la existencia, del destino o de la confusión de nuestro propio mundo interior con el que gravita el mundo exterior que los poetas contemplan y asumen como materiales de reflexión. De ahí (de su existencia, destino o confusión) surge el compromiso personal de quien expresa la propia trayectoria de su yo vital gravitando en la concepción de su universo poético. Este universo poético siempre muestra (aún en los momentos de rechazo), el gozo de la vida a pesar de las angustias, los temores y las amenazas que nuestro tiempo ("tempo") presente nos prodiga sin contención alguna. El gozo liberador de la palabra poética nos enriquece la expresión lingüística aunque en los poemas expresemos gestos cotidianos. Sí. Los gestos cotidianos que elevan su lenguaje diario, casi coloquial, y le otorgan categoría poética y no prosaica. Una categoría poética inmarcesible, superadora de su propio origen habitual. Es lo que diferencia a la poesía del resto de las categorías literarias. Las expresiones de todo y de todos los días se ennoblecen por las virtudes inherentes que conllevan los mundos poéticos emblemáticos, simbólicos, ambiciosos, abarcadores y envolventes del poeta y el lector que entiende al poeta. Un poeta o una poetisa que trata, por todos sus medios expresivos, de integrarse en la virtud de la palabra acogedora.Nos iniciamos en la poesía de nuestros yo con un amanecer; con una albalda integradora de nosotros con la actitud que anunciamos en nuestros poemas con tono de diario personal o cancionero íntimo con el que expresamos los temores y las reflexiones de nuestro yo surgido de la observación de una realidad amada y gozada, temida o rechazada, pero siempre inquisidora. El poeta inicia su andadura cotidiana mirando a su alrededor y viendo las cosas y los seres que le son habituales, desde un ángulo introspectivo mientras se refugia en su propia palabra poética ante el temor de que llegue a producirse, en su realidad cotidiana, un desentendimiento de ese ahora que comienza durante todos sus días y con el que convive para estar más cómodo como ser humano. El poeta y la poetisa se inician siempre con el yo apalabrado en la poética concepción de su existencia. Uno de los subgéneros literarios líricos a los que se acude con mucha frecuencia cuando el poeta o la poetisa ya llevan un buen rato fomentando su palabra poética es el retrato de su subconsciente (autorretrato interpretativo) que descubrieron hace ya tiempo los poetas simbolistas para presidir sus pensamientos constructivos y como tales en tanto que espíritu fragmentario (como puede ocurrir con Rubén Darío o los hermanos Antonio y Manuel Machado).El poeta y la poetisa, en su autoanálisis vital o autofotografía introspectiva de su yo existencial, vuelve su mirada hacia atrás para hacer observación, comparación y exploración de sus signos vitales, de una vida que se inicia en la infancia y sus recuerdos (... yo soy aquel que ayer no más decía...) y entonces el poeta y la poetisa están capacitados para reconocerse en su propio tiempo ("tempo") y analizar su propia trayectoria que concluye en el pasar de los recuerdos y de la memoria, en un presente formulado con consolidaciones y también dudas propias de los avatares que siempre anidan en el yo del alma poética. No es extraño, por lo tanto, que siendo tan consistentes en la palabra poética haya poemas dedicados ampliamente a las palabras escritas con la intención evidentemente metapoética, pero cuyo contenido e intención real va mucho más allá de las propiedades, los principios y las causas primeras de esas mismas palabras. Del campo exclusivo e inclusivo de la poesía se trasciende, por elevación del yo personal, a la expresión más universal de la existencia propia y de todos al mismo tiempo. Dicen que el filólogo es el que ama las palabras, aunque en realidad se dedique a entenderlas y explicarlas. Pues bien, el yo del poeta y la poetisa hace de las palabras reflexiones filológicas intensas que van desde esas mismas palabras adecuadas y eficientes al estudio más íntimo de sus sentidos y sus virtudes. Las palabras de la poesía llevan el nombre de las cosas y permanecen sobre el tiempo y a lo largo de la vida, mientras nos salvan de la muerte. Pero siempre queda el nombre poético (como señaló Jorge Guillén). Esa es su virtud y su fuerza. Y el poeta y la poetisa (artesanos de las palabras) trabajan con ellas porque saben que es cierto lo que dijo Guillén. Interesan siempre algunos símbolos (imágenes de la vida poética del yo de cada autor) de los que el poeta y la poetisa se sirven a veces de manera más ávida y evidente y otras veces de manera más recóndita e incardinada en la propia intimidad del yo escritorial; pero siempre como una reflexión del transcurrir de la vida y del tiempo... de esa vida y ese tiempo contrastados con la vida y el tiempo universal. Por eso la unívoca profundidad del poeta y la poetisa siempre destaca sobre la generalidad de lo prosaico. El símbolo poético viene a ser, a veces, como un ángel de la guarda rebelde y contestatario que se hace cotidiano a fuerza de ser desconsiderado e irreverente para con los prejuicios propios y ajenos. Otras veces es una mítica caja de Pandora que permanece abierta como antídoto de los conflictos sin fin del yo de los seres humanos. Pero siempre es el símbolo poético un motivo casi irracional del yo escritural, de origen metafísico, que nos hace poder convivir con la realidad cotidiana a través de la transformación de una solidaridad no reglamentada sino expresamente explícita y liberadora; con sus imposibles incluídos. Se cierra la vida poética de un yo con los poemas de la despedida diaria, los poemas del destino problemático de la muerte de todo lo que se escribe, ese aire de fatalidad de todo lo inspirativo que tiene el alma humana. Terminemos por señalar que la palabra poética es la presencia en nuestro yo de la omega de lo lógico y el alfa de lo surreal. Final y principio continuos.
"Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección" (frase de Pikabia tomada de Vorem.com). Hablemos de nuestra cabeza. A primera vista la podemos ver de muchas maneras diferentes según el gusto del consumidor. Lo que debemos procurar es que no nos la consuman tanto que la reduzcan al tamaño de un garbanzo nuclear al cual le han quitado su núcleo principal que se llama pensamiento. Si conseguimos salir bien librados de esa amenaza podemos entonces mirarnos al espejo para ver, si una vez indemnes, podemos decir que nuestra cabeza funciona en plenitud. El proceso siguiente es bañarla en agua, para que se nos aclaren las dudas, y ponerla a secar al sol, evitando que se nos queme definitivamente, mientras intentamos leer algún libro interesante con el cual poder comprobar que nuestra cabeza funciona y, además, funciona bastante bien en la primera observación que hacemos de ella. Es recomendable, acto seguido, una vez terminada la lectura del libro, comprobar si podemos memorizar algún pasaje que otro del libro. Si no lo conseguimos no tiene por qué ser síntoma de que nuestra cabeza esté deteriorada sino que el autor o la autora de dicho libro está realmente trastornado o trastornada (sobre todo si el libro que estamos leyendo son "Las Predicciones de Nostradamus"). A renglón seguido, y sin salirnos de los renglones trazados por las leyes naturales, si vemos que nos empieza a doler y se nos va a ir la olla de un momento a otro es recomendable, y muy sano para la salud de las neuronas, tomarse un vaso de agua con bicarbonato y enjuagar bien las muelas, puesto que si las muelas se estropean afecta a la base de la cabeza y ésta debe estar siempre bien basada e, inmediatamente, echarse una siesta de 12 a 13 minutos (sin pasarse para poder llegar a tiempo a la cita con nuestra parienta que nos ha dicho que la acompañemos al Supermercado), reposando toda la cabeza completa -si es que es posible hacerla descansar toda entera que salvo excepciones es lo más normal- en unos buenos edredones confeccionados por nuestras abuelas que, aunque estén apolillados por el tiempo que etán en desuso eso no importa ya que no afecta al cerebro de nuestra cabeza. Si conseguimos despertar a tiempo de que no nos echen una bronca monumental es señal de que la cabeza está funcionando bien pero, para asegurarse mejor, es mejor (y valga la redundancia de decir mejor porque mejor no lo sé explicar) repasar un poco las partes componentes del encéfalo raquídeo que sostiene las neuronas de nuestra cabeza en buen estado de salud. Es saludable asomarse un poco al balcón para que la cabeza se airee con el viento tramontano, solano o el que esté más de moda; pues hay que tener en cuenta que la moda influye mucho en el estado general de nuestra cabeza. Si no se nos amodorra viendo pasar personas que nos nos hacen ni caso va bien el asunto. Lo peor que le puede pasar a nuestra cabeza, en esos momentos, es que se nos vaya de un lado para otro saludando a todos los transeuntes que pasean por el jardín. Después de eso ya estamos con la cabeza en buenas condiciones como para ir al Supermercado con la parienta.Después, al llegar los primeros minutos de la noche -cuidado con cronometrar bien nuestra cabeza como para tenerla en la línea equinoccial no equivocada no vaya a ser que nos caiga otra posible bronca por parte de nuestra parienta- es buenísimo dejar que nuestra cabeza tome un baño de luna y si con el baño de luna vemos perfectamente las estrellas es que nos funciona bien. El problema es si no vemos más allá de un par de centímetros de distancia pues entonces podemos darnos con la cabeza un cachavazo con cualquier puerta entreabierta. En ese caso, para mantener la cabeza en su sitio, sujetarla bien con ambas manos y procurad que no se caiga al suelo.Si no se nos ha caido al suelo es señal de que la seguimos teniendo sobre los hombros y eso es buena señal de que estamos bien de la cabeza para cenar el pescado que nos ha preparado la parienta aunque esté más salado que las salinas de cloruro sódico del Mar Egeo. Si no nos mareamos con el olor del pescado y si podemos pensar es que la cabeza funciona bastante bien a pesar de todos los pesares y aunque le pese mucho al médico de cabecera que está deseando ver que nuestra cabeza no anda bien para recetarnos unos patines que no sé que tienen que ver con la cabeza pero es que siempre es lo primero que nos recetan en caso de que no marche bien la cabeza. En definitiva. No intentéis cuadricular nunca vuestras cabezas metiendo en ella ideologías de ninguna clase pues luego pasa lo que pasa y perdemos todos la cabeza y nos tenemos que ir al Sanatorio de la Cruz Roja para que nos deseilogicen. Por favor, alimentad a la cabeza no sólo con pescado salado sino con ideas y tendréis una cabeza perfecta, bien redondeada -más o menos porque cabeza completamente redonda nadie tiene por mucho que diga lo contrario ese tal Pikabia- y no intentéis nunca meter la cabeza por el ojo de una aguja de coser botones porque, en ese caso, tendríais que ir al psiquiatra para que os convenza de que es mejor tener una cabeza en buen estado de forma que estar en estado de cabeza bien formada ya que para eso están los pies. Nada más y buenas noches. Que tengáis todos una buena cabeza y que os aproveche un mogollón.
De mi abuela materna ya he escrito y hablado muchas veces; pero no me cansaré nunca de hacerlo porque su recuerdo es, para mí, del todo imborrable. Se llamaba Rufina Sáiz Del Arco y Dios la tiene en el Reino de los Cielos. Nunca podré olvidar jamás su limpia forma de mirarme y de protegerme cuando las cosas a veces salían bien o a veces salían menos bien. Aún me quedan mucho minutos de mi vida ocupados por ella. Recuerdo cuándo los fines de semana nos llevaba al cine o al parque según le pareciese lo más oportuno. Tenía una gran habilidad, antes de entrar a un cine, de observar y escudriñar los fotogramas de las carteleras: si le parecía bien entrábamos al cine y si no le parecía bien recorríamos las calles madrileñas hasta encontrar otro cine donde le pareciese bien a ella entrar. Otras veces decidía no llevarnos al cine y, en esos días, teníamos que conformarnos con ir al Parque del Buen Retiro de Madrid o al Parque de la Fuente del Berro de Madrid... y todo porque ella, acostumbrada a pasarse horas enteras sentada en el bulevar de la madrileña calle de Alcalde Sáinz de Baranda junto a sus amigas oyendo por las ondas de la radio a "Ama Rosa" o "Simplemente María", solía quedar con ellas en dichos parques. Era muy inteligente mi abuela materna. Tampoco olvidaré jamás las veces que me defendía ante tirios, tirias, troyanos y troyanas y cuando, por mi culpa, se ofendía tanto contra quien fuera que me tomaba de la mano, en brazos o montando en burro, y nos alejábamos los dos a otro lugar donde me acogieran de mejor talante. Además, no salen de mis recuerdos, esos céntimos que me regalaba para poder comprarme una piruleta o algunas bolas de anís para pasear tranquilamente por las calles de Cuenca (España) sin más pensamientos en mi cabeza que aquellas historias de héroes y princesas que me narraba a mí mismo, siempre con las manos metidas en los bolsillos de mi pantalón como eterno enamorado, para poder escribirlas cuando fuese un poco más joven. Todavía están en mis retinas las tardes que la veía partiendo leña en los pasillos de los sótanos de Alcalde Sáinz de Baranda, nçumero 56, porque mi madre me enviaba para avisarla que dejara de trabajar tanto. Entonces se me quedaba mirando y yo comprendía, en silencio, todo lo que había en el interior de su tierno corazón. Jamás me recordó, salvo raras excepciones, los mil y un sufrimientos que tuvo que soportar por culpa de la Guerra Civil Española. Ella fue la que me señaló, con su mirada limpia y penetrante, que no me cansara de seguir soñando siempre con aquella Princesa que tanto imaginaba yo en mis historias nocturnas, bajo los rayos de la luna penetrando por las rendijas de la ventana y mientras mis otros hermanos dormían profundamente. Ella fue la que me enseñó a saber esperarla y a saber cuándo debía convertirla en realidad. Me entra la sonrisa cuando la veo, todavía, jugar al parchís con nosotros, los tres pequeños de la familia y, de repente, viendo que perdía, tomaba la moneda de los cinco céntimos y, enfadada del todo, la arrojaba por la ventana del piso 5-D, escalera izquierda, del citado domicilio; o cuando corría tras nosotros, los tres pequeños de la casa, para zumbarnos la badana con la zapatilla que, una vez viendo que no nos podía alcanzar, lanzaba con verdadro estilo de atleta de jabalina. La zapatilla volaba y siempre iba a parar contra las espaldas del Bonifacío o del Máximo o se estampaba, estruendosamente, contra la pared. Pero siempre tenía la amabilidad de no aputnarme nunca a mí. Más de una vez me salvé de alguna bronca materna gracias a que ella argumentaba, con total rapidez y convicción, que yo era un poco sinvergüenza pero que sólo eran cosas de la edad. Para colmo de su amor por mí, fue ella quien me perdonó el día en que coloqué una larga ristra de zapatos y zapatillas sobre la puerta de mi habitación esperando a que pasase alguno de mis otros hermanos y les cayesen encima de la cabeza pero fue ella quien recibió la lluvia de estos artilugios de andar por casa. Sólo se me quedó mirando y me perdonó una vez más.De ella aprendí cosas tan fundamentales como el respeto a los mayores de edad (especialmente los abuelos y abuelas), lo que significa la unidad familiar (cosa que olvidaron otros miembros de mi clan pero yo jamás) y, sobre todo, que hay un Dios en las alturas que siempre hace Justicia. Fue ella la que me enseñó que todos tenemos un Ángel de la Guarda y que Jesucristo vino al mundo para amarme de verdad; además de que la Princesa de mis sueños era el amor terrenal que nunca me iba a faltar. Por todo eso yo todavía la sigo mirando directamente a sus claros, limpios y listos ojos y, aunque no sabía ni leer ni escribir, sigo entendiéndola como una de las personas más inteligentes que he conocido jamás. Ella fue la que un día me señaló una imagen imaginada y me dijo: ¡Esta es tu Princesa y cásate con ella para toda la Eternidad! (quizás porque Jesucristo hablaba a través de su mirada).Por eso, en el día de hoy, yo no conmemoro ningún acontecimeiento de ninguna ideología política ni de ninguna ideología de cualquier otra especie. Quizás gracias a ella, además de mi Princesa, nunca jamás he tenido ninguna ideología política, no tengo jamás ninguna ideología política y no tendré jamás ninguna ideología política. Yo hoy, como siempre, sólo estoy con los que no han conocido absolutamente nada de las guerras y con los que quieren olvidar todo lo que conocieron de las guerras. Yo hoy, autónomo, idenpendiente y, sobre todo, liberado desde el día en que nací, sólo conmemoro mis 18 años de edad de ayer, hoy y mañana y los 16 años de edad de ayer, hoy y mañana de mi chavalilla. Quienes quieran seguir discutiendo sobre las guerras, los conflictos armados, las rencillas políticas y culaquier debate de iedologías que quieran montar... a mí me importan menos que un pimiento. Me limito a ser un Comunicador Social (periodista) y, sobre todo, un escritor que, liberado de cualquier ideología, sólo me limito a ser testigo de cosas que viví pero sujeto únicamente al liberado mundo de las ideas que aprendí de personas como ese ser entrañable e inolvidable llamada Rufina. Rufina Sáiz del Arco que Dios tiene ya en el Reino de los Cielos porque solamente soy Cristiano como ella me enseñó a ser y como mi Princesa, la chavalilla de los eternos 16 años de edad que tengo por esposa, me enseñó a descubrir. Por eso yo hoy no pertenezco como no he pertenecido jamás y jamás pertenecré a ninguno de los Partidos Políticos o Sindicatos (sean del color que quieran ser) y por eso tengo entera libertad de contar las vivencias que presencié a mi manera autónoma, independiente y, sobre toda, liberada.
Tierra aérea de vuelo ilimitadoy cuerpo adornado de lo mío. Un suspiro de cielo fermentadosobre la orilla del corriente río. Distancia valiente y ardorosacuyo rápido y ligero fiel sonidolevanta de la tierra a la rosay llena de amor a ese tu nido.Sigues mirando la tarde del veranoen este amarillo y cálido estíodonde el trigo se toca con la manoy la mano se viste del delirio.Roja tierra de pájaros silentesque hablan de un cielo mantenidoen el fondo de mil vientos calientesy el destierro de haberte conocido. Voz de pueblo con mirada alzadaente tanta llama de fe y de martirioque llega hasta la próxima alboradacreciendo con la rosa y con el lirio.Tu sangre de tierra triste y doloridaa mi alma entera hoy me ha traído este fuego de manchas y de heridaen la entraña del pueblo adormecido. Tierra y pájaros y una palabraescrita en el hueco del umbríosurco que el campesino labraen su deseo de ser libre albedrío.En esta tierra es donde se dividelo que se gana y lo que se ha perdidopara que tu llanto nunca olvide la gloria del futuro renacido. Luz de pájaros y de azul auroraen esta tierra donde hace fríoen la caliente y ardorosa horade tener en el alma tu vacío.(Homenaje a Pablo Neruda).
Era un juego super chévere. No apto para niños propensos a los súbitos paros cardíacos pero super chévere si tenías tanto corazón como fe suficiente para apostar a un cincuenta por ciento para ganar y un cincuenta por ciento para perder. El lote de cromos, escondido en la palma de la mano cerrada del apostador, tenía el gancho suficiente como para ser un upper cout para la curiosidad. Se despertaba la curiosidad en nuestros latidos infantiles y el apostante se lanzaba como un kamikaze de la ingenuidad a dar una respuesta con cincuenta por ciento para ganar y cincuenta por ciento para perder. A la voz interrogativa de pares o nones respondía la otra voz afirmativa con pares o con nones y entonces se abría la mano opresora de aquellos surtidos variados de cromos de todas las colecciones habidas por aquellos entonces y comenzaba la cuenta lenta... parsimoniosa... hasta con la ceremonia de todo el latir de los "mirones" anunciando que ibas a ganar o ibas a perder. El momento supremo se acercaba...El final del recuento del lote de aquellos surtidos cromos resultaba el punto máximo de la arritmia de los corazones del apostador y del apostante. O ganabas o perdías. No había un término medio ni había ninguna neutralidad posible. O salían pares o salían nones pero todos nos quedábamos con el aliento inesperado de ser ganadores o ser perdedores. Era la mejor manera de llevar a casa un buen lote de tanta variedad de cromos que, de repente, te encontrabas con un guerrero de la tribu de los siux, un arcabuz de pirata de los mares del sur, una bandera de algún país como el de Nepal, un par de escenas de la película de la minas del rey Salomón, algún futbolista que otro quizás del Real Betis Balompié o... por qué no... del Granada Club de Fútbol, alguna mariposa rara de mil colores, dos o tres artistas de cine que si eran femeninas daba gusto tenerlas entre tus manos o, si eran masculinos, los dejabas en alguna de las mesas del comedor, un animal feroz como el guepardo o el leopardo (era difícil distinguir entonces cuándo se trataba de un guepardo o de un leopardo si no tenías el álbum donde te lo aclaraba) y un largo etcétera más de variedades de cromos de colecciones a veces muy conocidas o a veces sorprendentes y casi desconocidas.Pares o nones. La cuestión no consistía en hacer raíces cuadradas o cúbicas, ni tampoco utilizar las leyes de las probabilidades matemáticas de sacar un número par o un número impar. La cuestión era mucho más sencilla porque no venía impresa en ninguno de los libros que estudiábamos a marcha de martillo pilón atormentándonos las sienes para poder aprender cosas. La cuestión sólo consistía en que al abrirse la mano prisionera de los cromos y comenzar el cuenteo de éstos, el monosílabo sonsonete de la cuenta determinase, al final, si habías ganado todo el lote de aquel surtido y variado variopinto de los cromos de aquellos entonces o si tenías que sacar de tu propio bolsillo tantos cromos, también surtidos variados variopintos, y acoquinar tantos como habías apostado. Cuando ganabas, una luz se encendía en tus pupilas y llegabas a casa con ganas de arrojar la cartera sobre la cama y tumbarte sobre la colcha para ir mirando, uno tras otro, todo aquel caleidoscopio de cromos que te hacían soñar con tantos mundos imaginarios que se te convertían en realidad todas tus fantasías. Y si era necesario perder de vez en cuando te quedaba la esperanza de que al día siguiente no sólo recuperases todos tus cromos perdidos sino que, acompañado de la suerte suprema del dedo del Destino, aumentar tu ya abigarrada y variopinta colección de cromos variados que te hacían soñar... soñar que estabas en otra dimensión ajena al mundo de los hombres mayores que sólo sabían hablar de cosas serias pero sin importancia. Lo importante, lo verdaderamente importante, era tener suficiente corazón y suficiente fe como para poder sonreír ante el triunfo o saber aceptar la derrota siempre con una ligera sonrisa y con la esperanza a flor de piel. Pares o nones. Juego que no dejaba a nadie indiferente porque nadie podía ser neutral como si fueras un reloj suizo. No. Los minutos del cuenteo de los cromos no era cuestión de reloj suizo sino de esperar a que el dedo del Destino te señalase que habías ganado un buen número de cromos como para seguir aumentando tu caudal de sueños o si debías de esperar a otra más feliz mañana para resarcirte de las pérdidas.
Cuando yo estudiaba en el Colegio madrileño de Lope de Rueda, que ya no existe pero que estaba ubicado en la esquina de las calles de Narváez con Doctor Castelo, recuerdo con total claridad y nítida memoria que había un compañero (ne el aula de mi querido y estimado profesor Don Florencio Lucas Rojo), y además amigo de mi hermano mayor Emiliano, un tal Sarkozy que había venido a España como refugiado húngaro después de los sucesos de 1956 en los que las tropas de la URSS invadieron el país de Hungría cuando los húngaros intentaron desligarse de la órbita comunista. Aquel tal Sarkozy me parece (pero de esto no estoy totalmente seguro) que se llamaba Nicolás y, además (de esto sí que estoy seguro) vivía en la madrileña calle de Ibiza, en los primeros números de dicha calle (o en el portal número 1 o en el portal número 3). Resulta que mi madre no acertaba a pronunciar bien o a saberse de memoria el apellido de Sarkozy y, por esa cuestión, un día me dio a conocer que ella le llamaba El Chichinosky para poder entenderse. A mí aquello me hacía reír no por maldad alguna sino porque resultaba gracioso para un niño de tan corta edad como era yo. El caso es que resulta que el actual presidente de la V República de Francia (me parece que es la Quinta República Francesa ya, porque hubo hasta Cuatro Repúblicas Francesas anteriores y vaya jaleo que se traen los franceses con tantas Repúblicas que ya hasta es difícil recordar si ésta es la V o la VI o vaya usted a saber cuál) se llama, precisamente, Nicolás Sarkozy, fue un refugiado húngaro que llegó a Madrid y, para más inri y vergüenza, antes de casarse con Carla Bruni se había divorciado de su primera mujer que era española y madrileña para más señas. El asunto es que he hecho cálculos y aquel tal Sarkozy que estudió en el madrileño Colegio Lope de Rueda (para ser más concretos en el aula de mi querido y estimado profesor Don Florencio Lucas Rojo, ya fallecido) antes de irse al Colegio Sagrada Familia de la calle madrileña de Menorca, no debe ser el mismo que el actual presidente de la V República Francesa (repito que me parece que es la Quinta República Francesa o vaya usted a saber si es ya la Sexta) porque rebasa con dos años o tres la edad de éste; luego deduzco, por todos estos datos bien investigados, que deben ser de la misma familia (porque no creo en casualidades ilógicas sino en lógicas razonables y bien razonadas) y, supongo, que hasta pueden ser incluso primos hermanos o algo parecido. Pues bien, volviendo al principio y con arreglo de aquello del juego de los cromos a pares o nones, estoy casi seguro que el tal Sarkozy del Colegio madrileño de Lope de Rueda (que me parece que se llamaba también Nicolás pero de esto no estoy totalmente seguro) debía ser uno de los que más cromos perdían en aquel emocionante juego. También recuerdo, con total claridad y nítida memoria, que un día mi hermano mayor me dijo que el padre de aquel Sarkozy que estudiaba en el Colegio madrileño de Lope de Rueda antes de irse al Colegio Sagrada Familia (y que era bastante flacuchento o "tirillas" como decimos en España y que se libró de alguna paliza que otra gracias a que era el protegido de mi hermano mayor) tocaba el violín cuando llegaban las fiestas navideñas. Para demostrarme que era verdad a mi hermano mayor Emiliano se le ocurrió la idea de invitarme, un día de Navidad quizás de 1958 año más o año menos, a ir a casa de aquel tal Sarkozy (conocido por mi madre como El Chichinosky). Efectivamente, pude comprobar que era cierto porque vi al padre de El Chichinosky tocar el violín detrás de un árbol de Navidad (era una pieza seguramente húngara pero no recuerdo de qué autor pero seguro que era música húngara de tema navideño). Era cierto. Entonces resulta que si aquel casi seguro primo hermano mayor del actual presidente de la V República Francesa (que a lo mejor ya es la VI pero ahora no tengo ni deseos ni ganas de investigarlo) era conocido por mi madre como El Chichinosky, también mi madre (si estuviera con vida en estos días) llamaría a dicho presidente francés como El Chichinosky (ya digo que a mí me entraba la risa no por maldad sino porque me hacía gracia porque yo era muy niño, mucho más niño que hoy en día) y, para no confundirlo estaríamos los dos de acuerdo (mi madre y yo) en nombrar Chichinosky I al estudiante del Colegio Lope de Rueda de Madrid (amigo protegido de mi hermano mayor Emiliano que le salvó de muchas palizas porque era bastante chulito ya que le protegía mi hermano mayor) y Chichinosky II al actual presidente de la V República Francesa (a no ser que ya sea la VI porque las Repúblicas Francesas se han sucedido en el Siglo XX a la velocidad de un rayo supersónico y no tengo ahora ni deseos ni ganas de saber si la actual es la V República Francesa o ya van por la VI). El caso es que aquella anécdota de El Chichinosky fue muy celebrada en nuestro domicilio de la madrileña calle de Alcalde Sáinz de Baranda, número 56, porque a toda la familia entera (quizás a mi hermano mayor Emiliano no tanto porque era su amigo) nos hacía gracia y sin afán de perder el respeto a nadie. Pues bien, como decía mi abuela materna Rufina "lo dicho dicho está" y dejo constancia en mi Diario que quien lo dijo fue mi madre y no yo. Donde las dan las toman, amigos franceses, y no se molesten ni se enfaden conmigo ni con ningún otro español porque de bromas ya hemos aguantado en España bastantes que nos han gastado los franceses a lo largo de la Historia. Y si algún patriota francés se "pica" pues ya saben el famoso dicho español de "quien se pica ajos comen" porque resulta que también nosotros tenemos derecho a ser patriotas pero españoles y a mucha honra. Cierro esta página de mi Diario con una amplia sonrisa.Nota a Pie de Página: como investigar este dato no me supone ninguna dificultad acabo de descubrir que la actual República Francesa sigue siendo la V. Menos mal que llevan ya bastantes años con la V República Francesa y no han pasado todavía a la VI República Francesa... por lo menos de momento...
La Palabra de Dios, que viene bien claro y explicado en la Sagrada Biblia Cristiana dice, más o menos, que es necesario pensar en uno mismo y en su familia para después pensar en los demás. Pero... ¿qué sucede cuando alguien tiene ya toda clase de comodidades y sigue pensando primero en él? ¿Qué ocurre cuando uno tiene un buen sueldo mensual, un buen automóvil, una casa donde habitar que no le cuesta dinero y además saca buen provecho ecónomico de ella porque arrienda a otras personas partes de dicha casa y que come muchas veces, porque no está necesitado, muy buenas mariscadas y muy buenas parrilladas y que además está elevado como un gran anciano de una iglesia de cuyo nombre no es necesario ahora acordarse y sigue pensando primero en él?. Para que lo comprendáis mejor voy a deciros una parábola como hacía Jesucristo. Una vez había un gran sacerdote de una iglesia llamado Don Antonio que tenía incluso más de lo que necesitaba y seguía pensando primero en él y, por tal causa, tenía un ferviente admirador llamado Don Diego. El tal elevado anciano de la palabra cristiana siempre comenzaba sus sermones, pensando primero en él, diciendo a todos sus oyentes que según Jesucristo hay que pensar primero en uno mismo pero olvidaba que en quien hay que pensar primero es en Jesucristo antes de decir quiénes somos y cuántos estudios tenemos; porque aquel anciano llamado Don Antonio comenzaba siempre presentándose a sí mismo ante los demás para después explicar los pasajes de la Biblia de la cual se sabía capítulos enteros y, pensando primero en él, se jactaba antes sus oyentes de que se los sabía de memoria. El caso es que su admirador Don Diego creía firmemente en aquel anciano llamado Don Antonio, al cual no le faltaba de nada e incluso hasta hacía pagar a otro lo que él gastaba porque pensaba primero en él y su familia; hasta que un día aquel Don Antonio al cual no le faltaba de nada pero seguía pensando primero en él y su familia, aunque había muchos necesitados en su país a los cuales les faltaba de todo, como siempre pensaba en él y en su familia aunque ya no le faltaba de nada, le arrebató el lugar que le correspondía a su fiel seguidor Don Diego cilocando en su puesto a su propio hijo. Por otro lado había un cristiano que no tenía cargo alguno en ninguna iglesia porque se contentaba solamente con ser cristiano de base y que, al tener lo suficiente para poder ir viviendo, siempre pensaba ya que tenía sus principales necesidades cubiertas y las de su familia también, en los demás comenzando siempre sus predicaciones en las calles o en cualquier lugar donde se encontrara poniendo en primer lugar, ya que él y su familia tenían lo más elemental bien cubierto, a Jesucristo y no decía, ante las personas que le escuchaban, cuántos estudios poseía, cuántos títulos poseía o cuántas veces había leído la Biblia o se había aprendido de memoria versículos enteros de la Sagrada Biblia Cristiana.Jesucristo dejó bien dicho y bien claro que algunos que se aprenden de memoria casi la Biblia completa, que tienen altísimos estudios de Teología, que predican millones de veces la Palabra de Dios, que pueden convertir hasta a millones de personas para el Cristianismo o incluso hacer algún milagro que otro, no será reconocido por su Padre a la hora de entrar en el Reino de los Cielos y que, sin embargo, otros que no pensaron tantas veces primeamente en ellos y en sus familias porque tenían suficiente con lo que tenían pero pensaban que era necesario también pensar primero en los que no tenían absolutamente anda o casi nada, sí entrarán en el Reino de los Cielos e incluso ocuparán lugares principales junto a Jesucristo. Por eso. Porque yo ya pensé muchísimas veces en los demás y, por esa causa fui asaltado una y mil veces en mi economía, ahora, con permiso concedido por mi Señor Jesucristo pienso primero en mí y en mi familia. Os dejo con estas reflexiones para que podáis pensar y llegar al conocimiento de lo que es ser verdadero cristiano y a poder comprender esas palabras de la Sagrada Biblia Cristiana que dicen textualmente que primero hay que pensar en uno mismo y en su familia y a ver si distinguís la enorme diferencia que existe entre un supremo egoísta que teniendo mucho sigue pensando primero en él y en su familia llegando a traicionar incluso a su más ferviente admirador y quien teniendo lo necesario para vivir y sabiendo que a otros les falta de todo o casi de de todo porque no tienen nada o casi nada pusieron primero a los demás necesitados. Ahora, con permiso concedido por Jesucristo, me ha llegado el turno de pensar en mí y en mi familia en primer lugar porque ya he cumplido de sobra con lo que Jesucristo dijo lo que era amar a los demás y poner a los demás en primer lugar proque nos conformábamos con tener lo suficiente para vivir nosotros y toda nuestra familia. Ya no me conformo con eso porque Jesucristo me ha bendecido por lo que tantos años hice a pesar de que tantas veces me robaron los que tenían de todo o casi de todo pero hablaban de la Palabra como supremos conocedores de la Palabra.
Me sucedía continuamente entre mis 9 años y mis 13 años de no sé qué cuestión que llaman como edad. El caso es que, aun sabiendo que las edades son siempre muy relativas, concretizo que me sucedió en mi primera infancia para ser más exactos. El asunto era que Don Florencio pedía y exigía a todos sus alumnos (entonces a los niños que no éramos hijos de padres y madres pudientes en lo económico nos hacían estudiar a parte de las niñas para que no pensáramos con el pensamiento que sin embargo los muy pudientes en dinero sí lo podían hacer porque no eran tan pobres como nosotros) que llevaran un cuaderno de batalla diaria (el cuaderno de sucio le llamábamos) y un cuaderno de lujoso festejo (el cuaderno de limpio le llamábamos).En el cuaderno de sucio siempre me caían a mí, por eso de mover tan deprisa la estilográfica que soltaba tinta a chorro por todos los lados posibles y hasta imposibles, manchones que dificultaban su lectura. Pero yo sólo tenía ganas de crear con mi infantil escritura mil y unas historias y como no empleaba, para nada, palabrotas sucias pues no me importaba para nada perder el tiempo en pedir a mi madre que me comprara otro cuaderno que pasaría a ser el cuaderno de limpio. El caso es que la economía familiar no estaba entonces para hacer grandes dispendios, que significa que no teníamos tanto dinero como para que mi madre me comprara dos cuadernos para escribir en los dos lo mismo ya que era necesario alimentarnos bien, vestirnos bien y educarnos bien. Y como yo estaba bastante bien alimentado, bastante bien vestido a pesar de todo y, sobre todo, muy bien educado... pues no usaba ningún cuaderno de limpio porque mi cuaderno de sucio, con manchones de tinta incluídas, era lo bastante limpio y creo yo ahora que soy todavía muy joven pero ya entiendo bastante bien de qué va esta vida, que habría quienes presentaran cuadernos no limpios sino hasta muy limpios en sus apariencias pero sucios o incluso muy sucios en sus contenidos. Como resulta que a mí, cuando escribo como cuando hablo, lo que más me interesa es el contenido y no tanto el continente (y aclarado que el contenido es lo que se escribe y lo que se habla y el contenido es cómo se presenta lo que se escribe y lo que se habla) lo que más me interesaba era escribir en el cuaderno de sucio bellas palabras en forma de redacciones ecolares, algún poema que otro más o menos romántico y cuentos e historias que me venían a las mentes puesto que funciono con dos mentes: la mía propiamente dicha y la de la chavalilla con la que estoy casado como Jesucristo manda dicha también propiamente y con toda propiedad.Aquella sempiterna manía de escribir sin preocuparme nada más que de dar a conocer textos limpios pero muy rápidos de hacer para tener mucho tiempo para jugar y muchísimo tiempo para soñar a lo grande (como aconseja Jesucristo que hagamos) me costó una vez ser desterrado a la Siberia pero, como Dios así lo quiso, regresé de la Siberia y aquí sigo contándolo sin haber muerto congelado de frío. Ahora estoy bastante caliente Gracias a Dios.
1.- La pasión tiene nombre de mujer y si estás casado con ella como Dios manda está mucho mejor (por eso mi chavalilla está tan buena).2.- Si vas a la fuente te encuentras con Lafuente (si vas a Cartagena verás cómo es verdad).3.- Hay que estar donde hay que estar (si no estás donde tienes que estar viene otro y te la quita).4.- Es absurdo dicutir sobre lo que es evidente cuando es evidente (por eso mi chavalilla siempre tiene 16 años de edad y yo tengo siempre 18 años de edad).Addenda.- Buenas noches a todos y todas porque siempre las buenas noches son noches buenas para todos y todas los que pasan buenas noches y en esto no hay diferencia de clases.
¡Rosa Anoro no sabe bien el tremendo disgusto que me evitó cuando me eliminó de sus preferencias al decirme aquello de "qué pena no haberme fijado en ti"! De verdad, y lo confieso con la mano en mi corazón, que al eliminarme de sus preferencias me quitó de encima no sólo un peso pesado sino un tremendo disgusto porque, desde luego, yo le hubiese dicho que no, que verdes las han segado y que no, que prefería yo enrollarme con otras que me gustaran de verdad... porque Rosa Anoro no me gustaba para nada salvo para hablar de algún que otro tema cultural y "a otra cosa mariposa" le digo yo a José Luis González que estaba aquel día presente y lo de mariposa lo digo y no lo tengo que explicar porque luego vienen los malentendidos aunque yo lo entendiese perfectamente.El suceso sucedió, valgo la redundancia del lenguaje en este buen momento en que lo recuerdo con gran alegría por mi parte, una vez que estábamos en la casa del citado José Luis y que Dios les conserve la vista a todos los que formaban parte de aquel grupo porque lo que es la inteligencia les fallaba bastante; puesto que no iba yo a ser tan absurdamente tonto que, después de haber visto a tantas que me habían gustado de verdad, fuese a perder la oportunidad de ligar por fin con la más guapa y bella de todas, por culpa de una que ni me gustaba ni ganas tenía yo de que me gustara para que, por su culpa, perdiese a mi chavalilla. ¡No y mil veces no!Confieso que siempre me ha sido duro decir que no a una mujer que se presentara ante mí confundiendo la simple amnistad o tan sólo el simple compañerismo que algo más allá del lindero de lo que es la simple amistad o tan sólo el simple compañerismo y yo, lo que es yo y el gusto de los demás lo respeto con toda claridad, tenía ya bien claro el mensaje de mi preciosa Princesa: "Si te vas con otra yo me alejo de ti". Pero resulta que nunca me alejé yo de mi bellísima y buenísima chavalilla con la que estoy casado y mucho menos, con perdón lo digo si es que hay que pedir perdón por ser tan sincero, no me gustaba nada más que para hablar de cosas más o menos interesantes (me refiero a interesantes las cosas y no aquella Rosa para mi); así que fue mejor que ella me eliminara a mí antes de que yo tuviese que eliminarla a ella. Mejor así.Eran tiempos en que yo estaba ya en el último año de mi carrera para obtener la licenciatura en Periodismo y ya muy cerca de alcanzar la bellísima mirada del bellísimo rostro de mi bellísima chavalilla e, insisto para dejarlo bien claro, cuando me dijo aquell Rosa Anoro que no se había fijado en mí... aquello fue para mí como una bendición  de los cielos porque con eso me eliminó un tremendo disgusto. El tremendo disgusto de decirla que no me gustaba.
Lean ustedes bien porque no pregunto ¿cuánto vale una Clara sino cuánto vale una clara? Y es que es muy diferente saber que no me refiero a una Clara con C mayúscula de Cádiz evitando así que me llamen la atención por preguntar algo que molesta a los hipócritas censores porque cada una de ella tiene un valor diferente dependiendo de cómo estén y de cuánto trabajen (en el buen sentido de la palabra) puesto que me estoy refiriendo a una cerveza mezclada con gaseosa a gusto del consumidor. Es, en este caso, muy posible acertar si respondemos, salvo que la pidamos en lugares de lujo (y no hablo de Claras sino de claras para seguir especificando bien) un euro, un euro con diez céntimos, un euro con quince céntimos o incluso un euro con veinte céntimos. Entonces entramos en otra cuestión muy importante, relativamente hablando, de nuestras vidas. Algunas gentes (más bien gentes que personas) gustan mucho de las Claras (en el buen sentido de la palabra) pero esos caprichos les cuestan mucho dinero... más otros, los que sabemos bien lo que son las claras de cerveza mezclada con mucha gaseosa, nos ahorramos muchos dineros (como bien expresaría Don Quijote que en vez de dinero en singular decía dineros en plural y si no se lo creen lean "Don Quijote de La Mancha" de Miguel de Cervantes y Saavedra) y así nos evitamos el peligro de gastarnos muchos dineros con las Claras que nos son nuetras. De esto se deduce que el coste de las Claras es mucho más elevado que el coste de las claras. Entramos, de esta manera, en la abismal diferencia de clases sociales puesto que algunos consumen Claras y otros debemos consolarnos y conformarnos con consumir claras. Ahora bien, todo esto tiene su lado positivo puesto que, quienes consumen Claras terminan muy consumidos a los pocos años de edad, mientras que quienes consumimos claras estamos siempre sanos, juveniles y vivimos toda la eternidad sin enfermedades.Deducción final: Entre consumirnos del todo o estar completamente sanos depende, solamente, de la conciencia, la ética y la moral de cada hombre, sea cual sea la clase social a la que pertenece.
Esteban era mi tío, yo nunca iba a las iglesias y Julita estaba muy buena. En aquel contubernio laberíntico donde todo parecía algo y era todo lo contrario y donde se desarrollaban las argucias y artimañas más inimaginables, yo aprendía muchísimo sobre las piernas femeninas. Era cuando Irán Eory solía bajar por las escaleras de caracol hacia la planta baja... y todo aquello parece que tomó otro cariz, mientras yo seguía observando y aprendiendo sobre las mejores piernas femeninas de aquel corralito donde algún que otro pancho se creía muy ligón y algún que otro nene se las daba de hombrecito, cuando el tejedor tendió sus redes tejidas tras muchos años de lento tejer y más tejer y los cardadores, que siempre disimulaban detrás de los cardes que tuve yo que aprender a dominar para seguir descubriéndolos sin que ellos se dieran cuenta, tuvieron que bajar las cabezas y ponerse a trabajar de una vez por todas. Yo solucioné todo aquel conflicto, donde mi padre no tenía ni la más mínima idea cuando dijo una tontería que me hizo explotar en una ruidosa carcajada una vez metido ya en la cama, con una simple llamada en la que no hubo conversación alguna; y después me importaba menos que un carajillo (puesto que los carajillos son especialidades de viejos y a mí no me gustan las cosas que hacen los viejos, sobre todo si son tan verdes como aquellos cardadores), el hecho de que el tejedor la enviara ella (y es mejor no saber nada de quién era ella) a espiarme... a ver si yo hablaba de lo de justo o estaba contra lo de justo; y mucho menos me importaba a mí, ya zanjado el asunto con una simple llamada telefónica (y me parto de risa cuando lo recuerdo) que el propio tejedor se acercara disimuladamente, haciendo como que leía el periódico, por ver si yo hablaba de los justo o estaba en contra de lo justo, mientras me estaba entreteniendo en seguir observando piernas femeninas solamente por el gusto y placer de saber quiénes las tenían mejores y de mejor ver... sentado en la escalinata principal de aquella especie de corralito donde alguna se apoyaba contra mí (y tampoco importa saber quien era esta) mientras nosotros, los de la basca autónoma, dormitábamos fumando cigarrillos (yo no fumaba pero hacía como que fumaba) con nuestros sueños sin estar de acuerdo con lo de justo ni con lo contrario a lo de lo justo. Resulta que en cuestión de piernas de mujeres que estuvieran muy buenas de ver, había más de una... más de dos... y más de tres... pero nada importa ya saber a cuáles me estoy refiriendo... porque el caso era ver cómo hacían el ridículo todos los pajaritos que se creían los no va más cuando menos que ellos no había nadie pues solamente eran ordenanzas a los cuales se les daba órdenes que tenían que cumplir por obligación y no por su propia voluntad (a pesar de lo que creían que molaban todos esos pajaritos) y hasta algunos clientes, con pajaritas incluídas, pasaban por allí... mientras yo rememoraba aquello de pasaba por allí... yo solo pasaba por allí... aunque todavía no estaba de moda Aute ni sus horrendos mensajes a los cuales nunca hice yo caso alguno. Pero, en fin, yo es que pasaba por allí... y no era cuestión de perder tiempo alguno en fijarme en las piernas que no me agradaban sino en las que consideraba yo que eran las más bonitas; al igual que lo consideraban todos los demás disimulando como cardadores ante la presencia del tejedor. Pero mira por dónde todos estaban equivocados pues las más bonitas no eran las que todos creían y bien callado que me lo tenía yo. Y termino esta página de mi Diario señalando que, de repente, apareció la hermana de Julita y estaba mejor. Pues mejor que mejor. Yo creo que aquel despiste monumental se llevó las aspiraciones de alguno que otro a hacer vientos. Lo que el viento se llevó estaba entonces de moda... las minifaldas también... y las piernas más bonitas quedan en el más absoluto de mis silencios. Por cierto, años más tarde, las tres brujas pirujas me insultaron por eso... como si supieran ellas lo que pasó en la Oficina Principal (de lo cual no tienen ni la más ligera idea) ni quien soy yo en realidad.Silencio. La Luna ya nos amenaza y cuando salga la Luna no te quiero ver a oscuras para quererte y todo lo demás que no cuento por asuntos de la censura.
Estoy a medias entre la duda de conocer o no conocer. A veces nos surgen situaciones en la vida en que no sabemos bien si conocemos, por ejemplo, a Ricardo de algo o no le conocemos a Ricardo de nada. ¿Quién conoce a Ricardo? ¿Quién no conoce a Ricardo? Es la eterna duda razonable de saber o no saber. A veces sabemos sin saberlo todo y a veces sabemos todo lo que sabemos. ¿Quién conoce a Ricardo? ¿Quién no conoce a Ricardo?Posiblemente preguntas así, sin respuestas concretas, son las que hacen que nuestras vidas tengan realmente sentido aunque al usar todos los sentidos a nuestro alcance seamos del todo incapaces de saber si conocemos o no conocemos a un tal Ricardo que puede ser nuestro vecino de al lado o alguien que vive en el otro extremo del mundo. Paradojas de la existencia humana. Por ejemplo, si se trata del guapísimo actor Ricardo Montalbán, estoy seguro de que las chavalas de buen ver sí que saben quién es; pero nosotros los chavales de más o menos buen ver estoy seguro de que no lo sabemos; porque la psicología femanina retiene más en su memoria a los actores de cine, mientras que la psicología masculina retiene más en su memoria a las actrices de cine. Siguiendo con los pensamientos deductivos, supongamos que se trata de Ricardo Corazón de León. En ese caso estoy seguro de que los fanáticos seguidores del Athletic Club de Bilbao podemos imaginar que lo conocemos aunque sea, solamente, por lo que tiene de León; pero las chavalas de buen ver quizás le confundan con Ricardito, el de la Calle Alcalde Sáinz de Baranda de Madrid. Y, en medio de todo este embrollo mental, se conoce o no se conoce a Ricardo dependiendo, en cuanto a nosotros los chavales de más o menos buen ver, si nos hemos tomado una copa de Ricard Bacardí o nos hemos tomado dos copas de Ricard Bacardí; mientras que las chavalas de buen ver, si se toman una aspirina Bayer pueden distinguir mejor a este Ricardito de la Calle de Alcalde Sáinz de Baranda de Madrid y más, por supuesto, que a Ricardo Corazón de León porque les gusta menos el fútbol que a nosotros los chavales de más o menos buen ver. Por cierto ¿ese tal Ricardo se trata de alguno de los alcaldes de la provincia de Madrid con la capital inclusive ya que mola mucho y está de mucha actualidad decir inclusive? Desde Quijorna no podemos afirmarlo rotundamente ni negarlo del todo ni a priori ni a posteriori, que mola mucho y está de mucha actualidad decir a priori o a posteriori en esto de los saberes o no saberes; puesto que es imposible conocer a todos los nombres de pila de todos los alcaldes de la provincia de Madrid, con la capital de Madrid inclusive, excepto que seas alguien que tenga una memoria más grande que la del elefante que mató hace unos días S.A.R. Don Juan Carlos I. Estoy seguro de que yo no conozco a ningún alcalde que se llame Ricardo (ni de la provincia de Madrid ni de ninguna provincia de España ni mucho menos de la capital, ciudades y pueblos de Islandia, si es que cabe la posibilidad de que algún alcalde islandés se llame Ricardo proque si lo hubiera o hubiese (que mola mucho decir y está muy de moda eso de hubiera o hubiese) se llamaría, en todo caso, por lógica bien razonada, Ricardoson o Ricardosen que es como se dice en los lenguajes nórdicos. También rechazo que con mi memoria selectiva pueda, si no me apoyo en algún sostén informativo, y me refiero solamente a un sostén informativo y no a lo que pueda parecer que estoy diciendo pero no lo estoy diciendo, saber si existe algún alcalde llamado Ricardo en toda la provincia de Madrid con su capital inclusive (que sigue molando mucho y está muy de moda eso de decir inclusive y hasta exclusive si fuera o fuese necesario del todo o, al menos, parcialmente) salvo consultando las Guías Telefónicas de Madrid Capital y Madrid Provincia que para eso las editan y no para tenerlas de adorno como hacen ciertos familiares míos allá por Quito (en la República de Ecuador) que ni sé para qué las quieren porque no sólo no las usan sino que las esconden para que no las pueda usar todo un comunicador social como soy yo. ¿Tiene esa forma de actuar alguna definición posible? Mejor me lo callo porque iba a decir algo que empieza por gil; así que sigo con mis reflexiones desde Quijorna. Nos puede llevar un año entero ir buscando a todos los que se llaman Ricardo en la capital de Madrid y provincia inclusive (que mola más ahora decir Madrid y Provincia de Madrid inclusive que no decir Provincia de Madrid y Madrid inclusive por aquello de llevar la contraria siempre que es modo y manera de salir siempre del paso a nivel sin que te pille el tren) y, además, nos gastariamos todo nuestro sueldo anual en llamadas telefónicas para ir descubrrendo a todos los alcaldes llamados Ricardo de Madrid, provincia de Madrid y hasta de pueblos madrileños que no vienen en la Guía Telefónica o bien por descuido de quien las confeccina o bien porque puede haber algunos llamados Ricardo que no tienen todavía teléfono fijo o bien porque no les da la real gana o bien porque acaban de nacer y no tienen todavía edad para tener teléfono por el simple hecho de que todavía no saben hablar. Todo esto ni es rentable para nuestros bolsillos, casi siempre vacíos del todo que hasta vergüenza debería darnos de que siempre nos paguen el café con leche nuestras buenísimas chavalillas y es mejor no despejar la duda. En resumen, ¿quién conoce a Ricardo? ¿quién no conoce a Ricardo?. Si se lo preguntaramos a la estanquera de la acera de enfrente (y no estoy diciendo nada malo porque hay muchos lectores muy mal pensados y no las lectoras que lo saben todo muy bien sabido además) estoy seguro de que nos sacaría de dudas porque a lo mejor ese tal Ricardo, alcalde de algún lugar o lugarejo madrileño, inclusive la capital y no olvidemos de escribir inclusive que mola mucho más que exclusive todavía, sobre todo a la hora de poner avisos para decirnos cuándo llegan los días en que debemos llevar a cabo la matriculación en la Facultad y es que nunca se sabe si eso de inclusive incluye al último día o no incluye al último día y a ver si nos lo aclara el tal alcalde llamado Ricardo, porque da la casualidad que compra los cigarrillo (¡y qué callado se lo tenía el señor alcalde Ricardo!) en su tienda, pero mientras no le preguntemos por qué hace eso el alcalde llamado Ricardo (¡y qué callado se lo tenía el señor alcalde Ricardo!) en el buen sentido de la palabra y a ver si dejamos de escribir palabrotas de una santísima vez. Mejor nos quedaremos siempre con la eterna duda razonable.Esto no son unas reflexiones simples sino unas grandiosas reflexiones.
La conciencia es el pensamiento no especulativo ni abstracto, que antes de actuar al margen de la experiencia sensible, lo hace de manera concreta, operando y abstrayendo una pluralidad de significaciones. De alguna manera, diríamos que la estructura temporal de la conciencia radica en poner ordenadamente las cosas que se suceden, sabiendo en dónde están, por qué están, cuándo aparecen y por qué. La conciencia, como pensar concreto, es una operación práctica sobre los objetos, reuniéndolos, agrupándolos, trabajando sobre ellos y distinguiéndolos. Así, el descubrimiento de que el tiempo es una sucesión única es obra del pensamiento consciente, práctico y material. Percibimos el tiempo viviéndolo y sintiéndolo. El movimiento mismo de las cosas, las mudanzas, los cambios... crean esta conciencia inmediata del tiempo, de su desarrollo sucesivo. Y de esta manera poseemos la percepción única del tiempo, porque a la vez lo ordenamos especialmente, organizándolo sucesivamente. Por medio de la conciencia, en definitiva, vemos el suceder del tiempo mismo, operando hacia atrás y hacia adelante; en fin, en este continuo operar se originan los cambios, las mudanzas en las que el ser humano (dentro de un orden racional y espiritual al mismo tiempo) aprende a vivir en unión, concertándose y armonizándose íntimamente dentro del marco trascendental de la temporalidad; que es, en última instancia, la expresión de lo dinámico, lo continuo y lo perpetuo. Por tanto, nuestra conciencia percibe el tiempo cuando lo sentimos vivir en cada momento, como un proceso del devenir, pero no como un acontecer veloz, sino mediante un ritmo pausado, sosegado, a fin de poder sopesar cada acto humano pero, a la vez, trastocando de los pies a la cabeza al mismo tiempo en que vivimos y en el que descansamos, confrontándolo con nuestra propia esencia humana y con nuestra propia voluntad personal. Y así, la Conciencia, unida a nuestra fe en El Espíritu, permite el milagro de ser tal como éramos.
Hay una superior presenciaen la que convive el sueño,la ciencia, y ese otro ensueñoque sirve como esenciade la Idea;un final completodel pensamientoque sirve a la aldeadel conocimiento.Habita la Idea profunda,rotunda,en la vehemencia serenade quien fundauna propuesta llena...y en el silogismodel profundo abismodel que rellenauna página de la vidatransmitidabajo la eternaexistencia vivida...la Idea retorna,siempre con distinta forma,divididaentre el presentimiento,el entretenimiento, y un sentir lo percibidodel razonamiento. Es la Idea del completouniverso complementode la existenciay, más allá de su presencia,se encuentra el sentimiento. Transforma al ser humanoen el momentode sentirse como hermanodel movimientode todo lo existentey su silentemantenimientose hace presentecon el paso lentode cada segundo...profundo...llegando todo su acentoa ese pensar sesudoque representalo de este presentedel ser desnudode ideología...y su elegíadel grito divinoes fin del mundopara el pacienteque es más prudentey clama justiciacomo cariciadel Bien eficiente.Es la Ideaque no deseamás que lo justoy se paseacomo el robustoafán del cieloque vive el anhelodel verde arbusto,la verde esperanza,el verde color que alcanzael paraleloque se descalzaa ras de suelo...Y, como el viento,la Idea es el Avivamiento.
Sólo soy uno más entre tantosescribiendo por una ciudad destruídaante los susurros y llantos que la desgracia causó aquel día. Somos hijos de una madre a la que estamos maltratando;hijos de un mismo padreque toma venganza llorando. El corazón en un puño,lágrima del corazón, y al fin el castigo llegasin ninguna compasión.Nuestros actos fueron terribles,nuestras acción fue incontrolada,venganza de un hombre intangiblellanto de una mujer desconsolada. Autor: Andrés Soto Galíán.Alumno de 4o. ESO del CE Ciudad del Sol.LORCA (MURCIA - ESPAÑA).
Ocultando los ojos en la sombra del sombrero de ancha ala, aprovecha los semáforos en rojo para observar a las gentes que cruzan, enloquecidas, sin saber a dónde van ni para qué cruzan a destiempo. Ella no. Ella sólo espera a que el semáforo se ponga en verde mientras lleva, en su mano izquierda, un libro del siglo XXI y, en la derecha, encendido un cigarrillo Nobel. El resto del mundo ya no le preocupa. Ella sólo busca al autor del libro entre las miradas de todos los peatones de la gran ciudad. La luna juega a crear piropos con las estrellas mientras ella sigue adelante, el paso armonioso y compuesto de cadencia femenina, escuchando la música de su walkie-talkie... y los peatones que la miran de soslayo no comprenden ni hacia dónde va ni de dónde ha venido. Ella es como un universo paralelo en aquella cafetería de los limpios cristales leyendo párrafos de aquel libro. Y medita. ¿Dónde estará aquel autor al cuál tanto desea conocer? De vez en cuando levanta su mirada y observa a quienes la observan. No. En ninguna de aquellas ansiosas y nerviosas miradas puede estar su admirado poeta. Y sigue bebiendo su café nocturno acompañado de zumo de naranja y el helado de chocolate blanco.Ahora no busca a ningún hombre abstracto. Ahora sólo busca a aquel misterioso madrileño de sus añoranzas; a aquel que las mujeres lo conocieron en un tren de cercanías, en el metro, o en el autobús... pero sin saber quién es de verdad. Ella tenía su personalidad grabada en su mente: "He besado la luz de esta tarde empapado en la ternura de tus labios y he visto brillar las esperanzas de todos los viajeros estelares. He besado la paz de los rincones donde se refugia tu sonrisa. He besado, sin pausas y sin final el iris de tus sensaciones. Volví ayer, hoy, mañana... para recoger el polvo de las brisas y nombrarte en las semillas profundas de los bosques con plegarias. He besado la luz de esta noche empapado en la ternura de tus labios y he visto brillar la esperanza de todos los viajeros estelares". Ella cierra el libro y sabe que quizás él esté, sentado en alguna de las mesas de ls esquinas, esperando su encuentro. Y, mientras tanto, sintiendo que él está allí, en el ambiente cálido de la cafetería de los grandes ventanales de cristal, bebe de su café nocturno acompañado de zumo de naranja y el helado de chocolate blanco. Ella sabe que en el Café de los Espejos verá la sombra reflejada de aquel poeta y por eso sonríe en estas horas primeras de la noche. Le verá en alguna mesa cualquiera escribiendo poemas en su cuaderno azul: "Es el Madrid del silencio, la noche y la luna apretadas, cuando se duerme el milenio de la historia repetida porque la tarde pasada fue una experiencia sentida junto a tu cuerpo sin dueño... junto a tu boca encendida... estoy aquí... en le lecho de mi almohada de papel. Miro al techo... busco un hecho... y me fijo en el cartel que cuelga como un helecho de la cercana pared. Tú estabas preciosa de brillos estelares en el pelo y embarcada entre mis brazos navegantes por el cielo del suave atardecer. Mas llegó, al fin, la noche y la próxima vez... estarás tal vez tan lejos, distanciadamente-olvido, que sólo pienso y le pido, al presente anochecer, una página en blanco para poder recoger el sentir de lo vivido, distanciadamente-olvido, como gotas de placer. Me arranco presidios-palabras que se quedan liberadas en las hojas del querer y, escuchando una guitarra que maneja algún poeta, se me inunda de nostalgia el desconchado anaquel donde reposa su siesta el poema que escribí y unos libros de historia, distanciadamente-olvido, me hacen sentir que viví ciertos espacios de gloria que grabaron mi memoria con tu presencia de aquí. Canción que rasgas desvelos... viajera guitarra de anhelos en la noche madrileña... ¿no ves, pequeña viajera, que ella también viajó y, distanciadamente-olvido, quisiera quedar dormido en mi pequeño rincón?. Mas se abrieron las puertas de mi sueño para sentirme ya el dueño de todo el planeta sentir. Por eso ya se está quieta la historia que algún poeta rasgaba con su decir. Los besos... ¡prohibido!. Pero pensarte en silencio sí lo tengo permitido mientras me quede el sentir. Y cuanto más grande es mi empeño de verme atrapado en tu hechizo descubro... desvelo... que me he quedado dormido entre los versos y el sueño. Mientras tanto... las hojas del álamo tiemblan, los cielos se humedecen y estremecen las languideces nocturnas del algunas charlas que siembran sus esperanzas diurnas en bocas de barrenderos... Todo está ya dormido salvo breves pasajeros... Todo está ya dormido mas los pájaros despertarán y, distanciadamente-olvido, sé que recordarán cuando yo estuve contigo. La ciudad duerme... Duermen todas las paredes de esta humilde habitación; mas los pájaros, por fieles, con sus sonidos alegres te brindarán mi canción. Silencio... Silencio... que canta mi corazón". Ella toma un daiquiri de fresa y se mira en el cristal. Hay gotas de lluvia que comienzan a cubrir el paisaje y, en el espacio, muy despacio, el sueño de él penetra con su añoranza. Después, tras la copa, un final entero de esperanzas mientras él sigue sentado más allá, al otro lado de las mesas: "Cuando tú te hayas ido quedará una pregunta flotando en el baldío espacio de la tundra... Quedará una forma de puntos suspensivos en la calma... que sí tendrán respuesta a tu pregunta larga... ¿cuánto?, ¿cuánto?, ¿cuánto?. ¿cuánto has existido?. Y te responderá el lirio que nace en la mañana con un suave brillo enorme en la esperanza. Cuando tú te hayas ido te responderá la blanca paloma... y el navío que surca el poderío de la marítima jornada. Te responderá el nido de la alondra parda... y el verde tilo... y la mina socavada... y las risas de un niño que juega en la explanada. Cuando tú te hayas ido quedará la duda interrogada pero siempre... siempre... siempre... estarás acompañada...Y ella agrupa cuartetos, quintetos, sextetos y hasta filas de trece versos compuestos de fe, esperanza y corazón. Es la peregrina que le observa desde la otra esquina; la que nunca falta en su existir ligero... puro... noble... mientras él sigue escribiendo. Seguro que, al llegar la hora, no se equivocará de hombre. Y por eso, en la noche, sonríe mientras toma su café acompañado de zumo de naranja y el helado de chocolate blanco.
John Tooby y Leda Cosmiles escribieron conjuntamente: "Todo lo que ha hecho cada persona en la historia y prehistoria humanas establece el límite mínimo de lo posible. El máximo, si es que existe, es completamente desconocido". Sobre este mensaje, que ha dado la vuelta al mundo a través del libro "La evolución del deseo" de David M. Buss, es importante discrepar, al menos en algunos puntos de vista que yo, particularmente como cristiano que soy, no comparto. En primer lugar, John y Leda olvidan que la historia y la prehistoria no son ya puntos de referencia absolutos para este actual siglo XXI; sino sólo unas coordenadas muy relativas. Hoy en día, rebasado ya el año 2010, el hombre y la mujer han superado los parámetros históricos y prehistóricos y no establecen ningún límite mínimo al deseo sino que lo transforman en un amor sin límites o, en otras palabras, el límite mínimo es algo totalmente superado.Si el límite máximo no esiste o está totalmente rebasado significa que, en el 2012, se puede conocer perfectamente el punto máximo; con lo cual vuelvo a discrepar de John y Leda. Lo que olvidan John y Leda es que existe el alma humana y que ésta es eterna. Luego el punto máximo, y es algo de lo que he escrito ya algunas veces, se llama Eternidad. Veo el índice analítico de este libro de David M. Buss y en ninguna parte trata la evolución del deseo desde el ángulo espiritual; por lo cual, la psicología de este autor simplemente está enfocada en la evolución materialista dentro de un punto de vista tradicionalmente ateo... y olvida, por completo, que el deseo (cuando de amor se trata) tiene, por encima de todo, un complemento de espiritualidad profundo. Estoy en total desacuerdo con este psicólogo que iguala al deseo humano con el deseo simplemente animal. El emparejamiento de un hombre con una mujer no es el emparejamiento de un león con una leona, un palomo con una paloma o un gusano con una gusarapa, por poner ejemplos sencillos. No. No estoy de acuerdo con el planteamiento de este libro por muchas ventas que haya tenido en el mundo entero. Dios nos otorgó el aliento espiritual al deseo amoroso. Sé que muchos no comprenden esto tan sencillo de entender: el deseo amoroso nace de lo espiritual, se formaliza en lo material y se contextualiza y autentifica dentro de lo eterno. No, el señor Buss, por más psicólo que sea, en cuanto a su teoría de la evolución del deseo sexual tiene que replantearse todo porque está totalmetne equivocado por mucho que haya estudiado en las Universidades de Harvard y Michigan.Este autor cree que ser izquierdista supone ser, por definición propia, un materialista recalcitrante. Discrepo. Yo, que soy izquierdista por antonomasia, considero que el deseo amoroso sexual proviene de la composición divina que es inherente a todo hombre y a toda mujer. Buss cree que la espiritualidad es un concepto simplemente abstracto, con lo cual se confunde profundamente y hace confundir a quienes leen su libro. La espiritualidad, al igual que la Eternidad, son conceptos concretos, tienen mucho de realidad y sus definiciones son tan equilibradas como ya he afirmado en algunas ocasiones. La evolución del deseo, cuando es solamente material, adolece de evolución propiamente dicha pues nos iguala solamente a los animales. Y los seres humanos somos mucho más que animales. El erotismo no se basa únicamente en los órganos reproductores de los seres humanos (como sí sucede en los animales) sino que se basa en la empatía completa de todo el cuerpo femenino y todo el cuerpo masculino. Y es ahí donde el planteamiento de Buss se reduce a una simple evolucíón sentimental de carácter netamente materialista. De esta manera la relación amorosa de una pareja hombre/mujer es totalmente imperfecta. La estrategia a seguir es precisamente la contraria: el sexo deriva de la sensualidad del sexo y esa sensualidad del sexo sólo proviene del carácter espiritual humano. Por eso, cuando somos naturales, somos infinitos... y el límite desaparece para ser sólo un punto concreto sencillamente eterno.
1.- Arieta I y Arieta II, ex futbolistas del Athletic Club de Bilbao eran ¿padre e hijo?, ¿tío y sobrino?, ¿hermanos?, ¿o primos?.2.- ¿Cuál es el segundo apellido del que fue guardameta del Athletic Club de Bilbao, Carmelo?.3.- ¿En qué temoporada jugó en el Athletic Club de Bilbao, Altolaguirre?.4.- ¿Qué futbolista del Athletic Club de Bilbao, de la presente temporada 2011-2012 tiene su apellido igual que el nombre de una Editorial de Libros^5.- ¿Jugó el famoso Unamuno en el Athletic Club de Bilbao?6.- ¿Cuál era el apodo con el que se le conocía al ex guArdameta del Athletic Club de Bilbao, Iríbar?7.- ¿Cómo se le llamaba al ex futbolista del Athletic Club de Bilbao, Gaínza, además de "Piru" y ¿El Gran Capitán?8.- ¿Por qué se llama Lezama a la Escuela de los futbolistas canteranos del Athletic Club de Bilbao?9.- ¿Cómo se apellida el primer jugador de piel negra que vistió la camiseta del Athletic Club de Bilbao?  10.- ¿Cómo se apellida el futbolista del Athletic Club de Bilbao que va a ser el que dé la victoria a su equipo ante el Barcelona en la Copa del Rey de España el 25 de mayo de este año 2012 después de Jesucristo?EL GANADOR O GANADORA SERÁ PREMIADO CON UN CHULETÓN DADO (EN EL BUEN SENTIDO DE LA PALABRA) EN EL ASADOR DON9STIARRA DE MADRID Y NO SE ADMITEN COMPAÑÍA ALGUNA. EL CHULETÓN DADO (EN EL BUEN SENTIDO DE LA PALABRA). SI HAY VARIOS GANADORES O GANADORAS SE LES DARÁ (EN EL BUEN SENTIDO DE LA PALABRA) HASTA UN MÁXIMO DE CINCO CHULETONES QUE SE SORTEARÁN  ENTRE TODOS LOS GANADORES Y GANADORAS. ¡BUENOS CHULETONES RECIBAN USTEDES! ¡SUERTE A TODOS LOS QWUE QUIERAN RECIBIR LOS CHULETONES! LAS RESPUESTAS SALDRÁN PUBLICADAS EN ESTA PÁGINA EL DIA 26 DE MAYO DE ESTE AÑO 2012.

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